Agradecimientos a la virgen y repudios a Milei

Agradecimientos a la virgen y repudios a Milei

La campaña electoral se coló en la Peregrinación Juvenil a Luján que tuvo lugar este fin de semana. «El pueblo lo ama y Milei lo odia», decían los carteles que portaban los caminantes en defensa del Papa Francisco. El fútbol también fue protagonista.

Una lavada de cara, un café y un par de tostadas o galletitas. Energía más que necesaria al comienzo del día para cuando, casi 20 horas después, estuvieran muy cerca de cumplir su meta. Una caminata de 63 kilómetros no se hace todos los días, por lo que los motivos y razones de cada peregrino funcionaban como un combustible único hacia el objetivo en común: la icónica Basílica de Luján. El 30 de septiembre, miles de peregrinos marcharon desde el Santuario San Cayetano, ubicado en el barrio de Liniers, hasta la basílica “Nuestra Señora de Luján”, en la edición número 49 de uno de los eventos religiosos más masivos del país. Durante casi dos días, la avenida Rivadavia y la Ruta Provincial 7 se llenaron de pies que, en un principio a paso decidido y, a medida que mermaba la resistencia física, a paso lento, en muchos casos “llevados por la fe”, pisaron la Basílica sintiendo que el esfuerzo había valido la pena.

El trayecto entre Liniers y la Basílica se colmaron de una marea de gente que parecía no tener fin. Charlas, música, juegos y risas caracterizaron los primeros tramos con un claro optimismo frente al largo camino que aún quedaba por recorrer. Personas de todas las edades y clases sociales inundaron el camino: algunos que habían participado reiteradas veces y otros en su primera jornada; gente que caminaba en silencio, y otros que llevaban amplios parlantes con música para animar el recorrido; peregrinos charlando, rezando, compartiendo un mate o una palabra de aliento. Todos avanzando en un mismo sentido: Luján.

Con el correr del tiempo, el cansancio comenzaba a notarse en las caras de quienes llevaban largas horas sin parar de caminar al sol. Para estos momentos, dieron soporte los puestos sanitarios y puntos de asistencia que proporcionaron dependencias municipales, la Cruz Roja, parroquias y demás grupos que dedicaron el día a dar una mano a los peregrinos. La cura de ampollas, elongación, masajes y asistencia médica no fueron, sin embargo, su rol principal. El apoyo emocional y espiritual reflejado en una palabra de aliento, un abrazo, el rocío de agua bendita en manos de curas de distintas zonas, una arenga cantada para levantar el ánimo comenzó a ser una de las mayores necesidades de los caminantes y, a su vez, el papel clave que jugaron los más de 58 puestos de asistencia.

Iniciada en 1975 por una convocatoria juvenil que buscaba pedir fuerzas a la Virgen por el complejo contexto político y social que se estaba atravesando, la peregrinación mantuvo a lo largo del tiempo y hasta hoy lemas que promueven la unión del pueblo argentino. Aunque muchas de las razones por las que la gente camina tienen que ver con la salud, el trabajo, los proyectos personales o el deporte, carteles, banderas y largas conversaciones a lo largo de su trayecto evidencian una preocupación generalizada por el rumbo que tome el país pasado el período electoral. La historia de los distintos lemas que caracterizan a cada edición de la peregrinación lo evidencian: desde el “Ayúdanos a trabajar por la justicia” en 1990 y el “Madre, abrazanos fuerte, queremos un pueblo de pie” hasta el “Madre, queremos una Patria para todos” en 2010, cada frase se encomienda a la Virgen en búsqueda de los conceptos de comunión y unidad en búsqueda de la construcción de un país más justo y con un pueblo fuerte.

Con la premisa de “Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos”, la peregrinación demostró una vez más su carácter popular. Pasacalles y carteles ilustraron a lo largo del recorrido la diferencia abismal entre el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, y el pueblo como idea de unión de los argentinos. La premisa “El pueblo lo ama. Milei lo odia” acompañada por imágenes de Jesús, la virgen María, el Papa Francisco y Diego Armando Maradona, entre otros, mostró no solo que el futuro del país estaba dentro de las intenciones más recurrentes entre los peregrinos, sino también una gran preocupación por el triunfo en las PASO del candidato libertario y, también, por sus dichos contra el Papa Francisco o sobre la venta de órganos. Entre la gente, Milei era visto de manera reacia por sus posturas, aunque eran mucho menos vehementes que los carteles, que lo ubicaban en el lado “oscuro”, siempre escrito en rojo o con fuego a su alrededor.

La peregrinación coincidió, de manera fortuita, con la denominada “Fecha de los Clásicos” del fútbol argentino, en la cual, de viernes a lunes, tuvieron lugar los enfrentamientos entre rivales de toda la vida. Lejos de mermar el caudal de peregrinos, durante las caminatas se avistaban celulares con las transmisiones televisivas, radios encendidas y el boca a boca como arma de difusión. “¿Gol de quién?”, “¿Cuánto falta?” y otras formas de, no solo socializar y entablar una conversación, sino de descansar la cabeza y que las piernas sigan avanzando casi de modo automático. Otros, lejos de los auriculares y los gritos de gol, se proponían no ver el partido de su equipo a modo de “sacrificio extra”, otorgando algo más que los pasos cada vez más cansinos.

Las pasiones, además, no iban a contramano de la fe y la congregación. Muchos peregrinos emprendieron su caminata para agradecer por la conquista de la Selección Argentina en Qatar el año pasado, e incluso las vestimentas albicelestes afloraban por la ruta. La idea de comunión logró romper ciertas barreras que en el fútbol parecen sagradas: hinchas de River y Boca, ambos vestidos con sus respectivos colores, abrazados y alentándose mutuamente a seguir avanzando, dieron una imagen superadora, un día antes del enfrentamiento máximo entre los adversarios de toda la vida.

Avanzada la noche, cada paso cuesta más. Las caderas comienzan a pesar, los brazos a dormirse, las canciones que acompañaron la peregrinación, tanto las tradicionales como algunas originales reversiones de cánticos de cancha con letras católicas, comienzan a mermar. A medida que se acerca la Basílica de Luján, las fuerzas son menos y cada ayuda es bienvenida: vecinos de los barrios lindantes regalan botellas de agua, bananas y caramelos para otorgarle ese plus necesario al peregrino. Y cuando parece que no llega más, al doblar en una esquina allí está, imponente, desembocando en la plaza. Las piernas se aflojan, muchos sufren bajones de presión por el relajo post caminata, pero el objetivo está cumplido, tanto para agradecer por buena salud o éxitos propios y ajenos, como para pedir por un país mejor, por trabajo o, por ejemplo, por las Islas Malvinas.

La peregrinación es, como muchos caminantes recalcan año a año, una analogía de la vida misma. Al principio la energía abunda y el largo camino que queda por delante es visto con optimismo. Con el correr del tiempo, cansancio, dolor e infortunios aparecen complejizando los tantos kilómetros que aún quedan recorrer. Es ahí donde el apoyo, ya sea de un amigo o un extraño, resulta crucial para mantenerse en carrera. Los baches y complicaciones se sortean para llegar finalmente, agotado pero colmado de satisfacción, a la “casa de María”, que para los miembros de la Iglesia católica simboliza el paso a la vida eterna luego de la muerte.

¿Francisco cambió a la Iglesia?

¿Francisco cambió a la Iglesia?

El Papa cumple 10 años desde su unción y se mostró con una retórica aperturista y comprometida con lo social. ¿Hasta dónde se convirtió en hechos? La agenda del medioambiente, la inclusión a la diversidad y la guerra de Rusia y Ucrania.

El 13 de marzo de 2013 Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y teólogo argentino, se convirtió en el primer papa jesuita y el primero proveniente del hemisferio sur. Hace diez años, el hasta entonces cardenal Bergoglio había salido de la Plaza de Mayo hacia el cónclave. Y un día como hoy se asomó al balcón en la Plaza San Pedro a decir que los otros cardenales tuvieron que ir a buscar un sumo pontífice casi hasta al fin del mundo. Una década en la que se produjeron muchos cambios en todo el planeta.

Néstor Borri, comunicador social católico, referente de la ONG Nueva Tierra, y fundador de la organización “Factor Francisco”, expresó: “Se han agravado muchas de las situaciones que estaban presentes cuando él comenzó su papado; creo que la pandemia y la guerra han marcado tendencias que ya estaban. En ese sentido, Francisco, diez años después, sigue planteando unas posiciones diferenciales respecto a lo que pasa en el mundo, a lo que pasa en la Iglesia, que lo hacen un referente muy singular, muy escuchado, muy citado, pero respecto a sus propuestas todavía, incluso dentro de la Iglesia, hay dificultad para responder de manera práctica a lo que está proponiendo”. 

Por su parte, Pablo Andiñach, teólogo, docente en la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Católica y pastor de la  Iglesia Evangélica Metodista, dijo: “La elección del papa Francisco inició una nueva etapa en la Iglesia Católica, porque históricamente los papas han sido italianos; por primera vez el papa es latinoamericano y esto abre la puerta a que haya papas de otras partes del mundo. También ha puesto en evidencia que hay cosas que pueden cambiar y que hay temas que tradicionalmente no se discuten, que es necesario poner en agenda. Por ejemplo, la homosexualidad, el divorcio, la ordenación de la mujer. Francisco abrió la puerta a la inclusión de estos temas que antes ni se mencionaban”.

Sin embargo, Fortunato Mallimaci, doctor en Sociología, docente e investigador de la sociología histórica del catolicismo, dijo que a pesar de que reconoce que la llegada de Francisco representó un papado de apertura, diálogo y puentes frente a los otros, que fueron “de clausura, de denuncia y quiebre”, también aseguró: “Al interior de la Iglesia Católica el panorama es un poco más complejo; los años de Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron difíciles, de mucho enfrentamiento y persecución, moldearon a mucha gente y estas cuestiones siguen presentes con respecto a lo moral y lo sexual. Fueron años de enfrentamiento a la sociedad y Francisco intenta presentarse de forma distinta al mundo, aunque no ha habido ninguna reforma profunda” .

Mallimaci agregó: “El panorama es relativo entre lo que se dice y lo que se hace. Hay una palabra que acoge, que amplía, pero el papa no deja de decir que todo acto sexual fuera del matrimonio es pecado, en eso hay un retroceso. Entonces, hay una tensión entre lo que se enuncia de inclusión y lo que no se hace institucionalmente en la Iglesia Católica”.

“El papa Francisco aporta una mirada no eurocéntrica, mira la sociedad desde el lugar de los pobres, por eso su primer viaje fue a Brasil, es un aliado central de los movimientos sociales. Hace la elección de cambiar la lógica de la Iglesia ‘romana céntrica’ por una más participativa; él dice: ‘Una iglesia en camino sinodal’. También sumó un protagonismo importante a la difusión de los temas político-sociales como: la economía, la deuda externa, y el medio ambiente”, dice, por su parte, Washington Uranga, periodista, docente e investigador en comunicación.

De igual forma, mencionó los reclamos que se le hacen al papa, y sostuvo: “Falta más integración de las mujeres en El Vaticano y otras cuestiones en las que la Iglesia difícilmente va a avanzar, como la doctrina sobre el aborto. Falta mayor decisión incluso en las aperturas que inició. Los cambios pueden llegar, pero no solo por decisión del papa, sino porque la apertura a una iglesia sinodal participativa hace que estos temas se instalen. Por ejemplo, la no exigencia del celibato sacerdotal para pertenecer al orden ministerial, o que también a las mujeres no se les exija ser célibes para ser ministras”.

Respecto al rol de las mujeres en la iglesia Católica, Borri dijo que hubo cambios notables y sostuvo: “Francisco está en contra del clericalismo femenino, quiere otro tipo de roles. Ha designado al frente de muchos organismos y en la organización central de la Iglesia a mujeres, y ese es un paso importante que se ha dado. Seguramente deberían ser más, y le seguirán reclamando”.

En cambio, para Mallimaci, hay cuestiones a nivel institucional que se mantienen igual, y declaró: “El rol de la mujer no ha cambiado absolutamente nada, acaba de condenar fuertemente en Alemania la idea de las mujeres en el sacerdocio. Aquí hay un conflicto fuerte porque desde el conjunto de la Iglesia alemana sinodal se piden cambios, participación de la diversidad sexual, etcétera. En otros cargos que se dieron casi todas las mujeres renunciaron y sobre el matrimonio para los sacerdotes tampoco hubo consenso”.

La guerra por la invasión de Rusia a Ucrania no solo ha causado sufrimiento y una fuerte crisis humanitaria, sino también ha repercutido en la economía mundial. Sobre el actual contexto global y el rol de la iglesia, Borri indicó: “Desde hace ya bastantes años él ha dicho que estamos ante una tercera guerra mundial en cuotas, ahora con el conflicto de la OTAN y Rusia, que se manifiesta en Ucrania. En ese marco, Francisco, no ha dejado de intervenir con mucha claridad, ha recibido críticas y ha manifestado disponibilidad para ir a Kiev y a Moscú, pero además, este mismo año, hace unas semanas, estuvo en el Congo y en Sudán del Sur, mostrando que los conflictos en el mundo no solo están en los países centrales. Las armas, la industria de la guerra, los conflictos, el tráfico de droga siguen existiendo y ese es un fenómeno de cambio de mundo, o sea el papa del fin del mundo fue elegido en un momento de cambio del mundo”.

“Francisco ha mantenido una postura que es normativa en la Iglesia Católica de oposición a la guerra, de favorecer la paz, de levantar la voz para en lo posible llamar a la conciencia. Es importante que lo haya hecho, es la voz del líder de la iglesia cristiana más grande del mundo y lo celebramos”, expresó, por su parte,  Andiñach.

Otro de los puntos en agenda es la causa por el medio ambiente. Uranga sostuvo: “Él promueve la idea de trabajemos por la casa común” a la que estamos afectando por el sistema económico, por las decisiones económicas que se toman. Hay críticas fuertes a la propiedad privada. Él dice que la propiedad privada es un derecho que está limitado al bien común, que es una potestad de toda la sociedad. Habrá que ver cuál es su herencia, está tomando medidas en dirección de garantizar que algunos de los cambios que él impulsa no desaparezcan inmediatamente”.

Tras 10 años de papado Francisco no ha venido a la Argentina y es muy difícil que este viaje se concrete. Al respecto, Uranga agregó: “Este sería un acontecimiento político, cultural muy importante y él no quiere estar en el medio, además, de un tironeo entre sectores. Su aspiración es ser prenda de unidad y no división. En estas condiciones de la situación política argentina, veo muy difícil que el papa venga”.

Con respecto a esto, Ardiñach dijo: “La sensación que muchos argentinos tenemos es que si él viene va a quedar marcado por las cuestiones políticas internas del país. Yo creo que no sería bueno ni para él ni para la Iglesia. Hay mucho feligrés católico que puede no coincidir con la postura que él pueda llegar a asumir y se va a sentir frustrado porque él es un líder espiritual. Es difícil ponerlo en la horma de lo político. No es justo y a la vez es inevitable que quede entrampado en esa discusión”.

“Mientras el papa no venga, hay mucho por hacer en cuanto a captar su mensaje más universal, su mensaje religioso, pero también su mensaje geopolítico. Él hace poco dijo explícitamente en una entrevista: “Yo hago política, me ocupo de cómo se compone lo colectivo”. Ahí su reflexión sobre la política argentina respecto de las ‘acusaciones’ que se le hacen de ser peronista. “Y si yo tuviera una concepción política más cercana al peronismo, ¿cuál sería el problema?», ha dicho. Todavía es factible que generemos las condiciones para que Francisco nos visite”, expresó Uranga.

Por otra parte, Mallimaci comentó: “Hay gente que está a favor y hay gente que está en contra. El rechazo al papado en el mundo católico era poco visto y hacerlo público mucho más invisible. Desde hace poco, en América Latina ya se ha visto este cambio de actitud. Las críticas son muy fuertes hacia su figura. Seguramente a las celebraciones no vayan muchos porque hay gente ‘desconquistada’, gente que está en otra y quienes no les parece necesario hacerlo”.

El sociólogo agregó: “Desde el punto de vista estructural es un papado de reforma y hay un mensaje inclusivo, amable, cercano, hay una renovación en el lenguaje. Es importante el discurso en una institución carismática como la Iglesia católica. Tiene un efecto, pero no necesariamente el efecto de liderazgo carismático se refleja en la institución”.

“Para transformar estructuras y consolidarlas en el largo plazo son necesarios actores formados y organizados. ¿Quiénes son, dónde están, cómo se nuclean, quién los convoca, en cuáles estructuras participan y están insertos hoy esos actores y esas actrices que puedan y quieran producir cambios liberadores junto a Francisco? ¿Habrá un nuevo espacio ‘consagrado’ para mujeres, para matrimonios, para la diversidad sexual, con un Dios del goce y el sufrimiento y con diversos géneros y sexualidades? Lo que está en juego es si persisten o no las estructuras de poder y dominación creadas durante siglos en y por la curia romana. No es solo un problema de personas, sino también de los mecanismos que le dan continuidad en el largo plazo. Una vez más, el futuro es una aventura incierta”, cerró Mallimaci.

La religiosidad de los barrios populares

La religiosidad de los barrios populares

La mañana esta espléndida y el calor del sol se concentra en el techo de chapa del quincho. Entre sorbo y sorbo de café recién hecho, el sociólogo y antropólogo Pablo Semán relata cómo empezó  su día y describe las plantas que decoran la terraza de su casa. Luego de un ida y vuelta sobre los beneficios y belleza de la vegetación, la charla comienza a centrarse en el libro que posa sobre la mesa: Vivir la fe. Entre el catolicismo y el pentecostalismo, la religiosidad de los sectores populares en la argentina, su última obra, editada por Siglo XXI.

Tu investigación se centra en la religiosidad desarrollada en el Barrio Aurora. ¿Por qué elegiste ese barrio?

Por algunos indicadores me parece que es un barrio que, en términos de las experiencias religiosas, es bastante parecido a muchos otros del Gran Buenos Aires. No hay un único modo de ser de estos barrios en relación a la religión, pero es representativo de una forma muy generalizada de existencia de la vida religiosa. La elección del Barrio Aurora tuvo que ver con que allí tenía más contactos que en otros lugares. En este género de investigación uno tiene que aceptar que por más que se tengan hipótesis, variables y dimensiones muy definidas, lo más interesante es cómo el campo te permite rearticular todas tus preguntas de investigación, y de alguna manera perder en el camino todos los preconceptos y construirte una nueva valija.

¿Qué implica la matriz cosmológica en la religiosidad popular?

Centralmente implica que lo sagrado está adentro del mundo. Todos los que formamos parte de las clases medias universitarias, quizás ahora menos que cuando yo hice esta investigación, podemos pertenecer a un grupo religioso o incluso ser ateos. Pero compartimos una mirada sobre lo religioso que ha sido muy generalizada en buena parte de Occidente, en la que el más acá y el más allá están separados. Como dice Max Weber, hay un fenómeno en Occidente que es el desencantamiento del mundo. Es la ruptura del comercio entre los hombres y Dios. Esta es la realidad de una parte de la población occidental. La perspectiva cosmológica es la de grupos sociales que no han vivido el desencantamiento del mundo. El problema es que el término religión remite a dos cosas opuestas al mismo tiempo. Hablamos de reunir lo que está dividido, entre otras cosas los hombres entre sí y los hombres con lo sagrado, y el sentido de religión es uno. Se cree que hay una continuidad de supuestos entre la perspectiva secularizada y la cosmológica, pero no la hay. En el medio hay otra respuesta que se traga otros supuestos. Quién vive en la perspectiva cosmológica, está obligado a aceptar una palabra que no es propia de su tradición. Estar obligado a usar palabras del otro para expresar lo propio es hegemonía. En ese sentido la perspectiva cosmológica, intenta rehabilitar un punto de vista que aparece sometido en la palabra religión.

Decís que en el Barrio Aurora hay un pentecostalismo autónomo. ¿Qué características tiene esa autonomía?

Los primeros pentecostales llegaron como migrantes trabajadores a inicios del siglo XX. Después vinieron misiones organizadas desde países en las que había pentecostales y más tarde, surgieron pastores locales que armaron iglesias relacionadas con los milagros de sanidad. En ese proceso surge, de una forma invisible pero muy potente demográficamente, un pentecostalismo organizado desde y por los sectores populares que yo digo que es autónomo. En realidad casi todas las iglesias pentecostales son autónomas, pero estas tienen mayor autonomía porque no pertenecen a ninguna red, ni asociación y muchas no están inscriptas en el fichero de cultos. Son vecinos que se convirtieron al pentecostalismo en iglesias más grandes, y cuando volvieron a su barrio crearon una iglesia junto a otros vecinos. Esa autonomía en la práctica implica una desmonopolización de los medios de producción de bienes religiosos legítimamente aceptados. En ese sentido ese pentecostalismo autónomo es una revolución desde abajo. Lo que antes hacían los sacerdotes en el marco de un circulo parroquial muy selecto, integrado por las mejores familias de la zona, ahora lo hacían las personas que en la Iglesia Católica casi no podían hablar. En mi investigación buena parte de los fundadores de algunas de las iglesias pentecostales autónomas habían pertenecido al catolicismo y a organizaciones de la parroquia con algún grado de activismo, que pudieron desempeñar con más centralidad y más frutos para ellos en una iglesia autónoma.

El tema de la transversalidad religiosa está muy presente a lo largo del libro. ¿A qué refiere esto?

Hay varios flujos transversales entre los grupos religiosos. Algunos se arman desde muy abajo, desde los fieles y otros flujos surgen en parte desde líderes religiosos. Mucha gente que se hizo evangélica entre los años ´70 y´90, se encontraban con el pentecostalismo a través de la reminiscencia de sus mejores momentos en el catolicismo. Entonces hay himnos pentecostales que surgían del mundo católico, y se cantaban sin que sus fieles sintieran que estaban traspasando una frontera. Inversamente, los católicos entendieron y quisieron recuperar para ellos la emotividad, la capacidad de llamado que tienen los pentecostales. Entonces miran sin decirlo la liturgia evangélica. Hay un fenómeno mundial muy importante, no tan conocido en Argentina, que es el Movimiento de Renovación Carismática del Catolicismo (MRCC) que se denomina así mismo neopentecostal, admite que mira a las otras religiones y su objetivo de renovar el cristianismo en su totalidad. Es el movimiento del catolicismo que más crece en el mundo, aunque en nuestro país lo hace con bastante retraso ya que la Iglesia Católica en Argentina no es afecta a ese tipo de práctica y representación de la vida religiosa.

¿Qué es la psicologización de la religión?

En el barrio me encontré con muchísima gente que asistía a servicios de psicoterapia y entendían los beneficios que tenía para ellos. A pesar de su bajo poder adquisitivo, adherían y sostenían el tratamiento. Se trataba de  una experiencia que conceptualizaban de una forma que les permitía articularla con lo religioso. Había una serie de prácticas y simbolizaciones de la experiencia que combinaban, lo que ellos percibían y constituían como beneficios del psicoanálisis y la religión. Esto se daba cuando para las clases medias de aquel momento, la articulación entre psicoanálisis y religión eran casi impensables. Tanto católicos como evangélicos convergen en prácticas que son toda una dimensión de la interioridad, del yo, de los conflictos familiares, y que los creyentes sienten que no la agotan en la experiencia religiosa. Entienden que esa conflictiva puede atenderse desde una combinación entre religión y recursos de psicoterapia. Lo que hay es la creación de un imaginario y un repertorio de recursos religiosos muy importante e invisibilizado, porque uno cree que sectores populares, religión y psicoanálisis son tres términos que no se casan nunca. 

¿Cuál es la relación entre religión y política?

Esa relación existe y no siempre de la misma forma. Hay motivos religiosos alimentando la inspiración política desde hace muchísimo tiempo. En el sujeto se mezclan la figura del ciudadano y el creyente. Cada sujeto elabora su ciudadanía de formas muy diferentes, entre otras apelando a su acervo de experiencia religiosa. Y a la inversa, hay muchos creyentes que elaboran su inserción en el mundo religioso a partir de su propia trayectoria en la política. Hay que entender que la proveniencia, la inserción, la trayectoria social de cada sujeto modela la forma en que se apropia de las prescripciones que la religión tiene sobre la política. ¿Qué quiere decir esto? Que sujetos que históricamente han sido peronistas y han reelaborado varias veces su peronismo, cuando los evangélicos más ortodoxos les decían que una cosa es el mundo y otra la religión, ellos respondían que eso no es así. Para nosotros, la política pasa por la ayuda pero además creemos que algo siempre tiene que ser politizado, que junto con la ayuda viene el proyecto político. Y el proyecto político es la dimensión más importante de la práctica política. Eso es lo que nosotros pensamos independientemente de la posición que tengamos. 

¿Qué opinás en torno al conflicto que surgió con la serie “El Reino”?

Más allá de que no hay ficción que no esté determinada socialmente, y de que es ridículo impugnar el análisis de ese hecho así como pedir que se prohíba la serie, la polémica expresa una tensión clave. La que se da entre los derechos relativos a la agenda de diversidad y género, que una parte de la sociedad teme que los evangélicos amenacen, y los derechos de ciudadanía religiosa. Me parece importante resaltar que las reacciones expresaron un cuestionamiento de las generalizaciones y las homologaciones parte-todo en que se sostiene la pretensión de denuncia de la serie. Los efectos del feminismo y del pluralismo, han abonado una sana reacción contra la estigmatización de un grupo religioso por parte de algunos sectores del público. Y los evangélicos, algunos al menos, podrán encontrar ahí algo para aprender más allá de que la serie les resulte ofensiva. Al tomar como espejo de su hipótesis ficcional el caso brasileño y al explotar el temor de un mercado desinformado, subtiende la posibilidad de que en todos lados puede ser o es igual. La verdad sociológica es que el mundo evangélico en Argentina no se ha comportado hasta acá como lo hizo el brasileño en ningún momento de los últimos 30 años. La reacción del público evangelicofóbico se ve estimulada por una presentación distorsiva e impide percibir, qué en los sectores populares los grupos evangélicos han sido muchas veces un refugio para las mujeres que enfrentan la violencia doméstica, por ejemplo. Sí se atendiera más a la realidad que a las series, podríamos hacernos cargo de una pregunta que urge para quienes tienen intereses democráticos: los evangélicos están para quedarse por lo que es necesario plantearse políticas que los incluyan.

La religiosidad de los barrios populares

La religiosidad de los barrios populares

La mañana esta espléndida y el calor del sol se concentra en el techo de chapa del quincho. Entre sorbo y sorbo de café recién hecho, el sociólogo y antropólogo Pablo Semán relata cómo empezó  su día y describe las plantas que decoran la terraza de su casa. Luego de un ida y vuelta sobre los beneficios y belleza de la vegetación, la charla comienza a centrarse en el libro que posa sobre la mesa: Vivir la fe. Entre el catolicismo y el pentecostalismo, la religiosidad de los sectores populares en la argentina, su última obra, editada por Siglo XXI.

Tu investigación se centra en la religiosidad desarrollada en el Barrio Aurora. ¿Por qué elegiste ese barrio?

Por algunos indicadores me parece que es un barrio que, en términos de las experiencias religiosas, es bastante parecido a muchos otros del Gran Buenos Aires. No hay un único modo de ser de estos barrios en relación a la religión, pero es representativo de una forma muy generalizada de existencia de la vida religiosa. La elección del Barrio Aurora tuvo que ver con que allí tenía más contactos que en otros lugares. En este género de investigación uno tiene que aceptar que por más que se tengan hipótesis, variables y dimensiones muy definidas, lo más interesante es cómo el campo te permite rearticular todas tus preguntas de investigación, y de alguna manera perder en el camino todos los preconceptos y construirte una nueva valija.

¿Qué implica la matriz cosmológica en la religiosidad popular?

Centralmente implica que lo sagrado está adentro del mundo. Todos los que formamos parte de las clases medias universitarias, quizás ahora menos que cuando yo hice esta investigación, podemos pertenecer a un grupo religioso o incluso ser ateos. Pero compartimos una mirada sobre lo religioso que ha sido muy generalizada en buena parte de Occidente, en la que el más acá y el más allá están separados. Como dice Max Weber, hay un fenómeno en Occidente que es el desencantamiento del mundo. Es la ruptura del comercio entre los hombres y Dios. Esta es la realidad de una parte de la población occidental. La perspectiva cosmológica es la de grupos sociales que no han vivido el desencantamiento del mundo. El problema es que el término religión remite a dos cosas opuestas al mismo tiempo. Hablamos de reunir lo que está dividido, entre otras cosas los hombres entre sí y los hombres con lo sagrado, y el sentido de religión es uno. Se cree que hay una continuidad de supuestos entre la perspectiva secularizada y la cosmológica, pero no la hay. En el medio hay otra respuesta que se traga otros supuestos. Quién vive en la perspectiva cosmológica, está obligado a aceptar una palabra que no es propia de su tradición. Estar obligado a usar palabras del otro para expresar lo propio es hegemonía. En ese sentido la perspectiva cosmológica, intenta rehabilitar un punto de vista que aparece sometido en la palabra religión.

Decís que en el Barrio Aurora hay un pentecostalismo autónomo. ¿Qué características tiene esa autonomía?

Los primeros pentecostales llegaron como migrantes trabajadores a inicios del siglo XX. Después vinieron misiones organizadas desde países en las que había pentecostales y más tarde, surgieron pastores locales que armaron iglesias relacionadas con los milagros de sanidad. En ese proceso surge, de una forma invisible pero muy potente demográficamente, un pentecostalismo organizado desde y por los sectores populares que yo digo que es autónomo. En realidad casi todas las iglesias pentecostales son autónomas, pero estas tienen mayor autonomía porque no pertenecen a ninguna red, ni asociación y muchas no están inscriptas en el fichero de cultos. Son vecinos que se convirtieron al pentecostalismo en iglesias más grandes, y cuando volvieron a su barrio crearon una iglesia junto a otros vecinos. Esa autonomía en la práctica implica una desmonopolización de los medios de producción de bienes religiosos legítimamente aceptados. En ese sentido ese pentecostalismo autónomo es una revolución desde abajo. Lo que antes hacían los sacerdotes en el marco de un circulo parroquial muy selecto, integrado por las mejores familias de la zona, ahora lo hacían las personas que en la Iglesia Católica casi no podían hablar. En mi investigación buena parte de los fundadores de algunas de las iglesias pentecostales autónomas habían pertenecido al catolicismo y a organizaciones de la parroquia con algún grado de activismo, que pudieron desempeñar con más centralidad y más frutos para ellos en una iglesia autónoma.

El tema de la transversalidad religiosa está muy presente a lo largo del libro. ¿A qué refiere esto?

Hay varios flujos transversales entre los grupos religiosos. Algunos se arman desde muy abajo, desde los fieles y otros flujos surgen en parte desde líderes religiosos. Mucha gente que se hizo evangélica entre los años ´70 y´90, se encontraban con el pentecostalismo a través de la reminiscencia de sus mejores momentos en el catolicismo. Entonces hay himnos pentecostales que surgían del mundo católico, y se cantaban sin que sus fieles sintieran que estaban traspasando una frontera. Inversamente, los católicos entendieron y quisieron recuperar para ellos la emotividad, la capacidad de llamado que tienen los pentecostales. Entonces miran sin decirlo la liturgia evangélica. Hay un fenómeno mundial muy importante, no tan conocido en Argentina, que es el Movimiento de Renovación Carismática del Catolicismo (MRCC) que se denomina así mismo neopentecostal, admite que mira a las otras religiones y su objetivo de renovar el cristianismo en su totalidad. Es el movimiento del catolicismo que más crece en el mundo, aunque en nuestro país lo hace con bastante retraso ya que la Iglesia Católica en Argentina no es afecta a ese tipo de práctica y representación de la vida religiosa.

¿Qué es la psicologización de la religión?

En el barrio me encontré con muchísima gente que asistía a servicios de psicoterapia y entendían los beneficios que tenía para ellos. A pesar de su bajo poder adquisitivo, adherían y sostenían el tratamiento. Se trataba de  una experiencia que conceptualizaban de una forma que les permitía articularla con lo religioso. Había una serie de prácticas y simbolizaciones de la experiencia que combinaban, lo que ellos percibían y constituían como beneficios del psicoanálisis y la religión. Esto se daba cuando para las clases medias de aquel momento, la articulación entre psicoanálisis y religión eran casi impensables. Tanto católicos como evangélicos convergen en prácticas que son toda una dimensión de la interioridad, del yo, de los conflictos familiares, y que los creyentes sienten que no la agotan en la experiencia religiosa. Entienden que esa conflictiva puede atenderse desde una combinación entre religión y recursos de psicoterapia. Lo que hay es la creación de un imaginario y un repertorio de recursos religiosos muy importante e invisibilizado, porque uno cree que sectores populares, religión y psicoanálisis son tres términos que no se casan nunca. 

¿Cuál es la relación entre religión y política?

Esa relación existe y no siempre de la misma forma. Hay motivos religiosos alimentando la inspiración política desde hace muchísimo tiempo. En el sujeto se mezclan la figura del ciudadano y el creyente. Cada sujeto elabora su ciudadanía de formas muy diferentes, entre otras apelando a su acervo de experiencia religiosa. Y a la inversa, hay muchos creyentes que elaboran su inserción en el mundo religioso a partir de su propia trayectoria en la política. Hay que entender que la proveniencia, la inserción, la trayectoria social de cada sujeto modela la forma en que se apropia de las prescripciones que la religión tiene sobre la política. ¿Qué quiere decir esto? Que sujetos que históricamente han sido peronistas y han reelaborado varias veces su peronismo, cuando los evangélicos más ortodoxos les decían que una cosa es el mundo y otra la religión, ellos respondían que eso no es así. Para nosotros, la política pasa por la ayuda pero además creemos que algo siempre tiene que ser politizado, que junto con la ayuda viene el proyecto político. Y el proyecto político es la dimensión más importante de la práctica política. Eso es lo que nosotros pensamos independientemente de la posición que tengamos. 

¿Qué opinás en torno al conflicto que surgió con la serie “El Reino”?

Más allá de que no hay ficción que no esté determinada socialmente, y de que es ridículo impugnar el análisis de ese hecho así como pedir que se prohíba la serie, la polémica expresa una tensión clave. La que se da entre los derechos relativos a la agenda de diversidad y género, que una parte de la sociedad teme que los evangélicos amenacen, y los derechos de ciudadanía religiosa. Me parece importante resaltar que las reacciones expresaron un cuestionamiento de las generalizaciones y las homologaciones parte-todo en que se sostiene la pretensión de denuncia de la serie. Los efectos del feminismo y del pluralismo, han abonado una sana reacción contra la estigmatización de un grupo religioso por parte de algunos sectores del público. Y los evangélicos, algunos al menos, podrán encontrar ahí algo para aprender más allá de que la serie les resulte ofensiva. Al tomar como espejo de su hipótesis ficcional el caso brasileño y al explotar el temor de un mercado desinformado, subtiende la posibilidad de que en todos lados puede ser o es igual. La verdad sociológica es que el mundo evangélico en Argentina no se ha comportado hasta acá como lo hizo el brasileño en ningún momento de los últimos 30 años. La reacción del público evangelicofóbico se ve estimulada por una presentación distorsiva e impide percibir, qué en los sectores populares los grupos evangélicos han sido muchas veces un refugio para las mujeres que enfrentan la violencia doméstica, por ejemplo. Sí se atendiera más a la realidad que a las series, podríamos hacernos cargo de una pregunta que urge para quienes tienen intereses democráticos: los evangélicos están para quedarse por lo que es necesario plantearse políticas que los incluyan.

Estados de ánimo, pandemia, drogas y meditación

Estados de ánimo, pandemia, drogas y meditación

En medio de la incertidumbre que trae aparejada la pandemia, el físico argentino e integrante del CONICET, Enzo Tagliazucchi, y el psicólogo Federico Cavana realizaron una investigación sobre sus efectos en sectores sociales que realizan prácticas de meditación, religiosas o consumen algún tipo de estupefacientes. ¿Qué efectos tienen esas prácticas sobre su estado de ánimo respecto al resto de la población?

El estudio, que contó con el apoyo del sitio dedicado a la divulgación científica El gato y la caja, buscaba responder una pregunta muy particular: “¿Es posible que todas esas personas que estuvieron meditando y consumiendo psicodélicos sin tener ningún trastorno mental se encuentren ahora mejor preparadas para enfrentar la ansiedad, la incerteza, la pérdida de control, y la disrupción constante que representa la pandemia?”. Encontraron que hay una correlación que se sustenta también en investigaciones previas sobre temáticas similares.

Metodologia utilizada  

La investigación se realizó en cooperación con el laboratorio de Conciencia, Cultura y Complejidad (COCUCO) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UBA), que tiene como uno de sus ejes, el estudio de la conciencia humana. El equipo de El gato y la caja colaboró en la construcción de las encuestas y en establecer la base de datos para el desarrollo del trabajo. Los investigadores aclaran desde el comienzo que la muestra obtenida no es representativa del conjunto de la sociedad en tanto quienes practican yoga o usan estupefacientes, por ejemplo, fueron los que más difundieron la encuesta en sus redes sociales.

“La encuesta tiene ramas. No a todos les llegan las mismas preguntas y bajo el mismo orden”, señaló Rocco Di Tella, investigador e integrante de El gato y la caja. Destaca, además, el carácter comunitario para el desarrollo de este informe: “Diseñamos la encuesta en el portal y lo distribuimos a la comunidad. En ocasiones llamamos a medios o gente afín al portal para que lo comparta en redes, lo cual sirve para que participen más personas”.

Los cuestionarios utilizados para la realización de este estudio utilizaron las categorías: ansiedad-riesgo o STAI (por State Trate Anxiety Inventory en inglés), utilizado para medir el nivel de inquietud del encuestado al participar en el informe; efecto positivo-negativo, empleado para observar la relevancia de los sentimientos y emociones de los participantes; escala de bienestar psicológico, indicado para conocer el nivel de la psique de los encuestados; nivel de resiliencia, utilizado para señalar la capacidad de adaptarse a las adversidades de los entrevistados.

Di Tella señala que para participar el encuestado debía tener un usuario en el portal, a fin de correlacionar sus respuestas, en caso de que haya participado anteriormente, con las otorgadas en antiguos cuestionarios de la página. “Nosotros no guardamos los mails; mantenemos el anonimato del encuestado, pero a través de la cuenta podemos observar ciertas variables obtenidas de encuestas anteriores”

 Los objetos analizados

Para la realización del informe analizaron el consumo de distintas sustancias, tanto alucinógenos como bebidas alcohólicas, ejercicios de relajación como la meditación y también prácticas religiosas. Cada respuesta otorga un puntaje que permite la correlación de las variables. En relación al consumo de sustancia, los alucinógenos más usados por los encuestados fueron el LSD y los hongos alucinógenos. Los entrevistados, según el informe, han tenido una experiencia positiva con estos productos y en algunos casos, utilizaron en el pasado múltiples sustancias alucinógenas para experimentar el “viaje”.

El consumo de sustancias alucinógenas, según los resultados de la encuesta, muestra su correlación con la sociabilidad, en tanto gran parte de los entrevistados las consumieron en en compañía de otros amigos o para experimentar con los productos. En el informe destaca que los niveles de ansiedad, los niveles anímicos, como era de esperar, están por debajo de la etapa prepandemia, lo que significa que los encuestados se encuentran con mayor pena y dolor que en años anteriores.

¿Qué reveló la encuesta? Que quienes consumieron drogas psicodélicas tienden a tener “mejores indicadores en salud mental, mientras que lo opuesto ocurre para otras drogas no psicodélicas, legales o ilegales”. La investigación cita trabajos que, contrariamente a cierto prejuicio instalado, indican que no hay “evidencia que vincule el consumo de psicodélicos con el desarrollo de trastornos mentales” y que, por el contrario, “el uso de psilocibina (hongos psilocibes), mescalina (San Pedro o peyote) y LSD se asocia a menor malestar psicológico, menor consumo de psicofármacos y menos internaciones por problemas de salud mental”. Según los autores hay mucho por investigar en este campo que aún es tabú para buena parte del mundo científico.

El trabajo también indica que quienes practican distintas disciplinas de relajación poseen un bajo nivel de ansiedad. Y aquellos que profesan con regularidad alguna religión cuentan con niveles de ansiedad bajo en comparación a quienes realizan prácticas esporádicas.

En relación al consumo de sustancias, desde el informe encuentran correlaciones entre algunas drogas no psicodélicas, como la cafeína por ejemplo, con un nivel elevado de ansiedad y con el predominio de sentimientos negativos, al igual que un bajo nivel de bienestar y resiliencia.

Algunas conclusiones no definitivas

“Las preguntas no las hacemos porque sí. Siempre encontramos relación entre un tema con otro. Por ejemplo, hay relación entre los estados mentales entre una persona que medita o una persona que consume sustancias”, indicó Di Tella. Por último señaló el interés en el desarrollo de las variables para pensar al cerebro como un sistema. “Los efectos de la meditación o del consumo de psicodélicos tienen muchos puntos en común. En parte, los relacionamos con ciertos elementos de la entropía del cerebro, lo cual se ve en las personas cuando tienen sueños, experiencias psicodélicas, experiencias religiosas, experiencias fuera del cuerpo o medicación. Entonces es interesante poder relacionar cada parte”, indicó el investigador.