«Yo soy del pueblo»

«Yo soy del pueblo»

Medio millón de personas escucharon bajo la lluvia a Cristina Fernández de Kirchner a 20 años del primer gobierno kirchnerista.Señaló cuatro ejes promogramáticos que debe tener el próximo gobierno y no ungió candidato. Pero Wado de Pedro hizo un guiño por twitter.

Que Cristina esté significa más gente de la que puede tolerar el espacio físico donde su presencia se confirma. Un estadio, la calle de un canal de televisión, algún teatro, las veredas de Juncal y Uruguay o la Plaza de Mayo. Su presencia trasciende al tiempo, se vuelve, siempre, histórica por la centralidad política que arrastra.

Cerca de medio millón de personas entre paraguas, pilotos y pelos mojados conformaron una Plaza de Mayo que conmemoró los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, día también en el que Héctor Cámpora asumió el poder, 50 años atrás. Pero el recuerdo es la excusa, o mejor, el anclaje histórico para la coyuntura que obliga al oficialismo a definir precandidaturas de cara a las PASO.

15:30 horas. Cristina Fernández entra al escenario y se ubica con un atril delante y una tribuna compuesta por dirigentes, organizaciones, artistas y posibles precandidatos detrás, para ser la única oradora. La centralidad de la política nacional está entre el atril que tiene las siglas de Néstor Kirchner y una tribuna variopinta que compone al Frente de Todos. Con una ausencia, claro. La del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que estuvo presente más temprano en la Catedral porteña para la tradicional misa de los 25 de Mayo que, en este caso, reunió al jefe de Estado con a autoridades del Gobierno de la Ciudad, con Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza.

Sin hacer mención a la ausencia de Alberto Fernández, la vicepresidenta dijo que “a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiese sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas.”

Por las diagonales y por Avenida de Mayo ya se escuchaba a la vicepresidenta empezar su discurso mientras que, casi en silencio, todavía miles de personas se dirigían hacia la plaza. Un rumor de que su presencia en el escenario sería a las 16 horas hizo que muchos llegaran con el acto iniciado.

“Venimos a demostrar que nuestra candidata es Cristina. ¿Qué otro candidato podría llenar así esta plaza?, le dice a ANCCOM una militante que prefiere no identificarse.

En la identidad discursiva que construyó históricamente el kirchnerismo, los cantos que detienen un instante el discurso son centrales. Vamos con los de esta plaza: “Cristina presidenta”, cantado más de diez veces durante el discurso. “Una más y no jodemos más”, “Néstor no se murió, vive en el pueblo”, obligatorio en las recurrentes alusiones a su gobierno. “La proscripción se va a la puta que lo parió”; “somos la gloriosa Juventud Peronista”; “Junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP”; “Patria sí, colonia no”; “No me importa lo que digan los gorilas y Clarín”. Y alguno más en casi una hora de discurso.

De ese discurso, una plataforma electoral bajo una consigna de unidad. Para la vicepresidenta, se debe llegar a un modelo de acumulación acordado entre el sector público y el privado en “las actividades que más retornos provocan, y, por lo tanto, significan mayor incorporación de tecnología, son de valor agregado y de trabajo calificado”.

A los 40 minutos de discurso, empezó a llover de nuevo. En la calle Bolívar el tránsito de personas entre los que llegaban a la plaza y los que se iban, avanzaba en bloques que ponían en peligro el gazebo que intentaba cubrir de la lluvia a una parrilla, su parrillero y alguna persona que se tomaba un respiro de la lluvia, por momentos muy intensa.

Al discurso le faltaban 15 minutos, en los que Cristina se encargó de plantear cuatro ejes de gobierno para los próximos cuatro años: dejar de lado el programa que impone el Fondo Monetario Internacional y elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica” porque de otro modo, dice, “es imposible pagarles”. Pidió unidad nacional para dar una solución política a un problema político. En segundo lugar, destacó la necesidad de una alianza público-privada para explotar recursos estratégicos, en particular, el litio. En ese sentido, dijo: “No digo que los autos los hagas todos acá, pero por lo menos, hermano, una parte de la batería, o la batería entera, hacela acá. Si te la estás llevando toda”. Por último, pidió una renovación del pacto democrático y una Reforma Judicial, porque la Corte Suprema esun verdadero mamarracho, indigno”.

Minutos antes, Cristina había recordado los tres gobiernos kirchneristas, señaló que nunca hubo mejor distribución de riqueza que en el suyo y que para lograrlo, hay que poner “la carita fea”. Aseguró que por eso la persiguen judicialmente y atentaron contra su vida. “Aunque quieran matarme, nunca seré de ellos. Yo soy del pueblo”, exclamó

“Vengo de Mar del Plata. pagué 380 pesos para venir a escuchar a Cristina y ver a Boca. Imaginate si no es un fin de semana hermoso”, le dice un militante con un vino en la mano a ANCCOM. Para otra militante, “en la plaza hubo una sensación de derrota.”

De la plaza casi medio millón de personas se fue sin candidato pero con definiciones. Minutos más tarde, Wado De Pedro, ubicado en el escenario detrás de Cristina y entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, lanzó un spot de campaña donde retoma los dichos de Néstor y Cristina. A su vez, en Twitter se viralizaron carteles de Wado y Cristina, casi en una fórmula, pegados en las paredes de alguna cuadra cercana a la plaza.

El primer adelantado del Frente de Todos

El primer adelantado del Frente de Todos

Juan Grabois se convirtió en el primer precandidato presidencial oficialista en lanzar formalmente su campaña. Habló en Ferro, enunció su programa y cuestionó a Massa.

Juan Grabois es católico, peronista, marxista, abogado, zapatista, referente social, precandidato a presidente por el Frente de Todos. Hijo de la generación diezmada desde la que se concebía Néstor Kirchner según recuerda Cristina Fernandez cada vez que puede. Hijo del 2001. Amigo del Papa. Todo eso, en 2 horas de discurso.

“Hoy no se puede hacer choripan porque hay lluvia, se te apaga la parrilla,  hermano. Qué grande Cristina, por Dios”, dice Ofelia Fernández, antes de presentar al flamante precandidato en el microestadio techado de Ferrocarril Oeste.

Oficialmente, Grabois va a disputar las PASO del Frente de Todos en la categoría presidencial. Porque –dice- no puede ser que haya un 110 por ciento de inflación, que la desocupación sea del 6 por ciento y la pobreza supere el 40 por ciento. Porque –sigue diciendo- es mentira que si crece el PBI crecemos todos y todas; porque no puede ser que los recursos naturales se lo lleven las multinacionales, que le paguemos al FMI lo que le pagamos al FMI, que exportemos semillas e importemos tomates. Que una ministra en ejercicio que pertenece al campo nacional y popular diga que con los chicos no cuando el 60% de los pibes y pibas son pobres.

El Frente de Izquierda no supo, no quiso o no pudo darle la suficiente voz por izquierda al reclamo que encuentra en Javier Milei una canalización por derecha. Por eso hay una vacante. Por eso Grabois grita en el mismo tono que Milei, por eso habla de castas, por eso se reconoce libertario, de una libertad que no es la de la escuela de Austria, mientras describe su Argentina Humana. Los libertarios que define Grabois son “los que liberan a los pibes y las pibas de la esclavitud de las drogas, de la narcoestructura, del infierno de la cárcel, del infierno de la reincidencia”.

La carrera en el Frente de Todos comenzó, finalmente, después de las bajas de dos de los tres acreedores centrales del espacio, fundamentalmente la de Cristina Fernández de Kirchner. Esa carrera se resume en ver a quién le entra mejor el nombre en el canto Cristina presidenta. En el caso de Grabois, el público cantó Juangra presidente.

Pero falta la definición del ministro de Economía: el más atacado en el happy hour de Ferro. El textual de Grabois lo resume a la perfección: “Nuestros adversarios, la gente de Sergio Tomás. ¿Saben lo que hizo hoy? AYSA debe una obra de agua en la CABA hace años. Fue una vecina a reclamarle a la presidenta. ¿Saben lo que dijo? ‘Andá a pedirselo a Fernanda Miño’ -primera villera que ocupa una secretaría nacional, la de IIntegración Socio Urbana en el Ministerio de Desarrollo-. Hay que ser mala gente, eso es de mala gente. Eso es pegar debajo del cinto. Metete conmigo Sergio, no seas tan cobarde.”

La escena termina con el canto del público: “Oh sos cagón, sos cagón, Massa sos cagón.”

La volteada le llega a casi todos en mayor o menor medida, con Massa a la cabeza por amplia diferencia. Pero hay una unidad necesaria: la de los trabajadores de la economía popular y del movimiento obrero organizado porque “todos y todas se están cagando de hambre”.

JuanXXIII reconoce una contradicción entre la organización popular de base y la lucha política, que no es ni más ni menos que una maduración del “que se vayan todos” del 2001, año que terminó de darle entidad a los llamados movimientos sociales. 

Emilio Pérsico es la personificación de esa contradicción. Silbado al ser nombrado por los presentadores y aplaudido tímidamente cuando Grabois pidió un aplauso para él, la cara más filmada de la tarde noche después de la de JuanXXIII.

Pasada la hora de discurso, el público del microestadio de Ferrocarril Oeste empezó a dispersarse en una de las tribunas. El campo, antes completamente colmado, mostraba espacios para sentarse o caminar con comodidad. 

¿Están cansados en el fondo? Ahí está la puerta, dice Grabois  Todavía falta el plan. Porque hay plan. La Argentina Humana de Juan Grabois, JuanXXIII, se apoya sobre 4 ejes generales: 1) Principios rectores; 2) Orden socioeconómico; 3) Orden Político; 4) Orden soberano-energético. El objetivo: Tierra, Techo, Trabajo.

Sin repetir y sin soplar: la plataforma que propone se centra en el acceso a la tierra por medio de una reforma agraria, reforma del Poder Judicial, no pago al FMI, nacionalización de los recursos naturales con participación de las provincias, moneda regional, reforma impositiva, salario básico universal, reforma urbana y reformas en los sistemas de salud, seguridad y educación.

Porque, dice: “La única manera de dejar la falopa es con tierra, techo y trabajo”.

La «orfandad» que dejó Cristina

La «orfandad» que dejó Cristina

Desconcierto y desazón confiesan los militantes kirchneristas ante el renunciamiento de su líder. ¿Por qué no salieron a la calle con el fallo judicial? ¿Cómo imaginan el futuro?

“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta ni a senadora. Mi nombre no va estar en ninguna boleta”, dijo Cristina Fernández de Kirchner el pasado 6 de diciembre, luego de que el Tribunal Federal Nº 2 la condenara a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta en el marco de la llamada “Causa Vialidad” en un procedimiento judicial sospechado de no respetar las garantías procesales. Según el fallo, la vicepresidenta quedó también inhabilitada para ejercer cargos públicos.

Tocaron a Cristina y no se armó ningún quilombo, como anunciaba el cántico de la militancia y un “sentimiento de orfandad” inundó los corazones kirchneristas. ANCCOM salió a buscar las razones de esa inacción y la mirada a futuro de quienes creen en ella.

En el aire

El común denominador es el desconcierto y la desazón. “Estamos impávidos en este momento”, reconoce Carmen, vecina de Wilde. La militante de La Cámpora se lamenta: “Para generar un 17 de Octubre tuvieron que meter en cana a Perón en Martín García”. Siente que todo “está suspendido en el aire”, que el Mundial tapó todo y que no hay nada pensado. Ve todo en estado “deliberativo”.

“Nos sorprende la compañera con la noticia de que no se va a plantear ser candidata a ningún puesto”, cuenta Pablo, que trabaja para el Centro de Formación de la CGT, regional La Plata. “Estamos todos perplejos porque no tenemos a priori otro candidato natural surgido espontáneamente, más allá de Máximo o de Wado. Pero no tienen el empuje que tiene Cristina”, explica el licenciado en Realización de Cine, televisión y Video. Por su parte, Jeremías, militante de Identidad Argentina del Frente de Todos, considera que la decisión de Cristina “es un golpe al corazón para todos los que la queremos ver presidenta”. Por otro lado, se sincera al criticar el accionar de las organizaciones peronistas y kirchneristas: “Si bien el peronismo es verticalista, creo que hay momentos en los que no tenemos que esperar una orden. El fallo contra Cristina salió hace varios días y no estuvimos en la calle. Tendríamos que salir a ver qué onda”. Reconoce, ante ese sentimiento de orfandad que dejó la baja de Cristina, que “cuadros tenemos un montón con buenos ideales, pero no supimos construirlos a nivel nacional, electoralmente hablando”.

El 2 de septiembre de este año, la vicepresidenta fue víctima de un intento de magnicidio. Esa noche, al llegar a su domicilio de Recoleta, rodeada de militantes, Fernando Sabag Montiel gatilló a centímetros de su cabeza, sin que saliera la bala. “La inacción o la desmovilización responden a algo muy clarito, que fue el intento de magnicidio y la represión de los días anteriores. Por más que tenemos una larga historia de poner muertos y apaleados, no queremos volver a esas situaciones. Es difícil llevar a los hijos de uno a un ambiente que se sabe que es volátil”, explica Pablo.

Militar

Muchos seguidores de CFK están convencidos de que una de las herramientas importantes para salir de la crisis es más militancia. Para Pablo, es necesario “salir a buscar a los compañeros que están desencantados, a los que no quieren participar por algún motivo”. En su fervor, Jeremías sostiene que “hay que estar junto a nuestros vecinos y vecinas que viven en una situación complicada, desde cualquier lugar que uno milite. Hay que recuperar un gobierno nacional y popular donde la prioridad sea el pueblo”. Además, cree en la necesidad de formar un frente de lucha entre el peronismo y la izquierda trotskista: “Creo que esos espacios tendrían que madurar para formar un frente de lucha con cosas en común, donde se puedan discutir los consensos mínimos”.

Desde Córdoba, Mariela Gatica, militante de La Cámpora, afirma que “para la militancia lo que queda es reorganizarnos, entender que estamos atravesando otro proceso, verlo desde una perspectiva histórica y no desde lo inmediato. Como sujetos políticos históricos nos toca tomar herramientas históricas necesarias, ser innovadores y aggiornarnos al momento actual”

Marzo

En marzo de 2023, la vicepresidenta podrá apelar su condena. El 9 de ese mes, el Tribunal Oral dará a conocer los fundamentos de su decisión y la defensa podrá impugnar y llegar a la Corte Suprema de Justicia.

Por su parte, el Grupo de Puebla, anunció que se postergó hasta marzo del año próximo el encuentro contra el lawfare que se iba a realizar el lunes 12 de diciembre en el Centro Cultural Kirchner, debido al contagio de covid de Cristina. Bajo el lema “Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia”, Alberto Fernandez y ex mandatarios latinoamericanos participarán del encuentro en apoyo a nuestra vicepresidenta en ese marzo que se ve lejano.

Para Pablo: “Marzo será definitivo, va a venir con una tormenta importante”.

¿Se lanza?

¿Se lanza?

Miles de personas se reunieron en el la Ciudad de La Plata, para conmemorar el Día de la Militancia y escuchar a Cristina Fernández de Kirchner, de quien esperan sea la candidata a presidenta en 2023.

Organizaciones sociales, políticas y los sindicatos participaron del acto por el día de la Militancia que se llevó a cabo en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata. El día histórico y la reivindicación del peronismo como lemas entre las banderas a la espera de la principal oradora, Cristina Fernández de Kirchner, en su segunda aparición pública luego del intento de magnicidio

 El 17 de noviembre se conmemora el retorno de Juan Domingo Perón a la Argentina, luego del destierro iniciado en 1955, tras el primer golpe militar a un gobierno peronista. 

El viaje hacia la Plata comenzó en la Asociación Homero Manzi, ubicado en la intersección de Belgrano y Boedo, donde de a poco, se juntaron militantes de todas las comunas de Capital Federal. Entre ellas Ana, oriunda de Ciudad Evita, que hace 50 años estuvo presente cuando Juan Domingo Perón volvió a Argentina. “No nos dejaban cruzar”, recordó, pues las fuerzas militares habían impedido llegar a Ezeiza por la Richieri. Entonces, decidieron cruzar las aguas del Matanza para poder recibir al líder del peronismo. Esa demostración de compromiso, como otras más, fue la que llevó a que ese día se convierta en el Día de la Militancia.

Hoy, 50 años después, “es por ella (Cristina Fernández de Kirchner)”, mencionó con mucha seguridad, y se unió al cántico de sus compañeros y compañeras, que acompañó todo el viaje hacia La Plata: “Cristina presidenta/Cristina presidenta/Cristina presidenta”. Una vez allí, se unieron a demás organizaciones a la espera del discurso de la vicepresidenta de la Nación, pero no tardaron en hacerse oír otra vez: “Cristina presidenta”. El pedido del pueblo fue claro.

La previa del acto estuvo en manos de Pedro Rosenblat y Julia Mengolini. Por el escenario pasaron diferentes artistas desde la dj Coneja China, freestylers y La Mancha de Rolando. Hasta que pasadas las 19.30, llegó Cristina Fernández de Kirchner. 

En la espera a la principal oradora, Anccom dialogó con diferentes referentes de la política. Lorena Pokoik, ex legisladora porteña por el Frente de Todos, resaltó: “hay una operación clamor de un sector muy importante del movimiento nacional y popular. Esa operación clamor, Cristina 2023, tiene que ver con que es la garante de cómo creemos nosotros que hay que sacar a la Argentina adelante. Entendemos que en un movimiento tan grande y popular como es el peronismo hay matices y diferencias, pero nosotros creemos que la forma de salir adelante es profundizando la distribución de la riqueza”. Y agregó: “Para nosotros ir a un acto con Cristina es ratificar nuestras banderas de una patria justa, libre y soberana. Es ratificar el coraje que se necesita para tomar las medidas necesarias que nos permita pensar en una Argentina feliz para todos y todas. La única garante de eso, la gran líder y de conducción indiscutible del movimiento nacional es Cristina. Por eso este Día de la Militancia es un día particular y que tiene un doble sentido”. 

En sintonía, Julio Marini, intendente de Benito Juárez, resaltó: “Cristina es una persona que gobierna, pero no con tibieza, gobierna con la situación que viven los argentinos y lo siente de esa manera. Confío en Cristina. No veo un político, de cualquier partido, que esté en condiciones de gobernar este país en serio para sacarlo adelante”. Asimismo, opinó que “Cristina tiene capacidad de trabajo, tiene experiencia, ya fue presidenta. Me parece que merece una oportunidad más. Creo que la gente se lo va a dar. Sino la derecha va a terminar vendiendo hasta Vaca Muerta. No nos van a dejar nada”.

A pesar de que el mensaje esperado por quienes acudieron al acto central del Día de la Militancia era Cristina 2023, la vicepresidenta evitó mencionar su candidatura. En los militantes resonó su discurso marcado por críticas a la Justicia y a la oposición. También hizo referencia al atentado que sufrió el 1º de septiembre, remarcó la importancia de tener una política de seguridad e hizo un fuerte énfasis en la cultura del trabajo. 

 Así lo escucharon los y las militantes, como Gladys López de Garín, provincia de Buenos Aires, quien expresó: “fue un discurso esperanzador, con mucha energía para el momento difícil que estamos pasando. Ella va a ser una de las candidatas al 2023. Va a jugar como candidata. A pesar de que no lo dijo, dejó una puerta abierta, como hace siempre, que nos permite darnos alegría”. Y sumó: “Creo que es una referente política con mucha capacidad. Es la única que puede destrabar todos estos conflictos y la problemática que hoy tenemos en la economía. Como dice ella, tenemos que volver a lo que éramos en esos 12 años que pasamos y volver a recuperar a la familia en su hogar, con todas sus necesidades cumplidas a través del trabajo”. 

 

Si bien Cristina Fernández de Kirchner mantuvo hermetismo respecto de su candidatura, su discurso tuvo una fuerte connotación electoral. Por lo cual, militantes políticos, sociales, referentes de derechos humanos, y la sociedad en general esperan que tome carrera hacia el 2023. Pues bajo su conducción política se encolumnan las tres banderas del movimiento más grande del país: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política.

La plaza de la justicia social

La plaza de la justicia social

Un duro documento respaldado por un centenar de organizaciones entre las que se encontraban La Cámpora, el PJ Bonaerense y las dos CTA se leyó en una masiva marcha a Plaza de Mayo para conmemorar el Día de la Lealtad. Los Gordos de la CGT hicieron su propio acto en Obras Sanitaria y Los Cayetanos, en La Matanza.

A las dos de la tarde en la avenida 9 de julio las banderas, los tambores y los y las leales ya esperaban para salir a Plaza de Mayo. El mar de banderas celestes y blancas serpenteaba con el viento cubriendo Diagonal Norte y Avenida de Mayo convocadas bajo la consigna “Unidad nacional por la soberanía con justicia social”.

Más de cien agrupaciones estuvieron detrás de la organización de esta marcha. La Cámpora y el PJ Bonaerense, la Central de Trabajadores de la Argentinos (CTA) y la CTA Autónoma, el movimiento Frente Patria Grande, la Corriente Descamisados, el Frente Popular Darío Santillán, el Partido Piquetero, los trabajadores de cooperativa Fetraes, el Sindicato de choferes de Camiones, la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, el Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines y el Sindicato Único de Fleteros, entre muchas otras fueron las organizaciones que se hicieron presentes y levantaron sus banderas en Plaza de Mayo.  

“Hace 77 años todos y todas las compañeras se acercaban a esta misma plaza. Hoy estamos de vuelta, hoy estamos presentes- se escuchó desde los parlantes que se adelantaban por Avenida de Mayo para que la larga fila de leales escucharan a los y las dirigentes que hablarían desde el escenario. “Otro 17 de octubre, nuestro día, el día de la lealtad peronista”, continuaban. 

Las banderas ausentes de los sectores gordos de la CGT y “Los cayetanos” se encontraban con sus respectivos referentes en el estadio Obras Sanitarias por un lado, y en La Matanza. En su acto de dirigentes sindicales, los gordos de la CGT lanzaron la nueva «Corriente Político-Sindical Peronista» para disputar y negociar las candidaturas del año próximo. Los Cayetanos, por su lado -Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa, Somos Barrios de Pie, entre otros- convocaron un “Cabildo abierto de la militancia popular” en el Estadio de Laferrere para hacer visible su propia agenda política. 

“Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode se jode. Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda que se joda”, se escuchaba desde el parlante. La división a la hora de organizar la expresión de lealtad peronista no impidió que la plaza se llenará con más de 200.000 trabajadores y trabajadoras. Además, los y las autoconvocadas se esparcían como manchas de pintura entre las columnas de las organizaciones, en pequeños grupos que se sentaban a tomar mates frente a la Casa Rosada.

“La unidad nacional solo será duradera en el tiempo si se construye con el pueblo como protagonista a través de sus organizaciones y deberá asentarse esencialmente en la búsqueda del bien común por el camino de la paz hacia la conquista plena de la justicia social”, decía el documento que se leyó en el acto. 

“La verdadera democracia es aquella donde el Gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”, dijo Perón hace ya años. Rodeando la fuente, donde se refrescaban los pies descalzos, una mujer levantaba sus dedos en V, invitando a los compañeros a hacer lo mismo para la foto. La lealtad se mostró en cada retrato que inevitablemente llevaba la marca peronista. Las cámaras apuntaban y los dedos se levantaban. 

“Hay chori, Paty y bondiola”, gritaban anunciando las parrillas encendidas, acompañadas de su particular olor mezclado con el humo de bengala que inundaba las calles. “¡Acá Juan!”, le  gritó uno al amigo, mientras levanta un vaso de fernet con una mano y los dedos en v con la otra. 

Resaltaron los ojos que buscaban a sus compañeros, las sonrisas del encuentro y los abrazos de celebración. De fondo, se escuchó la fiesta de trompetas, tambores y explosiones.

Perón y Evita, Nestor y Cristina, Maradona y el Papa, Juana Azurduy y San Martín, Mercedes Sosa, el «Indio» Solari y Estela de Carlotto, estaban todos en las banderas que rodeaban el escenario donde los dirigentes de las organizaciones se pararon a dar sus discursos. Las imágenes de los santos populares acompañaron la movilización en banderas, remeras, pines y aros de los y las leales.

“Siguen llegando columnas a lo largo y a lo ancho. Para seguir militando, para seguir emocionándonos -se escuchaba de los parlantes-. Acá estamos todos los laburantes y las laburantas”. “Nacional, popular y latinoamericanista”, decía la remera de la chica que zigzagueaba entre medio de la multitud. Rostros jóvenes inundaron las calles, la militancia renovada se puso la pechera de sus organizaciones para salir a marchar.

“Madres de la plaza / El pueblo las abraza”, sonó fuerte. “Están las madres que nos acompañan y que acompañamos. Taty Almeida está presente. Las madres que nos guían y nos enseñan el camino”, decían desde el escenario.

El documento leído cerró con un posicionamiento claro en vistas de las elecciones del año próximo: “Es hora pues, de que el movimiento sindical, las organizaciones sociales y políticas, los pequeños y medianos productores agropecuarios e industriales, el cooperativismo y todos los sectores que están identificados en los hechos con el interés nacional, dotados de la solidaridad imprescindible para la vida en comunidad, representativos de la inmensa mayoría de nuestro pueblo, reemprendamos el camino para recuperar nuestro derecho a la autodeterminación, a nuestra Independencia real, sin la que no hay nación, democracia, ni justicia social”.