Por Pablo Pagano
Fotografía: ANCCOM

Juan Grabois se convirtió en el primer precandidato presidencial oficialista en lanzar formalmente su campaña. Habló en Ferro, enunció su programa y cuestionó a Massa.

Juan Grabois es católico, peronista, marxista, abogado, zapatista, referente social, precandidato a presidente por el Frente de Todos. Hijo de la generación diezmada desde la que se concebía Néstor Kirchner según recuerda Cristina Fernandez cada vez que puede. Hijo del 2001. Amigo del Papa. Todo eso, en 2 horas de discurso.

“Hoy no se puede hacer choripan porque hay lluvia, se te apaga la parrilla,  hermano. Qué grande Cristina, por Dios”, dice Ofelia Fernández, antes de presentar al flamante precandidato en el microestadio techado de Ferrocarril Oeste.

Oficialmente, Grabois va a disputar las PASO del Frente de Todos en la categoría presidencial. Porque –dice- no puede ser que haya un 110 por ciento de inflación, que la desocupación sea del 6 por ciento y la pobreza supere el 40 por ciento. Porque –sigue diciendo- es mentira que si crece el PBI crecemos todos y todas; porque no puede ser que los recursos naturales se lo lleven las multinacionales, que le paguemos al FMI lo que le pagamos al FMI, que exportemos semillas e importemos tomates. Que una ministra en ejercicio que pertenece al campo nacional y popular diga que con los chicos no cuando el 60% de los pibes y pibas son pobres.

El Frente de Izquierda no supo, no quiso o no pudo darle la suficiente voz por izquierda al reclamo que encuentra en Javier Milei una canalización por derecha. Por eso hay una vacante. Por eso Grabois grita en el mismo tono que Milei, por eso habla de castas, por eso se reconoce libertario, de una libertad que no es la de la escuela de Austria, mientras describe su Argentina Humana. Los libertarios que define Grabois son “los que liberan a los pibes y las pibas de la esclavitud de las drogas, de la narcoestructura, del infierno de la cárcel, del infierno de la reincidencia”.

La carrera en el Frente de Todos comenzó, finalmente, después de las bajas de dos de los tres acreedores centrales del espacio, fundamentalmente la de Cristina Fernández de Kirchner. Esa carrera se resume en ver a quién le entra mejor el nombre en el canto Cristina presidenta. En el caso de Grabois, el público cantó Juangra presidente.

Pero falta la definición del ministro de Economía: el más atacado en el happy hour de Ferro. El textual de Grabois lo resume a la perfección: “Nuestros adversarios, la gente de Sergio Tomás. ¿Saben lo que hizo hoy? AYSA debe una obra de agua en la CABA hace años. Fue una vecina a reclamarle a la presidenta. ¿Saben lo que dijo? ‘Andá a pedirselo a Fernanda Miño’ -primera villera que ocupa una secretaría nacional, la de IIntegración Socio Urbana en el Ministerio de Desarrollo-. Hay que ser mala gente, eso es de mala gente. Eso es pegar debajo del cinto. Metete conmigo Sergio, no seas tan cobarde.”

La escena termina con el canto del público: “Oh sos cagón, sos cagón, Massa sos cagón.”

La volteada le llega a casi todos en mayor o menor medida, con Massa a la cabeza por amplia diferencia. Pero hay una unidad necesaria: la de los trabajadores de la economía popular y del movimiento obrero organizado porque “todos y todas se están cagando de hambre”.

JuanXXIII reconoce una contradicción entre la organización popular de base y la lucha política, que no es ni más ni menos que una maduración del “que se vayan todos” del 2001, año que terminó de darle entidad a los llamados movimientos sociales. 

Emilio Pérsico es la personificación de esa contradicción. Silbado al ser nombrado por los presentadores y aplaudido tímidamente cuando Grabois pidió un aplauso para él, la cara más filmada de la tarde noche después de la de JuanXXIII.

Pasada la hora de discurso, el público del microestadio de Ferrocarril Oeste empezó a dispersarse en una de las tribunas. El campo, antes completamente colmado, mostraba espacios para sentarse o caminar con comodidad. 

¿Están cansados en el fondo? Ahí está la puerta, dice Grabois  Todavía falta el plan. Porque hay plan. La Argentina Humana de Juan Grabois, JuanXXIII, se apoya sobre 4 ejes generales: 1) Principios rectores; 2) Orden socioeconómico; 3) Orden Político; 4) Orden soberano-energético. El objetivo: Tierra, Techo, Trabajo.

Sin repetir y sin soplar: la plataforma que propone se centra en el acceso a la tierra por medio de una reforma agraria, reforma del Poder Judicial, no pago al FMI, nacionalización de los recursos naturales con participación de las provincias, moneda regional, reforma impositiva, salario básico universal, reforma urbana y reformas en los sistemas de salud, seguridad y educación.

Porque, dice: “La única manera de dejar la falopa es con tierra, techo y trabajo”.