Una militante feminista de entrecasa

Una militante feminista de entrecasa

Se estrena «Rita, lado B», una película dirigida por Gabriela González Fuentes que cuenta la vida desconocida de la antropóloga Rita Segato.

Rita Segato, la reconocida antropóloga, es la protagonista del documental Rita lado B, dirigido por Gabriela González Fuentes. En la película, se presenta el costado desconocido, incluso para sus fieles lectores, de esta reconocida feminista; presenta un retrato de la cotidianeidad, los deseos, y las contradicciones de esta gran pensadora del siglo XXI. 

Para los acostumbrados a la Rita A, la académica, el film se separa de ese imaginario idealizado que la rodea en general. Busca mostrar su aspecto más humano. Desde el interior de su casa en Tilcara, en el norte argentino, Segato abre paso para conocer sus amores, sus luchas internas, los conflictos familiares y un largo desarraigo que la persigue desde que se exilió de Argentina en el año 1975. 

En diálogo con ANCCOM, la directora González Fuentes relata: “Entré en contacto con los textos de Rita y me aluciné. Me fascinaba cómo pensaba lo territorial y la política desde el género. En una grabación en Cuba no paraba de mencionarla, hasta que mi director me dijo: ‘¿Por qué no hacés una película sobre Rita?’. Así empecé todo, como una fan enamorada. La pude conocer en una conferencia en la Universidad Nacional en San Martín y gracias a una amiga que me contó que le gustaba la comida venezolana y en especial los postres. Si le preguntás a Rita te va a decir que una venezolana empezó a mandarle dulces y en un momento le tuvo que abrir la puerta. Yo tenía una Rita de fantasía en mi cabeza, entre lo que leí y la veía, y Rita lo superó enormemente’’.  

De todas formas da testimonio, entre risas, de que la filmación no tuvo un inicio fácil sino que se fue construyendo a medida que pasaba el tiempo: “El primer día habíamos acordado una hora, un lugar y un tema, pero Rita llegó cuando quiso, se paró en otro lugar y habló de lo que se le cantó. Ahí entendí que esto iba a ser bailar con ella. Para que la película fuera posible, primero tuvimos que querernos. Me presentó a su familia, me hizo sentir parte, y empezó a pasar esa magia: cada día se abría algo nuevo. Rita tiene una frase que a mí me gusta mucho que es sobre la incertidumbre de la historia. En estos momentos donde nos quieren hacer creer que hay un solo camino y que es horrible, ella dice, ‘La incertidumbre es liberadora’, y yo creo que todo el rodaje estuvo marcado por eso”.

Las otras Ritas

El lado B de Rita nos permite acompañarla a hacerle ofrendas a la tierra, a almorzar con su gran amor, a regar las plantas de su balcón y a hacer una videollamada con su hija Jocelina; pero también seguirla en su visita a la Universidad Nacional de Cuyo, cuando recibe un Honoris Causa, o cuando da una charla para mujeres de Tilcara. Podemos recorrer todos los lugares donde Rita es distintas Ritas, pero a la vez todas hacen de ella una sola. 

“¿Cómo produce alguien que produce tanto y que produce eso? Lo produce así, con una lapicera, pensando”, se pregunta y responde González Fuentes. Esa inquietud recorre todo el film. Son reiteradas las veces que se puede observar a Rita pensando y escribiendo sobre la mesita de su casa. En ningún momento se hace explícita la pregunta acerca de cómo se produce el conocimiento; sino que es desde el retrato de los detalles más íntimos, desde el doblar la ropa e interrogarse acerca de “cómo fue como madre”, que se produce una invitación hacia la apertura de nuevos horizontes desde los cuales pensarnos a las mujeres y también a la práctica investigativa. 

En un contexto donde el saber crítico y femenista está otra vez siendo deslegitimado, Rita, Lado B, invita a pensar la construcción de nuestros saberes como mujeres, como madres, como latinoamericanas. 

El documental se estrenará el jueves 30 de octubre en el Cine Gaumont y estará disponible hasta el 5 de noviembre. Para más información acerca de futuras proyecciones se puede contactar a @rita_lado_b_lapelicula 

 

La fotógrafa de las luchas populares

La fotógrafa de las luchas populares

Se inauguró en el Centro Cultural Comunarte la muestra “Mujer y Derechos Humanos”, una serie de fotografías del archivo Hasenberg-Quaretti que destaca la persistencia y el protagonismo de las mujeres, de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo a la vitalidad actual del feminismo.

 “A mí me enamora ver a la gente comprometida con sus ideas. No hay ningún derecho que haya sido gratis, todos han sido conquistados con lucha: si no estamos en la calle, no logramos nada. Quienes nunca se han movilizado y reciben esos derechos, no tienen conciencia de lo necesario que es defenderlos. Por eso, retratar las luchas me parece fundamental: lo que hago es multiplicar y difundir la actividad de los militantes en las calles”, afirmó Mónica Hasenberg en referencia al valioso archivo que construyó durante su carrera como fotógrafa y que en parte expone en la muestra Mujer y Derechos Humanos en el Centro Comunarte.

En la primera habitación del Centro Comunarte, ubicado en la Comuna 5 de Capital Federal, reposan sobre la pared blanca de la izquierda unas 20 fotografías, las primeras en blanco y negro, y más adelante otras a color: la Asociación Civil Madres Víctimas de Trata, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo anunciando la restitución de un nieto, el primer Día Internacional de la Mujer luego de la dictadura civicomilitar y personas que reclaman en la megacausa ESMA.

“Soy fotógrafa de las luchas populares. Saco personajes cuando están en situación, ya sea una marcha o una actividad política. Si bien las fotografías de la década del 80 tienen distintas temáticas, la actual es prácticamente de luchas sociales. Las imágenes de mujeres son una parte de mi archivo, un recorte. Quizás son pocas, pero muy simbólicas de las luchas que tenían ellas en aquellos años. Con esas fotografías pueden trazar paralelismos, cortes transversales en la historia o armar síntesis que resultan fundamentales. Por ejemplo, las luchas sindicales femeninas: con las imágenes podemos mostrar que antes eran muy pocas las mujeres y su protagonismo, nulo. Pero también nos muestran la evolución y los cambios que se dieron luego. Cómo la mujer ha tomado protagonismo estos años y cómo su poder hoy en la calle es totalmente evidente e indiscutible”, explica la artista.

En el segundo ambiente, de paredes blancas muy altas con ribetes celestes, un pizarrón señala “memotest feminsita”. Sobre tres mesitas se exhiben de a pares varios grupos de pequeñas fotos: pañuelos blancos y verdes, mujeres abrazadas y marchando con pancartas y carteles. El público comienza a llegar a la hora citada, se dispersan por el centro, conversan y pasan a las mesas del patio donde además funciona una cantina. Destaca la ausencia de jóvenes. Son apenas unos pocos, pero ninguno menor de 20 años.

En la primera actividad de este año sobre DDHH que el Centro Comunarte organiza, con la sala llena, le ceden el micrófono a la psicóloga y exdocente Alicia Piatti de Quieto. “Los trámites que ven ahí los hicimos todos entre nosotras”, relata la esposa del detenido desaparecido Carlos Quieto mientras hace circular entre el público distintos papeles y documentos. Embarazada de seis meses de su hija Lucila Quieto, presentó un habeas corpus, cartas y distintas denuncias sobre la desaparición de su marido, incluso visitó a la Iglesia. “Luego comencé a ir a reuniones con mi beba de un mes. Allí la mayoría eran madres y padres porque mis compañeras del barrio estaban desaparecidas. En una última reunión plantearon ir a la plaza, y allí fuimos. No querían mujeres jóvenes ni hombres por miedo a que los llevaran”.

Mónica Hasenberg tomó el micrófono y en la misma línea que su predecesora continuó: “Realmente creían que a las mujeres las iban a poder dominar, pero si les daban la orden de no estar paradas, ellas rondaban. Cuando no podían estar en grupos grandes, se enlazaban de a dos. Existía una resistencia muy característica de las mujeres. Y acá -dice mientras señala las fotografías exhibidas- tenemos un montón de fotos que retratan ese protagonismo y fuerza para hacer, para no olvidar”.

En entrevista con ANCCOM, Hasenberg explicó cómo comenzó a retratar las manifestaciones y luchas sociales. “Tuve una época en que me volcaba más a la publicidad y hacía mucho laboratorio. Esos fueron mis inicios, pero con los años mi elección fue otra”, relata la hija del también fotógrafo Werner Haisenberg. “Un día fui a una marcha. Si bien tenía algunos amigos a los que habían chupado y luego liberado (es decir, estaba al tanto de lo que sucedía), cuando vi a las madres, me conmovió tanto que me puse a llorar. Desde entonces fui todos los jueves, incluso estando embarazada. Yo iba con la máquina de fotos disimulada en un bolso. En esa época levantaba la cámara, sacaba la foto y la volvía a  guardar rápido. Quizás esas primeras imágenes no tienen una relevancia fotográfica, sino más bien testimonial. Luego, a las marchas grandes íbamos con un mayor el equipo de cámaras y juntos”, dijo, en referencia al trabajo que realizó con su compàñero Brenno Quaretti.

Aquel trabajo hoy se conoce como archivo Hasenberg-Quaretti y consta de 45.000 negativos de fotografías analógicas tomadas entre 1979 y 1989 que la fotógrafa junto a sus hijos donó al Estado argentino luego de la muerte de Quaretti. De ellas, solo unas 6.000 habían sido digitalizadas personalmente, pero luego de la donación, el archivo completo está en proceso de digitalización por un equipo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA en un Programa de Extensión Universitaria. Hasenberg también promete donar su archivo digital posterior a la década del 80.

Fue a partir del 2004, cuando comenzó con la digitalización, que encontró fotos que no recordaba que las tenía. “Por ejemplo, las fotos que tomé del primer 8 de marzo luego de la dictadura, son las únicas que por el momento han aparecido, ojalá existieran más”.

En 2013 inauguró una primera muestra en Plaza Almagro con ocho banners, que nunca dejaron de circular por escuelas, centros culturales y universidades. Actualmente son 20 y se encuentran en una gira patagónica que inició en Bariloche y espera que “recorran distintas localidades del sur del país sin apuros y sin volver a Buenos Aires pronto”.

En la muestra se esperaba la presencia de Lucila Albertina Quieto “fotógrafa de la ausencia” que, aunque de una forma diferente de Hasenberg, preserva la memoria a través de la fotografía. Nació cuatro meses después de la desaparición de su padre, y la imposibilidad de una foto juntos la llevó a crear la imagen imposible. Con superposiciones y montajes manifiestos que denuncian la falta, posa ante la proyección de una foto de su padre y toma una nueva, donde aparecen los dos. Este trabajo luego lo replicó con otros hijos de desaparecidos y sus padres.

Entre el público presente destacaron que la muestra Mujeres y Derechos Humanos “transmite fuerza, si bien me devuelve a un momento doloroso, pero en el cual teníamos mucha fuerza para luchar”. También agradecieron “por hacer visibles cosas que no podíamos ver quiénes no vivíamos en Buenos Aires, eran épocas en que se ocultaba”. No faltaron vitoreos de “30.000 compañeros detenidos desaparecidos, presente, hoy y siempre” e incentivos a acompañar las manifestaciones de cada miércoles que frente al Congreso reúne a los jubilados.

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Centro Cultural Comunarte, Castro Barros 236, CABA. La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 14 a 21 y los sábados de 11 a 14.

 

El despertar de la mujer en el tango

El despertar de la mujer en el tango

“In The Bodies”, tercera pieza teatral de la obra Tango Tanz Trilogy, indaga sobre nuevas miradas al universo femenino en la danza del 2×4. La obra -que tuvo sus primeras etapas de manera virtual- es de producción austríaco argentina, y se presenta desde este jueves de manera presencial en el Centro Cultural San Martín.

El jueves 8 de agosto, en el Centro Cultural San Martín, se estrena In The Bodies, la tercera pieza de una trilogía que fusiona el tango con la tecnología. La obra que forma parte del proyecto Tango Tanz Trilogy, de la compañía austriaco-argentina, IN Tango Tanz, conformada por Liliana Tasso, Claudia Grava y Verónica Litvak, realiza esta última pieza donde se pone el foco en la intimidad del universo femenino en el tango.

‘’En un principio, no estaba pensada una obra con tecnología. Estaba pensado que Liliana y Verónica viajarán a Austria, donde yo vivo, para hacer una obra juntas y pasó la pandemia’’ cuenta Claudia Grava, codirectora del proyecto a ANCCOM. ‘’Empezamos a trabajar por zoom, a tirar ideas y se armó un concepto de ensayar por zoom y aprovechar la tecnología’’. La trilogía comenzó en 2021 con una performance virtual, In the room, donde no solo  el público se encontraba disfrutando del espectáculo vía zoom sino que cada integrante de la obra se encontraba en su habitación haciendo su performance. Continuó con In Shared Spaces al año siguiente, donde la obra tenía lugar en dos escenarios diferentes pero conectados; una parte de los intérpretes se encontraba en Argentina y la otra parte en Austria, pero ya contaban con un público físicamente presente. A través de las pantallas, en Argentina se veía lo que sucedía en Austria y al revés. 

‘’Cuando estábamos construyendo la segunda pieza dijimos ‘tenemos que concluir esta trilogía con una pieza que realmente nos encuentre a todos juntos en el escenario’, que había sido el principio del proyecto’’ dice Liliana Tasso, también codirectora de la obra. ‘’Y así surge In the Bodies, que es este momento donde parte del equipo ha viajado para Buenos Aires y luego el resto de nosotros viajará para allá’’.

Liliana Tasso, codirectora del proyecto Tango Tanz Trilogy.

Esta tercera pieza cuenta con ejecución de instrumentos y danzas en vivo y también con imágenes de videos que fueron tomadas de las obras anteriores, ‘’como una especie de mamuschka que se va convirtiendo en otra pieza’’. A través de una cámara web, se amplifican y se pone el foco en detalles y en la sensibilidad de la danza a la vez que se construyen imágenes entre el material de archivo y lo que sucede en el escenario. De esta manera, la cámara va captando lo que sucede en el momento y proyecta de una manera que le da otra mirada, otra significación, a la situación. 

‘’El tango y la tecnología conviven en esta obra. La tecnología le busca a la estética del tango una mirada diferente. Al poder amplificar esos pequeños detalles del universo tanguero  femenino, con los zapatos, los aros, las lentejuelas, la cámara lo estructura y los codifica para transformarlos en objetos enormes’’, explica Tasso. ‘’Al cambiar las proporciones también cambia su significado y su relación con los otros objetos.’’ Así, el tango en esta obra tiene una mirada completamente diferente a lo que son los espectáculos tradicionales del género. 

Además de tener a estos dos conceptos como centrales, la obra sale de la imagen tradicional de la mujer en el tango para ubicarla en un nuevo lugar. ‘’Hace unos años hubo un despertar de la mujer que se replantea su lugar, su rol y el tango es una danza que viene de una tradición bastante masculina. Están cambiando cosas dentro del tango y nosotras, como bailarinas mujeres, nos cuestionamos a nosotras mismas sobre nuestro lugar’,’ continúa Tasso. ‘’Cuando uno cambia las cosas de lugar es como que las ve de nuevo, con nuevos ojos y te cuentan otras cosas.’’

In The Bodies estrena este jueves a las 21 y también se presentará el viernes 9, sábado 10 y domingo 11 a las 19. Las entradas se pueden conseguir online en entradasba.buenosaires.gob.ar o en boleterías del Centro Cultural.

Un llamado de atención por la violencia obstétrica

Un llamado de atención por la violencia obstétrica

Una muestra fotográfica, danzas, tambores, y el reclamo de políticas públicas que hagan efectiva la Ley de Parto Respetado fueron algunas actividades frente al Congreso de la Nación en el marco de la semana contra la violencia obstétrica.

En el marco de la Semana Mundial del Parto respetado, este viernes se realizó una movilización en la Plaza de los Dos Congresos con el objetivo de manifestarse en contra de la violencia ginecobstétrica. Entre una muestra fotográfica, danzas y el ritmo de los tambores, un numeroso grupo de mujeres reclamó por un Estado presente y por políticas públicas para que la Ley de Parto Respetado se implemente correctamente. 

 

A pesar del frío, mujeres con pañuelos y vestimentas de color rojo se reunieron frente al Congreso de la Nación en la Segunda Movilización Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica. ‘’El hecho de que como sociedad no nos importe cómo nacemos habla de la sociedad en la que vivimos’’ comentó Luján Arcidiácono, coordinadora de la Campaña Nacional ‘’Mi parto, mi decisión’’, en diálogo con ANCCOM. ‘’La Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica es esta iniciativa donde articulamos personas y agrupaciones que ya veníamos trabajando en este tema pero que concentramos todas las luchas de manera de potenciar y visibilizar aún más todo lo que tenemos que trabajar todavía, que es que la gran mayoría de los nacimientos tienen alguna manifestación de violencia ginecobstétrica, pero también otros procesos sexuales y reproductivos’’. 

Según la Declaración de la OMS, la tasa de cesáreas por país no debería ser mayor al 15%. En la Argentina asciende al 35%.

En el país, la Ley de Parto Seguro existe desde el 2004. Sin embargo, según los datos del Observatorio de Violencia Obstétrica Argentina, este tipo de situaciones sigue sucediendo en la mayoría de los partos y en las consultas ginecológicas. La Campaña no sólo llamó a convocar para que se respete dicha ley sino que hizo oír todos sus pedidos: entre ellos, proyectos como el de Casa de Partos, en reconocimiento a las puericultores como agentes sanitarios, La capacitación obligatoria al personal de salud en violencia ginecobstétrica y un nuevo ejercicio profesional de las licenciadas y licenciados en obstetricia.

Los últimos informes de La Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (CONSAVIG), que cuenta con los datos del año 2022, indican que la cantidad de denuncias reportadas por este tipo de violencia varía año a año. Durante el 2023, las denuncias reportadas fueron treinta y tres. Más de la mitad apuntan al trato deshumanizado y a la falta de información en las prácticas realizadas.A la vez, gran parte de las denuncias son a instituciones privadas. 

Cabe destacar que, según la Declaración de la OMS, la tasa de cesáreas por país no debería ser mayor al 15% ya que es una práctica que sólo está justificada cuando es eficaz para prevenir la morbimortalidad materna y perinatal. Sin embargo, según el último informe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la tasa de cesáreas en Argentina es del 35%, y es una cifra que aumenta 1% cada año, por lo que estima que se les realiza cesáreas a mujeres que no las necesitan clínicamente.

 

‘’Históricamente hay un tema en relación a esta lucha que es que nos toca de cerca cuando atravesamos la experiencia de la gestación de un parto, y después la vida continúa y maternamos en una realidad muy difícil’’, profundizó Arcidiácono, reconociendo que no es una de las peleas que tenga mayor repercusión dentro del movimiento feminista. ‘’Si estamos lejos de la experiencia de la maternidad -agrega- no se termina de comprender, cuando en realidad estamos hablando de cómo nacen los seres humanos en este mundo y debería importarnos a todos’’. 

Entre las asistentes se encontraba Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, acompañando el reclamo y recordando a las embarazadas que fueron detenidas y torturadas durante la última dictadura militar.  

El encuentro finalizó con la lectura del documento elaborado por las distintas organizaciones y espacios que acompañan el reclamo. Afirmando que la lucha siempre es con entusiasmo, la ‘’marea roja’’ finalizó con la manifestación. 

Del tsunami verde a la ola machirula

Del tsunami verde a la ola machirula

Las críticas al feminismo ganan terreno en el debate público y cada vez son con más virulencia. La falta de consenso en torno a las políticas de género se hicieron visibles en los resultados electorales. Las consecuencias del desmantelamiento del Ministerio de la Mujer y diferentes programas que abogaban por la igualdad.

Una encuesta realizada en octubre del 2023 por el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la UBA indicaba que un 67% de los varones y un 51% de las mujeres consideraba que las políticas de género promueven el odio hacia los hombres. La cifra ascendía al 82% cuando se trataba de los votantes de La Libertad Avanza. A su vez, un 72% de los votantes de Milei consideró que la justicia suele favorecer a las mujeres. Un 66% de los varones considera, incluso, que los hombres deben tener cuidado al relacionarse con mujeres.

Este cambio de tendencia respeto de los tiempos de la llamada “ola verde” se refleja también en discursos que parecían olvidados: en una reciente entrevista radial el publicista de ultraderecha pura y dura Nicolás Márquez insistió en la utilización de términos anacrónicos y discriminatorios como “invertido y “sodomita, argumentando que la connotación despectiva de éstos fue impuesta por la corrección política de la ideología de género y que él no se sentía obligado a cumplir con esos mandatos. En la misma entrevista calificó a la homosexualidad como conducta insana y autodestructiva.

También en el plano electoral la insistencia de Javier Milei con el tema puso de manifiesto que el repudio a las políticas de género no resta votos al candidato ganador sino todo lo contrario. Las encuestas tanto anteriores como posteriores a las elecciones mostraron que Milei obtenía más votos del electorado masculino, sobre todo entre los jóvenes, y que estos criticaban mayoritariamente los “excesos” del feminismo.

El fenómeno no es exclusivamente local ni mucho menos: según otra encuesta realizada en 2023 por el Centro de Investigaciones Sociológicas de España un 44% de los hombres y el 32% de las mujeres consideraba que se ha llegado tan lejos en las políticas de igualdad que ahora los discriminados son los hombres.

Estos datos acompañan otras señales de que la ola verde, en los lugares a donde llegó, ahora sufre un reflujo. Este fenómeno está impactando en electorados del mundo occidental y la reivindicación del patriarcado, lejos de espantar votantes, los atrae, sobre todo en los segmentos de hombres jóvenes. Un extenso artículo de The Economist hablaba de una deriva que distancia cada vez más a los jóvenes varones y mujeres entre sí.

Nuevas nuevas masculinidades

Cuestionamientos al feminismo hay desde muchas corrientes. Pero hay una que directamente lo niega y suele estar acompañado por una reivindicación de la masculinidad tradicional. Así, las políticas gubernamentales que se implementaron para generar la participación equitativa de mujeres y minorías en diversas instituciones, pasan a ser repudiadas por una porción de la población que las ve como un trato desigual ante la ley, un “privilegio”, como lo llamaría el actual presidente, alejando a estas políticas del consenso que parecían tener hasta hace pocos años.

Matías de Stéfano Barbero, Doctor en Antropología (UBA), Investigador Asistente del Conicet y especializado en las relaciones entre violencia y género, sostiene que este discurso reviste hoy un carácter de cierta rebeldía. Esto se debe a que  el cuestionamiento de la masculinidad tradicional ganó fuerza en diversas capas de la sociedad pero ahora sufriría una “reacción” esperable e, incluso, deseable porque plantea el desafío de buscar nuevas formas de interpelar y convencer. De Stefano ofrece además una interpretación del particular clima de época que vivimos, asegura que “estamos en un escenario social y político donde prima el ‘sálvese quien pueda’ y el ‘todos contra todos’, donde se instrumentaliza la idea de masculinidad tradicional como una forma de ser en el mundo que puede ayudarnos a sobrevivir”. Según su parecer, esto sólo aumentará el individualismo, la crueldad y la violencia.

Irene Meler, coordinadora del foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos y Psicólogas de Buenos Aires, asegura que nos encontramos ante el fenómeno conocido como backlash, una reacción conservadora frente a los nuevos derechos adquiridos por las mujeres en los últimos años. Para la especialista el motivo de esta reacción estaría dado por las condiciones económicas. Según Meler, “la derechización masculina es un síntoma de la añoranza respecto de un status social privilegiado que muchos están perdiendo por la fuerte concentración económica en pocas manos y el desclasamiento de los sectores medios, cuyos jóvenes van a ser más pobres que sus padres.”

La crisis económica favorece, entonces, la reivindicación de refugios que funcionaban en el pasado, pero esto se da sobre todo entre los hombres. “Las mujeres no experimentan su condición de clase del mismo modo que los varones, porque la componen en parte mediante su nivel educativo y su trabajo, pero también a través de la alianza con un hombre, que suele ser quien establece el status familiar. Esta alianza está cada vez más dificultada, pero como expectativa persiste. De modo que el resentimiento juvenil es la causa de la derechización” explica Meler.

La nueva vieja derecha

Desde luego, la lectura que se hace desde los sectores conservadores es diametralmente distinta. Tal es el caso del politólogo Agustín Laje, quien se define como liberal conservador. En una entrevista del año 2017, cuando presentaba el libro que escribió junto a Nicolás Márquez sobre la nueva izquierda, ambos se refirieron a los estudios y las políticas de lo que consideran “ideología de género” y que para ellos resulta dominante y parte de la ideología de Estado.

Según Laje y Márquez las políticas de género corresponden a una estrategia que la izquierda tuvo que emplear desde los años 60 y de manera más acuciante después de la caída del Muro de Berlín, cuando la clase obrera dejó de responder a los postulados del marxismo clásico. Se habría pasado entonces del conflicto estructural al conflicto en la cultura, por ello se salió a buscar minorías conflictuadas que fueran funcionales a la revolución. En esta nueva fase, que Laje y Márquez consideran marxismo cultural, no se busca expropiar los medios de producción sino la forma de pensar, se pasa entonces de la lucha de clases a la lucha de géneros. Las políticas de inclusión consisten, según estos dos autores, en igualar contrafácticamente aquello que por naturaleza es desigual. Por eso, una de las medidas gubernamentales más celebradas por Laje fue la prohibición del lenguaje inclusivo en la administración pública, medida que el Gobierno nacional implementó en febrero de este año.

 

Cómo acercarme a hablar

Otro de los ejes de discusión en torno al avance del feminismo en los últimos años tuvo que ver con los nuevos parámetros de conducta cuando los varones se vinculan con mujeres, una cuestión dónde también aparecen las denuncias, el riesgo de desprestigio social y la posibilidad de la cancelación.

Cristian Cabrera y Juana Cúneo son profesionales de la fundación Kaleidos, una organización que trabaja con diferentes instituciones educativas en cuestiones de salud reproductiva y la lucha contra las violencias. Ellos advierten que el malestar de los varones por no saber qué se espera de ellos al vincularse con las mujeres no está tan presente en los jóvenes de hoy como sí lo estaba en 2017 y 2018, cuando los escraches en muchas escuelas de la ciudad empezaron a ocurrir ante cualquier actitud violenta o irrespetuosa por parte de los varones. Para los especialistas eso generaba, por esos años, cierta parálisis o resistencia al cambio de paradigma de muchos varones. La fundación trabaja en ámbitos escolares y deportivos, los cursos y talleres que brindan se enfocan en abordar la violencia como temática en todos los órdenes posibles. Los profesionales cuentan que a veces se acercan ellos mismos a las instituciones, otras veces llegan por pedido de los directivos y a una escuela incluso llegaron por parte del centro de estudiantes. Sobre la búsqueda de una masculinidad más sana explican la importancia de no conducir a la formación de un nuevo estereotipo de masculinidad ya que detrás de ese estereotipo pueden esconderse viejas formas de violencia y subordinación.

Sobre la cuestión del respeto y el consentimiento, Matías de Stéfano Barbero explica que si bien algunos hombres expresan hoy cierto grado de malestar por no saber cómo es la forma correcta de proceder, sus discursos son muy diversos. Aunque algunos son más reaccionarios, otros denotan incertidumbre por el cambio en ciertos límites. Y aclara que es importante revisar ciertas prácticas que podrían significar un avasallamiento a la voluntad de las mujeres.

¿El aborto en cuestión?

Durante la campaña presidencial Javier Milei había prometido cerrar el Ministerio de las Mujeres y desde sus primeras apariciones públicas siempre se mostró en contra de la legalización del aborto. ¿Están en peligro los derechos por el retorno de las ideas conservadoras? Meler afirma que sí y que una muestra de eso se encuentra en los intentos de revisar la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Los profesionales consultados coinciden en señalar que un cisma entre varones y mujeres podría llegar a ser aún más perjudicial, ya que una salida superadora precisa de la acción en conjunto. Para prevenir la violencia de género y generar una comunicación respetuosa, es necesario erradicar todo tipo de violencias de las prácticas cotidianas y no sólo en vínculos sexoafectivos sino entre pares, en la amistad o en la familia. Atender a las complejidades que supone ser hombre en nuestra sociedad no necesariamente implica una oposición categórica al feminismo. La masculinidad tradicional no ofrece sólo privilegios sino también sufrimiento y alienación.

Tanto sea por razones económicas, culturales o políticas, lo cierto es que los cuestionamientos al feminismo se han instalado en el debate público y han permeado con más fuerza en el electorado masculino.