10 años de política nacional: de Cristina a Milei

10 años de política nacional: de Cristina a Milei

¿Qué ocurrió en el país para que en tan solo una década pasara de un gobierno popular a uno de derecha radical? Las experiencias fallidas de Macri y Alberto Fernández, los efectos de la pandemia y los problemas que nadie pudo resolver.

La victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales de 2023 representó un sacudón para la sociedad argentina. Mirando hacia atrás, las claves de su triunfo se vuelven más claras y trazan una línea de hechos y momentos que marcaron estos últimos diez años de la historia política argentina. Ana Paola Zuban, politóloga, consultora e investigadora analiza que “el liderazgo de Milei es un eco de una sociedad cansada, enojada, que conquistó derechos pero que no puede ejercerlos materialmente y esto es terreno fértil para que prosperen los conservadurismos y las ideas de derecha”.  

Las crisis que enfrentan las clases trabajadoras pueden explicarlo en parte. La inestabilidad, inseguridad, inflación, el aumento de precios y servicios, la pérdida de puestos de trabajo y la informalidad laboral, la no actualización de los salarios y por ende el deterioro de la calidad de vida, son algunos de los elementos que conforman el cuadro crítico de una sociedad que busca sobrevivir día a día. Zuban reflexiona que la incertidumbre creciente que plantean las crisis económicas y su profundización, producida por la pandemia del Covid 19, impone la necesidad de protección del statu quo.  En ese marco, gran parte de la sociedad siente que su estilo de vida y sus creencias son atacados y que el discurso de odio es una justa reacción a eso. “Ese conservadurismo se orienta, por definición, a mantener y proteger tradiciones culturales, religiosas, siempre orientadas a proteger valores tradicionales, que representan un escudo protector ante tanta incertidumbre y consolida una identidad comunitaria, muy necesaria en momentos de fragmentación”, remarca.

En el trazado de esa línea retrospectiva de hechos políticos que permiten analizar el presente, la primera parada es el gobierno de Alberto Fernández. En diálogo con ANCCOM, Pablo Semán, sociólogo, antropólogo e investigador del CONICET, señala que “la pandemia catalizó una serie de tendencias críticas del Estado y las condensó en una acción de la política que también fue sometida a crítica por la población”. Queda claro que la desbordante crisis social y sanitaria no sólo dejó secuelas en la propia sociedad, sino también en un gobierno que había articulado su narrativa en contraposición a la anterior gestión de Mauricio Macri, y en torno a la reconstrucción de un nuevo contrato social “fraterno y solidario”, la reactivación de la obra pública y la salida de la lógica del ajuste y la deuda, en palabras del propio Fernández en su discurso de asunción en diciembre de 2019.

“Al kirchnerismo le interesa mucho deslindar culpas, descargándolas en Alberto Fernández y yo diría que en general todo el comportamiento del Estado fue bastante problemático, aun cuando el de Fernández, sobre todo por algunas cosas específicas como la foto de Olivos, haya quedado en el centro de la escena.  No parecía un gobierno unificado, digo, personas que no tuvieran otros intereses que no fuesen salvar su propia silla”, puntualiza Semán.

Por su parte, el gobierno de Mauricio Macri representó el triunfo de Juntos por el Cambio como una coalición nueva, de centro-derecha, que se volvió competitiva y ganó las elecciones; y de una persona que no provenía ni del peronismo ni del radicalismo. “En el gobierno de Macri sucedió una cosa importantísima y mala que fue el endeudamiento. Todo el proceso que llevó al endeudamiento constituyó algo así como un engaño a la población, porque la previa apreciación cambiaria y la posterior devaluación eran cosas que se suponían que no iban a volver a ocurrir y generaron una gran decepción”, observa Semán.

El fracaso del gobierno de Macri, que había llegado bajo la promesa de la generación de empleo,  pobreza “cero” y la ampliación de la economía, no hizo más que dejar una crisis social aún más aguda, con altos niveles de inflación, pobreza y endeudamiento. Como resultado, el vínculo de la sociedad con la política continuó resquebrajándose. En relación a este punto, Manuel Salvador Zunino, sociólogo, docente y consultor explica que existe una combinación de factores estructurales y coyunturales que moldearon la relación de la sociedad con la política en la última década. “En lo estructural, los cambios en la forma de producir, el avance tecnológico y la precarización del empleo generaron nuevas subjetividades, nuevas formas de relacionarse con la política y un sentimiento de incertidumbre generalizado. En lo coyuntural, la crisis económica persistente, la inflación y la dificultad de los gobiernos para ofrecer respuestas concretas deterioraron la confianza en la dirigencia. Eso abrió la puerta a discursos más disruptivos y a liderazgos que canalizan el descontento con la política tradicional” analiza Zunino.

Es posible señalar, entonces, que la poca capacidad o voluntad de desarrollar ciertos parámetros de gobernabilidad, las contradicciones al interior del propio gobierno y la imposibilidad de satisfacer ciertas necesidades sociales durante la gestión de Macri se fueron acumulando durante el mandato de Fernández, desembocando en el surgimiento de la figura de Milei. Gabriel Vommaro, sociólogo, docente e investigador, puntualiza que la era actual del descontento político y la crisis de representación de las democracias data de mucho antes. “Si vos mirás la Primavera Árabe, el movimiento Ocuppy WallStreet o el 15-M en España tuvieron lugar hace más de una década. Por eso uno puede decir que el descontento social con las elites políticas comienza bastante antes. Y después, con las crisis de la subprime en 2008/2009 se agudiza una crisis económica y política en el mundo. América Latina tuvo ciertas particularidades, un boom en el precio de las commodities que le permitió traer recursos extraordinarios durante cierto período y esto coincidió con el ascenso de izquierdas anti-sistemas o ciertamente novedosas en sus países, lo que retrasó ese descontento generalizado, que llegó directamente de la mano de las derechas radicales”.

Por su parte, Semán se aleja de la necesidad de pensar el gobierno de Milei como eco del ascenso de las derechas a nivel mundial y señala que la referencia cómoda y superficial a lo internacional en los análisis cotidianos, impide asumir o entender el porqué de la victoria  de Milei y porqué se mantiene. “Las extremas derechas de América Latina son muy diferentes de las de Europa, en su proceso evolutivo y en su modo de gobierno, y además las extremas derechas que ganaron en América Latina también son muy diferentes en sus propias evoluciones. La principal diferencia es que, por ejemplo, ascendieron de forma abrupta, consolidaron mayorías electorales con pisos por encima del 45%, y gobiernan de forma radical y revolucionaria, transgresora de los acuerdos constitucionales previos, cosa que no necesariamente ocurre en Europa”.

En este contexto, remarca que “los mismos que en Argentina decían que en nuestro país no iba a pasar lo mismo que pasaba en otros países del mundo, porque en Argentina había una excepción que era el peronismo y los juicios a las juntas, son los mismos que ahora dicen que esto es un fenómeno mundial. Milei, más que ser un reflejo de lo que acontecía mundialmente en su momento, fue más bien un vector, un factor de ampliación de lo posible de ser dicho por la derecha a nivel mundial. Porque podía decir lo que no podía decir ningún líder de las extremas derechas. Entonces, Milei fue menos influido mundialmente, aunque algo lo fue”.

En la actualidad, se abren muchos interrogantes en torno a la evolución del panorama político, ciertamente complejo. “El impacto de las redes sociales, las fake news, la segmentación y los discursos de odio, imponen nuevas narrativas y nuevos modos de conectar con toda la sociedad. Surgen nuevos movimientos de protesta, transversales, con demandas diversas con multiplicidad de consignas. También, una militancia más volátil, menos leal a los partidos, aunque no por eso despojada de ideología”,  señala Zuban.

En relación a la oposición, las fuentes concuerdan en que en su disputa por el liderazgo, el peronismo retrasa la discusión sobre el contenido y una necesaria autocrítica. Zunino remarca que “está más en una posición reactiva frente a la agenda de Milei que en una fase propositiva. No está intentando conectar con los jóvenes, ni con el trabajador informal, y en un tema central como la seguridad cedió espacio y dejó que figuras como Patricia Bullrich dominen ese discurso, sobre todo en los sectores de mayores de 60 años. Tiene una debilidad en su relato en las tres franjas etarias. Por otra parte, para que emerjan nuevos liderazgos, el peronismo primero tiene que definir qué le quiere proponer a la sociedad”.

Por su parte, Semán analiza que los años de protagonismo del peronismo en el gobierno “llevaron a la construcción de superestructuras políticas muy densamente pobladas, que tienen intereses creados en la defensa de esas posiciones, antes que en la construcción de una representatividad”. Y agrega que “eso a su vez está comprometido con la consolidación de un repertorio de acción política que consiste en la intransigencia, la agresividad política, la imposibilidad de realizar alguna autocrítica y en un modo de producir consenso político basado en la creencia de una jefatura infalible, lo cual lleva, por ejemplo, tanto a la imposibilidad de renovación como a los desacuerdos que se manifiestan entre Cristina Fernández de Kirchner y Kicillof”.

En un año de definiciones en medio de una inestabilidad casi estructural, el rumbo político está atado a la economía como factor principal. “Un oficialismo adicto a las fake news, una oposición fragmentada y fracturada, una sociedad escéptica, con altas dosis de frustración vinculada a la economía puede triunfar en octubre, y eso puede permitir ganar algo de tiempo. La economía es y será el factor determinante”,  puntualiza Zuban. Desde su mirada, Zunino remarca que “el principal desafío lo tiene Milei. Si logra consolidar su liderazgo dentro del espacio antiperonista, puede asegurarse un piso electoral importante. Pero ahí tiene un obstáculo que es Mauricio Macri, que sigue siendo un actor clave. El mes bisagra en la política nacional es mayo, ahí se definen las alianzas y vamos a poder ver cómo se ordena el mapa político”. Por su parte, Semán concluye que “la evolución del panorama político va a estar vinculado a los logros que pueda tener el gobierno de Milei en cuanto a consolidar su política antiinflacionaria, que tiene un costo enorme. Ahora, si distintas situaciones políticas llevan a que el gobierno, por ejemplo, no tenga financiamiento y caiga en una devaluación, o se acelere una espiral de expectativas negativas, el gobierno va a estar más erosionado, y las elecciones de octubre van a ser un desafío más profundo y más duro para el oficialismo”.

La precaria situación de los residentes de los hospitales públicos porteños

La precaria situación de los residentes de los hospitales públicos porteños

Ser residente médico en los hospitales públicos de CABA implica sueldos bajos, jornadas agotadoras y una enorme responsabilidad dentro del sistema de salud pública. Guardias interminables, situaciones de violencia, dificultades hasta para pagar el alquiler y reclamos al gobierno de la motosierra.

Jornadas laborales de más de 12 horas. Exposición a situaciones de violencia y acoso. Sueldos de 3.500 pesos la hora. Guardias de 24 horas sin dormir y sin remuneración. Si jugáramos a los acertijos, el trabajo al que se alude parecería alguno que anda en los márgenes de la legalidad. Sin embargo, son características de un rol que es un pilar fundamental del sistema de salud nacional: los residentes médicos.

Los residentes son una figura poco familiar fuera del universo de los hospitales. Conocemos a los jóvenes de guardapolvos blancos que marchan cada tanto, reclamando por su sueldo y condiciones dignas de trabajo. Algunos se indignan junto con los médicos, otros por el reclamo (“ustedes eligieron esta carrera”, “médicos kukas”, y otros comentarios del estilo se leen en los videos publicados por el Hospital Garrahan en TikTok), pero pocos saben bien qué hacen los residentes y cuál es su rol en un hospital.

“El laburo esclavo es la única manera de acceder a una especialidad”, se ríe Florencia, residente de segundo año del Hospital Pediátrico Ricardo Adolfo Gutiérrez. Su nombre real, como el del resto de las entrevistadas para esta nota, fue reemplazado por uno de fantasía para evitar posibles represalias en su lugar de trabajo. “No es que salís de la carrera como médico clínico –agrega-. Salís como médico, hasta clínica es una especialidad. Si vos querés acceder a un título de especialista –cómo cardiólogo, pediatra, ginecólogo– se requiere una residencia”.

La residencia es, en primera instancia, un sistema de formación de posgrado pago. En criollo: los médicos recién recibidos prácticamente no son médicos. La residencia es un trabajo que (implícitamente) se debe ejercer por cuatro años para formarse en una especialidad. Quien elija no realizar la residencia, puede profundizar estudios en áreas de la medicina como estética, laboral o cannábica, por ejemplo.

“Un día regular me levanto 4:45 de la mañana, llego al hospital 5:30”, relata Josefina, residente de segundo año de cirugía en un hospital de agudos de CABA. El horario de ingreso se debe a que son solamente tres residentes a cargo de revisar toda la sala de internación, que tiene entre 50 y 60 pacientes. Además de realizar las curaciones y los postoperatorios, también deben supervisar a los residentes de primer año. Tras una jornada agotadora, llega a su casa a las ocho de la noche, siempre y cuando no esté de guardia.

 Para los residentes de pediatría del Gutiérrez, las condiciones son mejores pero tampoco óptimas. “Yo ingreso un poco antes de las ocho de la mañana por los laboratorios, hacemos las labores de la sala, las consultas, estudios complementarios que se soliciten y evolucionamos las carpetas. Luego hacemos el pase de la sala con mis compañeros y tal vez a las cinco o seis de la tarde me puedo ir”, cuenta Andrés, también residente de segundo año en ese hospital.

“Si tengo guardia, me quedo en la sala hasta las ocho del día siguiente y luego hago el pase con los médicos de planta o mis compañeros y a eso de las nueve o diez de la mañana finalizan mis tareas”, explica Andrés.

Las guardias son uno de los focos más problemáticos de las residencias. Son turnos de 24 horas, con algunos recreos para descansar o dormir un rato, en el mejor de los casos. Durante estos turnos, los residentes suelen atender en la guardia externa (aquella a la que va el público general ante cualquier emergencia) o supervisar salas de internación. “Es bastante demandante porque por un lado tenés la sala con 60 pacientes a cargo tuyo y también está la demanda espontánea donde estamos ayudando desde la tarde –comenta Josefina–. En la sala se descompensan, hay que  llevarlos a terapia intensiva, y queda todo a tu cargo”.

Para los residentes de cirugía, las guardias son más intensas, porque son pocos: al otro día no tienen “postguardia”, es decir, la posibilidad de irse a la mañana. “Supuestamente tenemos postguardia, pero la carga de trabajo es tanta y somos tan pocos que, en solidaridad con nuestros compañeros, decidimos no tomarnos ese día”. Según la normativa, no se pueden realizar más de 1,5 de estos turnos por semana, pero todos coinciden en que tener nueve (o más) mensuales no es un hecho llamativo. En su primer año, Josefina llegó a tener hasta once guardias al mes.

Valentina es residente de primer año en el Garrahan y antes de adplicar al cargo trabajaba en una guardia externa. “Cobraba más de lo que gano ahora haciendo sólo una guardia de 24  y otra de 12 horas por semana. Trabajaba muchísimo menos y ganaba más”. En la provincia de Río Negro, por ejemplo, una guardia cotiza $267.900 en día hábil y $401.800 en días inhábiles. Los residentes, sin embargo, las realizan sin percibir remuneración, ya que estas horas de trabajo no están contempladas en los sueldos, dejándolos en una situación de desventaja económica y emocional frente a las expectativas de trabajo que recaen sobre ellos. “Cualquiera que vaya a una guardia de un hospital público es atendido por un residente, somos nosotros solos en las guardias. Si tuvieran que pagarnos las guardias, sería imposible sostenerlo”, plantea Florencia. Al no ser horas remuneradas, no se computan en las vacaciones: “Si uno en la rotación se quiere tomar vacaciones, después tenés que recuperar las guardias y te sobrecargás”.

Las guardias también son las situaciones de mayor vulnerabilidad para los médicos, ya que muchas veces están solos o en grupos pequeños. Esta falta de apoyo y la escasez de recursos humanos afectan tanto su desempeño como su bienestar. “En el fondo, aunque haya alguien que se pueda consultar, cuando ponés una firma o tomás una decisión, sos vos”, comparte Josefina, residente de cirugía general, reflejando la carga personal de sus decisiones y la presión de trabajar sin descanso.

“El sistema de salud está colapsado y a veces son muchas horas de espera en la guardia. Lógicamente, para los padres tener un hijo enfermo es lo peor que te puede pasar, pero eso genera mucha violencia, insultos, amenazas y condiciones muy hostiles”, explica. Los golpes agresivos en las puertas, los gritos y las personas filmando a los médicos son ocurrencias cotidianas en la guardia externa. “El año pasado hubo una situación muy fea donde una paciente con patologías psiquiátricas arrastró por el piso a una residente, le pegó, la lastimó”, comenta Josefina sobre la vulnerabilidad en la sala de internación. La residente lastimada tuvo que quedarse a finalizar su guardia, sin poder acceder a cuidados médicos y vigilando a la paciente que la había agredido. Luego de ese incidente, el Hospital lanzó un protocolo para situaciones de violencia que indica que, en caso de ser víctima de una agresión, el residente se pueda retirar.

“Imaginate las condiciones en que estamos peleando para tener papel higiénico”, cuenta Florencia.

Otro punto son los pacientes judicializados, que están a la espera de resolver su situación habitacional o penal. Andrés se considera con suerte porque él solo fue agredido verbalmente alguna vez, mientras que otros de sus compañeros sufrieron agresiones físicas. Por supuesto, esto se combina muchas veces con situaciones de maltrato laboral ejercidas por los propios médicos.

En un intento por hacer frente a estas condiciones, existen mecanismos de representación. Según la Ley 22.127 que regula el sistema nacional de residencias de salud, cada hospital debería contar con un subcomité de representación de residentes, que es una figura encargada de mediar con las autoridades superiores. Sin embargo, muchos desconocen su existencia y su capacidad de acción es limitada por la falta de recursos, lo que trunca la posibilidad de exigir mejores condiciones de una manera eficiente. “Nosotros en el hospital tenemos que pagar el agua que consumimos”, resalta Andrés sobre las carencias materiales. “A veces faltan sábanas para los pacientes, para los médicos que se quedan de guardia, papel higiénico, jabón”. El testimonio de Florencia da cuenta de que es una vivencia compartida en el hospital. “Imaginate las condiciones en que estamos peleando para tener papel higiénico”.

La precariedad económica se suma a las extensas jornadas, incrementando un agotamiento físico, mental y emocional de quienes se encuentran en primera línea de atención. Como indica Lara, residente de tercer año de pediatría, “perdimos un 15% del sueldo neto en lo que va de año debido a la inflación”. Estos factores crean un escenario donde los residentes deben enfrentar no solo la carga de sus responsabilidades, sino también la imposibilidad de equilibrar sus ingresos con sus gastos. Valentina cuenta que ella es afortunada de no pagar alquiler. “Compañeros que alquilan trabajan en otros lugares porque con ese sueldo no llegan a fin de mes.” Andrés, que es ecuatoriano, vive una situación similar: “Mi esposa empezó la residencia hace unos meses y todavía no cobró su primer sueldo. Estamos viviendo solo con mi sueldo, dos personas. Tenemos una situación particular porque nuestro contrato es viejo. Si tuviera que pagar un alquiler al precio actual, no llegaríamos a fin de mes, porque ahora llegamos con lo justo”. Actualmente, los residentes entrevistados cobran entre 700.000 y $1.300.000 pesos al mes, dependiendo del hospital, un sueldo, en el mejor de los casos, de 3.500 pesos por hora. Esta variación se da porque hospitales como el Garrahan, por ejemplo, dependen de Nación, mientras que el Gutiérrez es dependencia de Ciudad de Buenos Aires. La intensidad de la motosierra de los distintos sectores del gobierno se hace sentir en los salarios.

Esta imposibilidad de compaginar la residencia con otro trabajo se agrava en el Garrahan, donde el sistema es aún más demandante. En lugar de contar solo con turnos de lunes a viernes, quienes están en internación deben acudir dos sábados al mes como si fuera un día regular de trabajo, lo que se suma a sus obligaciones semanales y a los dos fines de semana mensuales en los que deben cumplir guardia obligatoria. “No te da tiempo para nada mucho menos para tener un segundo trabajo”, explica Valentina. La situación ha llevado a los residentes del Garrahan a plantear cambios en sus horarios. Como expresa Valentina, “una de las cosas por las que estamos en huelga es para ver si podemos modificar nuestro horario para que sea más acorde a nuestro sueldo; si no nos van a aumentar el sueldo, sería más justo bajar nuestras horas laborales”. El sueldo de los residentes del Garrahan no se actualiza desde diciembre del 2023 y los reclamos que comenzaron en marzo aún continúan sin una respuesta clara de parte del Gobierno nacional. 

La situación de los residentes médicos en Argentina evidencia las profundas contradicciones de un sistema que depende de su trabajo para sostener la salud pública, pero que, a cambio, les ofrece condiciones laborales precarias y sueldos indignos. Las guardias interminables, la falta de apoyo, el acoso y el desgaste emocional son el precio que muchos de estos jóvenes profesionales deben pagar para formarse en sus especialidades. Sin embargo, el agotamiento y la falta de incentivos económicos hacen que cada vez menos personas elijan este camino, poniendo en riesgo el futuro del sistema de salud pública. La voz de los residentes en huelga se alza no solo por sus derechos, sino por la necesidad de un cambio estructural que permita un sistema de residencias digno, accesible y seguro tanto para ellos como para los pacientes que dependen de su labor.

Especialidades en crisis

El sistema de residencias médicas en Argentina enfrenta serias carencias de planificación, especialmente en la distribución de especialidades. “Hay residencias, como anestesiología, que tienen una alta demanda y pocos cupos, y otras, como pediatría, que ni siquiera logran cubrir los puestos», comenta Lara. En algunas provincias, ciertas especialidades prioritarias reciben un pago adicional, pero en Capital Federal eso no ocurre, agravando la situación.

Este desbalance impacta al sistema de salud pública, que depende en gran parte del trabajo de los residentes. “Muchos médicos de planta solo trabajan por la mañana, y los residentes sostienen el trabajo diario. Las malas condiciones laborales y los bajos salarios desincentivan la formación en el sistema de residencias, afectando la cobertura en hospitales públicos,” explica Florencia. “Si uno gana más realizando una aplicación de botox que en dos semanas de trabajo, no es redituable”.

La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que declara a la educación como un servicio estratégico esencial. Sindicatos y funcionarios de la oposición advierten que la norma va en contra del derecho a huelga y la legislación internacional. También reclaman al oficialismo inversión en la educación. El impulsor del proyecto insiste.

El sistema educativo se encuentra en estado de alerta tras la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que reglamenta a la educación como un servicio estratégico esencial. La norma, entre otras cuestiones, tiene como objetivo garantizar la apertura de todos los establecimientos educativos todos los días que establecidos en el calendario lectivo y una asistencia del 30% de docentes los días de paro, proporción que se incrementa a medida que aumenten los días de medidas de fuerza.

“Nosotros entendemos que la educación no es un servicio, es un derecho y que en realidad a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). En esta misma línea se mostró, Alberto Sileoni, ex ministro de Educación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y actual director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires que detalló: “El objetivo de esta norma es el disciplinamiento de las organizaciones gremiales, es regular un derecho constitucional. La educación es un derecho universal para ciudadanos y ciudadanas y no un servicio para clientes, para pocos”.

La medida fue impulsada por el exministro de Educación y actual diputado del PRO, Alejandro Finocchiaro, y obtuvo 131 votos positivos, mayoría constituida por la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, ante 95 negativos, correspondientes a Unión por la Patria y el Frente de Izquierda. Además, hubo dos abstenciones. El proyecto declara que el Estado debe garantizar el ejercicio del derecho a la educación durante todo el ciclo lectivo y pone el foco en los días de clases perdidos por las distintas medidas de fuerza directas o indirectas del personal docente y no docente que afecten al calendario y desarrollo curricular establecido.

En diálogo con ANCCOM el legislador del PRO explicó el motivo de su proyecto: “Declarar a la educación como servicio estratégico esencial para garantizar el derecho a educarse fue el punto de equilibrio que encontramos ante el conflicto de derechos: el derecho a huelga y el derecho a la educación de los niños y adolescentes”. En contraparte, Sileoni crítico de la media sanción aprobada sostiene que “las medidas no pueden ser zócalos de TV o medidas efectistas, tienen que ser de verdad, tienen que tener profundidad, por tanto, tampoco creemos que la educación sea esencial para este gobierno. Si no, no la estarían desfinanciado”. Sobre la situación en la provincia de Buenos Aires, profundizó: “Tenemos 1.000 obras paradas por Nación de las cuales 80 son escuelas, no hay distribución de libros, no hay distribución de tecnología, no hay una política de formación docente, entonces: ¿dónde se ve el aprecio que este gobierno tiene por la educación?”

Para la Organización Internacional del trabajo (OIT), de la que Argentina es miembro, un servicio esencial es aquel cuya interrupción pondría en peligro la vida, la seguridad personal o la salud de la totalidad o parte de la población, y por lo tanto prohíbe o regula el derecho a huelga. Alesso sostiene que en base a este reglamento hay dos fallos judiciales que dicen que la educación no se encuentra dentro de los servicios esenciales, además detalla: “Este proyecto tiene varios aspectos cuestionables: en primer lugar no puede ir contra la Constitución Nacional y la OIT. Además, en el trámite parlamentario el tratamiento de la ley no pasó por la Comisión del Trabajo o la de presupuesto y solo lo hizo por la Comisión de Educación y, por último, no se dio un debate a fondo, no se tuvo en cuenta la participación de los docentes pese a que pedimos que nos dejaran hablar y algunos legisladores estuvieron de acuerdo. Nos quitaron la palabra y eso que nos estaban declarando como servicio esencial”.

«a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso. FOTO: ARCHIVO

En cambio, Finocchiaro explica que la ley no habla de servicio esencial en los términos de la OIT, ya que la norma se refiere a servicio estratégico-esencial y pone énfasis en la palabra estratégico para diferenciar los conceptos. Además, justificó la ausencia de docentes al debate debido al tiempo acotado y a las difíciles negociaciones en las cámaras legislativas para lograr aprobar leyes. “No hay sector más democrático que el Congreso, ahí estamos todos representados y las discusiones las tenemos que dar los representantes en las cámaras, porque para eso fuimos elegidos. Muchas veces las presentaciones lo único que hacen es dilatar las resoluciones”, sostuvo el presidente de la Comisión de Educación en Diputados, quien también se refirió a la necesidad de ampliar el debate ya que “tenemos una escuela del siglo XIX, docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI, algo está fallando”. 

Alesso, por su parte, descree de la preocupación del gobierno por la educación y sostiene que “pensar que los problemas de la educación se resuelven sin financiamiento educativo, sin resolver los problemas salariales, sin discutir los temas de fondo y prohibiendo el derecho a huelga, nos parece que es empezar al revés o poner el carro adelante del caballo”; y detalló la difícil situación que atraviesan los docentes: “Venimos desde diciembre sin paritarias que aumenten el piso nacional. Además, el gobierno eliminó de forma unilateral el fondo de incentivo docente, no se están enviando los fondos para infraestructura escolar, no se amplían los fondos para la copa de leche, ninguna de las políticas que tengan que ver con mejorar la educación este gobierno las ha tomado”.

Con todo este panorama, el conflicto entre el Gobierno y el sector educativo está lejos de apaciguarse, a este frente debe sumarse el que mantienen las universidades nacionales que siguen reclamando la emergencia presupuestaria y salarial. “Si el presupuesto sigue subejecutándose y si, además, no aumentan los salarios y la conflictividad lejos de bajar va a subir”, sostiene Alesso, que aunque suene como advertencia es lo que marca la experiencia. El proyecto deberá tratarse en el Senado y para ese momento desde CTERA buscarán informar, convocar y movilizar para evitar su aprobación.

Comenzó el juicio por el transhomicidio de Tehuel de la Torre

Comenzó el juicio por el transhomicidio de Tehuel de la Torre

Declararon su madre, la expareja del acusado Luis Ramos y varios de sus vecinos. En total, una centena de testigos intentarán dilusidar ¿dónde está Tehuel?

Este 15 de julio, en el Tribunal Oral Criminal 2 de La Plata, tuvo lugar la primera de las audiencias del juicio oral y público contra Luis Alberto Ramos, acusado por la desaparición y el asesinato del joven trans Tehuel de la Torre, ocurrido en 2021. La expareja de Ramos declaró que “acosaba a las mujeres y era violento con los hombres”.

El proceso judicial –que tiene a otro imputado, Oscar Montes, quién se someterá a otro juicio pero por jurados– estaba previsto para 2027, pero la presión de la familia, sus abogados y diversas organizaciones, asociaciones y organismos de derechos LGBTINB+ lograron adelantar la fecha. Al mismo tiempo, vienen bregando por la importancia de visibilizar el proceso y exigir a la justicia que adopte una perspectiva de género. 

A los pies del estrado donde se sentarían luego los jueces Claudio Joaquín Bernard, Silvia Edit Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo se apilaban numerosas carpetas de expedientes. Si bien el juicio se encontraba programado para las diez de la mañana, no fue hasta las diez y media que llegó Luis Ramos, esposado y escoltado por cuatro oficiales del Servicio Penitenciario Bonaerense, para tomar su lugar en el banco de los acusados. Veinte minutos después, hizo su aparición Norma Nahuelcura, la madre del joven desaparecido, vistiendo una pechera de la asociación civil Amigos y Familiares de Tehuel, con la pregunta que desde hace tres años se escucha en las calles y hoy es un grito de lucha: “¿Dónde está Tehuel?”. Recién a las once de la mañana, luego de que se acomodaron los allegados de la víctima en la sala, los jueces dieron inicio a la primera jornada. 

Este proceso de diez audiencias y cuyo último encuentro se prevé para el viernes 26, en plena feria judicial, consta inicialmente de dos jornadas de apertura, para luego dar lugar a un juicio técnico por el cual pasarán casi un centenar de testigos, donde se expresarán los alegatos y, finalmente, será dictada la sentencia. Por otro lado, el juicio por jurados al que se someterá Montes aún no posee una fecha confirmada.

A lo largo de estos diez encuentros, el equipo de abogados de Norma Nahuelcura, la mamá de Tehuel, conformado por Flavia Centurión, Cristian Ariel González, María Dolores Amaya y Pilar Rodríguez Genin, intentará probar que no solo se trata de un homicidio, sino que este fue motivado por odio hacia la identidad de género de la víctima. Esto, además de ser un agravante, establecería un precedente en la historia de la justicia penal argentina al ser la primera sentencia por trans-homicidio del país. Por otro lado, la defensa buscará negar la participación de Luis Ramos en la desaparición de Tehuel, y utilizará la negación del padre del joven, Andrés de la Torre, de la necesidad de un juicio como argumento para la inocencia de Ramos.

Los testigos

En una primera jornada, que se extendió hasta las tres y veinte de la tarde, se presentaron seis testigos: Norma Nahuelcurá, la madre de Tehuel, Michelle Leyes, la novia del joven, Catalina Solás, expareja de Ramos, Julio Aguero y Romina Soledad Loboso, vecinos del barrio, y Ricardo García, quien vivió unos meses junto a Ramos y su madre. Excepto el último de los testigos, todos coincidieron en pedir a los jueces dar testimonio sin Ramos presente, con un motivo unánime: miedo a sufrir represalias por parte del acusado, en venganza por sus declaraciones.

La primera en hablar fue Nahuelcurá, dando cuenta de la infancia de Tehuel y cómo este, desde pequeño, había expresado su identidad de género: “Desde chico se vestía como varón; no le gustaba usar pollera y jugaba al fútbol con varones. Con Michelle llevaban dos años juntos, y Tehuel siempre fue el varón. Michelle tiene un nenito que lo llamaba [a Tehuel] papá”. 

A continuación, Nahuelcurá realizó una cronología desde el jueves 10 de marzo de 2021, la última vez que vio a su hijo con vida. “Las siguientes novedades que tuve fueron el sábado, porque vi que desde el jueves no le llegaban los mensajes a Tehuel ni se había vuelto a comunicar conmigo, así que hablé con Michelle y le pedí que haga la denuncia a la comisaría”, comenta Norma, y agrega: “Michelle me dijo que se había ido a hacer una changa como mesero con un tal “Luigi”. Después me enteré que era Luis Ramos”.

Tanto Norma como Michelle hicieron hincapié en la situación de desocupación que vivía Tehuel, y cómo la falta de un ingreso fijo lo preocupaba. “Su situación económica era nada. No podía conseguir trabajo y eso lo tenía incómodo al sentirse cabeza de un hogar”, comentó la mamá, y continuó relatando que “se ofrecía a hacer changas para sobrevivir”. En consonancia con esto, Leyes habló de las complicaciones económicas del joven: “Tehuel no conseguía trabajo por su orientación, por ser transexual. No lo quisieron tomar en un comercio porque según ellos capaz un día se arrepentía y quedaba embarazado”. 

Por otro lado, y en referencia al acusado, Julio Aguero habló sobre el carácter violento de Ramos. “Nosotros estábamos en la canchita jugando a la pelota. Ramos pasó caminando mientras nos gritaba para buscar problemas, con un cuchillo en la mano”, compartió Aguero. “Nos persiguió como dos cuadras y después se fue con una chica de pelo corto”, agregó. En referencia a esto último, se barajó la posibilidad de que el acompañante de Ramos en ese momento hubiera sido Tehuel, ya que la descripción de su vestimenta coincide con la del testimonio de Leyes, la última vez que vió a su pareja.

El retrato de “el odio”

Entre los testigos que pidieron la ausencia de Ramos en la sala, se encontraba Catalina Salas, ex pareja del acusado. “Acosaba a las mujeres y era violento con los hombres, no le gustaba que los hombres estuvieran con hombres ni las mujeres con otras mujeres”, dijo sobre su homofobia.

Los abogados de la familia de Tehuel pidieron a los jueces la obligatoriedad de juzgar con una perspectiva de género, sosteniendo que se trata de un trans-homicidio. El asesinato de Tehuel se encontró motivado por el odio, lo que sirve de agravante al homicidio. Según compartió Cristian González, el desafío más grande de este proceso es probar ante la justicia este odio. En consonancia con esto, Flavia Centurión afirmó: “Tenemos pruebas suficiente para demostrar un homicidio cuyo motivo fue el odio y la falta de tolerancia hacia una persona que tiene un género no binario”.

Salas compartió a los jueces que Ramos, durante su noviazgo la había golpeado reiteradas veces, incluso habiendo llegado a causarle un aborto espontáneo. Además, acusó a su ex pareja de haber abusado sexualmente de su hijo y afirmó que si bien realizó la denuncia en su momento, aún se encuentra sin respuestas por parte de la justicia. “Se lo conoce en el barrio como el loco del cuchillo”, compartió Michelle Leyes.

En línea con lo expuesto por Salas, Leyes declaró que “Tehuel me contó sobre la denuncia por abuso a un menor que tenía Ramos, y que tenía comentarios babosos sobre las chicas con las que militaba“. Leyes confió a la justicia que esto la hacía sentir desconfianza hacia el acusado. Por otro lado, la pareja de Tehuel sostuvo que Ramos se refería a Tehuel en femenino: “Averigüé a través de los vecinos dónde vivía Ramos y le di el dato a la policía. Fuimos a su casa y nos dijo que Tehuel no estaba ahí, que pasemos a buscarla, en términos femeninos”. 

Más adelante, Leyes recordó que en un llamado telefónico con Ramos, el acusado le dijo “cómo me vas a decir eso si yo la quiero mucho”, a pesar de que Michelle sostiene que solo le había preguntado si conocía el paradero de Tehuel, ya que había sido el último en tener contacto con él. 

Además, sobre la situación económica de Tehuel, tanto su madre como su pareja coincidieron sobre las dificultades que sufría. Leyes declaró que Ramos le daba plata semanalmente a Tehuel, afirmando que no hacía falta que la devuelva. Además, habló sobre un préstamo de 2000 pesos que le había hecho el acusado a Tehuel.

“Michelle pareja de Tehuel describió la angustia que este sentía por no conseguir trabajo y ser sostén de hogar”, afirmó González en diálogo con ANCCOM. “Esta situación era aprovechada por Ramos para generar una dependencia económica, dándole dinero cada dos semanas, ofreciéndole changas, situándolo en una posición de proveedor a quien se le debía solicitar el sustento para la familia de Tehuel”, apuntó.

El equipo de abogados de la familia de Tehuel hizo hincapié en la violencia, manipulación psicológica y sujeción económica que ejercía Ramos sobre Tehuel, todo como prueba de que se trató de un homicidio agravado por odio.

“Los testimonios de hoy han marcado el perfil violento, agresivo, machista y patriarcal de Ramos”, reconoce González. “La defensa trató de mostrar que Ramos lo consideraba un par, que lo trataba de “Bro”, pero todas las personas que testificaron dijeron que Ramos al momento de hablar de Tehuel, hablaba de la “chica-chico”, o se refería a Tehuel en femenino, algo que también ha quedado comprobado por los chats que fueron enviados desde el teléfono de Ramos a la pareja de Tehuel.

En las calles

Afuera, en las calle donde se ubica el Tribunal, se encontraron acompañando el minuto a minuto del juicio diversas organizaciones sociales y representantes de organismos, entre ellos, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el frente de Orgullo y Lucha, Pan y Rosas, Rosario Castelli en representación del exministerio de Mujeres y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, entre otros. 

En medio de carteles con el interrogante “¿Dónde está Tehuel?” o frases como “No hay justicia si lxs trans están vivxs de pedo”, la convocatoria contó con dos intervenciones de los abogados de la familia de Tehuel y Norma, una durante el almuerzo y la otra hacia el final de la jornada, para compartir la situación de la audiencia y para agradecer el apoyo. 

Rosario Castelli dijo a ANCCOM que “este juicio va a sentar un precedente para todos. Si no hubiéramos hecho presión, no se estaría dando el juicio ahora. Es fundamental ocupar la calle”. Por otro lado, agregó que espera que “la justicia contemple el odio hacia la identidad de género en el fallo. Esto sentaría un precedente, sobre todo en este momento en que los crímenes de odio son promovidos incluso desde el gobierno nacional que cerró todas las áreas de género”.

Finalmente, Nahuelcurá cerró la jornada dando las gracias por el apoyo. “Me siento muy contenida”, afirmó. “Agradezco el acompañamiento que me están dando. Me siento muy entera”. 

 

¿Escuelas mordazas?

¿Escuelas mordazas?

El mismo día del paro nacional docente, el vocero Manuel Adorni informó que el Gobierno planea penalizar el “adoctrinamiento” en las escuelas. ANCCOM habló con el Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires Alberto Silioni y con distintos educadores para conocer su opinión

El vocero presidencial Manuel Adorni expuso la intención gubernamental de modificar la Ley de Educación Nacional con el fin de penar a los docentes que lleven a cabo un “adoctrinamiento” a los alumnos, el jueves último durante una conferencia de prensa, el mismo día del paro nacional de maestros. También informó la futura apertura de un canal de comunicación donde las familias puedan denunciar a los docentes.

“Penalizar el adoctrinamiento es una cortina de humo, el Gobierno lo dice un día de paro docente por la quita de los recursos no sólo a la educación obligatoria, sino también a la universitaria. No sabemos a qué se refieren con adoctrinamiento, ellos son los que no saben diferenciar entre adoctrinar y educar”, opinó en diálogo con ANCCOM Alberto Sileoni, Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.

El vocero del Gobierno justificó esta medida por lo sucedido en Punta Indio durante el acto por el aniversario de la Guerra de Malvinas en la Escuela Secundaria N°4. Allí, algunos veteranos se retiraron por el discurso que efectúo una docente de Historia al cuestionar el rol de los medios de comunicación en la última dictadura militar. Según Adorni, este es un claro ejemplo de “contenidos en aulas y actos teñidos de militancia”. Sileoni reflexionó: “Lo que no entienden es que las aulas no son un sitio neutral sino que son sitios donde transcurre la vida. Y tampoco entienden que los alumnos no son sujetos vacíos sino que son muchachos y muchachas pensantes”. Además, el responsable de la cartera educativa de la provincia de Buenos Aires agregó: “Si de la escuela no todos salen pensando lo mismo es porque la escuela ha tenido un éxito, permitió que se libere el pensamiento, priorizando la pluralidad de ideas y voces”.

El discurso del mal llamado “adoctrinamiento” está instalado en la sociedad hace muchos años con la excusa de que los chicos y chicas tienen una “bajada de línea política”. María Eugenia Silvera Basallo, profesora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, opinó sobre los dichos de Adorni: “Instalar la idea de adoctrinamiento es poner en discusión el rol de las y los educadores. Funciona como un gancho para determinados sectores, desacredita y desprestigia la autoridad docente, que no es precisamente una figura autoritaria”.

El prejuicio que se le tiene al rol docente proviene del oficialismo que hace tiempo busca ir en contra de la pedagogía de la  memoria. Julián Fernández, profesor del Instituto Superior de Actividades Deportivas expresó: “El adoctrinamiento para el oficialismo es la enseñanza de todo lo que se le opone. Necesitan una escuela que justifique sus políticas, no que vaya en contra de ellos”. Asimismo, el Director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires describió: “Un nuevo intento de instalar un canal delator va a fracasar como ya fracasó cuando el macrismo lo implementó en la Ciudad y a nivel nacional. No creemos que haya que incentivar a delatar, sino que creemos en una escuela que enseñe, que abrace, que cuide y que sobre todo aliente el pensamiento crítico”.

El Gobierno tiene el objetivo de modificar los Artículos 11 y 126 de la Ley de Educación Nacional teniendo como finalidad la total despolitización de un área de crecimiento y aprendizaje como es la escuela. Si bien el proyecto debe ser aprobado por ambas cámaras, la intencionalidad no solo es desfinanciar la educación pública y ahogarla con el ajuste, sino también ir en contra de los mismos docentes. Florencia Mancini, docente de bachilleratos populares indicó: “Como no pueden disputar ideológicamente porque sus ideas no contactan con la sociedad quieren reproducir el miedo. Pero el proceso de adoctrinamiento lo están haciendo ellos, al fin y al cabo, porque si hablás de más o te movilizas te echan”. Los docentes son un eslabón elemental para formar a la ciudadanía en valores democráticos. “No al adoctrinamiento, si a la enseñanza, sí a la libertad de opiniones y sí a los docentes que opinan libremente con sus alumnos”, finalizó Sileoni.