Paro de los que mueven

Paro de los que mueven

Los trabajadores del transporte -excepto colectiveros- paran hoy contra el ajuste. La UTA, en cambio, lo hará mañana. Se suman los gremios universitarios y ATE. El gobierno utiliza recursos públicos para desprestigiar a los sindicalistas en medio de las protestas. ¿Qué pasa con la privatización del Belgrano Cargas?

Los principales gremios del transporte, tanto de pasajeros como de carga, realizan un paro de actividades desde las 00 horas de hoy, 30 de octubre. No hay servicio de trenes, aviones, subtes ni barcos, mientras que el principal gremio de los choferes de colectivo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), realizará un paro mañana, jueves 31, diferenciándose así de la conducción del sindicalista Pablo Moyano.

Otros sectores que mantienen sus reclamos al Gobierno nacional, como los trabajadores del Estado, los docentes y no docentes universitarios y los movimientos sociales, también se adhieren a la protesta, realizando paros, cortes y ollas populares en distintos puntos del país.

La medida sindical se realiza “en defensa de la soberanía de los trabajadores, contra el ajuste del gobierno a la clase obrera y por la libertad sindical y las paritarias libres. Además de expresar nuestro apoyo a la lucha de los jubilados y los estudiantes universitarios”, afirma Nestor Segovia, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, en comunicación con ANCCOM. Según el dirigente, “el poder adquisitivo en lo que va del año cayó un 40%, y la empresa nos ha quitado un bono que está firmado en acta y no sabemos si lo vamos a cobrar.”

Por su parte, el Poder Ejecutivo Nacional busca desacreditar el reclamo por distintos canales de comunicación. En su conferencia de prensa del martes 29 de octubre, el vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que “esta semana paran los privilegiados, los que pueden darse el lujo de parar.”

Es un caso singular el de los ferroviarios, ya que precisamente su secretario general, Sergio Sasia ha decidido no plegarse al paro resuelto en la Mesa Nacional de Transporte.

Por la tarde del mismo día, se difundió un mensaje a través de la aplicación Mi Argentina, donde se leía: “Los sindicalistas no te dejan trabajar. (…) Para cuidar sus privilegios, este miércoles no habrá servicios de transporte”. Dejando en claro que los recursos del Estado en ciertos casos pueden servir para difundir propaganda política, hecho que va en contra del discurso anarcocapitalista que en su momento los llevó al poder.

Adorni finalizó su alusión al paro haciendo referencia a la Unión Ferroviaria, aseverando que “defiende servicios de una calidad peor que la de hace medio siglo”. El secretario general de la Unión Ferroviaria seccional Oeste, Rubén “Pollo” Sobrero, responde en diálogo con ANCCOM: “Lo que buscan es generar un clima propicio para las privatizaciones, como ya ocurrió con el Belgrano Cargas. Pero no te cuentan que quedarán miles de pueblos aislados con estas medidas, y que la tasa de accidentes ferroviarios fue mucho peor durante las diferentes gestiones privadas que prometieron hacerse cargo del servicio”.

Es un caso singular el de los ferroviarios, ya que precisamente su secretario general, Sergio Sasia ha decidido no plegarse al paro resuelto en la Mesa Nacional de Transporte. Mónica Schlotthauer, delegada de base del Tren Sarmiento y Diputada Nacional por el FIT, comenta en diálogo con ANCCOM que “Sasia ya está en el negocio de la entrega de los ferrocarriles. Milei se comprometió en darle el 10% de las acciones del Belgrano Cargas”. Además, Mónica cuenta que la decisión de no parar fue inconsulta con los trabajadores, y que no se ha convocado una asamblea para definir la acción del gremio. “Motivos para hacer una huelga sobran, pero no sabemos qué harán los dirigentes. En cualquier caso, el plan de lucha continuará, porque ya sabemos que este presidente no desea acordar con el pueblo trabajador”, sentenció la diputada Schlotthauer.

Aniversario de un hito para las políticas de memoria, verdad y justicia

Aniversario de un hito para las políticas de memoria, verdad y justicia

Este miércoles se cumple un nuevo aniversario de la derogación de las leyes Punto Final y Obediencia Debida. En medio del resurgir negacionista, el abogado Alan Iud y la nieta restituida Claudia Poblete advierten: «Seguiremos dando las discusiones que haya que dar».

Un 21 de agosto del año 2003, el Senado de la Nación sancionó la anulación e inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, que mantenían impunes a los represores de la última dictadura cívico-militar que habían cometido delitos de lesa humanidad. El secretario ejecutivo en el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, Alan Iud -y durante muchos años coordinador del equipo Jurídico de Abuelas de Plaza de Mayo- y la nieta restituida Claudia Victoria Poblete Hlaczik, reflexionan sobre este momento histórico para los Derechos Humanos.

 

Negacionismo vs. conocimiento

Claudia Victoria Poblete Hlaczik cuenta que para ella “el mejor antídoto contra el negacionismo es el conocimiento: Hoy las generaciones tienen acceso a la información porque está muy a la mano. A través de esos mismos teléfonos celulares donde les llegan estas versiones negacionistas, están las otras versiones, y cuando uno las enfrenta son ineludibles. Eso es lo que me pasó a mí. Cuando me enfrenté a la verdad me di cuenta de que, claramente, me habían estado engañando todo el tiempo”.

En el año 1986 y 1987 se promulgan las leyes Punto Final y Obediencia Debida, respectivamente, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. La Ley de Punto Final establecía un plazo de treinta días para realizar la denuncia y reclamar justicia por los delitos cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Una vez transcurrido ese lapso, los represores que no habían sido llamados a declarar antes de los sesenta días, quedaban impunes de los delitos que incluían desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos, torturas, apropiaciones de menores y violaciones de decenas de miles de personas. La ley se sancionó un año después del Juicio a las Juntas Militares, dejando solamente punibles a los que habían sido juzgados y condenados hasta ese entonces: los dictadores Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini y Orlando Ramón Agosti.

Por otra parte, la Ley de Obediencia Debida establecía que aquellos militares de grado menor al de Coronel no podían ser juzgados por los delitos cometidos (exceptuando en casos de apropiación de menores y robo de inmuebles de las personas detenidas-desaparecidas). Alfredo Ignacio Astiz, Adolfo Donda y Antonio Domingo Bussi, fueron algunos de los represores y torturadores favorecidos por esas leyes de impunidad. Se sumaron en el año 1989 y 1990, los indultos del entonces presidente Carlos Menem que le perdonó la pena a los militares que habían cometido crímenes durante la dictadura de 1976.

Las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo en conjunto con los movimientos sociales defensores de los derechos humanos comenzaron un largo proceso de búsqueda de justicia que incluyó la denuncia de los crímenes de lesa humanidad en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También, comenzaron a realizarse juicios en España, Italia, Francia y Alemania, por aquellos ciudadanos, en principio de la nacionalidad de esos países, que habían sido víctimas de la dictadura en Argentina. Claudia Victoria Poblete Hlaczik explica: “Acá es la justicia ordinaria la que juzga a los represores y los condena. Eso es prácticamente único en los procesos, ya sea en los de Alemania, los de España -que es inexistente-, o en Chile. Argentina es reconocida mundialmente por eso. Es algo de lo que nos podemos sentir orgullosos”.

Posdictadura se refuerza la lucha territorial, en las calles, con los escraches y las movilizaciones; en particular, con la marcha masiva realizada a los 20 años del golpe de Estado. El abogado Iud cuenta que “Argentina se distingue porque tiene un movimiento de derechos humanos muy activo, muy sólido, liderado por las víctimas, los familiares, las madres, las abuelas, que han tenido un liderazgo y una persistencia que por ahí en otros países de la región no se ha visto”.

A fines del año 1996 se inicia la causa por el Plan Sistemático de Apropiación de Niños y Bebés. Como explica el abogado Iud: “Cuando se dicta el fallo del juicio a las juntas, había pocos nietos restituidos. Se conocía poco de la dinámica de apropiación de niños. Ya para fines de los noventa había muchos más casos resueltos y eso permitía afirmar que había existido una práctica sistemática de apropiación de niños que permitía atribuir la responsabilidad, ya no solo a los apropiadores a título individual, sino también, a los jefes de la fuerza”. En el año 1999, el juez federal Gabriel Cavallo dictó la anulación e inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en el caso del represor y torturador del centro clandestino de detención “El Olimpo” Julio Héctor Simón. En la causa se investigaba la apropiación de Claudia Victoria Poblete Hlaczik. “Yo me había criado con este matrimonio –cuenta la nieta restituida-, ellos siempre me habían dicho que yo era su hija pero yo ya a los veinte años me daba cuenta que no podía haber sido biológica de ellos por las edades que tenían”. Luego, recuerda: “Creía que eran sobreprotectores. En realidad, lo que pasaba es que no me dejaban ir sola a ningún lado, me llevaban, me traían. Yo lo vivía como sobreprotección pero la cosa es que cuando este juez viene y me cuenta esta posibilidad, a mí me resuenan todas estas pequeñas dudas que yo había tenido durante mi adolescencia y mi niñez, y decido ir a hacerme el examen de ADN”.

De esta manera, se pudo probar la apropiación, a la vez que, la tortura y desaparición de sus padres: José Poblete y Gertrudis Hlaczik. La Cámara Federal confirmó la sentencia en el año 2001. Aunque limitado a este caso, el fallo sentó un precedente importante que permitió la apertura de otras causas similares y el juzgamiento de los autores de los hechos. “Lo que me empecé a dar cuenta es que de cierta forma había un paralelismo entre lo que había pasado en el país y lo que me había pasado a mí”, dice Claudia.

En 2003, la periodista y psicóloga social Patricia Walsh, hija del periodista y escritor desaparecido por la dictadura militar, Rodolfo Walsh, redactó y presentó en conjunto con otros diputados y diputadas, el proyecto de ley para la anulación de las leyes de impunidad. La misma es impulsada y promulgada, tras su sanción en el Congreso, por el presidente Néstor Kirchner y rectificada en el año 2005 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. De esta manera, las leyes de Punto Final y Obediencia Debida quedaron sin efecto, no solo en el caso del represor Julio Héctor Simón, sino también, extendiéndose a todos los casos que habían quedado impunes hasta esa fecha. Alan Iud, reflexiona: “Es un trabajo de construcción de memoria, de estrategia en el plano judicial, pero también en el plano de la movilización social, del trabajo territorial, político, con sindicatos, con escuelas, en todos los planos, que hizo que hubiera una demanda muy fuerte de justicia de toda la sociedad no solo del movimiento”.

 

Volver a dar las discusiones

“Lo importante es que esto es el fruto de una lucha colectiva, una de las cosas más grandes que nos legan las Abuelas, las Madres. Las Abuelas no buscan a un nieto, buscan a todos, a los de todas. De hecho, mi abuela (Buscarita Roa) sigue hace más de veinticuatro años en Abuelas a pesar de que me encontró a mí”, cuenta Claudia Poblete. “Nosotros estamos dispuestos a volver a dar todas las discusiones que haya que dar. No hay ningún problema”.

El gobierno de Javier Milei desfinanció políticas clave para el proceso de memoria, verdad y justicia y despidió masivamente a trabajadores que las llevaban adelante, desmantelando estructuras centrales para la defensa y promoción de derechos humanos, dejando en suspenso también políticas públicas para la preservación y funcionamiento de los espacios de memoria. Además de mantener un discurso expresamente negacionista desde la campaña electoral, formalizó recientemente el cierre de la Unidad de Investigación, dependiente de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), un organismo que tiene la función de investigar el paradero de aquellas personas apropiadas durante la dictadura. A esto se le suma la reciente visita a los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza, por parte de seis diputados libertarios: Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci y Alida Ferreyra.

Iud expresa una fuerte preocupación, frente a la expresa intencionalidad de integrantes del gobierno libertario de buscar la impunidad para los genocidas de la nación: “La situación es muy preocupante porque hay un avance muy claro del gobierno contra las políticas de memoria, verdad y justicia en el terreno de de su implementación y también en el discurso público que es la gran diferencia con otros períodos anteriores complicados”. El especialista advierte: “La diferencia es que hoy hay un gobierno que trabaja, no solo erosionando las políticas en la práctica, sino también fundamentalmente sobre el consenso social. Está tratando de desarmar ese consenso”.

En sintonía con lo expresado por Iud, Poblete cuenta: “Estos discursos de ahora me resuenan porque fueron los que me criaron a mí”. En este sentido, refuerza que la lucha de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo se encuentra vigente, que no es algo del pasado y este momento permite dar cuenta de todo el trabajo incansable que se realizó para que pudiera ser posible el juzgamiento de los represores, como también la búsqueda y restitución de la identidad de los niños, niñas y bebés apropiados: “Los bisnietos y bisnietas de las abuelas (hijos e hijas de los nietos y nietas buscados) también tienen su identidad cambiada hasta que sus padres no la puedan conocer. Eso es lo que nosotros queremos reparar. Queremos que esas personas puedan saber quiénes son. Los invitamos a eso”. Y concluye: “Aunque las Abuelas están viejitas y cada vez pueden hacer menos, nosotros, nietos y nietas, hermanos y hermanas que buscan hermanos y hermanas vamos a seguir con esa tarea”.

 

El gobierno intenta frenar la búsqueda de los nietos desaparecidos

El gobierno intenta frenar la búsqueda de los nietos desaparecidos

A través de un proyecto de decreto, Abuelas de Plaza de Mayo tomó conocimiento de la intención de eliminar la Unidad Especial de Investigación (UEI) para la búsqueda de los nietos y nietas apropiados por el terrorismo de Estado. Salió a denunciarlo y pedir que se revea la medida.

Un proyecto de decreto impulsado por el Poder Ejecutivo intenta cerrar la Unidad Especial de Investigación (UEI) para la búsqueda de niños desaparecidos como consecuencia del accionar del terrorismo de Estado. La información se filtró y alarmó a Abuelas de Plaza de Mayo que salió a denunciarlo un comunicado de prensa: “La eliminación de la UEI ralentizará la búsqueda de nuestros nietos y nietas y resultará un perjuicio para la ciudadanía, un obstáculo para la justicia y un gasto para el Estado”. Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido por Abuelas y actual miembro de la Comisión Directiva de la organización, detalló: “Desde el punto de vista de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia esto es algo gravísimo, pero hay que entender que se están llevando puesto todo, es un desgobierno, no hay una sola medida a favor de la ciudadanía”.

El decreto se filtró el miércoles y solo necesita la firma del presidente Javier Milei para entrar en vigencia, por eso desde distintas personalidades y organizaciones salieron a manifestarse solicitando al gobierno que revea la medida. Verónica Castelli, hija de desaparecidos quien desempeñó tareas en la UEI, remarcó que “la medida va en la línea del gobierno, que viene reivindicando a la dictadura militar desde su campaña, pero igualmente apelamos a la reflexión porque Argentina es reconocida en materia de Derechos Humanos y esto implicaría un retroceso”.

La UEI fue creada en 2004 a través de un decreto, dentro de la órbita de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Co.Na.Di.). “La Unidad se funda en el marco de un pedido histórico de todos los organismos de derechos humanos, de los familiares y de los sobrevivientes del golpe al Estado Nacional para que se abran los archivos para saber qué pasó con todas y todos los desaparecidos”, señaló Castelli, quien además explica que “a través del decreto lo que se hizo fue habilitar a la Co.Na.Di funciones de investigación que le permitan acceder a toda la documentación con la que ya cuenta el Estado Nacional”. 

Castelli integró la agrupación H.I.J.O.S, querelló en juicio de lesa humanidad y se encontró con su hermana, que estuvo apropiada durante 31 años, en julio de 2008. Ella sabe de la importancia de las herramientas desplegadas por el Estado durante estos 40 años de democracia. Sobre su paso por la UEI reflexiona: “Es algo que me llena de orgullo, que me permitió y me permite llevar adelante algo de lo que siempre fui consciente y es que en este país, lamentablemente, en el inicio de la democracia las victimas tuvimos que aprender a repararnos a nosotras mismas, tuvimos que volvernos investigadores, tuvimos que aprender de derecho para poder hacer lo que el Estado no hacía y después, de a poco, el Estado fue tomando toda nuestra experiencia y me parece súper importante un Estado que defiende los derechos de la gente y la UEI existe porque es un derecho de la sociedad argentina”.

Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido por Abuelas y actual miembro de la Comisión Directiva. Archivo. 

“No es cierto que cada uno de los poderes del Estado cumpla solo con la función primaria que le compete, así como el Poder Ejecutivo tiene la tarea de administrar, también cumple con tareas  legislativas, sino no podría emitir decretos por ejemplo”, dice Pérez Roisinblit.

En el proyecto de Decreto que busca eliminar la UEI, el argumento central es la superposición de funciones del Poder Ejecutivo Nacional por tratarse de temas que competen al Poder Judicial. Para Verónica Castelli este argumento no es válido, porque “es importante que los tres poderes del Estado se comprometan con la búsqueda de los chicos, ya no tan chicos, apropiados por la dictadura militar”. En este sentido, Pérez Roisinblit sostiene que “no es cierto que cada uno de los poderes solamente cumple con la función primaria que le compete, así como el Poder Ejecutivo tiene la tarea de administrar, también cumple con tareas legislativas, sino no podría emitir decretos por ejemplo”. Castelli también explica que “la importancia de la UEI radica en que permite realizar investigaciones de las miles y miles de denuncias que el pueblo argentino acerca cotidianamente para esclarecer la identidad biológica de muchas personas sin necesidad de abrir un proceso judicial”. 

La política del Gobierno de Milei en materia de Derechos Humanos es fuertemente criticada por diversos organismos nacionales e internacionales y esta medida solo aumenta tensiones “que se haya filtrado un proyecto de decreto de este tipo no es poco, creo que están tratando de medir la reacción de la sociedad ante esta medida”, sostiene Pérez Roisinblit. En lo que se refiere a las medidas que tomarán desde Abuelas de Plaza de Mayo, Pérez Roisinblit explayó: “Vamos a recurrir a las distintas instancias, si tienen que ser las nacionales serán las nacionales y si tienen que ser las internacionales, serán las internacionales”.

Madre coraje

Madre coraje

A los 94 años murió Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo. La dictadura desapareció a su a su hijo Carlos, de quien nunca se conoció su paradero. Desde aquel día, cambió su vida de ama de casa por la de una incansable militante social reconocida internacionalmente. Solo armada con su pequeño cuerpo se animó a entrar sin compañía alguna, en plena dictadura, al Centro Clandestino La Mansión Seré en busca de los secuestrados. Hasta sus últimos días acompañó de manera activa a todas las causas que luchaban por la ampliación de derechos y por un mundo más justo. Mirá los retratos que le tomó ANCCOM.

Astrología para paliar la crisis

Astrología para paliar la crisis

En lo cotidiano se percibe un creciente interés de mujeres jóvenes por la astrología. Una encuesta de la consultora Sentimientos Públicos fundamenta este vínculo a partir de cierta dificultad para la construcción de miradas a futuro. ¿Es contradictorio este dato en tiempos de olas verdes?

Quienes se mueven en ciertos círculos de mujeres jóvenes, por debajo de los 40 años, perciben un creciente interés por la astrología. En ese sector parecería multiplicarse como sentido común la validez de arquetipos astrológicos creados a partir de las constelaciones vinculadas a la mitología griega y que tienen más de 2000 años. Pese a que no tienen ningún fundamento científico, mujeres de variados niveles educativos vuelven con naturalidad a esta forma de pensamiento mágico para encontrar explicaciones para el amor, los vínculos pero incluso para explicar fenómenos sociales o históricos. 

¿Es realmente una tendencia? Una reciente encuesta brinda una perspectiva amplia a este fenómeno en crecimiento.

 Datos

 Según el estudio “La astrología: Una religiosidad de la nueva Argentina”, realizado por la consultora Sentimientos Públicos, con un total de 3.500 casos a nivel nacional, hay una relación entre consumir astrología, el contexto de inflación y la dificultad para construir miradas a futuro. De acuerdo a la segmentación, a un 38% de los encuestados le parece que la astrología se trata de una fantasía, algo que no tienen en cuenta, pero no le molesta mientras que un 37% no le presta atención pero le gustaría saber más. A estos dos resultados a favor, le sigue un porcentaje que orienta sus opciones amorosas (9%) y decisiones de vida (7%) a partir de información proveniente de la astrología. Sólo a un 9%  le molesta su influencia en la gente. Si se discrimina por género un 15% de hombres se ha hecho la carta astral, contra un 25% en mujeres.

Otro dato que podría llamar la atención es que entre la gente que votó a Myriam Bregman un 18,3% asegura que las astrología “orienta mis opciones amorosas” o “Me hace entender mejor mis emociones”.

Entre las conclusiones a las que llega la consultora, aparece que “la astrología es una religiosidad en expansión” y “permite el análisis de los contextos emocionales y de los vínculos afectivos en una época de precariedad”, además de que la asumen como “consumible en términos individuales pero con una muy positiva tasa de conversión a lo gregario”, es decir, con tendencia a reafirmar un carácter de comunidad alrededor de sus seguidores, algo que les da un espacio de pertenencia donde compartir sus deseos, miedos o dudas.

Estas comunidades suelen ser mayoritariamente de jóvenes mujeres, dos cualidades que coinciden con un tiempo de demandas sociales de los feminismos hacia reivindicar las autonomías y la equidad. También suman que “representa a una nueva Argentina de clase media baja, empobrecida y sumida en la incertidumbre y la falta de referencias éticas”.

Hernán Vanoli, sociólogo y director de Sentimientos Públicos, asegura que detectaron que “a menor nivel socioeconómico había una mayor proclividad a considerar seria o vitalmente la astrología” y que “esto nos habla de que las élites mantienen otra relación con la espiritualidad”, aunque aclara que en el estudio no se desarrolló la relación de las clases más altas con otras corrientes como el tarot o los registros akáshicos. “Esto no significa que siempre la astrología se use para sobrellevar crisis económicas o políticas. Puede hacerlo, pero es una clave de lectura relacional para entender la historia y los padecimientos personales que está menos presente en las élites”, explica Vanoli.

Desde la consultora creen que existe una relación entre esa mayoría y el género determinada “por las características histórico-sociales que se asignaron a las identidades de género” y que a largo plazo creen que “se irá normalizando porque los jóvenes en general son más proclives” a este tipo de consumos. Si bien no se puede prever el futuro mediante una encuesta, Vanoli sostiene la necesidad de investigaciones subsiguientes y diferenciar bien las variables que intervienen.

 

Una mirada feminista

Danila Suarez Tomé, filósofa feminista, investigadora y docente universitaria, cree que la astrología, el tarot, los registros akáshicos o el reiki no son simplemente parte del  “pensamiento mágico” y prefiere llamarlas “prácticas culturales esotéricas” o “pseudocientíficas”. En este sentido, la licenciada sostiene que apelan a modos de pensamientos por correspondencia, entablando conexiones simbólicas dentro de la realidad: “Se habla de una naturaleza viva en la que hay un flujo de energía, en donde se supone que el conocimiento de estos pensamientos requiere una iniciación o un conocimiento especializado, un médium o alguien que haga de intermediario”.

Para Tomé estas prácticas esotéricas funcionan “mercantilizadas” y son ofrecidas de maneras agradables, fácilmente memificables y como recursos para lidiar en el corto plazo con angustias e incertidumbres. También las ve como “una nueva forma de esencializar las identidades” por funcionar mediante arquetipos y pensamientos deterministas: es el caso de quienes ven que, al coincidir en fecha o mes de cumpleaños con otra persona, deducen rasgos de personalidad como que “quienes nacen de Piscis son extremadamente sensibles” o “si sos de Leo tenés que ser muy seguro de vos mismo”. De alguna manera las contradicciones naturales de las personas se aplanan y se encajan en arquetipos preestablecidos habilitando también la posibilidad de emitir opinión sobre la personalidad del otro.

Sobre la apropiación que hacen de la astrología algunos feminismos, Suarez Tomé afirma que una razón sobre esta atracción pasa por “el objetivo de captar un mercado”, es decir de sólo tomar al movimiento feminista como un público potencial más: que el feminismo sienta un gusto hacia este tipo de prácticas no quita los aportes que históricamente se han dado desde el movimiento. En este sentido, más allá de esta atracción, Suárez Tomé ve que el feminismo ha tomado a la producción científica “en favor de la liberación sexual y la disrupción de jerarquías de género”. Es decir, que aunque existan ciertas manifestaciones en el mainstream que muestran “preferencias hacia los consumos esotéricos, el feminismo no tiene una tendencia natural” hacia estos y ha hecho aportes sustanciales para una mirada de género sobre las ciencias.

Suárez Tomé también asocia que “lo femenino genera alejamiento” en la producción de conocimiento, dados los ejes sexistas en la ciencia moderna: “Las mujeres hemos sido expulsadas del sujeto epistémico. Es difícil pensar en una ciencia feminista o un movimiento feminista apropiándose de la ciencia. Es una herramienta difícil de agarrar y es una institución social muy permeada por la desigualdad de género”.

En las marchas feministas suele repetirse el canto: “Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar”. Suarez Tomé, sobre esto, prefiere “recuperar a las brujas” no en sentido literal de la persecución por hacer magia, sino “como las primeras científicas, que generaban medicamentos y tenían prácticas protocientíficas”. “Esa idea de que se necesita el saber de las mujeres para llevar adelante la práctica científica-biomédica es una idea que apoyo. En muchos casos se han tenido que organizar por fuera, para generar conocimiento sobre sus cuerpos: es el caso de las feministas de los 70, que tomaron prácticas médicas como activistas y empezaron a producir conocimiento en torno a las diferentes partes del cuerpo de las mujeres que no habían sido exploradas como el placer femenino, la menstruación, el aborto”, explica Tomé.

El ojo de la ciencia

Alberto Rojo, físico y profesor titular del Departamento de Física de la Universidad de Oakland, en Rochester, Michigan, hace unos años  mantuvo un debate sobre el consumo de esta pseudociencia que tuvo una importante repercusión. Allí explica las razones por las que el comportamiento de los astros en el cielo no influye en la personalidad de los humanos y que se trafican muchos conceptos científicos para darle validez injustificada a la astrología.

Para el físico existe una conexión entre consumir “terapias alternativas” como la astrología, el tarot, registros akashicos o el reiki en momentos de crisis políticas y económicas: “La crisis política en el mundo para mí está vinculada a una disminución de la sofisticación cultural de la población. Este fenómeno a su vez está conectado con la transición hacia nuevas tecnologías. El internet y las redes son maravillosas, pero la transición es un proceso que desorienta por lo novedoso”. Desde su punto de vista, “la proliferación desmedida de datos, ni siquiera de información, abre la puerta a un todo vale, a cuestionar la ciencia, las vacunas, los métodos de validación. Y en paralelo, el mundo se hace cada vez más complejo, conocemos más de neurociencias, de cosmología, pero seguimos pensando con arquetipos anteriores a ese conocimiento. La realidad es mucho más sutil”. Al ser consultado sobre la actualidad del tema, sostiene que la gente acude a creer en estas teorizaciones para soportar angustias y afirma: “La validez de estas disciplinas está en que representan una verdad interna, íntima. Si te sirve y estás convencido de que funciona, es válido, del mismo modo que el placebo funciona” y suma que “el problema está cuando uno piensa que la astrología es parte de lo verificable, porque postula un modelo de funcionamiento en el que los secretos del universo pueden leerse o descifrarse”.

Para el físico e investigador este modelo está “en contradicción con el conocimiento monumental adquirido”, detrás del cual están los avances tecnológicos como los celulares, internet, la medicina moderna, entre otros, “curiosamente, todas herramientas tecnológicas usadas profusamente por los detractores de la verdad científica”, concluye.

Es cierto que la ciencia nunca tuvo un desarrollo lineal y distintas formas de astrología acompañaron el estudio de los cielos en distintas culturas. Sin embargo, al menos desde la Revolución Científica, la astronomía dejó atrás a sus primas lejanas. Por otro lado, la liberación de las ataduras, cierta desconfianza de una ciencia que históricamente no aceptó a las mujeres y un contexto preocupante, surge el interés por formas alternativas de pensamiento que den un horizonte y cierto alivio en el encuentro con pares. El precio, sin embargo, puede ser alto y habilitar un comercio que ofrece respuestas fáciles que tienen patas cortas.