La construcción se derrumba (y no solo por la economía)

La construcción se derrumba (y no solo por la economía)

En lo que va del 2024 se produjo una serie de derrumbes en diferentes obras y propiedades linderas de la Ciudad de Buenos Aires. Durante febrero desde UOCRA hizo un relevamiento de obras activas, la mayoría de edificios y detectó graves incumplimientos.

El pasado febrero sucedió un trágico derrumbe en una propiedad lindera a una obra en construcción en el barrio de Caballito. En este accidente se confirmó la muerte de dos hermanos de 75 y 77 años. Los vecinos de la avenida Pedro Goyena al 500 habían pedido en reiteradas ocasiones al Poder Jucicial el cese de los trabajos porque consideraban que entrañaban peligro. En la misma zona, en la calle Río de Janeiro al 200, una pared de otra obra se desplomó dentro de un supermercado chino. También, en la esquina de Uriarte y Costa Rica, Palermo, se desmoronó una casa dejando como saldo fatal la muerte de dos obreros que quedaron atrapados entre los escombros.

La frecuencia de estos acontecimientos revela una problemática que se repite en la Ciudad de Buenos Aires: la falta de control sobre las condiciones en que se realizan las obras. Los vecinos pueden hacer la denuncia por irregularidades en las obras a la línea 147 que permite hacer el seguimiento dentro del sistema de gestión de la ciudad. En su página web la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras, dependiente de la Agencia Gubernamental de Control, informa que “para realizar una obra en tu casa debés tener el permiso del Gobierno y ante una modificación, necesitás el consenso de todos los propietarios. Antes de empezar una obra, el profesional que contrataste deberá darla de alta en la AGC y tendrá que cumplir con las inspecciones obligatorias”.

Un informe desarrollado por la Asociación Civil Defendamos Buenos Aires asegura que en la ciudad hay alrededor de 5.400 viviendas en peligro de derrumbe, sumando departamentos, edificios, casas particulares y obras en construcción. El documento hace hincapié en la falta de controles gubernamentales y según le comentó Javier Miglino, titular de la ONG a Tiempo Argentino, se está violando el Artículo 34 de la Constitución de la CABA que establece que “la seguridad pública es un deber propio e irrenunciable del Estado y es ofrecido con equidad a todos los habitantes”.

Las estadísticas de la UOCRA y los incumplimientos a la CyMAT

Durante febrero, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) relevó 7.914 obras activas en la Ciudad de Buenos Aires. La mayoría de las construcciones son edificios de pisos múltiples y se destacan los barrios de Villa Urquiza, Belgrano, Caballito y Palermo con más de quinientas edificaciones en el mapa interactivo. Además, desde la UOCRA detectaron graves incumplimientos a la Comisión de Condiciones y Medioambiente de Trabajo (CyMAT), como la ubicación del tendido de cables aéreos a no menos 2,40 metros de altura o subterráneos, el mantenimiento y control del orden y limpieza en obras, la protección de aberturas de pisos con cubiertas o barandas de hasta un metro, el apuntalamiento de muros medianeros y el afianzamiento de partes inestables de la construcción.

Para Julio Cesar Neffa, Doctor en Economía del Trabajo por la Universidad de París e investigador superior del CONICET en el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales, existe una estrecha relación entre el proceso de trabajo y la salud, y esto es lo que vuelve fundamental la prevención para aislar a los trabajadores del riesgo y evitar que los descuidos repercutan también en las ventajas competitivas del sistema productivo, algo que difundiría aún más estas prácticas.

“Hace falta una política sustentable, que dure, que se oriente a promover la salud del colectivo de trabajo y no solamente de cada trabajador, que no base su acción en medidas parciales o temporarias”, explica Neffa. “Con frecuencia, entre las medidas de prevención está el uso de los equipos de protección personal, se le exige al trabajador que use un casco, protectores auditivos, lentes, que se ponga las botas de seguridad. Pero esos equipos de protección personal son individuales y protegen a cada trabajador de los riesgos pero no los eliminan ni los reducen”. En su opinión, hay que poner atención, si se quieren identificar los riesgos y hacer prevención, en cuál es el contenido del trabajo y cómo está planteado.

Sin embargo, el último informe provisorio de accidentabilidad laboral a nivel nacional del período enero-septiembre del año 2023 muestra que se notificaron 454.970 casos de accidentes y enfermedades profesionales, con un aumento del 7,2 por ciento respecto de igual periodo del 2022. El total de casos mortales alcanzó 463 fallecimientos: 238 ocurrieron en lugar y en ocasión del trabajo y 225 fueron accidentes de trayecto, un aumento del 10,4 por ciento más que en septiembre de 2022. Según el informe de ese total de accidentes, el 9,2% se dio en la construcción que, a su vez, representa poco más del 3% de los trabajadores registrados, un indicio de lo riesgoso de la profesión.

Prevenir y curar

 La licenciada en Sociología y magíster en Investigación en Salud Laboral por la Universidad de Buenos Aires, Johanna Gerke, explica que la normativa sobre CyMAT es un «piso» para que todos los actores del Sistema de Riesgos del Trabajo tengan una referencia de las medidas mínimas que deberían implementarse. A su manera de ver, como el sistema está basado en la lógica del seguro, son pocas las veces que se llevan adelante medidas verdaderamente preventivas y específicas para cada lugar de trabajo. Por esto es que entiende que los exámenes médicos y los tratamientos de rehabilitación no pueden estar en manos de empresas que persiguen un lucro y cuentan cada centavo que «gastan» en prevención.

La normativa preventiva para la construcción es muy rica y específica; el Estado, la Cámara empresarial y su sindicato son muy activos en relación con otras actividades. Sin embargo, la cultura de la prevención debe ser fuerte y la atención alta en cada lugar de trabajo. “Si queremos reducir costos usando una escalera en lugar de una silleta con arnés para trabajar en altura, no hay control que alcance”, comenta Gerke.

La docente de la Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario, en la Facultad de Agronomía de la UBA, explica que los organismos que intervienen en estos temas son “básicamente dos: el Ministerio de Capital Humano, que vela porque los empleadores incluyan a todas las personas trabajadoras en el Sistema de Seguridad Social, que estén ´en blanco´ y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, que controla que las aseguradoras de riesgos del trabajo cumplan con la normativa del Sistema de Riesgos del Trabajo”. Luego hay otros actores que intervienen y ejercen su propio peso en la CyMAT como la Unión de ART que asesora a las aseguradoras y ejerce presión para que las obligaciones legales de las mismas sean lo más flexibles posible, o los sindicatos, que tienen el importante papel de ampliar los derechos de sus representados. También inciden de distintas maneras las cámaras empresariales, los proveedores de bienes y servicios de las ART, la Cámara Argentina de Seguridad, la Secretaría de Comercio, las Universidades que capacitan a los Servicios de Salud Laboral e Higiene y Seguridad, el Poder Judicial que intercede ante conflictos laborales, y cada uno de nosotros en nuestro rol de trabajadores.

Recesión económica en la construcción

En este contexto, además, la baja en el sector de la construcción llegó al 18 por ciento en dos meses principalmente por el recorte en obra pública de un 85% ordenado desde la Secretaría de Hacienda. Desde la cuarentena no se había visto un desplome de tal magnitud. La producción de asfalto bajó el 61,9 por ciento, yeso 40,6 por ciento, hierro redondo y aceros 38,6 por ciento y hormigón 28,6 por ciento.

Una encuesta cualitativa del INDEC entre las empresas del rubro arrojó un panorama muy complejo sobre el futuro a corto plazo: más de la mitad de los participantes que hacen obras privadas prevé que el nivel de actividad cambiará en los próximos meses y solo un 5,9 por ciento cree que va a aumentar. Los motivos que esgrimen quienes trabajan en la construcción privada son la retracción de la economía y la inestabilidad de los precios; los que operan en el sector público se diferenciaron e indicaron los atrasos en la cadena de pagos.

Con semejante freno a la construcción seguramente la cantidad de accidentes se reduzca. ¿O para reducir costos en un contexto de poca rentabilidad los “ahorros” en seguridad e higiene aumentarán aún más?

 

Una clase de ajuste

Una clase de ajuste

Las aulas comienzan a reflejar la crisis económicas: cartucheras con escasos útiles y ausencias por no poder llevar a clase lo que pide la maestra. También implica golpe a las librerías.

La inflación sigue socavando el bolsillo de los argentinos. Combustible, transporte público, servicios y alimentos son algunos de los consumos que siguen en aumento. Bajo la misma dirección es que se encuentra el rubro útiles escolares.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, llenar de útiles la mochila es un 450% por ciento más caro que el año pasado. ¿Cómo afectó esto las ventas de las librerías? ¿Qué opciones eligen los padres a la hora de afrontar estos gastos? ¿Cómo afecta dentro del aula el contexto económico? Para responder a estas preguntas ANCCOM dialogó con libreros, padres y maestras que a través de sus testimonios nos brindan un breve pantallazo de la situación.

Tiago Páez,  de 28 años,  trabaja en la librería Orfeo,  un local en el barrio del Bajo Flores que existe desde 1965. Al analizar el panorama dentro del rubro manifiesta: “Después de las elecciones de diciembre, los mayoristas se sobregiraron y pusieron aumentos desproporcionados, sin embargo hoy se están retrotrayendo. Pero hay marcas como Ledesma que aún continúan con los aumentos, esto nos afecta demasiado porque prácticamente manejan todo lo que es papel, no solo las hojas de carpeta sino también lo que son las resmas. La gente hoy prefiere inclinarse por las segundas marcas. Antes te llevaban los blocks de hojas Éxito, ahora eligen otras marcas, como Laprida”.

A pesar de los aumentos de un año a otro, hay ciertos productos que mantuvieron su caudal de ventas  tal y como afirma Páez: “Lo que más salen son los cuadernillos que suelen pedir en las primarias, secundarias y jardines de la zona. Es algo habitual al  comienzo del año y te podría decir que no aumentó ni disminuyó, se mantuvo casi igual que el año pasado. De todas maneras, para lograr este objetivo nos vimos obligados a realizar descuentos y promociones a los colegios de la zona”.

Victoria Vázquez tiene 46 años, y es empleada de Casa Luna, librería ubicada en el barrio de Villa Diamante, Lanús Oeste. No tiene dudas al dictaminar que el panorama económico en el local ha ido desmejorando este año: “Nosotros,  al igual que muchas librerías de barrio,  estamos sobreviviendo con las ventas fijas de los cuadernillos y manuales que utilizan los colegios privados de la zona. La venta de útiles disminuyó demasiado, la gente busca precios, prefiere ir a comprar las cosas para el comienzo de clases en Once o Flores. Nosotros no podemos competir con esos mayoristas, la ventas de útiles que tenemos suelen ser más de ‘urgencia’: lapiceras, block de hojas pequeños o algún que otro útil por unidad cuando pierden algo o se olvidan”.

Juan Salvador Fernández tiene 31 años y trabaja de administrativo para una pyme de matafuegos. Su hija de 5 años va a un colegio de la zona de Almagro. Desde su perspectiva como cliente, dice: “El aumento de precios en los útiles está muy presente, el año pasado un cuaderno tapa dura similar al que compre este año me salió dos mil pesos, este año lo pagué 4.500.”

El hombre agrega:“Este año me llamó la atención que las seños nos pidieron la compra de varios productos para utilizar durante el año: plasticola, cajas de lápices negros, papel afiche, marcadores, cuadernos. Es difícil ponerse de acuerdo con todos porque son presupuestos y calidades muy distintas y tenemos que comprarlos entre varios, consultamos en distintos lugares y nos pedían desde 230 mil pesos hasta 400 mil pesos. Yo tengo la fortuna de estar en blanco y contar con el bono del trabajo, pero sé que no todos están en con la misma realidad”.

La situación puede complejizarse cuando se trata de más de un niño en edad escolar. Nicolás Requejo es un empleado de 31 años, padre de una nena de 5 y un nene de 7 años. Ambos  van a un colegio ubicado en el barrio de Boedo. Nicolás retrata su panorama: “Este año se sintió muchísimo el aumento, sobre todo porque vino en un momento en el que todavía no cerramos unas paritarias que se acerquen a los ritmos de la inflación. Por suerte en mi casa trabajamos los dos pero no todos los grupos familiares lo pueden resolver de igual manera. Con decirte que mi hijo más grande empieza el año con cinco cuadernos obligatorios de cinco mil pesos cada uno, sin contar los útiles y la mochila, te podrás imaginar que ese gasto se multiplica por dos. Por suerte teníamos el bono para solventar los gastos y algunas cosas que nos brindó el sindicato.”

Con un gobierno que intenta achicar el gasto público al mínimo, los maestros deben hacerle frente a este contexto  con negociaciones paritarias desfavorables para sus bolsillos y nuevas preocupaciones que se suman, por  un alumnado que comienza a mostrar consecuencias de esta crisis económica. Miriam Vera es maestra desde hace cuatro años en varios colegios del barrio de La Boca: “El impacto de la crisis se siente, algunos chicos no tienen hojas, las cartucheras están con pocos útiles, tienen lo elemental: lápiz, goma y alguna lapicera. Cuando les consulto por los demás útiles me dicen que los padres no tienen plata. Para casos así suelo llevar algunas cosas y se comparte todo.”

La docente agrega:“También intento alivianar los gastos de los padres, por ejemplo reciclamos las láminas que ya están escritas y utilizamos las hojas del cuaderno del año pasado que aún continúan en blanco. Intento decorarlo para que ellos lo vean distinto”.

Sin embargo, no solo en las aulas hay manifestaciones de la crisis. Vera dice: “Los chicos antes traían algo para comer en los recreos, hoy ya casi no lo hacen, a veces se reparten galletitas que van quedando del desayuno que reciben en la escuela para comer durante el día”.

Nerina Neirotti,  de 26 años,  es maestra de primaria en Barracas y cuenta: “A fin de año solemos enviar una nota con los útiles que se van a usar el año que viene, como por ejemplo todo lo que son cartulinas, afiches y marcadores. La familia que puede traerlo buenísimo, si no pueden no hay problema, todo se utiliza  colectivamente. Muchas familias llegan justas a fin de mes y no van a poder, menos si tenés varios hijos, hijas y en cada grado te mandan una la lista gigante te querés morir”.

Estas situaciones también repercuten en la asistencia de los niños a clase: “Algunos perdieron días de clases,  esperando a que la familia cobre. Es que recién ahí les pueden comprar los materiales, es tristísimo. Obvio que si lo sabés te comunicas con la familia para darle una mano y decirle que el pibe o la piba venga igual, después vemos de dónde sacamos el cuaderno”, añade.

“Sabemos que hay otras prioridades también, consideramos que lo importante en estos momentos es que los chicos estén en la escuela estudiando, jugando, viviendo su derecho a la educación con gusto, y lo que hay se comparte. Así aprendimos y así enseñamos para que nadie se quede afuera”, cierra Nerina.

El cine le pone el cuerpo a la Ley Ómnibus

El cine le pone el cuerpo a la Ley Ómnibus

El Gobierno de Milei se propone modificar la ley de Fomento de la actividad Cinematográfica, lo que arrasará con el financiamiento del INCAA y cerrará la Escuela Nacional de Cine. Los trabajadores y estudiantes de cine se enfrentan a la medida.

La primera reforma de la sección Cultura de la Ley Ómnibus está dedicada a la industria cinematográfica. Deroga 36 artículos de la Ley de Fomento a la Actividad Cinematográfica, que había sido creada en 1968, durante la dictadura de Onganía y fue modificada en 2001.

El Espacio Audiovisual Nacional (EAN), organización que agrupa a directores, productores y otros trabajadores del sector, presentó un proyecto para actualizarla con un enfoque federal, de fortalecimiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y que regule las plataformas de streaming. El proyecto de Ley Federal para la Producción y la Industria Audiovisual tiene estado parlamentario desde enero de 2023.

Pero la propuesta del presidente Javier Milei es de carácter regresivo respecto del proyecto de Ley Federal e incluso de la ley vigente. El EAN advirtió en un comunicado que además de modificar la composición administrativa del INCAA, con un director designado por Presidencia que elige a ocho representantes, lo desfinancia. El Instituto continuaría teniendo el 10 por ciento de la venta de entradas de cine, pero elimina el 25 por ciento de lo que el ENACOM le cobra a las televisoras.

Además, en su comunicado, puntualizó: “La industria audiovisual genera trabajo genuino para más de 600 mil personas y representa el 5,2 por ciento de la economía. Las modificaciones del proyecto gubernamental recortarán el 75 por ciento del presupuesto que resulta de la propia actividad audiovisual, lo que hará imposible su funcionamiento”. El proyecto de ley fija que los gastos operativos no pueden superar el 25 por ciento, pero en la actualidad se gasta un 50 por ciento sólo en el sueldo de sus 1300 empleados. Así, el INCAA deberá reducir su planta a casi un 70 por ciento.

La Ley Ómnibus ingresó al Congreso ell 26 de diciembre y se debería tratar en las sesiones extraordinarias que finalizarán el 31 de enero. Andrea Schellemberg, documentalista y parte de Realizadores Documentalistas Integrales (RDI), confía que el DNU y la ley sean rechazados en el Palacio Legislativo por las dos cámaras, según comentó en una charla con ANCCOM. “No sólo amenaza la producción cinematográfica, sino que va contra toda la sociedad. Creo que aún no se toma conciencia de lo destructivo que será si se llega a implementar. La producción será para unos muy pocos que estén dispuestos a reproducir la ideas de los que hoy nos gobiernan y eso es muy grave: es un problema ético y estético”, apuntó.

«Es un crimen a la libertad de expresión, a la libertad artística. El recorte no sólo se basa en beneficiar a las productoras de cine, cuyo interés es económico, sino que tiende al exterminio de ideas y producciones artísticas de contenidos plurales”, señaló Schellemberg.

El Consejo Académico Federal de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) difundió en un comunicado: “(el proyecto de ley) reduce a una mínima expresión al INCAA y le quita la obligación de sostener a nuestra escuela con recursos del fondo de fomento”. La Escuela no es mencionada en la Ley Ómnibus, así que advierten: “De aprobarse así, la ENERC quedaría atrapada en un vacío legal que la llevaría inevitablemente a su desaparición”.

Catalina Yani, presidenta del Centro de Estudiantes de la ENERC sede AMBA, declaró en diálogo con ANCCOM: “Ya sea aprobada o no, entendemos que en la campaña quien nos preside actualmente mencionó en reiteradas ocasiones que quería cerrar el INCAA y, por ende nuestra escuela. Estamos en una situación de desamparo porque no hay una medida que explique nuestra continuidad… porque no quieren la continuidad de nuestra escuela”.

Como estudiantes están comenzando un Frente Federal de Estudiantes Audiovisuales con otras escuelas como la Universidad del cine (FUC) y la UNA (Universidad Nacional de las Artes). Yani determinó: “Si es necesario, vamos a poner el cuerpo, pero también y con cautela vamos a agotar todas las vías legales. La Escuela no va a cerrar: vamos a poner la mayor de nuestras voluntades para que eso no suceda”.

Ernesto Baca, cineasta experimental y director de Historia Universal (2022) y Cabeza de palo (2002), habló con ANCCOM: “Con un recorte de este tipo no hay posibilidad de que el cine argentino subsista: sólo van a sobrevivir las producciones que tengan un fuerte apoyo de las plataformas de streaming”. La ley plantea créditos para la producción a una “tasa de mercado” que, lejos de fomentar la diversidad y el federalismo, reducen la capacidad de producción audiovisual nacional.

Otros de los cambios que propone la ley es que los subsidios no pueden superar el 50 por ciento del presupuesto de la película y que se pueda pedir sólo cada dos años, lo que desequilibra el sistema, más para las áreas menos comerciales y, por ende, más frágiles, como el cine experimental, animado y documental.

En otro orden, si bien el INCAA sigue estando habilitado a contribuir en la realización de festivales de cine, debido a la fuerte desfinanciación, dejaría de apoyar al Festival de Mar del Plata y al mercado Ventana Sur. Así mismo, peligran la continuidad de las plataformas y canales cont.ar y cine.ar.

“Si bien ya se aplicó en distintas épocas (como en los 90), esta reforma de ley es muchísimo más profunda. Es un crimen a la libertad de expresión, a la libertad artística que protege los intereses de los que más tienen. El recorte no sólo se basa en beneficiar a las productoras de cine, cuyo interés es económico, sino que tiende al exterminio de ideas y producciones artísticas de contenidos plurales”, recordó Schellemberg.

“No hay posibilidades de producir un cine más autóctono, regional, que tenga más que ver con la cuestión social o con una inquietud artística. Lo que permite el INCAA es amplitud en las producciones”, añadió Baca.

En esa línea, Yani remarcó: “El INCAA es importantísimo porque es nuestra forma de representación nacional y cultural que tenemos como argentinos y argentinas. Reducirlo sería una expresión de cipayismo absoluto. La ENERC es de las más prestigiosas, pero más importante: cuenta con las herramientas para fomentar la cultura audiovisual”

Mercado cobro

Mercado cobro

El mega decreto de necesidad y urgencia presentado por el Poder Ejecutivo abre la posibilidad de cobrar los haberes sin la intermediación de instituciones bancarias por medio de una cuenta virtual única (CVU). Al igual que otros cambios, este parece hecho a medida de Mercado Pago, que amenaza con convertirse en un nuevo monopolio. settings.

Entre el paquete de medidas que contiene el DNU 70/2023 denominado “Bases para la reconstrucción de la economía argentina”, se encuentra un viejo pedido de las empresas de tecnología financiera, o Fintech,: el pago de sueldo por medio billeteras virtuales. La que se visualiza como principal beneficiaria es Mercado Pago, propiedad del empresario Marcos Galperín, quien apoya explícitamente al gobierno de Javier Milei y opina en sus redes sociales cosas como: “Peronia es el único país de América Latina donde podías pagar sueldos en bancos y en efectivo pero estaba prohibido pagarlos en billeteras digitales, que te pagan un interés diario (~100% anual) vs las cajas de ahorro que te pagan 0%… ¡Viva Perón!”

Lo que dice puntualmente la modificación del artículo 124 de la Ley de Contratos de Trabajo es que: “Las remuneraciones en dinero debidas al trabajador deberán pagarse, bajo pena de nulidad, en efectivo, cheque a la orden del trabajador para ser cobrado personalmente por éste o quien él indique o mediante la acreditación en cuenta abierta a su nombre en entidad bancaria, en institución de ahorro oficial o en otras categorías de entidades que la autoridad de aplicación del sistema de pagos considere aptas, seguras, interoperables y competitivas”.

Durante la gestión de Alberto Fernández, en la resolución 179/2020 del exMinisterio de Trabajo, Empleo y Seguridad, a cargo de Claudio Moroni, se reglamentó que los empleadores no podían efectuar el pago de las remuneraciones mediante la utilización de dispositivos electrónicos aún con aceptación explícita y fehaciente por parte del trabajador. Desde entonces, las cuentas virtuales modificaron sus regulaciones y se expandieron con fuerza: en la Argentina están habilitadas 40 millones de cuentas virtuales únicas mientras que las del mundo bancario se calculan en 120 millones. Así las cosas, por cada cuatro cuentas bancarias existe una cuenta virtual radicada en una fintech.

La medida parece diseñada a favor de la empresa de Marcos Galperín. Cabe recordar que Mercado Pago creció al calor de la fortuna familiar, la cuál le dio financiamiento hasta que logró generar suficientes ingresos. A este recurso familiar se sumaron distintos apoyos del Estado como la Ley de Promoción de la Industria del Software de 2004 o la de Economía del Conocimiento de 2019. Ambas le sirvieron a la empresa para reducir sus aportes fiscales pese a que muchos discuten si su negocio es realmente la producción de software o es más bien financiero. Todo esto no impidió que Galperín se fuera a vivir a Uruguay en 2020, “un país civilizado” y con “tránsito civilizado”, como argumentó en sus tuits por entonces con el fin no tan oculto de dejar de pagar impuestos en la Argentina.

La creación destructiva

Martin Burgos compilador del libro “República Mercado Libre” sobre uno de los unicornios más grande de la Argentina y los riesgos de la economía de plataformas, comenta que hay cosas “super interesantes” en lo que refiere a las fintech, que le ayudan la vida a muchas personas y comercios, por lo que hay que tener siempre en la balanza las cosas buenas y malas que traen las novedades tecnológicas. Con respecto al decreto de necesidad y urgencia aclara que la billetera de Mercado Pago “está quedándose con una gran porción del mercado, que ganó en buena ley, pero la dinámica hace que se convierta en una posición de monopolio en la cual efectivamente puede empezar a cobrarle a los comercios lo que quiere ya que dependen muchísimo de sus servicios”.

El licenciado en economía por la Universidad de Buenos Aires y Master en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París explica que es un gran tema en teoría económica lo que se llama “la creación destructiva”: por un lado hay una ruptura porque traer una tecnología nueva destruye un esquema monopólico ya existente como los bancos tradicionales; pero por otro lado, se generan nuevos monopolios dado que la dinámica produce un momento de comercio más libre, donde consumidores y usuarios de la tecnología se benefician, aunque a largo plazo hay nuevas posiciones de dominio. El ejemplo más cercano es el de Amazon, empresa demandada en los EE.UU. por prácticas monopólicas ya que su posición dominante le permite debilitar a sus competidores con todo tipo de medidas.

En un estudio de la consultora Isonomía para Mercado Pago basado en la relación de las y los argentinos con el dinero, se investiga donde desean cobrar el sueldo quienes trabajan y el 25% de los encuestados respondió que prefiere una billetera virtual antes que un banco.

Burgos respecto a qué significa para Mercado Pago que se puedan depositar sueldos en la plataforma, responde “que todos los bancos se disputan por tener los salarios, dado que es una gran entrada de dinero y a partir de ahí pueden ofrecerles sus productos, y los trabajadores quedan medio presos de estos a partir de la cuenta sueldo”. 

Por último, ANCCOM consultó al jefe de gabinete de asesores de la Secretaría de Política Económica entre 2019 y 2021 sobre la posibilidad de sindicalización de los empleados de la empresa de Marcos Galperín, dado que durante la gestión de Mauricio Macri logró la ratificación de un convenio colectivo laboral que somete a sus trabajadores a un régimen muy precarizado, y donde lo que importa es justamente el convenio de quien rige: Hay una disputa entre Camioneros (por el centro de distribución y logística ubicado en el Mercado Central de Buenos Aires) y Bancarios (por la plataforma Mercado Pago) lo cual independiente del encuadre elevaría exponencialmente los niveles salariales.

Esta propuesta del DNU, así como otras, parece diseñada a favor de un grupo de poder coincidente con una mirada libertaria que busca hacer del mercado el único regulador, es decir, una ley del más fuerte en la que los más grandes se comen a los chicos generando una tendencia al monopolio. Incluso clásicos liberales como Adam Smith veían como un elemento básico del capitalismo a la competencia.

“Más de cuatro décadas de lucha no podrán borrarse de un plumazo”

“Más de cuatro décadas de lucha no podrán borrarse de un plumazo”

Los Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz realizaron su acto aniversario por los 46 años de la desaparición de sus seres queridos y entregaron distinciones a quienes han acompañado la defensa de los derechos humanos y la democracia en estos años.

El viernes 8 de diciembre, se realizó el acto homenaje por los 46 años del secuestro de los 12 de la Santa Cruz, convocado por los familiares y compañeros, al lado del Solar de la Memoria de la Iglesia de la Santa Cruz. El acto comenzó a las 18.30 y durante tres horas se disfrutó de bailes, música, discursos y entregas de pañuelos para hacer memoria. Se trató de un evento conmovedor, pero que también puso foco en la necesidad de continuar la lucha y mantener la cabeza en alto pase lo que pase, bajo la consigna: “Hoy más que nunca: Democracia es Justicia Social, Memoria, Verdad y Justicia, Son 30000”.

La tarde estaba cálida pero no abrumaba. La calle Estados Unidos que va desde su intersección con General Urquiza hasta 24 de Noviembre estaba cortada y, en vez de autos, estaba lleno de sillas blancas enfrentadas a un escenario. A pocos minutos del inicio del acto, las sillas ya se encontraban ocupadas en su totalidad y quienes no habían conseguido una, tomaban posición parados en la vereda. Entre los concurrentes se encontraban el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietergalla Corti y el embajador francés Romain Louis Nadal, así como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, Carmen Lareu y la hija de la madre desaparecida, María Adela Pérez de Antokoletz.

La presencia del embajador francés se debe a que dos de las desaparecidas que reivindica el organismos “Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz” eran las religiosas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, secuestradas entre el 8 y 10 de diciembre de 1977 en las inmediaciones de la iglesia, junto a otras diez personas. Ellas participaban allí de reuniones junto a integrantes de Madres de Plaza de Mayo y militantes de derechos humanos, cuyo objetivo era la publicación de una solicitada con los nombres de los detenidos desaparecidos hasta ese momento. Sin embargo, en esas reuniones se había infiltrado el marino Alfredo Astiz, apodado “Ángel Rubio”, bajo el nombre de Gustavo Niño. El 8 de diciembre de aquel 1977, el Grupo de Tareas 3.3.2. de la Armada secuestró a 10 personas, entre las que estaban Domon, las Madres Esther Careaga y Mabel Bianco y la activista Ángela Auad. El 10, secuestraron a Duquet y a Azucena Villaflor de De Vincenti, fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Los secuestrados fueron trasladados a la ESMA y asesinados en los vuelos de la muerte, pero cinco cuerpos aparecieron en las costas de Santa Teresita. Estos fueron sepultados en el cementerio General Lavalle como “N.N.”. Tiempo después, gracias al trabajo de antropólogos forenses, en 2005, pudieron identificar los cuerpos de Duquet, Auad y de las madres.

Luego siguieron los reconocimientos: Familiares y Compañeros de los 12 de Santa Cruz reconocieron el trabajo del “periodismo comprometido con el pueblo trabajador, la defensa de los intereses de la patria, los derechos humanos y la lucha por la memoria, la verdad y la justicia” y les entregaron pañuelos a dos integrantes de Página/12; el director general Hugo Soriani y la periodista de Judiciales y Derechos Humanos Luciana Bertoia. Soriani destacó que la Iglesia de la Santa Cruz es “una institución que abrazó y acompañó”, agradeció a los Familiares y Compañeros y expresó que el premio no era para él, sino para “ese diario que hicimos hace 37 años pensando que iba a durar seis meses”. Bertoia también agradeció a los Familiares y Compañeros y destacó el hecho de compartir “este reconocimiento con personas que queremos y admiramos tanto”, que, a pesar de la dificultad de los próximos años, “acá tenemos un faro que nos ha marcado el camino durante estas cuatro décadas, sobre todo a aquellos que nacimos en democracia”. Luego señaló a las Madres, las Abuelas, los Familiares y los organismos de derechos humanos como “un ejemplo al que recurrir cuando se ponga en duda la memoria, la verdad y la justicia”. Finalmente, Bertoia destacó el trabajo de sus compañeros en Página/12 y de sus colegas en los medios públicos.

Los últimos dos reconocimientos fueron a Teresa Parodi y Liliana Herrera, quienes se subieron al escenario a tocar canciones como “Aún caminan conmigo” de Parodi, “La canción es urgente” de Silvio Rodríguez, en la que Parodi se paró y cantó ante un público tan conmocionado como ella, y finalizaron con “Esa Musiquita”. Luego de que las artistas reciban un gran aplauso de parte del público, las integrantes de Familiares y Compañeros Cecilia de Vicenti y Mabel Careaga subieron al escenario nuevamente para afirmar su compromiso y apoyo a un modelo de país “donde el Estado garantice la salud, la educación, la cultura, los derechos y las universidades” y señalaron que las propuestas del gobierno de Javier Milei “nos llevan 40 años atrás”, pero también que “más de cuatro décadas de lucha no podrán borrarse de un plumazo” y que “la recuperación del avión del cual fueron arrojados vivos nuestros 12 familiares, compañeros y compañeras es un ejemplo de lo que se puede hacer desde el Estado cuando hay voluntad política de sostener y defender la memoria histórica de la patria”.

Como cierre, se repartieron rosas entre el público para ser alzadas junto a los gritos de “¡Presente!” luego de nombrar a cada desaparecido. Cuando terminó la lista, otra empezó: y el público se turnaba para alzar sus voces y nombrar a sus familiares y conocidos desaparecidos. Finalizado el acto, el público se acercó al Solar de la Memoria para dejar las rosas ante las tumbas de María Ponce de Bianco, Esther Ballestrini de Careaga, Leonie Duquet y Ángela Auad, o ante las placas que conmemoran a los otros ocho desaparecidos. En el fondo, se escuchaban los bombos de Talleres Batuka despidiendo este acto homenaje.