Total incertidumbre en los programas contra la violencia de género

Total incertidumbre en los programas contra la violencia de género

Trabajadoras y trabajadores del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad denunciaron que nadie del nuevo gobierno llegó para realizar la transición. La Línea 144 en peligro.

Ayelén Mezzina, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad encabezó el jueves 7 de diciembre una conferencia de prensa por motivo del último día del Ministerio, coincidiendo con último día hábil del gobierno de Alberto Fernández. El domingo se realizará la asunción de Javier Milei como nuevo presidente, quien llevará a cabo una reducción de los organismos ministeriales, pasando de 18 a tan sólo 8. En este contexto, la mandataria se expresó en relación a los trabajadores: “Le pido al próximo gobierno que por favor garantice la continuidad laboral de cada uno de los y las 1.263 trabajadores y trabajadoras del Ministerio, que claramente han prestado un servicio muy importante a la sociedad”.

En este sentido, la ministra anunció una renovación de los contratos de los más de mil trabajadores del organismo, una prórroga que aplazaría la finalización del período de trabajo a fines de diciembre de 2024. Esto aplaca la incertidumbre en cuanto a la situación laboral, pero es una medida que la próxima gestión podría no reconocer.

Acompañada por su equipo, por los trabajadores y trabajadoras de la cartera y por referentes de la militancia feminista, la ministra declaró: “Quizás sea la última que cierra la puerta de este Ministerio, pero ha sido una construcción colectiva ganada con muchísima militancia. Es gracias a las compañeras que vienen luchando hace más de 30 años para reducir las desigualdades y la violencia de género”.

Además, se llevó a cabo un balance de los cuatro años de gestión, con un repaso de los resultados de distintos programas implementados para abordar la violencia de género. “Logramos poner en pie un organismo que desde las políticas públicas y la institucionalidad acompañó a más de 1.800.000 mujeres y diversidades” afirmó Mezzina.

Mariela Sarlinga, trabajadora de la Direccion de Capacitación del Sector Público en Género y Diversidad, subrayó que “nadie de la nueva gestión se ha acercado a organizar la transición. Estamos vivenciando un hostigamiento sutil que es la no comunicación”. Los y las trabajadoras están en asamblea constante y demandan respuestas a la nueva gestión “¿Quién va a implementar las leyes vigentes? ¿Quién va a atender la línea 144? ¿Quién se va a hacer cargo de todos estos trabajadores que quedan en la calle?”. La eliminación del organismo y desarticulación de los programas dejaría “desprotegidos a una gran cantidad de mujeres y diversidades en situación de violencia de género que cuentan con estos recursos, que son pocos y no son suficientes”, sostuvo Sarlinga. La defensa es fundamentalmente para que se mantengan las políticas públicas que “le transformaron la vida a a cientos de miles de mujeres en la Argentina”, concluyó.

Federico Kornblit, del Área de Femicidios del Ministerio, afirmó que “hay muchos programas del Ministerio que están creados por ley y tienen rango constitucional. Existe una obligación legal de continuarlos, porque están garantizados a través de los distintos convenios internacionales que ratificó el país. Políticas públicas como la Línea 144, la Ley Micaela, la Ley Brisa o el Cupo Laboral Travesti Trans están creadas por ley y “necesitan trabajadores de carne y hueso para llevarse adelante”, detalló.

Políticas públicas como la Línea 144, la Ley Micaela, la Ley Brisa o el Cupo Laboral Travesti Trans están creadas por ley y “necesitan trabajadores de carne y hueso para llevarse adelante”, detalló Kornblitt.

Uno de los pretextos para cerrar el Ministerio, según Kornblit, es su “falta de eficiencia para bajar la cantidad de femicidios en el país, pero no hay ninguna estadística que refleje que los casos hayan aumentado, más bien todo lo contrario”. Un informe de la Oficina de la Corte de 2022 refleja que hubo un descenso del 15% en comparación con 2019. “Esto se logró en muy poco tiempo y con un presupuesto magro. Los fondos otorgados al Ministerio representan el 0,2% del presupuesto total. Y de ese 0,2% la mayor parte se dedica al programa acompañar para que mujeres en situación de violencia de género puedan salir adelante”. Argentina es uno de los pocos países que, según estudios de la ONU, pudo bajar la tasa de femicidios en tiempo récord. “El argumento del déficit encubre en realidad un profundo odio y una misoginia que busca eliminar este tipo de políticas públicas”.

Esta falta de comunicación por parte de la gestión y la incertidumbre laboral se suman a los constantes hostigamientos y amenazas que recibió la Línea 144, una de las partes fundamentales del Ministerio. En este contexto los y las trabajadoras de la Línea 144 emitieron un comunicado que denuncia y repudia las amenazas de bomba y el acoso regular que reciben desde el triunfo de Javier Milei. Desde su inicio en 2013 hasta ahora, la línea ha estado activa, las 24 horas del día los 365 días del año. “Siempre garantizamos una guardia mínima para la atención, entendiendo que del otro lado hay personas en situación de violencia que necesitan ayuda. Las únicas tres horas en los últimos 10 años en las que la línea se ha interrumpido corresponden a la amenaza de bomba”, aseguró Florencia, trabajadora de la línea en una entrevista para ANCCOM que pidió mantener en reserva su identidad por temor a represalias.

 

“El factor de las amenazas y el hostigamiento impacta negativamente en nuestro rol como trabajadoras. Es un trabajo que requiere tener una fortaleza emocional para poder contener a todas estas personas que estan pasando por situaciones difíciles, y el hostigamiento repercute en nuestro desempeño”, amplió Florencia. Respecto a las amenazas, se hizo una denuncia penal que todavía no presenta avances desde la justicia.

La Línea 144 se creó según lo sancionado en la Ley nacional 27039 de protección integral a las mujeres, para brindar atención, contención y asesoramiento a mujeres y LGBTI+ en situación de violencia de género. Es un dispositivo y una política pública transversal a diferentes gobiernos y gestiones, que actualmente está bajo el ala del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad. El equipo es interdisciplinario y está compuesto por profesionales de las áreas del derecho, la psicología, el trabajo social y otras afines, con capacitación en perspectiva de género. Al día de hoy, la línea 144 atendió a 900.000 mujeres desde su creación. Preocupa que, desde las políticas públicas, se avizore el retroceso en la protección de quienes son víctimas de violencia.

Atravesados por el femicidio

Atravesados por el femicidio

Organizaciones sociales y movimientos feministas se movilizaron en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Repudio al machismo, reivindicación del derecho al aborto y alerta ante la asunción de Milei.

“Este año no nos alcanzaron las macetas, por eso tuvimos que poner algunas cruces en el piso”, señala Carola Labrador, mamá de Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años que fue secuestrada, violada y asesinada en 2011. Desde entonces, milita para terminar con el flagelo de la violencia contra las mujeres, pero el problema sigue sin resolverse: en 2023, en el país se registró un femicidio cada 27 horas.

En la Plaza del Congreso, los familiares de las víctimas se agrupan bajo el nombre Atravesados por el femicidio. Tiñen un sector de la plaza de color violeta con sus macetas, que llevan una cruz de madera con las fotos de sus hijas, de sus madres, de sus hermanas. Una bandera violeta tejida cubre el piso de la plaza, en cada retazo el nombre en blanco bordado de una de las víctimas. Lucías, Verónicas, Sabrinas, Candelas. “Pasan los años, nos hacemos viejos y se nos va la vida en esto. Exigimos justicia”, dice Carola, mientras otra de las madres se acerca con un paraguas para protegerla del sol, que hace hervir la cabeza a las 14:40 del sábado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Alrededor de las 15:30, la plaza empieza a coparse de personas que llegan desde distintos puntos de la ciudad. Los pañuelos verdes volvieron a anudarse a las muñecas y a las mochilas, las banderas de Palestina conviven con las violetas del Ni una menos y las de las organizaciones sociales. “Basta de violencias machistas, contra el ajuste y Milei, sobre nuestros derechos no pasarán. Alto al genocidio contra el pueblo palestino”, se lee en la bandera que llevan las mujeres y diversidades al marchar hacia Plaza de Mayo.

“En Argentina hay un cambio de gobierno que le declaró la guerra al movimiento de mujeres antes de asumir. Tenemos que reorganizarnos a la luz de la experiencia de estos años” propone Vanina Biasi, diputada electa del Frente de Izquierda. “Si no hay aborto legal, que quilombo que se va a armar”, se canta en las calles como si fuese una tarde anterior al 2020.

Mali tiene 20 años y es estudiante de Trabajo Social. Lleva un collar con un dije con el pañuelo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y la cara pintada de color violeta. “Escucho a mi familia decir que en los años que vienen no van a salir a la calle por miedo. Yo hoy vine porque con el ajuste que proponen hay muchos derechos en juego”, dice mientras sostiene en lo alto un cartel que exclama “si soltamos las calles, ellos habrán ganado”.

En Plaza de Mayo, un grupo de mujeres hace una ronda. Llevan sus uniformes: trabajadoras de la salud, de la educación y del transporte. “Somos mujeres organizadas y a la derecha le decimos ni un ajuste más”, cantan y saltan. Con la fuerza de la organización, las voces terminan la canción al unísono del “con nosotras no podrán”. 

 

 

Contra la violencia, por la inclusión

Contra la violencia, por la inclusión

El lunes 20 de noviembre se conmemoró el Día de la Memoria Trans con una marcha de Plaza de Mayo a Congreso para exigir la erradicación de la violencia, promover la igualdad de derechos y construir una sociedad inclusiva, donde todas las personas sean respetadas en su identidad de género. En la jornada, se recordó a Zoe López García, referente del Hotel Gondolín, asesinada recientemente. Mirá las fotos de ANCCOM.

Orgullosos de votar a Massa

Orgullosos de votar a Massa

LA XXXII Marcha del Orgullo se realizó en Buenos Aires teñida por el clima electoral. Consignas contra Milei y sus propuestas antiderechos y a favor de Unión por la Patria.

Coraje es la palabra que se tatuó en la panza quien atravesó una mastectomía y hoy, en la  XXXII Marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires, muestra con jactancia las cicatrices en su pecho, mientras disfruta de un fernet en plena Avenida de Mayo. 

Frente a las elecciones, miles de personas de la comunidad LGTBIQ+, con sus banderas características y brillos en todo el cuerpo, coparon la Plaza de Mayo con un objetivo claro: “Ni un ajuste más, ni un derecho menos. Frenemos a les antiderechos.” Ley antidiscriminatoria y ley integral trans integran los pedidos principales. 

“Javier Milei y su partido político -abucheo, chiflidos y pulgares hacia abajo empezaron a protagonizar la escena- son una clara amenaza a los discursos de odio, discriminación y violencia ante la comunidad LGTBIQ+.. El 19 de noviembre nuestra cita con la historia tiene una sola opción: Votemos a Massa”. Al instante, el cántico se hizo escuchar en cada uno de los presentes una y otra vez. 

Bajo el radiante sol de la tarde del sábado, se hicieron ver cuerpos de todo tipo que lucían sus extravagantes vestimentas: desde transparencias coloridas, coronas y disfraces de Barbie o Freddie Mercury hasta latex y arneses que cubrían su identidad. 

“Y ahora nuestro himno”, grita alguien mientras comienza a sonar “Y a quién le importa”,  de Thalia. Entre palmas, bailes hasta el piso y espuma por los cielos, empiezan a cantar su parte favorita: “Yo soy asi y asi seré, nunca cambiaré” 

“Todos me miran”, de Gloria Trevi fue la siguiente canción de la lista de reproducción. Esta vez con gritos enérgicos, saltos de alegría y banderas pintadas en sus caras hacían que la Plaza de Mayo viviera una gran fiesta. 

Entre una multitud que se chocaba entre sí y marchaba a paso lento sobre la Avenida de Mayo, una remera destacó: “La homosexualidad no es una enfermedad. La homofobia si”. “El amor vence al odio”, “Juzgan porque no conocen el arte de amar”, “Derecha no, derechos si”, “Abajo el cis-tema” eran algunos de los carteles que acompañaban la marcha. 

Carrozas del colectivo trans, trabajadoras sexuales y figuras mediáticas como Jean Paul Gaultier, con la presencia de Moria Casán en su recorrido, guiaban el camino de quienes acompañaban al ritmo del pop en plena marcha, dirigida hacia el Congreso de la Nación: “Prepárame la boleta pa’ votar a Sergio que la damos vuelta”, repetían los camiones con la foto de Sergio Massa maquillado como Drag Queen. 

Desde su balcón, dos hombres de 60 y pico de años, con sus camisas floreadas y banderas colgadas, saludaban a quienes pasaban por allí para compartir el festejo. En forma de corazón o saludo, expresaban su apoyo hacia los demás integrantes. 

 “Hacete el test de VIH”, dice un pasacalles cerca de los puestos de prevención que además de entregar preservativos o folletos explicativos acerca de las enfermedades de transmisión sexual, ofrecían poner el dedo para el pinchazo y obtener el resultado en el momento y de forma gratuita. 

Educación sexual integral no binaria, la separación de la Iglesia y Estado, lenguaje inclusivo, lengua de señas en las escuelas y preservativos para vulvas eran los reclamos de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo: “El 19 de noviembre votemos en defensa propia. Por el respeto de las libertades, por la salud y educación pública. Por nosotres, amigues y familia. Vamos por una democracia para todes”. 

Voces del orgullo 1

por Agustina Blanco, Laura Alcaraz, Eliana Rossi.

“Milei no es una nueva oportunidad, es una tragedia anunciada”, “Votar a Milei es un salto al vacío”, expresan las paredes de la Ciudad de Buenos Aires mientras un chico en cuero levanta su cartel con firmeza: “Por favor no votes con odio”. Su compañero, viste una remera significativa ante los discursos negacionistas de La Libertad Avanza: “30.400 compañeres detenides presentes”. 

Entre canciones de cumbia y pop, un baile de folklore en la vereda se diferenció del resto. Sin contar con la ropa tradicional pero con disfraces, sonrisas de oreja a oreja, abanicos coloridos y unión entre sus bailarines buscan visibilizar artistas de la comunidad LGTBIQ+ y un folklore no binarie. 

En un grito sentido y con fuerza, una militante fue la voz de todas y todos los presentes de ese momento: “Las calles son nuestras y lo seguirán siendo, guste a quien le guste y le pese a quien le pese. La vida es bella y todos debemos gozar la plenitud, con libertad e igualdad. Viva la lucha, viva la diversidad y viva la Marcha del Orgullo.” 

Voces del orgullo 2

por Agustina Blanco, Laura Alcaraz, Eliana Rossi.

¿Por qué el discurso machista otorga votos?

¿Por qué el discurso machista otorga votos?

Javier Milei abreva gran parte de sus votos en los jóvenes varones con un discurso antifeminista. ¿Es un movimiento de reacción ante la efervescencia de la marea verde?

En los últimos diez años, en nuestro país y en toda Latinoamerica, la ola feminista se constituyó en uno de los movimientos más potentes con más impacto para las sociedades. Cuestiones como la desigualdad de la brecha salarial entre hombres y mujeres, la legalización del aborto y las protestas ante los femicidios fueron las principales demandas de la agenda feminista. Escuelas, lugares de trabajo, transporte público, la calle, las camas: en todos los espacios hubo un reacomodamiento de hábitos instalados que requirieron nuevos equilibrios.

Teniendo en cuenta las transformaciones y las luchas que produjo el feminismo durante todos estos años, en ¿cómo impactó el avance del movimiento feminista en los votos de un candidato que hace campaña explícita con manifestaciones machistas?

“Esta revolución no solo tiene lugar en las calles y en las pancartas, sino también en las camas”, explica Mariela Singer, licenciada en Ciencias de la Comunicación en la UBA y Directora del Programa de Actualización en Cuerpo, Comunicación, Estética y Política. La licenciada explica cómo frente a un proceso de rupturas sociales se modifican todas las relaciones de la sociedad, incluso las más íntimas y personales. Debido a esto, plantea, es esperable una reacción frente a estas luchas y transformaciones que muchas veces descolocan a quienes se rehúsan a repensar sus actitudes.

“No me parece correcto responsabilizar a los feminismos por los votos de Milei”, aclara Singer y agrega que no se puede señalar a los movimientos sociales por las fracciones conservadoras que puedan surgir. Como ella explica, no hay fórmulas universales sino estrategias específicas en cada contexto histórico social. En este sentido, considera que las luchas políticas valen la pena y es importante llevarlas adelante.

El conservadurismo no es novedad

“El asunto de los candidatos con propuestas ultraderechas y conservadoras no es local sino global y se viene planteando desde hace más de diez años”, aclara la socióloga, feminista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, María Alicia Gutiérrez. “No tienen problema con el feminismo sino con las políticas de la corporalidad, con derechos relacionados a la decisión, la autonomía y la libertad de los proyectos de vida”.

En este sentido, la investigadora feminista aclara que la novedad está en la utilización de las estrategias de expansión política que hoy están vinculadas a la influencia de las redes sociales. Las plataformas digitales han tenido un lugar de suma importancia en la transmisión de discursos políticos que interpelan directamente las emociones de quienes reciben ese mensaje en sus celulares.

En el partido de la Libertad Avanza, el uso de las redes sociales y principalmente de la plataforma de Tik Tok tuvo una relevancia muy llamativa. Iñaki Gutiérrez, un veinteañero identificado con la ultraderecha es el actual encargado de las redes sociales del partido y quien identificó elementos clave para el discurso de Milei que interpeló a los jóvenes.

Los números dan cuenta de ello: el informe «Juventudes, política y cultura« revela que el 40% de los jóvenes varones considera a Javier Milei como el candidato que mejor puede representar sus intereses, mientras que del lado de las mujeres solo un 12% coincide con ellos.

Para Maria Alicia Gutierrez, “El feminismo pone en cuestionamiento el modelo hegemónico capitalista y heteropatriarcal, y tuvo una expansión global. Eso claramente asustó. Es un movimiento social que plantea una disputa política general, que está repensando la reproducción social de la vida, el eje central de la organización del mundo”.

Queda en claro, entonces, que grandes cambios implican grandes reacciones y esto se refleja en el cuestionamiento de la derecha de los aspectos vitales sobre la organización de la sociedad. La especialista en antropología y co-coordinadora del proyecto CITRA, Gabriela Llamosas, adhiere a esta idea y aclara que “la oleada feminista ha logrado conquistar e institucionalizar demandas y esto involucra una contra movilización sobre estos avances, y gran cantidad de jóvenes especialmente varones se sienten atraídos por discursos que desprecian estas transformaciones”.

Escraches y masculinidades

El feminismo planteó distintas metodologías para producir un cambio rápido en la sociedad. Sobre todo, permitió que voces que antes no tenían un lugar dentro de la sociedad, hoy puedan ser escuchadas y que se generen nuevas formas de gestionar conflictos antes invisibilizados. Sin embargo, el camino no siempre es claro y hubo decisiones que fueron adoptadas, luego cuestionadas y debatidas internamente. Un ejemplo son los escraches.

“Cuando hablamos de feminismos en plural estamos hablando de distintas posturas dentro del feminismo. Los escraches fueron un gran tema en cuanto a las diferentes perspectivas que incorporaron los feminismos y que interfieren muy fuertemente en la relación con los adolescentes varones y el feminismo”, explica Mariela Singer.

Los escraches se multiplicaron en un momento en muchas escuelas, por ejemplo, y terminaron aislando o forzando a cambiar de institución a chicos que tal vez habían cometido un error o estaban dispuestos a reconsiderar su accionar. Por eso, se abrió un debate al interior del feminismo que contemple la complejidad de cada situación. Por ejemplo, un trabajador de Kentucky echó a dos mujeres que se besaron en el local. En protesta, se realizó una manifestación colectiva en la puerta del local repudiando el hecho; el dueño salió a explicar que ya habían echado al trabajador. Frente a esto ,los manifestantes reclamaron que lo vuelvan a incorporar porque no se había entendido lo que plantean los feminismos.

Como explica Singer, “El feminismo no es disociar la cuestión de género, de la cuestión de clase, de la cuestión del trabajo. En el feminismo se integran todas las cuestiones de la vida. Por eso es importante pensar cada caso concreto con sus consecuencias y responsabilidades” y agrega: «Yo estoy de acuerdo en los escraches cuando ya no quedó otra solución. O sea no estoy de acuerdo con los escraches como primera instancia, si antes no hubo un diálogo, sino hubo una posibilidad de transformación. Lo asumo como última medida cuando todo lo demás no funcionó, dependiendo los casos obviamente”.

Juventud y movilización política

Una cuestión que suele escucharse diariamente es que los jóvenes se volvieron “apolíticos”, que nada parece conmoverlos para que se movilicen políticamente y generen espacios sociales donde se incentive el debate y la lucha por sus derechos. Ante este prejuicio, las investigadoras explican el porqué de esta ausencia de formación política.

“En la pandemia los adolescentes sufrieron una falta de espacio de escuela en términos de socialización y contención con sus vínculos adultos referentes como lo son los docentes”, explica Llamosas. Esta ausencia de socialización se relaciona con los modos en los que se relacionan los jóvenes en la actualidad: “En muchos casos no es que los jóvenes no participen en la política, sino que no hay muchas instancias de participación tradicional como lo comunitario y lo barrial, sino que hay una militancia política desde espacios como el ciberactivismo”.

Gutiérrez coincide con esta postura: “La situación particular de Argentina, marcada por la crisis y las dificultades, junto con la influencia de la pandemia en la vida de los jóvenes, produjeron una crisis sumamente profunda que afectó a toda la ciudadanía, especialmente a los jóvenes. Esta crisis está relacionada con problemas en el sistema capitalista y la economía, generando una sensación de incertidumbre sobre el futuro. En este contexto, los jóvenes, si bien no tienen grandes proyectos, tienen la inclinación a rebelarse. Como en la década de los setenta y Milei aparece para romper con todo lo constituido”.

La pandemia, la digitalización y el feminismo han sido fenómenos de alto impacto que transformaron nuestro contexto sociopolítico. En este escenario, el crecimiento de los partidos de ultraderecha no son una novedad ante situaciones de transformación y cambio social. También es importante entender que el feminismo nunca se desmovilizó políticamente y que sigue manifestando sus derechos y reclamos, como fue el pasado 28 de septiembre donde se convocó a participar en las calles para seguir repensando la vida en sociedad.

 

 

 

Bariloche, territorio mapuche y feminista

Bariloche, territorio mapuche y feminista

El 36º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, busca unificar al movimiento feminista bajo una misma consigna: la visibilización de los reclamos de la comunidad mapuche.

El 14, 15 y 16 de este mes se realizará en Bariloche un nuevo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Se estima que unas 100 mil personas se distribuirán en escuelas, clubes y otros lugares de la ciudad turística rionegrina para debatir, como cada octubre desde 1986, la agenda feminista.

El año pasado, este evento masivo se dividió en dos por primera vez, por un lado el Encuentro Nacional de Mujeres y por el otro el Encuentro que contemplaba la plurinacionalidad y a las disidencias. Ambos tuvieron lugar en San Luis, pero este último logró convocar a más gente y llevarse a cabo en octubre, su mes histórico. 

Tras el violento desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi, por parte del Comando Unificado de Fuerzas Federales de Seguridad que detuvo a siete mujeres y niños mapuches, las Comisiones Organizadoras de los dos Encuentros acordaron unificarse y establecer a Bariloche como su próxima sede.

Para Moira Millán, weychafe mapuche –”guerrera” en idioma mapudungun– y coordinadora del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, esta decisión implicó saldar las diferencias en torno a la nomenclatura y a la representatividad del Encuentro que tiene una larga historia: “Ganó una fuerza aglutinante y emergente en favor del reconocimiento de la plurinacionalidad y de la diversidad frente a un modelo de país racista, homofóbico y odiante que cree en los privilegios de ciertos sectores y desdeña el derecho de los demás”, sostiene en diálogo con ANCCOM.

La weychafe mapuche, en el Encuentro de 2016 en Rosario, fue quien instaló en el debate feminista la necesidad de hacerlo plurinacional: “Se me ocurrió plantear esta discusión para que tanto los derechos lingüísticos indígenas como nuestra mirada esté incluida de manera transversal en todos los temas y no únicamente en un taller sobre mujeres originarias”. Dos años después, cuando se resuelve hacerlo en Chubut –su provincia natal–, junto a sus compañeras del Movimiento por el Buen Vivir, inician la campaña “Nos Queremos Plurinacional” a la que otros colectivos también adhirieron.

Estos posicionamientos despertaron la respuesta de muchos sectores de la sociedad, el rechazo al cambio de la nomenclatura en el Encuentro de 2019 y la consecuente división el año pasado. “A partir de esa campaña nos dimos cuenta que la verdadera grieta en Argentina es el racismo”, explica Millán, quien remarca el cambio sustancial que provocó la elección de Bariloche como sede: “Esa respuesta de abrazarnos y decir ´vamos al territorio mapuche, vamos a Bariloche´, es una expresión más de cómo la participación de las mujeres indígenas se convirtió en una fuerza instituyente de agenda de los pueblos”.

Millán considera que uno de los desafíos radica en trasladar esta transformación sustancial a otros espacios del pueblo argentino donde la mirada plurinacional todavía no tiene lugar: a los partidos políticos, a las propuestas de los candidatos y principalmente a las políticas de Estado de los distintos gobiernos. Desde el espacio del Encuentro, subraya, nacen reclamos que terminan definiendo la agenda política y menciona el caso del aborto y del matrimonio igualitario como ejemplos.

Otro rasgo distintivo que hace de este Encuentro particular y diferente a otros, es el hecho de que se realice la semana previa a las elecciones presidenciales. “El verdadero debate, la verdadera disputa de las agendas de gobernabilidad que queremos nosotras, se va a dirimir en este espacio”, afirma Millán.

Lilen Gallo, militante feminista del Frente Patria Grande y parte de la Comision Organizadora del 36º Encuentro, también destaca la importancia del contexto electoral: “Estamos en uno de los momentos más importantes de la política argentina y está todo en juego, así que desde la militancia tenemos la tarea de llevar esta discusión al Encuentro”, señala a ANCCOM

La participación de las comunidades originarias contribuye a su visibilización como sujetos y actores sociales frente a un intento constante de negarles sus territorios, perseguirlos, desalojarlos y relegarlos a la marginalización. Gallo cuenta que a partir del Encuentro de Chaco y después con el de Trelew, “le cayó la ficha” sobre la fuerte presencia de este sector social en la escena pública y que por eso le sorprendió lo sucedido el año pasado dentro del movimiento: “Me pareció llamativo que se haya partido el Encuentro, porque para mí algo maravilloso que tiene el movimiento feminista es que, a pesar de todas las diferencias, reúne un arco muy amplio de organizaciones, de espacios, de personas y tiene un foco común muy claro”.

En relación a esta experiencia pasada, resalta el trabajo en conjunto que se hace este año junto a las comunidades mapuches: “Vamos a poder pensarnos desde otras maneras de habitar la tierra que son más viejas de las que nos enseñaron. Este Encuentro puede ser transformador en el avance de muchas discusiones”.

El 36º Encuentro Plurinacional de  Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries marca una presencia también global. “Somos una gran vidriera de todas las experiencias de resistencia y por eso muchas mujeres de todas partes del mundo van a participar en nuestro espacio en Bariloche. Este es el principio de un camino hacia la plurinacionalidad”, concluye Moira Millán.