«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

A pesar del desmantelamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, las Abuelas de Plaza de Mayo lograron restituir la identidad de otra nieta apropiada. Es el caso resuelto número 139, hija de Daniel Inama y Noemí Macedo.

Las Abuelas de Plaza de Mayo dieron a conocer la restitución de la identidad de una nueva nieta. En la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos ex-Esma, Estela de Carlotto y Buscarita Roa, presidenta y vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, llevaron adelante la conferencia de prensa donde dieron a conocer los detalles sobre la búsqueda y la familia biológica. “Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, afirmó Carlotto al comenzar, rodeada por Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo; Manuel Gonçalves Granada, nieto recuperado e integrante del directorio de Abuelas, y Ramón Inama, hermano de la nieta 139.

La nieta 139 es la hija de Noemí Macedo y Daniel Inama y nació en cautiverio entre enero y febrero de 1978. Daniel y Noemí, oriunda de Mar del Plata, militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y se conocieron en La Plata. Fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977 cuando Macedo, se estima, estaba embarazada de 6 o 7 meses. Ambos fueron vistos por sobrevivientes en el Centro Clandestino Club Atlético.  

Antes de su secuestro y desaparición, Daniel tuvo dos hijos, Ramón y Paula, quienes se criaron juntos gracias al buen vínculo entre sus madres y siempre supieron del embarazo de Noemí. Ellos llevaron adelante una búsqueda que se extendió durante años, hasta ahora.  “Mi viejo y Noemí se conocieron en Mar del Plata, militando en ese partido que era una organización política maoísta, muy pequeña, que fue diezmada” contó Inama. “Esa organización tiene muchísimos desaparecidos, militantes revolucionarios que dieron la vida por lo que creían. Noemí y Daniel son un ejemplo de eso, dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó.

Noemí Macedo, la mamá de la nieta 139, fue secuestrada cuando cursaba el sexto o séptimo mes de embarazo.

 

Manuel Gonçalves Granada fue quien detalló el proceso de búsqueda que se llevó adelante para poder celebrar la restitución de la nieta 139.  “Abuelas de Plaza de Mayo recibió información anónima. Luego de la articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) se continuó con el abordaje del caso. Desde la CONADI se requirió la información a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuya respuesta en tiempo y forma fueron fundamentales para la resolución de esta búsqueda”, destacó Gonçalves Granada. “A partir de todo este exhaustivo trabajo se logró contactar a la posible nieta. En este marco la mujer fue convocada por la CONADI en noviembre de 2024. Ella accedió a asistir al Banco Nacional de Datos Genéticos para dejar su muestra de ADN y ayer el Banco confirmó que es hija de Noemí y Daniel” relató.  

Gonçalves Granada, nieto recuperado número 57, también remarcó la importancia y la motivación de tantos años de trabajo incansable por la verdad. “Al fin y al cabo, de eso se trata esta lucha, de reparar lo que el Terrorismo de Estado quiso destruir, nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad, aunque parezca dolorosa, puede sanar en parte las heridas y eso lo hemos comprobado en estos 139 casos” concluyó. 

En el mismo sentido se expresó Inama. “En La Plata buscamos a esta hermana muchísimo y pensamos que habíamos agotado todas las instancias, que era un caso cerrado, pero las Abuelas nos demuestran 139 veces que nunca es la última esperanza”. En una intervención cargada de emotividad, donde recordó los largos años de búsqueda,  preguntándose cómo sería su hermana o hermano, si tendría dudas sobre su identidad o si alguna vez, sin saberlo, se habrían cruzado,  Inama afirmó: “Esto es un acto de justicia, es una reparación, es una certeza que nunca más va a ser incertidumbre, hoy alguien más puede decir quién es, porque lo sabe”. 

«Noemí y Daniel (los padres desaparecidos de mi hermana) son un ejemplo de dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó el hermano de la nieta restituida 139.

Buscarita Roa resaltó la urgencia que sienten las Abuelas, pero también la tarea y la lucha que se heredan. “Ustedes saben que los años pasan muy rápido, y estamos muy viejitas, quedamos poquitas, entonces estamos desesperadas porque los nietos vayan apareciendo lo antes posible. Igual, van a quedar todos ustedes con el compromiso de seguir adelante buscando los nietos que nos faltan”. 

 

A pesar del vaciamiento, siguen los hallazgos

Es ineludible enmarcar la restitución de esta nueva nieta en el contexto de desmantelamiento y desguace de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia por parte del gobierno nacional, con su posición negacionista y apologética de la dictadura. A pocos días de terminar el año, cientos de trabajadores de la secretaría de Derechos Humanos fueron informados que no iban a renovar su contrato a partir del 1 de enero, y lo mismo sucedió con las y los trabajadores del Centro Cultural Harlodo Conti, quienes se enteraron el 31 de diciembre a través de Whatsapp del cierre del espacio. 

“Nada hubiéramos podido lograr solas, esta es una lucha colectiva, la continuidad de las políticas de estado es fundamental para terminar con los delitos de lesa humanidad” afirmó Carlotto. Y resaltó que “por eso es central el papel de las instituciones como la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sus políticas deben seguir siendo sostenidas por el gobierno con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, y mantener sus instrumentos para poder continuar con el proceso Memoria Verdad y Justicia”. En ese momento, las palabras de la presidenta de Abuelas fueron interrumpidas por un extenso aplauso de quienes se encontraban presentes. “Todo esto ha sido fruto del diálogo entre el Estado y la sociedad civil, un verdadero consenso democrático para que los derechos de todos y todas y de las futuras generaciones estén garantizados. ¡Bienvenida a la verdad querida nieta!” concluyó. 

“Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, dijo Carlotto.

Taty Almeida también se expresó sobre el tema. “Le pregunto a la señora Villarruel y a sus amigos los genocidas ¿va a negar que las Abuelas y todas y todos hemos encontrado una nieta? ¿Cómo se van a atrever los negacionistas a negar esto que es evidente?”, se preguntó. “Sepan que se va a seguir buscando y van a seguir apareciendo nietos”, desafió la Madre de Plaza de Mayo.

La jornada concluyó en el hall de la Casa por la Identidad, donde entre aplausos, cantos y vitoreos las Abuelas, junto con Inama, cambiaron el 8 por el 9 en la cartelera de la entrada, que ahora dice: “Gracias a esa lucha son ya 139 los nietos que recuperaron su verdadera identidad”. Al salir por la calle arbolada que separa la Casa por la Identidad de la salida del predio se escucharon risas, charlas animadas, aplausos. Los presentes coincidieron en cuán necesarias resultan esas noticias, se abrazaron, y así pusieron en evidencia el poder de la lucha de Abuelas, que en tiempos como los que corren, siguen dando buenas noticias.

Un nuevo abrazo para Abuelas de Plaza de Mayo

Un nuevo abrazo para Abuelas de Plaza de Mayo

La organización conmemora su 47° aniversario este 22 de octubre. Celebrará en el Teatro Argentino de La Plata y convoca a una campaña de abrazos, viralizada en redes sociales, durante el Día Nacional del Derecho a la Identidad.

El  22 de octubre de 1977 se conmemora el aniversario de Abuela de Plaza de Mayo, aquellas madres que seis meses después de las primeras rondas a la Pirámide de Mayo, se agruparon para, además de sus hijos e hijas desaparecidos por el terrorismo de Estado, buscar a sus nietos desparecidos o nacidos en cautiverio.  En un principio, se bautizaron como “Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos”, y más tarde adoptarían el nombre “Abuelas de Plaza de Mayo”, dando origen a una organización no gubernamental cuyo objetivo es, hasta hoy, localizar y restituir a sus legítimas familias a los niños robados por la última dictadura cívico-militar argentina.

En la actualidad, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo está organizada en diferentes áreas. Las decisiones las toma la Comisión Directiva, que en sus orígenes estaba integrada solo por abuelas, y hoy son acompañadas por nietos, nietas y hermanos que buscan a sus familiares, que son elegidos cada año en la Asamblea Anual Ordinaria. Manuel Gonçalves, nieto restituido y secretario de la Comisión Directiva comenta en diálogo con ANCCOM: “Ellas son literalmente las madres de personas desaparecidas por una dictadura. Son irremplazables esas figuras, pero no pueden estar activas hoy como la organización lo demanda y como lo estuvieron durante muchos años. Hay un grupo de nietos y nietas que estamos en el día a día, también de hermanos que buscan y algunos tíos y tías que tratan de aportar desde su historia para encontrar a los que aún buscamos”.

Además, Abuelas tiene un equipo de trabajadores profesionales que se distribuyen en 13 áreas como Presentación Espontánea, Prensa y Difusión, Socio-vincular, Jurídica, Investigación,  Psicológica,  Sistemas, Archivo Biográfico Familiar, Recepción, Administración y la Casa por la Identidad, donde se encuentra también la biblioteca y el archivo institucional. Además, cuenta con cuatro filiales y desde 2017, la filial La Plata funciona en el Espacio para la Memoria excomisaría 5ª, que es coordinado por un nieto de la institución, Leonardo Fossati.

“Es una frase muy popular pero Dios atiende en Buenos Aires, todos lo sabemos. Sin embargo, el secuestro y la desaparición de personas se hizo a lo largo y a lo ancho de todo el país y no solo del país, sino de toda Latinoamérica, a través del el Plan Cóndor. No todas las abuelas tenían la posibilidad de viajar, así que se organizaron en filiales”, declara Adriana Metz, miembro de  Comisión Directiva y referente de la filial Mar del Plata de Abuelas.

“Donde había una abuela, hay Abuelas” fue el principio de la organización con el que se formaron las filiales. Actualmente, hay en Mar del Plata, La Plata, Córdoba y Rosario. También existe Red por la Identidad que con sus nodos puede hacer extensiva al resto del país y al mundo la atención de personas que dudan de su origen o que cuenten con información para encontrar a los nietos y nietas desaparecidos, multiplicando la difusión sobre la búsqueda, generando nuevas campañas, charlas y atendiendo consultas que llegan a través de presentaciones espontáneas de personas que dudan de su identidad.

Abuelas de Plaza de Mayo focaliza la búsqueda en personas que tengan dudas sobre su origen biológico, nacidas entre los años 1975 y 1983. Sin embargo, reciben diferentes tipos de consultas, muchas personas se acercan con dudas sobre su identidad por más que estén fuera del rango etario. Adriana agrega: “Cuando empecé a trabajar acá no entendía cómo gente que no tenía nada que ver con la búsqueda de Abuelas consultaba Después entendí que es precisamente porque al ser un organismo de derechos humanos por ahí no podremos ayudar directamente, pero sí podemos saber con quién conectarte”.

Leonardo Doval, miembro del Área Jurídica explica su trabajo: “Atendemos casos de personas que llegan con consultas jurídicas varias. Como Abuelas es un actor social muy importante en la sociedad Argentina, muchas personas, por confianza, se terminan acercando a la institución. En general, logramos hacer una derivación a algún organismo, a alguna organización que sí le pueda brindar otra ayuda”.

Derecho a la Identidad para todos y todas

María Laura Rodríguez, miembro del Área de Presentación Espontánea de Buenos Aires explicaba que en los orígenes del área de Presentación Espontánea, como mucho se atendía a diez personas por año que se acercaban voluntariamente. Pero que, con el tiempo, el número fue creciendo paulatinamente. En el año 2004, el día después al que Juan Cabandié habló en la ex ESMA, habiendo sido restituido unos meses antes y dándose a conocer que había nacido en el mismo lugar, el número de entrevistas se triplicó. Esto fue creciendo exponencialmente con diferentes campañas llevadas a cabo a lo largo de los años. Rodríguez reflexiona: “Una cosa es que te vengan 20, 30 personas. Ya cuando te llegan 800 no te sirve lo que tenés construido como teoría sobre la apropiación. Lo que quedó claro es que la apropiación de bebés por razones políticas fue posible hacerla y  sostenerla porque ya existía lo que se llamó tráfico de bebés. Estaba inserta en una práctica social que preexistía a la dictadura”.

Se han registrado muchos testimonios y casos datados en la década de 1960, durante las migraciones masivas del campo a la ciudad, en las que se llevaron a cabo numerosas apropiaciones de bebés en hospitales, focalizadas en madres jóvenes, solteras y de escasos recursos económicos. “En esos caso, lo que tratamos de aportar es explicar, ordenar eso que trae desordenado la persona, tratar de darle más sentidos, más explicaciones, que la persona que viene con esa angustia se vaya mejor parada”, agrega Rodríguez, sobre cómo orientan a personas de todas las edades que dudan sobre su origen biológico. “Pudimos explicarnos que había apropiación de bebés por razones políticas, robo de bebés y torturadores pero no pudimos asumir como sociedad que también comprábamos bebés porque buscábamos ser madres a cualquier precio. En lugar de acompañar a las mujeres que en esa situación de vulnerabilidad y embarazo adolescente quizá querían ser madres, se las ponía en un lugar que parecía que era más egoístas si maternaban que si lo daban en adopción. Hay que deconstruir el concepto de abandono”.

Luego de las entrevistas orientativas, Abuelas deriva a las personas que dudan de su origen a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), que a través del estudio de la documentación y, en el caso que lo requiere, de un análisis de ADN busca esclarecer su identidad. Aquí, además se ha creado un área que se ocupa específicamente de mujeres que han tenido partos y que dieron a su bebé en adopción voluntariamente, o les dijeron que su bebé había nacido muerto. Se les guarda una muestra de ADN para ver si a futuro puede vincularse con el de otra persona que quiera resolver su identidad. 

No obstante, la restitución de la identidad no es solo a través de la inclusión genética en un grupo familiar. Abuelas cuenta con el Archivo Biográfico Familiar en el que existen entrevistas a familiares, amigos, vecinos de desaparecidos para que la persona que restituye su identidad pueda también reconstruir su historia familiar. Rodríguez explica: “En el apogeo del ADN parece que la identidad es lo biológico y nada más. Pero para Abuelas nunca fue eso, en su práctica nunca la identidad es solamente un ADN en común”.

La donación como sostén

            Claudia Poblete, que restituyó su identidad en 2000 y hace unos años integra la Comisión Directiva de Abuelas, habla sobre la transmisión y el trabajo con las nuevas generaciones. ”Los programas académicos que acompañan Abuelas interesan a las nueva generaciones que  nos ayudan a pensar estrategias de búsqueda, pero también son importantes para que el mensaje de Abuelas siga vigente en la sociedad. El trabajo que las universidades hacen junto a las Abuelas también es una herramienta muy potente de difusión”.

Desde octubre de 2023, y frente al desfinanciamiento del gobierno Nacional, Abuelas debió iniciar la búsqueda de otros fondos de financiamiento para sostener su enorme tarea. En ese sentido, cuenta con una campaña de donación activa a la que se puede acceder por la página web. Claudia agrega: “A veces causa sorpresa el hecho de saber que la remamos como la rema tanta gente. Sabiendo cómo está la situación del país, sabemos lo sensible que es hablar de plata en estos momentos y no queremos ser insensibles a eso. Acá hay gente que trabaja, que está formada y le da un valor muy grande a la institución. Nos hemos ido formando en esto que es algo muy único en el mundo y que no podemos perderlo por no poder sostener su trabajo. Por eso necesitamos del apoyo de todos y todas los que se sienten motivados a acompañar a las abuelas”.

47 años

Como todos los años, Abuelas realizará un acto aniversario para conmemorar sus 47 años de lucha, en esta ocasión el 23 de octubre, en el Teatro Argentino de La Plata, con diferentes músicos y artistas invitados y la conducción de los nietos Manuel Gocalves y Leonardo Fossati. Además, el 22 de octubre se conmemora el Día Nacional del Derecho a la Identidad. En esta oportunidad, a 20 años desde la sanción de la Ley, la Asociación convoca a la sociedad a sumarse a la campaña “Un Abrazo para Abuelas”. El objetivo en visibilizar la búsqueda de los 300 nietos y nietas que falta encontrar y la defensa del derecho humano a la identidad. La idea es compartir en las redes sociales a través de una frase, una foto, una canción, o lo que el público desee, por qué es importante seguir apoyando la lucha de las Abuelas.

Poblete comenta sobre los tiempos que atraviesa la institución: “Es un desafío hacia adentro, de construcción, y es un desafío hacia afuera que también podamos construir esta nueva identidad, con un recambio generacional. Porque no solo nos tenemos que reconocer nosotros, sino que los actores que interactúan con nosotros también tienen que poder reconocer eso. Es un trabajo y un desafío que nos encuentra en este momento, con un contexto muy contrario, así que es una situación bastante compleja. Por eso en este aniversario pedimos ese abrazo a Abuelas, porque lo necesitamos, necesitamos que cada uno busque un poquito dentro de qué manera puede abrazar a Abuelas porque sabemos que es importante para la sociedad argentina”.

«Para mí no es el Día del Padre, es el Año del Padre»

«Para mí no es el Día del Padre, es el Año del Padre»

A un año de haber recuperado a su cuarto hijo, apropiado por el terrorismo de Estado, Julio Santucho repasa lo que significó encontrar a Daniel, reflexiona sobre la paternidad, la militancia y la necesidad de seguir apoyando la lucha de Abuelas para encontrar a los nietos y nietas que falta.

El año pasado, Julio Santucho recuperó a su hijo que había sido apropiado durante la última dictadura militar. De pasado activo en la militancia revolucionaria de los años 70, Julio fue dirigente del Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT). En 1976 cuando estalló el golpe de Estado se encontraba cumpliendo funciones en Europa para el partido. Los militares secuestraron a su mujer, Cristina Navajas, que continúa desaparecida, con la quien tenía dos hijos y en ese momento estaba embarazada. Las posibilidades de que ese hijo viva eran pocas, pero nunca perdió la esperanza. En julio de 2023, después de muchas idas y vueltas, las pruebas de ADN confirmaron que Daniel Santucho es su hijo y pudo recuperar parte de su historia. “Alguien me dijo que era el padre del año, por la recuperación de Daniel, y sí, yo pienso en el año y en mi vida y estoy feliz y orgulloso de tener los hijos que tengo”, afirma en vísperas al día del padre.

¿Qué Significa este Día del Padre para usted?

Para mí no es el Día del Padre, es el Año del Padre. Así que lo vivo como uno más, es algo de todo el año para mí. Lo que sí puedo decir es que soy un padre muy feliz por los hijos que tengo y estoy orgulloso de que me reemplacen en la lucha y que me superen en la elección de las estrategias y los lenguajes de comunicación adecuados a los tiempos actuales. Miguel es un destacado militante de derechos humanos, miembro de la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo y Florencia es la directora del Festival Internacional de Cine Ambiental y Derechos Humanos. Y Dani, es un regalo de la vida, que abre una esperanza de que otros jóvenes resuelvan sus dudas sobre la identidad y recurran a Abuelas para verificar si fueron víctimas de la dictadura y privados de su identidad biológica, lo cual era uno de los aspectos del plan de genocidio implementado por la Dictadura.

¿Qué piensa de la paternidad y qué pensaba en su etapa militante?

 A nosotros se nos ha criticado, incluso nuestros hijos en un momento; por qué teníamos hijos en la situación en la que estábamos. Pero bueno, nosotros teníamos una idea compartida por todos los miembros de nuestra organización. Si bien, nosotros queríamos hacer una revolución y estábamos en una situación en la que corríamos riesgo, la idea era que teníamos que ser parte del pueblo y vivir como el pueblo. Además, nosotros con Cristina queríamos tener hijos, no es que había una obligación. Tuvimos a Camilo y a Miguel, Daniel digamos que fue inesperado porque se dio en ese momento en el que yo me estaba yendo a Europa por tres meses. Yo creo que nació porque Cristina tuvo la voluntad de tenerlo porque a pesar de que estuvo en un campo de concentración siendo torturada pudo tenerlo, y eso yo creo que es fuerza de voluntad. Ahora pienso que el mundo es má complicado, que la pobreza es cada vez más grande, sobre todo en nuestro país por eso si fuera joven quizás adoptaría un chico, pero esa es otra reflexión. Yo estoy muy feliz de los hijos que tengo todos son maravillosos, los admiro. Son mejores que yo. En ese sentido, soy un padre muy feliz.

Daniel -que recientemente restituyó su identidad- y Miguel Santucho, dos de los hijos de Julio.

¿Como fue el reencuentro con sus hijos después del secuestro de Cristina?

Apenas me enteré del secuestro de Cristina yo quise volver a buscarlos porque yo le había prometido que si le pasaba algo a ella yo me iba a hacer cargo de los chicos. Ella me lo pidió claramente, cuando yo me fui me acompañó a Retiro y me dijo: “Yo te voy a pedir algo, que si me llega a pasar algo, que los chicos no se queden ni con mi mamá ni con tu mamá, ni con otros amigos, te los tenés que llevar vos”. Entonces lo primero que hice fue decirles que me volvía a la Argentina a buscar a mis hijos, pero bueno me dijeron que yo no podía ir pero que me lo iban a resolver y mandaron a Susy, que era una Argentina que vivía en Italia hacía muchos años y no tenía ningún antecedente. Estuvo unos meses en Argentina tratando de convencer a mi suegra, al final lo logró y los trajo a Italia. Primero los chicos iban a París así que los recibí en el aeropuerto. Ahí nos reencontramos, tuve a Miguel que tenía año y medio en brazos y me arrodillé para hablar con Camilo que tenía tres años y medio y le dije que a la mamá se la habían llevado los militares. Yo estuve mucho tiempo meditándolo porque no sabía si era lo mejor, pero decidí decirles la verdad, así que le dije lo que había pasado, que a su mamá se la habían llevado los militares y no sabíamos dónde estaba. Ahí él me contestó: “Ah, entonces no me abandonó”. Entonces creo que fue lo mejor que hice, le saqué esa angustia que él tenía de que lo habíamos abandonado. Después Susy fue mi segunda esposa y decidimos tener una hija, ya estábamos conviviendo hacia dos años con los chicos y yo la convencí un poco porque quería tener un hijo con ella y nació Florencia. Creo que ella no se arrepiente porque además es muy lindo tener una hija mujer.

¿Cuándo y cómo supo que había un hijo más que había nacido en cautiverio y que podía estar vivo?

Yo sabía que Cristina había estado embarazada porque ella me dejó una carta en la que me decía que tenía un atraso y, además, iba hablando con sus compañeras de celda en donde se presentaba y les decía que estaba embarazada. Pero concretamente no sabíamos si ese hijo o esa hija había nacido porque ningún sobreviviente lo confirmaba. Incluso, en el centro de detención que era el Pozo de Banfield, estuvo Adriana Calvo, que da el testimonio en el Juicio a las Juntas. Ella nos contó que, con su hija recién nacida en brazos, pasó una noche con Cristina en el calabozo y estuvieron hablando de todo, de la vida, de la política y de la familia, pero Cristina no le dijo nada de su embarazo. Cuando ellas se encontraron era abril, y Cristina ya no estaba embarazada así que siempre nos quedó la duda y la esperanza de encontrarlo.

¿Cómo llevó a cabo su búsqueda?

Cuando yo llego a Argentina en 1993, lo primero que hago es contactarme con Adriana, y ella me dice que cuando la vio a Cristina no estaba embarazada y que no le dijo nada de un hijo, que era imposible porque ella pensaba que se lo hubiera dicho. Después, ella cambia de opinión y dice que estaba segura de que Cristina la estaba cuidando. Como ella iba a tener una bebé no la quería asustar. Eso fue lo que declaró hasta último momento, asi que nosotros nos quedamos con la duda. A pesar de esto, mi suegra Nélida Navajas dedicó su vida a buscar a su hija y a su posible nieto, por eso se metió en Abuelas de Plaza de Mayo y tuvo una militancia activa para tratar de encontrarlos. Mi hijo Miguel, que había venido conmigo desde Roma también se sumó a la militancia en la agrupación HIJOS y después también empezó a acompañar a su abuela, así que estábamos al tanto de todo, si había alguna pista, o una denuncia. Lo que pasa es que las pistas se iban extinguiendo y de mi hijo no encontrábamos nada. Por eso el mérito es todo de Daniel que tuvo datos de gente que conocía la familia apropiadora y que le decía que esos no eran sus padres, así empezó a dudar y se acercó a Abuelas, primero en 2019 que lo cortó la pandemia. Después volvió con toda la carga y se descubrió la verdad. El final feliz fue el 25 de julio del año pasado sale el resultado de ADN y se confirma que Daniel es hijo mío y de Cristina. Así que estamos disfrutando el momento, muy felices de haberlo encontrarlo y de que esté ahora con nosotros.  

¿Cómo fue su reencuentro?

El primer día tuvimos una conversación por videollamada y al otro día nos encontramos en Buenos Aires, yo viajé desde Tucumán y Miguel viajó desde Italia. Después viajamos a Roma para que Daniel conozca a sus otros hermanos que viven en Roma. También fuimos a Santiago donde tenemos un montón de familia y Daniel no podía entender cómo tenían tanto afecto, los primos, los tíos. Además, él es muy cariñoso, siempre me llama y siempre que podemos nos vemos. Es increíble el carácter que tiene porque se crió con un policía malhumorado que no lo quería, que le demostraba que no tenía ningún interés, por eso él también empezó a sospechar. A pesar de eso, el tipo salió así, muy cariñoso con sus hijas, conmigo y siempre lo demuestra.

¿Qué sintió al volver a ser padre de un hijo de 46 años después de tanto tiempo?

Me cambió la vida, a nosotros y a él. Ha sido un año muy intenso porque de golpe nos encontramos y empezamos a compartir momentos de fiestas y abrazos, en los que él me preguntaba cosas acerca de su mamá y la familia. Yo le conté toda la historia y él lo ha ido asimilando de a poco porque son demasiadas cosas, la historia de nuestra familia es dura: yo tengo cinco hermanos desaparecidos y además otras cinco personas más, Cristina, las dos mujeres de mi hermano y dos sobrinas. Son diez personas asesinadas. Por eso también recuperar a Daniel es muy importante, es recuperar una parte de Cristina, una parte de nuestra familia y una parte de la historia que nos habían quitado.

¿Cómo lo vienen llevando?

Recién ahora estamos entrando en la normalidad, porque hasta el mes pasado andábamos viajando, bueno las entrevistas siguen, pero ya no son tan seguidas.

¿Qué puede decirles a aquellos padres que hasta hoy siguen buscando a sus hijos incluso en este contexto tan difícil?

Creo que no hay que perder las esperanzas y apoyar a todas las campañas que hace Abuelas, los nietos recuperados que están trabajando y otros organismos. Pienso que la principal arma que nos queda son las campañas de sensibilización y que para eso también desde mi punto de vista es muy importante el audiovisual. Y con este material trabajar en las escuelas porque también los nietos pueden estar involucrados. Yo creo que nos queda esa arma, porque las otras búsquedas por partidas de nacimiento y datos de ese tipo están agotadas, es difícil. También para que ayuden a esos jóvenes de 50 años a que les surjan dudas, porque la única posibilidad es que a la persona o al nieto robado le surjan dudas y que él se presente a buscar su identidad. Entonces para eso también tiene que ver el entorno social.

El fascinante mundo del Tango

El fascinante mundo del Tango

La muestra, una experiencia para vivir el género rioplatense, se puede visitar hasta el 31 de marzo, de lunes a viernes de 9 a 21 hs. y sábados y domingos de 12 a 19 hs. en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional. Una propuesta con entrada libre y gratuita.

En la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en la calle Agüero al 2502 de la ciudad autónoma de Buenos Aires, se exhibe la Muestra “Tango que fuiste y serás”. Para asistir no encontrará mayores inconvenientes, se encuentra en un edificio bacanazo, con mucha historia y fácil de junar por su arquitectura tan particular. Carpeteando piola los nombres de las calles no hay manera de pifiarla, sino, chamuyando con cualquier vecino, podrá encontrar el lugar. Sin embargo, si es una persona sin mucha parla o con miedo a que algún gil le bata cualquiera puede utilizar Google Maps para no meterse en tanto bardo.

No le van a manguear para la entrada, no se preocupe si no anda con resto en el bolsillo; adentro no se puede escabiar ni tampoco fumar faso. El establecimiento cierra a las 20 horas, por lo tanto se recomienda mirar bien el bobo antes de salir y calcular cuánto tarda el viaje en bondi, tacho o medio de transporte que decida utilizar. 

La muestra expuesta en la sala Leopoldo Marechal, fue resultado de la curaduría de Diego Antico y Florencia Ubertalli. “Una de las propuestas de la muestra es poder dar a conocer parte del material que está en la Biblioteca, cualquiera puede acceder a esos archivos ya que son bienes públicos. Otro de los hilos narrativo que decidimos abordar se relaciona con cuestiones del tango que no son muy tratada en otros lados como por ejemplo, la música con todas sus variantes, las letras, el baile, la imagen, el lenguaje, la sociedad en sí misma. No nos centramos tanto en las figuras, sino en lo periférico a estas”, explica Antico en diálogo con ANCCOM. 

“Tango que fuiste y serás” comienza abordando algunos de los mitos fundacionales del género: ¿De dónde provienen sus raíces? ¿Quiénes fueron sus actores principales?¿Cuál fue la distribución de los roles de género?¿En qué momento aparecieron las primeras partituras?

Más allá de que la muestra no busca responder de manera explícita a estos interrogantes, vuelve a reabrir el debate a través de distinto material de archivo bibliográfico, audiovisual, e imágenes que junto a algunos objetos refuerzan la propuesta. Steven Craig es un médico estadounidense de 54 años, Michelle Rodríguez de 45 años es su esposa y trabaja de enfermera y recorren la muestra porteña. “A pesar de saber español sus letras nos parecen muy enigmáticas debido a que muchas de sus palabras no las conocíamos. Está bueno ver cómo se aborda algo de esa cuestión en la muestra”, explica el turista. Su compañera agrega: “Conocimos el tango a través de unas clase de baile, ya sabíamos español y a partir de ahí nos fuimos metiendo más en este mundo”. 

La segunda sección propone seguir con la industria cultural del tango y aborda cómo fueron sus comienzos en los medios. Podemos encontrar una pared decorada con las portadas de revistas que contiene a los cantantes, actores y orquestas más reconocidas de ese “Star system”. Además hay disponible una pequeña sala de cine donde se proyecta la película “Tango”, estrenada en 1933, dirigida por Luis Moglia Barth, y considerada el primer largometraje sonoro de la Argentina.

Su curadora, Florencia Ubertalli afirma: “Una buena parte de los objetos y material de archivo expuesto forman parte del patrimonio de la Biblioteca, no se trata sólo de material de lectura, sino también en otros formatos que son de nuestra audioteca y videoteca. Sin embargo, también tenemos objetos prestados como los expuestos en la segunda sección que son propiedad del coleccionista Guillermo Elías. Él nos cedió un fonógrafo original y nos prestó los cilindros de cera, primeros dispositivos en donde se reprodujo la música del tango; además nos brindó algunas fotos y otros objetos de valor que están expuestos a los largo de la sala”.

Siguiendo el recorrido, aparece una sección dedicada a la milonga, la sala recrea un salón de baile de principios del siglo XX, posee instrumentos, escenario y botellas de bebidas que se consumían en esos lugares. Este tramo se propone reflexionar acerca de lo que es el baile del tango, sus códigos y cómo se resignifica en la actualidad. Franco Vázquez es guitarrista y músico de 28 años, en su recorrido opinó: “Es muy interesante, todos los códigos que se manejan y manejaban en las milongas. Por ejemplo, antes existía lo que era el cabeceo, se dice que se hacía para que los hombres no queden expuestos si una mujer los rechazaba para bailar y además para no entorpecer la pista circulando en vano”.

La muestra entra en su etapa final con una exhibición de otras expresiones artísticas que han hecho referencia al tango; como por ejemplo las pinturas de Juan Lorenzo-guitarrista y artista plástico- y Romina Pernigotte-bailarina e ilustradora–. La literatura también se hace presente en esta exhibición con Jorge Luis Borges a la cabeza y otros autores reconocidos que son exhibidos en las vitrinas del salón. Algunas paredes de la sala poseen postales fotográficas de principios de siglo que dialogan con otras que han sido seleccionadas en un concurso realizado por la Biblioteca a principios del 2023. Ubertalli explica: “Las fotografías expuestas en la sala de milonga y en la primera parte de la exposición fueron producidos especialmente para un concurso se llamó ‘Postales del Tango’, son fotografías de distintas partes del país que daban cuenta de cómo se vive hoy el tango. Las 10 fotos que fueron premiadas son expuestas en esta muestra, es decir que no solamente se ha exhibido material que ya existía, sino que se puso en circulación fotografías nuevas que conviven con otras que son mucho más antiguas y forman parte del Archivo General de la Nación. Es una manera de representar algunas continuidades y rupturas en el género”.

Por último, se ofrece una línea histórica a los largo de toda una pared, que contiene fechas significativas para el tango y la política argentina. Aparecen marcados meses, años y días de la creación de algunas canciones emblemáticas como por ejemplo: “A Leandro”, “Unión Cívica”,“Tirana Unitaria”, “Bronca”( grabado por Edmundo Rivero), o “Pan” (tango anarquista que interpretó Gardel).

Al final de la pared y de la muestra una televisión reproduce nuevas expresiones artísticas que toman al tango como referencia, desde obras de teatro hasta artistas musicales de otros géneros como el rock y el rap que afirman que la esencia del tango sigue viva e influencia sus nuevas creaciones más allá que no pertenezcan al mismo género.

“Tango que fuiste serás” dialoga constantemente con la sentencia de muerte que tantas veces se le dictaminó a esta música. A lo largo de la muestra algunos QR nos dirigen a varias playlistsorganizadas por la Biblioteca que mezclan obras de antaño con artistas contemporáneos.

La muestra seguirá en exhibición hasta marzo 2024. Además de la propuesta del primer piso, la Biblioteca presenta una serie de shows con cantantes y orquestas, además habrá charlas y debates en torno a la temática.

Contar para no olvidar

Contar para no olvidar

En el teatro de la UMET se presentó «Los nietos te cuentan cómo fue», el libro que narra 13 casos de restitución de identidad a través del trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. Las autoras son la periodista Analía Argento y dos protagonistas que narran sus propias historias: Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Guillino Valenzuela Negro.

“Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer, y con cada nieto que aparece se le devuelve la esperanza a este país”, fueron las palabras de Analía Argento periodista, escritora y coautora de Los nietos te cuentan cómo fue, sobre la obra que escribió junto a las nietas restituidas Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, esta última, a cargo de las ilustraciones.

El libro está destinado a un público adolescente y juvenil porque como sostiene la autora es necesario hacer el ejercicio de la memoria y volver a contar una y otra vez esta parte de nuestro pasado reciente. En Los nietos te cuentan cómo fue se narran trece historias de nietos y nietas de Argentina y Uruguay que restituyeron su derecho a la identidad, relatos únicos y diferentes pero atravesadas por el mismo horror: el secuestro y la apropiación de bebés durante la última dictadura cívico militar. 

La presentación del volumen se realizó el martes 12 de diciembre en el auditorio de la UMET con la presencia de miembros de Abuelas de Plaza de Mayo, nietos y nietas restituidas, familiares y amigos de las autoras. Entre el público se destacaron también Mariana Herrera Piñero, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG); la periodista, sobreviviente y titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, entre otras figuras destacadas del ámbito de los derechos humanos.

historias, moderó la mesa de presentación y sostuvo: “Es un momento político difícil, pero seguiremos luchando por la memoria, la verdad y la justicia”. Tanto Brunet, como Analía Argento, Zaffaroni Islas y Gullino Valenzuela Negro insistieron en la necesidad de transmitir la historia a los más jóvenes, aunque parezca que se contó muchas veces y pareciera no ser necesario seguir haciéndolo. “Mientras tengamos a los protagonistas, es un documento testimonial que tiene que quedar. El Operativo Cóndor estuvo en las dos orillas, no permitiremos el avance del negacionismo”, afirmó Zaffaroni Islas, quien a partir de su propia historia describió: “Yo soy una sola persona con dos vidas. Es importante tender un puente porque son muchos los nietos por recuperar. No siempre es fácil recuperar la identidad, pero es sanador, no hay una sola forma de recibir la noticia, ni de expresarlo, todo es válido.”

La ilustradora Sabrina Gullino Valenzuela Negro declaró que nos encontraremos con un libro que tiene una buena lectura para los jóvenes y que es necesario hacer puentes intergeneracionales. “Tiene una apuesta para ser soporte pedagógico, para ser utilizado en el aula. Es una cartografía poética y también política”. “La memoria y la identidad es conflicto y dolor. Pienso en las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo frente a lo trágico, ellas nos dan una clase magistral de ciudadanía”, finalizó Guillino Valenzuela Negro, quien restituyó su identidad en 2008 y como se autodenomina “hermana que busca” porque su hermano mellizo continúa desaparecido. 

“Necesitamos la verdad para ser libres. Los que faltan encontrar no son libres, siguen presos del delito”, subrayó Argento, quien sostuvo que es muy compleja la restitución de la identidad pero que es necesario saber y conocer esa parte de la historia que es propia de un país. “Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer y en cada nieto que aparece le devuelve la esperanza a este país. Les tenemos que contar a los jóvenes que eso estuvo mal, y que está demostrado en la justicia”, explicó. Y en diálogo con ANCCOM, al terminar la presentación se explayó: “Yo creo que a veces es difícil contar lo que sucedió porque no hace mucho que ocurrió, de hecho, muchos de los protagonistas están vivos, y a los nietos se los siguen buscando y todavía son víctimas, entonces es muy reciente esta historia. Pero al mismo tiempo como es reciente podemos contarlas a través de las personas que la vivieron directamente. Por eso, en el caso de los nietos me parece muy importante para reconstruir la memoria hablar con los protagonistas, hablar con las víctimas y sobre todo hablar mucho con los nietos porque son una prueba en vida de lo que fue el secuestro, la tortura, el robo de bebés, el plan sistemático”.

Argento continuó sobre la vigencia del delito de apropiación: “En el libro hay un caso de un nieto, Ezequiel, que cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró los restos que podían ser de sus padres se identificaron esos restos gracias a su sangre. Entonces, todo eso sigue ocurriendo y es parte de nuestra vida. Pero hay que seguir contándolo ahora porque dentro de algunos años ninguno de nosotros va a estar, entonces hay que ir contándolo para ahora, para que los que van naciendo conozcan la verdad y también para el futuro. Para que cuando esto sea histórico o muy viejo tengamos estos testimonios para la posteridad”.

Las coautoras Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, cuyas historias también son parte del libro, contaron lo que significó volver a escribir y a contar una vez más sus propias vidas. “Realmente fue muy movilizante, al escribir cada historia se te vuelve a pasar por el cuerpo la tuya y decís esto yo lo sentí, yo sé cómo se sintió y entiendo lo que es haber pasado por eso y comparto esto, también había cosas que decía qué loco lo que le paso, qué tremendo, que terrible: esto gracias a Dios a mí no me paso. Hay como un permanente ponerse en el lugar del otro o saber cómo se siente el otro, y, por otro lado, también hay experiencias y vivencias totalmente nuevas”, confesó Zaffaroni Islas. “Sin ninguna duda, lo más difícil fue escribir mi historia en primera persona porque yo dije, ´Bueno ya lo conté muchíusimas veces´ y no es una vez más porque escribirla yo y elegir qué contar fue un montón. También es movilizante leer las otras historias que contó Analía, todas las historias son increíbles y son únicas como cada una de las personas que la vivió”, concluyó.

Por su parte, Sabrina describió: “Para mí fue un gran desafío, porque si bien algunas de las historias las conocía, volverlas a leer te atraviesa cada vivencia de los protagonistas. Está tan lindo escrito, es muy ameno pero no deja de ser bastante fuerte y en relación a cada una de las experiencias, pero también es sanador y creo que en cada una de estas historias que no son tan conocidas también es un reconocimiento necesario y una visibilización a las historias que parecen estar más alejadas, me parece que también es darle voz y darles un lugar, una visibilidad gráfica, desde mi lugar, a estas historias que son muchas, distintas y todas tienen sus características y particularidades”.

Los nietos te cuentan cómo fue se terminó de imprimir en diciembre de 2023, al cumplirse 40 años de la recuperación de la democracia más larga de la República Argentina. “Estamos convencidas de la necesidad de seguir contando para no olvidar, para que el Nunca Más no se repita y para seguir encontrando a los que faltan”, es el deseo de las autoras, la editorial y de gran parte del pueblo argentino que seguirá sosteniendo la memoria.