«Los diputados que visitaron a los represores ya perdieron todo tipo de honorabilidad»

«Los diputados que visitaron a los represores ya perdieron todo tipo de honorabilidad»

Legisladores reunidos en la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento fracasaron una vez más en el intento de crear una comisión que investigue la visita de los legisladores de La Libertad Avanza a los represores condenados en la cárcel de Ezeiza.

Los legisladores que conforman la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento volvieron a suspender la conformación de una comisión especial para investigar a los diputados del bloque La Libertad Avanza que visitaron a represores condenados por delitos de lesa humanidad, en el penal de Ezeiza.

La Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, presidida por Silvia Lospennato del PRO, fue presenciada por distintos representantes de organismos de derechos humanos como Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo, quien además fue la primera en tener el uso de la palabra: “Venimos a exigir que realmente este deplorable episodio que ocurrió con los diputados que fueron a visitar a los genocidas, o sea a sus amigos, que directamente se los expulse”, pidió Almeida ante la comisión.

Margarita Cruz de la Asociación de Exdetenidos Desaparecidos, se sumó a la petición de Taty Almeida y denunció que no todos los represores fueron juzgados: “Se comprobó que hubo 800 centros clandestinos de detención y hay un promedio de dos represores por centro clandestino de detención, y no dan las cuentas porque para que funcione un centro clandestino de detención hay toda una articulación sistemática desde el que abre a la puerta hasta el que enchufa la picana”.

“Desde lo ético, desde lo moral, desde ahí es que nosotros cuestionamos que no tienen que seguir formando parte de esta Cámara, que el nombre completo es Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Ellos ya perdieron todo tipo de honorabilidad”, declaró Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido, en diálogo con ANCCOM.

Mientras adentro del establecimiento los diputados debatían, a las afueras del Congreso, sobre Avenida Rivadavia, un grupo de jubilados, que se encontraban protestando en contra del veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria que anunció el presidente Javier Milei, fue reprimido con gas pimienta y golpeados por la Policía Federal. Si bien algunos diputados decidieron retirarse de sus sillas para observar qué sucedía, la comisión continuó con normalidad.

Después un largo debate, los legisladores aprobaron la propuesta de Juan Brugge, de Encuentro Federal, quien solicitó convocar una nueva reunión de las comisiones de Peticiones y de Asuntos Constitucionales para debatir si se conforma una comisión especial.

Sin embargo, antes de que esta petición sea aprobada, la diputada Cecilia Moreau, de Unión por la Patria, rechazó que el libertario Nicolás Mayoraz presida la comisión de Asuntos Constitucionales porque tuvo participación en los chats donde se organizó la visita a los represores. Finalmente, Mayoraz Aceptó que la diputada Maria Eugenia Vidal, del PRO, sea quien ocupe su lugar. Además, rechazó que exista “un plan de impunidad”, tal como lo acusó Moreau.

“Indudablemente hubo un retroceso, pero creemos que tienen que reflotar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia con la lucha de los distintos organismos, de los distintos actores y del pueblo. Lamentablemente siempre ha sido así; nosotros no hubiéramos llegado a tener la democracia que tenemos si no hubiéramos estado todo el tiempo levantando estas banderas y reclamando por un poco más de justicia. Si el pueblo no sale a la calle, no salea pelear como las Madres y las Abuelas, no podemos llegar a ningún lado”, finalizó Guillermo Pérez Roisinblit.

Infancias desgarradas

Infancias desgarradas

La sobreviente Claudia Favero y Alejandra Santucho, hermana de una adolescente de 14 años desaparecida y torturada,  declararon en la cuarta jornada que investiga 112 crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Comisaría 5ª de La Plata.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, integrado por Karina Yabor como presidenta, junto a los jueces Ricardo Basílico y Adríán Basso lleva adelante el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en la Comisaría 5ª de La Plata. En la cuarta audiencia del jueves estuvieron presentes la abogada querellante de Abuelas de Plaza de Mayo, Colleen Torre y Leonardo Fossati querellante y nacido en ese Centro Clandestino de Detención. La causa investiga los crímenes contra 112 víctimas que fueron desaparecidas allí y el juicio tiene como imputados a Jorge Bergés, Pedro Muñóz -quien seguirá excarcelado mientras dure el juicio- y José Saravia Day. En la cuarta jornada fueron citadas a testimoniar Alejandra Santucho -hermana de Mónica Santucho, asesinada- y la sobreviviente Claudia Favero.

La abogada Colleen Torres manifestó: “La importancia de los testimonios para mí tiene dos aristas: por un lado, la posibilidad de que los sobrevivientes brinden su voz sobre lo sucedido. Se supone que es reparador para ellos y para ellas decirle al Estado lo que les sucedió y que se escuchen esas historias que fueron silenciadas por tanto tiempo, es muy significativo. Por el otro, para nosotros es importante que puedan declarar porque la inmediatez del testimonio no te lo da una incorporación por lectura, para que los jueces puedan escucharlos y verlos en primera persona. Aunque es difícil comprender la magnitud en su conjunto, pero por lo menos que puedan dimensionar lo que vivieron, el daño y la lucha misma”.

La primera en declarar fue Alejandra Santucho: “Toda mi familia fue víctima de la dictadura: mi mamá, mi papá y mi hermana de tan solo 14 años”. Santucho dio a conocer en el Tribunal la historia de su vida. Ella fue testigo de la desaparición de sus padres, militantes de la Juventud Peronista, y de su hermana: “El viernes 3 de diciembre de 1976, yo estaba en el patio de mi casa y de repente se produce un griterío porque miembros del Ejército, vestidos de civil, empezaron a disparar a toda la casa. Mis papás gritaron que dejen salir antes a los niños. Ahí es cuando sale mi hermana Mónica de 14 años, con mi hermanito de dos años y el bebé de otra familia que se hospedaba con nosotros. Nos dejan a mi hermano y a mí a unas cuantas casas de al lado, pero mataron a mis papás y se llevaron a Mónica”.

«Ellos me hicieron sobreviviente porque decidían quienes vivían y quienes morían. A mí no me gusta decir que soy sobreviviente, a mí me gusta decir que soy testimoniante. Es nuestro deber para los que no están”, declaró Claudia Favero.

La historia desgarradora de Alejandra. Durante casi diez años no supo nada sobre su hermana. Sin embargo, en el Juicio de las Juntas, hubo testigos que declararon haber compartido cautiverio con Mónica en Arana y en Comisaría Quinta: “Ellos recordaban que era una niña de entre 12 y 13 años, que fue muy torturada y violada”. También, por una testigo, se supo que Mónica escribió en una pared donde estaba retenida: “Acá hay que aguantar lo inaguantable”. Una nena de 14 años que todavía era una preadolescente sufrió hechos de violencia y maltrato inexplicables.

El testimonio de Alejandra se contrapone con el expuesto por José Saravia Day en la jornada número tres. Al ser la oportunidad para que los acusados den su versión y se defiendan de las imputaciones, solo Saravia Day hizo uso de su palabra. Citó al libro de Nunca Más donde se habla de una casa de brujas y el imputado expresó: “En estos momentos siento que sufro una caza de brujas demencialmente generalizada y estoy siendo ensuciado por una incriminación global e injusta. Todos los militares hoy son vistos como represores”. Sin embargo, luego de declararse inocente, utilizó una estrategia distinta donde se diferenció del genocidio sin negarlo: “La metodología por las FF.AA. para afrontar la violencia de los setenta con las inhumanas torturas y desapariciones siempre me parecieron repugnantes e inaceptables”.

En relación al rol del Estado en materia de derechos humanos, Alejandra Santucho, declaró: “El Estado tiene que estar para defendernos, protegernos, procurar la reparación y la justicia. Y que hoy algunos estamentos del Estado que llegaron al poder por la democracia y que pidan impunidad para los genocidas para nosotros es devastador”.

Además, la abogada de Abuelas, Colleen agregó: “Si el gobierno de turno no tiene políticas públicas que impliquen la reparación en el marco de políticas de memoria, verdad y justicia puede acarrear responsabilidades internacionales del Estado. Pero esto no es efectivo como uno creería que debiera ser y en lo inmediato con los familiares no tiene ningún tipo de trascendencia, ya que si bien el Estado es condenado internacionalmente eso no va a reparar el daño causado por un Gobierno con un discurso negacionista. Es parte también de continuar la lucha que se da en estos contextos, la continuidad de los juicios y que los familiares puedan declarar es forma de darle batalla a ese discurso negacionista”.

En la cuarta jornada, también declaró la sobreviviente Claudia Favero. Describió su secuestro junto a su hermano Luis: “El 12 de febrero de 1977 un grupo de hombres irrumpió en mi casa buscando a mi hermano Daniel, militante de la Juventud Universitaria Peronista. Nos llevaron a mi hermano y a mí e inmediatamente somos sometidos a torturas, con una especie de cachiporra que nos golpeaba en todo el cuerpo y también nos ahogaban hasta que no podíamos más. Pero de todas formas no sabíamos donde vivía Daniel, es una pesadilla decir que no sabes o simplemente decís la verdad y que no te crean. Estábamos primero en la Brigada de Investigaciones y luego nos trasladaron al Destacamento de Arana. Después nos llevaron a la Comisaría 5ª. No nos torturaron ahí, simplemente estuvimos unos días más, pero finalmente nos liberaron en el Parque San Martín, a unas cuadras de casa”. Años más tarde, la familia se enteró que el 23 de junio secuestraron a Daniel Favero junto a su compañera Paula Álvarez. Para finalizar la declaración, agregó: “El recuerdo más doloroso no es lo que me pasó a mí, porque yo estoy viva y estoy acá contándolo. Ellos me hicieron sobreviviente porque decidían quienes vivían y quienes morían. A mí no me gusta decir que soy sobreviviente, a mí me gusta decir que soy testimoniante. Es nuestro deber para los que no están”.

Hasta el 5 de septiembre hay un cuarto intermedio donde se continuará el debate y notificarán la nómina de personas que serán testigos. Finalmente, Torre concluye: “Es esperar que puedan hacerlo de la mejor manera posible y reitero que puede ser reparador en un punto y más en este contexto. La expectativa siempre es tener la esperanza de que surge algún dato que pueda servir para esclarecer algunos datos que aún siguen ocultos”.

«Los diputados visitando a genocidas es la ruptura del pacto democrático”

«Los diputados visitando a genocidas es la ruptura del pacto democrático”

Juan Pablo Csipka habla de «Una batalla de todos los días. Cómo recuperamos la democracia en la Argentina», un libro en el que desgrana la transición de los 80, desde el fracaso económico de la última dictadura y su derrumbe hasta los juicios a la Juntas y la asonada militar de Semana Santa.

 

“Desde el primer momento, el objetivo de Alfonsín era evitar otro golpe de Estado”, comenta Juan Pablo Csipka, periodista, investigador y autor del libro Una batalla de todos los días. Cómo recuperamos la democracia en la Argentina (Editorial Marea). Csipka se centra en el levantamiento de Semana Santa de 1987, un momento crucial que sintetiza las tensiones políticas y sociales de la época. El autor utiliza este evento como hilo conductor para analizar el período que va desde la descomposición de la dictadura en 1980 hasta los años 90.

 

¿Cómo surge el libro? ¿Qué te llevó a centrarlo en la transición democrática?

Siempre me interesó el concepto de transición democrática, ver cuáles fueron los límites de esa transición. ¿Cuándo comenzó y cuándo terminó? No hay una convención. Yo digo que la transición empieza, no en Malvinas, sino dos años antes, en 1980: ahí empieza la descomposición de la dictadura. El trabajo sucio ya estaba hecho, y comienzan a exportar la represión ilegal a Centroamérica para reprimir la Revolución Sandinista porque ya no había a dónde más reprimir acá, pero los grupos todavía estaban enviciadísimos. Empieza el descalabro económico, colapsa el modelo de (José Alfredo) Martínez de Hoz. Se produce el recambio de (Jorge Rafael) Videla por (Roberto) Viola, y Viola cae por un golpe interno que le hace (Leopoldo) Galtieri. Este periodo culmina en el verano del 91 con la derrota definitiva de la amenaza carapintada, cuando Carlos Menem reprime en diciembre del 90 como no había podido hacer Alfonsín. En el medio están los indultos: impunidad para todo el aparato represivo y la economía más o menos estabilizada. Volvemos al orden de 1980, es una transición que termina de manera agridulce.

 

En el libro vas narrando y corrigiendo varios equívocos de esa década, como que la Obediencia Debida fue la consecuencia directa del alzamiento pero que Alfonsín ya tenía un borrador, en realidad.

El alzamiento es la reacción al Punto Final. En el verano del 87 vence el plazo de los 60 días que habían dado para hacer las denuncias y en febrero empiezan las citaciones, y los militares están en una situación de sospecha, no se define quién tiene que ir, quién va a ser el próximo y hay un despelote bárbaro. En el medio, Alfonsín va a Las Perdices, un pueblo de Córdoba. Típico acto de presidente de antaño en la Argentina, dice que va a enviar un proyecto de ley que amplíe el alcance del Punto Final, estaba tranquilizando al generalato. No nombra la Obediencia Debida, pero dice que hay militares que actuaron por coerción. Después vino Semana Santa y ese acto quedó en el olvido, pero los carapintadas se han querido quedar con la memoria histórica de decir que la Obediencia Debida la lograron ellos. Otro mito es que el alzamiento de Semana Santa no fue un intento de golpe de Estado; Semana Santa se propuso un objetivo y lo consiguió, e incluso uno podría pensar que realmente buscaban llegar al punto extremo de la reunión con Alfonsín cara a cara y después dejar la imagen de él y la victoria de “sacamos la ley”. La ley iba a salir, el tema es que las condiciones del debate son muy distintas por lo que pasa en Semana Santa.

 

Durante la campaña presidencial, Alfonsín habló de “los tres niveles de responsabilidad”: los que dieron las órdenes, los que las cumplieron y los que se excedieron. ¿Por qué el gobierno no quería continuar hacia abajo con los juicios por violaciones de Derechos Humanos?

Había mucho desgaste, Alfonsín consideraba que eso consumía todo su gobierno. Consideraba que alcanzaba con juzgar a los comandantes, o sea a los que dieron las órdenes y a los que se excedieron. Algunos nombres emblemáticos de la represión: (Ramón) Camps, a (Alfredo) Astiz él lo quería ver en cana. Y tenía esa lógica de los políticos de la guardia vieja, había que reprimir porque había guerrilla, había insurgencia. Hubo excesos, no consideraba la idea de plan criminal. Reivindicaba la lucha contra el terrorismo, pero nunca iba a reivindicar y aceptar el terrorismo de Estado. Además, era un desgaste muy grande juzgar durante todo su mandato. El juicio a las Juntas termina cuando se cumplen dos años de mandato, un tercio de la presidencia. En el debate del Punto Final él lo plantea en cadena nacional: ya llevo la mitad de mi mandato con esto, diciendo entre líneas: es un desgaste tremendo, hasta qué punto el sistema democrático puede estar tensionado y sufrir la posibilidad de un nuevo golpe si avanzamos.

 

¿Cómo influyó la “Teoría de los Dos Demonios” en la percepción y el tratamiento de las violaciones de derechos humanos en este período?

Hay un libro a comienzos del 84 que es Montoneros, la soberbia armada de Pablo Giussani, que después es una especie de periodista oficial de Alfonsín. En ese libro defenestra a Montoneros; empieza, muy tenebrosamente, a plantear que tenían una estructura que quería equipararse a los militares: cómo manejaban la militarización, ciertos aspectos de mesianismo, y eso armó un debate muy complicado. El propio Alfonsín habilita ese debate con los dos decretos: el 157/83 que procesa las cúpulas de Montoneros y el 158/83, a los comandantes, el propio presidente está aquí haciendo la equiparación. Yo creo que es una cuestión de orden cronológico, o sea para poder juzgar la represión ilegal tenían que avanzar con lo que había generado esa represión ilegal.

 

En el contexto actual, ¿cómo ves la reivindicación de esta teoría por parte del gobierno de Javier Milei?

El gobierno actual va más allá, es la lógica de (Victoria) Villarruel de que hay un solo demonio: la guerrilla. Villarruel no acepta el concepto de terrorismo de Estado, lo ha reivindicado, y cuando habla de terroristas, dice terroristas a secas, habla de la guerrilla. Ni siquiera es negacionista, es justificadora y apologista directamente. La cuestión negacionista en estos últimos años ha alcanzado otros niveles, se discuten las cifras de desaparecidos. La represión fue ilegal, no se puede pedir exactitud. Llegaron al extremo de agarrar a un mitómano, lo de Luis Labraña es vergonzoso, “porque yo inventé los 30.000”. Es mitomanía pura.

 

¿Y sobre la “memoria completa”?

El concepto de memoria completa me interesa porque se le podría haber dado una vuelta de tuerca que lamentablemente no se le dio, que es usarlo en el sentido de referirnos a la represión ilegal por el lado de los militares, pero hay un sector que quedó muy solapado, que nadie le dio demasiado interés, que es el bloque civil de la dictadura. Ese para mí sería el uso más interesante de memoria completa, los civiles. ¿Dónde están los civiles? Martínez de Hoz, todos los funcionarios del Ministerio de Economía, del Banco Central, los ministros que fueron civiles, los empresarios de medios colaboracionistas: Ford, dentro de nuestro gremio Atlántida, Para ti. Eso para mí es memoria completa. Y la derecha se lo apropió por el tema de la lucha insurgente.

 

Para mí, el uso más interesante de memoria completa sería preguntarse por los civiles: Martínez de Hoz, todos los funcionarios del Ministerio de Economía, del Banco Central, los ministros que fueron civiles, los empresarios colaboracionistas: Ford, dentro de nuestro gremio: Atlántida, Para ti. Eso para mí es memoria completa. Y la derecha se lo apropió por el tema de la lucha insurgente.

Juan Pablo Csipka

¿Cómo influyó el cambio del programa económico en 1975 en la configuración de las políticas económicas argentinas y el desarrollo del neoliberalismo en el país?

En 1975 se abandona el patrón de la sustitución de importaciones y entra el rentismo financiero. No es un fenómeno local solamente, es un cambio de paradigma en el mundo. La crisis del petróleo había generado una inflación altísima, estancamiento económico, ahí es cuando empieza la cuestión del neoliberalismo. Y esto va de la mano de otra cuestión que se asemeja al 30, cuando entra en colisión la idea de democracia y capitalismo. En el 75, 76, también: el nuevo programa no se podía aplicar en democracia. En 1930 alcanzó con el Estado policial: la policía haciendo inteligencia, torturando, represión pero de baja intensidad. A partir del 76 toma una magnitud nunca antes vista. Además, la dictadura inventó algo con lo cual la democracia nunca se metió: la Ley de Entidades Financieras del 77, que le dio el monopolio, el manejo de la tasa de interés a los bancos. Timba, timba, timba. El alfonsinismo no terminó de entender el cambio brutal de la economía argentina. El que lo asimila es Menem, quien completó la obra, y no lo dimos vuelta, esa es la gran derrota. Destrozaron la capacidad de transformación de la sociedad argentina. La política a partir de 1983 no es lo que era antes del golpe del 76. El Estado se convirtió en una máquina de recaudar solamente para pagar deuda, nada más. No hay plan de desarrollo.

 

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Según Csipka, la Argentina experimentó tres hitos importantes en este siglo: la crisis de 2001, la pandemia y en el medio, el conflicto por la Resolución 125 en 2008. Este conflicto marcó un punto de inflexión en la política argentina y tuvo repercusiones que se extienden hasta el presente. «La 125 es el acta de refundación de la derecha argentina. No se puede entender la presencia de (Mauricio) Macri sin la 125. El hecho de que la clase media haya asumido el discurso de la Sociedad Rural, o sea, gente que tiene dos macetas en el balcón, acompañando a tipos que tienen 50.000 hectáreas. La gran deuda pendiente de Argentina es que no cambiamos la matriz de la dictadura. La dictadura triunfó de punta a punta. Nos pasaron por arriba y no se pudo regenerar otra cosa”.

 

No hay más amenaza golpista, pero no se ha revertido la matriz económica de la dictadura. ¿Cómo ves el estado actual de la democracia en Argentina?

Uno pensaba que después del 83 la democracia estaba consolidada en términos políticos, el “pacto democrático”: no al golpismo, no a la tortura, no a la violación de derechos humanos. Podemos discutir políticas económicas más a la izquierda, más a la derecha, pero después hay cuestiones que están fuera de discusión: Astiz tiene que estar preso. Y eso entró en duda estos últimos tiempos. Creo que el kirchnerismo se quedó a mitad de camino con el tema de no meter el debate crítico/autocrítico de la lucha armada de las organizaciones. Se generó toda una cuestión revanchista: el curro de los derechos humanos, que ante cualquier emergencia Cristina sacaba a un nieto de un sótano y todo ese tipo de barbaridades. Y así llegamos a tener a Javier Milei y Victoria Villarruel, ahí tenés el estado de la política. Tenemos diputados yendo a visitar genocidas. Eso es lisamente ruptura del pacto democrático. La democracia argentina en términos políticos fue asombrosa por lo que hizo con su modelo de Memoria, Verdad y Justicia, porque no tiene precedente lo que hace el gobierno de Alfonsín. A mí me hubiese gustado, como a todos, que no hubiese habido indultos, ni Punto Final, ni Obediencia Debida. Retrocedimos, avanzamos.

 

Y por último, pero volviendo un poco al principio del libro, me interesa el nombre, Una batalla de todos los días.

Es un fragmento de un discurso de Alfonsín. Me llamó la atención, y un poco lo sintetiza la frase, es la idea de que justamente Alfonsín dice que la democracia empezó el 10 de diciembre, pero la lucha sigue, tenemos que consolidarla. Ahí está la idea de la transición también, no es que de un día para otro pasamos de un sistema al otro. Si bien no es lo mismo el Estado de derecho que el Estado de una dictadura terrorista, el Estado de derecho había que construirlo día por día. Esta idea que Alfonsín tenía de juzgar; decía “vamos a juzgar a los militares”, pero no en el sentido revanchista, sino también en el sentido de garantizar que esto no vuelva a pasar.

“Si nadie pudo reivindicar la visita a los genocidas es un logro de todas y todos los que marchamos cada 24 de marzo”

“Si nadie pudo reivindicar la visita a los genocidas es un logro de todas y todos los que marchamos cada 24 de marzo”

Familiares, sobrevivientes y organismos de derechos humanos, participaron de la audiencia pública convocada por diputados de Unión por la Patria y el FIT para repudiar la visita de seis legisladores oficialistas que visitaron a los genocidas presos. Alerta por posibles proyectos que impulsen su liberación.

Diputados y diputadas recibieron a organismos de derechos humanos en una Audiencia Pública en la sala de conferencias de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación que se propuso tratar la visita de un grupo de legisladores de La Libertad Avanza a genocidas presos por delitos de lesa humanidad.

El pasado 11 de julio los diputados y diputadas oficialistas Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Guillermo Montenegro, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo visitaron a exmilitares condenados por delitos de lesa humanidad, entre ellos Alfredo Astiz, en la cárcel de Ezeiza.

Legisladores de Unión por La Patria, el FIT, organismos de derechos humanos, abogados, sobrevivientes, familiares de desaparecidos y representantes de distintos sectores de la cultura estuvieron presentes para repudiar no solo la visita, sino que también hicieron un llamado a estar despiertos y enfrentar posibles proyectos de leyes en beneficio a los genocidas.

La apertura estuvo a cargo del diputado Hugo Yasky: “La convocatoria es para que hagamos una evaluación de la situación de los derechos humanos en nuestro país, hoy. El día viernes se envió un proyecto que habla de la participación de las Fuerzas Armadas en un contexto de situaciones de terrorismo algo que, por supuesto, genera profunda preocupación y también rechazo. Se suma a un hecho que conocemos hace pocas horas y que nos conmociona: el asesinato de la madre de uno de los integrantes de H.I.J.O.S. que se produjo en Córdoba. Hay también otros hechos que tienen que ver con la disolución de organismos que tenían como tarea justamente colaborar en la aceleración de los juicios pendientes en la determinación de identidades de hijos y nietos”.

Por su parte, Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora resaltó: «El motivo por el que estamos acá reunidos, considero el más importante en estos momentos, es esa visita a l os genocidas de esos diputados en un auto del Congreso. Realmente es insólito, no podemos permitir que quede como un ‘yo no sabía, no tenía idea con quién iba a hablar’. Como esto es un delito político, políticamente hay que resolverlo y ¿de qué manera señoras diputadas y diputados? Está en manos de ustedes que realmente decidan políticamente que estos individuos no puedan seguir representando al pueblo así que ese es el pedido que considero que hacemos las Madres”, reclamó y alentó: “Hay que seguir resistiendo, no podemos dejar que este gobierno inhumano siga avanzando, destruyendo y tirando por tierra todo lo que hemos logrado en derechos humanos hasta la fecha, hay que demostrar justamente con esta resistencia que no nos han vencido».

Pablo Llonto, abogado en causas por delitos de lesa humanidad señaló que: “Hay una grave inconducta en haber concurrido a abrazar y recibir de parte de los genocidas no sólo la complacencia sino también algún proyecto de ley para conseguir algún tipo de impunidad». Y sumó: “Contra la memoria, la verdad y la justicia atentando y golpeando nuestra Constitución porque no solo son genocidas, sino que son golpistas estos internos visitados”.

La legisladora porteña de UxP y nieta restituida Victoria Montenegro declaró: «Hay una intencionalidad de los diputados de Lla Libertad Avanza de repetir la historia. Es importantísimo que este Congreso se pronuncie, que trabaje, que ponga el ojo sobre lo que está sucediendo, que pueda entender que no son hechos aislados, que todo tiene que ver con todo. Hay un deseo de instalar la impunidad en Argentina y que nosotros tenemos que ser guardianes de aquello que los organismos y los 30.000 construyeron con su dolor, con su fortaleza, con la sangre de los compañeros y compañeras y con la capacidad aún en los momentos más oscuros de generar algo distinto”.

Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido e integrante de la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo, agregó: “Se han corrido todos los límites que uno podría creer que eran irreversibles, todos los consensos que hemos logrado en estos más de 40 años ininterrumpidos de democracia es importante que se marque un límite, es necesario”. También señaló el prontuario de los genocidas visitados “Astiz está condenado a prisión perpetua, tiene comprobados 647 hechos de privación ilegal de la libertad, 651 imposición de tormentos, 31 homicidios y 15 sustracciones de menores de 10 años comprobados, no estamos hablando de acusaciones: hay condena».

Por su parte, Miryam Bregman arremetió contra las excusas de una de las diputadas señaladas: “Creyeron que los iban a festejar, que les iban a decir que bien que fueron a ver a Astiz y a los demás genocidas, lo único que vemos en los últimos días es como tienen que decir cosas ridículas como ‘yo no sabía quién era Astiz porque nací en el 93`, entonces no sé cómo hizo para rendir historia porque no creo que esa chica hubiese estado viva en esa época. Entonces son argumentos que se caen por el propio peso y creo que si nadie pudo salir a reivindicar la visita es un logro de todas y todos los que estamos acá, de los que marchamos cada 24 de marzo”.

“Yo quiero saber de qué hablaron ahí adentro. Son funcionarios públicos, nos tienen que explicar de qué hablaron. No son ex genocidas, no son ex represores, todos y cada uno de los que están ahí cada mañana se levanta y renuevan su pacto de impunidad, cada mañana se levanta y dicen ´no le voy a decir a los hijos, a los familiares, dónde están sus padres, dónde están los detenidos desaparecidos´”. La exdiputada recordó: “Astiz daba vueltas con el libro Volver a matar, y se burlaba. Acá hay varias que estábamos en esa audiencia dándonos el mensaje de que lo volvería a hacer ¿Qué exgenocidas? ¡Genocidas, represores! “Todos los despidos son repudiables pero los despidos en los sitios de memoria tienen por objetivo ir desmantelando esos lugares que son pruebas judiciales”.

Continuó Cecilia de Vicenti , hija de Azucena Villaflor una de las madres desaparecidas por Astiz : “Tenemos que que cuidarnos, pero profundamente cuidar la democracia y cuidar la democracia es expulsar a estos diputados y no quedarnos en algo tibio porque si no van a seguir repitiendo la historia, van a seguir yendo contra los derechos humanos”.

El diputado Leopoldo Moreau alertó: «Hay que articular una respuesta a lo que a esta altura constituye un plan sistemático, cuyo objetivo no es solamente reivindicar en términos culturales la dictadura militar y el accionar de los genocidas sino crear las condiciones políticas, legales y de sentido común que les permita poner en marcha un proceso que es amplio y muy abarcativo en materia de represión. Quieren revertir la situación de los que están detenidos”.

También estuvo presente Augusto De Bernardi, nieto de un represor e integrante del colectivo Historias Desobedientes: “Hoy simplemente me gustaría sumar un mensaje de esperanza, el Estado está -como lo dijo en campaña- atentando contra las políticas de derechos humanos y creo que es momento de que nuestra generación se haga cargo, salgamos a las calles como nos enseñaron las Madres y las Abuelas de Plaza de mayo , ellas salieron con un pañuelo en la cabeza a la plaza y con el corazón en la mano y le hicieron frente al monstruo más grande de la historia Argentina”. Y concluyó: “Es nuestro momento de hacernos cargo de esa lucha y salir con ese amor a la calle a demostrar que si bien el odio es muy poderoso y muy destructivo el amor siempre puede un poco más y a volver a demostrar que por nuestros 30.000 compañeros desaparecidos el grito de memoria, verdad y justicia va a perdurar en la eternidad de la historia de Argentina”.

Para finalizar Yasky declaró: “A pesar de las distintas edades que tenemos hace muchos años que estamos luchando para que ese legado de memoria, verdad y justicia que nos hizo distintos a otros pueblos de América Latina perdure: condenar a los genocidas nos hizo distintos a otros pueblos. El poder dominante no perdona y todo lo que hoy estuvimos viendo acá tiene relación con ese intento de volver a gestar las condiciones para que esta Argentina otra vez sufra el disciplinamiento, a través de la violencia desde la institucionalidad. Se imagina a un pueblo con la cabeza gacha, arrepentido, resignado, dolorido y callado”.

“El miércoles tenemos una primera reunión donde vamos a tratar el tema con la comisión de derechos humanos. Creemos que tenemos, con el aporte de todos ustedes, incidir sobre los diputados y diputadas sobre aquellos que hoy no estuvieron presentes, es necesario que podamos llegar a ellos,  si es necesario lo vamos a hacer a través de las organizaciones también sindicales en todas las provincias, que los gobernadores, las fuerzas políticas sientan que hay un tema que está pendiente que no hay que dar la espalda y yo creo que es el compromiso que asumimos,  seguir trabajando juntos para que la democracia de nuestro país no se convierta en una democracia carente de contenido”, concluyó Yasky.

La intersección entre deuda externa y genocidio

La intersección entre deuda externa y genocidio

En el inicio de la campaña !Basta al FMI-BM!, una mesa redonda debatió acerca de las vinculaciones del endeudamiento externo con la dictadura militar. El rol de las empresas en la desaparición de los trabajadoares.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial se crearon en 1944 en el marco de los acuerdos de Breton Woods como herramientas de la reconstrucción de los países centrales, después de la Segunda Guerra Mundial. En esas mismas negociaciones, se decidió adoptar el patrón dólar con respaldo en oro, para evitar fluctuaciones cambiarias y recesiones como la ocurrida en 1930. Así, siendo Estados Unidos el país con más reservas de oro, pasó a convertirse en el principal socio del FMI con capacidad de tomar decisiones e inmiscuirse de esa manera en las políticas monetarias de los países miembros. Argentina, por primera vez tomó un préstamo del FMI, durante el gobierno de Pedro E. Aramburu en 1956.

A 80 años de la creación del FMI y el BM, nació la campaña Alto al FMI-BM impulsada por las organizaciones Diálogo 2000, la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda, el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL) y el Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM). 

Esta iniciativa denuncia que las dos instituciones han estado desde su creación al servicio de un capitalismo patriarcal y racista, cada vez más concentrado, empobrecedor de los pueblos y devastador de la propia naturaleza. Ajustes y miseria planificada, golpes de Estado y regímenes dictatoriales, deuda ilegítima y odiosa, dicen las organizaciones, es lo único que han producido para las poblaciones. 

El pasado jueves en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) tuvo lugar la charla debate Deuda Externa y Genocidio, en la que disertaron Carlos Loza, investigador, docente e integrante de Archivo Popular de la Memoria (APM); Pablo Peláez del Programa Estudios del Trabajo, en reemplazo de su compañera Victoria Basualdo, (investigadora de FLACSO-CONICET) quién se encontraba enferma y Beverly Keene, economista e integrante de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda.

El Archivo Popular de la Memoria (APM), creado el 22 de agosto de 2023, tiene como finalidad recuperar la documentación de la represión estatal. Como grupo mantiene una línea de trabajo que tiene que ver con la investigación de diversos temas, entre ellos, quiénes se beneficiaron con la deuda externa, el genocidio y la política económica. Uno de sus objetivos es la búsqueda de la reconstrucción de dichos archivos a partir de una investigación en los lugares donde los compañeros estuvieron detenidos.

Loza, su representante, fue el primer orador de la jornada y abordó ejes referidos a los cargos en la superestructura del Estado a que pertenecían a grupos económicos que propiciaron el golpe de Estado en alianza con los sectores militares. Luego habló de la deuda externa contraída por la empresa Techint y también mencionó los cargos que ocupa la multinacional en el gobierno actual. “Darle un tratamiento sólo financiero al principal problema político y económico del país desde la dictadura para acá es lo que explica por qué una y otra vez repetimos las mismas crisis. En el marco de la Argentina de Macri, donde una vez más la mayor parte de la deuda se fugó, el FMI es corresponsable directo de la crisis”, fue uno de sus conceptos. Y agregó: “No es historia del pasado referir que los funcionarios del grupo Techint están presentes en el actual gobierno de Javier Milei. Es el mismo poder que actúa de la misma manera que años atrás”.

Haciendo memoria

Según contó Loza, en todos los casos se repite el horario de secuestro de sus compañeros delegados: la noche y las primeras horas de la madrugada. “Ingresaban en domicilios, rompían todo, se robaban lo que encontraban, aterrorizaban a las familias, se llevaban a los trabajadores y los desaparecían. Como no se sabe qué pasó con ellos, el delito se continúa cometiendo. Fueron operativos que destruyeron a colectivos organizados”, describió.

“Todo lo que el actual gobierno de Javier Milei dice –agregó- es para reivindicar a los genocidas, por eso es necesario destruir la idea de que fue un enfrentamiento: se llevaron trabajadores, colectivos sociales, que fueron perseguidos desde el poder del Estado, estigmatizados y luego represaliados

Responsabilidad empresarial

La clase trabajadora en Argentina durante el siglo XX fue protagonista de importantes luchas y de gran poder acumulado de sus representaciones sindicales de base. “Fueron sujetos de levantamientos populares: el Cordobazo, el Tucumanazo, tomas de establecimientos, coordinaciones como la del plenario en Villa Constitución del 74, que tuvo su respuesta represiva en marzo del 75 durante gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón”, ejemplificó Pablo Peláez. Además, se refirió a la responsabilidad empresarial en los delitos de lesa humanidad. “En 2015 fue publicada una investigación importante, realizada entre cuatro instituciones, donde se investigaron 25 grandes empresas, con eje en el espacio productivo y en la forma en la que se articularon en cada establecimiento las prácticas e intereses de las fuerzas militares y la dirigencia empresarial, en lo que se conformó en todos los casos como una alianza represiva, dirigida contra los colectivos obreros y sus representantes sindicales de base durante la segunda mitad de los 70”, dijo el experto. El universo abarcado en la investigación fue bastante amplio, hay empresas de todas las provincias, de distintas actividades, siderúrgicas, automotrices (Ford y Fiat), diarios como La Nueva Provincia y multimedios. 

A criterio de Peláez, las prácticas empresariales represivas fueron en las que se reflejó dicha articulación de intereses entre la fuerza militar de ocupación y la dirigencia empresarial. En sus palabras, “en la mayoría de las empresas se constataron secuestros de trabajadores, entrega de información privada y lista de delegados entregadas a las fuerzas represivas, presencia de cuadros empresariales en las mismas detenciones, secuestros y torturas de trabajadores, uso de camionetas y vehículos de las firmas, presencia militar en las fábricas y participación de miembros de fuerzas armadas en cargos directivos de las empresas”.

Según explicó, estas prácticas empresariales y la represión sobre la clase trabajadora se articularon con un plan económico, la cual se ve reflejada en la caída en la participación de los salarios en el PBI nacional que empieza en 1975, lo cual se profundizó durante el período de la dictadura. “El caso Dálmine Siderca es de lo más interesantes para ver, en relación a la actualidad que tenemos, siendo que está el grupo Techint directamente en el actual gobierno” expresó Peláez.

Según contó Beverly Keene, el momento del golpe de 1976 en Argentina, coincide con el avance económico que se estaba viviendo a nivel mundial. Ese proceso significa que en Argentina el rol de esas empresas y la represión que desataron tienen que ver con la expansión concreta de ese modo de funcionamiento del sistema capitalista donde las finanzas toman un rol cada vez más importante. En este sentido, Keene afirmó que el problema de la deuda externa no tiene que ver con las necesidades del pueblo ni de la naturaleza Argentina, “sólo tiene que ver con las prioridades y exigencias de un sistema financiero internacional”.

 

Norita presente, ahora y siempre 

 

Durante la jornada de debate, se recordó un encuentro virtual del 2020, donde Nora Cortiñas compartió unas palabras: “El pueblo no debe pagar lo que no gastó. ¿Por qué debemos pagar la deuda del horror y la sangre derramada de la dictadura?”, cuestionó la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora recientemente fallecida. El público agradeció y expresó que la exposición fue enriquecedora, al tiempo que se mostró motivado a dar la lucha y no bajar los brazos.