«Yo soy del pueblo»

«Yo soy del pueblo»

Medio millón de personas escucharon bajo la lluvia a Cristina Fernández de Kirchner a 20 años del primer gobierno kirchnerista.Señaló cuatro ejes promogramáticos que debe tener el próximo gobierno y no ungió candidato. Pero Wado de Pedro hizo un guiño por twitter.

Que Cristina esté significa más gente de la que puede tolerar el espacio físico donde su presencia se confirma. Un estadio, la calle de un canal de televisión, algún teatro, las veredas de Juncal y Uruguay o la Plaza de Mayo. Su presencia trasciende al tiempo, se vuelve, siempre, histórica por la centralidad política que arrastra.

Cerca de medio millón de personas entre paraguas, pilotos y pelos mojados conformaron una Plaza de Mayo que conmemoró los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, día también en el que Héctor Cámpora asumió el poder, 50 años atrás. Pero el recuerdo es la excusa, o mejor, el anclaje histórico para la coyuntura que obliga al oficialismo a definir precandidaturas de cara a las PASO.

15:30 horas. Cristina Fernández entra al escenario y se ubica con un atril delante y una tribuna compuesta por dirigentes, organizaciones, artistas y posibles precandidatos detrás, para ser la única oradora. La centralidad de la política nacional está entre el atril que tiene las siglas de Néstor Kirchner y una tribuna variopinta que compone al Frente de Todos. Con una ausencia, claro. La del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que estuvo presente más temprano en la Catedral porteña para la tradicional misa de los 25 de Mayo que, en este caso, reunió al jefe de Estado con a autoridades del Gobierno de la Ciudad, con Horacio Rodríguez Larreta a la cabeza.

Sin hacer mención a la ausencia de Alberto Fernández, la vicepresidenta dijo que “a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor que el que hubiese sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas.”

Por las diagonales y por Avenida de Mayo ya se escuchaba a la vicepresidenta empezar su discurso mientras que, casi en silencio, todavía miles de personas se dirigían hacia la plaza. Un rumor de que su presencia en el escenario sería a las 16 horas hizo que muchos llegaran con el acto iniciado.

“Venimos a demostrar que nuestra candidata es Cristina. ¿Qué otro candidato podría llenar así esta plaza?, le dice a ANCCOM una militante que prefiere no identificarse.

En la identidad discursiva que construyó históricamente el kirchnerismo, los cantos que detienen un instante el discurso son centrales. Vamos con los de esta plaza: “Cristina presidenta”, cantado más de diez veces durante el discurso. “Una más y no jodemos más”, “Néstor no se murió, vive en el pueblo”, obligatorio en las recurrentes alusiones a su gobierno. “La proscripción se va a la puta que lo parió”; “somos la gloriosa Juventud Peronista”; “Junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP”; “Patria sí, colonia no”; “No me importa lo que digan los gorilas y Clarín”. Y alguno más en casi una hora de discurso.

De ese discurso, una plataforma electoral bajo una consigna de unidad. Para la vicepresidenta, se debe llegar a un modelo de acumulación acordado entre el sector público y el privado en “las actividades que más retornos provocan, y, por lo tanto, significan mayor incorporación de tecnología, son de valor agregado y de trabajo calificado”.

A los 40 minutos de discurso, empezó a llover de nuevo. En la calle Bolívar el tránsito de personas entre los que llegaban a la plaza y los que se iban, avanzaba en bloques que ponían en peligro el gazebo que intentaba cubrir de la lluvia a una parrilla, su parrillero y alguna persona que se tomaba un respiro de la lluvia, por momentos muy intensa.

Al discurso le faltaban 15 minutos, en los que Cristina se encargó de plantear cuatro ejes de gobierno para los próximos cuatro años: dejar de lado el programa que impone el Fondo Monetario Internacional y elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica” porque de otro modo, dice, “es imposible pagarles”. Pidió unidad nacional para dar una solución política a un problema político. En segundo lugar, destacó la necesidad de una alianza público-privada para explotar recursos estratégicos, en particular, el litio. En ese sentido, dijo: “No digo que los autos los hagas todos acá, pero por lo menos, hermano, una parte de la batería, o la batería entera, hacela acá. Si te la estás llevando toda”. Por último, pidió una renovación del pacto democrático y una Reforma Judicial, porque la Corte Suprema esun verdadero mamarracho, indigno”.

Minutos antes, Cristina había recordado los tres gobiernos kirchneristas, señaló que nunca hubo mejor distribución de riqueza que en el suyo y que para lograrlo, hay que poner “la carita fea”. Aseguró que por eso la persiguen judicialmente y atentaron contra su vida. “Aunque quieran matarme, nunca seré de ellos. Yo soy del pueblo”, exclamó

“Vengo de Mar del Plata. pagué 380 pesos para venir a escuchar a Cristina y ver a Boca. Imaginate si no es un fin de semana hermoso”, le dice un militante con un vino en la mano a ANCCOM. Para otra militante, “en la plaza hubo una sensación de derrota.”

De la plaza casi medio millón de personas se fue sin candidato pero con definiciones. Minutos más tarde, Wado De Pedro, ubicado en el escenario detrás de Cristina y entre Máximo Kirchner y Sergio Massa, lanzó un spot de campaña donde retoma los dichos de Néstor y Cristina. A su vez, en Twitter se viralizaron carteles de Wado y Cristina, casi en una fórmula, pegados en las paredes de alguna cuadra cercana a la plaza.

El kirchnerismo abrazó a Cristina y repudió a la Corte

El kirchnerismo abrazó a Cristina y repudió a la Corte

Dirigentes y militantes pidieron la renuncia de los jueces supremos y demandaron el cese de la persecución político-judicial a la vicepresidenta.

En un intenso clima preelectoral, parte del microcentro porteño se tiñó con los colores de las pecheras y banderas reunidas en contra de “la corte de injusticia”. El kirchnerismo, con la presencia de sus principales dirigentes, convocó un acto que dio fin a una jornada de movilizaciones por parte de asociaciones sociales y sindicales. Las columnas de las organizaciones fueron numerosas: La Cámpora, el PJ porteño y el Bonaerense, el Frente Grande, la Corriente Peronista y Nuevo Encuentro, entre las políticas. También se movilizaron fuerzas sindicales como la CTA, la UOM, Smata o la Asociación Bancaria.

Los reclamos en contra de la proscripción de Cristina Fernandez de Kirchner comenzaron desde las 15 con una radio abierta, mientras las agrupaciones sociales colmaban la zona de Plaza Lavalle y alrededores. Las columnas ingresaron desde la 9 de Julio y desde las 16 rodearon completamente el escenario montado en el cruce de Libertad y Tucumán. Entre la llegada de los voceros y dirigentes, muchas personas se acercaron a las vallas con carteles de consignas variadas que iban de lo político a lo personal.

“Cristina es democracia, ella es nuestra única líder y referente; eso tiene que quedarle clarísimo a todo nuestro sector”, contestaban los presentes cuando se les consultaba por las razones de la marcha. “¡Democracia y que no nos jodan más, que no nos molesten más! Han infectado a la gente, es una plaga que han dejado”, compartió un jubilado que paseaba por la ciudad y se sintió atraído por el evento. Mientras tanto, de fondo, se escuchaban denuncias de encubrimientos a crímenes de lesa humanidad de la última dictadura por parte del juez Rosatti.

A las 16:30, varias de las principales figuras arribaron a la escena. “La verdad es que Cristina es la esperanza del pueblo, pero no porque lo digo yo, lo dice la gente” afirmó Mario Secco, Intendente de Ensenada. Cuando lo consultaron por los miembros de la Corte Suprema de Justicia declaró que “lo mejor que pueden hacer es renunciar mañana mismo, irse a la mierda, porque la verdad que el daño que han hecho es tremendo”. Los siguientes discursos, tanto de los voceros como el de personas que asistieron al evento, concordaron con las declaraciones de Secco.

El acto principal inició cerca de las 17, como estaba previsto, con la lectura de una declaración en contra de “la guerra judicial contra la política perpetrada por el poder económico concentrado, los medios hegemónicos y las más altas jerarquías del Poder Judicial”. Luego de esa presentación se dio lugar al nombramiento de las distintas figuras y entidades presentes.

El primero en tomar la palabra fue el padre Paco Olveira, quien recordó la última aparición de Hebe de Bonafini en una marcha y retomó su pedido sobre organizar una pueblada en contra de los jueces: “Lo vamos a seguir haciendo hasta que ellos renuncien, y si no renuncian tendremos que voltearlos como hicimos hace 15 días cuando hacíamos el ayuno”, afirmó. Luego tomó la palabra el secretario general de la CTA de los trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky, quien sostuvo la inocencia de Cristina Fernandez de Kirchner, según él, demostrada “con esa ‘falla’ judicial de 1600 páginas donde no tenían una sola prueba”. Según palabras del funcionario los fallos en contra de la vicepresidenta “quieren condenar no a una persona, sino que quieren condenar a un pueblo”, e hizo otro llamado a romper la proscripción.

Con el clamor de la multitud y los cantos de “Cristina presidenta” lo sucedió Carmen Arias, de la asociación Madres de Plaza de Mayo, con el mismo pedido bajo el lema “Cristina conducción”. La diputada nacional Vanesa Siley, miembro del Consejo de la Magistratura y secretaria general de la Federación de sindicatos de trabajadores judiciales, tomó la palabra posteriormente, y sumó la preocupación por el extractivismo en nuestro país e hizo un descargo en contra de la explotación de Litio.

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue el encargado de cerrar el acto donde se proclamó en contra de la repartición de la coparticipación a favor de la Ciudad de Buenos Aires, de la invisibilización por parte del “partido judicial” al intento de asesinato a Cristina Fernandez y aseguró en relación a la vicepresidenta que si «quiere ser candidata, el pueblo la va a acompañar y va a volver a ejercer cargos».

Durante el encuentro los oradores realizaron una revisión histórica sobre la transformación de las medidas de intervención judicial en la gobernabilidad y cómo se utilizó a este poder como instrumento de «persecución política» y de «proscripción» desde el primer golpe militar en 1930 contra Yrigoyen. Especialmente se mencionó a la llamada «Revolución Libertadora» o, en palabras de Axel Kicillof, “Revolución Fusiladora”, contra Juan Domingo Perón. El recorrido histórico cerró con el actual avance contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y los aumentos de precios de los alimentos y los servicios a través de fallos judiciales.

«Encontraron esa fórmula vergonzosa desde la justicia para tratar de incidir en la democracia y restringir la voluntad del pueblo», concluyó el gobernador de la provincia de Buenos Aires.

La «orfandad» que dejó Cristina

La «orfandad» que dejó Cristina

Desconcierto y desazón confiesan los militantes kirchneristas ante el renunciamiento de su líder. ¿Por qué no salieron a la calle con el fallo judicial? ¿Cómo imaginan el futuro?

“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta ni a senadora. Mi nombre no va estar en ninguna boleta”, dijo Cristina Fernández de Kirchner el pasado 6 de diciembre, luego de que el Tribunal Federal Nº 2 la condenara a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta en el marco de la llamada “Causa Vialidad” en un procedimiento judicial sospechado de no respetar las garantías procesales. Según el fallo, la vicepresidenta quedó también inhabilitada para ejercer cargos públicos.

Tocaron a Cristina y no se armó ningún quilombo, como anunciaba el cántico de la militancia y un “sentimiento de orfandad” inundó los corazones kirchneristas. ANCCOM salió a buscar las razones de esa inacción y la mirada a futuro de quienes creen en ella.

En el aire

El común denominador es el desconcierto y la desazón. “Estamos impávidos en este momento”, reconoce Carmen, vecina de Wilde. La militante de La Cámpora se lamenta: “Para generar un 17 de Octubre tuvieron que meter en cana a Perón en Martín García”. Siente que todo “está suspendido en el aire”, que el Mundial tapó todo y que no hay nada pensado. Ve todo en estado “deliberativo”.

“Nos sorprende la compañera con la noticia de que no se va a plantear ser candidata a ningún puesto”, cuenta Pablo, que trabaja para el Centro de Formación de la CGT, regional La Plata. “Estamos todos perplejos porque no tenemos a priori otro candidato natural surgido espontáneamente, más allá de Máximo o de Wado. Pero no tienen el empuje que tiene Cristina”, explica el licenciado en Realización de Cine, televisión y Video. Por su parte, Jeremías, militante de Identidad Argentina del Frente de Todos, considera que la decisión de Cristina “es un golpe al corazón para todos los que la queremos ver presidenta”. Por otro lado, se sincera al criticar el accionar de las organizaciones peronistas y kirchneristas: “Si bien el peronismo es verticalista, creo que hay momentos en los que no tenemos que esperar una orden. El fallo contra Cristina salió hace varios días y no estuvimos en la calle. Tendríamos que salir a ver qué onda”. Reconoce, ante ese sentimiento de orfandad que dejó la baja de Cristina, que “cuadros tenemos un montón con buenos ideales, pero no supimos construirlos a nivel nacional, electoralmente hablando”.

El 2 de septiembre de este año, la vicepresidenta fue víctima de un intento de magnicidio. Esa noche, al llegar a su domicilio de Recoleta, rodeada de militantes, Fernando Sabag Montiel gatilló a centímetros de su cabeza, sin que saliera la bala. “La inacción o la desmovilización responden a algo muy clarito, que fue el intento de magnicidio y la represión de los días anteriores. Por más que tenemos una larga historia de poner muertos y apaleados, no queremos volver a esas situaciones. Es difícil llevar a los hijos de uno a un ambiente que se sabe que es volátil”, explica Pablo.

Militar

Muchos seguidores de CFK están convencidos de que una de las herramientas importantes para salir de la crisis es más militancia. Para Pablo, es necesario “salir a buscar a los compañeros que están desencantados, a los que no quieren participar por algún motivo”. En su fervor, Jeremías sostiene que “hay que estar junto a nuestros vecinos y vecinas que viven en una situación complicada, desde cualquier lugar que uno milite. Hay que recuperar un gobierno nacional y popular donde la prioridad sea el pueblo”. Además, cree en la necesidad de formar un frente de lucha entre el peronismo y la izquierda trotskista: “Creo que esos espacios tendrían que madurar para formar un frente de lucha con cosas en común, donde se puedan discutir los consensos mínimos”.

Desde Córdoba, Mariela Gatica, militante de La Cámpora, afirma que “para la militancia lo que queda es reorganizarnos, entender que estamos atravesando otro proceso, verlo desde una perspectiva histórica y no desde lo inmediato. Como sujetos políticos históricos nos toca tomar herramientas históricas necesarias, ser innovadores y aggiornarnos al momento actual”

Marzo

En marzo de 2023, la vicepresidenta podrá apelar su condena. El 9 de ese mes, el Tribunal Oral dará a conocer los fundamentos de su decisión y la defensa podrá impugnar y llegar a la Corte Suprema de Justicia.

Por su parte, el Grupo de Puebla, anunció que se postergó hasta marzo del año próximo el encuentro contra el lawfare que se iba a realizar el lunes 12 de diciembre en el Centro Cultural Kirchner, debido al contagio de covid de Cristina. Bajo el lema “Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia”, Alberto Fernandez y ex mandatarios latinoamericanos participarán del encuentro en apoyo a nuestra vicepresidenta en ese marzo que se ve lejano.

Para Pablo: “Marzo será definitivo, va a venir con una tormenta importante”.

«Condenan a un modelo económico»

«Condenan a un modelo económico»

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua en la causa Vialidad. Denunció «una mafia mediática y judicial», leyó los chats entre los jueces y directivos de Clarín que viajaron a Lago Escondido y anunció que no será candidata en 2023.

“Mirá cuanta policía hay”, dijo una chica rodeada de caras tristes y manos en las cinturas que sostenían cuerpos inmóviles, incapaces de mirar a otro lado que no fuera el enorme edificio gris por donde asomaban caras uniformadas entre las persianas a mitad abrir. “Condenar a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos”, anunció el juez Jorge Gorini, acompañado por sus laderos Andrés Basso y Rodrigo Giménez, en la lectura del veredicto de la denominada causa Vialidad. 

En el Tribunal Oral Federal N°2, desde la Sala B de audiencias de Comodoro Py, se conoció la sentencia de los doce imputados por la causa. Los treinta grados de calor no impidieron que cerca de dos mil manifestantes acudieran a la entrada del edificio, firmes en apoyo, agitando sus banderas, haciendo sonar los tambores y cantando: “Si la tocan a Cristina / Que quilombo se va a armar”. 

“Me condenan porque condenan un modelo económico», dijo la vicepresidenta que, luego de difundido el fallo, salió en vivo desde su despacho en el Senado de la Nación. “Esto es un Estado paralelo y mafia judicial”, afirmó y agregó que esto lo confirmó en el momento en que se filtró el viaje a Lago Escondido y el intercambio de chats de los funcionarios macristas, fiscales, jueces y directivos del Grupo Clarín que asistieron en octubre de este año. 

«Por vez primera queda expuesto ante nosotros, con enorme contundencia, el modo en que ciertas corporaciones operan sobre funcionarios, jueces y fiscales procurando de ellos favores que, en muchos casos, buscan ventajas indebidas, mientras que en otros simplemente propician la persecución de aquellos que los enfrentan», dijo el Alberto Fernandez el día anterior por cadena nacional, haciendo referencia al viaje que «habría realizado un grupo de jueces, fiscales, ex funcionarios públicos y ex agentes de la Agencia Federal de Inteligencia, en un avión privado, hasta Lago Escondido» y a la coordinaron vía Telegram de ellos para justificar y encubrir este mismo. 

En esta mansión de ciento veinte mil hectarias de Joe Lewis, en Rio Negro, estuvieron los jueces Julián Ercolini, que, entre otros, lideró la ofensiva judicial contra Cristina Kirchner y el grupo Indalo,  y Carlos Mahiques, juez de Casación y exministro de Vidal. El hijo del último, Juan Bautista Mahiques, jefe de fiscales de CABA; Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de Horacio Rodríguez  Larreta; Leo Bergrot, exjefe de Legales de la SIDE en tiempos de Antonio Jaime Stiuso; Pablo Yadarola, juez en lo penal económico; Pablo Cayssials, juez en lo contencioso administrativo y Tomás Reinke. Entre otros invitados que al momento no se identificaron, al no viajar en el mismo vuelo que los anteriores. También Jorge Rendo, Gerente de Asuntos Institucionales de Clarín, y Pablo Casey, sobrino del CEO del multimedio, Héctor Magnetto.

“Estamos transmitiendo en vivo desde Comodoro Pro”, dijo un marchante con el celular en mano. Pegados a las vallas, los carteles leían: “Ercolini renuncia”, “Basta de Lawfere”, “Todos con Ella”, “Fuera mafia del poder judicial”. 

Roxana Ferreyra, la concejala de Bariloche que denunció la reunión en Lago Escondido, dijo: “Es una cumbre de hombres del Poder Judicial que opera con el poder político y económico y que se juntan para eso en la casa de un señor que usurpa nuestro territorio, pese a lo cual nunca fue desalojado. Mientras tanto prevalecen las noticias de desalojos y acusaciones contra la comunidad mapuche o la de personajes como Patricia Bullrich que vienen aquí a incitar a la violencia. Por eso queremos que se sepa de este encuentro, más allá de que no nos sorprenda”.

 

“Mi hija me dice ‘¿por qué hablas todo el tiempo de Cristina?’, y es que ella no entiende que con ella sentí dignidad por primera vez en mi vida, que si pude vivir bien, que si pude viajar, fue por ella. Por eso vine hoy acá”, dijo Leonor con su delantal blanco de maestra, mientras dejaba pasar a cientos de personas que fueron caminando desde Liniers. 

Los celulares pegados a las orejas reprodujeron las voces de los jueces, y mientras dictaban la sentencia en las calles se escuchaba: “¡Cipayos! Que renuncien ya”. Con un previo momento de celebración y confusión por la absolución por mayoría del delito de asociación ilícita, “no hay nada que festejar”, aclararon por el micrófono y de manera inmediata las caras se modificaron.

“Inocente, Cristina es inocente”, cantaban fuera de la Cámara Federal de Casación Penal. Sin embargo, las condenas fueron de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos para Cristina Fernández de Kirchner; seis años de prisión para Lázaro Báez, Nelson Periotti y José López; cinco años para Juan Carlos Villafañe; cuatro años y seis meses para Raúl Pavesi; cuatro años de prisión para Mauricio Collareda y José Santibañez y tres años y seis meses de prisión para  Raúl Daruich.

“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora, mi nombre no va a estar en ninguna boleta en 2023. Terminó el 10 de diciembre y me vuelvo a la misma casa, la misma de la que salí un 25 de mayo de 2003 para acompañar a quien fue mi compañero -declaró Cristina en el vivo- La condena real que dan es la inhabilitación perpetua a acceder a cargos públicos”. Además se refirió a Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, cuando dijo que “puede pedir a sus esbirros de la Corte Suprema que me metan presa».

Los jueces dispondrán de un período de 40 días hábiles para dar a conocer los fundamentos del veredicto. 

 

¿Se lanza?

¿Se lanza?

Miles de personas se reunieron en el la Ciudad de La Plata, para conmemorar el Día de la Militancia y escuchar a Cristina Fernández de Kirchner, de quien esperan sea la candidata a presidenta en 2023.

Organizaciones sociales, políticas y los sindicatos participaron del acto por el día de la Militancia que se llevó a cabo en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata. El día histórico y la reivindicación del peronismo como lemas entre las banderas a la espera de la principal oradora, Cristina Fernández de Kirchner, en su segunda aparición pública luego del intento de magnicidio

 El 17 de noviembre se conmemora el retorno de Juan Domingo Perón a la Argentina, luego del destierro iniciado en 1955, tras el primer golpe militar a un gobierno peronista. 

El viaje hacia la Plata comenzó en la Asociación Homero Manzi, ubicado en la intersección de Belgrano y Boedo, donde de a poco, se juntaron militantes de todas las comunas de Capital Federal. Entre ellas Ana, oriunda de Ciudad Evita, que hace 50 años estuvo presente cuando Juan Domingo Perón volvió a Argentina. “No nos dejaban cruzar”, recordó, pues las fuerzas militares habían impedido llegar a Ezeiza por la Richieri. Entonces, decidieron cruzar las aguas del Matanza para poder recibir al líder del peronismo. Esa demostración de compromiso, como otras más, fue la que llevó a que ese día se convierta en el Día de la Militancia.

Hoy, 50 años después, “es por ella (Cristina Fernández de Kirchner)”, mencionó con mucha seguridad, y se unió al cántico de sus compañeros y compañeras, que acompañó todo el viaje hacia La Plata: “Cristina presidenta/Cristina presidenta/Cristina presidenta”. Una vez allí, se unieron a demás organizaciones a la espera del discurso de la vicepresidenta de la Nación, pero no tardaron en hacerse oír otra vez: “Cristina presidenta”. El pedido del pueblo fue claro.

La previa del acto estuvo en manos de Pedro Rosenblat y Julia Mengolini. Por el escenario pasaron diferentes artistas desde la dj Coneja China, freestylers y La Mancha de Rolando. Hasta que pasadas las 19.30, llegó Cristina Fernández de Kirchner. 

En la espera a la principal oradora, Anccom dialogó con diferentes referentes de la política. Lorena Pokoik, ex legisladora porteña por el Frente de Todos, resaltó: “hay una operación clamor de un sector muy importante del movimiento nacional y popular. Esa operación clamor, Cristina 2023, tiene que ver con que es la garante de cómo creemos nosotros que hay que sacar a la Argentina adelante. Entendemos que en un movimiento tan grande y popular como es el peronismo hay matices y diferencias, pero nosotros creemos que la forma de salir adelante es profundizando la distribución de la riqueza”. Y agregó: “Para nosotros ir a un acto con Cristina es ratificar nuestras banderas de una patria justa, libre y soberana. Es ratificar el coraje que se necesita para tomar las medidas necesarias que nos permita pensar en una Argentina feliz para todos y todas. La única garante de eso, la gran líder y de conducción indiscutible del movimiento nacional es Cristina. Por eso este Día de la Militancia es un día particular y que tiene un doble sentido”. 

En sintonía, Julio Marini, intendente de Benito Juárez, resaltó: “Cristina es una persona que gobierna, pero no con tibieza, gobierna con la situación que viven los argentinos y lo siente de esa manera. Confío en Cristina. No veo un político, de cualquier partido, que esté en condiciones de gobernar este país en serio para sacarlo adelante”. Asimismo, opinó que “Cristina tiene capacidad de trabajo, tiene experiencia, ya fue presidenta. Me parece que merece una oportunidad más. Creo que la gente se lo va a dar. Sino la derecha va a terminar vendiendo hasta Vaca Muerta. No nos van a dejar nada”.

A pesar de que el mensaje esperado por quienes acudieron al acto central del Día de la Militancia era Cristina 2023, la vicepresidenta evitó mencionar su candidatura. En los militantes resonó su discurso marcado por críticas a la Justicia y a la oposición. También hizo referencia al atentado que sufrió el 1º de septiembre, remarcó la importancia de tener una política de seguridad e hizo un fuerte énfasis en la cultura del trabajo. 

 Así lo escucharon los y las militantes, como Gladys López de Garín, provincia de Buenos Aires, quien expresó: “fue un discurso esperanzador, con mucha energía para el momento difícil que estamos pasando. Ella va a ser una de las candidatas al 2023. Va a jugar como candidata. A pesar de que no lo dijo, dejó una puerta abierta, como hace siempre, que nos permite darnos alegría”. Y sumó: “Creo que es una referente política con mucha capacidad. Es la única que puede destrabar todos estos conflictos y la problemática que hoy tenemos en la economía. Como dice ella, tenemos que volver a lo que éramos en esos 12 años que pasamos y volver a recuperar a la familia en su hogar, con todas sus necesidades cumplidas a través del trabajo”. 

 

Si bien Cristina Fernández de Kirchner mantuvo hermetismo respecto de su candidatura, su discurso tuvo una fuerte connotación electoral. Por lo cual, militantes políticos, sociales, referentes de derechos humanos, y la sociedad en general esperan que tome carrera hacia el 2023. Pues bajo su conducción política se encolumnan las tres banderas del movimiento más grande del país: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política.