Por Federico Arrigone
Fotografía: Milagros Gonzalez

Dirigentes y militantes pidieron la renuncia de los jueces supremos y demandaron el cese de la persecución político-judicial a la vicepresidenta.

En un intenso clima preelectoral, parte del microcentro porteño se tiñó con los colores de las pecheras y banderas reunidas en contra de “la corte de injusticia”. El kirchnerismo, con la presencia de sus principales dirigentes, convocó un acto que dio fin a una jornada de movilizaciones por parte de asociaciones sociales y sindicales. Las columnas de las organizaciones fueron numerosas: La Cámpora, el PJ porteño y el Bonaerense, el Frente Grande, la Corriente Peronista y Nuevo Encuentro, entre las políticas. También se movilizaron fuerzas sindicales como la CTA, la UOM, Smata o la Asociación Bancaria.

Los reclamos en contra de la proscripción de Cristina Fernandez de Kirchner comenzaron desde las 15 con una radio abierta, mientras las agrupaciones sociales colmaban la zona de Plaza Lavalle y alrededores. Las columnas ingresaron desde la 9 de Julio y desde las 16 rodearon completamente el escenario montado en el cruce de Libertad y Tucumán. Entre la llegada de los voceros y dirigentes, muchas personas se acercaron a las vallas con carteles de consignas variadas que iban de lo político a lo personal.

“Cristina es democracia, ella es nuestra única líder y referente; eso tiene que quedarle clarísimo a todo nuestro sector”, contestaban los presentes cuando se les consultaba por las razones de la marcha. “¡Democracia y que no nos jodan más, que no nos molesten más! Han infectado a la gente, es una plaga que han dejado”, compartió un jubilado que paseaba por la ciudad y se sintió atraído por el evento. Mientras tanto, de fondo, se escuchaban denuncias de encubrimientos a crímenes de lesa humanidad de la última dictadura por parte del juez Rosatti.

A las 16:30, varias de las principales figuras arribaron a la escena. “La verdad es que Cristina es la esperanza del pueblo, pero no porque lo digo yo, lo dice la gente” afirmó Mario Secco, Intendente de Ensenada. Cuando lo consultaron por los miembros de la Corte Suprema de Justicia declaró que “lo mejor que pueden hacer es renunciar mañana mismo, irse a la mierda, porque la verdad que el daño que han hecho es tremendo”. Los siguientes discursos, tanto de los voceros como el de personas que asistieron al evento, concordaron con las declaraciones de Secco.

El acto principal inició cerca de las 17, como estaba previsto, con la lectura de una declaración en contra de “la guerra judicial contra la política perpetrada por el poder económico concentrado, los medios hegemónicos y las más altas jerarquías del Poder Judicial”. Luego de esa presentación se dio lugar al nombramiento de las distintas figuras y entidades presentes.

El primero en tomar la palabra fue el padre Paco Olveira, quien recordó la última aparición de Hebe de Bonafini en una marcha y retomó su pedido sobre organizar una pueblada en contra de los jueces: “Lo vamos a seguir haciendo hasta que ellos renuncien, y si no renuncian tendremos que voltearlos como hicimos hace 15 días cuando hacíamos el ayuno”, afirmó. Luego tomó la palabra el secretario general de la CTA de los trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky, quien sostuvo la inocencia de Cristina Fernandez de Kirchner, según él, demostrada “con esa ‘falla’ judicial de 1600 páginas donde no tenían una sola prueba”. Según palabras del funcionario los fallos en contra de la vicepresidenta “quieren condenar no a una persona, sino que quieren condenar a un pueblo”, e hizo otro llamado a romper la proscripción.

Con el clamor de la multitud y los cantos de “Cristina presidenta” lo sucedió Carmen Arias, de la asociación Madres de Plaza de Mayo, con el mismo pedido bajo el lema “Cristina conducción”. La diputada nacional Vanesa Siley, miembro del Consejo de la Magistratura y secretaria general de la Federación de sindicatos de trabajadores judiciales, tomó la palabra posteriormente, y sumó la preocupación por el extractivismo en nuestro país e hizo un descargo en contra de la explotación de Litio.

El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue el encargado de cerrar el acto donde se proclamó en contra de la repartición de la coparticipación a favor de la Ciudad de Buenos Aires, de la invisibilización por parte del “partido judicial” al intento de asesinato a Cristina Fernandez y aseguró en relación a la vicepresidenta que si «quiere ser candidata, el pueblo la va a acompañar y va a volver a ejercer cargos».

Durante el encuentro los oradores realizaron una revisión histórica sobre la transformación de las medidas de intervención judicial en la gobernabilidad y cómo se utilizó a este poder como instrumento de «persecución política» y de «proscripción» desde el primer golpe militar en 1930 contra Yrigoyen. Especialmente se mencionó a la llamada «Revolución Libertadora» o, en palabras de Axel Kicillof, “Revolución Fusiladora”, contra Juan Domingo Perón. El recorrido histórico cerró con el actual avance contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y los aumentos de precios de los alimentos y los servicios a través de fallos judiciales.

«Encontraron esa fórmula vergonzosa desde la justicia para tratar de incidir en la democracia y restringir la voluntad del pueblo», concluyó el gobernador de la provincia de Buenos Aires.