Cantar ópera sobre el acoplado de un camión

Cantar ópera sobre el acoplado de un camión

«Tuve una conversación con Fundación Telefónica para el sponsoreo de distintas intervenciones que vamos haciendo y les conté que iba a empezar a experimentar la ópera clásica con la música electrónica y, como la fundación trabaja con las nuevas tecnologías, me dijeron si podíamos hacer algo para la Noche de los Museos», dijo a ANCCOM Pablo Foladori, uno de los fundadores y directores de Ópera Periférica.

El grupo, que realizó intervenciones en espacios como Villa 20; en el Galpón Piedrabuenarte; en el Tren Urquiza; en Villa 31 y Villa Soldati, tiene como objetivo pensar otro tipo de poética  para este género que, como explica el director, se construye habitualmente desde el lujo. Los interrogantes que rigen este proyecto son  el modo de hacer ópera en «un lugar periférico» y «qué tipo de condiciones de producción brindan esos lugares”.

Si bien tiene una arista social, Ópera Periférica es un proyecto artístico que tiene un alto impacto visual y dialoga mucho con la Ciudad. «El proyecto en sí tiene cierta ruptura con el tipo de espectador que tiene la ópera tradicional, que es espectador clásico que ya sabe lo que va a recibir y queremos quebrar con eso y darle una tinte más inesperado.»

Violinista tocando y leyendo una partitura

El grupo tiene como objetivo pensar otro tipo de poética  para este género quse construye habitualmente desde el lujo.

Sábado a la noche: al llegar a la calle Arenales 1541 en el exterior del edificio de la Fundación Telefónica, los sonidistas conectaban el sistema de amplificación y las luces mientras Pablo colaboraba subiendo las sillas al camión en el lugar en donde se ubicaría la orquesta.  Los transeúntes que pasaban por allí preguntaban qué era lo que se estaba haciendo. La actriz Julieta Díaz, con un libreto anillado en su mano, se acercó a la cabina de sonido para saber qué hacía ese camión con luces y sillas en aquel pasaje de calle.

A las 21 el público miraba el ensayo de la obra que estaba estipulada para media hora más tarde. Foladori le daba las instrucciones a los actores sobre lo que tenían que hacer y ellos acataban. La gente se asomaba por los balcones y los que salían de recorrer las actividades que se hacían en el interior del edificio  se acercaban al pequeño grupo de espectadores que ya estaba en el lugar.

Dos actores interpretando un musical con banda de fondo

Ópera Periférica es un proyecto artístico que tiene un alto impacto visual y dialoga mucho con la Ciudad.

“Hay que ver qué pasa acá porque lo interesante es que esta obra empezó en el galpón Piedrabuenarte en Lugano y ahora viene a un espacio que se supone más central, en Recoleta, Plaza Vicente López. Pero supongo que acá habrá mucha gente que no vio ópera y que dirá: ´Ah me da ganas de seguir mirando para saber un poco más’ ”.

Demorada por ajustes de último momento, la obra Bastián y Bastiana comenzó. Los doce músicos de la orquesta salieron disfrazados de apicultores y los tres cantantes dieron lugar a su libreto. Un argumento corto e irónico que Mozart compuso a sus doce años en el cual los dos pastores protagonistas temen haber perdido el amor de uno hacia el otro y, por separado, recurren al brujo Colas para que los ayude, pero son engañados por sus consejos.

Cantante

Tres cantantes dieron lugar a un argumento de Mozart.

“Es un contexto donde hay muchos estímulos y hay que tener mucha concentración pero después hay mucha más libertad que en un teatro, tenemos la posibilidad de intervenir con la gente, de bailar, de sentirnos más libres”, comentó Cintia Verna, soprano y actriz que interpreta a Bastiana.

“El proyecto está muy sobre el ad Hoc. Hay cosas que se van dando; no tenemos un proyecto sostenido con la misma gente ni financiación para que los que participaron en otras producciones puedan seguir formándose” explicó Foladori.

Actualmente, Ópera Periférica cuenta con la Beca Bicentenario a la Creación del Fondo Nacional de las Artes. Sin embargo, el aporte no llega a cubrir los gastos: se trata de un género muy costoso y todos los participantes son profesionales en sus respectivas áreas. “El mecenazgo de estos sponsors es lo que hace posible que las intervenciones sean gratis y mejoren en cuanto a su calidad musical a medida que cobra visibilidad”,  explica el director.

Dos actores interpretando.

Ópera Periférica cuenta con la Beca Bicentenario a la Creación del Fondo Nacional de las Artes.

Actualizado 07/11/2017

Las mujeres periodistas

Las mujeres periodistas

Gimena Fuertes, periodista del diario Tiempo Argentino, Natalia Vinelli, directora del canal comunitario Barricada TV y Silvia Martínez Cassina, conductora de televisión en el Grupo Artear, son las protagonistas del documental Sacar la voz: trabajadoras de prensa en tiempos de ajuste, dirigido por Lorena Tapia Garzón, Mariela Bernárdez y Natalina Franco dos Santos. ANCCOM dialogó con las protagonistas y las directoras de la película luego de la exhibición realizada durante la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género, en la Sala Gaumont, y antes del fin de semana pasado, cuando fue presentada en el Encuentro Nacional de Mujeres, realizado en Resistencia.

Según un relevamiento realizado entre el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) ya son 2.500 los trabajadores de prensa despedidos en los últimos dos años. En ese contexto, Lorena Tapia Garzón y Mariela Bernández también perdieron sus trabajos y coincidieron en un posgrado sobre Comunicación, Género y Sexualidades donde decidieron reflejar su situación personal realizando el mediometraje. “En el relato de ellas también está la situación estructural de la gran mayoría de las trabajadoras de prensa, incluidas nosotras”, reconoce Bernández y continúa: “La perspectiva de género y el enfoque  feminista permite ver que, en eso particular y personal, está lo político y lo que se dirime ahí son las relaciones de poder entre los sexos-géneros”.

“Mirando el documental una de las cosas que comentaba era cómo estábamos en el 2013, peleando por paritarias en la puerta del Ministerio de Trabajo, cantando, bailando, riéndonos, festejando”, recuerda Gimena Fuertes.

“La llamamos Sacar la voz porque las compañeras empiezan a encontrarse e identificarse en esos lugares de lucha de poder y de referencia para otras personas, algo que en la mayoría de los casos está relegado a compañeros varones en todos los ámbitos”, reconoce Lorena Tapia Garzón y destaca que desde el momento de filmarse el documental en el 2016, de diez delegadas mujeres la cifra se duplicó durante el último año.

Natalia Vinelli, cofundadora y directora de Barricada TV, se encontraba, en el momento de la realización del documental, en plena lucha por la inclusión del canal en la grilla de la Televisión Digital Abierta tras ser interferido el espacio que le correspondía por la señal de Canal 13. “Lo que me parece interesante es que pudimos mostrar los padecimientos y las dificultades pero también las potencias y las fortalezas que cada una de nosotras para poder decir ‘esto lo digo yo‘, que es algo bastante difícil porque parece que siempre nos cuesta el doble”, señala Vinelli respecto del film.

“Mirando el documental una de las cosas que comentaba era cómo estábamos en el 2013, peleando por paritarias en la puerta del Ministerio de Trabajo, cantando, bailando, riéndonos, festejando”, recuerda Gimena Fuertes quien fue delegada en Tiempo Argentino durante el proceso de vaciamiento del Grupo 23, que culminó con la decisión de los trabajadores de continuar con el diario de forma autogestionada. Además, Fuertes destaca la importancia del surgimiento de SiPreBA: “Este momento es radicalmente diferente de ese otro, donde estábamos peleando por más salario y por mejores condiciones de trabajo. También nos sirve para tomar conciencia de lo que por suerte capitalizamos, porque de toda esta organización quedó algo que es nuestro sindicato”.

Para Vinelli no habría tanta distancia entre su experiencia y la que atraviesa Fuertes al formar parte de la autogestión de Tiempo Argentino: “Estamos en ambos casos apostando por construir un periodismo sin patrón en un doble sentido: sin tener un patrón y al mismo tiempo, poniendo en discusión qué es el periodismo y por qué el periodismo tiene que ser de una determinada manera y no de otra”. Sin embargo, la experiencia se vuelve diferencial cuando se trata de un medio comercial, como lo es, con el caso de Silvia Martínez Cassina, periodista de Canal 13: “Yo tenía una posición más dura producto del contexto de los noventa, donde los periodistas eran los medios. Pero me parece que este material sirve justamente para romper eso y poner en primer plano que somos todas trabajadoras, y que la mejor manera de potenciarnos es trabajando en conjunto contra la bajada de una línea única”.

Natalia Vinelli, directora del canal comunitario Barricada TV.

Martínez Cassina, fue elegida delegada por SiPreBa a fines de 2016, pocos meses después de que en Clarín publicaran una nota que comentaba algunos de sus dichos como un sutil apriete. Dice Fuertes: “Si bien los patrones son patrones, hay algunos que son más agresivos y la pelea contra ellos es mucho más difícil y desgastante como lo es en el Grupo Artear. Yo pensaba: ‘Qué valiente Silvia, yo no sé si me hubiera animado’, me animé a ser delegada pero porque estaba cómoda y estaba contenida por mis compañeros”. Ella agrega que, además, tuvo que disputar el espacio de representación gremial con sus colegas que consideraban que estratégicamente, al ser mujer, no convenía que ella fuera a discutir condiciones con Sergio Szpolski, el dueño del medio.

“Ojalá yo pudiera lograr con mis compañeros hablar de igual a igual como lo hace Gimena. Hay una convivencia que es difícil porque hay algunos que tal vez opinan, que quieren trabajar, quieren luchar, pero que tienen miedo porque a la vez quieren escalar una posición y lograr un crecimiento laboral”, remarca Martínez Cassina que agrega: “Para aquellos trabajadores que estamos en un medio que tenemos patrón, el tema de la autocensura está dentro nuestro y es una de los principales trabas. Entonces se trata de libertad, y de ahí sí, viene sacar la voz”.

Martínez Cassina, fue elegida delegada por SiPreBa a fines de 2016, pocos meses después de que en Clarín publicaran una nota que comentaba algunos de sus dichos como un sutil apriete.

Actualizado 17/10/2017

Pegue y vuelve

Pegue y vuelve

Cifras exorbitantes, shows televisivos y espectáculos violentos suelen ser las asociaciones más comunes con el mundo del boxeo. Sin embargo, el deporte de los puños es en nuestro país una de las disciplinas más populares y practicadas, no solo por aspirantes a campeones o campeonas, sino también por oficinistas, profesionales y estudiantes que lo practican de forma recreativa.

El boxeo le ha entregado a Argentina muchos campeones, tanto hombres como mujeres, a lo largo de su historia y mantiene una popularidad y una presencia muy fuerte en todo el país. Hay en la actualidad 15 mil boxeadores federados amateurs y alrededor de mil profesionales. Para ambos casos se requieren licencias, por lo que no se cuenta a quienes simplemente practican esta disciplina por mero divertimento.

“Somos terceros en realización de combates, tanto en amateurs como en profesionales, primero están Inglaterra y luego México -se enorgullece Luis Romio, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB)-. Y eso que en cantidad de población nos superan”. Solo en Provincia de Buenos Aires, hay 550 clubes de boxeo; y en todo el país existen 19 federaciones afiliadas a la FAB en forma directa, lo cual le da al deporte una amplia representación institucional.

Boxeadores entrenando. Gimnasio de la Federación Argentina de Boxeo.

En estos últimos años han aparecido y reaparecido distintas disciplinas, como el taekwondo, el kickboxing y las artes marciales mixtas. A raíz del boom de los deportes de combate y para solventar algunos gastos, la FAB sumó el modo recreativo. En su gimnasio, el “José Oriani”, casi 250 personas practican boxeo. Alberto “Coca” Andrada, entrenador con 50 años de trayectoria y 30 de ellos en la FAB, contó: “Arrancamos con todo en marzo, hay mucha gente que se acerca, la edad es de 14 a 40. Vienen muchas chicas y hombres grandes”.

En la modalidad recreativa no hay contacto, no se hacen guantes sino que se basa en la realización de ejercicios aeróbicos, movimientos de piernas y brazos, golpes a la bolsa, saltos en la soga y un poco de pesas. “El entrenamiento en ambos sexos es el mismo -destacó Andrada-, capaz es más intenso el de los hombres, pero las mujeres aprenden a boxear con los varones”.

El ex campeón del mundo superwelter, Miguel Castellini, tiene un gimnasio homónimo en Congreso y solo ofrece boxeo recreativo, porque considera que es un buen ejercicio y lo recomienda para todo el mundo. El antiguo pugilista afirmó: “Se lo toman como una forma de relajarse, de descargar. El boxeo fomenta la vida sana y ayuda mucho si uno entrena con ciertas ganas, aunque sea recreativamente”.

Andrea «La Cobrita» Sánchez.

Otro ex boxeador que no duda en remarcar las bondades del deporte es Jorge “Karateca” Medina. Tras una vida agitada, con visita a la cárcel incluida, y con una adicción a las drogas en el pasado, se encuentra recuperado y tiene un gimnasio en el que se dedica, en forma exclusiva, al boxeo recreativo en la localidad bonaerense de Martínez. “El box es para no pensar boludeces, para despejar la cabeza. A mí me ayudó”, dijo Medina. 

En sintonía con las valoraciones de los ex peleadores, un estudiante de Derecho y practicante de boxeo recreativo en el gimnasio de la FAB, Juan Pablo Fernández, expresó: “Te da confianza, te sentís bien desde lo físico y descargas mucha energía. Es como una terapia”. El joven de 22 años, que también trabaja en una oficina, agrega: “Empecé porque me gusta y para hacer deporte, me entretiene más que hacer pesas”.

Por otro lado, Jennifer Coronel, de tan solo 15 años, relató que comenzó la práctica recreativa hace unos meses también en la FAB, aunque sueña con ser profesional. “Empecé este año, quería venir desde antes pero mi mamá no quería que boxee. Deseo llegar muy lejos”. La adolescente, que vive en Villa Soldati, va al colegio a la mañana y luego entrena varias horas en la FAB. “Empecé en mi barrio y mi profesor me anotó acá, tuve exhibiciones pero no soy amateur porque aún no tengo licencia. El boxeo tiene mucha disciplina y eso me inspira”, afirma.

Federación Argentina de Boxeo.

Las licencias son clave si una persona aspira a tener una carrera. Después de cumplidos los 14 años y hasta los 28 se puede obtener para practicar el boxeo amateur. Para conseguir, en cambio, la de profesional, los requisitos básicos son: tener entre 20 y 30 años, más de 40 peleas como amateur y, además, haber participado en por lo menos un campeonato nacional o provincial. En ambos casos, se exigen un importante número de estudios médicos y, por reglamento, la obligación de saber leer y escribir.

Romio hace hincapié en que la FAB no cobra por las licencias y que no se mete en la parte comercial de los combates profesionales, sino que solo se preocupa por lo deportivo. Para ilustrar sobre los costos del deporte, explica: “Organizar un festival de boxeo amateur cuesta como mínimo 25 mil pesos y uno profesional, no menos de 70 mil”. Los púgiles amateurs, los jueces y los árbitros cobran solo viáticos y en el caso de los dirigentes trabajan ad honorem.

Las altas cifras que se manejan en duelos profesionales no dejan dinero en las arcas de la Federación. Son los promotores y managers los que mueven dinero y organizan los festivales. Hay alrededor de 300 promotores oficiales en todo el país. El mayor ingreso de la institución es el contrato con la TV y, sobre esto, Romio subraya una particularidad: “La prensa de las mujeres es más importante que la de los hombres en nuestro país. En TyCSports, cuando pelea una mujer tiene mayor rating que cuando pelean los hombres”, afirma el dirigente.

La historia que tiene el deporte, la práctica recreativa que se impuso como moda, la recomendación de la disciplina de ex campeones y los sueños de los adolescentes que anhelan ser como Carlos Monzón o Marcela Acuña mantienen al boxeo vigente, muy presente en la vida cotidiana y con una popularidad ascendente. Castellini sintetiza en una frase algo que todos los vinculados al boxeo parecieran sentir: “Es un estilo de vida”.

Actualizado 17/10/2017

 

Vecinos de Laferrere luchan contra la contaminación

Vecinos de Laferrere luchan contra la contaminación

Vecinos de Laferrere rechazan la instalación de una subestación eléctrica por parte de la Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte Sociedad Anónima (Edenor S.A.) y el establecimiento de un basurero municipal, ambos en el ex Aeroclub Argentino en el kilómetro 24.700 de la Ruta 3, en Gregorio de Laferrere, por considerarlos contaminantes. Cansados de reclamar y pedir explicaciones a la Municipalidad, al ENRE, a EDENOR y al Gobierno bonaerense, los vecinos comenzaron a actuar. Hace una semana realizaron la tercera jornada de trabajo voluntario, en la que cortaron el pasto, llevaron a cabo la limpieza del predio y plantaron árboles. “Estamos en la búsqueda de la familia a la que le expropiaron los terrenos del aeroclub, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados, porque ya tenemos el basural y la subestación en puerta. Si no defendemos el espacio y no nos defendemos a nosotros mismos, nadie lo hará”, dijo Daniel Toro, vecino de Laferrere y principal organizador de la lucha contra la subestación eléctrica y el basural municipal. Aún no han concretado medidas legales, pero ya han contactado un abogado para asesorarse.

Múltiples intereses

El predio cuenta con 84 hectáreas y está delimitado por la avenida Juan Manuel de Rosas, y las calles 3 Cruces, Voissin y Estanislao de Campo. En el terreno funcionaba el Aeroclub Argentino -fundado en 1908 por Jorge Newbery y Aarón de Anchorena-, la primera institución aérea del país y la tercera en el mundo. En 2005 fue declarado de Interés Histórico Testimonial e incorporado al Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires. A partir de 2012 la institución dejó de funcionar en Laferrere debido a las obras del hospital Materno Infantil emplazadas en medio de las pistas de despegue y aterrizaje, luego de que las tierras fueran cedidas por la presidenta del aeroclub María del Pilar Rolandelli. Esto pudo suceder tras la modificación de la Ley 13393 que lo declaraba como bien de interés histórico testimonial y la incorporación de la ley 14675: “Este proyecto de ley tiene por objeto delimitar la superficie correspondiente al patrimonio histórico con el objetivo de que el Estado pueda disponer de esas tierras para su uso productivo; a los fines de dar cumplimiento efectivo de los principales objetivos que alientan la función pública, máxime ante la creciente escasez de tierras producto de la urbanización y crecimiento demográfico, la necesidad de generar nuevos espacios públicos, deportivos, educativos, de salud y de crear las condiciones que permitan dar soluciones habitacionales acordes que reclama la sociedad, principalmente en el marco del programa PRO.CRE.AR es que se hace imprescindible el uso racional de tierras ociosas, dándole a las mismas una nueva utilidad a fin de responder a las necesidades actuales”.

Actualmente, una oficina del Aeroclub Argentino funciona en el Municipio de Morón, en la VII Brigada Aérea. Daniel Toro explicó a ANCCOM: “La gestión anterior lo que hizo fue destruir la política de los aeroclubes. Hoy en día el predio del aeroclub es tierra de nadie. Hace un año y nueve meses que se instalaron los de Metrobus con oficinas de logística e ingeniería. La obra ya terminó, pero todavía no las sacaron. No sabemos si van a quedar permanente. También está el sindicato de UOCRA metido ahí. Por su parte, el municipio copó el hangar central de hormigón con el plan PROCREAR. La torre y la confitería también fueron subcontratadas por un empresario”. Lo que queda del Aeroclub Argentino son solamente hangares en desuso y dos carteles oxidados enganchados a la tranquera que da acceso al predio en los que apenas se puede leer: “Aeroclub Argentino” y “Fuerza Área Argentina”. Una gran meseta, de aproximadamente dos metros de altura, irrumpe el llano del terreno: es el relleno artificial que EDENOR realizó para la futura subestación eléctrica. En frente, un “paredón” formado con separadores de ruta, sobrantes de las obras del Metrobus. “Apilaron en forma de L los pilotes para impedir la visualización de lo que se estaba haciendo en el terreno. No hay vista ocular desde Ruta 3. La única forma de ver algo fuera del terreno es desde el puente peatonal”, describió Toro. Alrededor del paredón todavía hay algunos montículos de basura que no han sido retirados.

EDENOR rellenó el terreno para la futura construcción de la subestación eléctrica

Meses atrás, un sector del ex Aeroclub funcionó como centro de transferencia de residuos, es decir que la basura se acopiaba allí y luego era recogida por camiones de la empresa Martín y Martín -del Municipio- para ser relocalizados en el Ceamse. “Nos llevó dos meses de reclamos que sacaran la basura, nos tuvimos que quejar incontables veces con el municipio para lograrlo. El problema que tenemos ahora es que aparecen camiones de otros lados a tirar su basura y coches particulares también. La intencionalidad es degradar el lugar y que eso le dé el terreno propicio para que se construya la subestación”, conjeturó Toro. En la misma línea, Carlos Alberto Carabajal vecino de Laferrere desde hace 39 años, agregó: “Tiran basura para que después el predio valga dos pesos, pero a nosotros nos costó y a nuestros antepasados también. Qué le vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Cuál es el sentido de que a los chicos les enseñen sobre ecología, sobre salud y después pase esto. Nos encontramos a esta altura de nuestra vida con la dignidad empobrecida por toda esta situación. Nos van a matar a todos. Nadie nos cuida, la Municipalidad no vela por nosotros porque tranza. Trabajé toda mi vida, fui maquinista del tren Belgrano, ahora quiero vivir el resto de mi vida tranquilo, pero qué descanso puedo tener con lo que está pasando. Quiero un espacio verde para que pulule la vida, no la mugre, la contaminación y las enfermedades”.

En abril del 2016 EDENOR presentó una solicitud para el otorgamiento del Certificado de Conveniencia y Necesidad Pública al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en la que formuló: “El objetivo de la nueva obra es el garantizar el suministro en condiciones adecuadas a la calidad de servicio de los clientes existentes y futuros de las localidades de Gregorio de Laferrere, Rafael Castillo, González Catán e Isidro Casanova. Ésta obra permitirá garantizar el abastecimiento de energía eléctrica al emprendimiento habitacional “Laferrere” en el marco del plan PROCREAR BICENTENARIO financiado por la Administración Nacional  de Seguridad  Social y al nuevo Hospital Materno Infantil de Laferrere”. Según la resolución del ENRE 0123/2016, la empresa EDENOR expuso un Memorándum del Departamento Ambiental (D.AMB) Nº 289/2015 por el cual se manifestó que no han sido advertidas cuestiones que deban ser observadas por su parte. Además, contaría con la constancia de solicitud de habilitación o autorización ambiental ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires.

Toro habló de las irregularidades con que se llevó acabo el planeamiento y el comienzo de las obras: “Se movieron de manera clandestina e ilegal. Nos enteramos de casualidad, no llamaron a audiencia pública ni nada. Noté que algo raro estaba sucediendo cuando vi a un camionero estacionando en la tranquera del predio y me acerqué para preguntarle qué iban a hacer ahí. Ellos edulcoraban la realidad diciendo que querían hacer un centro de energía. Algunos días después decidí entrar y vi gente de la constructora Calera Ezeiza, que ya había hecho una subestación en Cañuelas, y les empecé a preguntar para quién estaban trabajando, sin conseguir respuesta. Luego de insistir, me dijeron que iba a venir gente de EDENOR para ver el terreno”. Daniel cuenta que el día en que se presentaron los empleados volvió a preguntar si allí harían una subestación y no lo negaron. “Hasta ese momento no teníamos ningún tipo de documentación. No había carteles que anunciasen las obras ni había sido publicado en ningún medio. Tenemos un abogado de nuestro barrio que elegimos para que nos defienda e ingresó a la página del ENRE. A través de él nos enteramos que desde el 2015 tienen estos planes. Además, ya habían sido autorizados por el ENRE, OPDS y el Departamento de Seguridad Pública. Esto no hubiese pasado si hubiéramos conocido sus intenciones”.

Johanna Pedroza, vecina del barrio de Laferrere.

Johana Pedroza de 33 años, vecina de hace 14 años del barrio y esposa de Daniel Toro agregó: “Con mi marido empezamos a ver que se acercaban camiones a tirar basura al predio lo que nos alertó de la situación. Nos confirmaron que efectivamente iban a poner una subestación porque Daniel los vio midiendo los cables de la ruta y les preguntó al respecto. Inmediatamente se lo planteamos a los vecinos y comenzamos a hacer reuniones para decidir entre todos los pasos a seguir. Firmamos un petitorio porque la situación nos superaba, ya habían hecho el relleno indiscriminado de tierras para los cimientos de la subestación y estaban colocando alambrado para limitarnos el acceso”. Alberto Guerra tiene 72 años y desde hace 58 años vive en el barrio, a una cuadra del ex Aeroclub, y desde allí no veía el basural.  “Estaba todo tan bien escondido que me tuve que enterar por Daniel”, recordó Guerra.

Según el expediente, correspondía publicar las futuras obras durante cinco días en el portal de Internet del ENRE y solicitar igual publicación en el portal de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA), como así también en un diario de amplia difusión de Laferrere durante dos días. El expediente agrega que se otorgó un plazo de diez días desde la última publicación, para que quien considerase que la obra pudiere afectarlo, en cuanto a las prestaciones o sus intereses económicos, planteara su oposición fundada al Ente Regulador. En caso de que la oposición planteada fuese común a otros usuarios se convocaría a una Audiencia Pública. Pero no hubo difusión y tampoco Audiencia Pública.  

EDENOR sostiene que la subestación no contamina ni genera enfermedades, escudándose en la aprobación de las obras por parte del Departamento de Seguridad Pública. Los vecinos de Laferrere no creen que esto sea cierto. “Nos interiorizamos bien con un informe de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) que incluye un estudio epidemiológico del 2014 sobre la subestación del barrio Sobral, Ezpeleta”, explicó Toro. Según el estudio, a alrededor de 450 metros de la subestación se encontraron 170 muertes relacionadas a la contaminación electromagnética, como niños con leucemia y malformaciones en los fetos. “La subestación, por la contaminación electromagnética multiplica por seis la probabilidad de morir de cáncer y por tres la de sufrir enfermedades mentales. El 58 por ciento de las muertes en el barrio fueron por cáncer”, citó Miguel Betancur, ingeniero agrónomo y habitante de Laferrere, a partir del estudio de la UNLP. “Empezamos a leer al respecto cuando quisieron colocar un transformador de 800 KVA entre Montgolfier y Soldado Sosa, enfrente de un jardín de infantes, la sala de primeros auxilios y la Sociedad de Fomento 25 de Mayo. Desde ese episodio nos informamos y concientizamos bastante sobre la contaminación electromagnética. Estudiamos bien el caso y presentamos notas para impedir que se avanzara con la instalación. Finalmente, pudimos evitar que colocaran el transformador. Por eso, cuando vimos lo que estaba sucediendo en el Aeroclub, los vecinos no dudamos en hacerle frente a EDENOR”, dijo Toro con voz firme.

Según el testimonio de varios vecinos hubo episodios violentos cuando quisieron desalojar a los constructores que había contratado EDENOR. “Los tipos se querían imponer, tuvimos que venir con treinta vecinos para sacarlos, no se fueron por la vía pacífica. Al día siguiente de la primera reunión, el 15 de junio, los vecinos frenamos la obra. El 16 volvimos al predio y ésta vez la situación se tornó violenta. Me amenazaron con una pala teniendo a mi hijo de 4 años en brazos. Vinieron los abogados de EDENOR y blanquearon que se iba hacer una subestación, pero que era mentira que contaminara, que no teníamos por qué tener miedo. Nosotros les dijimos que no la queríamos. El 17 y el 18 nos presentamos nuevamente en el terreno e hicimos una vigilia. El 19 ya no volvieron”, relata la pequeña victoria. Luego del desalojo los vecinos llamaron a Protección Ciudadana, pero no obtuvieron respuesta. Consiguieron hablar con el delegado municipal, Daniel Videla, quien les dijo que no sabía nada de la construcción y que esa obra corría por iniciativa del Gobierno nacional. El 10 de julio, Videla organizó una reunión con EDENOR, a la que según los vecinos asistieron punteros políticos que se expresaron a favor de la subestación, con el argumento del progreso para el barrio, pero ellos les advirtieron que solo se trataba de un progreso para el bolsillo de los empresarios. “Le dejamos un petitorio firmado por los vecinos en contra de la subestación y luego nos retiramos, ya que no era una Audiencia Pública. Al ENRE, a María Eugenia Vidal y a la intendenta Verónica Magario, también les hicimos llegar el petitorio”, repasa. A finales de julio, el ENRE respondió que la obra se iba a continuar porque no contamina, que está dentro de los parámetros normales.

Rogelio Cardoso Villa tiene 78 años, vive desde hace 30 años en Laferrere y está dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance para defender su barrio. Contó que vino desde Bolivia cuando era muy joven para trabajar en la construcción. “Yo hice hasta segundo grado de la primaria. Por eso cuando tuve hijos mi objetivo era que ellos estudiaran y lo cumplí. Durante toda mi vida intenté mejorar el barrio junto a todos. Me llamó la atención cuando vi el avance de la obra desde adentro, porque desde afuera no se veía nada. Enseguida me puse en campaña junto al resto de los vecinos y mis hijos también se pusieron al servicio de la causa. Esto no solo trae problemas de salud sino que afecta en la economía de la población de Laferrere y propicia la estigmatización social”, denunció Villa. Por su parte, Cervino Effting de 69 años y con 22 años viviendo en el barrio declaró: “Cuando me enteré me dio bronca y enseguida me uní al reclamo de los vecinos, porque no es bueno para la gente. Hace un par de años esto era todo verde, ahora es un basural. Además de contaminar, le da un mal aspecto al barrio”. En la misma línea, Roberto Forales, de 80 años, y con más de 40 en el barrio contó que se enteró por los volantes que hizo circular Daniel e inmediatamente se involucró participando de las reuniones.

«Tiran basura para que después el predio valga dos pesos», dice Carlos Carbajal.

“La idea es eliminar el proyecto que tiene EDENOR, quien plantea que será un beneficio por el tema eléctrico para el barrio. Nosotros vemos una contradicción en este proyecto, hay que usar el sentido común, en el mismo predio donde quieren poner una subestación y un basural del municipio hay un hospital, que es un centro para preservar la salud de la gente. Es decir, que la gente viene a curarse y lo que quieren colocar a unos metros nos va a enfermar a todos. Yo estoy tratando de poner mi granito de arena a la causa para ver si podemos conseguir con diálogo que se implementen las medidas necesarias. Nosotros no somos de ningún partido político, la contaminación ataca a todos, sin importar las banderas. Julia Rosa Arangel,  de 62 años y 37 en el barrio, planteó que no hay necesidad de poner una subestación en el barrio porque no tienen problemas con la luz, no hay falta de energía.

“Acordarse de lo que era antes y ver en lo que se convirtió el Aeroclub es muy triste. Cuando pertenecía al aeroclub lo mantenían impecable, el pasto bien cortado, había mucha higiene. También siento bronca porque venía a jugar acá cuando era pibe. Hoy no lo defiendo tanto por mí, porque ya tengo mis años, sino por mis hijos, mis nietos y bisnietos, quiero algo mejor para ellos. Cómo pueden crecer en medio de esta basura, esta contaminación. Antes se respiraba aire puro. Y con la subestación va a ser aún peor. Porque por más que nos digan que los trasformadores ya no contienen PVC y no contaminan, sabemos que es mentira porque es la forma de refrigeración de esos aparatos, lo siguen teniendo, tal vez en una menor proporción, pero lo tienen. Exigimos que lo dejen como estaba antes”, exclamó Alberto Guerra. Alejandra Mariscot De La Cruz es estudiantes de Comunicación Social y es una de las más jóvenes que acompaña a los vecinos en los reclamos. Tiene 24 años y hace 7 que vive en la casa de sus tíos en Laferrere. A pesar de no haber habitado el barrio tantos años como el resto, tiene una fuerte convicción de los valores que se están defendiendo y lo que está en juego. “El Aeroclub era hermoso, todo verde. Es realmente triste pasar por acá ahora. Esperamos que los esfuerzos no sean en vano y vuelva a ser lo que era, un pulmón”, dijo De la Cruz.

Claudio Vincenty es hijo del fundador del Aeroclub  Argentino, Pedro Vincenty, y dueño de uno de los viejos hangares que se encuentran en el predio. Él también lucha contra la subestación y el basural pero propone que el espacio se conserve como monumento histórico y cultural del Aeroclub Argentino. “Lo habían declarado patrimonio histórico y espacio verde a preservar en el 2012 pero a los dos años saltó el negocio del hospital”, se quejó Claudio Vincenty. Además de la contaminación y las enfermedades en las que desemboca, otra consecuencia del mal uso de estos amplios terrenos es la estigmatización del barrio. En este sentido, Vicenty dijo que siempre identifican al barrio como una zona liberada y peligrosa. “Nos conocen por la Banda de los Comisarios ladrones o por la piba que apareció muerta al lado de la vía. Yo quiero que reconozcan a nuestro barrio por tener el primer aeroclub de la argentina. Cuando decís en una entrevista que sos de Laferrere no te dan el laburo”, agregó.

Los vecinos de Laferrere piden que la subestación sea colocada en áreas más alejadas de la población. Al respecto, Toro dijo que debería estar aislada del barrio y que es una locura que pretendan instalarla en las inmediaciones de un hospital. Alberto Carabajal planteó que no tiene por qué existir esa propaladora eléctrica en Laferrere, sino que debería situarla en zonas industriales. “En vez de poner mugre y hacer una subestación, que hagan un espacio verde en el predio para que los chicos puedan disfrutar. Hay muy pocas plazas en Laferrere en relación con la cantidad de gente que vive en el barrio. Acá podría venir la gente a tomar mate y los chicos tendrían espacio para correr. Esperemos que tomen conciencia del daño que le van a provocar a los vecinos si continúan con las obras y que esto se revierta”, dijo Cervino Effting. Por su parte, Julia Arangel declaró que quiere espacios verdes para poder integrar a los jóvenes y a los chicos para que hagan deporte y se alejen de la calle y las drogas. Alberto Guerra coincide con la mayoría de los vecinos al plantear que en el terreno deberían plantarse árboles y flores, colocar juegos para los chicos y aparatos para hacer gimnasia para los jóvenes y adultos. ”Que hagan algo para el bien de los vecinos. Quiero venir con mis nietos y que puedan tener un lugar donde jugar. Nosotros mismos lo vamos a cuidar y a mantener limpio. Esperemos lograrlo, por ahora impedimos que las obras avancen”, dijo Guerra.

Los vecinos buscaron visibilizar la problemática a través de distintas vías: colocaron varios pasacalles, repartieron volantes, armaron la página de Facebook “Vecinos 24.700 contra la contaminación de Laferrere” mediante la cual difundieron imágenes y videos del predio que evidencian  el avasallamiento que sufren cada vez que se encuentran con nuevas montañas de basura y los carteles de reclamos rotos. Además,  contactaron a los medios hegemónicos de comunicación, sin encontrar respuesta.

Actualización 11/10/2017

Imágenes paganas

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Desde el jueves 12 y hasta el próximo miércoles 18 se realizará  la 17º edición de Doc Buenos Aires, Muestra Internacional de Cine Documental. Su programación no solo propone exhibir las producciones más destacadas del género sino también actividades vinculadas a la exploración de nuevas narrativas y espacios de debate sobre las obras proyectadas y la experiencia  de realizar documentales.

Año a año Doc Buenos Aires se consolida como uno de los festivales internacionales de cine de mayor prestigio en Argentina junto con el Bafici y el Festival Internacional de Cine Mar Del Plata. No obstante, para Marcelo Céspedes, director general de Doc Buenos Aires, construir un espacio de reivindicación de ese tipo de cine no es una tarea sencilla: “Somos un festival pequeño en relación al Festival de Mar del Plata y al Bafici y siempre estamos peleando entre uno y el otro qué nos queda para programar. Muchos organizadores, realizadores y productores prefieren ir al Mar del Plata o al Bafici y no al Doc Buenos Aires porque éste último pide premier”.

Este año, el festival inaugurará secciones prometedoras que proponen nuevas narrativas, experiencias y formas de lenguaje. En este sentido, Carmen Guarini, directora de programación, destacó la muestra Cine de artistas, curada por Eduardo Stupía, que se realizará en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA). En ella se mostrarán producciones cinematográficas de cineastas que operan como artistas visuales, y, por otro lado,  artistas visuales que de un modo u otro ensayan conceptualmente formatos cinematográficos.  Por otra parte,  Guarini mencionó la sección de Realidad Virtual y Video en 360, en conjunto con UNTREF y con el laboratorio Neomedialab, donde el espectador podrá disfrutar de una selección internacional de cortometrajes que son el fruto de la convergencia tecnológica: “Son pequeñas obras que se miran con dispositivos especiales. Son ficciones cortas donde entra determinada cantidad de gente por vez”, explicó.  

Uno de los artistas seleccionados es Julián D’Angiolillo que presentará «Antropolis Memorabilia».

Quizás una de las apuestas más fuertes de esta edición resulta la presencia de Stéphane Breton, el reconocido antropólogo y cineasta francés, que dará una clase magistral en la Alianza Francesa. “Traemos sus últimas cinco obras y una última que será la apertura del festival, se llama Hijas Del Fuego y es el seguimiento de un grupo de mujeres combatientes en el frente de la Guerra de Siria”, contó la programadora del evento que además es una destacada directora y productora del cine documental.

El Doc reserva siempre un lugar para películas argentinas y esta edición no será la excepción. “Este año es la primera vez que podemos hacer un panorama de cine documental argentino con cinco películas que prácticamente son premier mundial”, declaró Céspedes. Por un lado, Gustavo Fontán estrenará Trilogía del Lago Helado compuesta por el tríptico Lluvias, El estanque y Sol en un patio vacío. Por el otro, Mariano Luque presentará su primer documental, Los árboles, y Javier Miquelez, director de fotografía de películas como Ronda Nocturna y Trelew, debutará como director con Cámara Oscura. Finalmente, Andrés Perugini presentará La intimidad y Lucas Turturro su film Inconsciente.

En el marco de un momento conflictivo para el cine nacional tras el anuncio de la Resolución 942/2017, que condiciona el acceso al Fondo de Fomento Cinematográfico con cláusulas restrictivas para la obtención de créditos y subsidios, los realizadores del festival hablaron de la situación del cine documental: “Si se pone en marcha esa resolución realmente va a ser catastrófico. La política actual a nivel de cultura es cada vez de menos producción, por lo menos en un sentido cultural profundo”, explicó Guarini.

La cineasta criticó duramente la gestión del Gobierno de turno sin dejar de mencionar problemáticas que se suceden desde gestiones anteriores: “Lo que falta en el cine argentino son salas suficientes y precios acordes a los problemas económicos que tiene la gente. No se puede competir con tanques que se exhiben en 300 salas, ocupan la mayoría de las salas del país y tienen toda la promoción del mundo. Son condiciones de desigualdad muy fuertes”, declaró.

El director de fotografía, Javier Miquelez, estrenará «Cámara Oscura».

Desde otra perspectiva, Céspedes resaltó el lugar que ocupa hoy este género como “un cine diferente, una mirada distinta, que también es un reflejo de cómo está hoy el mundo” y mencionó las dificultades a las que se enfrenta: “El tema de distribución y exhibición es un problema muy grande. No es de ahora, es de hace muchos años, y no es de acá, es en el mundo”.

Si bien Doc Buenos Aires cuenta, en palabras de Céspedes, con “un público muy fiel, muy selectivo y especializado”, el festival estará abierto al interés de nuevos espectadores. Tendrá lugar en diferentes salas de la ciudad de Buenos Aires, entre ellas las del Cine Ar Gaumont, la Sala Leopoldo Lugones, el Centro Cultural San Martín, la Alianza Francesa de Buenos Aires, el MACBA y la Universidad del Cine. Habrá descuentos para estudiantes y jubilados. Las entradas gratuitas serán válidas hasta agotar disponibilidad.

 

Actualización 11/10/2017.