El cine tiene cámara de mujer

El cine tiene cámara de mujer

Cada martes, hasta el 16 de abril, se llevará adelante el Ciclo Directoras Argentinas en el Cine Arte Cacodelphia, donde habrá también debates con las realizadoras.

Este martes 5 de marzo comenzó el Ciclo Directoras Argentinas en el Cine Arte Cacodelphia, organizado por el sitio de cine GPS Audiovisual y la Comisión de Género de Directores Argentinos Cinematográficos (Género DAC). Cada semana, el ciclo proyectará una película dirigida por una directora argentina, quien estará presente durante la proyección y será entrevistada posteriormente por Julia Montesoro, directora de GPS Audiovisual. ANCCOM dialogó con ella y con Tamae Garateguy, vocal titular de Género DAC, el día anterior a la proyección inaugural.

Cada martes a las 19,  hasta el 16 de abril inclusive, se proyectará en el Cine Arte Cacodelphia una de siete películas seleccionadas: Puan (2023) de María Alche y Benjamín Naishtat, Partió de mí un barco llevándome (2023) de Cecilia Kang, Baldío (2019) de Inés de Oliveira Cézar, El silencio de los hombres (2023) de Lucía Lubarsky, Blondi (2023) de Dolores Fonzi, El viento que arrasa (2023) de Paula Hernández y Mariquita, mujer revolución (2023) de Sabrina Farji. Cada entrada tiene un precio de 1.600 pesos.

La colaboración entre Montesoro y Género DAC comenzó en la pandemia, época en la que organizaron muestras virtuales, pero hacerlo en sala era “una cuenta pendiente”, según Montesoro. En noviembre del 2023 comenzaron con el proyecto de una muestra presencial que se realice durante el mes de la mujer: “Empezamos a buscar películas, a ver posibilidades porque obviamente no somos dueñas de los derechos, ahí tuvieron que hacer un gran trabajo de hablar con cada una de las productoras o las directoras para ver qué posibilidades había” contó Montesoro.

“Hablamos de mirarnos a nosotras mismas, escucharnos a nosotras mismas, saber nuestros nombres -expresó Garateguy-. Entonces estas son instancias de encuentro que nos permiten ejercer esto, porque las prácticas más patriarcales tienen que ver con que nos aprendemos los nombres de los artistas varones, de los pensadores varones, los intelectuales varones y no de las mujeres”. Garateguy también destacó el hecho de que, al final de cada función, las directoras sean entrevistadas por Montesoro: “Es una experta de cine desde hace mucho tiempo, conoce las carreras de las directoras” y señaló que Montesoro publicó 50 mujeres del cine argentino, un libro con entrevistas a mujeres de diferentes oficios dentro de la industria audiovisual argentina.

Respecto a la selección de películas, Montesoro expresó: “Nos planteamos que estuvieran las generaciones más jóvenes” y señaló que en la muestra habrán dos “casi preestrenos”: El viento que arrasa, la cual se estrena algunos días antes de la proyección, y el documental Partió de mí un barco llevándome, la cual fue estrenada en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata, pero no comercialmente. Otras dos películas del ciclo destacadas por Montesoro fueron Puán y Blondi: “Fueron las dos películas dirigidas por mujeres que más público llevaron a las salas el año pasado”. Montesoro también subrayó que todas las directoras contactadas accedieron y que “algunas incluso tenían otros compromisos y nos pidieron cambiar la fecha que habíamos programado originalmente para poder estar en la función”. También habló sobre sus expectativas para el ciclo: “La sala es muy buena, es de fácil acceso, está todo dado para que convoque”.

Montesoro sostuvo que “la selección que quedó es muy actual, muy ecléctica; hay documentales, ficción, películas de directoras y protagonistas tanto conocidas como emergentes. Nos pareció importante dar un panorama, sobre todo en este momento en el que la cultura, el cine, y el cine realizado por mujeres en particular, atraviesan un momento muy difícil. Por eso la presencialidad en salas también nos parece importante”. Ante la actual incertidumbre del ámbito cultural, Montesoro expresó que para seguir adelante “la forma que encontré, hace un tiempo ya, es seguir trabajando, seguir generando”. “Una de las claves van a ser las asociaciones -expresó Garateguy- esta cosa de las colaboraciones, más en lo que hacemos. Hay que resistir creando espacios, aunque sean pequeños” y destacó que “toma mucha trascendencia lo presencial, el encuentro”.

“Es un momento donde no hay demasiados espacios para el cine argentino en general, los grandes complejos programan otro tipo de cine” señaló Montesoro y concluyó que “abrir esta posibilidad, con películas argentinas y hechas por directoras, por mujeres, es también muy importante, porque cuesta mucho llegar a una sala, pero también cuesta mantenerse y cuesta la difusión. Así que tejiendo redes, sumando voluntades, vamos avanzando”.

Un paisaje que invita a reflexionar sobre los vínculos familiares

Un paisaje que invita a reflexionar sobre los vínculos familiares

«Paisaje», la película de Matías Rojo, es un thriller atrapante con la inmensidad de la naturaleza de Uspallata como antagonista.

Leandro y Eugenia, una pareja joven, transitan el octavo mes de embarazo cuando deciden regresar de las vacaciones familiares de manera impulsiva. En el transcurso del viaje el auto se rompe y quedan varados. Se acerca la noche y deben enfrentar numerosas adversidades en medio de las montañas en un crudo invierno.

Este es el comienzo de la película Paisaje. La oscuridad descubre la verdadera naturaleza, dirigida por Matías Rojo. Se trata de un thriller rodado en Uspallata, Mendoza. “Paisaje fue pensada para ser disfrutada en una sala de cine”, asegura el director, dado que el paisaje no pasa desapercibido sino que se transforma en un antagonista de los personajes.

Rojo cuenta que la historia gira sobre la paternidad, “de ésta como una pregunta, una construcción compleja y que pone en movimiento la identidad”. Aparte del “retrato emocional de ese tránsito” se generan reflexiones con respecto a los vínculos familiares, algo que se ve en Leandro, interpretado por Juan Luppi, y su padre, con Dady Brieva en ese rol. El elenco principal se completa con Ailín Salas como Eugenia y María Ucedo como madre de Leandro, a los que se suman actores y actrices mendocinos.

“La película cumple muy bien con dos niveles muy diferentes. Uno a nivel narrativo con la aventura que vive esta pareja esperando un hijo y con las adversidades en la montaña que se presentan, y otra a nivel simbólico: cómo se ven reflejadas la paternidad o la relación del personaje de Leandro con la vida”, menciona Luppi, dado que también su personaje pasa de la niñez a la adultez con la llegada de su hijo. Por otro lado Ailín Salas plantea que se manifiesta la soledad de manera más abstracta y que la película “deja muchas preguntas más que respuestas sobre vínculos y sobre las personas”.

Paisaje es de la productora audiovisual mendocina Madraza. El largometraje recibió financiamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), está respaldado por el Gobierno de Mendoza mediante el Fondo para la Transformación y el Crecimiento y el programa Mendoza Activa, impulsado por el Ministerio de Economía de la provincia. Cuenta también con el apoyo del Municipio de Las Heras y del Gobierno de Entre Ríos.

El cine bajo alerta

 El cine argentino, la cultura en general, se ve amenazada por la Ley Ómnibus aunque ahora el proyecto haya vuelto al primer casillero. De aprobarse, se produciría un recorte del presupuesto al INCAA, que hace posible películas como Paisaje. El presupuesto aportado para la realización de películas nacionales no queda solo en el cine, sino que se genera una cadena que implica un amplio equipo, sueldo a familias, promoción del turismo, representación de costumbres locales, etc.

Frente a esto Luppi comparte: “Es un momento donde vos prendés Netflix y tenés acceso a las mejores series y películas nórdicas, y hay que competir con eso. La competencia de ahora, en el mercado, es internacional, tenes que hacer contenido que pueda competir con Breaking Bad porque la persona que mira puede elegir una cosa u otra”. Y agrega que los recortes al INCAA implican que no se pueda hacer películas o que se hagan películas cada vez peores, siendo así excluidas del mercado.

“Lo que me da esperanza es que es un país con un pueblo que lucha fuerte, que todo a lo que quieran sacar que construiste con años de lucha se defiende, la gente está demostrando eso”, reflexiona Salas. Asegura que el cine argentino ya venía golpeado, pero este último tiempo más aún. Pese a todo, aclara, “es un gran momento del cine argentino”, debido a los grandes éxitos y reconocimientos internacionales que tuvo.

Paisaje pone en la sala no solo la riqueza de la naturaleza mendocina, sino también la reflexión de los vínculos familiares, la paternidad, la soledad y la apreciación del cine nacional.

 

Paisaje. La oscuridad descubre la verdadera naturaleza se estrena el 15 de febrero en diferentes salas del AMBA y Mendoza.

Hacer cine, hacer historia – Estuve Ahí

Hacer cine, hacer historia – Estuve Ahí

Héctor Olivera tenía decidido ser arquitecto hasta que su madre, vestuarista de cine, lo llevó a un set de filmación. Movilizado por esa experiencia, decidió abandonar sus estudios en el Liceo Militar para volcarse de lleno al mundo cinematográfico. La creación del INCAA en 1957 lo animó a fundar, junto a Fernando Ayala, la productora Aries cinematográfica. Bajo ese sello propio, dirigió películas emblemáticas de la Argentina como La patagonia rebelde, La nona y La noche de los lápices.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
El cine le pone el cuerpo a la Ley Ómnibus

El cine le pone el cuerpo a la Ley Ómnibus

El Gobierno de Milei se propone modificar la ley de Fomento de la actividad Cinematográfica, lo que arrasará con el financiamiento del INCAA y cerrará la Escuela Nacional de Cine. Los trabajadores y estudiantes de cine se enfrentan a la medida.

La primera reforma de la sección Cultura de la Ley Ómnibus está dedicada a la industria cinematográfica. Deroga 36 artículos de la Ley de Fomento a la Actividad Cinematográfica, que había sido creada en 1968, durante la dictadura de Onganía y fue modificada en 2001.

El Espacio Audiovisual Nacional (EAN), organización que agrupa a directores, productores y otros trabajadores del sector, presentó un proyecto para actualizarla con un enfoque federal, de fortalecimiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y que regule las plataformas de streaming. El proyecto de Ley Federal para la Producción y la Industria Audiovisual tiene estado parlamentario desde enero de 2023.

Pero la propuesta del presidente Javier Milei es de carácter regresivo respecto del proyecto de Ley Federal e incluso de la ley vigente. El EAN advirtió en un comunicado que además de modificar la composición administrativa del INCAA, con un director designado por Presidencia que elige a ocho representantes, lo desfinancia. El Instituto continuaría teniendo el 10 por ciento de la venta de entradas de cine, pero elimina el 25 por ciento de lo que el ENACOM le cobra a las televisoras.

Además, en su comunicado, puntualizó: “La industria audiovisual genera trabajo genuino para más de 600 mil personas y representa el 5,2 por ciento de la economía. Las modificaciones del proyecto gubernamental recortarán el 75 por ciento del presupuesto que resulta de la propia actividad audiovisual, lo que hará imposible su funcionamiento”. El proyecto de ley fija que los gastos operativos no pueden superar el 25 por ciento, pero en la actualidad se gasta un 50 por ciento sólo en el sueldo de sus 1300 empleados. Así, el INCAA deberá reducir su planta a casi un 70 por ciento.

La Ley Ómnibus ingresó al Congreso ell 26 de diciembre y se debería tratar en las sesiones extraordinarias que finalizarán el 31 de enero. Andrea Schellemberg, documentalista y parte de Realizadores Documentalistas Integrales (RDI), confía que el DNU y la ley sean rechazados en el Palacio Legislativo por las dos cámaras, según comentó en una charla con ANCCOM. “No sólo amenaza la producción cinematográfica, sino que va contra toda la sociedad. Creo que aún no se toma conciencia de lo destructivo que será si se llega a implementar. La producción será para unos muy pocos que estén dispuestos a reproducir la ideas de los que hoy nos gobiernan y eso es muy grave: es un problema ético y estético”, apuntó.

«Es un crimen a la libertad de expresión, a la libertad artística. El recorte no sólo se basa en beneficiar a las productoras de cine, cuyo interés es económico, sino que tiende al exterminio de ideas y producciones artísticas de contenidos plurales”, señaló Schellemberg.

El Consejo Académico Federal de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) difundió en un comunicado: “(el proyecto de ley) reduce a una mínima expresión al INCAA y le quita la obligación de sostener a nuestra escuela con recursos del fondo de fomento”. La Escuela no es mencionada en la Ley Ómnibus, así que advierten: “De aprobarse así, la ENERC quedaría atrapada en un vacío legal que la llevaría inevitablemente a su desaparición”.

Catalina Yani, presidenta del Centro de Estudiantes de la ENERC sede AMBA, declaró en diálogo con ANCCOM: “Ya sea aprobada o no, entendemos que en la campaña quien nos preside actualmente mencionó en reiteradas ocasiones que quería cerrar el INCAA y, por ende nuestra escuela. Estamos en una situación de desamparo porque no hay una medida que explique nuestra continuidad… porque no quieren la continuidad de nuestra escuela”.

Como estudiantes están comenzando un Frente Federal de Estudiantes Audiovisuales con otras escuelas como la Universidad del cine (FUC) y la UNA (Universidad Nacional de las Artes). Yani determinó: “Si es necesario, vamos a poner el cuerpo, pero también y con cautela vamos a agotar todas las vías legales. La Escuela no va a cerrar: vamos a poner la mayor de nuestras voluntades para que eso no suceda”.

Ernesto Baca, cineasta experimental y director de Historia Universal (2022) y Cabeza de palo (2002), habló con ANCCOM: “Con un recorte de este tipo no hay posibilidad de que el cine argentino subsista: sólo van a sobrevivir las producciones que tengan un fuerte apoyo de las plataformas de streaming”. La ley plantea créditos para la producción a una “tasa de mercado” que, lejos de fomentar la diversidad y el federalismo, reducen la capacidad de producción audiovisual nacional.

Otros de los cambios que propone la ley es que los subsidios no pueden superar el 50 por ciento del presupuesto de la película y que se pueda pedir sólo cada dos años, lo que desequilibra el sistema, más para las áreas menos comerciales y, por ende, más frágiles, como el cine experimental, animado y documental.

En otro orden, si bien el INCAA sigue estando habilitado a contribuir en la realización de festivales de cine, debido a la fuerte desfinanciación, dejaría de apoyar al Festival de Mar del Plata y al mercado Ventana Sur. Así mismo, peligran la continuidad de las plataformas y canales cont.ar y cine.ar.

“Si bien ya se aplicó en distintas épocas (como en los 90), esta reforma de ley es muchísimo más profunda. Es un crimen a la libertad de expresión, a la libertad artística que protege los intereses de los que más tienen. El recorte no sólo se basa en beneficiar a las productoras de cine, cuyo interés es económico, sino que tiende al exterminio de ideas y producciones artísticas de contenidos plurales”, recordó Schellemberg.

“No hay posibilidades de producir un cine más autóctono, regional, que tenga más que ver con la cuestión social o con una inquietud artística. Lo que permite el INCAA es amplitud en las producciones”, añadió Baca.

En esa línea, Yani remarcó: “El INCAA es importantísimo porque es nuestra forma de representación nacional y cultural que tenemos como argentinos y argentinas. Reducirlo sería una expresión de cipayismo absoluto. La ENERC es de las más prestigiosas, pero más importante: cuenta con las herramientas para fomentar la cultura audiovisual”

El retorno de los padres, el exilio de los hijos

El retorno de los padres, el exilio de los hijos

“Villa Olímpica” es una película documental que, mediante la recopilación de imágenes analógicas y reconstrucciones escénicas en maquetas, cuenta la historia de los hijos de los exiliados latinoamericanos por las dictaduras en los años 70.

“Un día vine a México a trabajar a los 33 años y cuando vi la Villa Olímpica lo supe. ¿Cómo no iba a haber una película sobre la comunidad de exiliados más grande de América Latina? Yo no viví ahí, pero estaba cerca e iba mucho, era un epicentro cultural del sudamericanismo de izquierda. Después de esa visita llegué a mi casa, googlée y arranqué con el proceso de investigación. Terminé después de seis años”, cuenta Sebastián Kohan Esquenazi, director de Villa Olímpica, quien vivió en el exilio en México con sus padres.

Los recuerdos, la nostalgia y lo lúdico toman el papel central en esta película que funciona como una “reconstrucción” de hechos que al mirar hacia el pasado se tornan difusos hasta para sus mismos protagonistas. Sus imágenes gozan de una imperfección verosímil a partir de material de archivo real y la ficcionalización de recuerdos.

“Me pareció más interesante contar la desestructuración de la comunidad que su conformación. ¿Qué había pasado con cada uno de ellos, qué pasó con la gente que vivió ahí y luego tuvo que irse a su lugar de origen? La historia que no se había contado no sólo era la del retorno y desarraigo, sino la de mi generación, que fuimos los verdaderamente afectados por el destierro en democracia. Había muchas películas sobre el exilio, pero pocas sobre el desexilio”, afirma el cineasta.

Villa Olímpica trae a la mesa una problemática poco tratada: el ser extranjero en todas partes. Volver  a un lugar de origen que en realidad ya no existe más como tal. Ser argentino en México, ser mexicano en Argentina. Un “argenmex” que casi no es considerado como una opción identitaria. O sos uno, o sos el otro. Sumado a los conflictos que implicó para una generación que nació en ese espacio “vacío”.

“Cuando nos dimos cuenta del enfoque que tenía que tener la película, se empezó a afinar la mirada infantil y borrar el testimonio de la mirada de nuestros padres. Empezamos a pensar cómo se construye el desarraigo y el destierro en las infancias. Crecer en un lugar diferente significa tener que reinventarse todo el tiempo, porque las recetas no están y el librito de quiénes éramos no nos lo dieron, se nos cayó del avión directo al mar”.

El documental cuenta en retrospectiva cómo fue la infancia de niños que crecieron caminando las calles de este condominio con una libertad que no era equivalente a la que tenían sus padres fuera de ese lugar y país. Habitaban un pequeño gran mundo que se desmoronó cuando sin consulta previa les avisaron el regreso a donde nunca había sido su casa.

“Lo visual nace desde varios puntos diferentes, cuando yo les preguntaba a mi generación qué recordaban de su infancia en México lo primero que hacían era ponerse a pensar y luego responder algo que evidentemente estaba siendo reinventado. Cuando uno no sabe realmente cómo fueron las cosas, se construyen discursos a partir de elementos: la foto que quedó del padre, el relato del tío. Me pareció importante el hecho de no saber, porque para desprendernos de esa condición de hijos de perseguidos y ser nosotros una generación con identidad propia de alguna manera necesitamos construirnos”. 

De esta manera, el particular espacio geográfico y las travesuras de niños que se valían por sí solos se establecen como la excusa para algo más profundo: la constitución de las identidades y el desarraigo en contextos difíciles.

“Conocí a Pablo —protagonista principal de la película— cuando estaba exponiendo una maqueta en el Museo de la ESMA. Ahí me contó la historia de su padre. Su narración tenía elementos sanadores y me pareció fundamental el hecho de que la memoria sea sanadora y no una forma de autovictimizarse y meter nuevamente el dedo en la llaga. Por eso fue la decisión de incluir su maqueta y a su vez generar nuevas”.

Es posible apreciar la intención de traer al presente el pasado de una manera distinta a partir de la utilización de las maquetas y los collages hechos con fotos. Una mixtura visual que atraviesa toda la película y que representa quienes fueron y son estos niños de Villa Olímpica. 

“Creo que el resultado fue bueno porque si bien la gente después de ver la película llora mucho, sale un poco más entera o al menos no destruida, como suele pasar con muchos documentales que simplemente trabajan el drama para generar dolor. Yo creo que no tenemos que generar más dolor, tenemos que contar nuestras vidas pero para que nuestros hijos no sufran lo que nosotros sufrimos”, concluye Kohan Esquenazi.

 

Villa Olímpica se estrena hoy jueves 21 de diciembre a las 18.40 en el Cine Gaumont, Rivadavia 1635, CABA. Hoy también podrá verse a las 20 en la señal CINE.AR TV y desde mañana, viernes 22, estará disponible en la plataforma CINE.AR PLAY por una semana. También será exhibida en la Red de Espacios INCAA.