La interna desde abajo

La interna desde abajo

Militantes y votantes del Frente de Todos opinan sobre la interna de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Hablan sobre el rol de los medios, el temor al regreso de la derecha y la necesidad de domar la inflación.

Los medios masivos no dejan de hablar de una “interna” en el Frente de Todos. Y los dirigentes, no dejan de darle letra para que lo hagan. Pero, ¿qué opinan las personas que votaron a este gobierno? ANCCOM recogió experiencias de primera mano sobre cómo viven la pelea interna los votantes de a pie.

Teresa Nicanora Torrico es diplomada en Economía Social por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), costurera y tiene 59 años. “La grieta –asegura- es mediática. La mala prensa solo confunde a los ciudadanos, no sabemos a quién creerle ni hacia dónde ir. Deberíamos debatir sobre lo que pasa en el país sin pensar en blanco o negro. Nos hace falta ponernos la camiseta argentina.”

Por su parte, Lucía García, de 23 años, reconoce el debate interno, pero coincide con Teresa en la centralidad de los medios en la construcción de esta pelea. Ella, que milita en La Cámpora, comparte: “Como dice Cristina, ‘no es pelea sino debate’ y es sano que se produzca”. Explica que deberían existir más instancias de discusión entre ‘los y las compañeras’. Sin embargo, focaliza la problemática en una cuestión comunicacional: “Si no debatimos internamente, los medios masivos lo usan para decir que está todo estallado, cuando no es así. Dicen que hay una crisis de legitimidad y que Alberto era un títere de Cristina. Son relatos muy fuertes que debemos romper y demostrar que somos un gran frente popular”.

Otro ex militante de la misma agrupación, pero de la Facultad de Derecho, también duda de la existencia de una grieta política. Juan es abogado, empleado judicial de 23 años, prefiere no dar su apellido y aclara: “Yo soy kirchnerista y banco a muerte a Cristina. También creo que Guzmán está haciendo una excelente gestión teniendo en cuenta el catastrófico contexto que le tocó”. Pero reconoce que la situación del país es muy frágil, que la gente está enojada y que la inflación es muy alta. “No sé si realmente hay una ‘grieta’ en el Frente de Todos. Son cuestiones de rosca y ambiciones personales. Pase lo que pase yo banco a Cristina, pero no creo que se produzca un quiebre” y concluye: “La única salida es una buena gestión económica, y el gobierno va por ese camino apuntando a generar trabajo y crecimiento con inclusión. El Frente de Todos tiene que seguir unido porque si no va a ganar la derecha”

Otros votantes están de acuerdo con esta postura. Alicia, bioquímica jubilada de 63 años, que también prefiere no dar su apellido, comenta: “En este momento el país está muy complicado desde el punto de vista económico y la pelea entre Alberto y Cristina solo beneficia a la oposición”. En tanto, Sol, de Malvinas Argentinas, estudiante de Derecho y militante kirchnerista, dice: “Debería estar todo más tranquilo en el Frente de Todos porque si no la derecha va a hacer lo suyo” y finaliza el testimonio con una frase contundente: “Banco fuerte a Cristina, deberían empezar a hacerle más caso”.

Por su parte, Tomás Delgado, sociólogo,  investigador del INTA y militante en El Hormiguero, asegura: “¿Quién se beneficia con la disputa? La respuesta es fácil: la oposición”. Él señala que las causas de la pelea entre CFK y Alberto son por “el desacuerdo en el programa económico y social de corto y mediano plazo, y por la división del gabinete de manera tal que las áreas se obstruyen entre sí”. Reconoce que esta situación genera la “paralización o lentificación de la gestión por las peleas que genera la toma de cada decisión”.

Para Delgado, el ala del presidente tiene razón en que la pandemia y la guerra obligaron a tomar decisiones que complicaron la solución de otros problemas previos a 2019. Por otro lado, asegura que la vicepresidenta acierta en cuanto a que la gestión nacional tiene incapacidad para capitalizar decisiones acertadas y para la conducción política.

Mariano De Martino, politólogo de la Universidad de Buenos Aires especializado en análisis estadístico, plantea un análisis diferente que centra las causas en la dificultad para la recuperación del salario real y en la posibilidad de una grieta generada intencionalmente desde la mesa chica para ser una alternativa de cara al 2023. ¿Quiénes se benefician con esta pelea? Para De Martino la respuesta a esa pregunta puede ser abordada desde tres perspectivas y en el marco de una táctica deliberada. En caso de ser exitosa, el beneficio puede leerse tanto para el kirchnerismo, el peronismo como espacio ampliado y el pueblo. De fracasar, en cambio, se abre un escenario para el avance de las políticas neoliberales que impulsan principalmente las reformas en la legislación laboral, previsional y de mayor apertura y desregulación del mercado.

Explica De Martino que durante el gobierno de Mauricio Macri, el salario tuvo una fuerte caída en dólares (pasó a ser uno de los más bajos de la región) y también cayó el poder adquisitivo producto de los altos niveles de inflación que no fueron acompañados por paritarias acordes. Entonces, uno de los objetivos del gobierno de Alberto Fernández en 2019 era recuperar progresivamente el poder adquisitivo del salario, que debía ganarle a la inflación. Cabe aclarar que esta fue una de las políticas fundamentales en los primeros años de los gobiernos kirchneristas, según De Martino.

“El kirchnerismo plantea que con esta política económica el crecimiento no necesariamente va a acompañar una redistribución, por lo tanto, no se podrá recuperar el salario real. En consecuencia, lo entiende como un fracaso de política económica” desarrolla De Martino y explica que el kirchnerismo se coloca en una postura crítica de ‘si nosotros hubiéramos sido gobierno, esto no hubiese pasado”. Esta situación, según el politólogo, genera una debilitación del presidente, del frente y de la gobernabilidad, pero presenta un escenario en el que el kirchnerismo se puede “despegar” y presentar como alternativa en 2023 o hasta 2027. “Con la grieta, si hay una recuperación del salario, el kirchnerismo puede decir ‘nos escucharon’ y si esto no es así, puede ser una alternativa peronista en las próximas elecciones”.

Teresa, Lucía, Juan, Alicia, Sol, Tomás y Mariano, todos votantes de la fórmula encabezada por Alberto Fernández, expresan así sus opiniones sobre los cortocircuitos internos en el gobierno. En parte responsabilizan a los medios por fogonear la pela y al mismo tiempo reconocen las dificultades del presente.

El recinto y la plaza

El recinto y la plaza

El presidente Alberto Fernández abrió el período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Qué dijo el presidente y cómo lo vivieron los manifestantes que se movilizaron en su apoyo.

Cada 1º de marzo, el Presidente de la Nación realiza la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura, dando inicio a un ciclo que se cerrará el 30 de noviembre del mismo año. Con un discurso que rozó casi las dos horas de duración; acompañado por la vicepresidenta Cristina Fernández y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; frente a un recinto con presencia de ministros, jueces, diputados, senadores y figuras de la política local; Alberto Fernández protagonizó la ceremonia número 140 que sucede anualmente en el Congreso de la Nación.

Mientras tanto, en las calles, miles de personas se movilizaron a la plaza del Congreso para brindarle apoyo al máximo gobernante; en su mayoría, agrupadas en el bloque del Frente de Todos. Con mayor presencia se anunció el Movimiento Evita, acompañado por la Juventud Peronista, la UTEP, el Movimiento de Trabajadores Organizados, el SUTEP, la Agrupación 17 de noviembre, el sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias, Barrios de Pie, Pueblo Unido, el Movimiento de Unidad Peronista, la UTEDYC y el Movimiento de Unidad Popular. Quien ya había pronunciado que no asistiría a la marcha fue La Cámpora, lo cual pone en evidencia el marcado distanciamiento que aleja a la agrupación kirchnerista del presidente.

Con voz firme, Fernández recorrió los acontecimientos del último año de gestión, cuyos ejes decisivos fueron la campaña de vacunación y la progresiva recuperación macroeconómica. Un tema central de la exposición fue el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, sobre el cual afirmó: “No resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección. Se iniciarán los pagos en 2026 para terminar en 2034”. En este marco ocurrió el momento de mayor tensión dentro del Palacio del Congreso, cuando el mandatario señaló que el inminente acuerdo con el FMI no debería paralizar la investigación judicial sobre la legalidad de la deuda contraída. En ese momento, la reacción del bloque del Pro fue abandonar la Asamblea.

Otro punto destacado del discurso fue acerca del rechazo del presupuesto planteado para el año corriente por parte de la oposición. “Dicen que los peronistas manejamos el Congreso como una escribanía –recordó-, pero lo cierto es que en estos casi cuarenta años de democracia el Congreso Nacional sólo ha dejado sin presupuesto a Cristina en el 2010 y a mí este año”. Sobre esta cuestión se expresó Gabriel, quien asistió de manera individual a la plaza: “Tengo mucha incertidumbre por lo que vaya a pasar porque a la persona que el pueblo elige para pensar en el bien común del país no lo dejan actuar, desde la oposición le ponen trabas constantemente”.

En más de una ocasión, los aplausos de parte de la Asamblea Legislativa interrumpieron el discurso de Alberto Fernández en señal de aprobación, los cuales se vieron replicados en las calles. Sin embargo, el difícil panorama que atraviesa el país en términos socio-económicos no pasa desapercibido para los mismos defensores del gobierno. Una de las asistentes al acto, Claudia del Movimiento Evita, dijo: “La actualidad del país es complicada. Espero que este año las cosas cambien: que haya más trabajo y que mejore la situación para las mujeres y los niños”. Con ella coincidió Laura, trabajadora asociada a la UTEP, quien sostuvo: “No estoy muy conforme; falta mucho trabajo, faltan oportunidades. A mí me gustaría estar trabajando en lugar de estar aquí marchando. Espero que este año haya más salida laboral”.

Anticipando futuras discusiones, el Presidente anunció que no habrá una reforma provisional y tampoco laboral. También, que se acabaron los tarifazos. Sobre los planes sociales, la intención es reconvertirlos en empleo formal para poder comenzar a prescindir de ellos. Acerca de la inflación, se animó a decir que “es el gran problema que tienen los argentinos y las argentinas en este momento” y que será atacada desde todos los frentes.

Mientras el presidente mencionaba las distintas áreas en donde se trabajó y se espera continuar trabajando, la cámara que tomaba las imágenes que en simultáneo eran transmitidas en una pantalla frente a la plaza, enfocaba a los referentes de cada sector: el ministro de la Producción Matías Kulfas, Martín Guzmán su par de Economía, Juan Cabandié por Desarrollo Sostenible, Carla Vizzotti por Salud, Matías Lammens por Turismo, Elizabeth Gómez Alcorta por Género y Diversidad, entre otros.

Para finalizar su presentación, Fernández eligió una cita del escritor Charles Dickens con la que describir de forma poética lo que -en sus palabras- es el momento bisagra que estamos viviendo: “Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación…”. Habrá que ver qué tiempos trae el 2022.

La fiesta de la democracia argentina y latinoamericana

La fiesta de la democracia argentina y latinoamericana

A 38 años de la restauración democrática en la Argentina y en el Día de los Derechos Humanos, Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Lula y Pepe Mujica hablaron en la Plaza de Mayo luego de una jornada de movilización y alegría popular. La algarabía no hizo olvidar las deudas pendientes. El acuerdo con el FMI en el centro de la escena.

Una multitud participó en Plaza de Mayo de la celebración por el retorno de la democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos. Referentes sociales, sindicales y políticos se sumaron a la convocatoria, al igual que artistas como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Masacre y Ráfaga, entre otros, que musicalizaron la fiesta.

Desde antes de las 15, hora de inicio del acto, ya había mucha gente en los alrededores de la plaza, proveniente de distintas zonas de la Ciudad y el Conurbano. Buena parte de la jornada transcurrió con cielo algo nublado, pero con alta humedad, por lo que el público buscaba alternativas para refrescarse y agradeció las bolsas de aguas provistas por un camión de la empresa AYSA.

De a poco la plaza se fue llenando. Los vendedores de bebidas y alimentos no daban abasto. Se armaron largas filas en los puestos de choripán y hamburguesas. “Es la primera vez en el día que tengo cinco minutos para descansar”, contaba Quique, vendedor de gaseosas y cervezas, en diálogo con ANCCOM.

Aunque el clima fue festivo, también hubo lugar para reclamos de sectores sociales que buscan una respuesta política a las problemáticas que padecen, ya sean de salud, territoriales o por represión de las fuerzas de seguridad. “Celebrar la democracia me llena de alegría como militante peronista, pero eso no significa que deba ser obsecuente con esos dirigentes que se presentan como tales, pero castigan al pueblo con salarios de hambre y con explotación laboral”, afirmó Mirna alzando un cartel en contra de la expropiación a pueblos los originarios. “Las personas que tenemos VIH necesitamos una cobertura mayor. Durante la pandemia se deterioró la atención y necesitamos una medida urgente”, señaló a su turno Nicolás.

A las 17, la plaza y sus alrededores estaban colmados y la caravana que iba y venía se extendía, por Avenida de Mayo, casi hasta el Congreso de la Nación. Muchos, sobre todo pibes y pibas, se acercaron en transporte público aprovechando que era gratuito por el día.

El grueso de los movimientos políticos y sociales se agruparon sobre la Avenida Roque Sáenz Peña, donde una muchedumbre caminaba a paso de hormiga para llegar a la zona del acto central. “Estamos acá para celebrar la democracia y para luchar para que regrese la Patria Grande”, remarcó Lucho, militante de La Cámpora, mientras se veía detrás un muñeco gigante con las frases “No al FMI” y “Libertad a Milagro Sala”.

“Estoy acá no solo para celebrar la democracia la Argentina, sino también para celebrar al mejor dirigente de la historia de Brasil, el que sacó a millones de personas de la pobreza y que le dio más derechos al pueblo y que espero que vuelva en 2022”, se ilusionaba Ismaily, una simpatizante del Partido de los Trabajadores envuelta en una bandera verdeamarelha.

Al ritmo de la música que provenía del escenario o de los tambores de las agrupaciones, algunas personas danzaban frenéticamente en el medio de la calle. Con las banderas flameando de fondo, un hombre disfrazado de pingüino se movía al ritmo de un tema de Damas Gratis, acompañado del vitoreo de la militancia, y a 100 metros nomás, otro grupo, envuelto en una bandera argentina, bailaba una zamba de Peteco Carabajal.

“Uno siente orgullo de cumplir con un compromiso que es de todos: defender la democracia”, opinó Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires, y agregó que las interrupciones institucionales siempre terminaron afectando a los sectores obreros. “Reivindicar la democracia es clave y en el marco de una plaza que lucha por el regreso a la Patria Grande, para tener una mejor democracia en América Latina, una mejor distribución de la riqueza y que se termine la sumisión”, sostuvo.

Durante la tarde, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo fueron condecoradas con el Premio Azucena Villaflor a los derechos humanos. “Treinta y ocho años de democracia, totalmente imparable”, dijo Taty Almeida, de Madres, una de las condecoradas. “Este premio es muy importante, se lo dedico a todas mis compañeras de lucha, a mis tres hijos, Jorge, Fabiana y Alejandro y a mis nietos. Yo sé que Alejandro y los 30 mil nos están mirando”, dijo emocionada.

“Cada día me siento más joven y eso me hace bien para seguir luchando”, manifestó Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, otra de las distinguidas, quien recordó a Azucena Villaflor, una de las fundadoras de Madres y asesinada en plena dictadura. “Este premio lo voy a disfrutar, pensando en la lucha de las primeras y de las que seguimos luchando hace 44 años, caminando por el país y el mundo para nunca más se vuelva a repetir una dictadura”, enfatizó Estela.

Cerca de ellas, la legisladora porteña y nieta restituida Victoria Montenegro, rememoró: “Yo era muy chiquita cuando se recuperó la democracia. Por entonces, mientras el pueblo festejaba, yo estaba apropiada”. Montenegro destacó el rol de los organismos de derechos humanos para la consolidación de la democracia y alertó sobre el avance de discursos negacionistas de los crímenes de la última dictadura. “La aparición de estos sectores, que ya tienen representación institucional, nos interpelan a construir un puente hacia los más jóvenes, tenemos que trabajar para ellos porque ellos son los que van a garantizar que no se vuelva a repetir una situación así. Para eso necesitamos más política de Estado y recuperar los espacios de discusión que fueron desmantelados por el gobierno de Macri. Hay que volver a trabajar sobre la memoria activa para dimensionar que detrás de ese hecho hubo intereses económicos para dejar de rodillas al país”, subrayó la legisladora. “Pensar distinto es lo más sano de nuestra democracia, pero nunca con discursos negacionistas. Esa no es una opción”, concluyó.

El acto central transcurrió en alegría y en paz. El público se conmovió con el Pepe Mujica, Lula Da Silva y Cristina Fernández, cuyas intervenciones fueron aclamadas. En el medio del discurso de la vicepresidenta, cuando se refería al FMI ante la mirada del ministro de Economía Martín Guzmán, un niño de unos cinco años lloraba porque se había extraviado, pero rápidamente, gracias a la intervención de la prensa, pudo encontrar a sus padres.

El cierre del acto estuvo a cargo del presidente Alberto Fernández. “Viva la democracia”, gritó el mandatario, a lo que el público le respondió “viva”. Instantáneamente, una batería de fuegos artificiales estalló en el cielo, cerca del escenario, con una cumbia sonando de fondo, y la gente también estalló al ver los pasitos de Cristina junto a las Madres y Abuelas y pidiendo el aliento de todas y todos en la plaza. Minutos después llegó la despedida, las y los oradores se retiraron y el pueblo empezó a despejar la zona cantando sin parar en el camino de vuelta.

¿En qué quedó la denuncia por el endeudamiento con el FMI?

¿En qué quedó la denuncia por el endeudamiento con el FMI?

Por Diego Moneta

Fotografía: Gentileza Telam

El 1 de marzo de 2021, durante la apertura del 139° período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández anunció que había instruido a su equipo para iniciar una “querella criminal” por el endeudamiento que el gobierno de Mauricio Macri había llevado adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La investigación constaría de tres etapas: la auditoría de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), la confección y presentación de la denuncia por parte de la Oficina Anticorrupción (OA), y la constitución como querellante de la Procuración del Tesoro Nacional, que encabeza Carlos Zannini. Hoy, más de siete meses después, ¿en qué instancia se encuentra?

Acuerdo en falta

El 12 de junio de 2018 la Argentina, a través de una Carta de Intención suscripta en forma conjunta por los entonces ministro de Hacienda y presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger respectivamente, solicitó de manera formal el apoyo del FMI. Ocho días más tarde, el organismo internacional aprobó un Acuerdo Stand By por un período de 36 meses.

El esquema completo consistía en desembolsar en Derechos Especiales de Giro (DEG) un monto equivalente aproximadamente a 57 mil millones de dólares, más del mil por ciento de la cuota de Argentina con el Fondo. Tras la asunción de Fernández, se rechazó el último tramo por lo que la deuda terminó totalizando 44,5 mil millones. Varios sectores que integran el Frente de Todos señalaban el perjuicio del Estado a partir del endeudamiento y no eran pocos los que reclamaron y reclaman que no se abonen los vencimientos.

La decisión de suscribir el acuerdo con urgencia, el mayor préstamo otorgado en la historia del organismo multilateral de crédito, se expresó, según diversos denunciantes, en la violación de normas que debían respetarse en el proceso. El FMI fue complaciente tanto con el otorgamiento como con el control de su ejecución. La hipótesis principal es que esos fondos, junto a las reservas internacionales, abastecieron la fuga de divisas, dada la coincidencia en las sumas del empréstito, la salida de capitales especulativos y la deuda pública y privada generada en el mismo periodo.

Investigaciones previas

Desde que al inicio de mayo, un mes antes de la formalización, Mauricio Macri comunicó que se habían iniciado conversaciones con el Fondo se suscitaron distintas movilizaciones en repudio a la decisión que luego se traducirían en denuncias judiciales. Éstas fueron impulsadas por sectores diversos, que van desde el Centro para la Integración Financiera (CINFIN) al Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), pasando por distintos representantes de la oposición política al gobierno de Cambiemos.

La primera demanda promovida fue la del MNER, impulsada por Eduardo Murúa. Buscaba obtener la declaración de invalidez de “las Cartas de Intención y sus memorandos adjuntos” que llevaron al crédito. Luego de que el fiscal de primera instancia sostuviera la legitimación colectiva de la entidad, el Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo N°9 rechazó el caso por ausencia de “causa o controversia”. La apelación fue resuelta en abril de este año, alegando que había falta de homogeneidad en las pretensiones y exigiendo la promoción individual de acciones de cada una de las empresas integrantes. El cambio de argumentos, que viola el principio judicial de congruencia, dejó a la parte actora sin una medida ordinaria para interponer.

Meses después, Eduardo Codianni, en representación del CINFIN, presentó un amparo para conocer la “existencia de actos previos” a la firma del acuerdo celebrado, ante la denegación de las autoridades de su pedido de acceso a la información pública. El Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N°10 consideró que no podía prosperar porque esa documentación no existía, dado que el Estado nacional no evaluó que hubiera requisitos previos, lo que se convertiría en el elemento central de la querella impulsada por Alberto Fernández con posterioridad. La sentencia fue revocada en septiembre de 2019 por la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones y, tras la interposición estatal, nunca hubo una resolución por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Sin embargo, la denuncia que sienta un precedente es la presentada por Claudio Lozano, ex diputado nacional, y Jonatan Baldivieso, fundador del Observatorio por el Derecho a la Ciudad. Tras haber sido archivada por Julián Ercolini en 2018, al año siguiente insistieron y  quedó radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº2, a cargo de Sebastián  Ramos. Luego se anexaría a otras causas similares investigadas por la jueza María Eugenia Capuchetti. “Hay incumplimiento de todas las normas jurídicas, administrativas y constitucionales y hay malversación de fondos”, asegura Lozano, en diálogo con ANCCOM, y agrega que esas “son las mismas dos claves que señala el Poder Ejecutivo en marzo”.

Cronología de una denuncia

La primera parte de la “querella criminal” ya estaba avanzada. La SIGEN verificó que el Acuerdo Stand By suscripto entre la República Argentina y el FMI en 2018 fue contraído sin la previa intervención de los órganos competentes ni con la información necesaria para su celebración. Así mismo, el BCRA contribuyó con informes complementarios. 

De esta manera, el 12 de marzo la Oficina Anticorrupción, comandada por Félix Crous, realizó la denuncia correspondiente ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°5, a cargo de Capuchetti, por defraudación al haber administración fraudulenta, agravada por ser cometida en perjuicio de la administración pública, y malversación de caudales públicos. Los señalados son el expresidente Macri, los ministros de Hacienda y Finanzas, el mismo Dujovne y Luis Caputo respectivamente, y los titulares del BCRA, el citado Sturzenegger y Guido Sandleris. Dicha sede judicial ya tramitaba otros sumarios por hechos total o parcialmente coincidentes. En este punto, en palabras de Crous para con ANCCOM, la OA “deja de evaluar pasos a seguir”. 

La demanda presentada señala antecedentes y distintas instancias de incumplimiento del acuerdo impulsado por Macri. Por un lado, la eliminación de controles cambiarios, el sostenido aumento de la tasa de interés y de las LEBACS (Letras del Banco Central), y la especulación y formación de activos externos. Por otro, no respetar procesos establecidos en la Constitución Nacional y en leyes presupuestarias, procedimentales, de administración financiera y hasta de traducciones públicas. Además, a partir de la inacción frente a la sobredemanda y salida de dólares, se concluye que el objetivo fue “generar una transferencia extraordinaria de activos desde el sector público hacia un grupo selecto del sector privado”, perjudicando los intereses del país.

El 8 de abril salía publicado en el Boletín Oficial el decreto, con la firma del presidente Fernández, del por entonces jefe de Gabinete Santiago Cafiero, del ministro de Justicia Martín Soria y de su par de la cartera de Economía Martín Guzmán, que instruía la presentación como querellante de la Procuración del Tesoro Nacional. El 21, el organismo – con la firma de Zannini y del subprocurador Horacio Diez- solicitaba su inclusión en la causa, indicando que existían elementos para “atribuir a los funcionarios la vulneración de múltiples normas de orden público de naturaleza constitucional y administrativa».

Al día siguiente, el fiscal federal Franco Picardi dio impulso a la denuncia asentada, para investigar si se había incurrido en delitos, al ampliar el requerimiento de instrucción en el marco de otro expediente iniciado y en el que los mismos acusados ya se encontraban imputados. En la actualidad, la “querella criminal” anunciada por Fernández se halla en la etapa preparatoria de producción de prueba, la cual es secreta y está a cargo de la jueza. 

El Tesoro querellante

En paralelo a las conversaciones del Gobierno Nacional con el organismo internacional para renegociar el acuerdo, a mediados de agosto la Procuración fue aceptada como querellante. Capuchetti hizo lugar a sus pedidos y solicitó nueva información a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Por un lado, los fondos y las personas que compraron LEBACS desde diciembre de 2015 a octubre de 2019, discriminando entre argentinos y no residentes. Por otro, los nombres de empresas e individuos que vendieron dichos títulos de deuda a partir de la corrida cambiaria de 2018 que derivó en el préstamo del FMI. El objetivo es determinar si existieron vínculos entre funcionarios y compradores para asegurar ganancias.

A su vez, la jueza le volvió a pedir a la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento y Control de la Deuda Exterior del Congreso de la Nación que remita toda documentación en su poder vinculada al acuerdo en cuestión como así también de sus renegociaciones posteriores. Para Claudio Lozano la actitud de la Procuración es la única que haría la diferencia con respecto a otras denuncias. “Tendría que apurar presentándose de manera sistemática y exigiendo respuestas al fiscal y a la magistrada”, desliza. 

En paralelo, el presidente Fernández cada vez que participa de algún encuentro multilateral  insiste en estas cuestiones. Desde la denuncia de un “endeudamiento tóxico” con el FMI a la propuesta de canje de “deuda por acción climática” para quienes están en vías de desarrollo, el primer mandatario reclama un “reordenamiento de la arquitectura financiera internacional”. En simultáneo, continúan las negociaciones con el organismo de crédito y se siguen abonando los vencimientos a la espera de un programa que le permita al país una recuperación económica, si es que eso es posible.