Por Micaela Kordovan
Fotografía: Sofía Barrios

Militantes y votantes del Frente de Todos opinan sobre la interna de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Hablan sobre el rol de los medios, el temor al regreso de la derecha y la necesidad de domar la inflación.

Los medios masivos no dejan de hablar de una “interna” en el Frente de Todos. Y los dirigentes, no dejan de darle letra para que lo hagan. Pero, ¿qué opinan las personas que votaron a este gobierno? ANCCOM recogió experiencias de primera mano sobre cómo viven la pelea interna los votantes de a pie.

Teresa Nicanora Torrico es diplomada en Economía Social por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), costurera y tiene 59 años. “La grieta –asegura- es mediática. La mala prensa solo confunde a los ciudadanos, no sabemos a quién creerle ni hacia dónde ir. Deberíamos debatir sobre lo que pasa en el país sin pensar en blanco o negro. Nos hace falta ponernos la camiseta argentina.”

Por su parte, Lucía García, de 23 años, reconoce el debate interno, pero coincide con Teresa en la centralidad de los medios en la construcción de esta pelea. Ella, que milita en La Cámpora, comparte: “Como dice Cristina, ‘no es pelea sino debate’ y es sano que se produzca”. Explica que deberían existir más instancias de discusión entre ‘los y las compañeras’. Sin embargo, focaliza la problemática en una cuestión comunicacional: “Si no debatimos internamente, los medios masivos lo usan para decir que está todo estallado, cuando no es así. Dicen que hay una crisis de legitimidad y que Alberto era un títere de Cristina. Son relatos muy fuertes que debemos romper y demostrar que somos un gran frente popular”.

Otro ex militante de la misma agrupación, pero de la Facultad de Derecho, también duda de la existencia de una grieta política. Juan es abogado, empleado judicial de 23 años, prefiere no dar su apellido y aclara: “Yo soy kirchnerista y banco a muerte a Cristina. También creo que Guzmán está haciendo una excelente gestión teniendo en cuenta el catastrófico contexto que le tocó”. Pero reconoce que la situación del país es muy frágil, que la gente está enojada y que la inflación es muy alta. “No sé si realmente hay una ‘grieta’ en el Frente de Todos. Son cuestiones de rosca y ambiciones personales. Pase lo que pase yo banco a Cristina, pero no creo que se produzca un quiebre” y concluye: “La única salida es una buena gestión económica, y el gobierno va por ese camino apuntando a generar trabajo y crecimiento con inclusión. El Frente de Todos tiene que seguir unido porque si no va a ganar la derecha”

Otros votantes están de acuerdo con esta postura. Alicia, bioquímica jubilada de 63 años, que también prefiere no dar su apellido, comenta: “En este momento el país está muy complicado desde el punto de vista económico y la pelea entre Alberto y Cristina solo beneficia a la oposición”. En tanto, Sol, de Malvinas Argentinas, estudiante de Derecho y militante kirchnerista, dice: “Debería estar todo más tranquilo en el Frente de Todos porque si no la derecha va a hacer lo suyo” y finaliza el testimonio con una frase contundente: “Banco fuerte a Cristina, deberían empezar a hacerle más caso”.

Por su parte, Tomás Delgado, sociólogo,  investigador del INTA y militante en El Hormiguero, asegura: “¿Quién se beneficia con la disputa? La respuesta es fácil: la oposición”. Él señala que las causas de la pelea entre CFK y Alberto son por “el desacuerdo en el programa económico y social de corto y mediano plazo, y por la división del gabinete de manera tal que las áreas se obstruyen entre sí”. Reconoce que esta situación genera la “paralización o lentificación de la gestión por las peleas que genera la toma de cada decisión”.

Para Delgado, el ala del presidente tiene razón en que la pandemia y la guerra obligaron a tomar decisiones que complicaron la solución de otros problemas previos a 2019. Por otro lado, asegura que la vicepresidenta acierta en cuanto a que la gestión nacional tiene incapacidad para capitalizar decisiones acertadas y para la conducción política.

Mariano De Martino, politólogo de la Universidad de Buenos Aires especializado en análisis estadístico, plantea un análisis diferente que centra las causas en la dificultad para la recuperación del salario real y en la posibilidad de una grieta generada intencionalmente desde la mesa chica para ser una alternativa de cara al 2023. ¿Quiénes se benefician con esta pelea? Para De Martino la respuesta a esa pregunta puede ser abordada desde tres perspectivas y en el marco de una táctica deliberada. En caso de ser exitosa, el beneficio puede leerse tanto para el kirchnerismo, el peronismo como espacio ampliado y el pueblo. De fracasar, en cambio, se abre un escenario para el avance de las políticas neoliberales que impulsan principalmente las reformas en la legislación laboral, previsional y de mayor apertura y desregulación del mercado.

Explica De Martino que durante el gobierno de Mauricio Macri, el salario tuvo una fuerte caída en dólares (pasó a ser uno de los más bajos de la región) y también cayó el poder adquisitivo producto de los altos niveles de inflación que no fueron acompañados por paritarias acordes. Entonces, uno de los objetivos del gobierno de Alberto Fernández en 2019 era recuperar progresivamente el poder adquisitivo del salario, que debía ganarle a la inflación. Cabe aclarar que esta fue una de las políticas fundamentales en los primeros años de los gobiernos kirchneristas, según De Martino.

“El kirchnerismo plantea que con esta política económica el crecimiento no necesariamente va a acompañar una redistribución, por lo tanto, no se podrá recuperar el salario real. En consecuencia, lo entiende como un fracaso de política económica” desarrolla De Martino y explica que el kirchnerismo se coloca en una postura crítica de ‘si nosotros hubiéramos sido gobierno, esto no hubiese pasado”. Esta situación, según el politólogo, genera una debilitación del presidente, del frente y de la gobernabilidad, pero presenta un escenario en el que el kirchnerismo se puede “despegar” y presentar como alternativa en 2023 o hasta 2027. “Con la grieta, si hay una recuperación del salario, el kirchnerismo puede decir ‘nos escucharon’ y si esto no es así, puede ser una alternativa peronista en las próximas elecciones”.

Teresa, Lucía, Juan, Alicia, Sol, Tomás y Mariano, todos votantes de la fórmula encabezada por Alberto Fernández, expresan así sus opiniones sobre los cortocircuitos internos en el gobierno. En parte responsabilizan a los medios por fogonear la pela y al mismo tiempo reconocen las dificultades del presente.