La llama de la resistencia

La llama de la resistencia

Miles de estudiantes, graduados, profesores y no docentes marcharon con velas hacia la Secretaría de Educación para exigir mayor presupuesto y aumento salarial al personal universitario. También hubo una inmensa manifestación en La Plata. Las movilizaciones se desarrollaron con total tranquilidad, a pesar de las provocaciones de la ministra Bullrich.

Este miércoles se realizó la Marcha de las Antorchas, desde la Plaza Houssay hasta el Palacio Pizzurno, organizada por estudiantes de facultades de la UBA como Ciencias Sociales, Medicina, Filosofía y Letras, Farmacia y Bioquímica, Veterinaria, Ingeniería, Ciencias Exactas y Naturales, entre otras. También asistieron gremios de docentes, no docentes y graduados. Todo esto en el marco de tomas de universidades, asambleas y clases públicas en todo el país, en rechazo al veto de Javier Milei a la Ley de Presupuesto Universitario y bajo la consigna “todos unidos por aumento de salarios, defendamos juntos la universidad pública”.

La concentración en la Facultad de Ciencias Sociales inició a las 17, minutos después que una estudiante lanzara un “¿vamos chiques?”, y todos la siguieron. Muchos de los que estaban sentados en los pupitres en medio de la calle, se pusieron de pie y cantaron en un unísono “Si el presupuesto no está / que quilombo se va a armar / les cortamos las calles / y le tomamos la facultad”. Estudiantes y gremios iniciaron la caminata por Santiago del Estero, hasta llegar a 9 de Julio y Avenida Independencia. Allí la concentración se hizo escuchar y las bocinas también, “Tocá bocina si apoyas la educación”, fue el cantito de los estudiantes mientras sonaban las bocinas encolumnadas de los vehículos.

A las 18 comenzó la caminata hacia la Plaza Houssay, ya son más los que mostraron sus carteles: “Sociales está de pie”; “No ajusten mi futuro”; “Acá se defiende la universidad pública” y “Los estudiantes sacamos las aulas a las calles para que vean”. Mientras eran escoltados por policías en cada cuadra que transitaron. 

En la intersección de Avenida Córdoba y Ayacucho se dio la fusión entre las facultades de la Universidad de Buenos Aires y fueron miles las voces unidas que saltaban y cantaban que la universidad es de los trabajadores. En diálogo con ANCCOM, Ailén, de Filosofía y Letras, dijo que asistía “a la marcha de las antorchas porque creo en la universidad pública, gratuita y de calidad debido a que constituye la identidad de nuestro país.”

Los graduados también hablaron: Enrique Keplar, médico, dijo que defiende la universidad pública porque es lo que hace al futuro de un país “es la ciencia, la investigación, la relación con las organizaciones y el pueblo. Un futuro no podría ser posible sin todo esto”, sentenció.

Por otra parte, Javier, que es docente universitario, remarcó que marchaba porque los sueldos de los docentes están bajo la línea de la pobreza y el presupuesto universitario está en los niveles más bajos en lo que va de la historia, “la situación es insostenible si seguimos por esta vía –dijo–. La universidad pública es uno de los mejores espacios que tenemos en Argentina y lo tenemos que defender”.

Una hora más tarde el sol se ocultaba y las velas se encendieron, y mientras todos y todas cantaban el Himno, las fueron ubicando una por una en la vereda frente a la Secretaría de la Educación, pero los presentes advirtieron que “con una vela no va a alcanzar” y llamaron a la huelga general. Finalmente la manifestación se disipó con tranquilidad, al calor de las declaraciones radiales de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que había aportado lo suyo al asegurar que los estudiantes tomarían las facultades con bombas molotov para desestabilizar al gobierno de Javier Milei, “copiando al modelo chileno”.

También en La Plata

“Decidimos marchar porque la semana pasada fue un punto de inflexión y un cambio de etapa muy grande después del veto de la ley de financiamiento universitario, hoy el movimiento estudiantil está organizado y tiene una convocatoria masiva en todo el país”, señaló Albertina Vidal, presidenta de la Federación Universitaria de La Plata (FULP). La convocatoria en la capital provincial fue a las 18 en 7 y 47, frente al rectorado de la UNLP, y desde allí se realizó la marcha de antorchas por el centro de la ciudad.

En medio del conflicto entre el gobierno y las universidades, las calles de La plata también fueron sacudidas por una multitud de estudiantes, docentes, no docentes y trabajadores unidos para reclamar por el financiamiento universitario. El secretario general de la UNLP, Patricio Lorente en diálogo con ANCCOM expresó: “Esta marcha es una demostración muy importante, de dimensiones históricas para la ciudad, con decenas de miles de personas, no solo de la comunidad universitaria, sino además de los vecinos y vecinas que han acompañado masivamente”.

La situación de las casas de altos estudios es crítica, el desfinanciamiento significa la perdida de salarios de los docentes y no docentes y paralización de obras de infraestructura. Al respecto Claudio Villegas, docente de la UNLP y secretario de la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata (ADULP), señaló: “Los docentes universitarios estamos acostumbrados a hacer hasta magia para cumplir la currícula y no bajar en ningún momento la calidad de enseñanza, lo que hay que tener en claro es que si esto continúa de esta manera se va a sentir demasiado en el funcionamiento de la universidad”. 

Bombos, banderas, carteles, murgas y por supuesto, antorchas, adornaban el centro platense. Las pancartas de la FULP, UNLP, ADULP y de la Asociación Trabajadores Universidad de La Plata (ATULP) con sus respectivas columnas encabezaban la marcha, detrás los distintos centros de estudiantes de las distintas facultades y las diferentes agrupaciones estudiantiles entonaban sus canciones, mientras otros, sin banderas partidarias acompañaban la caminata con mates y charlas. “El mensaje que queremos transmitir es que hay que defender lo que es nuestro, que no hay que romper lo que sirve y marcha bien, la universidad es una reliquia y no hay que dejar que nadie lo destruya”, expresó Alan Lagueza, estudiante de la Facultad de Artes. Los niños, estudiantes del Anexo Joaquín V. González, tampoco quisieron perderse la movilización y acompañados de sus madres, padres y docentes irrumpieron en la marcha para despertar la algarabía de los presentes, Julieta Regis, maestra del establecimiento se refirió a como se organizaron: “Fue una iniciativa de las familias que se autoconvocaron y crearon un grupo de WhatsApp que empezaron a pasar por distintos grados”, luego cerró: “Hay más de 400 familias que decidieron venir a acompañar y nosotros estamos súper emocionados”. En esta misma sintonía Fernanda Day Pilaría, docente de la facultad de Ciencias Naturales y una de las madres que acompañaba a sus hijos detalló: “Nosotros como familia siempre acompañamos todos los reclamos,  nuestros nenes hicieron los carteles para la movilización del 2 de octubre y los siguen usando, además tienen pintados sus guardapolvos y pintores, están súper atravesados por esta problemática que charlamos mucho en casa, por supuesto acorde a sus edades”. Respecto a la movilización con la escuela explayó: “Un grupo de familias se organizó para acompañar a los docentes y a los trabajadores de la universidad y el día de ayer y hoy se juntaron para realizar banderas y acá estamos todos como comunidad”.

Pasadas las 19 estaba todo listo para comenzar la movilización. El recorrido se inició por la zona céntrica de la ciudad. La marcha se desarrolló con total tranquilidad, comenzó por Calle 7 hasta plaza Italia, mientras las antorchas comenzaban a ganarle protagonismo al sol que se diluía en la tarde. Luego la multitud avanzó por diagonal 74 hacia la Casa de Gobierno, frente a plaza Moreno. El ruido, la música de distintos colectivos, y el grito de “universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode” que acompañaba a los manifestantes hacían salir a los vecinos a corear, aplaudir, sacar fotos o mirar asombrados como la muchedumbre avanzaba.

 

La marcha concluyó en el rectorado, donde un escenario esperaba preparado para el acto de cierre. Minutos después de las 21, luego que las columnas se acomodaron en el lugar, los distintos oradores subieron a arengar a la multitud y lanzar mensajes para el gobierno. Raúl Archubi secretario general de ATULP sostuvo: “El mensaje que estamos dando no solo como movimiento universitario, sino como sociedad está a la vista, la universidad es la esperanza que tiene todo el pueblo para que sus hijos y sus nietos tengan la posibilidad de superarse”. En esta misma línea, Sol Alconada, presidenta de la FULP resaltó la solidez y organización estudiantil y luego cerró: “El presidente, Javier Milei, no se dio cuenta y se va a arrepentir porque pateó un hormiguero y esto no va a parar hasta que tengamos la universidad que nos merecemos”. El acto terminó con el himno a nacional entonado por la multitud que luego desconcentró pacíficamente.

La disputa entre las universidades y el gobierno continuará y los próximos pasos en el conflicto serán cuando se trate el presupuesto universitario para 2025, en este aspecto Vidal, en diálogo con ANCCOM señaló: “Por el momento la lucha continúa con paros convocados por las organizaciones y los frentes nacionales, después vamos a avanzar hacia una marcha federal universitaria en noviembre, grande como la del 23 de abril y 2 de octubre, que nos permita concentrar en todo el país una misma movilización”.

La ronda de los martes

La ronda de los martes

Con el impulso de organizaciones sociales y la presencia Adolfo Pérez Esquivel y Paco Olveira comenzaron los “martes por la resistencia pacífica”, una convocatoria semanal frente al exministerio de Desarrollo Social para “denunciar las injusticias, los atropellos y la violencia que ejercen los poderes de la muerte, enquistados en estas formas de gobierno”.

«Como nos enseñaron nuestras Madres de Plaza de Mayo, que cada jueves resisten en la Plaza, y como lo hacen nuestros jubilados y jubiladas todos los miércoles frente al Congreso, nosotros también decidimos reunirnos todos los martes a las 15:30 para seguir ese mismo camino de resistencia pacífica», expresó Francisco Paco Olveira, cura y miembro del grupo Opción Por Los Pobres, al inciar el primer encuentro de la Mesa Ecuménica por la Democracia, la Vida y el Bien Común, que tuvo lugar hoy frente al exministerio de Desarrollo Social.

Bajo el lema «¡Basta de hambre! ¡La vida reclama!», un grupo de organizaciones cristianas y de Derechos Humanos como el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), Curas Villeros, Curas en Opción por las y los Pobres (COPP) entre otros, se congregaron para exigir, a través de una resistencia pacífica, respuestas ante la creciente pobreza y el hambre que afecta a miles de familias en Argentina. La convocatoria reunió a personas de todas las creencias y también a artistas que participaron con música y poesía como forma de denuncia. La convocatoria, prometen, se realizará todos los martes.

En su intervención, Olveira destacó la necesidad de unirse para «terminar con el hambre en nuestra patria». Señaló el simbolismo del lugar de la convocatoria: «Estamos frente al Ministerio de Capital Inhumano, bajo la imagen de Evita. Su rostro que mira al norte refleja la bronca, porque allí se come bien, mientras que su mirada hacia el sur expresa cariño, porque ahí están sus pobres, aquellos que hoy no tienen para comer».

Luego, el pastor Diego Mendieta, de la Pastoral Social Evangélica, reforzó este mensaje, llamando a «construir escenarios que nos convoquen» y a «estar en la calle junto al pueblo, levantando la voz». Subrayó el trabajo territorial de las organizaciones de la Mesa Ecuménica a través de merenderos y comedores, y agregó: «Necesitamos construir una diaconía profética capaz de abrazar a los débiles y sentir el dolor ajeno, pero también de denunciar las injusticias, los atropellos y la violencia que ejercen los poderes de la muerte, enquistados en estas formas de gobierno y políticas que solo buscan robar la dignidad y la felicidad a nuestro pueblo». Además, enfatizó que «no habrá paz sin justicia social, económica, ambiental y de género».

Después de la intervención de Mendieta, el encuentro continuó con la lectura del Evangelio y canciones interpretadas por el grupo La Tranquera. Finalmente, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, tomó la palabra: “Tenemos que unirnos en la diversidad para construir un nuevo amanecer. El pueblo argentino ha demostrado una y otra vez su capacidad de resistencia y rebeldía contra las injusticias”.

Pérez Esquivel destacó que «sin pan y sin trabajo no habrá paz», recordando que la paz no es simplemente la ausencia de conflicto, sino «una dinámica permanente de relaciones humanas, de compartir el pan y la libertad», y lamentó que en Argentina hoy esto no exista. También hizo un llamado a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, exigiendo una reunión urgente para dialogar: “Es cruel e inhumano que toneladas de alimentos estén secuestradas sin ser compartidas con el pueblo que lo necesita”.

El activista también remarcó que una verdadera democracia debe significar «derecho e igualdad para todos y todas, no solo para algunos que se enriquecen a costa de los pobres», y criticó al gobierno por priorizar los números sin considerar que detrás de ellos «hay rostros de niños, hombres y mujeres que reclaman una vida digna».

En diálogo con ANCCOM, Pérez Esquivel profundizó en su análisis sobre la crisis actual: «Que Argentina, que produce tantos alimentos, tenga niños desnutridos y jubilados que no llegan a fin de mes es el resultado de malas políticas que están destrozando el país. En el norte, les están quitando hasta el agua para favorecer a las mineras», señaló, responsabilizando a los gobernadores que, según él, «son testaferros del gran capital».

También expresó su preocupación sobre el gobierno de Javier Milei: “Lo que más me preocupa no es Milei, sino los diputados y senadores que le votaron todo y entregaron el poder, traicionando al pueblo argentino”. Y finalizó: “Necesitamos construir otras alternativas sociopolíticas, culturales y económicas».

 

Los estudiantes toman las universidades y también la palabra

Los estudiantes toman las universidades y también la palabra

Con asambleas, vigilias y tomas en todo el país, el movimiento estudiantil se pone al frente de la resistencia del gobierno de Milei ante el desfinanciamiento de la educación pública.

 

La Facultad de Ciencias Sociales votó la toma hasta el viernes, con la realización de clases públicas.  

Asambleas estudiantiles en universidades públicas de todo el país, se reunieron ayer, dispuestas a definir un plan de acción frente al desfinanciamiento. En la Facultad de Ciencias Sociales  de la UBA (FSOC), a medida que la asamblea transcurría, los estudiantes avisaban a través del micrófono las noticias que iban llegando desde afuera: “Derecho está en vigilia”, “ Se votó la toma de exactas”, “Tomaron la Facultad de Medicina”. Pronto Sociales también se sumó a la lista.

El reclamo en defensa de la educación pública, que exige la actualización del presupuesto y la suba de los salarios de trabajadores docentes y no docentes, convocó una jornada histórica por su resonancia federal y la masividad de los concurrentes. 

“Asamblea tras asamblea la escucha es distinta, la participación va tornándose diferente, no solo al interior de esta facultad sino en otras facultades donde se están tomando decisiones de vigilia o toma. Creo que es importante estar acompañando con el cuerpo, en un contexto de desgaste donde la cotidianidad se torna cuesta arriba, lo colectivo nos da fuerza”, dice Gisele Varela, estudiante de la Carrera de Trabajo Social de la UBA. “En un momento donde la violencia está tan legitimada es imposible no pensar en una acción, en un plan de lucha”,  agrega a su compañero, Braian Mansilla. Gisele y Braian son estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (FSOC), que se encuentra tomada con clases públicas hasta el viernes. Los dos acompañaron la toma mientras realizaban el Trabajo Integrador Final de su carrera.

Una imagen se repite en todo el país: estudiantes cuelgan en los edificios de sus facultades banderas que anuncian “Universidad Tomada”. “La situación de las universidades no da para más a lo largo y a lo ancho del país y también están en lucha el Hospital Bonaparte, el Garraham, los jubilados que marchan todas las semanas. Siento que esto es un primer gran freno social a lo que está haciendo Milei”, expresa Juan Martin Bravo, graduado de Ciencias de la Comunicación (FSOC).

 

El Gobierno dice

“El mito de la universidad gratuita se convierte en un subsidio de los pobres hacia los ricos. La universidad ha dejado de ser una herramienta de movilidad social para convertirse en un obstáculo para la misma”, fueron los dichos del Presidente de la Nación Javier Milei, en el acto donde se cambió el nombre del Centro Cultural Kirchner por Palacio Libertad Domingo Faustino Sarmiento.

Sin embargo, si se cruzan los datos, la  Encuesta Permanente de Hogares y Argendata-Fundar verifica que un 48% de los estudiantes universitarios se encuentran bajo la línea de pobreza y que la tasa de empleo es mayor entre quienes tienen estudios superiores (completos o no).

A ello se le suman las palabras del secretario de Educación de la Nación, Carlos Torrendell, para quien en las universidades “se inventan alumnos”. “Frente a un gobierno que habla de estudiantes fantasmas,  nosotros le decimos que hay que preguntarse qué pasa con aquellos pibes que no pueden ingresar a la universidad pública y generar políticas de acceso y permanencia”, interroga Cindy Frenkel, estudiante de Trabajo Social en FSOC: “Cuando hablamos de pintar de pueblo la universidad no es solamente un canto, es realmente una forma de decir que necesitamos presupuesto para que estas universidades sigan funcionando y entre cada vez más gente”.

Esto ocurre en un contexto de emergencia presupuestaria, donde el Presidente vetó la Ley de Financiamiento Universitario, con posterior acompañamiento de la Cámara de Diputados. Según datos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN),  un 85%  de los docentes universitarios cobra salarios bajo la línea de pobreza; y las garantías para la continuidad del funcionamiento de las facultades son inexistentes. “Lo que molesta del sistema universitario, científico y técnico argentino es que es un ejemplo en el mundo, en democratizaciones, en conquistas de acceso y permanencia para que el sistema universitario sea abierto y federal, sea una vía de ascenso social y de desarrollo nacional”, explica Ian Quiñones, estudiante de Ciencias de la Comunicación (FSOC). “Este gobierno tiene un ensañamiento particular con la universidad pública, pero también con las Ciencias Sociales, incluso el subsecretario de Políticas Universitarias, el “Gallego” Álvarez hijo, es un ferviente militante contra la ideología de género”.

La Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM) se encuentra tomada hasta el paro del jueves.

“Están queriéndonos sacar  la educación que forma personas de la ciencia, la investigación, la docencia y a los futuros profesionales que van a trabajar en distintas áreas de nuestro país. Pero claro,  no quieren gente que piense y reflexione,  quieren gente que sea monigote para el sistema”, opina Sonia Castillo, estudiante de posgrado y graduada de la Tecnicatura en Economía Social y Solidaria de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que durante su asamblea sufrieron la agresión de un grupo de militantes libertarios. De acuerdo a lo que votó la asamblea ayer, la UNQ se encuentra tomada con clases y actividades públicas hasta el viernes.

 

Universidad de los trabajadores

“Para mí la facultad es todo. Tanto mis hermanos como yo somos la primera generación universitaria, soy consciente y he visto en mi propia familia cómo la universidad nos ha dado el ascenso social que este fin de semana Milei trató de negar, pero que es innegable”, expresa Penélope Newbery, graduada de Sociología y actual estudiante del profesorado en FSOC. “He visto a mis viejos haciendo un esfuerzo tremendo para que yo pueda venir a estudiar y voy a defender la universidad con uñas y dientes porque me ha dado todo, la Facultad es mi segunda casa”.

“Para mí la UNLAM significa la oportunidad para miles de pibes y pibas del territorio que son primera generación universitaria.  La Universidad de La Matanza para todos y todas nosotras es movilidad social ascendente, justicia social y derecho garantizado que debemos proteger y defender como pueblo y sociedad”, dice Candela Barale estudiante de Trabajo Social en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM), que se encuentra tomada desde ayer hasta el paro del jueves.

“Para mí la universidad son sueños, oportunidades, cosas por cumplir. Yo soy primera generación universitaria. Y va más allá de la movilidad social, es una cuestión de orgullo del establecimiento, de la carrera, del desarrollo del pensamiento crítico”, explica Dana Orozco, estudiante de Sociología de la UNLAM. “Yo creo que nosotros tenemos que poner nuestros conocimientos al servicio del pueblo. Ese es nuestro deber, no solamente formarnos y tener un título, también garantizar que las problemáticas sociales se solucionen y repensar otra sociedad, otro país y otro futuro”.

“Lo que se vive constantemente en una universidad es democracia, por eso hay una mixtura de militantes, una mixtura de partidos y me parece que eso hace que sigamos formando, en democracia, personas para nuestra sociedad, y hoy está peligrando eso”, retoma Sonia Castillo. 

“Para mí Sociales es un lugar de pertenencia, la educación pública me acompañó toda la vida. Yo estoy terminando la carrera y  quiero seguir aportando a la educación pública después de recibirme. Me parece que es parte de devolverle a la sociedad todo lo que me ha dado”, reflexiona por su parte Ian Quiñones.

“Para mí la facultad es el punto de conexión de un montón de gente que viene de un montón de lugares y donde somos estudiantes,  somos trabajadores, somos artistas y ponemos todo en función de esta comunidad que nos sostiene. A mí la Facultad de Arte me sostiene”, declara Ema Restivo, estudiante de teatro en la Facultad de Arte de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, cuyo Rectorado está tomado desde el miércoles último.

 

Facultades tomadas

En la UBA, la Facultad de Ciencias Sociales votó la toma hasta el viernes. La Facultad permanecerá abierta para docentes, no docentes y estudiantes sin impedir la continuidad de las clases, que se harán de forma pública. Por su parte, en la Facultad de Diseño y Urbanismo (FADU) se decidió por unanimidad llevar a cabo una toma con clases, en estado de alerta y movilización permanente, con actividades de visibilización. Ayer cortaron la calle de entrada de Ciudad Universitaria y el miércoles realizarán un banderazo, ambas actividades son en conjunto con la Facultad de Ciencias Exactas, que también votó la toma en la asamblea del lunes. “El clima general es de adhesión, incluso estudiantes que no participan tanto en las actividades vienen a preguntar qué está pasando, qué se definió, y también hay un gran apoyo del cuerpo docente”, explica Florencia Boveri, presidenta del Centro de Estudiantes de FADU (CEFADU) y agrega: “Queremos seguir cursando, que siga existiendo la universidad pública y queremos discutir cuál tiene que ser nuestra formación y  al servicio de qué tiene que estar: si al servicio de los intereses de unos pocos, o de las necesidades populares y la soberanía nacional”.

De la UBA, también se tomaron las facultades de Medicina, Filosofía y Letras, Ingeniería y Psicología. En esta última, hubo incidentes esta mañana a raíz de que la Policía de la Ciudad se presentó con camiones hidrantes para impedir las clases públicas que se están llevando adelante en la calle.

Por su parte la Facultad de Derecho votó ayer una vigilia, que tuvo la adhesión de los gremios docentes, el Centro de Estudiantes y las agrupaciones que conforman la minoría estudiantil. También llevarán a cabo clases públicas durante las jornadas de hoy y mañana y una radio abierta el jueves.  “La situación es grave  por cuestiones económicas, pero también porque hay un montón de discursos de odio, de demonización que acompañan las medidas de Gobierno, que intenta demonizar la lucha estudiantil y a las universidades públicas y eso nos parece preocupante y por eso las medidas tomadas”, explica Martina Rincón, Consejera Directiva del claustro estudiantil de Derecho. En la Ciudad de Buenos Aires, también se votó la toma de la Universidad Nacional de las Artes.

La Universidad Nacional de San Martín permanecerá tomada hasta el viernes, y la Universidad de La Matanza comenzará hoy la toma activa con clases públicas y actividades abiertas a la comunidad, hasta el jueves. La Universidad Nacional de Quilmes también votó la toma hasta el día viernes, después de un violento episodio protagonizado por  un grupo de personas externas a la Universidad, que  ingresó a la asamblea para agredir y arrojar gas pimienta a las más de quinientas personas allí presentes. En La Plata, los estudiantes tomaron las facultades de Artes, Humanidades, Ciencias Naturales, Psicología, Trabajo Social y Periodismo, como así también el Colegio Nacional y se preparan para la marcha de antorchas convocada el miércoles.

En la UNICEN de Tandil, la toma comenzó el pasado miércoles luego de darse a conocer el acompañamiento de la Cámara de Diputados al veto de Milei. Ese mismo día se realizó una asamblea interclaustro donde se votó la toma del Rectorado, que ya lleva una semana en conjunto con diferentes actividades de intervención. “Consideramos la herramienta de la toma como protesta y también como espacio de discusión en unidad del movimiento estudiantil y por la defensa de la universidad pública. Es un momento en donde tenemos que pensar estrategias para masificar esta lucha que es de nosotros, pero es de todo el  pueblo también”,  explica Ema Restivo.

Las tomas se multiplican  a lo largo y ancho del país, en las Universidades Nacionales de Córdoba, Catamarca, Neuquén, Entre Ríos, Rosario, Salta, Jujuy, La Pampa, Lujan, Mar del Plata, Tucumán, San Luis, San Juan, Misiones, Río Negro, Bahía Blanca, Santa Cruz, Trelew, General Sarmiento, José C. Paz, Moreno y Tres de Febrero. Frente al abandono estatal, el movimiento estudiantil nacional exige respuestas.

 

 

Yo no te banco, Nación

Yo no te banco, Nación

Con la excusa del rechazo al aumento provincial de un impuesto, el Gobierno nacional dispuso el cierre de nueve de las 14 sucursales del Banco Nación en La Pampa, lo que implica 80 trabajadores afectados, severas complicaciones para los habitantes de localidades lejanas y un golpe para la entidad bancaria más importante del país, que la administración Milei ansía privatizar.

Fue a través de un comunicado publicado en la cuenta de “X” del Banco Nación, que tanto empleados como usuarios se enteraron, el pasado 26 de septiembre, del cierre de la Gerencia Zonal de dicha institución en La Pampa. “Nos avisaron que todas, las 14 sucursales, pasábamos a pertenecer a San Luis, de hecho se comenzaron a presentar los nuevos jefes al día siguiente del comunicado. Transitamos así la semana”, cuenta en diálogo con ANCCOM una trabajadora de las sucursales afectadas. Una semana exacta después, el jueves 3 de octubre, llegó el llamado que anunciaba el cierre definitivo de nueve sucursales, pertenecientes a las localidades de General Acha, Colonia Barón, Eduardo Castex, Bernasconi, Guatraché, Ingeniero Luiggi, Intendente Alvear, Victorica, y Winifreda. Solo cinco se mantienen abiertas en toda la provincia, las cuales pasarían a depender de la gerencia puntana: son las sucursales de Quemú Quemú, Santa Rosa, General Pico, Macachín, y Realicó. Un desguace provincial del Nación, el banco más importante del país.

A través de “X”, el Nación argumentó que el cierre de la Gerencia Zonal y de las nueve sucursales se debía a “la decisión de la provincia de duplicar la alícuota del Impuesto a los Ingresos Brutos que grava los créditos a las familias y a las PyMEs”. Dicho impuesto se duplicó del 7% al 15,47% por medio del Decreto N°3609, promulgado en la Ley Provincial N°3575, con vigencia desde el 1º de septiembre y hasta fin de año. El gobernador Sergio Ziliotto expresó en varios medios provinciales que el aumento solo afectaba a las entidades financieras, siendo estas las que habían percibido mayores beneficios económicos en los últimos meses; amparó su medida en que el Tesoro Nacional retiene fondos provinciales coparticipables, y explicó que lo que se recaudara con ese aumento financiaría programas alimentarios para los sectores más vulnerables. Ante la medida intempestiva del Gobierno central, el gobernador reformuló su decisión y dispuso que “el Banco de La Pampa aportará lo que el Banco Nación rechaza pagar”. Si el directorio sostiene el cierre, ya no será bajo el argumento del aumento de impuestos.

Son 202 los puestos de trabajo que proporciona el banco en la provincia y 80 los trabajadores afectados de manera directa. La información que conocen por el momento es que aquellos que no ocupan un cargo serán reubicados en las sucursales más cercanas a las familias, mientras que los empleados con puestos jerárquicos se los asignará de acuerdo a la necesidad del banco a lo largo y ancho del país. “Esto lleva a que muchos pierdan su fuente de trabajo más allá de que digan que la garantizan, te están forzando a renunciar, porque no todos van a poder aceptar el traslado que nos impongan”, plantea una trabajadora afectada, que prefiere preservar su identidad. Una reestructuración de las familias, madres o padres que van a tener que decidir entre su fuente de trabajo o estar en el día a día con sus hijos: “Tenés que abandonar tu casa”, analiza.

Las medidas no solo provocan un vaciamiento de trabajadores, sino también de la cartera de clientes. Los pueblos y las comisiones de fomento que conforman La Pampa están separados por al menos 50 o 100 kilómetros, obligando a los usuarios de aquellos pueblos afectados a adaptarse completamente a la virtualidad, o viajar a otras sucursales para hacer sus trámites. “Un jubilado que percibe la mínima no puede pagar un taxi para ir a otro pueblo a cobrar la jubilación –explica la trabajadora a ANCOOM–. Esos clientes se van a perder, van a cambiar su boca de pago. Es una pérdida enorme del federalismo que tiene el Banco Nación porque está a la vuelta de tu casa”. Además, de los pequeños usuarios se verá perjudicada la economía general de la provincia porque “el banco tracciona las PyMES, el comercio y todas las actividades del agro. Ya había sido un cimbronazo enterarnos que San Luis sería la gerencia de cabecera porque tienen otra economía, muy distinta a la pampeana”, agregó.

La Gerencia Zonal se encarga de darle autonomía a la provincia, es el nexo directo entre el directorio nacional del BNA y las sucursales a las cuales también administra y audita. Sin embargo, su importancia es mucho mayor, según explicó Shirley Bustos, delegada general del Banco Nación y secretaria general adjunta de La Bancaria a ANCCOM: “Tiene el conocimiento necesario sobre el territorio y de las particularidades de la economía pampeana. Entiende qué comercios hay y qué promociones aplicar, quiénes son los productores agropecuarios, cuáles son los ciclos productivos de la provincia y cómo asistir crediticiamente a cada uno de ellos”.

Sobre el abrazo simbólico que se realizó el viernes pasado en cada sucursal pampeana agregó: “Quedará marcado como un día histórico porque en menos de 24 horas organizamos un paro provincial en todas las sucursales”. Desde el sindicato llamaron además al cese de actividades con permanencia en los puestos de trabajo y el estado de alerta y movilización en defensa de los mismos. Bustos agregó que el cierre no solo afecta a los 80 trabajadores sino a toda la sociedad: “Las fuerzas vivas salieron a la calle y reclamaron para que todas las partes involucradas se sienten a conversar y busquen una alternativa que no termine en el perjuicio de la sociedad y de los trabajadores”.

El mismo día en Capital Federal y por medio de su Secretario General Sergio Palazzo, el sindicato presentó una denuncia penal ante la Secretaria de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, por “la decisión unilateral y apresurada que tomó el directorio del banco. Nunca la respuesta, más allá del desacuerdo con el aumento de un impuesto puede ser el cierre de sucursales y dejar sin trabajo a la gente o al pueblo sin el servicio que les brinda el Banco Nación”, comentó a ANCCOM Raúl Ibañez, secretario general de la seccional Santa Rosa de la Asociación Bancaria. En la misma Secretaría se realizó este martes 8 una audiencia entre los directivos del Banco Nación y la Asociación. En ella se convino un cuarto intermedio hasta este jueves, donde se espera que el gobierno provincial y el Banco Central, ente rector con facultad de habilitar la apertura o cierre de toda entidad financiera, “encuentren un punto de coincidencia de sus posturas y eviten el perjuicio que están causando”, resultado de la audiencia que catalogó como positivo y que solo fue gracias a la visibilización y el apoyo movilizatorio por parte de la sociedad.

La privatización del Banco Nación se había dictaminado en el DNU° 70/2023 también conocido como “Bases para la reconstrucción de la Economía Argentina”. “Esto es una prueba piloto, el impuesto es la excusa para empezar el desguace y el vaciamiento porque de todas formas se va a tener que pagar en las sucursales que queden abiertas”, son las palabras de la trabajadora sobre el justificativo utilizado por el Banco Nación para el cierre de las sucursales. “El Banco de la Nación es uno de los motores de la economía del país” y en su Carta Orgánica determina la función social y de fomento, cierra la nota Raúl Ibáñez. “Es una entidad que defendemos como propia, y no solo en nuestra provincia, porque en caso de persistir esta actitud se avanzaría sobre el resto del país, y el perjuicio serían tan extenso como hoy están diseminadas las oficiales del banco. Esta situación que vivimos sirve para dejar la base de que el Banco de la Nación no se toca”.

La universidad pública se defiende

La universidad pública se defiende

Los estudiantes de las facultades de Filosofía y Letras y Psicología de la UBA tomaron el lunes sus casas de estudios para exigir a los diputados que ratifiquen la Ley de Financiamiento. Enseguida se sumaron los de Ciencias Sociales y también los de otras universidades de distintos puntos del país. Mirá las fotos de ANCCOM.

Las Facultades de Sociales y Psicología en la vigilia previa al tratamiento de la Ley. Mirá la Galería.