¿Expo Empleo o expochamuyo?

¿Expo Empleo o expochamuyo?

El 20 por ciento de los jóvenes se encuentra desocupado y otro 50 por ciento tiene trabajo precario.

Mientras los colectivos comenzaban a llenarse hasta los estribos, y a pesar de que el cielo aún no clareaba en esa mañana nublada, miles de jóvenes hacían fila sobre la avenida Sarmiento. Esperaban que las puertas de La Rural se abrieran y diera comienzo a una nueva edición de la Expo Empleo Joven. A lo largo de dos jornadas, el flujo no cesó: la esperanza de conseguir un trabajo fue más fuerte que el frío húmedo de Buenos Aires.

Por cuarto año consecutivo, el Gobierno de la Ciudad organizó la Expo Empleo Joven. El evento se realizó el 28 y el 29 de junio y estuvo destinada a jóvenes de entre 15 y 35 años deseosos de una oportunidad laboral o de capacitación profesional. Las jornadas supusieron también ventajas para las 300 empresas nacionales e internacionales que ofrecieron puestos de trabajo: según los encargados de Recursos Humanos, para las compañías es un método efectivo ya que facilita el proceso de selección al tener un contacto directo con personas interesadas y capacitadas para las tareas. Sin embargo, desde la oposición se hizo mención a la Expo Empleo como una acción de marketing, además de facilitar el recorte de gastos para las grandes empresas.

Caían las primeras gotas cuando, a las 8:30, la fila de jóvenes comenzó a avanzar de manera fluida. El proceso de inscripción, a diferencia de años anteriores, fue completamente online y a través de la página web Potenciate. El nuevo mecanisno hizo que la cola fuera menor a las que se habían formado en las ediciones previas, si bien hubo gente desde varias horas antes de la apertura. Tampoco se aceptaron currículums en papel, sino que los aspirantes debieron cargarlos online; luego se les daba un código QR que podía ser escaneado en cada stand. La mejor organización fue un comentario recurrente entre los asistentes, aunque también hubo algunas quejas: “Lo del código QR está bueno, lástima que tenías que ir hasta Parque Patricios hasta retirarlo cuando lo podríamos haber retirado acá tranquilamente”, explicó Joaquín, un joven de 22 años que acudió a la exposición en busca de un mejor trabajo.

Desde la oposición se hizo mención a la Expo Empleo como una mera acción de marketing.

Hacia el final del primer día ya se habían inscripto más de 66 mil personas. Esta situación se dio en un contexto socioeconómico complejo, en el que el desempleo alcanzó el 10,1%, la cifra más alta desde 2006. No solo eso: el 20% de los jóvenes se encuentra desocupado y más del 50% en situación de empleo informal, según dio a conocer Atenea Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional. Esta situación quedó en evidencia en las largas filas que se formaron en los stands de cadenas internacionales y algunas empresas que, aparentemente, ofrecían mejores condiciones y salarios.

“La realidad es que es urgente un trabajo, porque no alcanza para vivir. Así que estamos buscando lo que sea”, contaba Rodrigo, de 28 años, estudiante y desempleado reciente. El sistema de organización también resultó conveniente para cubrir mayores ofertas, ya que el escaneo del código QR personalizado acortó los tiempos que los jóvenes destinaban a cada stand y les permitió postularse a más trabajos. Esto fue algo beneficioso para Analía, de 40 años, una de las tantas personas mayores de 35 que acudieron a la exposición en busca de empleo, a pesar de que el evento no estuviera destinado para ellas.

Con predominancia de ofertas laborales relacionadas con lo técnico, la exposición giró en torno a los “empleos del futuro”. Este eje se vio reflejado en las novedades que se ofrecieron, basadas en nuevas tendencias y herramientas: pitch de empleo en los que los aplicantes tenían 60 segundos para explicarle a un empleador el porqué deberían contratarlo; pruebas de habilidades blandas y salas de escape, destinadas a evaluar el trabajo en equipo y las características de liderazgo, entre otras. Estas actividades se sumaron a los espacios de formación y asesoría de las anteriores ediciones. Para Juan Manuel, de 19 años, la incorporación de la tecnología fue un acierto: “Además de buscar una oportunidad laboral, también nos podemos divertir y pasarla bien.” De igual manera, varios coincidieron en la importancia de adecuarse a las nuevas exigencias del mercado laboral.

Según las autoridades porteñas, este año se ofrecieron 5.000 becas y 10.000 puestos de trabajo.

Según las autoridades, este año se ofrecieron 5.000 becas de formación y 10 mil puestos de trabajo. Sin embargo, las posibilidades de contratación no coinciden con las esperanzas de los asistentes: los perfiles buscados por las empresas requerían un rango etario muy acotado y vasta experiencia laboral, además de estar orientados a ámbitos distintos, primando los sectores de programación y gastronomía. “Yo tengo 22 y me preguntan qué experiencia tengo y todavía no la tengo, entonces qué tipo de empleo del futuro querés si yo recién estoy empezando”, decía Marisel quien, como estudiante de diseño de interiores, tampoco encontró demasiadas oportunidades relacionadas con su carrera. En el 2018, de 175 mil asistentes a la exposición, y con 20 mil oportunidades promocionadas, solo 1813 jóvenes consiguieron un empleo. Muchos quedaron fuera, y se espera que los números no varíen en esta ocasión, debido a un mercado laboral que año tras año expulsa a más trabajadores.

Otro punto que llamó la atención en la exposición fue el tipo de empleo ofrecido: abundaban las cadenas de comida rápida, ofertas de empleos administrativos, bancos y hasta se pudieron ver las famosas mochilas de delivery. En las redes sociales rápidamente se hicieron lugar las quejas y críticas a esta modalidad de la “Expochamuyo”, denunciándola como la profundización de la precarización y la flexibilización de los jóvenes. Con el hashtag #DesempleoJoven, incluso Ofelia Fernández, precandidata a legisladora por el Frente de Todos, escribió al respecto en su cuenta de Twitter: “¿Cuál es el flash de hacer un mega evento carísimo que asuma que las tasas de desempleo juvenil son escandalosas y solo proponga un paseo por las grandes empresas? No somos idiotas, un día en La Rural no va a resolver cuatro años de miseria.”

La Expo Empleo Joven terminó a las 20 del sábado, dejando expectativas pero también frustraciones en muchos jóvenes -y otros no tanto- que, como Joaquín, fueron con el objetivo de “crecer y encontrar un trabajo mejor”; o que, como Laura, buscaban su primer empleo. Mientras tanto, las cifras sobre desempleo continúan creciendo. Y Argentina, a pesar de ser sede de una de las exposiciones de mayor empleabilidad del mundo -como la promociona el gobierno-, encabeza el índice de desempleo joven de la región.

La pelotita también se mancha

La pelotita también se mancha

Una denuncia en un torneo de Pinamar puso en alerta al tenis argentino.

En las categorías inferiores del tenis profesional en Argentina, algo huele mal. Una serie de denuncias referidas a apuestas ilegales dentro de los torneos de Futures (circuito ITF) y Challengers (circuito ATP) han logrado penetrar en el escenario nacional. El torneo de Pinamar disputado entre marzo y abril puso en agenda el tema, y en el país parece una práctica corriente.

Pero para entender qué sucede, es necesario conocer el panorama internacional. Según un estudio realizado en 2017 por la Asociación Europea de Seguridad en el Deporte, el tenis es la disciplina con más actividades sospechosas en términos de apuestas. ¿A qué se debe esto? En la jerga popular, podría decirse: “La necesidad tiene cara de hereje”. El juego ilegal en el tenis consiste en una planificada organización basada en individuos que deambulan por todo el mundo tratando de cooptar a jugadores y convencerlos de arreglar los resultados. Se aprovechan de los premios en esta serie de torneos son muy bajos y los gastos. 

“Hay un problema gravísimo para los jóvenes que comienzan a desarrollarse profesionalmente, los que están por fuera del Top 200, que es el tema económico, sobre todo por la moneda argentina. Y a nivel femenino es alarmante”, declara Sebastián Torok, periodista especializado en tenis, quien desarrolla su trabajo en La Nación y en ESPN Tenis.

En los torneos menores, los premios no alcanzan para solventar los viajes, inscripciones y estadías de jugadores.

Por poner cifras, un torneo de ITF reparte 15.000 dólares entre los participantes. Y los Challengers, torneos inferiores del circuito ATP, por su parte reparten 20.000 dólares. Cifras con las que deben afrontarse los viajes a los próximos torneos del jugador y el entrenador, la inscripción, raquetas, hotel, entre otros gastos. Además, estos números superan la suma repartida en un torneo femenino, sobre todo porque se disputan menos que los masculinos, según el calendario de ITF y ATP. “Creo que se debe a que las chicas no tienen un espejo. Ni siquiera Sabatini, una Dulko o una Paola Suarez. El hockey le ha sacado a lo largo de los años muchas chicas al tenis y ahora hasta el fútbol lo está haciendo. Es una situación crítica”, continua Torok.

Estos premios no solo se reparte entre los participantes de los torneos, con mayores proporcioness para el ganador, sino que a la misma vez ese dinero le sirve a los jugadores para pagar los gastos futuros: en el tenis se necesita ganar dinero para seguir compitiendo, de lo contrario, es imposible. 

“Pocos realmente pueden vivir de esto. Para ganar sumas extraordinarias, tenés que, por lo menos, llegar a una segunda o tercera ronda de un Grand Slam, cuando el número 20 de un torneo Major de Golf, gana por ejemplo, 100.000 dólares”, compara Torok

Por esta situación, muchos jugadores se pueden ver seducidos por la posibilidad de ganar más dinero por medio de apuestas, provengan de donde provengan. Los especialistas en la materia, colocan el último future disputado en Pinamar, como el punto de inflexión argentino en este asunto. Donde uno de sus organizadores, Juan Riquelme, se vio obligado a confrontar con personas que pululaban por el Tennis Ranch de Pinamar en  búsqueda de jóvenes talentos, entre ellos su hijo, para convencerlos de realizar este tipo de acuerdos.

Arreglar un partido de tenis es más sencillo que en un deporte colectivo: solo hay que convencer a un jugador.

El torneo disputado en la ciudad balnearia, cuenta Torok, forma parte de un negocio de Juan Riquelme, padre de Agustín, jugador argentino de Futures. La idea de Juan era realizar 21 torneos para jóvenes profesionales junto con la AAT, a lo largo del 2019, pero de los cuales sólo se han disputado tres. El resto se canceló, salvo dos que se jugarán en Saavedra Tenis Club y otros dos más.

Si de apostadores se trata, existen dos grandes estilos. Está el clásico, que es aquel que trabaja con el teléfono de manera presencial para, con el delay que existe entre el vivo y la transmisión por internet, sacar una ventaja por sobre el apostador virtual. Otros, los más peligrosos, son jugadores. Se caracterizan por no tener ranking, solo el IPIN, es decir el carnet de la ITF que los habilita a ingresar a vestuarios y conversar con el resto de los jugadores y convencerlos. “La gran mayoría proviene de Europa del Este”, cuenta Torok. “También hay entrenadores que están metidos. Y esto no es nuevo. Acá el gran problema es el jugador que se deja perder. Y lo complicado es salir de eso, porque son pocos los que lo hacen una sola vez”, concluye. 

La Asociación Argentina de Tenis (AAT) tiene un problema en puerta. El fenómeno de apuestas es una realidad en las categorías inferiores del tenis argentino y la máxima autoridad en el circuito nacional necesita tomar posición y cartas en el asunto. “Sin dudas lo que tiene que hacer la Asociación es armar protocolos, charlas educativas. Agustín Calleri y Martín Zabaleta prometieron que lo iban a hacer y sin embargo no lo hicieron”, detalla el periodista. 

Desde la perspectiva oficial, la AAT, por medio de Martin Vasallo Argüello -Director Ejecutivo-, en diálogo con ANCCOM comentó: “Por supuesto que es un tema que trabajamos en conjunto con la ITF, para que los jugadores no se sientan incomodados ni presionados o sometidos a situaciones de algún apostador. En segundo lugar, tratamos de proteger el juego. No perder la confianza en él. Tratamos de combatir los posibles sistemas de apuestas ilegales de esta manera.”

Oriundo de Temperley, Vasallo Argüello desarrolló su carrera ATP entre los años 2002 y 2010. “El tenis genera una espectacularidad y una masividad, al igual que otros deportes -describe-. Eso hace que mucha gente esté interesada y se propaguen las apuestas. A la vez permite un nivel de promoción y seguimiento que lo coloca dentro de los deportes más importantes del mundo. Con un solo actor, además, hay una posibilidad de arreglar un partido. Eso por ahí no pasa con un deporte colectivo.”

Un caso a observar puede ser el de la FFT (Federación Francesa de Tenis), que ha tomado pleno conocimiento del fenómeno y ha habilitado desde abril un link de consulta constante y anónima para los jugadores y le ha plantado batalla al acoso cibernético sobre los competidores con un número de asistencia gratuito. Además, uno de los torneos más importantes del mundo del tenis, Roland Garros, cuenta desde el 26 de mayo, con un sistema de alta vigilancia para frenar con este flagelo. 

En este sentido, la AAT no es responsable de que los jóvenes arreglen partidos. Pero cuando los casos se acrecentan, es necesaria una intervención directa, una reacción con respecto al cuidado de los chicos.

Diez meses de impunidad

Diez meses de impunidad

Familiares y allegados de las víctimas, docentes de la escuela N°49, la Asamblea de Directores de Moreno, el colectivo Familias por la Educación Pública, gremios como SUTEBA, ATE, CTA, y vecinos y vecinas de distintos barrios del municipio se movilizaron ayer  en la Plazoleta Carlos Fuentealba de Moreno, ubicada en la intersección de la Ruta 23 y Acceso Oeste. ¿Los reclamos? Justicia por las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez y condiciones dignas para el dictado de clases en el distrito.

“Rubén era mi compañero de vida. Un auxiliar y un docente excelente, tenía un compromiso social maravilloso. Siempre estaba preocupándose por el otro, siempre buscando algo nuevo que hacer para que sus alumnos de la Escuela 49 estuviesen bien”,  comenta Mabel Zurita, esposa del auxiliar Rubén Rodríguez. “Es importante destacar que la situación caótica ya venía anunciándose. Veníamos realizando reclamos a las autoridades pertinentes por las difíciles situaciones que estábamos atravesando en cada una de las escuelas y no hubo respuestas a tiempo” agrega Mabel, que también es docente en Moreno.  “Veníamos hace un par de años reclamando ante las carencias de la escuela -dice indignada-, desde los vidrios hasta las dificultades que había con las pérdidas de gas. Quizás venían, miraban y se iban o venían en otra oportunidad a arreglarlo, si es que volvían. A veces dejaban pasar el tiempo o cerraban alguna llave tratando de solucionar de esa manera el problema”.

Mabel Zurita, esposa del auxiliar fallecido Rubén Rodríguez.

Todos los que se acercaron al acto compartían esta lectura. La muerte de Sandra y Rubén no fue un accidente, se podría haber evitado.  “Las obras deben hacerse con responsabilidad, no es solamente ir y tratar de ocultar provisoriamente una falencia. En algunas instituciones las obras que se hicieron ya están otra vez en malas condiciones”, explica Mabel.

Viviana, secretaria de una escuela primaria y ex compañera de Sandra y Rubén, comparte los motivos por los que se movilizó en esta jornada: “Me acerco porque conocí a Sandra y a Rubén, trabajé con ellos en la Escuela 49 y lo que ocurrió realmente es inexplicable. Nunca nos hubiéramos esperado que pasara algo así pero, en realidad, solo es consecuencia de las políticas implementadas por el gobierno”. Agrega que “si las cosas se hubieran hecho como debería ser, si las escuelas hubieran tenido el mantenimiento adecuado o si se hubiera escuchado la voz, el reclamo que diariamente hacía Sandra a cargo de la escuela como vicedirectora, esto no hubiera pasado”.

Pablo Díaz, en tanto, docente y miembro de la comisión directiva de SUTEBA,  recuerda a Rubén “en la puerta de la escuela, donde nos esperaba cuando íbamos con el móvil de salud para atender a los chicos. Siempre hablaba con él de la realidad de Argentina, de la realidad de Moreno, compartiendo visiones del país que queríamos. Hace diez meses él estaba ahí para garantizarles algo calentito a los chicos”.

Respecto al reclamo de justicia, Díaz comenta: “Las responsabilidades que nosotros creemos que existen exceden al interventor del Consejo Escolar. Las responsabilidades son aún mayores, del ministro de Educación, de la misma gobernadora María Eugenia Vidal” y agrega: “La situación edilicia es grave desde hace muchos años y excede a la gestión de Cambiemos. Lo que sucede es que a esa precarización a la que ya nos habíamos acostumbrado, la gestión de Cambiemos vino a empeorarla. Hubo un abandono total, por eso nosotros decimos que se trata de un asesinato por desidia”.

 

La escuela primaria N°49 hoy

La escuela donde murieron Sandra y Rubén se encuentra en el barrio San Carlos II, a sesenta cuadras del centro del Partido de Moreno. Está ubicada en una zona de clase trabajadora, atravesada por la desigualdad de oportunidades y la crisis económica, como tantos otros barrios del conurbano. Dylan, de 9 años, uno de sus alumnos,  comenta que “el año pasado nos dieron algunas clases en el campito del barrio, porque la escuela estuvo cerrada por lo que pasó. Nos enseñaban allá con un pizarrón. Sandra era la directora, Rubén era portero y yo era alumno de la Seño Laura. Con lo que pasó todos se pusieron tristes pero también muy unidos”.

Marcela Corvalán es docente de la escuela desde hace veinte años, y además era amiga personal de las víctimas. “La comunidad educativa se sintió muy afectada con lo que ocurrió. Son personas que pertenecían a la escuela desde hace muchos años. Rubén hace 26 años y Sandra, 17. Gente muy comprometida, por eso se sufrió tanto, nos afectó tanto y lo vivimos con tanto dolor”, explica.

Esta primaria es de doble escolaridad, y desde su inauguración cuenta con un comedor escolar. Tiene una matrícula formada por 400 niños y niñas, que desayunan, almuerzan y meriendan en el establecimiento. Marcela comenta que frente a los problemas de abastecimiento del comedor “somos las personas de la escuela quienes tenemos que estar reclamando. Los maestros hacemos lo que podemos. Los cocineros y auxiliares cocinan con amor, hacen lo que pueden para que los chicos tengan su plato de comida diaria, más hoy en día que estamos pasando muchísimas necesidades”.

Hernán Pustilnik es docente de tercer grado en la Escuela Nº 49. Despide afectuosamente a los niños y niñas que acaban de finalizar su jornada escolar. Respecto a Sandra y Rubén comenta: “Es algo que uno no asume nunca, lo que pasó acá. Se van a cumplir diez meses, todavía es imposible de entender y mientras que no haya justicia nosotros vamos a seguir luchando. Es raro estar en la escuela sin que ellos estén. A veces es más difícil para nosotros que para los chicos”.

Respecto al 2 de agosto del año pasado recuerda: “El impacto fue terrible. Lo que pasó acá podría haber pasado en cualquier otra escuela” y agrega: “luego de la explosión vinieron a revisar, se empezó solo por el gas, se descubrió que la totalidad de las escuelas de Moreno tenían pérdidas de gas con riesgo de explosión”.

Marcela Corvalán y Hernán Pustilnik, docentes de la Escuela 49 de Moreno.

¿Qué pasa en las otras escuelas?

Actualmente hay alrededor de noventa establecimientos escolares sin calefacción en el Municipio de Moreno. Muchos de ellos cuentan con una instalación nueva terminada, pero no tienen servicio; otras aún sufren pérdidas de gas. Esto genera frío invernal en las aulas, salas de maestros y comedores y, por otro lado, una severa dificultad para preparar alimentos o infusiones calientes para los chicos que asisten a clases.

Más de cincuenta escuelas del municipio aún no dictan clases con normalidad, pese a lo avanzado del ciclo lectivo. En la mayoría de ellas se rota la cursada, es decir que asisten ciertas divisiones o grados unos días y las demás, alternan otros. “En la escuela en la que trabajo por la noche solo están habilitadas tres aulas, damos clases salteadas. Hubiéramos preferido otra respuesta, en especial de la Provincia, que es a quien le corresponden las escuelas de Moreno” explica Hernán.

En el último mes hubo varios  episodios de riesgo reportados en escuelas locales. En la Escuela Secundaria N°27 de Cuartel V hubo una explosión causada por una pérdida de gas. El auxiliar, que estaba intentando encender la calefacción, como consecuencia, perdió el 30 por ciento de la audición y tiene daños en la córnea. A diez días del incidente, sigue internado.

Por otro lado, durante la manifestación en la Plazoleta Carlos Fuentealba, varios vecinos denunciaron irregularidades en las escuelas de sus barrios. Ayelén, madre de un estudiante, expresa: “En este momento en la Escuela Secundaria N° 51 de mi barrio, Villa Ángela, están sin clases porque se desmoronó un pozo que había en el patio y a raíz de eso se rajaron los baños”.

Cuando las condiciones edilicias no son aptas, no sólo se interrumpe el acceso a la educación de los niños, sino que también se pone en riesgo a docentes y auxiliares. Daniel Gómez, también presente en la manifestación, afirma:  “Hace poco explotó una estufa en la Escuela Nº 72 del barrio La Esperanza. No fue otra tragedia, no pasó a mayores pero es riesgoso. Estamos exigiendo justicia y que todas las escuelas tengan todo lo que tienen  que tener”.

La marea verde volvió al Congreso

La marea verde volvió al Congreso

La marea tiñó las calles, las ventanas mostraban nuevos cortinados en verde, los balcones extendían como publicidades no pagas un reclamo que solo grita “Será Ley”. La marea verde volvió a desbordar el Congreso Nacional en apoyo a la nueva presentación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara de Diputados que se llevó a cabo en la tarde del 28 de marzo. Desde las bocas de los subtes y todas las avenidas circundantes a la Plaza Congreso las personas brotaban agitando sus pañuelos verdes y las caras cubiertas de glitter bañaban las calles. Una polifonía de voces confluía en el mismo pedido: “Aborto legal en el hospital”.

A las 15.30, Avenida de Mayo empezaba a reunir amigas, parejas, familia y compañeras. Los cánticos envolvían cada rincón, las carpas y sus talleres empezaron a aglutinar compañeras en la previa a la presentación del proyecto de ley. Las banderas iban tomando protagonismo en las calles. Del lado opuesto se podía avizorar un pequeño grupo antiderechos que solo se distinguía por la barrera de policías que lo superaba en número, y en donde el cántico que agitaba de bandera era “Viva la vida”.

A las 16:30 la plaza ya estaba cubierta de verde, comenzaban los talleres en los puestos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito donde la gente se acercaba para intercambiar opiniones sobre el aborto, la niñez y adolescencia, la discapacidad, entre otros. Las vendedoras se acomodaban en las veredas y en cualquier rincón donde pudieran poner sus mesas o sus parches de tela, se ofrecía de todo, desde las clásicas hamburguesas y choripanes presentes en toda movilización en la ciudad porteña, pasando por variedades de comida vegana, hasta libros indispensables de la teoría feminista. Daniela, encargada del stand de QuintaOla Librería Feministe, aclaró sobre la venta de bibliografía en las marchas que “es algo que la gente está demandando, se ve que la sociedad entera necesita este cambio”. Las calles rebosaban de vida y a cada minuto que pasaba la zona se iba cubriendo más de personas. Las que estaban sentadas en las calles, charlando y tomando un poco de sol, tuvieron que comenzar a pararse para dejar espacio al resto de la marea.

Las intervenciones artísticas y las performances sobre el espacio público no se hicieron esperar. Un colectivo colgó sobre las paredes de la calle Rivadavia una gigantografía de mujeres con leyendas alusivas como “niñas, no madres”, “mi cuerpo, mi decisión”. Encima de este cartel se interpelaba a los transeúntes sobre por qué consideraban que este derecho es necesario, unos pañuelos verdes de papel en la pared daban espacio a la reflexión colectiva. Otras personas pintaron con tiza las calles, pegaron sus dibujos y pinturas al rededor del Congreso o buscaron interactuar con la gente a través de escenas teatrales. El panorama fue muy heterogéneo y dejó en claro que la lucha por este derecho es de todos y todas.

A las 17.30 se realizó el pañuelazo nacional: “Vamos a teñir de verde todos los espacios y a alzar nuestro pañuelos, porque nunca los guardamos y hoy menos que menos” declaró una de las militantes de la Campaña del Aborto. Y así fue, con euforia del reencuentro y de volver al espacio de lucha, los pañuelos fueron desatados de las mochilas, las muñecas y los cuellos para volver a ser bandera al grito de “arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”. Los grupos de amigas encontrándose en un abrazo, las madres y padres con hijas e hijos de la mano, las adolescentes y las señoras mayores sosteniendo los brazos en alto agitando la insignia del movimiento.

La intersección de avenida Rivadavia y Callao era una fiesta, una fiesta de abrazos, compañerismo, militancia, y mucha brillantina. Un poco más adelante, llegando a Riobamba, la calle se cortaba por el escenario y la pantalla que proyectaba la presentación y el debate que estaba ocurriendo en el Anexo C de la Cámara  Diputados. El silencio y la escucha mostraban el compromiso con la causa, las antes tan presentes canciones se apagaron por unos momentos.

Estefania Cioffi, médica y parte de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, comenzó uno de los discursos más especiales de la jornada.

“No es casual que hoy sea el cumpleaños número 14 de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. No es casual que sea el cuarto cumpleaños de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Porque un día como hoy, en 1987, se estableció el “Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer” en el ‘V Encuentro Internacional de Salud de la Mujer, de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos’. Elegimos este día porque la salud no es solo la ausencia de enfermedad, no es incluso la que nos enseñaban en las facultades de Medicina, la salud también es poder decidir con autonomía sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, es poder disfrutar y ser cada vez más libres. Desde esta Red, tensionamos cotidianamente el discurso médico hegemónico, nos rebelamos contra nuestra formación biologicista y patriarcal, y asumimos el compromiso de democratizar nuestros conocimientos y saberes, de respetar y acompañar la autonomía de cada persona para decidir sobre las cuestiones relacionadas con su cuerpo, su salud y su vida.”

Ana Morillo, trabajadora social, hizo especial hincapié en la situación de las provincias. “Las batallas allí son mucho más trágicas”, declaró. Las situaciones muy dispares en relación al acceso al aborto. Es un derecho humano básico que está siendo violado. Estefania Cioffi ante esto sostuvo que “el acceso a la salud no puede depender de la geografía, de la ciudad o localidad en la que vivimos. No puede depender de los recursos económicos con los que cada una cuente”.

“La legalización es una cuestión de emancipación femenina, y no un debate partidario sino de salud pública”, dijo la diputada Carla Carrizo en sus dos minutos de ponencia, y el diputado Daniel Lipovetzky sostuvo que “el debate no es por sí o por no, sino por si es seguro, legal y gratuito. Vivimos en un Estado laico, y es el Estado quien debe garantizar. Hay que seguir trabajando en el Congreso y desde las calles”, concluyó.

Las impresiones sobre lo que depara este año a la lucha feminista por la legalización del aborto fueron variadas. “Sinceramente, estoy convencida de que en algún momento va a salir. Si no es esta vez, será la que viene o la que viene, no importa. Pero va a salir”, sentenció una estudiante universitaria de 25 años. Por otro lado la ilustradora Maitena Burundarena opinó que “este año lo veo duro, pero no hay vuelta atrás, eso es lo más importante. Las chicas jóvenes son el futuro. Se van, se acaba, se cae. Va a salir, va a ser ley”. Si bien algunas consideraban que este año es definitivo o que falta mucho camino por andar, al preguntar a la multiforme multitud se puede ver lo que todas las miradas tienen en común: a la clandestinidad no volvemos nunca más.

“A partir de hoy nuestra democracia, es una democracia feminista.”, concluyeron desde Diputados y abrieron al pañuelazo que se agitó al unísono en interiores y exteriores del Congreso dando por concluida la cita verde, pero no la lucha en las calles.

Vamos a votar, mi amor

Vamos a votar, mi amor

Ofelia Fernández (centro), fue una de las organizadoras del «padronazo masivo».

El viernes 24, a las 8 AM, en la Plaza de Tribunales, un grupo de diez personas, con bancos y carteles armaron una radio abierta. A partir de ese momento se consolidó la producción de un evento pequeño, pero importantísimo. En el grupo, está Ofelia Fernández, una de las militantes más jóvenes que fue presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini y Pedro Rosemblat, otro referente, creador de personajes como “El Pibe Trosko” y “El Cadete”. Pocos días antes, ambos habían agitado desde sus cuentas de Twitter e Instagram un empadronamiento masivo para las y los pibes que no aparecían en el padrón electoral.

«Surgió de un papá que publicó un twit que decía: ‘Mi hija no está en el padrón’ y yo hice una encuesta y hay alrededor de cinco mil pibes que no están figurando y nos empezamos a dar cuenta que es más grave de lo que pensamos y armamos esta movida muy espontáneamente. Estamos mostrando que le sacaron a miles de pibes la posibilidad de votar. La ley de Voto Joven es la ampliación de derechos más grande que hay desde el voto femenino y toda ampliación de derechos tiene que ver generalmente con empoderar a los que no se llevan bien con el poder, y me parece que el Gobierno Nacional lo que ve es eso y por esa razón cercena ese derecho. Por eso saca a casi un millón de pibes del padrón, porque saben que no los votan a ellos», expresó Ofelia Fernández, para ANCCOM.

A las 10 de la mañana ya estaba lista la radio abierta, que tuvo como decorado una suerte de escarapela, que tenía inscripto, en letra cursiva: “Padronazo”.

Pedro Rosemblat y Ofelia Fernández animaron la jornada con una radio abierta.

Abrió la radio una voz conocida, la de Gabriela Borelli. A su lado, Pedro y Ofelia, dieron a conocer los motivos del encuentro. Los transeúntes que miraban, al pasar, lo hacían con extrañeza. En cambio, los jóvenes que habían llegado, sabían con certeza que era un viernes de empadronamiento y fiesta, en las vísperas del 25 de Mayo. Los que hablaban en el micrófono prometían locro para la hora de almuerzo y de fondo se escuchaba: «La Revolución es una causa colectiva. Se arma una comunidad con la Revolución, porque lo que hace es proponer una identidad. La Revolución comenzó en Mayo de 1810 y no sabemos cuando cierra. Sólo abre un sin fin de guerras por una identidad nueva, el sueño de la Patria Grande es desde ese entonces…».

Mientras tanto, dos muchachas sonrientes servían chocolatada para cualquiera que estuviera parado ahí.

«Perón llamaba a ‘organizar a las fuerzas vivas’, ¡qué más fuerte y qué más vivo que la juventud!», gritaba Pedro desde la radio.

En eso, llegaban algunos jóvenes más y se acercaban a la mesita de información a llenar su formulario de empadronamiento y se iban. Los que se quedaban, participaban del sorteo de libros.»¡Se lleva este libro alguien que tenga ropa interior roja!», dice Martín Rechimuzzi, que se sumó a los micrófonos. La gente se reía, pero nadie contestaba. «Bueno ni siquiera se han revisado, queda claro que nadie usa ropa interior…»

Pero por detrás, alguien, tímidamente, dijo: “Yo” y enseguida pasó a recibir su premio y abrazó a Martín.

Para las 14 la plaza se llenó de jóvenes comensales de locro que se sentaron en el pasto de cara al sol. Una chica pelirroja rapeaba en el micrófono.

Laura, una de las asistentes expresó: “Es un derecho, siento que con la edad que tengo ya lo puedo hacer y siento que puedo cambiar un montón de cosas que están mal con mi voto”. Mientras que Leila, desarrolló su caso:

“Tengo 18 años y no aparecí en el padrón a los 16 y tampoco ahora, hice el reclamo acá (Secretaría Electoral) y me dijeron que me iban a llamar, pero no me llamaron. Yo volví a llamar por teléfono y me dijeron que no aparecía y no sabían por qué, así que vi por redes este evento y dije ‘ya está’.

– ¿Por qué pensás que existen estos errores en el sistema? – preguntó ANCCOM.

– Yo estoy afiliada en un partido político, así que no me sorprendería… Hoy en día los adolescentes nos estamos dando mucha cuenta de los problemas que hay en la educación y en la salud y estamos tratando de interesarnos en eso y mejorar algo. Y viniendo acá y reclamando que no aparecemos en el padrón, manifestamos el querer votar y eso es algo muy importante.

Dante, que ese día cumplía 16 años, fue directamente a empadronarse. Se quejó: «Piensan que porque tus padres votan a tal persona, vos también tenés que tener la misma ideología.»

Luego llamaron a cambiar de plaza: “La lucha no termina con el voto. Hay una marcha masiva contra el gatillo fácil de Bullrich, que dejó cuatro pibes muertos y una piba gravemente herida», convocaron desde la radio y la plaza se sumió en un silencio profundo. La presencia de las y los pibes se necesitaba en otro sitio.