Alertan sobre las violencias en las infancias

Alertan sobre las violencias en las infancias

Los niños, niñas y adolescentes son un sector de la sociedad prácticamente olvidado por las políticas públicas. En Argentina, el 62.9% de ellos se encuentra hoy en situación de pobreza, según el último informe de Unicef. El número representa a 8.3 millones de infantes y la vulneración de derechos se agrava entre quienes viven en contextos violentos. Durante la cuarentena, varios de ellos se han encontrado encerrados con sus abusadores, sin poder concurrir a las escuelas o clubes de barrio, lugares clave a la hora de detectar estas situaciones. “En este momento y en contexto de pandemia, la verdad es que hay una preocupación muy grande en todos los organismos de infancia, tanto sea gubernamentales como no gubernamentales, porque es muy difícil el acceso a los chicos”, cuenta Nora Schulman, presidenta del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CASACIDN).

Según un informe realizado por el Organismo Provincial de la Niñez y Adolescencia de Buenos Aires, el registro de casos de abusos sexuales, de maltratos físicos, psicológicos y de negligencia ha disminuido: pasaron de abordar 23.238 casos en 2019 a 22.102 casos en 2020. Estos números no indican necesariamente una disminución de las situaciones de violencia, sino que se estima que lo que disminuyó fueron las denuncias. Schulman expresa: “Si están viviendo con el violento o el abusador dentro de su casa, no tienen posibilidad. No van a la escuela ni pueden contárselo a alguien de confianza, sino que están, justamente, viviendo en más riesgo. La mayoría de los casos se están “perdiendo” porque nadie se entera”. Aunque se intenta incentivar que los niños se comuniquen telefónicamente, es muy difícil que un chico cuente lo que le pasa a una persona extraña. Es por esto que los adultos y su presencia atenta se vuelven fundamentales. Tanto las Secretarías de Niñez como de Justicia habilitaron dos líneas telefónicas, la 137 y la 102, para que los niños, niñas o algún adulto puedan realizar las denuncias correspondientes. Estas líneas están abiertas las 24 horas y las denuncias pueden ser anónimas.

 Los juzgados siguen trabajando presencialmente en algunos casos, pero se encuentran colapsados o prácticamente no funcionan. Las cámaras Gesell están detenidas, la precarización laboral de los trabajadores sociales y de hogares infantiles está agravada y como consecuencia existe una gran dificultad a la hora de escuchar a los niños. “Los organismos de protección han sido destruidos realmente en los últimos años, tienen poco financiamiento con profesionales que no están preparados para atender determinados casos. Se ha producido un agravamiento de la situación junto con un poder judicial cada vez más machista y más encerrado en cuestiones de poder. Cuando un chico llega a una instancia judicial hay un manejo perverso acerca de lo que cuenta el niño que sufre, no se lo escucha, no se toma en cuenta su palabra. De cada diez denuncias de abuso sexual, sólo una avanza. En las demás sus abusadores son sobreseídos, generalmente”, afirma la presidenta del CASACIDN.

“Los organismos de protección han sido destruidos realmente en los últimos años», dice Schulman.

Analía Caccavo es trabajadora social y realiza intervenciones junto al equipo local de protección y promoción en los barrios Olmos y Etcheverry de La Plata. Su trabajo nunca cesó porque fue considerada una trabajadora esencial. Es la encargada de acercarse a las casas donde se denuncian casos de violencia, abusos o negligencia. Allí evalúa las situaciones para tomar medidas en caso de que sean necesarias. “Siempre que haya una persona que se pueda constituir como adulto responsable y referente afectivo, las situaciones se resuelven mucho mejor”, subraya. Caccavo cuenta que es muy difícil para el niño poner en palabras lo que le pasa porque están amenazados, con miedo, y de por sí es complicado que puedan asumir que quien lo tiene que cuidar es quien le hace daño.

Para resaltar la importancia de acercarse a los niños, recuerda el caso de cuatro hermanitos que vivían con una mujer que decía ser su tía, pero en realidad no tenía ningún vínculo con ellos. “Esta señora los explotaba laboralmente todo el día y los golpeaba muchísimo. Caímos en la cuenta cuando fui al domicilio, encontré situaciones complejas y cuando ellos se animaron a hablar, ese día se tomó la medida de abrigo y los cuatro chicos fueron adoptados por una familia”. Aunque nunca pudieron encontrar a sus padres biológicos, Caccavo considera que fue una situación exitosa: “Estaban aterrados, tenían pánico absoluto y muchísimo miedo de hablar. Cuando entendieron que si nos contaban lo que pasaba los podíamos sacar más fácilmente de la casa, fue todo mucho más sencillo”.

El rol de socialización que cumplía la escuela en estos casos de escucha, hoy disminuyó por la cuarentena. Silvia Piceda, referente del colectivo independiente y autogestionado Adultxs por los Derechos de la Infancia, manifiesta la importancia del rol de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas: “Todos debemos estar atentos al sufrimiento, al cambio o los signos de un niño, considerando que el 20% de la población ha sufrido abuso sexual. O sea, de cada diez chicos que tenés en el aula, hay dos que van a estar sufriendo abuso. Es mucho más probable que los abusos sexuales o los malos tratos que los niños reciben en su casa sean realmente revelados con la información brindada en las escuelas”.

La Ley de la ESI fue aprobada hace décadas, pero existe mucha resistencia a que realmente sea llevada a cabo. Piceda advierte: “Esto muestra cómo los adultos en verdad damos leyes en papel, pero después no nos animamos a hacer los verdaderos cambios para cuidar realmente las infancias. En la cuarentena los pibes no están yendo a la escuela ni a los clubes, pero en verdad las escuelas, los clubes, el sistema de salud, la familia, ¿están preparados o informados para detectar los abusos?”. Desde el 2018, el abuso sexual infantil es de instancia pública. “Antes hacías la denuncia y necesitabas que fuera el padre, madre tutor el que debía continuar con ella para que fuera efectiva. Si la mayoría era abusada dentro de la casa, era ridículo pensar que iban a denunciar desde ahí. Hoy cualquiera puede hacer la denuncia”.

Piceda resalta la enorme responsabilidad que los adultos tienen en estos casos: “La mayor complicidad con el abuso es el silencio. Si tenés una sociedad adulta que está atenta, vamos a tener diferentes miradas. Ahora, si los adultos vamos hacer como que no pasa nada, seguimos siendo cómplices de los abusadores”. El adultocentrismo y el sistema de maltrato cotidiano que denuncia la referente de Adultxs por la Infancia es, según ella, la verdadera causa de daño hacia las infancias y adolescencias. “La prevención se construye todo el tiempo desde el discurso, los medios de comunicación, cómo se comportan con un abusador condenado y cómo escuchan a las víctimas. Seguimos admirando modelos donde el éxito es lo que nos parece el modo de vida espectacular, y en una sociedad así el que siempre pierde es el niño o la niña, porque no tiene nada de poder, y el abuso tiene que ver con una relación de poder”.

Caccavo expresa que a las situaciones de precarización laboral que sufren los trabajadores y trabajadoras sociales, muchas veces se suma el estigma de ser considerados los “saca pibes”, de alejar a los niños de la familia, pero esa es en realidad la última opción, una medida de urgencia cuando se agotaron todos los recursos anteriores. “Es necesario a veces, porque hay padres que son naturalmente vulneradores, pero es algo a lo que no me quiero acostumbrar”, dice. La última medida de abrigo tomada por ella se trató de un padre que tenía a cargo a sus cuatro hijas y había sido denunciado porque vivían junto a un basural a cielo abierto, sin agua, en una vía abandonada. Las chicas estaban sin bañarse, sin ropa, llenas de barro y así se acercaban al jardín. “Para mí –confiesa- fue terrible, toda la experiencia profesional se fue al tacho en un segundo porque yo también apostaba por ese padre”. La trabajadora social cuenta que siguen trabajando en la revinculación del mismo. “El problema es que el padre es muy negligente, pero porque se crió así. Las niñas vivían desnudas, mugrientas arriba de un carro, pero él jamás las había dejado solas. A donde iba, era con ellas. Pero por tenerlas arriba del carro todo el día y no querer dejarlas con nadie, no iban al jardín. Teníamos que hacerle entender que esa forma de quererlas no era saludable”, describe Caccavo. El padre está trabajando actualmente junto a un equipo de dirección de niñez para aprender prácticas saludables de crianza. “Es un papá que cambió muchísimo, incluso pudo poner en palabras todas las cosas terribles que había vivido de niño, con lo cual muchas cosas las hacía por desconocimiento”, explica la trabajadora social. Caccavo destaca que muchas de las situaciones de extrema vulnerabilidad de los niños, ocurren más cerca de lo que pensamos. “Sucede a cuarenta minutos en micro de la ciudad de La Plata. Hay muchísimas cosas que trabajar. Si no es por algún vecino o la escuela, el Estado no se entera que esas cosas suceden”, subraya.

Caccavo resalta el papel fundamental de la escuela a la hora de detectar situaciones de violencia ya que allí los niños pueden informarse acerca de sus derechos y trabajan con equipos de orientación. Por eso destaca que cuando llegan denuncias desde la escuela, intentan no exponerla: “Si el niño o niña deja de ir, ya es un caso que perdimos. Muchas veces los padres se asustan y lo dejan de mandar, por eso tratamos de buscar las estrategias para que eso no suceda, les proponemos tratamiento psicológico gratuito en los centros de salud del barrio y si se puede a nivel familiar porque muchas veces la madre también es atravesada por violencia extrema y necesita estar más fortalecida”.

La presencia del Estado en los casos de abusos y violencias también es fundamental: la escuela y organismos estatales, al estar constantemente atentos a la detección de casos, hace que la ayuda muchas veces sea más rápida que en aquellos niños y niñas de clases más acomodadas, donde la endogamia familiar se ve acrecentada por el hecho de vivir en barrios cerrados y de difícil acceso. “El abuso es horizontal: no hay diferencia de clases. En la villa probablemente hasta el cura puede estar mirando al niño y ver que algo le pasa. En cambio el pibe de clase alta que vive en el country no tiene a quién pedir ayuda y nadie puede estar atento a algún signo de violencia”, señala Piceda de Adultxs por la Infancia.

María José Cano, trabajadora del Organismo Provincial de Niñez y miembro del Foro por la Niñez, plantea que las denuncias sobre estas situaciones no reflejan a toda la sociedad. “La mayor estadística va a pertenecer a los sectores más desfavorecidos. Este tipo de situaciones, si se dan en otras clases sociales, se recurre a los ámbitos privados, o psicólogos y demás. Es muy raro que se denuncien y que haya datos en estos casos porque no se publican o no son compartidos, y por eso no permite diseñar una política que dé cuenta de las distintas problemáticas en todos los contextos”.

La situación de los trabajadores de los servicios locales viene siendo crítica. Caccavo denuncia que muchas veces provoca impotencia: “Hay una desidia importante, somos trabajadores súper vapuleados, precarizados, es un espanto nuestro salario”. Y añade: “Mientras no haya una decisión política de poner a la niñez en la agenda vamos a seguir atravesados por todo esto. Muchas veces nos excede, y es trágico que dependa de la buena voluntad de los profesionales que intervenimos, no debería ser cuestión de buena voluntad. Si hay vulneración tendríamos que estar ahí, es más, tendríamos que estar antes en prevención, pero nunca hacemos tiempo”.

El actual contexto permite anticipar una situación complicada e incierta para cuando finalice la pandemia: “Es un trabajo que habrá que llevar a cabo muy despacio porque es como una resocialización para los chicos en lo social y lo cultural. Cuando termine la pandemia, vamos a tener que reconstruir todo un tejido no sólo social sino también económico para los niños y sus padres. Hay un problema muy serio que si no lo pensamos ahora en términos de políticas públicas después se va a tornar en una situación muy complicada”, finaliza Schulman. 

El verdadero aumento de la inseguridad

El verdadero aumento de la inseguridad

Desde el comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UCEFI) registró un aumento del 50 por ciento de las causas por delitos informáticos. Algunos de ellos se incrementaron hasta en un 80 por ciento, como en el caso de los cometidos contra la integridad sexual infantil relevados por Anccom la semana pasada.

Los ciberdelitos más impactantes se corresponden con el robo de datos, luego vendidos y enmascarados en la deep web  (del inglés, internet profunda), un espacio no indexado por los motores de búsqueda tradicionales que preserva el anonimato, anula la trazabilidad del recorrido del dinero y se convierte en el lugar perfecto para realizar actividades ilícitas. Allí se concretan millones de estafas con rutas imposibles de seguir, incluso por los sistemas expertos de las policías especializadas en ciberdelincuencia.

Las estafas más habituales ocurren en plataformas de compra-venta. También existe la extorsión, principalmente, bajo dos modalidades: la captura de datos sensibles que afectan el honor de las personas; o las que ponen en riesgo la seguridad de entidades públicas o privadas cuando son vulnerados sus bancos, bases y registros de datos.

Según detalla la Asociación Argentina de Lucha contra el Cibercrimen (AALCC), sobre el total de consultas realizadas, desde que inició la cuarentena en marzo: el 42 por ciento se corresponde a delitos con finalidad económica, como el fraude y la extorsión. Pero alcanza el 54 por ciento si se suma la suplantación de identidad (o phishing), como práctica para concretar el engaño. Otro dato relevante del phishing surge del comparativo interanual que acumula un 72 por ciento de crecimiento contra el primer semestre de 2019. 

¿Cómo ocurre el ataque?

Los ataques más comunes suelen ser a través de una solicitud por correo electrónico. El pedido de actualización de claves o de datos de asociación para generar accesos a sitios protegidos, son los mecanismos más habituales. También los delincuentes suelen buscar información relacionada con tarjetas de crédito para concretar compras fraudulentas.

En ese universo financiero, el phishing bancario creció un 110 por ciento entre el 1 de marzo y el 1 de julio de 2020, mientras que la extorsión online se umentó a un 32 por ciento durante el mismo período, pero éstos últimos no son números absolutos ya que se trata de un delito que viene en aumento desde 2016, con un bajo grado de denuncia, según informa la mencionada asociación que audita el cibercrimen.

Las estrategias para concretar las estafas no distinguen entre organizaciones privadas, organismo públicos o personas individuales. Se han registrado estafas desde cuentas falsas de bancos y phishing mediante plataformas de videollamadas, entre otros artilugios que demuestran la creatividad de los delincuentes informáticos. 

Los organismos públicos y empresas con participación estatal también suelen estar en la mira. ANSES denunció a fines de marzo la existencia de cuentas apócrifas que intentaban tramitar beneficios de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Asimismo, fueron sorprendidos no pocos compradores con promociones para adquirir pasajes de Aerolíneas Argentinas o usuarios tentados por bonos de nafta gratuita en YPF. Incluso, el 9 de septiembre el Gobierno argentino fue intimado a pagar un rescate por 22 carpetas cifradas con registros de la Dirección Nacional de Migraciones. Según se investigaba al cierre de esta edición, puede haberse utilizado un software malicioso llamado Netwalker, pero las pistas apuntan a un ataque con complicidad de agentes del propio organismo. 

Por su parte, para la empresa de seguridad digital Avast, Argentina es el tercer país de la región en amenazas por ciberataques, y la probabilidad de que un usuario doméstico se encuentre con cualquier tipo de amenaza aumentó un 55,3 por ciento en un año. Avast sostiene que es una tendencia que ha crecido en todo el mundo.   

Para tener una lectura más cercana a los casos en nuestro país, Anccom conversó con el autor de Engaños digitales, víctimas reales (Ediciones B, 2020), Sebastián Davidovsky, quien explicó que si bien hay un ranking mundial de países afectados, los ciberdelitos suelen buscar una escala global, por lo cual no hay fronteras que determinen la vulnerabilidad de un país por sobre otro. “Son todos los países, todas las empresas, todos los usuarios. Es una tendencia global, y lo que buscan los delincuentes es la escala”, entiende el periodista.

Según sus investigaciones, a la ausencia de fronteras se agrega la ausencia de encuentro físico entre víctima y victimario, y la variabilidad de la víctima. No hay patrones unívocos. “Lo más importante es que puede afectar a personas de diferentes edades. No hay nativos digitales, no hay nivel socioeconómico, no hay nivel académico que impida un tipo de engaño informático”, agrega. 

Pero entonces, ¿cómo se puede evitar ser víctima de un ciberdelito? 

Davidovsky sostiene que lo mejor es estar atento, ya que “en el mundo físico llevamos años de ventaja en términos de saber cuáles son los riesgos, los peligros. Ahí hago un paralelismo y hablo de cerraduras digitales, es un poco de lo que tenemos que empezar a tomar conciencia. Ponerle clave al celular para bloquearlo, no dejar sesiones abiertas en el lugar de trabajo o lugares públicos”.

En este sentido, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos ofrece recomendaciones específicas por delito y por plataforma, entre las que se destacan las configuraciones de seguridad en cuentas de Facebook o Instagram, denuncias a usuarios en Tinder (una red social de citas), guías para adultos sobre sexting, tutoriales de privacidad en WhatsApp, entre otras amenazas presentes en internet.

Consultado por el aumento durante la cuarentena y la incidencia de las distintas plataformas, Davidovsky sostiene que lo que ocurrió en estos meses fue la multiplicación de las posibilidades de intercambio entre personas por el canal online pero, respecto a los sitios como MercadoLibre, advierte que a veces  “los delitos pueden empezar ahí pero terminan en otro lado”. 

“Cuando las operaciones son dentro de las plataformas suelen ser seguras. Un gran consejo es no terminarlas fuera de ella, aunque sea para ahorrar comisión, porque es ahí donde suelen cometerse los delitos”, advierte.

También existen trampas en algunas publicidades no controladas por los intermediarios de adwords. “Ahora estoy viendo mucha publicidad, por ejemplo, de falsas páginas del Banco Provincia, y la gente termina hablando con estas personas que no son del banco y acaba por darle su clave o haciendo una operación que les termina habilitando a los delincuentes acceder a sus cuentas de homebanking. Eso se está viendo mucho en pandemia”.

Por último, Davidovsky señala un error común que es “pensar en los delitos informáticos como pensamos los delitos tradicionales”. Muchas estafas son cometidas por delincuentes más allá de las fronteras. En algunos casos son individuos u organizaciones pequeñas, y en otros se convierten en situaciones más complejas que operan “casi bandas organizadas en call centers”. 

La sextorsión, los engaños por Tinder y otras redes de citas que juegan con vulnerabilidades afectivas, están a la orden del día. Por cierto, si fuiste víctima de un ciberdelito, que no te de vergüenza: denuncialo. Sólo hay que llamar a la línea gratuita 137.

Proponen un Plan Procrear rural

Proponen un Plan Procrear rural

Argentina cuenta con una superficie de 2,78 millones km². Es el octavo país más grande del planeta. A pesar de que estas cifras revelan que su densidad de población es baja, 16 habitantes por km², según el registro de Tierras Rurales de la Nación, casi el 40 % de la población no tienen acceso a tierras o vivienda propia que está concentrada en pocas manos: 65 millones de hectáreas, casi el 40% del territorio, es propiedad de 1.200 terratenientes. La problemática supone un gran perjuicio para los pequeños y medianos productores, que en parcelas que nos les pertenecen y deben arrendar, producen más del 60% de los alimentos que se consumen en el país.

“Seguimos bajo la lógica de siglos pasados, donde los que ganan son los arrendadores, mientras los que trabajan viven con lo poco que les sobra después de pagar el alquiler”,  cuenta Julieta Pereira, trabajadora del nodo sur Moreno, de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Frente a este panorama, la organización volverá a presentar el Proyecto de Ley de Acceso a la Tierra para remediar esa situación.

Franco Segesso, abogado de la UTT, explica que la propuesta del proyecto de ley es una especie de “Procrear rural”, en el que a través de créditos blandos los pequeños productores puedan tener acceso a inmuebles rurales, ya sea de manera individual, de pocas hectáreas, o de manera colectiva para conformar una colonia.

Ya se presentó sin éxito en los años 2016 y 2018 y se volverá a intentar hacerlo nuevamente en estos días. “Yo creo que este año se va a tratar. Tenemos buenas expectativas, ya que año a año fuimos logrando más adhesiones”, relata Franco. La última vez que se presentó lo firmaron 14 diputados nacionales. Entre ellos, algunos que actualmente ocupan cargos en el Poder Ejecutivo, como Luis Basterra, ministro de Agricultura, Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, el canciller Felipe Solá, Juan José Bahillo, ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos, entre otros. Según Seggeso “es un proyecto muy práctico para el acceso a la tierra, no requiere mayor reglamentación así que pensamos que esto va a avanzar.”  

Un proyecto de ley similar ya se presentó sin éxito en los años 2016 y 2018.

Diego Montón, ingeniero agrónomo, referente del Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra, opina sobre el proyecto de la UTT: “Me parece una buena iniciativa en términos que plantea una herramienta financiera para que una buena parte de pequeños productores y campesinos de la agricultura familiar que hoy son arrendatarios puedan acceder a créditos que le permitan tener una garantía para poseer su propia tierra”.

Además señala la importancia del acceso a la tierra para impulsar la agroecología: “Para poder acondicionar un sistema agroecológico intensivo se necesitan muchos años acondicionando la parcela y eso a veces con la movilidad que plantea el arrendamiento se dificulta, porque las familias están unos años en un lugar, otros años en otro. Esta ley permitiría que con el pago de un crédito se garantice la compra de la tierra y entonces la familia podría tener una vida digna y desarrollar un programa a medio y largo plazo para consolidar un modelo agroecológico”.

La cuestión agroecológica es un aspecto importante en el Proyecto de Ley de Acceso a la Tierra. Según el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), este tipo de producción se basa en un modelo sustentable en el tiempo, que mediante el manejo racional de los recursos naturales, contemplando la diversidad biológica y sin la utilización de productos de síntesis química, brinde alimentos sanos y abundantes, manteniendo o incrementando la fertilidad del suelo. “Donde hay tierra propia hay más posibilidades de que haya agroecología porque la familia va a poder invertir mejor y si hay más agroecología hay más soberanía alimentaria porque no hay dependencia de químicos y semillas producidos por multinacionales que están en precio dólar”, detalla Segesso.

Por su parte, Pereira profundiza: “La agroecología es fundamental para mantener sanos nuestro medio ambiente y alimento, viendo las problemáticas que trajeron Monsanto, las semillas híbridas, los químicos y pesticidas. El Consultorio Técnico Popular (CoTePo) de la UTT produce bioinsumos y fertilizantes que son ecológicos.”

La UTT realizó una acción en Plaza de Mayo para visibilizar la situación de los pequeños productores el 20 de agosto.

Otras cuestiones importantes que plantea el proyecto de ley son el acceso a una vivienda digna y descomprimir las zonas que tienen una intensa producción de alimentos hacia lugares en donde hace falta que se produzca comida en forma local, esto a partir del acceso a tierras fiscales para la creación de colonias agroecológicas. Por ejemplo, Segesso cuenta que en Tapalqué, localidad de Buenos Aires de 10 mil habitantes ubicada a 273 kilómetros de Capital Federal, se compra la verdura en Mar del Plata o en el Mercado Central, teniendo una gran cantidad de hectáreas para producir. Por eso, desde la UTT hicieron un acuerdo con su intendente para establecer una colonia agroecológica, así sus habitantes puedan acceder a un alimento más barato y saludable.

 “La soberanía alimentaria sólo puede ser garantizada a partir de la agricultura campesina y familiar y depende de políticas de acceso a la tierra. Cuando la tierra está en manos de corporaciones que la utilizan solo como un instrumento financiero-mercantil, nos alejamos de la soberanía alimentaria, que tiene que ver con cómo se fortalece la producción de alimentos saludables para los mercados locales, para los programas sociales y para lograr un precio justo a la gran masa de trabajadores”, argumenta Montón.

“Es fundamental que el Estado, en tanto gobierno,  garantice la soberanía alimentaria a través del acceso a la tierra para los pequeños productores. Porque sino es seguir llenándole los bolsillos a las multinacionales agroindustriales que vienen a envenenar nuestro suelo y a nuestra población con su innovación agro tóxica» que es un negocio asegurado para unos pocos”, suma Pereira. “El acceso a la tierra es un pilar fundamental para la soberanía alimentaria. Para poder ser decisores sobre qué y cómo se produce, hace falta que el agricultor o campesino tenga seguridad sobre la tierra” finaliza Segesso.

«Las ideas de otros repercuten en mí»

«Las ideas de otros repercuten en mí»

Nacido en el barrio de Flores en 1958, al catalogado “no músico” Daniel Melero le corresponde un lugar muy significativo dentro de la historia de la música argentina. Fundador del primer grupo techno del país, Los Encargados, compositor y notable productor de discos, cuesta ubicarlo en un solo rol.  

En medio de la pandemia lanzó La Ruta del Opio, junto a Diego Tuñón, tecladista de Babasónicos y fue editado por Bultaco Discos, el sello discográfico creado por esa banda.

Melero habla sobre su nuevo lanzamiento, su trayectoria, su trabajo con Gustavo Cerati y el efecto que está produciendo la cuarentena en el sector cultural.

¿Cómo fue el proceso del nuevo disco y trabajar con Tuñón?

Fue un proceso larguísimo. Me sorprende que hayamos podido sostenerlo: durante 6 años estuvimos desarrollándolo. Tal vez el andamiaje está construido, está fundado en nuestra relación personal de tantos años, de tanta música que escuchamos juntos. Creo que por eso uno puede seguir elaborando cosas. Más algo que en un comienzo hacíamos sin la necesidad de pensar que iba a ser editado necesariamente, sino que era más por la misma experiencia de hacer música juntos, de vuelta.

¿Cómo trabajó los sonidos del álbum? Principalmente el tema “Tres Mujeres”…

El tema “Tres Mujeres” es de un video que una vez me mandó de su casa Diego Tuñón. El sonido que tiene, si uno pretende hacerlo o lograrlo en un estudio, sería imposible. Por el efecto de la grabación, tenía esa cosa de maquinola que parece casi como un piano moviéndose como con engranaje y, después, superponiéndose consigo mismo.

¿Cómo lo caracterizarías al nuevo disco?

Por empezar, no lo denominaría de “ambient” como uno mismo a veces lo hace. Yo creo que es un disco que invita a escuchar. Invita a crear un espacio musical de verdad para quien lo percibe.

Más allá de que se relanzó Travesti, por el 25° aniversario, ¿por qué se decidió lanzarlo en el soporte vinilo?

 En ese álbum, el soporte que faltaba era justamente el vinilo. Aparte es una elaboración que sobre todo fue de Rodrigo, mi manager, en el sentido de la oportunidad interesante que planteaba ese disco de volver a ser visto y a mí me parece que fue muy curioso ver como ese disquito, pequeño, olvidado, se exhibió ahora como un pequeño clásico.

La Ruta del opio, además de lanzarse en formato digital, también fue en vinilo.

La Ruta del opio está también en vinilo y, además, es muy bello ver también la tapa en tamaño grande. El arte de Gabriel Rud es realmente notable. También la tapa juega un rol importante en la aceptación de la música que uno tiene al escucharla, y es curioso eso, aún en digital mucha gente me señala qué potencia tiene esa imagen.

Teniendo en cuenta tu trabajo con otros artistas como Tuñón o Gustavo Cerati, en el caso de Colores Santos, ¿cómo es ese proceso de producción?

Colores Santos fue un disco muy lúdico. En gran medida tuve la suerte de ser colaborador de “Canción Animal” más o menos para esa época y luego también Gustavo vino y con Diego,  que era un chico muy joven, fuimos a Los Ángeles en donde grabamos los tres un disco mío que se llama Cámara. Y ahí ya también teníamos más claro que era inevitable que íbamos a seguir jugando a la música. Yo siempre digo que me encanta la ventaja que tiene el lenguaje, en vez de tocar música, estar jugando la música, “play music”. Fue realmente muy lúdico. Con los años, he desarrollado la colaboración como una forma de arte y me parece que es también la co-elaboración lo que existe en este tipo de proyectos. Me ha pasado ya con muchos otros artistas y también es muy grato esto. Supuestamente un solista parece ser un aparato autónomo, que es su propio jefe y da instrucciones. Pero como solista, yo puedo estar definido, en gran medida, por mis colaboraciones. Lo interesante de todas estas cosas es que uno tiene que salir cambiado de cada experiencia y eso me parece que es indiscutible. Me paso a mí y le pasó a Gustavo y ahora estoy cambiado por mi experiencia con Diego también.

¿Qué lugar ocupa en tu historia Los Encargados, tu primera banda?

Tal vez Los Encargados se parecía más a un proyecto solista a pesar de tener nombre de banda,  aunque creo que la formación que consolidó el único álbum editado era verdaderamente muy potente. Hemos dado muy buenos shows, no tocábamos muy seguido, era también una banda muy pequeñita pero también con el tiempo se produjo un efecto de lupa sobre aquello que hicimos y tuvo una cierta repercusión. Pero afortunadamente no se trató de construir una carrera y entrar en la gran farsa del negocio del rock.

Al escuchar el tema “Expreso Moreno” me intrigó saber cómo surgió o qué es lo que se registra al momento de escribir …

 El tren es algo que usé mucho, decidí hacer el recorrido de la línea saliendo desde Once. Hice ese recorrido que conocía prácticamente de memoria. Recuerdo que en Merlo había una casa cuyo tanque de agua se veía desde la estación. Era como un mate gigante con bombilla y todo. Cuando años después hice ese recorrido pensando en hacer esa canción alrededor de eso, fue muy duro. La bombilla de ese mate estaba quebrada y el mate estaba totalmente desvencijado y vi una cantidad de edificaciones que nunca fueron terminadas a las que ya les crecían arboles encima. Ese paisaje me hizo pensar que se veían ruinas de ensueño todo el tiempo, cosas que estaban ahí, que habían quedado en una postergación infinita, y ahora casi eran devoradas por un paisaje que simula ser natural pero que no lo es.

¿Qué influencias musicales tenés al momento de componer canciones?

No hay nada que yo haya hecho que no esté inspirado en cosas que hizo otro. Son las ideas de otros que repercuten en mí. La mayoría de las veces no tiene ninguna similitud a eso que las disparo y sí, hay música que sigo escuchando de cuando era joven y también hay mucha música nueva que escucho actualmente y se me sigue agregando cosas a mis clásicos personales.

¿Qué grupos o músicos actuales escuchás?

Me gusta mucho a mí un músico que se llama Kevin Martin, es una música que tiene discos en colaboración, me parece notable. Me gusta mucho Kiki Hitomi, cantante y tecladista. Ariel Pink siempre está presente. Y yendo para atrás, Bowie, Beatles, Zeno. Y el rock nacional de fines de los ‘60 y comienzo de los ’70 que como niño lo pude vivir yendo a recitales. Pude ver en vivo a Almendra, Los Gatos al primer Vox Dei…

¿Qué opinás del documental Retrato incompleto de la canción infinita, que detalla tu trayectoria y está dirigido por Roly Rauwolf?

Justamente es un documental incompleto.

¿En qué sentido?

La intención es que alguna vez llegue a ser más completo. Estoy muy agradecido a Roly,  el director, es una persona encantadora. Pero por lo que veo ha caído de una manera muy interesante.

¿Cómo te está tratando la cuarentena?

Para mí es verdaderamente muy triste no tener contacto con personas, sobre todo en los últimos años con las que estaba habituado a juntarme a hacer música, asistir al estudio de grabación. Yo extraño mucho el contagio que recibo de otros en la interacción y la interacción para mí a distancia, no representa lo mismo. Empezamos todos a ser un universo de cabezas parlantes y no ves las reacciones físicas. Es muy contraproducente para mi forma de ser, pero al margen de eso respeto la cuarentena.

¿Esta situación va a tener un impacto en la producción artística?

 

Sí, ya lo tiene, es innegable. Además, el impacto psicológico desde el punto de vista de las relaciones humanas y el efecto que el distanciamiento produce. Ahora seríamos como avatares.

 ¿Y cómo creés que seguirán los shows en vivo después de esta pandemia?

Algo que parecía natural te puede generar hasta fobia. Yo hace meses que no salgo más de 500 metros de mi casa, como una prisión domiciliaria donde salgo a hacer lo mínimo y todo se ha transformado en un protocolo. Verdaderamente yo pensé que no me iba a tocar a mí, a mi generación,  ser parte de algo que estaba en el imaginario de la monstruosa ciencia ficción. De repente llegó como un tsunami y creo que ha arrasado a todas las actividades culturales. Para mí lo que va a haber o ya hay, una “nueva anormalidad” no una “nueva normalidad”. Yo no la acepto como normalidad, la considero anormal.

¿Qué recuerdo te queda de Rosario Bléfari y el grupo Suárez? Vos fuiste parte de la producción de los discos de la banda?

Una gema pequeña que se agiganta en su ausencia, pero una gema y aparte una persona que vivió en el arte y muy buena persona. Era una persona muy digna.