Comienza el juicio por la desaparición de Tehuel

Comienza el juicio por la desaparición de Tehuel

El próximo lunes 15 de julio se inicia el primer juicio por la desaparición y transhomicidio del joven contra uno de los dos imputados de la causa, Luis Alberto Ramos. La querella espera que se convierta en un caso testigo y que por fin se dilucide la pregunta ¿dónde está Tehuel?

Tehuel de la Torre fue visto con vida por última vez el 11 de marzo de 2021, cerca de las 19 cuando viajó a Alejandro Korn, localidad de San Vicente para una entrevista laboral, organizada por los acusados. Tras la denuncia de su desaparición se abre una causa por “averiguación de paradero”, y el 16 de marzo se realiza un allanamiento en la casa de Ramos donde se encuentran los restos de un celular quemado, una campera y una pequeña muestra de sangre perteneciente al joven de 22 años.

Por su desaparición y presunto homicidio hay dos personas procesadas que serán juzgadas en dos juicios, porque los imputados tienen la posibilidad de elegir sentarse en el banquillo ante un tribunal técnico o un jurado popular. Oscar Alfredo Montes eligió esta última opción, que aún no tiene lugar ni fecha, en tanto Ramos se inclinó por la primera y su proceso oral y público es el que inicia el 15 en la ciudad de La Plata, por el “homicidio agravado por odio a la orientación e identidad de género” de Tehuel. “Si bien la ley establece que si uno de los imputados renunciara al juicio por jurado arrastra al otro, lo real es que ya hay fallos de la Corte Suprema que hablan de que esto sería inconstitucional para el imputado”, comenta al respecto Cristian Ariel González, abogado de Norma Nahuelcura, la madre de Tehuel.

Así, a partir de las 10 en los Tribunales de la calle 8 entre 56 y 57, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2, integrado por los jueces Claudio Joaquín Bernard, Silvia Edit Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo, deberá analizar, en plena feria judicial, los elementos para determinar el veredicto contra uno de los acusados de matar y desaparecer a Tehuel de la Torre. Será un juicio por homicidio aunque no se haya encontrado el cuerpo. La teoría de la acusación es que los acusados hicieron un pacto de silencio para no revelar dónde está y así consagrar la impunidad.

“El desafío jurídico más grande es establecer el precedente de que se trata de un transhomicidio. Estamos ante la oportunidad de generar un antecedente jurisprudencial”, afirma González, en diálogo con ANCCOM. Y agrega: “Coincidimos con la Fiscalía de que esto es un transhomicidio y que posterior a esto, los imputados procedieron a la eliminación del cuerpo con lo cual, nosotros entendemos de que es una desaparición de la persona forzada por los imputados para lograr su impunidad”.

En sus declaraciones indagatorias los imputados Ramos y Montes sostuvieron que “no conocían a Tehuel”, ambos se encuentran imputados por el encubrimiento en concurso real con falso testimonio. Ellos admiten haber estado con él hasta la medianoche de ese día, pero sostienen que “luego cada uno se fue a su casa”. Además, si bien el celular de Tehuel fue quemado, se encontró una foto en su cuenta de Google junto con los acusados, por lo que Ramos y Montes se encuentran ante la posibilidad de recibir una pena de prisión perpetua.

En este contexto, la Asociación de Familiares y Amigxs de Tehuel convocó a las organizaciones LGBTINB+, estudiantiles, sindicatos, partidos políticos y toda persona que sienta acompañar el pedido de justicia en la concentración que se llevará a cabo a partir de las 09:00 en la puerta de los tribunales de La Plata. Las consignas de la movilización, además del pedido de justicia por Tehuel, incluyen la solicitud del cese de crímenes de odio y justicia por el asesinato de las tres mujeres lesbianas de Barracas.

El debate de la fecha

Originalmente, el juicio se encontraba programado para agosto de 2027. Sin embargo, los esfuerzos del Frente Orgullo y Lucha, con el apoyo del ahora desmantelado Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), la subsecretaria de Políticas de Diversidad del exministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, y el fiscal a cargo de la investigación, Juan Pablo Caniggia, lograron adelantar la fecha del juicio. Si bien la familia del joven considera el cambio como algo positivo, el padre de Tehuel, Andrés De La Torre, expresó frente a TN que los recursos no deben utilizarse para instancias legales, sino en buscar a su hijo: “Lo del juicio me tiene sin cuidado, queremos encontrar a Tehuel”. Refiriéndose a Tehuel en femenino, agregó que su hipótesis es que “puede estar viva, y espero que los acusados digan en el juicio qué hicieron con ella”. 

Respecto a esto, el abogado González admite a ANCCOM que “la familia está dividida, en el sentido de que el padre hace poco pidió que se continuara con la búsqueda de Tehuel, pero nosotros entendemos que esto sería algo totalmente estéril dado que, por todo lo que está en el expediente, es claro que se trata de un transhomicidio”.

Además, agregó que “continuar con la búsqueda alejaría la fecha de un juicio, lo que hace también a las dificultades probatorias, porque cualquier dilación en un proceso de este tipo hace que los testigos tengan las vivencias cada vez más lejos, y que a su vez sea más difícil encontrar a los testigos; en definitiva, colaboraría a darle un panorama más favorable a los imputados y no a las familias de Tehuel”. Aún así, González menciona que Norma, la mamá de Tehuel, se encuentra muy agradecida por todo el apoyo que recibió y colaboró a que se adelante la fecha del juicio, lo cual fue un gran avance. 

“Me dieron mucha fuerza para estar acá donde estoy ahora, siguiendo para adelante», dijo Norma. “Estos años han sido muy difíciles para mí. Esperamos que Tehuel aparezca, pero si no lo hace, lo que queremos es que nos digan qué pasó con él», agregó emocionada.

En tanto, la presidenta de la Asociación de Familiares y Amigxs de Tehuel, Monica Galván, expresó: “Esperamos que la justicia juzgue con perspectiva de género y derechos humanos. Sabemos que la condición transgénero sigue siendo invisible, vulnerada y estigmatizada. El caso Tehuel vino a desnudar las grandes dificultades que tiene el aparato del Estado a la hora de buscar una persona trans o travesti. No sabían si buscaban a una mujer o a un varón”.

El reclamo sobre la fecha de juicio que había otorgado el Poder Judicial para dentro de tres años hizo que desde el Movimiento Familiares y Amigxs de Tehuel exigieran el adelantamiento de la fecha. Con apoyo del INADI, el entonces Ministerio de las Mujeres y Diversidad de Nación, la organización Mocha Celis, y otras que conforman la Comisión Orgullo-Línea Histórica se hizo una fuerte campaña mediática, que culminó con el adelantamiento del juicio para julio de este año.

Por su parte, Flavia Centurión –miembro del equipo de abogados de la madre de Tehuel junto con Gonzalez, Pilar Rodríguez Genin y Dolores Amaya– dijo que tienen la esperanza de que esta causa se convierta en un «caso bisagra», para que «se tome conciencia sobre la necesidad de políticas de prevención para el colectivo LGBTIQ+». En consonancia, González agrega: “No tengo ningún tipo de dudas de que vamos a lograr probar el homicidio de Tehuel. El desafío más grande es lograr la calificación legal de transhomicidio, ya que es muy complejo demostrar el odio porque no es algo que se expresa constantemente. Sin embargo, en este caso particular, nosotros vemos que hay muchos indicios que confirman el odio de manera totalmente palpable”.

Galván destaca las implicancias de este desdoblamiento en dos procesos judiciales. “Esto no sólo afecta a la familia, también impacta a toda la comunidad LGBTINB+ y nos convoca a seguir luchando por verdad, reparación, justicia y respeto a los derechos de las personas travestis y trans”.

Desde este link podés seguir la transmisión del DIA 1: https://www.youtube.com/watch?v=htTVUQy3I1o

Después de las denuncias de abusos vienen las leyes

Después de las denuncias de abusos vienen las leyes

Luego de la presentación pública del colectivo Periodistas Argentinas del caso Brieger, se espera que el Congreso legisle para transformar la cultura del acoso sexual. Las víctimas exigen las disculpas públicas del abusador y espacios en los medios donde trabajó para concientizar sobre la problemática.

En el marco de las denuncias por acoso sexual contra el periodista argentino Pedro Brieger, un grupo de diputadas nacionales impulsa un proyecto de Ley contra el Acoso Laboral.

Mónica Macha, diputada nacional de Unión por la Patria, fue una de las legisladoras que estuvo presente en la Conferencia donde el colectivo Periodistas Argentinas presentó el Informe La cultura del acoso: punto y aparte, en el que se detallan los casos de acoso sexual realizados por parte del periodista denunciado. “Vamos a estudiar la legislación que necesitamos en materia de acoso, tal como han propuesto Periodistas Argentinas –dijo-. Ya tenemos la Ley de Acoso Callejero. Ahora estamos trabajando para ver qué herramientas existen para el ámbito laboral y cuáles debemos construir”.

El martes 2 de julio en el Senado de la Nación el colectivo de Periodistas Argentinas presento el informe donde 19 mujeres describen que desde 1994 sufrieron acoso sexual por parte del periodista Pedro Brieger. “Vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado de la manera que lo sabemos hacer nosotras, haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo”, señaló la periodista Nancy Pazos al principio de la conferencia.

Las comunicadoras dijeron que el objetivo no es el escrache, sino que el informe motiva e impulsa a terminar con la cultura del acoso que miles de mujeres sufren en distintos ámbitos. También sostienen que es imprescindible que Brieger pida disculpas públicas a las afectadas. “Era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador”, sostuvo Agustina Kämpfer, una de las denunciantes. “Necesitamos que nos escuchen”, reclamó la conductora televisiva, una de las víctimas y de las primeras denunciantes ante la indiferencia generalizada.

Ines Hayes, docente y miembro de Periodistas Argentinas comentó: “El objetivo principal es la reparación de las afectadas por estas conductas de acoso, que Pedro Brieger pida disculpas públicas y que nos de los minutos al aire en los programas de televisión en donde él estaba: en C5N, en la TV Pública, en la radio. Y también en los lugares en donde daba clase: en TEA, en la Facultad de Sociales de la UBA, y en La Plata. Estamos pidiendo esos espacios para poder llevar adelante campañas de concientización para erradicar la cultura del acoso. Nosotras decimos que, si bien hoy está personificado en Brieger, él hizo todo lo que hizo y provocó todo lo que provocó en las afectadas porque hay una cultura que permite que haya tenido estás conductas a lo largo de 30 años”.

Por su parte, Macha remarcó el acompañamiento del colectivo: “La organización de las en distintos espacios, como Periodistas Argentinas, es una demostración de cómo se construye el feminismo, entre pares, acompañando las situaciones conflictivas y denunciando la violencia y la desigualdad que hay en los medios. La organización para las mujeres, lesbianas, travestís y trans es una forma de hacer, una forma de encuentro. Hemos demostrado que la salida es colectiva. Acá también el feminismo postula otras formas de construir poder. Además, las situaciones de acoso y de abuso son muy complejas de enfrentar en soledad, por eso el acompañamiento es clave”.

El silencio se quebró luego de hacerse públicos los testimonios de cinco mujeres y a partir de ello, otras que también padecieron acoso sexual por la misma persona, en diferentes contextos y años, se animaron a denunciarlo públicamente.“Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión ante la mirada de todos”, dijo Kämpfer , quien en 2010 dijo públicamente en un programa de televisión que Brieger era un acosador.

Hayes manifestó sobre la atención a la problemática: “Estamos convencidas de que lo que se logró con la conferencia fue muy potente porque fue una voz colectiva y pedimos que en los lugares en donde hay protocolos para erradicar y prevenir las violencias de género se usen y se hagan cumplir. También la normativa del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo que regula el acoso en el mundo laboral, queremos que las herramientas legales que existen se hagan cumplir. Que los responsables de estas instituciones, los directivos de los canales escuchen a las afectadas porque no se las escuchó cuando ellas hablaron. De acá para adelante no queremos que ninguna de nosotras vuelva a sufrir acoso en su lugar de trabajo, no queremos que ninguna de nosotras se tenga que ir de ningún espacio porque acá lo que pasó fue que mientras que él crecía en prestigio profesional nosotras abandonamos. En el caso de la vecina su casa, en el caso de las alumnas ayudantes de la cátedra, en el caso de las trabajadoras de programas de televisión y de radio, entonces no queremos irnos más de ningún espacio que ocupamos”.

Hayes desarrolló el impacto material y simbólico que tiene la cultura del acoso: “Que se nos empiece a escuchar y se comience a tomar cartas en el asunto, a dejar de minimizar estas cuestiones, son casos serios que tienen en las afectadas consecuencias muy graves, no solo emocionales y psicológicas sino económicas. Han dejado lugares por miedo a volver a cruzarlo, así que las consecuencias son simbólicas y materiales. Por eso nosotras señalamos que es una cultura del acoso y que necesitamos un cambio cultural desde jardín de infantes. Es un cambio educativo, cultural,formativo y en eso nos sentimos acompañadas porque tanto la repercusión mediática de los grandes medios y canales de televisión, agencias de noticias como de las radios universitarias y las nacionales de todo el país.Agradecemos este acompañamiento”.

En el informe se propone que se legislen leyes específicas para este tipo de conductas abusivas teniendo en cuenta que en Argentina existen normas para penalizar el acoso callejero, pero no para los agravios que se producen en el ámbito laboral y académico. Las periodistas señalan que es una deuda que se necesita saldar: “Hicimos está presentación en el Senado porque es donde consideramos que tienen que escucharnos, dónde están los funcionarios y funcionarias, los que tienen que redactar las leyes. Estamos en un contexto adverso, en donde se despidió al 80% del exministerio de Mujeres y Diversidades que son los trabajadores y las trabajadoras que garantizan que las políticas públicas se cumplan y sin ello es muy difícil garantizar que estemos bien. Responsabilizamos al Estado por la desprotección absoluta en la que quedamos. En este contexto, acciones como estás se vuelven aún más importantes”, concluyó Hayes.

En sintonía, la diputada Macha señaló: “El Estado es imprescindible. No hay opción, es un eje crucial en la lucha contra la desigualdad. Muchas veces se ha dicho que con el Estado no alcanza, pero sin el Estado es directamente imposible. Para los sectores que sufren desigualdad y violencia ya sea de clase, de género o étnico racial, el Estado es un espacio de organización, de garantía de derechos y de transformación de esas situaciones. Por eso siempre hemos apostado por la construcción de un Estado popular, eficaz y transformador. Un Estado puesto en función de los proyectos de vida de sus ciudadanos, no un Estado para reproducir la desigualdad”.

La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA inició una investigación interna y activó el protocolo. En simultáneo se evalúa la situación del docente de Sociología involucrado: Pedro Brieger.

Eduardo Aliverti, a su vez, anunció en su programa Marca de Radio que apartó a Pedro Brieger por las denuncias de acoso sexual: “El repudio es insoslayable. Y ese repudio queda antes de la amistad, queda muchísimo antes que de cualquier espíritu de solidaridad corporativa», dijo. La conductora Luli Trujillo, en C5N, también se solidarizó con las víctimas y exigió una «disculpa pública» del acusado. En las últimas horas en el portal NODAL -Noticias de América Latina y el Caribe-, anunciaron la desvinculación de Pedro Brieger como director de la agencia tras las denuncias de acoso sexual.

Actrices, periodistas y comunicadores se solidarizaron con las víctimas que por muchos años no fueron escuchadas o no pudieron decirlo. Las víctimas están levantando la voz y el acusado está ausente.

Marcha por la reparación histórica a la comunidad trans

Marcha por la reparación histórica a la comunidad trans

En un contexto de desmantelamiento de organismos y despidos de miles de trabajadores, se realizó el noveno reclamo de Reparación Histórica por parte de la comunidad trans.

Pochoclo y maíz pisingallo sobre las baldosas. Alrededor, velas; veinticuatro velas encendidas a pesar de que el viento frío de junio tendía a apagarlas; son velas del color de la bandera trans, celeste y rosa.  Flores margaritas y flores con algunos pétalos violetas formaban un semicírculo. Cuencos sahumadores, sahumerios y hojas de laurel, el humo que completaba la escena. Sobre la reja que bordea la escultura de chapa que recuerda la Carpa Blanca, había más velas, también encendidas. Un cartón y una frase entremedio de los barrotes: “Las travas ya no tenemos miedo”.  Al unísono, se escuchaba el recitado de dos mujeres desde el camión-escenario montado enfrente del Congreso Nacional:

 

“Ofrendas, sabores y abrazos. Ritual insurrecto que crece desde abajo. Sabemos que la muerte es mentira y que el olvido no tiene lugar. Vinimos a invocar a nuestros compañeres que ya no están. Invocamos su fuego, su fuerza, su coraje. Invocamos su valentía y su voluntad de soñar y construir. Invocamos por siempre este orgullo desviado de ser mariposas en un sistema gobernado por gusanos. Ritual insurrecto de sangre efervescente, de mirada rebelde y furia en alto”.

 

En la base de eso que estaba siendo un altar, un collage que de a poco iban componiendo el resto de las integrantes de la Asamblea Desviada del Conurbano Sur. Con las manos enchastradas de cola vinílica, pegaban fotografías de mujeres históricas, desde Maria Elena Walsh y Lohana Berkins, hasta mujeres víctimas de travesticidios. Lineas anchas de color rojo las unían. Previamente, habían quemado con un encendedor los bordes de las imágenes. 

La convocatoría a la Novena Marcha Plurinacional Basta de Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios era a las cuatro de la tarde. A las tres y media ya había movimiento. A cada acto de colgar una bandera en las rejas de Plaza Congreso le seguían abrazos y aplausos. Para las cinco los barrotes ya casi ni se veían.  Mabel, la hermana de Sofía Fernández, estuvo presente y llevaba un cartel: “Walter,  te equivocaste. Yo quería vivir y ellos me arrebataron mi vida y mis sueños”.

 

La autopsia reveló que Sofía, una mujer trans de 39 años que quería ser enfermera, fue torturada, violada, sujetada por más de tres personas y asesinada por asfixia, pero para el Juez Walter Saetton nada tienen que ver los policías bonaerenses que estaban en la comisaría ese 8 de abril de 2023 cuando fue detenida -detención que los agentes no supieron, o no pudieron, o no quisieron, o la Provincia no quiso, explicar. Pero el cuerpo de Sofía habló. “¿Dejaron su cuerpo tirado por más de 24hs y nadie se dio cuenta del estado en que se encontraba?”, rezaba la pancarta que cargaba Marta Campos, militante trava, quien se encontraba al lado de Mabel.

Arriba del camión-escenario Mabel tomó el micrófono. Con largas pausas entre palabra y palabra, a ritmo delicado, pidió justicia por su hermana y la renuncia de Saetton. Su rostro, sin gesto alguno más que los movimientos que se producen al hablar. Su voz, fría y tensa en medio del silencio que se instalaba. Todos la miraban, desconcertados, incómodos, llorosos, esperando que su discurso siguiera avanzando. “¡Fuerza compañera! No estás sola”,  gritó alguien. Aplausos sonaron. Mabel esperó. Suspiró. Y siguió. 

 

– ¡Sofía Fernández! -exclamó una de las compañeras.  

– ¡Presente! -respondió la multitud-, ¡Justicia!-  se la escuchó gritar a Mabel. 

 

Más tarde, Alma Fernández, oriunda de Tucumán, autora e impulsora del Cupo Laboral Travesti Trans y primera empleada trans del Senado de Buenos Aires, desde el escenario vociferaba algunos nombres. El rugido de  “¡Presente!” como separador entre cada historia de vida:  “Zoe García. Sofia Fernández. Tehuel de la Torre. Nadia Echazú. Evelyn Rojas. Melody Barrera”. Solo algunos, porque tan solo en 2023 hubo 133 crímenes de odio por ser trans, travesti, gay y lesbiana, según un informe gestionado por la Defensoría del Pueblo. En 2022 habían sido 129, y en 2021, 120. 

 

Inmediatamente, Alma levantó en el aire la consigna principal de la convocatoria: “Nueve años gritando  basta de travesticidios, transfemicidios y transhomicidios, aprendiendo de que si nos abrazamos el frío no entra. Más de cien personas que entraron por el Cupo fueron despedidas: vamos por cada uno de esos puestos que son realidades que estaban empezando a construir un proyecto de vida”. Y finalizó con la arenga “¡Milei no es Mi Ley! ¡Furia travesti!”. 

 

“Señor, señora / no sea indiferente / se mata a las travestis en la cara de la gente” como uno de los cánticos que continuaron a la intervención de Fernández.

 

La primera Miss Trans argentina, Mónica León, agitaba la bandera del orgullo. En el 2004 fue víctima de trata, secuestrada en México y trasladada a  Europa. No contó cómo escapó, pero sí que entre el 2010 y  2016 hizo tres viajes de incógnito para preservar su vida: “Somos comercializadas como pedazos de carne cruda. Yo denuncio a las mafias sudamericanas trans. Las víctimas llegan a París y se desplazan por toda la comunidad europea”. Monica  habla y sus ojos se le ponen vidriosos, se le anuda la garganta,aguarda, toma fuerza y sigue:”Es una organización criminal muy estructurada que aporta mucho dinero. Mi lucha es contra ese sistema explotador”

Doce horas antes, en la Cámara de Diputados se había aprobado la Ley Base que achica y vacía el Estado. Una nueva ola de despidos en la Secretaría de Derechos Humanos y en el Archivo Nacional de la Memoria. La Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género no quedó exenta: 80% de les trabajadores despedides. Es la destrucción de programas como la Línea 144, Ley Micaela, Asistencia Integral en Femicidios y Travesticidios, entre otros. Una de las despedidas es una compañera trava, sí, en el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+  que se celebra cada 28 de junio en conmemoración de las revueltas del bar de Stonewall, Nueva York, ocurridas en 1969 tras una redada policial.

 

Manu Mireles, cofundadora de la Mocha Celis, explicó el significado del orgullo: “Yo creo que el orgullo es la posibilidad que tenemos las disidencias sexuales de decir ‘acá estamos, acá existimos’. Es, como decía Carlos Jáuregui, una respuesta a una sociedad que nos educa para sentir vergüenza. El orgullo es poder reivindicar el amor, la familia y la ternura en el espacio público”. A su vez, reivindicó el valor gregario: “En este contexto de desmantelamiento de las políticas públicas del Estado Nacional necesitamos más que nunca tener la fuerza de lo comunitario y repensar los espacios políticos desde un espacio de abrazo y contención”. 

 

Las Históricas Argentinas, asociación civil que reúne trans y travestis “viejas”, participaron de la convocatoria. “No podemos marchar por la calle por el protocolo antipiquete de Bullrich. Lo vamos a hacer alrededor de la Plaza.Ya el 24 de mayo con la segunda marcha plurinacional de la Reparación Histórica nos reprimieron”, comentó Azul Hidalgo, una de sus referentes. 

 

A las seis comenzó la ronda de las travas: “Como nos enseñaron y legaron madres y abuelas de Plaza de Mayo. Hoy reivindicamos su lucha y su ronda en este contexto de persecución política y crueldad. No abandonamos nuestros reclamos y seguiremos gritando ¡Justicia!” se leyó en un documento final. 

 

“Quiero pedir por las compañeras muertas de los 80’ y los 90’. Yo soy una de las sobrevivientes. Las viejas todavía estamos y sabemos hablar” -dijo, a la vez que  frenó por un momento el avance de la ronda, Patricia Paladino,  también de Las Históricas, quien se había ubicado adelante de la bandera de arrastre. Alma Fernández le pidió que dijera los nombres de las que ya no están, y así fue: 

 

– ¡Mónica Rámos! – replicó Paladino

– ¡Presente! – contestó la multitud

– ¡“La Bubú”!- continuó Paladino

– ¡Presente!

– ¡Marcela Ibañez!  

– ¡Presente!

– ¡Diana Magalí Muñiz!

– ¡Presente!

– ¡”Vivián”!

– ¡Presente!

 

La ronda avanzó al canto de “Olé, olé / olé, olá / para las travas / reparación / es una deuda que nos debe la nación / olé olé / olé, olá “

 

“A mi me cuesta mucho venir, para mi es un día triste. No sé por qué nosotres no logramos tenerlo como un dia no laborable. La verdad que quiero estar en mi casa y llorar a mis muertas en paz, tranquila. Pero después vengo y veo toda esta juventud movilizada y acompañando, y eso reconforta mucho el alma, te hace ver a la distancia que nada de lo hecho ha sido en vano”, arrojó la histórica Marlen Wayar quien instantes atrás le había devuelto la sonrisa a una nena que estaba usando la bandera trans como capa. Acto seguido, Wayar la invitó a sostener junto a ella el cartel “Vivas nos queremos. Reparación histórica ¡Ya!” 

La batucada de Talleres Batuka había comenzado a sonar cuando la ronda de más de 2000 personas terminaba. La lectura del documento final se acercaba. Más de 30 tambores estaban siendo repiqueteados por una mayoría de mujeres que como podían, en tanto el instrumento limita el movimiento, bailaban al ritmo de sus propios repiques. 

 

“Ante los aberrantes discursos de odio y violencia que no cesan, exigimos justicia por cada una de las personas que ya no están, víctimas de la violencia extrema de la sociedad que hoy son fomentadas desde los voceros públicos del Gobierno Nacional, periodistas y referentes políticos y sociales con discursos de odio, desinformación, descalificación, estigmatización, patologización y adoctrinamiento cis-heteronormativo”, se leyó en el documento realizado conjuntamente por diversas organizaciones. 

 

“Estamos aquí para reivindicar nuestra visibilidad en la sociedad, el derecho a la vida. A la equidad, a la salud, la educación, la vivienda, el ocio, sí, el ocio también, el placer, el amor, el trabajo digno, el respeto por los derechos humanos cada año nos convoca un grito político y federal, ¡basta de matarnos! ¡Basta de matarnos!“, decía también el documento. 

 

«Cuando se siembra odio se cosecha muerte»

«Cuando se siembra odio se cosecha muerte»

A un mes del triple lesbicidio de Barracas, organizaciones LGTB y vecinos marcharon para exigir justicia. Los manifestantes reclamaron que se califique al delito con el agravante de crimen de odio y pidieron una indemnización para la única sobreviviente.

Mientras los niños juegan alegres en los columpios y se tiran del tobogán, en las escalinatas del Monumento al Izamiento de la Bandera de la Plaza Colombia, en el barrio porteño de Barracas yacen carteles pegados que dicen: “Es lesbicidio, el Estado es responsable”, “Justicia por Pamela, Roxana y Andrea” y “Justicia y cuidados para Sofía”. La asamblea de vecinos de Barracas, junto con Lesbianes Autoconvocades, realizaron una manifestación para reclamar justicia a un mes del triple lesbicidio.

El 5 de mayo, en un hotel alojamiento de Barracas, Justo Fernando Barrientos arrojó cuatro bombas molotov a Pamela Cobbas, Mercedes Roxana Figueroa, Sofía Castro Riglos y a Andrea Amarente mientras dormían. Ellas conformaban dos parejas de lesbianas y vivían en la pobreza. Tres de ellas, Pamela, Roxana y Andrea fallecieron como consecuencia de las quemaduras. Mientras que Sofía resultó ser la única sobreviviente.

Los primeros grupos de mujeres se acercaron a la plaza cerca de las 17. Muchas traían sus carteles hechos a mano con consignas como “Basta de crímenes de odio, viva las lesbianas” y “Cuando se siembra odio, se cosecha muerte”. En el centro del parque, mientras sonaba en los parlantes los versos de una canción de Rebeca Lane, Quien dijo que era fácil ser mujer/ Desde pequeñita me hicieron creer/ Que era bonita y si no lo era/ Entonces ya nadie me iba a querer, un grupo de mujeres de descendencia mapuche y quechua realizaron un ritual en honor a la Pachamama y por la memoria de las mujeres fallecidas. Al interior de un círculo hecho con ramas de laurel, iban colocando velas y prendiendo fuego hojas al interior de tazas. “Se trata de la conexión -dijo una de las mujeres mapuche- que viene de lo que es la memoria, la existencia y el período de justicia. Siempre está presente lo terrenal con la Pachamama, cuando partís de tu cuerpo también. La espiritualidad de Pamela, Roxana y Andrea está presente acá, y nos lo van a hacer saber a través de señales, como sueños o por medio de los animalitos que se acercan”.

Alrededor del ritual, se fueron sumando más carteles de las recién llegadas, como uno con la foto de Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo fallecida una semana atrás, con la frase “Madre de todas las luchas” y uno que decía “Juez Rabbione, fue lesbicidio”.

El juzgado Criminal y Correccional Nº 14, a cargo del juez Edmundo Rabionne, procesó a Barrientos por homicidio doblemente agravado, pero no incluyó al crimen como un agravante por odio. En cambio, los que se aplicaron fueron por alevosía y peligro común. Así, se dejó de lado lo expresado en el Inciso 4 del Artículo 80 del Código Penal, que señala el delito específico de crimen de odio para tutelar a grupos especialmente victimizados por su identidad de género y orientación sexual, como el caso de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, travestis, transgéneros, e intersexuales (LGBTI). De este modo, quedó invisibilizado el odio hacia las lesbianas. “Una vez más, el Poder Judicial lleva adelante y representa la voz del patriarcado y de los gobernantes de turno. Esta comunidad viene siendo atacada, golpeada, perseguida y hostigada sobre todo en el gobierno fascista de Javier Milei donde las diversidades hemos sido defenestradas por el nefasto sistema capitalista”, dijo Natalia, una de las mujeres autoconvocadas.

Cerca de las 18 se realizó una acción solidaria, llamada “El Colchonazo”. Cuatro mujeres se acostaron en el piso y se taparon de frazadas. Una de ellas, con un megáfono, gritó: “Que dormir no sea un privilegio heterosexual”. Y el resto allí presente se sumó a repetir la frase. Luego de unos minutos, al finalizar, las mujeres se levantaron y se abrazaron entre ellas con los aplausos de fondo de todas las personas que acudieron.

Luego, mujeres de Lesbianes Autoconvocades, hicieron lectura de un documento sobre lo sucedido. “Mataron a tres lesbianas con dos bombas molotov. Que se enteren todos. Se metieron en nuestra cama para matarnos por lesbianas, sí por lesbianas”, dijo Yesi. Otra de ellas agregó: “Sofía fue la única sobreviviente, para la cual exigimos una vida digna. A ellas las atacaron por ser lesbianas pobres en condiciones precarias creando comunidad entre ellas. Decimos fuerte: el Estado es responsable de los discursos de odio que nos matan”.

Sofía fue dada de alta hace una semana. Actualmente vive en un departamento alquilado gracias a la red solidaria que se tejió desde los movimientos feministas y organizaciones para recibir donaciones, como la Defensoría LGBT y organizaciones como Yo No Fui, No Tan Distintes, y algunas personas de la Asamblea de Barracas. Ella estaba en situación de emergencia habitacional y perdió todas sus posesiones y a la única familia que tenía en el incendio. Con lo recaudado se compraron alimentos, elementos de higiene y limpieza, y ropa, entre otras cosas.

Entre la muchedumbre presente en Plaza Colombia, se asomó Norma, una mujer de 82 años que junto con su pareja fueron las primeras mujeres en casarse. “Yo me quedé sola -dijo- y me cuesta enormemente despertarme y no verla, pero tengo la suerte de que hoy me acompaña su recuerdo”. Norma fue la última oradora que se acercó al micrófono. “La alegría que me da verlos en esta pelea y es que están defendiendo lo más hermoso que tiene el ser humano que es el amor y no el odio y el desprecio que nos tocó vivir a nosotros durante muchos años. Pero que jamás nos rendimos, así que ustedes van a hacer lo mismo, no rendirse nunca”, señaló. Luego, mujeres mapuches brindaron cantos ancestrales y otras hicieron lecturas de poemas.

La concentración en Plaza Colombia cerró con la presencia de Talleres Batuka, que brindó un pequeño show de repercusión bajo el lema “Queremos defender nuestra alegría”, y abrió el paso a todas personas para salir por Montes de Oca y marchar hacia el hotel donde ocurrió el lesbicidio. Bajo el cántico “Fue lesbicidio/ el Estado es responsable” y con los gritos “Pamela, Roxana y Andrea presentes”, las personas se manifestaron por las veredas hasta llegar a la calle Olavarría, donde se encontraba el hotel. “Señor, señora/ no sea indiferente/ se mata a las lesbianas/ en la cara de la gente”, cantaban todas.

Al llegar, muchas mujeres lloraban y se abrazaban entre ellas. Otras continuaban con los cánticos y alzaban bien en alto los carteles que traían. En el primer piso del hotel, salió un hombre a la terraza que gritaba: “Loco, paren. El tipo está preso. Nosotros no tenemos nada que ver”. Y agregó: “Ya pasó”, con un tono de sentencia.

Mientras, desde la calle, los insultos eran múltiples. “A nadie le interesa su opinión. Señor, cállese”, gritaba una chica con megáfono. “Que hijo de puta”, dijo una de las chicas allí presente. “Totalmente”, agregaron varias. Y el vecino, resignado, volvió a entrar a la habitación. En la calle siguieron reclamando justicia.

“Vamos a seguir en las calles, en las plazas y en los tribunales los días de aniversario y los que no, los Días del Orgullo y los días que no. Seguiremos luchando hasta que todas las lesbianas, bisexuales, pansexuales, gays, intersex y la comunidad entera tengamos un lugar donde vivir, un trabajo estable que nos permita vivir dignamente, que todos podamos ser libres y sin miedo”, dijo Clara en diálogo con ANCCOM mientras desconcentraban. “No nos vamos a detener hasta lograrlo. Si tocan a uno respondemos todos. No pasarán Reparación y cuidado para Sofía. Pamela, presente. Roxana, presente. Andrea, presente”, concluyó.

“Asistimos a la crueldad hecha política de Estado”

“Asistimos a la crueldad hecha política de Estado”

Contra el hambre y la violencia de género, contra la Ley de Base y los lesbicidios, contra las políticas de Javier Milei, pero también por un sentido homenaje a Nora Cortiña, una multitud de feministas coronó la concentración frente al Congreso, en el primer Ni Una Menos durante un gobierno libertario.

Un grupo de mujeres ahuyentaba el frío con el golpe de sus tambores. Vestidas con camperas violetas, verdes y negras, contagiaban una vibración energizante. Desde la multitud se hizo paso un hombre que caminaba con un ritmo distinto. De su cuello colgaba una foto con el rostro de una joven, como las que bailaban, Iluminada por el sol y rodeada por flores. Más tarde le contará a una de ellas que es el papá de Natalia Melmann, asesinada en 2001, a sus 14 años, por policías de Miramar. A sus espaldas, se desplegaba la bandera con la exigencia que hace 9 años se transformó en movimiento: “Ni Una Menos”.

Aunque la convocatoria era a las 16:30, ya desde las 15 algunos grupos se instalaron en la Plaza del Congreso. Sobre las rejas y colgados de los gazebos podían leerse los nombres de las víctimas de femicidios que en menos de una década ya superan los 2.500. El registro oficial sólo existe desde 2015, antes el Estado no se hacía responsable ni siquiera de identificar los casos. Su creación fue resultado del reclamo llevado adelante por el primer Ni Una Menos, hasta ese momento “no se hablaba de la violencia de género como algo estructural, más allá de lo privado. Con tres semanas de organización, logramos instalarlo en la opinión pública, en la calle y que el Estado lo reconozca”, recordó Soledad Vallejos, una de las organizadoras de aquel primer Ni Una Menos, consultada por ANCCOM.

Luci Cavallero es socióloga y parte de la organización del encuentro de este año. Desde temprano, caminaba la plaza hablando con los medios y compañeres, luego sería una de las encargadas de leer el documento. Sobre el contexto de la convocatoria subrayó que  “estamos en un momento de retroceso, y tenemos  núcleos de desigualdad estructural que no se han podido modificar como la brecha salarial, o la crisis habitacional que es un gran problema para las mujeres que necesitan salir de situaciones de violencia”.

tCavallero también formó parte de las asambleas previas al encuentro, sobre las que contó que “estuvieron atravesadas por el triple lesbicidio de Barracas, fueron al principio muy dolorosas. Los espacios colectivos son necesarios para contenernos, darnos fuerzas para sostener la lucha. Este Gobierno apunta también a quebrarnos emocionalmente”. 

A su alrededor, las caras de los funcionarios de Milei podían verse retratadas en las pancartas de los manifestantes. Debajo de una caricatura de la agrupación Las Rojas” se leía: “Sandra Pettovello ministra del odio y el hambre”. A ella también le dedicaban su canto las trabajadoras comunitarias de la UTEP. Agrupadas sobre la plaza, del lado de Hipólito Yirigoyen, sostenían las ollas vacías mientras gritaban “Pettovello Pettovello / no te lo decimos más / entregá los alimentos / o los vamos a buscar”. 

“Con hambre y violencia no hay Ni Una Menos” era la consigna que se leía en una bandera violeta. Para Verónica Gago, otra de las organizadoras, “asistimos a la crueldad hecha política de Estado” en relación a la “crisis económica y el corte total de políticas contra las violencias de género”. Entre ellas se encuentra la paralización del plan “Acompañar”, el único que brindaba apoyo económico a las víctimas de violencia de género. Además, otra consigna de la marcha planteó el rechazo a la Ley Bases que dejaría sin jubilación a 9 de cada 10 mujeres por la eliminación de la moratoria.

La organizaciones sociales, sindicatos docentes, estatales, de la salud, aeronáuticas,  jóvenes de colegios secundarios, grupos pequeños de mujeres independientes, grupos travesti-trans, fueron sumándose de a poco y colmando la plaza. Cada vez más personas se acercaban al escenario para esperar la lectura del documento mientras el atardecer prometía una noche helada. 

Debajo de grandes parlantes, se ubicaba firme la foto de Norita Cortiñas con su inconfundible pañuelo blanco. A su lado, resguardadas por un gazcebo, aguardaban  Nina Brugo y Nelly “Pila” Minyersky, históricas referentes que participaron en la Campaña por el Derecho al  Aborto Legal Seguro y Gratuito. Cuando le preguntaron por las razones de su asistencia Nelly dijo que “no podemos quedarnos en casa en este momento. Poder estar y decir es lo que nos ayuda a seguir viviendo. No tengo frío, me abrigan todas ustedes”.

 El silencio en el escenario se rompió con el grito desgarrador de una integrante de la Asamblea de Lesbianas Autoconvocadas: ”Las mataron con dos bombas molotov mientras dormían”. A su lado,  sus compañeras se aferraban a los carteles mientras interpelaban con su mirada a las presentes. Luego continuó: “Exigimos que no nos maten por elegir amarnos entre nosotras, este no es un caso aislado, es un hecho que ocurrió en democracia, en un año en el que el gobierno de Javier Milei  reproduce discursos de odio como plan macabro”.

Hacia el final recordó que “el jueves se cumple un mes de la masacre lesbicida, vamos a movilizar, queremos que estén ahí y nos demuestren que nos acompañan. Justicia por Pamela, Roxana, Andrea y Sofía”.

“Eso no es libertad, eso es odio” cantaba la multitud cuando subieron al escenario las organizadoras para leer el documento consensuado. Cavallero fue quien tomó la palabra primero y sintetizó las demandas: “La violencia del gobierno de Milei es social, es económica y es política,  ante eso respondemos, seguimos en las calles y movilizadas. Vivas, libres  y desendeudades nos queremos”. 

Para cerrar el acto pasó al frente Sabrina, integrante de Hijos: “Esta plaza de lucha feminista despide a Norita la madre que enfrentó a los genocidas, obrera, piquetera, madre de las grandes luchas y de las pequeñas, las que el poder oculta y las de repercusión mediática. La madre que nos enalteció con su presencia, su  palabra, su pañuelo blanco, verde y multicolor. Continuamos el reclamo por la apertura de los archivos del 74 al 83.”

Mil razones para una marcha

Mil razones para una marcha

Jubiladas, docentes, trabajadoras sexuales, cocineras de comedores populares, estudiantes, lesbianas y niñas, entre muchas otras, marcharon en la 9ª edición del Niunamenos. Acá te cuentan por qué se movilizaron.

Hoy se cumplen 9 años desde que la consigna “Ni Una Menos” se usó por primera vez como respuesta al aumento de las violencias contra las mujeres y su consecuencia más fatal: los femicidios. Este año no es la excepción. Desde el colectivo Ni Una Menos, se convocó a marchar desde las 16:30 de este lunes al Congreso. ¿Por qué marchamos esta vez?.

Ana María Tapia y Nancy Yural, de jubilados insurgentes.

“No quisiéramos ser la última generación de jubiladas. Queremos que nuestras hijas y nietas también se puedan jubilar. Esta es una ley que ataca fundamentalmente a las trabajadoras”, afirma Nancy Yural. Agrega Ana María Tapia: “Este gobierno nos quita lo esencial: la moratoria. Vamos a quedar 9 de cada 10 mujeres sin jubilarse”.

Maria La Emperatriz, trabajadora sexual.

“Estamos acá por las cosas que están pasando, están vendiendo Argentina. Además, nos están matando a todos: no alcanza para vivir ni para comer y todos los días asesinan a una chica”..

Andrea Gallo, cocinera para chicos en barrios populares e integrante de la UTEP y Barrios de Pie.

“No están entregando mercadería para los chicos que tienen hambre, vienen a buscar al merendero y no tenemos para darles. Ahora tres veces por semana se está haciendo el merendero, pero con ayuda de los vecinos y nuestra, porque sí o sí los chicos tienen que comer”. 

Jesi Hernández, integrante de la Organización de Lesbianas Autoconvocadas por la Masacre de Barracas.

“En este momento me trae esta masacre. Se me revuelve el estómago de solo pensar que nuestras vidas no valen nada. Pienso en estas cuatro compañeras que fueron prendidas fuego mientras dormían. Pienso en el privilegio de lo que es dormir, darse la mano, darse un beso por la calle. Todo eso en un contexto actual, donde tenemos un INADI desmantelado y no tenemos un Ministerio de Género y Diversidades, donde tenemos discursos de odio que no cesan. Tenemos un amigo del presidente que dice que somos insanos, que somos personas que no somos naturales. Estos discursos de odio no son gratuitos: se llevan la vida de las personas que formamos parte del colectivo LGBT y eso no puede suceder”.

Bianca Levato, 16 años, referenta del centro de estudiantes de Lenguas Vivas.

“Venimos acá con las pibas para defender nuestros derechos. Estamos todos los días en el colegio expresandonos con mucha libertad, no queríamos dejar de salir a la calle. Sabemos la importancia de lo que fue la marea verde en el 2018. Por las futuras generaciones y también por los que estuvieron antes y conquistaron lo que hoy disfrutamos nosotras”.

Virginia Silveira, cofundadora de la Asociación Civil Mocha Celis

“Nos convoca visibilizar a nuestras compañeras que fueron asesinadas. También porque los discursos de odio matan y el presidente sigue refiriéndose a nuestras identidades con discursos de odio tremendos. Nuestras compañeras la están pasando mal por esos discursos de odio. Porque no es solamente lo que el presidente dice, sino lo que la gente toma de eso para hacernos cosas en las calles”.

Jaqueline, junto a su hija Pilar de 5 años

Jacqueline se encuentra junto a su hija que dibuja en el piso, en la hoja dice “no hay que crecer con miedo” escrito con lápices de colores. Cuenta Jaqueline: “Vengo siempre. Es la tercera vez que la traigo a ella. Vengo para que crezca en un mundo y en una Argentina mejor, más libre”.

Alicia, docente jubilada, participante del grupo Bordadoras por la Memoria.

“Armamos un grupo de bordadoras por la memoria para el 24 de marzo. Se nos ocurrió bordar y expresar nuestro deseo de que la memoria siga vigente. Y a partir de ahí empezamos a bordar un proyecto diferente cada mes. Parte de lo que venimos bordando son docentes víctimas de femicidios. Bordarlas implica hacerles memoria”.

Mora de 9 años

Está en el piso pintando. Uno de los carteles dice “ni una menos”, en otro dibujó la cara de Milei lleno de moscas y lo acompaña escrito “Milei basura”. Dice: “Vine primero, porque mi mamá me quería traer, segundo para hacer justicia.”