Presentan un proyecto para declarar monumento histórico a la Parroquia San Patricio

Presentan un proyecto para declarar monumento histórico a la Parroquia San Patricio

En ella se perpetró la masacre de cinco religiosos de la comunidad palotina a manos de represores de la última dictadura militar. El lunes ingresa la iniciativa al Congreso.

Este lunes se presentará en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación un proyecto de ley para declarar Monumento Histórico Nacional a la parroquia San Patricio de Belgrano, donde se perpetró la masacre de cinco religiosos de la comunidad palotina a manos de represores de la última dictadura militar. El proyecto es impulsado por los diputados Eduardo Valdés, Sabrina Selva y Ricardo Herrera.

El 4 de julio de 1976, un grupo de represores ingresó a la parroquia y asesinó a los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Dufau y a los seminaristas Salvador Barbeito Doval y Emilio Barletti. Además, colocaron alrededor de los cadáveres una imagen de Mafalda señalando el “palito de abollar ideologías” de un policía, y escribieron en las paredes del templo: “Estos zurdos murieron por ser adoctrinadores de mentes vírgenes” y “Por los camaradas dinamitados en Seguridad Federal. Venceremos. Viva la Patria”.

El proyecto para preservar el patrimonio cultural de la parroquia es una iniciativa conjunta impulsada desde al año pasado por Eduardo Valdés, Mónica Capano, quien hasta hace poco fue presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos (CNMMLH), el fundador de Palotinos por la Verdad, Memoria y Justicia, Ramiro Varela, y por el párroco a cargo de San Patricio, Juan Sebastían Velasco. Este año, a través de un decreto del gobierno nacional, la CNMMLH dejó de ser un ente autárquico y se trasladó a la Secretaría de Cultura, donde funciona como unidad organizativa.

Varela, en conversación con ANCCOM, expresa sus expectativas respecto a la aprobación del proyecto, al tratarse de un sitio con una fuerte carga simbólica: “Es el lugar donde aconteció el mayor atentado contra la Iglesia Católica argentina, uno de los crímenes más emblemáticos del terrorismo de Estado y sus víctimas son cinco religiosos que están en proceso de canonización a partir de una causa canónica que inició el Papa Francisco en 2005, cuando todavía era Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires. La realidad es que los requisitos para que la parroquia reciba esta declaración están más que dados y más que fundamentados”.

La propuesta impulsada por Valdés es una forma de anclar la memoria al espacio público, pero también de mantener en la agenda la causa canónica y penal, dando cuenta del “evidente valor histórico que adquiere el complejo arquitectónico integrado por la parroquia San Patricio del barrio de Belgrano, su templo y su instituto parroquial, como así también la necesidad de que el Estado nacional garantice su debida protección patrimonial”.

Sin embargo, Varela reconoce las dificultades frente a un gobierno desinteresado por los derechos humanos y la proliferación de discursos negacionistas: “El contexto es difícil y no ayuda en absoluto, es sumamente adverso. Hoy es de público conocimiento el vaciamiento de políticas de Memoria, Verdad y Justicia por el Estado nacional, un ejemplo claro de ello es la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos a Subsecretaría y el despido en masa de los trabajadores que formaban parte de ella. Es muy adverso el panorama en todo sentido, pero no por ello vamos a claudicar nuestro reclamo de justicia, la búsqueda de la verdad y la construcción de la memoria”.

A 49 años de la masacre, la causa judicial sigue abierta. A lo largo del tiempo, se impulsaron diversas iniciativas en el espacio público para mantener presente el recuerdo de los cinco religiosos asesinados y reforzar el reclamo de justicia. Entre ellas se destacan la declaración de la parroquia como patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires por parte de la Legislatura porteña, el agregado de la denominación “Mártires Palotinos” a la estación Echeverría del Subte B, y la colocación de baldosas conmemorativas en la vereda del templo.

En la víspera del aniversario, Varela y el abogado Pablo Llonto presentaron un escrito para pedir que se cite a declarar a los funcionarios judiciales y policiales que encubrieron los asesinatos. Señalan especialmente al primer juez de la causa, Guillermo Rivarola, y a los efectivos de la Comisaría 37, que en ese momento estaba a cargo del oficial ayudante Miguel Ángel Romano, acusado de haber liberado la zona para que pudiera cometerse la masacre. Actualmente, la causa está en manos del juez Daniel Rafecas, quien la investiga como parte de los crímenes cometidos por Coordinación Federal, dentro de la Megacausa del Primer Cuerpo del Ejército.

Respecto al escrito, Varela afirma: “A partir de esta presentación que acabamos de efectuar esperamos que el juzgado actúe con celeridad y prontamente, y finalmente estas personas sobre las cuales estamos haciendo el pedido sean llamadas a indagatoria para que respondan por su responsabilidad en lo que tiene que ver con el hecho.”

Por el 49° aniversario de la masacre de San Patricio se llevarán a cabo una serie de actividades que incluyen la colocación de una baldosa en memoria de Alfredo Kelly en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en Suipacha, y una misa presidida por Monseñor Alejandro Pardo en la Parroquia San Patricio, hoy desde las 19:30. Además, el sábado a las 17 se realizará una función especial de la obra El crimen de San Patricio, de Elba Degrossi en la Casa por la Identidad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos ex ESMA, con entrada libre y gratuita. La jornada culmina el lunes a las 18 con la presentación del proyecto de ley en el auditorio de la Cámara de Diputados.

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Los datos los recopiló la ONG Proyecto 7, que el pasado fin de semana realizó un nuevo censo de las personas sin techo de la ciudad. Estiman un notable aumento de personas en esta condición.

La asociación civil enfocada en problemáticas de la vivienda Proyecto 7 realizó el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El estudio se desarrolló en toda la ciudad a las puertas de la que sería, al menos hasta el momento, la semana más fría del año. En paralelo, la organización continúa con desayunos y ollas populares en Plaza Constitución y Once.

Horacio Ávila, fundador y referente de Proyecto 7, en diálogo con ANCCOM contó: “Fueron tres días consecutivos trabajando en conjunto con 800 voluntarios. Fue difícil por el frío, por las situaciones muy tristes con las que nos encontramos. Llevamos infusiones calientes y frazadas. Hay muchas abuelas y abuelos, muchas familias y pibes”.

Según esta organización, la cantidad de personas que habitan la calle no deja de crecer. Eso se pone de manifiesto cuando se compara la cantidad de lugares a donde pueden recurrir por un plato de comida caliente, por un espacio donde dormir. En 2019 había 26 dispositivos en CABA, en la actualidad 48. Desde el Gobierno de la Ciudad manifiestan públicamente que ellos tienen espacios pero que las personas prefieren estar en la calle, que no quieren ir porque hay horarios que cumplir.

Pero, por otro lado, cuando los vecinos de la ciudad llaman al 108, Línea de Atención Social Inmediata, para denunciar que una persona está en situación de calle y necesita asistencia, la respuesta es que no hay vacantes. Entonces, ¿preferencia o desidia del Estado? 

También hay problemas particulares. Por ejemplo, muchas familias que están en la calle no tienen espacio porque hay sólo dos dispositivos gubernamentales que pueden albergarlas. El resto son sólo para hombres o para mujeres y niños. Además, no son aptas las mascotas ni tienen lugar para dejar los carros que utilizan para cartonear.

A la espera de las cifras, Ávila estimó que, en relación al Censo que realizaron en 2019, “debemos tener por lo menos un 50 por ciento más de personas en situación de calle”. En ese entonces se contabilizaron 7251 personas. Esperan tener los datos para la semana entrante, cuando realizarán una conferencia de prensa para comunicar otras acciones.

La semana que inició con ola polar ya dejó el saldo de dos personas fallecidas por el frío. Las cifras arrojan que el invierno pasado murieron 11 personas en situación de calle en Capital Federal y 28 en todo el país. En los diez días que van de este invierno ya se contabilizan nueve fallecidos. En CABA son tres, dos en Mendoza, uno en Misiones, uno en Gral. Roca, uno en Santa Fe y otro en Mar del Plata.

Justamente en este distrito de la costa los vecinos denunciaron a las cuadrillas que responden a la intendencia de Guillermo Montenegro y que monitorean la calle, porque corren a las personas y les quitan lo poco que tienen. Al respecto, Ávila manifestó que “hay una impunidad y ausencia del Estado generalizada”. Recordó que Montenegro “fue el ideólogo de la UCEP”, la Unidad de Control del Espacio Público que monitoreaba las calles de CABA con prácticas ilegales, denunciada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, y agregó que “está copiando lo mismo en Mar del Plata y lo postea y repostea en sus redes sociales ufanándose de que está limpiando la ciudad”.

 

Manta corta

A los excluidos del mapa el invierno los encuentra surfeando a la muerte. Mientras tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello retiene 75 mil frazadas en los famosos depósitos de alimentos. El referente de Proyecto 7 asegura: “Hicimos un amparo y no tuvimos respuesta del Ministerio”. Y agrega que “es una provocación intencional, que cada vez haya más pobreza y más personas en la calle, es un contexto de violación de derechos, no sólo del gobierno de Jorge Macri, de Montenegro, sino que es a nivel nacional”.

Las organizaciones estiman que hay por lo menos cuatro generaciones en situación de calle. A los desayunos y ollas que realiza Proyecto 7 cada vez recurren más personas. “El lunes hicimos 10 ollas, que cada vez cuestan más, y en menos de una hora nos quedamos sin nada. Es muy triste ver que vas con una cantidad y que no alcanza”, se lamenta Ávila.

Desde esta organización también apelan a la solidaridad: “Antes de salir, para lo que sea, mirá bien, fíjate, revolvé, buscá, esa campera que tiene un poquito gastado el puño y ya no usas, esas bufandas que ni sabías que estaban…ponelos en la mochila, en el bolso… llevalo con vos, a alguien vas a cruzar, cuando se lo des míralas a los ojos, tomate ese segundo, vas a ver ese dolor, esa angustia y esas lágrimas contenidas que se niegan a salir porque si salen se congelan y convierten  en perlitas de cristal, no lo pensés, ¡hacelo!”, versa uno de los comunicados de la organización.

Cada vez hay más personas en la calle pidiendo alimentos, plata, tratando de juntar para alimentarse y refugiarse del frío. Una pieza de 2×2 con baño y cocina compartida sale 400 mil pesos por mes. ¿Quién puede en este contexto? La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir.

¿Por qué si la inflación baja el salario cada vez alcanza para menos cosas?

¿Por qué si la inflación baja el salario cada vez alcanza para menos cosas?

La demora de la actualización de la fórmula de medición del IPC hace que no se tomen en cuenta nuevos consumos, como las plataformas, y estén subvaluados otros, como las tarifas servicios, que subieron muchos más que, por ejemplo, los alimentos.

El índice de precios al consumidor (IPC) volvió a bajar en mayo. El mes pasado la inflación fue del 1,5%, manteniendo la tendencia a la baja de abril. Pero, a su vez, el salario real registrado ha caído un 6,02% según el INDEC y el poder adquisitivo del salario mínimo se desplomó un 32% desde noviembre del 2023. En este contexto, acechan dudas sobre el dato que difunde mes a mes el instituto estadístico. ANCCOM dialogó con especialistas para entender que tanto asidero tiene esta sospecha y si hay un desfase entre el dato y la realidad.

 

Ponderación desactualizada

El cálculo del IPC se basa en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo), que desagrega qué porcentaje de los ingresos se destinan a determinados bienes y servicios. La misma contribuye al desarrollo de la canasta básica que se utiliza para calcular la inflación. La utilizada actualmente data del periodo 2004-2005.

Según Haroldo Montagu, exsecretario de Política Económica y docente de la Universidad Nacional de Moreno, la antigüedad de la encuesta genera que “haya gastos que no están contemplados con el peso que la sociedad le asigna actualmente”. En ese sentido, señala que “el peso de los servicios ha crecido 10 puntos porcentuales más en relación a los bienes y hoy la canasta que mide el INDEC tiene mayor ponderación en bienes”.

Esto no determina, de todos modos, que la inflación esté mal medida. Para Montagu, “no es que haya algo sospechoso, sino que la ENGHo utilizada está simplemente desactualizada”. Reforzando este punto, Esteban Rafele, periodista especializado en economía, concluye que “no es que hay mucha más inflación y se oculta debajo de la alfombra. Lo que puede ocurrir es que, si se renueva la ENGHo, como pesan más los servicios la inflación debería ser un poco mayor”.

La ENGHo de Macri

El dato de color es que ya se realizó un trabajo de actualización de la ENGHo durante el gobierno de Mauricio Macri. Rafele destaca que “hubo consenso en que fue un trabajo bien hecho. Lo que pasa ahora es que el gobierno viene demorando la actualización”.

Montagu asegura que “esto es muy llamativo y acá surgen los cuestionamientos al índice. La información está. Podrían, incluso, actualizarla nuevamente. Por ejemplo, la Dirección Estadística de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una canasta de consumo del año 2021”.

A propósito de esto, Rafele señala el ejemplo del gasto en plataformas, el cual es mucho mayor y más significativo que hace 10 años. “Esas cosas ya las perdés de vista pero mientras más se demore más va a ser el desfase”, señala.

Por su parte, Franciasco Mascitelli Massa, economista del CEPA, asegura que “actualmente estamos manejando ponderadores que están perdiendo precisión cada vez más por cómo están aumentando los precios. El tema no es que la inflación esté o no bajando, sino dónde está bajando y cuánto”. En ese sentido, subraya que “el sendero de desinflación está reflejado pero está decreciendo en exactitud”.

Las consecuencias

Esta subestimación del dato termina afectando la puja distributiva. Montagu resalta que “si se hubiese actualizado la canasta, la inflación en el año 2024 hubiese sido 16 puntos mayor a la que fue”. Es por esto que “cualquier precio o salario que se actualice con el IPC se actualiza con un valor que tal vez no refleje los patrones actuales de consumo. Esto abre las dudas con respecto a las subas de los salarios de los trabajadores, los jubilados, las AUH y todos los ingresos que se reformulen según este porcentaje”.

“Convalidar una inflación mayor atentaría contra la política de no homologar paritarias”, destaca Rafele, recordando que el Ministerio de Economía no homologó la paritaria del Sindicato del Comercio, cuando la inflación de dicho periodo fue del 3,7% y el aumento del 1,7%. “Si el porcentaje es mayor, los salarios deberían subir más para no perder terreno en un momento en donde el gobierno quiere pisarlos. La discusión por el ingreso sería otra, estaría un escalón más arriba”, remarca.

“Si vos ves el promedio del salario privado registrado y lo refractás por inflación da que está apenas por encima de lo que era en noviembre de 2023. Si a ese dato lo reponderás con la ENGHo actualizada, son casi 10 puntos de caída del poder adquisitivo que no se van a recuperar”, observa por su parte Mascitelli Massa.

Los porqué

El propio Marco Lavagna, director del INDEC, declaró a fines de abril que se está trabajando en la aplicación de la ENGHo del 2017-2018. De todos modos, no se avanzó hasta ahora en ese sentido. Mascitelli Massa recuerda que incluso el FMI ya señaló que el porcentaje estaba mal ponderado y debería actualizarse.

En este contexto y tras las declaraciones de Lavagna, la autarquía del instituto sufre serias dudas. Según Rafele, “ya hubo más de 12 meses de prueba, hay un registro bien acabado de cómo debería ser el empalme y se testeó todo lo que se tenía que testear”. En ese sentido, advierte: “Por lo que hablo yo con los técnicos (del INDEC), está todo listo para que, cuando el gobierno o el organismo dispongan, se empiece a comunicar el nuevo índice actualizado. Cuando consulto en fuentes oficiales, me responden que todavía falta terminar de cerrarlo”.

En consecuencia, opina que el principal motor del gobierno para dilatar la actualización es consolidar el sendero desinflacionario. “Cuando esté en un punto y medio estable, hacer el salto sería más sencillo, sobre todo porque el salto fuerte en los servicios ya ocurrió a principios del año pasado. Y si le sumamos otra arista, están esperando a que pasen las elecciones. Entiendo que es una decisión política más que técnica”, subraya.

Mucha alegría para combatir tanta crueldad

Mucha alegría para combatir tanta crueldad

Una nueva Marcha del Orgullo se desarrolló en el Congreso, pero sobre las veredas porque el protocolo de Bullrich impidió la colocación de un escenario en la calle. A diez años del asesinato de la referenta Diana Sacayán, el colectivo LGTBIQ+ se congregó para seguir exigiendo vivir con dignidad.

Hace 56 años ocurrían las revueltas de Stonewall de 1969, donde un grupo de personas LGBTIQ+ se rebeló contra la policía en Estados Unidos. Desde ese día, cada 28 de junio se rememora este acontecimiento con distintas movilizaciones en diferentes partes del mundo que demuestran que el orgullo es revolución.

La tarde del sábado, un arco iris iluminó el Congreso, poco a poco se empezó a colmar la plaza que daba la bienvenida a todos los manifestantes. El comienzo sufrió algunas complicaciones ya que los agentes de urbanidad le prohibieron a la asociación organizadora armar un escenario para poder dar los discursos y hacer las presentaciones.

Pese a estos contratiempos, se pudieron desplegar sobre la vereda los altavoces, las luces y los micrófonos, y al rato un DJ puso a muchos a bailar al ritmo de la electrónica, cimentando así el ambiente que se potenciaría más tarde.

Yarali Nescano, activista trans analizó en diálogo con ANCCOM, las problemáticas que enfrenta el colectivo en la actualidad: “Seguimos reivindicando la reparación histórica, porque las compañeras adultas mayores de nuestro colectivo no tienen ni siquiera una jubilación mínima, viven con lo que pueden y algunas todavía se siguen parando en las esquinas”.

La Ley de Reparación Histórica, es un reclamo del sector desde hace muchos años para las adultas mayores sobrevivientes de más de 50 años que fueron perseguidas, no sólo en la dictadura, sino posdictadura a través de los edictos contravencionales. “Se trata de un reconocimiento no sólo económico, sino también simbólico a la persecución sistemática de un Estado cruel y violento contra nuestras identidades, contra nuestras existencias y contra nuestras vidas”, explicó Yarali.

Según la publicación Análisis de 12 sentencias a 10 años de de la Ley de Identidad de Género de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, solo una de cada dos sentencias por homicidios de mujeres trans o travestis fueron calificadas con encuadres jurídicos susceptibles de visibilizar la particularidad de las violencias por motivos de género y prejuicio contra la identidad trans/travesti. En correspondencia con esto, María Rachid, exlegisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dialogó con Anccom y explicó: “Hay mucha resistencia por parte de la justicia para aplicar estos agravantes, los jueces en general no consideran la motivación del odio hacia la orientación sexual, identidad de género y de expresión al incluir los agravantes, falta capacitación, protocolos que le den perspectiva de diversidad a los crímenes de odio”.

Por otro lado, un conjunto de organizaciones activistas por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ crearon un observatorio de crímenes de odio. En su informe sobre lo ocurrido en 2024 resalta la problemática que se encuentra a la hora del registro de los casos, ya que hay un subregistro considerable. No a todas las personas trans que son asesinadas se las registra como tales, y no todos los crímenes de odio de lesbianas, gay, bisexuales y de personas de identidades no hegemónicas se visibilizan como tales; sino que por el contrario, en muchos casos, se oculta la orientación sexual y la pertenencia a esta comunidad.

La marcha se caracterizó por denunciar a través de manifestaciones artísticas la realidad que atraviesa el colectivo: bailarines y cantantes tuvieron su momento en el escenario. El folklore fue protagonista de la velada, y al ritmo del chamamé y la chacarera muches se animaron a bailar y los que no, alentaban con las palmas y zapucays.

Cari Perotti, cantante de folclore, habló con ANCCOM sobre el cruce entre la música y la militancia: “No concibo la música sin militancia, siento que tenemos que estar presentes, hoy más que nunca, en las calles y a través del arte, porque el arte es transmisión de emociones, y en este caso, con los tiempos que corren, y con tanto discurso de odio hacia la comunidad, siento que es necesario también transmitir un poco de alegría. Creo fuertemente que estas son las pequeñas revoluciones y sin alegría no es posible, y menos trascender estos tiempos que corren”.

Otra presentación destacada fue la de el grupo Invisibles que busca transformar los conceptos arcaicos del folclore más relacionados a la tradición heteronormativa y los lleva hacia un lugar que contemple la diversidad, además de ser un espacio de denuncia social. La canción que presentaron en el festival que se armó en la marcha: “Del poder sos el gatito mimoso/ Les jubilades son tantos, entre comer o remedio/ Y vos golpeando y vetando”. .

“Yo nombraba a quienes sabía que ya no estaban en el país”

“Yo nombraba a quienes sabía que ya no estaban en el país”

Un sobreviviente de la Brigada Aérea de El Palomar y la hija de una secuestrada en la Mansión Seré que logró salir con vida de allí declararon en una nueva audiencia del juicio que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en el circuito represivo del oeste bonaerense.

“Esta clase de vivencias no podían ser habladas con nadie en aquellos años. Los efectos están a la vista. Los recuerdos me conmueven como si los hubiera vivido ayer”, relató Daniel Ricardo Diulio, sobre las consecuencias de haber sobrevivido al cautiverio en la Brigada Aérea de El Palomar. La vigésimo quinta audiencia de debate por la megacausa Mansión Seré IV y RIBA II, se desarrolló de manera dinámica y rápida, con apenas hora y media de duración.

El primer declarante, Daniel Diulio, participó anteriormente en la instrucción realizada por el Juez Daniel Rafecas. En aquella oportunidad reconoció fotográficamente al imputado de esta causa José Juan Zyska, excabo 1° de la brigada donde estuvo detenido. En la declaración que fue leída durante esta audiencia, Diulio había encontrado similitud entre una fotografía de Zyska por “el corte de la cara, el bigote, y las cejas”, con los rasgos del guardia “que tenía más rango que el resto” y se apodaba El Puma”.

Juan Carlos Rubic, a quien identificó en dicha instrucción como “Capitán Roberts”, fue quien les aseguró que estaban detenidos en la ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada). “Yo me quedé con eso hasta que en mi primera declaración ante la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) describí el espacio donde estuve detenido. Un especialista determinó que el croquis armado con mis descripciones no tenía coincidencias con la ESMA. Al tiempo me volvieron a llamar, porque el croquis armado con las declaraciones de otra detenida coincidían en espejo con el mío”, relató el testigo sobre el momento en que conoció que sus 15 días de secuestro fueron en la  Brigada Aérea de El Palomar. Tomó sentido así un paño que había visto colgado durante el cautiverio y que le llamó mucho la atención, con la inscripción Fuerza Aérea Argentina.

Diulio relató, además, que fue el mismo genocida quien les explicó que estaban allí porque los “había marcado” Daniel Darío Palomeque. “El Capitán Roberts, a cara descubierta, nos dijo que Daniel era irrecuperable para la sociedad y que lo iban a matar. En cambio, a nosotros como no teníamos nada que ver, nos iban a liberar. A Daniel lo conocía del comedor universitario, había estado viviendo en mi casa un tiempo, y alternativamente en casa de otros compañeros”. El testigo dijo intuir que “aunque nos dijeron que nos liberaron por no estar involucrados con los hechos que ellos consideraban delictivos, estimo que lo nuestro fue en realidad una juntada de gente al boleo, que coincidimos en que Daniel Palomeque nos conocía”, ya que él no reconoció a ninguno de sus compañeros de cautiverio que eran “no menos de 5 o 6 en la habitación”.

Cuando se presentaron en su domicilio de La Plata, ciudad donde estudiaba Medicina, “golpearon la puerta diciendo ser Daniel. Eran más de las 10 de la noche y, como me demoré en abrir, comenzaron a golpear y dar patadas a la puerta hasta que entró un grupo de personas. Me ataron las manos, taparon los ojos y me subieron a la caja de una camioneta. Me hicieron marcar la casa de una compañera de estudios, que por suerte no estaba esa noche. Siguieron con un recorrido de largo rato, dando varias vueltas y subiendo gente a la caja del vehículo”, relató Diulio sobre el momento del secuestro. El suceso fue en el mes de septiembre de 1978, tiempo en el cual declaró no tener militancia. Sin embargo, mencionó que hasta 1974 participó en la FURN (Federación Universitaria de la Revolución Nacional), “una organización universitaria peronista. Fui militante de superficie, es decir, no colaboré dentro de organizaciones armadas. Cuando se formó la JUP (Juventud Peronista), me aparté”.

El sobreviviente relató que durante los interrogatorios, “me preguntaron por mi filiación política. Para no comprometer mi situación dije que era un estudiante de familia radical. Pero una voz detrás mío me dijo que no mienta, que había participado en una marcha cuando Juan Domingo Perón había vuelto a la Argentina y que era de la Juventud Peronista. Como les había mentido me comenzaron a golpear y pegar. Yo no conocía a esa persona, pero claramente ella sabía sobre mí”. De la habitación con colchones en el piso que compartían con compañeros de cautiverio, era trasladado a otra donde se hacían las sesiones de tortura. Sobre estas, recordó que “me hacían acostar sobre un elástico y desvestir. Me ponían la picana eléctrica en todo el cuerpo mientras me preguntaban por gente y me pedían que diera nombres. Yo nombraba a quienes sabía que ya no estaban en el país”.

La segunda declaración de la jornada fue la de Adriana Beatriz Basualdo, testigo del secuestro de su madre Juana Elsa Ulloa, ocurrido el 13 de abril de 1977 en el domicilio de su familia en Ituzaingó. A la vivienda ingresó un grupo de personas “encapuchadas y vestidas de negro, que mataron a nuestros perros. A mis hermanos mayores y a mi padre los golpearon, a mi madre la encerraron en el baño. Mi hermano menor y yo fuimos apartados en otra habitación en la que nos apuntaban a la cabeza con ametralladoras. Sobre mi cama pusieron un bolso lleno de granadas y armas. Yo pedía por mi mamá y recuerdo que un hombre de ojos celestes me dijo que no le iba a pasar nada. Se la llevaron en el baúl de un Ford Falcon después de romper y dar vuelta toda la casa”, explicó la testigo que tenía 12 años al momento de los hechos.

Luego continúo la declaración, ya no con lo que vio en primera persona y la convierte también en sobreviviente, sino a partir de los relatos de su madre sobre lo vivido en el centro clandestino de detención. “A mi mamá la violaron y le lastimaron todo el cuerpo. La interrogaban constantemente y la torturaban con picana eléctrica, principalmente en sus partes íntimas. Incluso hacían simulacros de que la iban a matar. Ella me contó que escuchaba a otras personas detenidas pero que nunca las vio. Recordaba particularmente a una señora que trabaja en un banco y que estaba embarazada. Escuchó cómo a esa mujer le decían ‘¿te sentís más liviana ahora que te sacamos el guacho?’. Mi padre había hecho una denuncia sobre la desaparición de mi madre, pero se la rompieron en la cara. A través de un amigo de la familia supimos que ella estuvo en Mansión Seré.” Aunque fue liberada luego de un mes, “nuestra familia se sintió siempre vigilada”, dijo Basualdo. Juana Ulloa, en aquella época, trabajaba en la Escuela Primaria N°113, “haciendo la comida para los chicos. Conocía y tenía algunos amigos que militaban. Pero no era su actividad”.

Como ya ha sucedido en audiencias pasadas, la Defensa objetó la incorporación de las declaraciones previas de la testigo. Por ello, Manuel Castro, el abogado defensor privado de José Juan Zyska y Ernesto Rafael Lynch, comenzó el interrogatorio de Basualdo preguntándole si se consideraba víctima de la última dictadura militar y pidiendo detalles sobre las secuelas del secuestro, la vigilancia y las “visitas” posteriores. Esta actitud de los abogados defensores fue una constante a lo largo de las audiencias: intervenir elevando el tono de voz, tutear a los sobrevivientes y hasta confundir sus nombres. Ya ha sucedido en este juicio que en la misma audiencia, como en esta, coinciden testimonios relatados por primera vez junto a otros que deben volver a revivir el dolor para ser oídos por defensores de bufetes privados cuya estrategia pareciera ser revictimizar y extender al infinito el proceso judicial que involucra a sus clientes alejando a los sobrevivientes de la justicia y la verdad.

***

Finalizadas las dos declaraciones, la próxima audiencia de este juicio quedó programada para el 8 de julio a las 12 horas.

“La película termina cuando empiezan las preguntas”

“La película termina cuando empiezan las preguntas”

Valentina Bassi protagonizó, junto a su hijo Lisandro Rosell, “Presente continuo” una mezcla de ficción-documental donde la actuación se confunde con la realidad. Dirigida y filmada por su exmarido Ulises Rosell, la película muestra cómo es el cotidiano de una madre con su hijo de 17 años que tiene autismo.

Desde una narrativa sencilla pero cautivante, Presente continuo entremezcla tensiones sociales, figuras maternas, soledades compartidas e interacciones únicas. Sin buscarlo, ganó en el BAFICI el premio otorgado por el voto del público, y se convirtió en un punto de apoyo y representación para familias que tienen niños y adolescentes con discapacidad.

“Muchas mamás con hijos con discapacidad me escriben que sienten alivio al verla; creo que se ven espejadas. Para eso sirve el arte, como espejo. Y personas que no tienen ni idea de lo que es el autismo se meten en un mundo que no conocían. Estoy segura de que si mañana se cruzan en el colectivo con alguien con autismo, no les va a ser tan ajeno, y ahí sirve para una integración. Esta peli es una ventanita a un mundo que no se conoce”, declara con una sonrisa Valentina Bass, protagonista de la película junto con su hijo Lisandro Rosell.

En un contexto de crisis política y económica, donde servicios y prestaciones por discapacidad están en riesgo y el gobierno de La Libertad Avanza ya anunció que vetaría la Ley de Emergencia en Discapacidad, en el caso de ser aprobada, esta película viene a plasmar el otro lado de la moneda, una historia de tantas que se ven perjudicadas cuando la salud y el acompañamiento público decae.

“La idea de un país medio desmoronándose y nosotros yendo de un lugar a otro con un chico diferente… teníamos ganas de que esté. Ulises filma el cotidiano, y en el cotidiano estaba eso. Encima filmamos el año pasado. Ahora está muchísimo peor, la emergencia en discapacidad está colapsando como nunca pasó”.

Para Bassi, una actriz con amplia trayectoria en cine, teatro y televisión, el estreno de Presente continuo fue el que más nervios le hizo pasar. Es una producción que expone su intimidad y la de su hijo, lo cual no da lugar a una mirada objetiva. La incertidumbre sobre las reacciones del público era total. Tampoco sabía si Lisandro disfrutaría de verse a sí mismo en pantalla.

“A Lisandro no le gusta el cine, intentamos llevarlo y nunca se quedó más de cinco minutos. Pero en la primera función en el BAFICI, en primera fila, ni pestañeó. Yo ni vi la película, me la pasé mirándolo a él: en silencio ahí sentado se reía, hacía las mismas cosas que en la película. Ahora vamos siempre a verla”.

El título Presente continuo refleja el ritmo con el que la película fue producida: al de Lisandro, siguiendo sus pasos, expresiones y modos. “Lisan vive en presente, y yo lo miro y digo qué envidia, porque nosotros estamos muy preocupados por el futuro, la escuela, los desafíos… Él no, él está muy cómodo con quien es. Cuando estoy y me conecto con él, es aquí y ahora, entrás a su universo, despojado del lenguaje. Es un presente purísimo y me gusta aprender de eso”, cuenta Bassi.

La actriz explica que, para no romper con la intimidad que pretendía mostrarse, el equipo de rodaje se resumió en una sola persona. El mismísimo director del filme y padre de Lisandro fue el encargado de fotografía, sonido e iluminación. “Ulises se maneja como pez en el agua de la adversidad, siempre está filmando cosas complicadas”.

Además de otorgar una obra poética, que se deja disfrutar, este biodrama invita a conocer cómo se maneja una familia diferente a la convencional, donde, por inercia, la sociedad la arrastra hacia cierto aislamiento y soledad. “Lisan es re sociable, muchas veces nos invitan a eventos, yo no recibo rechazo del entorno, y digo ‘pero la puta, si yo estoy soñando con un mundo inclusivo tendría que ir’. Pero digo ‘uh… un shopping, el ruido, el desamparo’, porque no hay paredes cercanas. Y termino sin ir, eso no está bueno”, dice la actriz.

En la película, Lisandro queda al cuidado de distintas personas, siempre designadas por la madre, que aparece como su cuidadora principal, pendiente y amorosa con su hijo en cada oportunidad. Ya cerca del cierre, Bassi muestra al fin cierto cansancio, una frustración por no poder hablar con Lisandro de la misma forma que lo hace con otros.

“Yo más que nadie sé que Lisandro se comunica. Soy actriz, y lo digo: el lenguaje hablado no es el único medio de comunicación, hay miles. Lisandro tiene un lenguaje necesario, inmediato, de decir: dame esto, tengo hambre. Pero trabajamos mucho para que tenga lenguaje expresivo, y no sucedió, entonces hay una frustración… A veces sueño que habla, que tenemos una charla, una charla con un hijo adolescente. Y, cuando me despierto, me angustio porque no puedo creer que era un sueño. Hay una angustia, eso está en algún lado. Y me gustó haberlo dicho en escena”.

“La película termina cuando empiezan las preguntas. Trata de una madre que va, va, va, hasta que en un momento arrancan las preguntas sobre el pasado, llega la tormenta, el viento, y se terminó. Yo me quedé con ganas de respuestas o de más preguntas, pero sólo viento y se terminó. Me parece que es un hermosísimo final”.