Un Día del Periodista con poco para celebrar

Un Día del Periodista con poco para celebrar

En la puerta de Télam, diversas organizaciones vinculadas al campo de la comunicación conmemoraron el Día del Periodista en un contexto adverso: el desguace de los medios públicos, las agresiones a los reporteros y la precarización laboral: el 76% de los trabajadores de prensa recibe un salario por debajo de la línea de pobreza.

Las puertas aún valladas de la agencia Télam fueron el escenario del acto en conmemoración por el Día del Periodista convocado por trabajadores y trabajadoras de la agencia de noticias pública, y también por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), la Federación Internacional de Periodistas, Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra), Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios, Periodistas Argentinas, la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo, la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social (Fadeccos) y el Frente Cultural Federal. 

Cada 7 de junio se celebra el Día del Periodista en Argentina en conmemoración a la edición inaugural del primer diario patrio, La Gaceta, creado por Mariano Moreno ese día de 1810. Más de doscientos años después, la celebración parece haber quedado a un lado para dar paso a un grito de reclamos por la difícil situación en que se encuentra el oficio. “Es un momento de denuncia, más que de celebración, nos reunimos todos acá para denunciar que está en riesgo nuestra libertad de expresión y los medios públicos”, afirmó Jazmín Guzmán, delegada de Télam e integrante de SiPreBA.

Bajo la consigna “Día del Periodista sin libertad de expresión”, el acto fue conducido por los periodistas Ariel Zak y Gabriela Radice, quienes a lo largo de la hora y media que duró el encuentro, fueron cediendo la palabra a distintas personas que subieron al escenario y reafirmaron no solo la importancia del rol de los periodistas, sino también la necesidad de luchar en las calles contra las políticas llevadas a cabo por el presidente Javier Milei.

Acompañados por dirigentes de movimientos populares, gremiales, de la CTA, la UTEP y del Frente de Izquierda, tomaron la palabra, en primer lugar, trabajadores y trabajadoras de Télam, reclamando por su situación laboral, aún incierta. Luego subieron al escenario trabajadores de medios populares para visibilizar una parte del área que aún corre por detrás de muchos otros y representantes de la Universidad de Buenos Aires; el vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales, Diego de Charras, y la directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval, en representación de las carreras de Comunicación y Periodismo del país. Más tarde, se hicieron presentes Mario “Paco” Manrique, diputado nacional y secretario adjunto de SMATA, junto a Hugo Yasky, diputado nacional y líder de la CTA de los Trabajadores, quienes extendieron los saludos de Pablo Moyano, que no pudo llegar al acto. Ambos hicieron hincapié en la lucha en las calles y criticaron las medidas llevadas a cabo por Milei.

Luego se leyó una solicitada, firmada por más de 2000 periodistas, donde se afirmó asistir “a uno de los peores momentos para el ejercicio de la libertad de expresión de los últimos 40 años de democracia”. También se reclamó por la ausencia de trabajadores de prensa en eventos de interés público, tales como la asunción presidencial sin reporteros gráficos o la jura de ministros sin acreditados, la represión en coberturas de noticias, con varios fotógrafos y camarógrafos heridos, la eliminación de la pauta oficial y la parálisis del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (Fomeca). 

Además, denunciaron una política declarada de destrucción de los medios públicos, materializada en el intento de cierre de Télam y la baja de los sitios web y de redes sociales de Radio Nacional, TV Pública y Contenidos Públicos S.E. 

Para finalizar, decenas de reporteros gráficos subieron al escenario y realizaron un “camarazo”, levantando sus cámaras de fotos como elemento simbólico de esta lucha. Todo fue acompañado por una batucada de músicos que lideraba los cánticos contra el gobierno de Javier Milei, en defensa de la soberanía y la patria. “En lo que va del año, tenemos varios fotógrafos heridos en manos de la policía solo por portar una cámara. No podemos permitir que eso suceda porque es prohibir el derecho a la libertad de prensa”, declaró Julio Mancini, reportero gráfico y parte de Argra.

Números

Como todos los años, SiPreBA realiza una encuesta y un relevamiento socioeconómico anual sobre el trabajo en prensa en el AMBA. Estos datos fueron anunciados en vísperas de un nuevo Día del Periodista y los números reflejan una situación alarmante, nunca antes vista en los últimos 41 años. El 76% de los trabajadores y trabajadoras cuentan actualmente con un sueldo por debajo de la canasta básica. El 52% necesita de dos trabajos para subsistir, mientras que el 21% necesita de tres o más. De todos ellos, el 61% aún con la suma de todos sus trabajos, percibe un sueldo por debajo de la línea de pobreza.

En cuanto al trabajo freelance, el 40% no tuvo recomposición salarial en los últimos seis meses, el 78% percibe sueldos por debajo de la canasta básica y el 74% cuenta con otros trabajos fuera de prensa. La situación de los medios comunitarios, alternativos y populares no dista mucho; la mitad de ellos necesita de otro empleo por fuera del gremio para poder vivir, mientras que el 31% afirma que sus ingresos han bajado en este último año. 

 Si desglosamos aún más la situación, solo el 38% de quienes trabajan en prensa en el AMBA son mujeres y disidencias, 51% de esas mujeres dedica más de 6 horas por día a cuidados, lo cual afecta su desempeño laboral. Por el contrario, sólo a un 25% de los varones les lleva ese tiempo.

En cuanto a los más jóvenes, 96% de los menores de 30 años asegura cobrar salarios por debajo de la línea de pobreza y el 38% debe trabajar bajo condiciones precarias.

Por último, de los más de 1000 trabajadores y trabajadoras de medios, privados, públicos y autogestivos, tanto de prensa escrita, como oral y televisada, que fueron entrevistados para este relevamiento, el 78% asegura que la libertad de expresión empeoró desde el gobierno de Javier Milei, 22,5% de ellos fue agredido por ser periodista, el 76% sufrió un ataque virtual y el 22% recibió agresiones o amenazas de parte de fuerzas de seguridad. A raíz de esto, Mancini indicó a ANCCOM: “En 30 años que soy reportero gráfico, nunca viví un momento donde se ataque tanto la libertad de expresión. Ni siquiera en el estallido del 2001. Ahora ven una cámara de fotos y te disparan”.

Télam resiste

El acampe de trabajadores y trabajadoras de Télam, en las puertas de la agencia, fue el lugar de encuentro para este acto. Claro que no fue elegido al azar, sino más bien como una muestra simbólica de esta lucha que llevan a cabo cientos de trabajadores de prensa que no solo ven en peligro su situación económica, sino también su derecho a ejercer la libertad de expresión y su rol como periodistas y comunicadores.

El 1 de marzo, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunció el cierre de la agencia de noticias Télam. Tres días después el edificio amaneció vallado y sus trabajadores fueron notificados, a través de correos, que iban a ser dispensados por los próximos 7 días. A partir de ese momento, siguen a la espera de una respuesta concreta. Muchos de ellos decidieron organizarse y acampar allí hace más de 90 días. “Nosotros seguimos dispensados, sin poder ingresar a nuestros puestos de trabajo. Por eso seguimos acampando pacíficamente desde marzo. Ya cumplimos 90 días de estar resistiendo ante el atentado que sufrió la agencia, de la censura y el silenciamiento, esperando una respuesta del gobierno”, indicó Guzmán, periodista de la agencia de noticias Télam. Y continuó: “Yo creo que todo esto es parte de un atentado a los medios públicos. El Gobierno está atentando contra la información y con el hecho de que la gente esté informada. No podemos contar lo que están haciendo ellos. Con el portal de Télam caído hay muchas cosas que no se muestran. Por ejemplo, no se pudo cubrir normalmente la movilización de Ni Una Menos”. 

Luego de más de 90 días de acampe, periodistas de Télam prometen seguir resistiendo y hacerle frente a un gobierno que parece querer silenciarlos. Mientras tanto, acompañados y respaldados por diferentes gremios, sindicatos y organizaciones sociales, convocan a todos y cada uno de los colegas a luchar, más que nunca, en las calles, sin miedo y con convicción. En primer lugar frente al Congreso el próximo 12 de junio contra la Ley de Bases, que comenzará a debatirse en el Senado a partir de las 10 de la mañana, pero, en segundo lugar, antes todas y cada una de las medidas que atentan no solo contra los trabajadores de prensa, sino contra cualquier ciudadano de este país.

¿Feliz Día del Periodista?

¿Feliz Día del Periodista?

El periodismo quedó envuelto en una tormenta perfecta: salarios por debajo de la línea de pobreza, pluriempleo, multitasking, cansancio y una industria que llega tarde a los cambios en el consumo de noticias. Un nuevo modelo de negocios que no termina de nacer y las continuas transformaciones tecnológicas.

Redacciones repletas, cierres acalorados, discusiones interminables sobre el título de una nota, charlas de café con las fuentes, salarios por encima de la pobreza: detalles de una foto vieja para el periodismo escrito. Hoy la noticia es digital y su norte es el click, los puestos se reducen y las tareas se multiplican. Las empresas y grupos de medios socializan sus derrotas pero apartan de sus conquistas a los trabajadores que necesitan más de un empleo para sobrevivir. Parece un contexto de frustraciones e incertidumbre que algunos asumen como realidad inamovible y muchos otros confrontan desde la organización y la empatía. Mientras tanto, ¿qué motiva a los periodistas a seguir escribiendo? ¿Quedan espacios para producir textos e ideas de calidad? ¿Se puede vivir de informar?

 

Apretados

La Encuesta Integral SiPreBa 2024 publicada hoy expone que, en el AMBA, el 76% de los trabajadores de
prensa cobra sueldos por debajo de la línea de pobreza. En prensa escrita casi nadie escapa de esta
realidad: el 92% de los encuestados no alcanza la canasta básica con su principal empleo (en 2023 era
el 63%) e incluso el 85% tampoco lo consigue contando todos sus trabajos.

«Le está pasando a toda la clase trabajadora: seas médico, maestra o redactor, con un solo trabajo no te alcanza», resume Inés Hayes, periodista, docente y delegada en Página/12 por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa). Como la mayoría de sus colegas, escribe para más de un medio y su jornada laboral ronda las diez horas: «Antes, un redactor de un diario sí podía vivir de su salario sin necesidad de tener cinco trabajos extra. Hoy en día los que nos dedicamos a la redacción no tenemos un solo trabajo y eso va en contra de la calidad periodística».

En los últimos años y con la digitalización de los medios gráficos la tarea del redactor cruzó los límites del texto. Hoy, además de investigar el tema, conseguir las fuentes y escribir una nota, el manejo de redes sociales y la edición de audio y video se vuelven condiciones excluyentes. «Pero eso no implica que te paguen más -aclara Hayes-, es lo mismo por muchísimas más tareas, que además necesitan que te formes: yo colaboro en el suplemento feminista de Página/12 y para eso me formé, porque tengo que tener una mirada de género para poder escribir sobre temas de género. Todo eso implica un tiempo y también un dinero. No existe correlación entre todo lo que te formás y lo que después te pagan».

La Encuesta Integral SiPreBa 2024 señala que, en el AMBA, el 76% de los trabajadores de prensa cobra sueldos por debajo de la línea de pobreza.

 

El último informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz advierte que, en promedio, alquilar un monoambiente en Capital Federal cuesta 320 mil pesos. Actualmente, Página/12 paga a sus redactores 328 mil pesos por mes, descontando días si adhieren a paros y medidas de fuerza, según denuncia la Comisión Interna del diario. Los colaboradores, que no gozan de los derechos que tiene un trabajador en blanco, cobran cerca de siete mil pesos por nota.

Tras meses de parálisis salarial y movilización gremial, en abril se firmó el último tramo de la paritaria de prensa escrita 2023/24, que estableció un aumento del 30% sobre los sueldos de diciembre del año pasado. Todavía muy por detrás de la inflación. No obstante, la Asociación de Editores de Diarios y Revistas de Buenos Aires (AEDBA) -que integran Página/12, Clarín, La Nación, entre otras empresas- se demoró en firmar ese acuerdo. La mayoría de estas compañías otorgó aumentos por su cuenta y de manera arbitraria y discriminatoria: «Nos decían que no había plata para los aumentos salariales pero después al que no hacía paro le pagaban más: eso es totalmente antisindical», revela Hayes.

La periodista apuntó contra el desinterés del multimedio y su director, Víctor Santa María, en preservar la integridad y el prestigio del diario: «Paga sueldos de hambre y no porque no tenga la plata. Seguramente la plata está, pero la pone en otro lado, no la pone en el diario. Yo le tengo mucho amor a Página, por cómo nació, por los periodistas que lo escribieron, por cómo defendió los derechos humanos. Pero hoy es la peor época de Página/12 en relación a la calidad periodística y a los sueldos que paga la empresa».

Quemados

Nicolás Palermo estudia Ciencias de la Comunicación en la UBA y escribe para un medio informativo digital de redacción joven y fuerte presencia en redes sociales. Se ocupa de las breaking news, es decir, va detrás de la agenda cazando noticias de todo tipo: «No tenemos redactores suficientes para que haya alguien enfocado en cada área, entonces me toca seguir desde el ‘poroteo’ en el Senado por la Ley Bases hasta el nuevo tema de Bizarrap, pasando por el Boca-River del fin de semana».

El medio prioriza los contenidos breves y la constante actualización de su portal, por lo que en un «día caótico» Palermo puede redactar hasta 10 notas. Y si bien describe un agradable ambiente de trabajo es el propio ritmo productivo el que ejerce la presión: «Hay días que te quemás la cabeza, que no parás de escribir un segundo. Me ha pasado de incluso alguna noche irme a dormir y soñar con que me faltaba una nota, soñar que estaba escribiendo».

En noviembre del año pasado, el estudio Burnout 2023 reveló que Argentina es el país con más trabajadores «quemados« de la región: el 94% reconoció que padece agotamiento y estrés en su entorno laboral.

Aunque el medio donde Palermo trabaja pudo negociar un aumento por fuera de la paritaria de abril, la situación salarial no le permite buenas expectativas: «Yo estoy seguro de que si tuviera 35 años no me animaría a arrancar en un medio, porque sé que te van a pagar mal, que vas a necesitar muchos trabajos. Si yo tuviera que pagar un alquiler o mantener un pibe, no sé cómo haría. Y es una tragedia tener que elegir entre la profesión a la que te querés dedicar y la vida que querés llevar. No deberían ser excluyentes».

Entre notas cruzadas sobre política, cultura, deportes o lo primero que dicte la agenda, Palermo encuentra espacios para sus «notas de producción», que son más elaboradas y llevan su nombre, algo imprescindible para darse a conocer como periodista. «No sé si quiero hacer breaking news dentro de 10 años, pero sé que es una puerta de entrada a lo que de verdad me interesa: un periodismo que informe y que a la vez cuente una historia, que sea entretenido, interesante y que tenga recursos. Cuando tenés que hacer ocho notas en un día, cuesta darle esos matices». Mientras cumple con su trabajo y aprovecha cada firma, Palermo aspira a ejercer el periodismo de sus referentes, y entiende que «es una carrera de resistencia, no un pique corto».

¿Periodismo o clickbait?

Cuando Sebastián Díaz entró en Olé como pasante el diario todavía llevaba corresponsales a las canchas, de la primera nacional hasta el ascenso. Pero con la caída del papel y la inevitable digitalización del medio la presencia perdió por goleada: «Hay que hacer que el negocio funcione; ya no se puede ir a cubrir un partido de ascenso que ‘no vende’. Tenemos que hacer que el diario salga, que en la web haya notas, conseguir clicks y que la máquina siga girando», explica el periodista, que hoy escribe las páginas dos y tres del diario en papel y luego revisa todas las demás para el cierre: son dos tareas para un solo cargo. «Antes, con redacciones más pobladas, se trabajaba con mucha más rigurosidad, atención y gusto. Capaz estabas discutiendo una hora el foco y el título. Ahora un redactor tiene que llenar tres páginas y un editor tiene que leer 10, entonces no te podés frenar en cada nota. Tenés que sacar la página, después la otra y después la otra».

Pero el actual modelo de información que persigue clicks y degrada la calidad periodística tampoco es inagotable. Según Díaz, «hoy los medios gráficos se están dando cuenta de que tienen que fidelizar en vez generar un montón de clicks. El contenido del clickbait lo vas a encontrar en todos lados: TyC Sports publica notas sobre el precio del dólar, porque la gente googlea ‘dólar’ y entra a lo primero que le aparezca. De a poco entienden que lo importante es fidelizar al público, que quiera pagar por el contenido que le das, y no llenar la web de notas para que entren compulsivamente». Sin embargo, reconoce que este proceso es complejo, y que por lo general a los medios y sus empresas «les cuesta encontrarle el agujero al mate. Se entró en una industria de competencia con absolutamente cualquier persona con una cámara en su casa y los medios están llegando tarde a todos los recambios».

Si bien las crisis de los medios caen principalmente sobre los trabajadores, las empresas también tienen puntos de fuga. Y desde su posición como delegado en Clarín por el SiPreBa, Díaz lamenta que «los empresarios de medios sean demasiado antisindicales y no piensen en una relación virtuosa entre lo sindical y lo empresarial, que puede existir. Yo no creo que tenga que ser de conflicto y de estar a las piñas constantemente».

Otro ritmo

Natalia Sivina también estudia Comunicación en la UBA y este año decidió cursar menos materias, porque entró como redactora en Billiken, una revista infantil argentina con más de cien años de historia. Son ocho horas y cinco notas por día pero, a diferencia de Palermo, Sivina redacta contenidos evergreen, es decir, sin fecha de caducidad: «Escribo notas breves sobre ciencia, naturaleza e historia. Como no tenemos que correr detrás de la noticia, ni entrar todo el tiempo a redes sociales buscando accidentes o cambios en la economía, la redacción es mucho más tranquila en ese sentido».

La revista puede prescindir de muchas noticias, pero nunca de los clicks, así que Sivina tiene que adaptar sus palabras al Search Engine Optimization (SEO), una estrategia de marketing para mejorar el posicionamiento web: «Por ejemplo, si yo bautizo una nota con la palabra ‘subte’, posiblemente llegue a menos gente que si uso la palabra ‘metro’. No condiciona toda mi escritura, pero tengo que tenerlo muy en cuenta», detalla la periodista.

Fascinada por los clásicos del periodismo de investigación y atenta al trabajo de sus referentes, Sivina tiene mucho interés en especializarse, escribir crónicas largas y contar historias valiosas. Pero el vaivén de estudiar y trabajar en la comunicación le deja muchas preguntas: «¿Cuántas personas realmente leen un contenido larguísimo? ¿Existirán espacios que apuesten a producciones de largo plazo? Capaz tenga que hacerlo por mi cuenta, juntar mi equipo. Y capaz no pueda vivir de un solo proyecto, pero sí hacer lo que me gusta en todos mis proyectos o al menos intentarlo».

«La presencia del INTI en el territorio es fundamental»

«La presencia del INTI en el territorio es fundamental»

Trabajadores denuncian despidos encubiertos y el desmantelamiento del organismo. “Si tocan a uno, nos tocan a todos”, afirman. Ya cerraron las sedes provinciales que no contaban con laboratorio y alertan sobre la posible disolución absoluta si se llega a aprobar el proyecto de Ley Bases.

 

El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Daniel Afione, ha comunicado a los subgerentes regionales que la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo ha decidido «proceder al cierre de todas las sedes provinciales que no tengan laboratorio».

Según el comunicado difundido por los trabajadores, Afione se negó a considerar cualquier propuesta para revisar la decisión, argumentando que la iniciativa no es de su autoría, sino que responde a directrices de la cartera de Industria y Desarrollo Productivo. «Esto no es algo que yo quiera, es lo que pide la Secretaría», expresó el titular del INTI.

Desde su creación en 1957, el INTI ha sido un pilar fundamental para la industria argentina, proporcionando asistencia tecnológica, promoviendo la internacionalización de pequeñas y medianas empresas, mejorando la competitividad, y certificando recursos humanos, procesos y productos. En 1972, el organismo asumió el rol de Instituto de Metrología, con la responsabilidad de mantener los patrones nacionales de medida y asegurar la exactitud de las mediciones, posicionándose como un actor clave en el ámbito científico, legal e industrial, con representación en comités internacionales.

La red de laboratorios del INTI y sus profesionales especializados ofrecen más de 8.500 servicios a diversas ramas del sector productivo, desde grandes empresas hasta pequeñas cooperativas, en todas las provincias del país. Esta capacidad de vincular las actividadeslocales con las capacidades técnicas nacionales es indispensable para el desarrollo industrial y tecnológico de Argentina.

Sin embargo, los Artículos 3 y 6 del denominado proyecto de “Ley Bases”, hoy en discusión en el Senado, ponen en riesgo estas capacidades, al proponer la «eliminación de competencias que resulten innecesarias» y la posible disolución o reorganización del INTI bajo criterios inciertos. Este contexto ha generado una gran preocupación entre los trabajadores y directivos del Instituto.

En una resolución de asamblea de la Subgerencia Regional Patagonia, el personal rechazó de manera categórica el cierre de sedes y unidades de extensión, planteando que esto impactaría sensiblemente en la interacción de la industria y la sociedad con los agentes del INTI. «Nos están empujando a que nos mudemos a centros a más de 500 kilómetros de distancia con nuestras familias», señalaron los trabajadores, que calificaron la medida como «despidos encubiertos».

Jorge Schneebeli, ingeniero mecánico y ex vicepresidente del INTI, entrevistado por ANCCOM, subrayó que “el cierre de las unidades de extensión no sólo afecta a la Patagonia, sino a todas las provincias del país.“El INTI –agregó– creció con presencia en todas las provincias y eso es bueno en un país donde necesitamos fortalecer el federalismo. La presencia en el territorio es fundamental para el desarrollo local”.

El ingeniero destacó además que el INTI es clave no sólo para la industria, sino también en aspectos de seguridad, medioambiente y formación. «No tener presencia territorial debilita ese aspecto. La industria local necesita tener referentes que faciliten acceder a herramientas para fortalecer su actividad y la presencia del INTI en territorio tiene esa finalidad», remarcó.

La asamblea de trabajadores de la Subgerencia Regional Patagonia decidió declararse en estado de asamblea permanente y convocar al resto de las sedes del INTI y a los sindicatos a unirse en esta postura. «Rechazamos los despidos encubiertos, la relocalización y los retiros voluntarios forzados. Consideramos que este es solo el comienzo de los despidos en INTI. Si tocan a uno, nos tocan a todos», manifestaron.

El cierre de sedes y la reducción de personal, según Schneebeli, podría tener consecuencias nefastas para el desarrollo industrial del país. «En los años 90 pasamos de 1.500 agentes a 850, después de los retiros voluntarios. Se perdieron líneas de trabajo y otras tardaron 20 años en recuperarse. En general, se va gente de experiencia, lo que genera un debilitamiento institucional difícil de revertir», explicó.

Los trabajadores del INTI hacen un llamado urgente a los legisladores para que revisen los artículos mencionados y aseguren reformas sostenibles para el crecimiento de la Argentina.

 

Mil razones para una marcha

Mil razones para una marcha

Jubiladas, docentes, trabajadoras sexuales, cocineras de comedores populares, estudiantes, lesbianas y niñas, entre muchas otras, marcharon en la 9ª edición del Niunamenos. Acá te cuentan por qué se movilizaron.

Hoy se cumplen 9 años desde que la consigna “Ni Una Menos” se usó por primera vez como respuesta al aumento de las violencias contra las mujeres y su consecuencia más fatal: los femicidios. Este año no es la excepción. Desde el colectivo Ni Una Menos, se convocó a marchar desde las 16:30 de este lunes al Congreso. ¿Por qué marchamos esta vez?.

Ana María Tapia y Nancy Yural, de jubilados insurgentes.

“No quisiéramos ser la última generación de jubiladas. Queremos que nuestras hijas y nietas también se puedan jubilar. Esta es una ley que ataca fundamentalmente a las trabajadoras”, afirma Nancy Yural. Agrega Ana María Tapia: “Este gobierno nos quita lo esencial: la moratoria. Vamos a quedar 9 de cada 10 mujeres sin jubilarse”.

Maria La Emperatriz, trabajadora sexual.

“Estamos acá por las cosas que están pasando, están vendiendo Argentina. Además, nos están matando a todos: no alcanza para vivir ni para comer y todos los días asesinan a una chica”..

Andrea Gallo, cocinera para chicos en barrios populares e integrante de la UTEP y Barrios de Pie.

“No están entregando mercadería para los chicos que tienen hambre, vienen a buscar al merendero y no tenemos para darles. Ahora tres veces por semana se está haciendo el merendero, pero con ayuda de los vecinos y nuestra, porque sí o sí los chicos tienen que comer”. 

Jesi Hernández, integrante de la Organización de Lesbianas Autoconvocadas por la Masacre de Barracas.

“En este momento me trae esta masacre. Se me revuelve el estómago de solo pensar que nuestras vidas no valen nada. Pienso en estas cuatro compañeras que fueron prendidas fuego mientras dormían. Pienso en el privilegio de lo que es dormir, darse la mano, darse un beso por la calle. Todo eso en un contexto actual, donde tenemos un INADI desmantelado y no tenemos un Ministerio de Género y Diversidades, donde tenemos discursos de odio que no cesan. Tenemos un amigo del presidente que dice que somos insanos, que somos personas que no somos naturales. Estos discursos de odio no son gratuitos: se llevan la vida de las personas que formamos parte del colectivo LGBT y eso no puede suceder”.

Bianca Levato, 16 años, referenta del centro de estudiantes de Lenguas Vivas.

“Venimos acá con las pibas para defender nuestros derechos. Estamos todos los días en el colegio expresandonos con mucha libertad, no queríamos dejar de salir a la calle. Sabemos la importancia de lo que fue la marea verde en el 2018. Por las futuras generaciones y también por los que estuvieron antes y conquistaron lo que hoy disfrutamos nosotras”.

Virginia Silveira, cofundadora de la Asociación Civil Mocha Celis

“Nos convoca visibilizar a nuestras compañeras que fueron asesinadas. También porque los discursos de odio matan y el presidente sigue refiriéndose a nuestras identidades con discursos de odio tremendos. Nuestras compañeras la están pasando mal por esos discursos de odio. Porque no es solamente lo que el presidente dice, sino lo que la gente toma de eso para hacernos cosas en las calles”.

Jaqueline, junto a su hija Pilar de 5 años

Jacqueline se encuentra junto a su hija que dibuja en el piso, en la hoja dice “no hay que crecer con miedo” escrito con lápices de colores. Cuenta Jaqueline: “Vengo siempre. Es la tercera vez que la traigo a ella. Vengo para que crezca en un mundo y en una Argentina mejor, más libre”.

Alicia, docente jubilada, participante del grupo Bordadoras por la Memoria.

“Armamos un grupo de bordadoras por la memoria para el 24 de marzo. Se nos ocurrió bordar y expresar nuestro deseo de que la memoria siga vigente. Y a partir de ahí empezamos a bordar un proyecto diferente cada mes. Parte de lo que venimos bordando son docentes víctimas de femicidios. Bordarlas implica hacerles memoria”.

Mora de 9 años

Está en el piso pintando. Uno de los carteles dice “ni una menos”, en otro dibujó la cara de Milei lleno de moscas y lo acompaña escrito “Milei basura”. Dice: “Vine primero, porque mi mamá me quería traer, segundo para hacer justicia.”

Los días del hambre

Los días del hambre

Referentes de comedores y merenderos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano cuentan cómo se las rebuscan para ayudar a las miles de personas que carecen de recursos para alimentarse, mientras el Gobierno de Javier Milei se niega a entregar mercadería.

Ante la emergencia alimentaria profundizada por la crisis económica recesiva, el comedor popular Vientos de Libertad ubicado en el barrio de Parque Patricios, el merendero solidario Pancitas Contentas de la ciudad Mariano Acosta de Zona Oeste del Gran Buenos Aires y la Red de Apoyo Escolar que incluye a 17 Organizaciones Educativas y Comunitarias distribuida por los barrios populares del Conurbano Bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, intentan contener a quienes quedaron excluidos por las medidas económicas implementadas por el gobierno de Javier Milei. ANCCOM conversó con las referentes de los tres espacios que cada vez deben asistir a una mayor cantidad de personas que necesitan alimentos frente al alza de los precios y a la ausencia de políticas públicas para paliar el hambre.

Lo más urgente: conseguir alimentos

“A veces se enojan porque la comida no alcanza y nos tenemos que bancar las puteadas. Nosotros nos ponemos en el lugar de ellos: es el único plato de comida que comen al mediodía y después no comen hasta el otro día al mediodía», manifiesta Graciela “Chula” Lazarte, cocinera desde hace 6 años y hoy coordinadora del espacio de cocina del comedor Vientos de Libertad que alimenta entre 180 y 200 personas por día. Frente a la escasez de alimentos tuvieron que empezar a implementar un sistema de números para evitar las confrontaciones y problemas. 

A las doce del mediodía, en la puerta del lugar se van sumando hombres, mujeres y niños a una fila que se alarga por toda la cuadra. Esperan, mientras una de las repartidoras que entrega las viandas, reparte los papelitos con un número dibujado a cada uno de los que se acerca. La cantidad de papelitos depende de la cantidad de viandas que hayan alcanzado a hacer ese mismo día. El comedor de Atuel, dejó de percibir la entrega de alimentos por parte del Estado desde diciembre de 2023. En respuesta a esta situación, las cocineras se organizaron para realizar un fondo común en el que cada una de ellas hace un aporte para tratar de cubrir los gastos de los alimentos y mantener el volumen de comida que venían cocinando sin que baje la calidad de las viandas.

Por otro lado, el Merendero de Pancitas Contentas llevado adelante por Estela Escobar en su casa desde hace 6 años, con ayuda de toda su familia, se vio en la necesidad de reducir la frecuencia con que brindaban la merienda a los niños y vecinos humildes del barrio: “En principio teníamos tres veces a la semana. Hace un tiempo atrás teníamos 2 veces a la semana, y ahora ya solamente podemos una vez a la semana, los sábados al mediodía”. Además, agrega que la recesión impactó en los comercios del barrio que realizaban donaciones para ayudarla a conseguir los alimentos. Pese a la solidaridad que percibe de los vecinos de Mariano Acosta, menos personas están en condiciones de donar, lo que se traduce directamente en lo que ella puede recaudar para las meriendas.  

Margarita Zubizarreta es referente de la Red de Apoyo Escolar (RAE) con centros que asisten a 3000 destinatarios. La red cuenta con prestaciones de alimentos desde 1989 y auditorías todos los meses. Por primera vez en 20 años dejaron de percibir los fondos para poder comprar la comida y poner en funcionamiento las cocinas. Esto terminó con 13 de los 17 centros, cerrados. El cese de las prestaciones se realizó sin ningún tipo de explicación. La referente cuenta que al principio mandaron una carta al programa avisando sobre la baja de la calidad de la comida, trataron de estirar con el stock de alimentos secos (fideos y arroz) y terminaron endeudados con los proveedores de los alimentos para poder garantizar a los niños y niñas que asisten, al menos una comida caliente al día, durante las últimas dos semanas. Finalmente advirtieron que sin recursos, el 30 de mayo iban a tener que cerrar y así sucedió en 13 de los 17 centros de la Red.  

Las tres trabajadoras coinciden en que aumentó la cantidad de personas que asiste a los comedores y centros comunitarios. En este sentido, Zubizarreta confirma que aumentó la demanda e incluso hay listas de espera y suma que cada vez hay más personas mayores pidiendo alimento en los espacios: “¿Cómo les decís que no a todos ellos que están viviendo con 100 mil pesos por mes?”. 

En el caso del Merendero Pancitas Contentas, Escobar cuenta que cada vez le llegan más solicitudes a través de conocidos que piden llevar a sus familiares: “Lamentablemente no podemos anotar a más gente porque a veces no logramos cumplir con ellos”. Graciela Lazarte, nota que se acercan muchos vecinos jubilados del barrio de Parque Patricios. “Eso es nuevo”, comenta.

Además la cocinera de Atuel recuerda que durante la gestión del gobierno actual fueron una sola vez a inspeccionar el comedor y les exigieron “pintar el lugar o podía correr el riesgo de cerrar”. En contraste con el gobierno anterior en el que todos los meses les alcanzaban la mercadería, “Ahora no nos entregan nada”.

“Están jugando con la necesidad de la gente”

Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), en este último trimestre de 2024 la pobreza alcanzó el 55% de la población del país y se duplicó el nivel de indigencia llegando hasta el 18%. Además, la  economía argentina cayó en marzo un 8,4% según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec. Se le suma una caída del empleo durante los últimos cuatro meses del 1,4% según el Ministerio de Trabajo. Esto es acompañado por una inflación alta en productos de primera necesidad. Frente a la crisis social, económica y alimentaria, el gobierno respondió los últimos cinco meses negando la existencia de los más de 5 millones de kilos de alimentos guardados en galpones, algunos a un mes de vencerse y otros ya vencidos en febrero. Cuando finalmente se supo la existencia de los alimentos a través de una investigación periodística presentada por el medio de comunicación El Destape y frente a la presión por la visibilización que obtuvo el caso, el juez Casanello tuvo como resolución que el ministerio de capital humano debía entregar un plan de distribución de los alimentos en el plazo de 72 horas. Aunque desde el gobierno anunciaron que los alimentos serán repartidos por el Ejército, vencido el plazo todavía no presentaron el plan correspondiente por lo que podría empezar un proceso judicial por rebeldía. La cartera de Sandra Petovello decidió apelar a la decisión del juez Casanello y, aunque fue admitida, prevalece la orden para presentar el plan para repartir los alimentos. Hasta el día de la fecha el comedor de Parque Patricios no recibió los alimentos ni obtuvo novedades sobre la mercadería en los galpones de Capital Humano.

A la par, se dio a conocer el convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). El organismo lanzó un comunicado en el que manifiesta el objetivo original del acuerdo: “Desde el inicio de la gestión actual, el Ministerio de Capital Humano y la OEI firmaron un convenio para la prestación de servicios de personal transitorio y la adquisición de alimentos destinados a mejorar la calidad nutricional de familias en situación de vulnerabilidad”. El organismo se desliga de la decisión del ministerio encabezado por Sandra Pettovello de tercerizar la contratación de funcionarios por fuera de la órbita del control estatal, lo que conlleva a una baja transparencia sobre el paradero de esos fondos y qué se hizo con los mismos. El escándalo terminó con el despido de Pablo de La Torre de la secretaría de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano, y el secretario denunciado por el gobierno en la Oficina de Anticorrupción.

Margarita Zubizarreta, en diálogo con ANCCOM cuenta que supone, debido al escándalo que terminó con la salida del funcionario, finalmente obtuvieron en el día de ayer los fondos para volver a poner en funcionamiento las cocinas de los centros. Sin embargo, el tiempo que duró el faltante de alimentos obligó a cerrar el jueves y viernes la asistencia, lo que constituyó “un desastre total, porque muchos no tienen comida en la escuela y en el único lugar que comían algo calentito y de calidad era en el centro. Era la única comida que tenían los pibes por día”. 

También, en respuesta a la gestión de los alimentos del gobierno libertario en medio de la emergencia alimentaria, Estela Escobar dice: “Es una política sucia. Están jugando con la necesidad de la gente. No los están utilizando, están jugando con ellos”.

El ajuste a cualquier costo

«¿Ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir? Va a llegar un momento donde la gente se va a morir de hambre. De alguna manera va a decidir algo para no morirse. No necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad del consumo, porque alguien lo va a resolver». El presidente Javier Milei pronunció estas palabras en la universidad de Stanford en Estados Unidos el 28 de mayo de 2024. “¿Qué le diría? Que vayan un solo día a vivir en una casita de chapa en José León Suárez, en Pacheco o en Moreno Cuartel Quinto. Un solo día. Que ellos vayan a vivir un solo día en una casita de tierra con techo de chapa en este invierno y después que me vengan a contar si ‘el pobre es pobre porque quiere’ y ‘no tiene voluntad para salir adelante.’ Que un día solo vayan a vivir ahí”, responde Margarita Zubizarreta. Las políticas que se desprenden de la ideología libertaria impactan directamente en la calidad de vida de las familias. En este sentido, cuenta: “se desmayan los pibes en la escuela” y argumenta “Si aumenta la pobreza y la indigencia, el reflejo es inmediato en la situación de salud y de nutrición”.

Además, expresa que aunque recibieron las prestaciones, toda la comunidad, el barrio, la organización y las familias se mantienen en alerta y preocupadas tras haber llegado a la situación límite, nunca antes alcanzada, de tener que cerrar los 13 espacios de la Red por falta de recursos. En este sentido, concluye diciendo que el ajuste no puede ser a cualquier costo.

Quinientas vueltas para conseguir comida

Quinientas vueltas para conseguir comida

Representantes de los comedores populares nucleados en la Fundación Papa Francisco se manifestaron en el Obelisco para reclamar al Ministerio de Capital Humano que entregue los alimentos confiscados. La Fundación asiste a 30 mil familias todos los días.

La fundación Papa Francisco realizó una marcha de silencio este miércoles al mediodía en el Obelisco para repudiar la negación del gobierno a entregar las cinco mil toneladas de alimentos que se encuentran almacenadas en depósitos desde hace seis meses.

La consigna de la actividad era realizar 500 vueltas al Obelisco para solicitar el reparto de comida. Liliana Sanuchi, presidenta de la fundación, detalló: “Hacemos este reclamo porque la situación de los comedores es muy grave, cada vez recibimos más gente que no llega a fin de mes”, luego enfatizó: “No puede ser que haya comida guardada mientras estamos en emergencia alimentaria”. 

El reclamo comenzó minutos después de las 12 y contó con la presencia de los directores de las 18 delegaciones del conurbano bonaerense que acudieron en representación de los comedores y las familias. Las 500 vueltas se fueron realizando por tandas con carteles que expresaban la leyenda de “A no aflojar” y “Fundación Papa Francisco presente”.

En diálogo con ANCCOM, Sanuchi detalló la presencia que tiene la organización: “Solo en el conurbano asistimos a más de 400 comedores lo que se traduce en 30.000 familias por mes, en las provincias por su parte es imposible contabilizar porque la cantidad de gente que pide ayuda crece día a día”, remarcó la dirigente. Por su parte, Liliana Leiva, directora de la delegación de Florencio Varela, detalló: “Desde octubre no recibimos mercadería, estamos haciendo lo que podemos, a pulmón y con donaciones privadas, pero no alcanza, en Argentina hay hambre”, cerró. 

El gobierno reconoció el martes, a través de su vocero Manuel Adorni, la existencia de los alimentos almacenados, pero argumenta que no se han entregado porque encontraron irregularidades en las auditorías que realizaron desde el Ministerio de Capital Humano dirigido por Sandra Petovello. “No distribuyen los alimentos porque dicen que hay comedores que no existen, pero yo fui auditado y hasta me felicitaron por como llevaba un registro de todo”, explica Eduardo Arellano, director de la delegación de Morón. Siguiendo esta línea el dirigente explicó: “Esto se trata de un relato que quieren imponer, primero reducen personal del Ministerio que se encarga de las auditorías y después denuncian”. 

En este contexto, el juez Sebastián Casanello ordenó que se entreguen los alimentos de inmediato pero el Gobierno ya anunció que apelará la medida, lo que generó indignación en los sectores populares. “Los tiempos de la justicia pueden ser un poco lentos”, subrayó Sanuchi.

La actividad finalizó a las 13 cuando las 500 vueltas al obelisco fueron completadas. “Elegimos esta vía de reclamo –cerró Sanuchi- para pedir y rogar que se entreguen los alimentos lo antes posible y así evitar que se pudran en un galpón mientras la gente no tiene para comer”.