«Que un genocida pise suelo argentino es inaceptable»

«Que un genocida pise suelo argentino es inaceptable»

Creciente repudio ante la visita de Benjaín Netanyahu a la Argentina: ATE e HIJOS lo denunciaron ante la justicia y pidieron su captura. “Israel no sólo ha ocupado Gaza, sino que ha ocupado o intenta ocupar el judaísmo, y quiere que seamos escudos de sus acciones genocidas”, advierte Elina Malamud, vicepresidenta de Llamamiento Argentino Judío.

El conflicto Israel – Palestina ha escalado a niveles de lo más brutales que se ha visto en el último tiempo. La crisis humanitaria que se vive en Gaza es cada vez más atroz. Tierras arrasadas y un pueblo hambriento sufren las medidas del primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu.

En las últimas semanas se ha conocido la noticia de que Netanyahu visitará la Argentina en septiembre, a pesar de los pedidos por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de arresto internacional por crímenes de guerra. Actualmente solo tres países en el mundo le permiten ingresar a sus territorios al mandatario: Estados Unidos, Hungría y Argentina. En este contexto, la agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) en conjunto con la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) presentaron una denuncia ante la justicia contra Netanyahu y solicitaron su detención.

“En un país que se caracteriza por la lucha y la defensa de los derechos humanos, realizamos esta presentación junto a HIJOS Capital, porque no podemos quedarnos callados ante el genocidio”, afirma Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital. También menciona que la denuncia surge frente a los crímenes de guerra y de lesa humanidad que se cometen a diario contra el pueblo palestino, y que son responsabilidad directa de Netanyahu.

“Nuestro país tiene una tradición muy clara en defensa de los derechos humanos y en la aplicación del derecho internacional. Hemos sido ejemplo en juzgar a genocidas en nuestro propio territorio, y tenemos que mantener esa coherencia en el plano internacional. A la comunidad palestina le decimos que no está sola, que su lucha también es nuestra. Y al pueblo argentino le recordamos que cuando decimos ‘Nunca Más’ no es solo para nosotros, es para cualquier pueblo que luche por sus derechos. Que un genocida pise suelo argentino es inaceptable. En Argentina no vamos a recibir a quienes tienen las manos manchadas de sangre”, argumenta con firmeza en comunicación con ANCCOM.

En consonancia, Anabella Montaner y María Verónica Castelli de la agrupación H.I.J.O.S informan que se sumaron a la denuncia porque los motivó la inminente visita de Netanyahu a la Argentina. Argumentan que “frente a las denuncias que tiene por las gravísimas violaciones a los derechos humanos del pueblo palestino, como organismo de derechos humanos lo que corresponde es que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para que este genocidio se termine y los responsables rindan cuentas y sean sancionados como corresponde. Que el gobierno argentino haya invitado a Netanyahu es una ofensa al pueblo palestino y a la comunidad internacional. Y si esa visita se concreta, será por los esfuerzos del presidente Milei para lavar la cara y garantizar la impunidad de una persona acusada por crímenes de guerra y de lesa humanidad”. 

Los denunciantes indican que a nivel internacional buscan sumar presión y visibilidad para que Netanyahu y quienes cometen estos crímenes sepan que “el mundo los está mirando y no hay impunidad”, en palabras de Catalano. Además, en el plano nacional buscan abrir un debate profundo sobre qué significa realmente defender los derechos humanos.

Montaner y Castelli esperan por parte del Poder Judicial que “intervenga de una vez por todas. La situación es grave. Estamos hablando de una persona que tiene un pedido de captura de la Corte Penal Internacional. Entonces, la justicia debería actuar si esa persona ingresa al país, en cumplimiento de las obligaciones que asumió el Estado argentino de cooperar con la Corte Penal Internacional”. Por otro lado, no tienen grandes esperanzas: “De hecho, pensamos que intentarán asegurar que Netanyahu pasee por el país con total impunidad, y van a reprimir cualquier expresión del pueblo argentino en repudio a su presencia”.

Diputados izquierda expresaron su repudio a la visita de Netanyahu en la sesión del 6 de agosto.

La agrupación H.I.J.O.S es un actor político fundamental en la defensa de los derechos humanos y el reclamo por la memoria y la justicia. La organización nuclea hijos e hijas de desaparecidos, asesinados, presos políticos y exiliados durante la última dictadura militar. En este sentido, su compromiso con las causas como estas es fundamental: “Sea en el lugar del mundo que sea, nunca hay que mirar para otro lado cuando vemos que se están cometiendo violaciones sistemáticas a los derechos humanos, y más en un caso como este, en el que se está haciendo sufrir al pueblo palestino, incluso a sus niñas y niños, de maneras inimaginables. Cada uno desde su lugar tiene que involucrarse y denunciar lo que está pasando. Y los Estados se tienen que comprometer de verdad a frenar este genocidio. Hoy el Estado argentino tiene la oportunidad de hacer un gran aporte desde el Poder Judicial. Como pueblo, tenemos que exigir que esté a la altura” afirman Castelli y Montaner. “El punto de conexión es la solidaridad internacional. El apoyo que recibimos víctimas, sobrevivientes y organismos de derechos humanos por parte de organismos internacionales y de otros Estados fue clave para que terminara la dictadura primero, y después para lograr el juicio y castigo a los responsables del terrorismo de Estado, las políticas de memoria y de búsqueda de la verdad. Hoy entonces corresponde que seamos parte de la solidaridad global y la construcción colectiva del camino que lleve a que se termine el genocidio palestino, se juzgue y castigue a sus perpetradores y las víctimas sean reparadas.”

 

Riesgo de aislar a Argentina en el tablero global

El vínculo de Argentina con Israel en el gobierno de Milei es particular. Tomás Battaglino, historiador de la Universidad Nacional de Córdoba y secretario de Relaciones Internacionales de la Federación Universitaria Argentina (FUA), analiza que “el escenario global cambió desde 2023 y así lo hizo también la política exterior de los países que adoptan el pragmatismo y no la sobreideologización como bandera. La situación en Gaza supera los límites de crueldad que el siglo XXI prometió borrar. Así fue que este año, en cinco continentes hubo movilizaciones masivas: desde Japón, pasando por Australia, a las masivas muestras de presión callejera en Europa, llegando a los acampes en las universidades norteamericanas y terminando en las protestas que atraviesan América Latina, que tuvieron su versión local en el ‘Cacerolazo Global por Palestina’ que convocó a miles de personas el pasado sábado, desde la Avenida Corrientes hasta la Plaza de Mayo.”

Según informes de la ONU, “los palestinos se enfrentan a la peor de las opciones: morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan acceder a los escasos alimentos que se distribuyen a través del mecanismo militarizado de asistencia humanitaria de Israel”. El mundo se ha conmovido ante la alarmante cantidad de niños asesinados o muertos por desnutrición. Según la UNICEF, casi 30 fallecen por día, lo que equivale a un aula repleta manchada con sangre. El bloqueo de acceso de la ayuda humanitaria y el asesinato de periodistas también hicieron que el mundo ponga una alerta.

“El presidente Milei, en campaña, prometió ‘abrir a la Argentina al mundo libre’. Díficil de cumplir esa promesa si Argentina le da la espalda a la mayoría de los países del mundo que llegaron al consenso de que Netanyahu ha violado los Derechos Humanos” afirma Battaglino. “La consecuencia de esta visita puede ser contraproducente en la relación con países que históricamente han acompañado el reclamo argentino de soberanía en las Islas Malvinas. No olvidemos que ni Israel, ni Estados Unidos han acompañado nuestro legítimo reclamo. La señal política que quiere dar el Presidente pone en peligro décadas de esfuerzos diplomáticos en ámbitos internacionales”, advierte con preocupación.

Por otro lado, Elina Malamud, vicepresidenta de Llamamiento Argentino Judío, informa que su entidad acuerda con los términos de la presentación de ATE e H.I.J.O.S. para pedir la detención de Netanyahu, una denuncia que ha quedado radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 11, a cargo de Sebastián Casanello y en la Fiscalía a cargo de Guillermo Marijuan. “La tríada constituida por Donald Trump, Milei y Netanyahu es la cara visible del cambio civilizatorio que los poderes de las finanzas globales y el complejo industrial militar han emprendido en Occidente –plantea Malamud–. El cinismo moderno es la marca más notable de este proceso que abierta y descaradamente fomenta el individualismo deshumanizado y el desprecio por el prójimo. Podría pensarse que la adscripción tan poco coherente del presidente Milei a la religión judía haya sido pensada, tal vez, para dar apoyo al proyecto expansivo de Israel conjuntamente con las derechas judías o no judías, incluidas las instituciones de la autoerigida dirigencia judía en la Argentina, como AMIA y DAIA. La persecución a migrantes e indocumentados desatada en los Estados Unidos, la desatención en el acceso a la salud a los jubilados y a las clases populares tanto como a las clases medias que sucede en Argentina, la eliminación física, moral y cultural de un pueblo expuesto a la expulsión, a la ejecución armada, al hambre, a la sed, a la desesperación sin futuro, que se da en Gaza, son distintos grados de la deshumanización del prójimo que campea en Occidente, así que no nos ha de extrañar que este presidente nuestro invite a Netenyahu y lo acoja”.

La vicepresidenta del Llamamiento Argentino Judío afirma que “las organizaciones que cuestionamos toda violación de principios básicos como lo que sucede en Cisjordania, en Gaza, en el Oriente Medio, debemos expedirnos, no como judíos sino como personas. Cuando se discutió, en 1947, la Declaración Internacional de Derechos Humanos, se entendió que los crímenes contra un sector, no son contra un sector sino contra la sociedad toda. Debemos expedirnos en cuanto individuos. En el mundo judío debe quedar clara la diferencia entre ser fiel o transformarse en cómplice. El país de Israel no solo ha ocupado, Gaza, sino que ha ocupado o intenta ocupar el judaísmo. Quiere que seamos escudos de sus acciones genocidas, ante las cuales los judíos progresistas y humanistas no hemos de caer en su encerrona simbólica”.

Por otro lado, Battaglino reflexiona que “la política exterior que viene llevando adelante Milei rompe con cualquier manual y con cierta tradición que viene llevando adelante nuestro país de no interferir en asuntos que no nos competen. La novedad está en la relación con el Estado de Israel. Un país que representa un porcentaje insignificante en los rankings de comercio exterior, tanto en importaciones como exportaciones. Sin embargo, ya desde la campaña electoral, Milei expresó que su eje incondicional sería el de Washington-Jerusalén. Este clima social ha hecho que líderes en todo el mundo, de distinta procedencia ideológica, hayan retirado su apoyo al mandatario Benjamín Netanyahu. Lo que sorprende no es la denuncia de ATE e HIJOS, sino que otros sectores queden en silencio cómplice para que el país le rinda pleitesías a una persona con orden por arresto internacional por crimenes de guerra.”

Remedios que matan

Remedios que matan

En Argentina se está viviendo la mayor crisis farmacéutica en la historia. Ya hubo 96 muertes confirmadas por fentanilo contaminado, más que en el atentado a la AMIA o en la tragedia de Once. Una carta de advertencia que no llegó a tiempo. Una investigación sobre la negligencia médica. Y el silencio de las autoridades. Se esetima que hay más de 150 mil ampollas infectadas.

Allanamiento de la Policía Federal Argentina en el Hospital Italiano de La Plata en Mayo de 2025. Foto: Ministerio de Seguridad

Para entender la secuencia hay que retrotraerse casi nueve meses de que el término “fentanilo” saltara a los titulares. Antes de que el Ministerio de Salud declarara la emergencia. Antes incluso de que en la Argentina se lo pensara como un asunto lejano.

Entre el 28 de noviembre y el 12 de diciembre de 2024, inspectores de la ANMAT revisaron la planta de Laboratorios Ramallo S.A., parte del grupo HLB Pharma, en la provincia de Buenos Aires. Detectaron deficiencias clasificadas como “críticas y mayores” en controles de calidad, validación de procesos, documentación y depósitos. Según documentos internos revelados por La Nación, el lote 31201 se produjo el 18 de diciembre de 2024, y el lote 31202 el 3 de enero de 2025.

El 10 de febrero de 2025, la autoridad regulatoria envió una Carta de Advertencia: suspendía la producción hasta que la empresa presentara un plan de acción correctivo. Pero el 3 de enero, antes de que la carta saliera, el lote 31202 de citrato de fentanilo ya había sido fabricado.

¿Cuánto tiempo circularon las ampollas contaminadas antes de que se emitiera la alerta pública? ¿Qué controles fallaron y quiénes son responsables de esas omisiones?

A fines de abril de este año, en el Hospital Italiano de La Plata, pacientes internados desarrollaron infecciones graves: sepsis, neumonía, shock. Todos habían recibido pequeñas dosis de fentanilo del mismo lote. Las bacterias halladas, Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, confirmaron la contaminación.

Pero no fue hasta el 8 de mayo, tras las denuncias de instituciones médicas, que la ANMAT emitió una alerta pública ordenando no usar el producto. Cinco días después se prohibió formalmente el lote 31202 y se ordenó su retiro. Para entonces, según estimaciones, el lote rondaría en más de 300.000 ampollas, de las que se habrían aplicado unas 45.000.

El recuento de víctimas creció con las semanas: 34 a fines de mayo; 76 el 12 de agosto; entre 87 y 96 confirmadas hasta el jueves 14 de agosto, además de otros casos en investigación.

“Aún no se conoce la magnitud de la situación. Todavía no hay certeza de la cantidad de ampollas aplicadas en el país. Hay 6 lotes en investigación y uno solo protagonista, el 31202.

Eso no significa que no haya más lotes esparcidos. Hay que activar una emergencia sanitaria”, reclamó Alejandro Ayala, familiar de una víctima, en declaraciones a los medios. 

La causa penal se encuentra en etapa de instrucción, a cargo del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak. La Justicia investiga a 24 posibles responsables, entre ellos al empresario Ariel García Furfaro, bajo acusaciones que van de homicidio culposo a adulteración de productos médicos.

“Fueron dos lotes, uno de los cuales tuvo alta circulación y se aplicó ampliamente. Del otro no se llegó a administrar ninguna dosis”, precisó Ernesto Kreplak en Radio con Vos

En paralelo, ante el silencio de las autoridades de los ministros a las preguntas y los reclamos, más de 80 familiares de víctimas se reúnen en un chat de whatsapp: “Unidos por la justicia de las víctimas del fentanilo mortal”. Allí comparten el duelo mientras exigen justicia por la negligencia médica y alertan por la emergencia sanitaria.

“La incertidumbre es enorme, hay más de 150.000 ampollas infectadas. La mayoría no se sabe ni dónde están ni cómo fueron utilizadas por la falta de registro”, expresa Sandra Altamirano, madre de Daniel Oviedo. Daniel tenía 42 años, murió después de ser tratado con fentanilo infectado en el Hospital Italiano de la Plata. 

La tensión entre las familias y el principal imputado se profundizó la noche del jueves 14 de agosto, cuando Ariel García Furfaro dio su versión de los hechos en el canal TN, donde afirmó haber leído “todas las historias clínicas” de las víctimas. La declaración, realizada mientras en el estudio se encontraban familiares de varios de los fallecidos, provocó un inmediato rechazo.

“Me gustaría saber, ¿cómo tiene acceso él a las historias clínicas? Cuando hay familias que están desesperadas pidiéndolas y nadie se las entrega”, se preguntaba Sandra viendo la televisión. En el chat que tiene con otros familiares ella los ayuda a buscar los historiales. “Es inexplicable lo que pasa y lo que provoca en nosotros”.

Anoche, en el lanzamiento de la campaña electoral bonaerense, el presidente Javier Milei responsabilizaó a Axel Kiciloff por tener como cliente al laboratorio HLB Pharma, sin embargo no se conoce aún pronunciamiento del ministro de Salud Mario Lugones, a pesar de que las víctimas del fentanilo tapizan todo el país. Solo se escuchó al ministro de Desregulación, Adolfo Sturzenegger, quien insistió en desarticular el ANMAT asegurando, en este trágico contexto, que es mejor que cada ciudadao se cuide solo.

Hoy la crisis sigue abierta: continúan los peritajes, los allanamientos y la búsqueda de responsabilidades. Lo que comenzó como un problema de control de calidad es ahora un expediente judicial y un episodio crítico de salud pública.

 

Los presos que abrigan a las personas en situación de calle

Los presos que abrigan a las personas en situación de calle

«El otro frío» es una campaña solidaria mediante la cual personas en contexto de encierro elaboran mantas para quienes viven en la vía pública. Las confeccionan con sachets de leche, una manera de cuidar también el medio ambiente.

El Otro Frío es una campaña impulsada por el Consejo Publicitario Argentino (CPA) en articulación con distintas organizaciones sociales con el objetivo de ayudar a quienes no cuentan con los recursos para protegerse de las bajas temperaturas y se encuentran en situación de calle. El 1 de julio comenzó la sexta edición de este proyecto colectivo que busca recolectar sachets de leche y yogur vacíos para que personas privadas de su libertad elaboren aislantes para entregar a personas sin techo y que puedan resguardarse de climas hostiles.

“Existen muchos fríos, pero ninguno se compara con el de dormir en la calle” reza el lema de la acción iniciada en 2020 y en la que confluyen el cuidado del ambiente, la inclusión y la asistencia concreta para quienes más la necesitan. Las mantas plásticas pueden funcionar como aislantes para colocar en el piso y evitar que el frío o la humedad lleguen al cuerpo, para cubrir las pertenencias de la lluvia, para conservar el calor y para reforzar techos contra filtraciones de agua y humedad. Para que esto sea posible, el CPA colabora con Fundación Espartanos, Justicia Restaurativa, Vikingos Rugby UP43, Red Activos, Amigos en el Camino y Caminos Solidarios Argentina. Las últimas dos se encargan de repartir los protectores aislantes a las personas en situación de calle, mientras que las demás son las responsables de su confección.

La campaña se divide en tres etapas: recolección, producción y distribución. Desde el 1 de julio hasta el 22 de agosto, las personas pueden depositar sus sachets vacíos y limpios en las urnas de #ElOtroFrío ubicadas en distintos comercios, establecimientos educativos y otros espacios en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Una vez finalizada la colecta, estos son enviados a diversas Unidades Penales donde hombres y mujeres los unen con la técnica de termosellado para crear las mantas, de cinco sachets de ancho y diez de largo. Luego, las organizaciones que trabajan con personas en situación de calle se aseguran de hacérselas llegar no solo durante el invierno, sino en las noches frías y lluviosas de todo el año.

Actualmente, según el último censo popular realizado en junio de este año, en CABA viven 11.892 personas en situación de calle. “Lamentablemente, ellos son los que nadie quiere ver, a los que nadie quiere escuchar”, dijo Mónica De Russis, directora de Amigos en el Camino. La organización hace recorridas por la ciudad todas las noches, excepto los sábados, en las que reparte comida, bebida, abrigo y artículos de higiene y brinda asistencia para que quienes duermen en la calle no tengan que hacerlo más. “Nosotros visitamos 1.200 personas por semana. Esto no quiere decir que, si damos la vuelta a la esquina, no vamos a encontrar a otra. La gente se comunica con nosotros y nos dice: en tal calle hay una familia que antes no estaba. Es muy angustiante porque no somos el Estado, no podemos abarcar todo. Vemos que el número aumenta y las cifras lo indican así”, agregó.

Una misión, múltiples objetivos

La campaña promueve la inclusión de población privada de su libertad y de personas con discapacidad. La producción principal se realiza en distintos penales de la Provincia de Buenos Aires, dándole la oportunidad de ayudar a otros a los hombres y mujeres que se encuentran cumpliendo sus condenas allí. “Esas manos que antes dañaban, ahora construyen”, aseguró Andrés López, director de Justicia Restaurativa. Bajo el lema “reparar para no repetir”, esta organización trabaja con mujeres en contexto de encierro y realiza talleres de carpintería, costura, huerta y otras actividades para darles una vida digna, alejada de la violencia y el delito. “Queremos que cumplan su condena de forma digna, y una forma digna también es pensar en otros y otras”, añadió. 

López destacó la importancia de la participación de estas mujeres no solo para quienes recibirán las mantas, sino para ellas mismas, ya que las involucra en algo mayor que, además, las entusiasma. En una de las últimas tandas que confeccionaron, añadieron frases alentadoras como “estoy pensando en vos” y “esto lo hago con mucho cariño”. “Fue muy emocionante porque nosotros no estábamos enterados al principio, nos enteramos por gente en situación de calle. Esto no solamente aísla del frío y de las inclemencias de vivir en un contexto tan adverso como la calle, sino que abraza”, comentó. Tanto Justicia Restaurativa como Fundación Espartanos y Vikingos producen aislantes durante todo el año. De esta manera, los sachets conseguidos en la edición actual probablemente sean repartidos durante el próximo verano y el invierno de 2026.

Otro de los propósitos que hacen a El Otro frío es la concientización sobre el cuidado del ambiente y la reutilización de materiales contaminantes. “Ese sachet de leche que vos en tu casa lo tirabas a la basura y se convertía en algo que contamina al planeta es un pedacito de esa manta que va a abrazar, va a abrigar a alguien en situación de calle”, expresó De Russis. Por eso, también se alienta la transformación de los sachets de forma doméstica para crear elementos de todo tipo, como macetas, bolsas, cartucheras y otras manualidades.

La iniciativa retoma el trabajo de la ONG La Sachetera, que desde 2012 convierte sachets en objetos sustentables y que provee el material de capacitación para la fabricación de las mantas, así como tutoriales para seguir en casa y darle una nueva utilidad a lo que de otra forma sería un desecho.

Quiénes participan

El Consejo Publicitario Argentino está compuesto por diversas empresas anunciantes, medios, agencias, organizaciones e instituciones que, en conjunto, realizan campañas de bien público con tres ejes principales: salud, sociedad y educación. Colaboran no solo con la difusión de la campaña, sino con necesidades específicas como la logística y el transporte de los sachets y la provisión de las termoselladoras para la fabricación de los aislantes.

Red Activos es una ONG sin fines de lucro que reúne a distintos emprendimientos y genera trabajo para personas con discapacidad. Fundación Espartanos y Vikingos trabajan desde el deporte y otras actividades para transformar la vida de personas privadas de su libertad y reducir la reincidencia. Caminos Solidarios, al igual que Amigos en el Camino, asiste a personas en situación de calle y reparte comida y bebida en distintos puntos de CABA.

El Otro Frío no tendría éxito de no ser por el trabajo conjunto de todos estos actores sociales. “Cada eslabón es importante: vos en tu casa tomando conciencia de que tenemos que dejar de contaminar nuestro planeta, CPA con todas sus empresas, las tres ONG y la población privada de libertad que trabajan durante todo el año para armar estas mantas, para que luego Caminos Solidarios y Amigos en el Camino las estén repartiendo a personas en situación de calle. Así, lo que antes podía ser basura se convirtió en algo valioso”, afirmó De Russis. López lo resumió en una frase: “Lo que le hace bien a uno, nos hace bien a todos”.

Los puntos adheridos en CABA y GBA y la forma de preparar los sachets se encuentran detallados en las redes sociales y la web de la campaña, www.elotrofrio.org.ar. Allí también se pueden consultar otras formas de colaborar para quienes viven en otras partes del país.

Israel usa el hambre como arma para ejecutar un genocidio

Israel usa el hambre como arma para ejecutar un genocidio

Con el férreo bloqueo impuesto por Netanyahu, una hambruna devastadora se instaló en Gaza, donde todo es destrucción, escombros y muerte. Presión internacional para reconocer el Estado palestino.

Manifestación contra el genocidio en Gaza en el centro de Buenos Aires el pasado 12 de julio. 

“Lo que está pasando en Gaza es un genocidio planificado”, dijo en diálogo con ANCCOM, Efraim Davidi, periodista, analista político, militante activo del Frente Democrático por la Paz y profesor de Historia Social de la Universidad de Tel Aviv, donde reside. Y agrega que “Tel Aviv está aproximadamente a 100 kilómetros de la Franja de Gaza, región a la que no se puede entrar desde hace muchos años, más o menos desde 2017. Lo que sabemos de Gaza es por lo que sale en la prensa y la comunicación que se tiene con los hospitales”.

A 675 días del conflicto palestino-israelí, la crisis humanitaria en que se vive en Gaza no tiene comparación con ninguna otra de la región. El plan del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, es la destrucción de Hamás y la ocupación total de la Franja de Gaza, desplazando a las cerca de dos millones de personas que residen allí. Israel controla alrededor del 75 por ciento del territorio, mientras el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha cifrado en más de 61.300 los muertos por la ofensiva israelí. Por su parte, Hamás tiene aún 49 rehenes israelíes cautivos.

Hace más de 50 días Israel realizó un bloqueo total de ayuda humanitaria a Gaza. En ese territorio casi una cuarta parte de la población ya está sumida en la hambruna. Los asesinatos y las muertes por bombardeos cotidianos ascienden a casi 16 mil personas en las últimas semanas.  En tanto, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) declaró que el hambre, como arma, es un crimen de guerra.

Para la licenciada en Ciencia Política y Gobierno, especializada en Relaciones Internacionales, Anabel Cichero Lalli, “el bloqueo como tal, el oficial, comenzó en marzo de 2025. Pero Gaza ya estaba bloqueado desde antes, sólo que no estaba mediatizado.” La politóloga denuncia que esta situación “tiene casi 20 años, solamente que con el recrudecimiento pos 7 de octubre (de 2023) se visibiliza mucho más. El bloqueo oficial se dio con la excusa de debilitar política y militarmente a Hamás, pero bien sabemos que lo único que traen los bloqueos es hambre, miseria, pobreza. Gaza llegó a la desnutrición de manera severa. Además, la mitad de los hospitales en Gaza fueron destruidos, los médicos están saturados y no permiten el ingreso de personal médico extranjero. Como si fuera poco, el acceso al agua potable ya no existe, no hay combustible, no funcionan las usinas eléctricas, no funcionan los hospitales, no funcionan las ambulancias.” Desde su perspectiva, “la palabra bloqueo suaviza un contexto que es mucho más crudo y mucho más cruel que lo que estamos viendo. El bloqueo es lisa y llanamente terrorismo económico. En 2007 Israel impuso este bloqueo tanto terrestre como aéreo y marítimo, que luego fue intensificado en 2023. Gaza no puede ni exportar ni importar libremente bienes básicos. Tampoco se le permite avanzar o desarrollar sectores productivos que son la base su tejido económico, como la agricultura y la pesca. Sumado a esto, se le anuló la ayuda humanitaria internacional, que es de lo único que depende para sobrevivir. Este es uno de los genocidios y de los castigos colectivos más filmados, más visibles de la historia de los conflictos del mundo”, argumentó Cichero. Quizá por esa razón, Israel asesinó esta semana a seis periodistas de la cadena Al Jazeera, quienes transmitían en vivo el horror que viven los gazatíes.

Coincidiendo con el panorama descripto por la politóloga, Davidi menciona que “Gaza tiene dos fronteras. La más larga es con Israel y la más pequeña es con Egipto. Israel bloquea las entradas a la Franja de Gaza desde hace ya 12 años y el mar desde antes. Pero a partir del 7 de octubre de 2023 se restringieron las entradas de ayuda humanitaria, junto con una campaña de destrucción total de la Franja de Gaza. Y desde el 15 de marzo de este año el gobierno israelí decidió que no entra ningún tipo de ayuda. Hay que tener en cuenta, además, que el sector agrícola ha sido destruido. O sea, no hay productos locales. A todo esto me refiero con ‘genocidio planificado’”.

En los últimos días el mundo comenzó a hacerse eco de lo que está sucediendo en Gaza. Canadá, Francia, el Reino Unido y Australia manifestaron abiertamente que reconocerán a Palestina como Estado. Más recientemente, también sumó su apoyo el presidente finlandés. Por su parte, Donald Trump expresó su disgusto y desacuerdo con esta posición y amenazó con terminar las relaciones económicas con Canadá. En tanto, China exigió un alto al fuego y Bélgica, Alemania, España, Francia, Emiratos Árabes Unidos y Jordania lanzan ayuda desde el aire a Gaza. Mención especial para la posición del actual presidente de la Argentina, Javier Milei, uno de los pocos jefes de estado a nivel internacional que apoya a Israel. Pese a que Netanyahu tiene un mandato de arresto internacional por crímenes de guerra, tiene pensado venir a nuestro país en el mes de septiembre, uno de los tres países a los que podría ingresar sin temor a ser arrestado junto con Hungría y Estados Unidos.

Mientras que Davidi sostiene que “Netanyahu y Trump son una misma cosa”, considera que, aunque la posición manifiesta de algunos países de reconocer un Estado palestino obedece a una respuesta frente a la presión de la opinión pública internacional, “los sectores pacifistas en Israel vemos eso como un paso necesario y positivo. O sea, esperamos que Macron cumpla con su palabra, que Canadá cumpla con su palabra y que todos los países que están declarando que van a reconocer a Palestina efectivamente lo hagan. Porque eso significa una presión para que el gobierno fascista de Israel cambie de posiciones. En esta situación, la presión internacional es fundamental.”

En el mismo sentido, Jorge Elbaum, periodista, sociólogo, investigador, profesor universitario e integrante de la organización Llamamiento Argentino Judío plantea que “las decisiones de estos países son tardías. Argentina lo hizo en el gobierno de Cristina Kirchner en el 2010.” Y aunque reconoce que es mejor “tarde que nunca”, considera que son mecanismos “vinculados a la presión diplomática más que a una decisión conceptual o asumida de la necesidad de que Palestina sea libre junto a Israel. Creo que es simplemente un mecanismo de extorsión, pero como tal no le veo mucha rigurosidad.”

Elbaum indica que su posición es clara: luchar por dos Estados para dos pueblos. “Eso supone el fin de la ocupación de Israel a Cisjordania. Supone también el fin del sitio, los bombardeos y las masacres en Gaza que incluyen obviamente un genocidio. Esa es la posición del Llamamiento, dos pueblos para dos países. Paz. Liberación, por supuesto, de los rehenes israelíes en poder de Hamás y de los presos políticos palestinos en poder de Israel. Y una conferencia internacional para de alguna manera ayudar al nacimiento de Palestina, terminando con esta situación de masacres cotidianas donde obviamente pagan siempre los más débiles.” Para el sociólogo, “no puede ser que haya seis o siete millones de personas en Palestina que no tengan su Estado, que no tengan derechos ciudadanos ni políticos y que sean parte de una ocupación militar. Es insostenible. Es como el apartheid en Sudáfrica. Se tiene que acabar. Será ahora. Será más tarde. Pero la situación no puede seguir así eternamente porque es un pueblo que está oprimiendo a otro.” Pese a esta claridad en el análisis, reconoce no estar muy seguro de la actitud que puede llegar a tomar Netanyahu, de quien considera que “está haciendo un proceso de venganza similar al que hizo Estados Unidos en Japón con las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki. Es una venganza brutal. En la tradición antropológica podríamos decir que es una forma de ‘comerse al antropófago’. Es reproducir por mil, por diez mil, las mil quinientas muertes, asesinatos producidos por Hamás el 7 de octubre. Con lo cual esto merece una solución política, no militar.”

En consonancia con la solución política, Cichero considera que es primordial volver a los tratados internacionales como los de Ginebra, de los cuales Israel es signataria: “En estos convenios, rigen las normas de protección y de trato humanitario a los civiles que están dentro de un conflicto armado o de una ocupación. Dentro del articulado de las normas, se establece que la fuerza ocupante debe velar por el acceso a la educación, a la salud, a la alimentación, al agua potable de los civiles ocupados. Israel no lo está cumpliendo. Esto hace que los gazatíes deban depender estructuralmente de los servicios israelíes, los cuales Israel tampoco provee. Es decir, además de que Israel controla todos los accesos a Gaza y los registros de la población gazatí, controla y permite o corta el flujo de los bienes y servicios, y condiciona la vida económica. Gaza está totalmente aislada del sistema financiero internacional, no tiene libre circulación de divisas, el bloqueo le impide comerciar con países vecinos. Todo esto hace que sea totalmente inviable la estatalidad en Gaza. No puede haber un Estado si no hay una economía propia que fluya. No puede haber un Estado donde la gente que no muere se está escapando, algo básico de geopolítica: donde no hay población, no hay Estado.” La politóloga plantea que el principal objetivo de Israel en Gaza es desmantelar integralmente a Hamás para luego avanzar, pero para esto tienen que desmantelar al partido gobernante: “Hay documentos en los que se especifica que el fin último del Estado de Israel es acaparar Cisjordania y Gaza para finalmente delimitar sus fronteras y ahí recién poder confeccionar una Constitución, porque no puede haber una Constitución si no tenés delimitadas tus fronteras”. Y señala que “hay una presión política interna en Israel para con Netanyahu que es enorme. Hay movilizaciones todos los días, no solamente pidiendo que se detenga, que haya un cese al fuego, sino que se está criticando su ineptitud para recuperar a quienes aún permanecen retenidos como rehenes. Entonces, esa es otra de las cuestiones. Hay una especie de manotazo de ahogado de Netanyahu de querer avanzar a todo galope para tener una victoria estratégica no solamente a nivel geopolítico, sino también en la opinión pública.”

Davidi coincide y agrega datos: el 72 por ciento de la población israelí exige que la guerra se termine. En los últimos días también se dieron a conocer negociaciones para alcanzar un alto al fuego, en las cuales participó un enviado de Trump, Steve Witkoff. Sin embargo, para este analista político “en los hechos no hay ninguna negociación. Una de las condiciones del Hamás y de muchos otros sectores internacionales, es que Israel termine la guerra”.

Haciendo foco en el rol de Trump en este conflicto, Elbaum indica que “el máximo responsable de la guerra, del conflicto y de avalar lo que ha hecho y lo que sigue haciendo Israel, sin duda es Estados Unidos que apoya, avala y suscribe estas prácticas coloniales de Israel. Estados Unidos ha vetado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas todas las votaciones realizadas en la Asamblea en la cual exigía a Israel el abandono de los territorios ocupados por un lado y la configuración de un país de Palestina, tal como lo dispuso las Naciones Unidas en la partición de 1947.”

Matar de hambre es una de las maniobras más despiadadas en una guerra y lamentablemente se usa como arma de combate. El conflicto en Gaza, al que a sus más de 61.300 muertos se suman más de 152.000 heridos, mantiene a todo un pueblo sumido en la hambruna y una tierra destruida y devastada. Mientras Médicos Sin fronteras asegura que sus equipos están viendo “niveles catastróficos de desnutrición” en el territorio, la comunidad internacional oscila entre el reconocimiento simbólico del Estado palestino y la inacción práctica.

«No podemos desentendernos de los que sufren»

«No podemos desentendernos de los que sufren»

En el inicio de San Cayetano, el arzobispo Jorge García Cuerva lanzó un fuerte mensaje a las autorides. Una multitud de personas, organizaciones sociales y sindicatos marchó de Liniers a Plaza de Mayo, Una marea de demandas al gobierno.

Convocada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y otras organizaciones, la tradicional movilización de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, confluyó en Plaza de Mayo, donde se unieron gremios de la CGT, entre ellos Camioneros, UOCRA y UPCN.

En un contexto de creciente conflictividad social, falta de empleo, deterioro salarial y crisis alimentaria en los barrios populares, la manifestación comenzó a la mañana, frente al santuario de Liniers, donde una multitud se reunió mucho antes de la hora de salida a esperar la misa encabezada por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva.

“El pan no se niega y el trabajo no se mendiga –afirmó García Cuerva–. No podemos desentendernos de los que sufren. No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad”.

La homilía marca el inicio formal de la marcha. Afuera, las columnas están listas para movilizar. Pedro Peralta, uno de los peregrinos, devoto además de la Virgen de Luján, camina adelante con una medalla que lo protege. “El pueblo está con hambre, con necesidades”, dice, sin levantar la voz. “Como misioneros de Francisco, recordamos su mensaje de salir a la calle a hacer lío”, agrega.

Mientras la columna avanza por la avenida Rivadavia, pueden distinguirse los colores de las distintas agrupaciones –rojo, azul, blanco, verde– en pecheras y banderas con los nombres de barrios, sindicatos y comedores populares. Héctor, delegado de la UTEP, en la primera línea de la manifestación, enumera uno a uno los derechos básicos negados por el Gobierno nacional: “Salud, educación, vida, familia, soberanía”.

En otra de las columnas, las mujeres llevan pañuelos de colores, sostienen ollas de aluminio y exhiben unos carteles elocuentes: “9 de cada 10 familias en barrios populares sufren inseguridad alimentaria”. Alejandra, de Barrios de Pie –que forma parte de la UTEP–, cuenta: “La olla es lo que nos hermana y lo que nos une. Los alimentos no están llegando a los comedores, los ponemos de nuestro bolsillo”.

El problema es que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, no entrega los alimentos a los comedores comunitarios. Verónica, de la organización 25 de Mayo, puntualiza: “Los chicos tienen frío y tienen hambre. Y hay familias enteras que duermen en la calle porque ya no tienen más nada. Ayudamos con ollas populares y en comunidad”.

Alrededor de las 11, la marcha se detiene frente a la Basílica de San José de Flores. Se escucha el nombre de Francisco, “un papa que siempre se jugó contra los poderosos”, según lo define el párroco Martín Bourdieu. Es un año importante en conmemoración a la muerte del papa argentino y su legado. Desde la escalinata, reproduce la frase de Papa argentino recientemente fallecido: “No puede haber pan, techo ni trabajo si no hay paz ni cuidado del planeta”.

Los manifestantes llegan a las 14 a Plaza de Mayo, con los pies cansados y los hombros doloridos por cargar las imágenes del santo y de la virgen. Numerosas agrupaciones populares se sumaron en el camino. Las diagonales están llenas de banderas y se oyen los cánticos de la gente. En el escenario, montado frente a la Casa Rosada, se suceden los reclamos: jubilaciones, presupuesto para el Garrahan, rechazo a la precarización laboral. El dato del desempleo habla por sí solo: 7,9 por ciento en el primer trimestre de 2025 –más de 1,1 millones de personas sin trabajo– y una pérdida salarial promedio de más del 36 por ciento.

La jornada concluye con un mensaje de unidad y resistencia frente al avance de las políticas de ajuste. Alejandro “Peluca” Gramajo, referente de la CTEP, remarca: “Tendales de hombres y mujeres no pueden comer. Los trabajadores tienen secuestradas las paritarias. Todos los días se cierran comercios y PyMEs, con la pérdida de cientos de puestos de trabajo de personas que se quedan sin ingresos y tienen que ir a revolver la basura, no por deporte, como quieren hacernos creer algunos miserables, sino para comer. Frente a este contexto complejo, esta unidad que hemos logrado construir es importante para volver a marcar un camino de esperanza, no todo está perdido”.

“Tenemos la obligación de ponerle freno a este gobierno del FMI, para impedir que nuestros hombres y mujeres se sigan cayendo en la peor miseria, pero también tenemos la responsabilidad de mantener la unidad para ser los protagonistas de la reconstrucción del país”, subrayó y llamó a fortalecer la organización popular y mantener “la unidad que hoy se siente en la calle”.

Antes de finalizar el acto, se leyó un comunicado consensuado por las organizaciones participantes, que denunció la estigmatización de los trabajadores, la criminalización de la pobreza y la persecución judicial contra referentes sociales. También se reclamó el fin de los protocolos represivos y se advirtió que la paz social sólo puede construirse garantizando derechos y no con represión.

Un guiso en la vereda de San Cayetano

Un guiso en la vereda de San Cayetano

“Poder cada fin de mes llegar a los gastos de uno”, “ponerse en los zapatos del otro”, “que se reconozca el esfuerzo que uno hace” fueron algunos de los deseos que se escucharon en la vigilia del patrono del pan y del trabajo, en el invierno de una época inclinada hacia el desprecio y el descarte.

—Quién ha de responder no es San Cayetano; los que deben responder, están mirando a otro lado —se escucha una voz por los altoparlantes.

El miércoles 6 de agosto se celebró la vigilia por San Cayetano, el santo del pan y del trabajo. Los fieles esperaron a las doce para que se abran las puertas del santuario, y será desde allí que parta la procesión del jueves 7, día del fallecimiento del beato. ANCCOM recorrió sus inmediaciones en el barrio porteño de Liniers, donde bullen comerciantes, activistas voluntarios y peregrinos. Hay consenso en que el contexto es especial:

—Muy poca gente —dice Rosa Chiribe (58), sentada y cubierta con su manta—. Los años anteriores venía a las seis y me tocaba dos o tres cuadras más al fondo, entonces ahí te das cuenta de que no hay mucha cantidad de gente como había antes.

 

La fila, sin embargo, se estira hasta tres cuadras de la iglesia por la calle Bynon, flanqueando la calzada de adoquines. Los feligreses trajeron reposeras plegables, termos de mate y bolsas de tela. Algunos esperan en círculo, otros mirando a la gente pasar, revisan el celular, ceban un mate y cada tanto arengan un baile o un aplauso, mientras cuadrillas de boy scouts recorren la fila con cuencos de pan y jarras de mate cocido.

—Yo vi a mucha gente joven este año —complementa Paula Habib (54), profesora de educación física que es devota del santo desde la adolescencia—. Un poco más organizados. Poca gente, en comparación a otros años, pero distinta.

Paula Habib, 54 años. 

En la esquina de Bynon con Casco están las mesas del puesto de los scouts. Es un punto iluminado del que asoma un tanque de AySA, enormes bultos de panes y jóvenes con pañoletas de colores que van y que vuelven en duplas y en tríos.

—Nosotros no esperamos nada a cambio, venimos a dar una mano; es acción altruista —dice Tobías Heredia (20) de Scouts Argentina—. Por lo general, San Cayetano empezaba los jueves. Este año es atípico: empezó un miércoles. Ahora, a las nueve de la noche, es otra cosa; empieza a venir gente, ponen sus carpas para hacer pernocte.

—Para venir acá tenés que tener para el boleto y para pasar el día —aporta Rosa Chiribe—. Por más que te den mate cocido a la tarde, vos un sanguchito o un cafecito te tenés que tomar. Y todo eso suma.

Aún así, la gente sigue llegando, aparecen más reposeras en la zona vallada, mientras allá en la iglesia se prepara una banda de folklore. Y a medida que cae la noche y crepita el carbón de las parrillas, nuevas filas se empiezan a formar.

La gente que trabaja

Los edificios de la calle Bynon tienen las luces apagadas y los postigos cerrados. A ras de piso, sin embargo, cada puerta ilumina: están abiertos el chino, el kiosco, la verdulería; una señora se dobla encima de un vaso de vino, y detrás de la barra se ve a Eduardo Feinmann hablar de “La apropiación de la estrella culona”. Hay gritos: ¡A los churros! ¡A los pebetes! Se mezcla el perfume de velas con el humo del carbón, y las cestas de los vendedores de chipá parecen flotar sobre el mar de cabezas.

—Yo soy creyente en Jesús, en Dios y en mí, obviamente —dice Rodrigo Molinas (24), que apoya la cesta a un costado—. Yo trabajo en el tren, amigo: Berazategui, Quilmes, Wilder, Sarandí… Mi viejo tiene una fábrica de chipa. Ahora me estoy dedicando a vender celulares, vendiendo perfumes, invierto lo que tengo, ¿viste? Aprendí muchas cosas trabajando en la calle. Yo era una persona muy miedosa antes, y trabajar así te hace más extrovertido. Hay que tener coraje para vender en la calle.

Rosa Chiribe, 58 años. “Vengo a agradecer porque mis hijos tienen trabajo” 

 

—¡Tranquilo papi, si hay para todos! ¡No, no es para vos! ¡Es para el muchacho! ¡No, no, no me hagás drama!

Los gritos vienen de la fila que cruza Bynon con Gana, una cuadra antes del puesto de los scouts: aquí la gente está esperando de pie, algunos solos y otros en familias, algunos muy limpios y otros no tanto, todos siguiendo el olor del plato de guiso, el calor y la humareda de la olla.

—¿Quiénes reparten? —pregunto.

—Nosotros —responde un hombre alto, de hombros anchos y pelo negro muy lacio, alargado, al que faltan un par de dientes.

—¿Quiénes son? ¿Tiene algún nombre la organización?

—¡Nosotros estamos aquí siempre!

Rodrigo Molinas, de 24 años, vende chipá en los trenes.

Bajo la noche nublada, los peregrinos se sientan en sus reposeras y se inclinan, casi a la vez, sobre el vapor de platos de guiso, que untan con el pan repartido por los scouts. Por los parlantes suena música cristiana con ritmos de samba y de chacarera. En la esquina de la fila, justo al fin de las vallas, se sienta un hombre de barba blanca con una camiseta de los Chicago Bulls. Tiene un brazo amputado desde el hombro. Antonio García (46) ya terminó de comer su guiso, y cuenta su historia.

—Yo vivía en Santiago del Estero. Cuando tenía cuatro años murió mi papá. Fuimos a parar a manos de mi abuela y ella nos internó a un orfanato en Córdoba. Y después ya a los 17 años me vine para Buenos Aires. Ya hace mucho que estoy acá.

—¿Y qué te trae a la festividad de San Cayetano?

—Mirá, con el sueldo que me da el gobierno estoy comprando un terrenito. Muchas veces le dije a la gente: dame un terreno que con la plata que ustedes me dan puedo comprar materiales, para hacer mi casa. Pero no me escuchan, te quieren mandar a un parador porque es el sistema de ellos, del gobierno. Pero yo no puedo andar cambiando de documentos a cada rato, andar de un trámite a otro. Entonces hago lo que puedo: vengo acá, voy a los semáforos, a veces ando en los trenes, vendo cosas, me las rebusco, ¿viste?

 

Al escenario ya se ha subido la banda folclórica. Cantan el himno de la festividad, que llega hasta Antonio por los altoparlantes: “San Cayetano te pido / Que nos des pan y trabajo / No me dejes sin tu ayuda / Bendito San Cayetano”.

—Es muy difícil conseguir trabajo —sigue Antonio—. Nadie te va a dar laburo. Menos a mí, que no tengo estudios: ni secundaria ni primaria, ¿viste? Pero también le pido por la gente, que gracias a la gente yo como, me dan de vestir, algunos me abren la puerta de su casa, me dan un aseo para bañarme, me conversan para ver si tengo otros problemas. Pido por mi mamá, por mis hermanas, y trato de ver cómo puedo tener una vida cambiable. Porque es feo andar en la calle, ¿viste?

Antonio García, 42 años. “Pido por mí, pido por mi mamá, por mis hermanas, y trato de ver cómo puedo tener una vida cambiable. Porque es feo andar en la calle, ¿viste?”

Unos metros más allá, dos hombres abren la valla para meter una reposera plegable, donde se sienta otra persona. Hay amago de conflicto. A pocos pasos de ahí, dos señoras mayores se levantan a bailar una chacarera. La fila aplaude.

—Por la discapacidad y la pensión, el estado te hace tomar decisiones: o trabajás o cobrás la pensión. Entonces no sabés cuál de las dos cosas es. Si el estado daría trabajo a las personas que quieren laburar, como madres con hijos y otras situaciones, te podrían ayudar un poco más. Hay personas que o les compran la comida a los hijos o les compran las cosas para la escuela, entonces no alcanza. No es como antes que dinero había: vos pedías algo y la gente te ayudaba. Yo toda mi vida he sido pobre. Dormí en la calle, en la plaza en pleno invierno. No soy el único en la vida, hay mucha gente más y es muy difícil para todos. Ojalá que haya mejores cosas para los hospitales, las escuelas, mejora de pensiones, que tengan arreglo los baños de los hospitales, que la gente pueda cuidarlos y que bueno, que traten de solucionar un poco más el país: porque otros países están en guerra, y nosotros acá nos quejamos de todo.

En el cruce de Bynon con Gana, donde ya se ve el fuego de las ollas, un hombre barbón y encorvado va saliendo de la fila con dos bandejas de guiso. Se acerca a un muchacho que estira la pierna con un hilo de sangre de un raspón, y le ofrece una de las bandejas: “Tomá, esta es para vos”, dice. Y se sientan a comer en el cordón de la vereda.

Con San Cayetano, todos hermanos

Frente a las puertas de la iglesia hay montado un pequeño escenario. El maestro de ceremonias viste de buzo, jeans negros y zapatillas, con el logo del Club Padre Mugica estampado en el pecho y en la espalda. La torre del campanario emana una luz cálida. Circulan párrocos, músicos, sonidistas, enfermeros y voluntarios identificados con una pechera amarilla. El maestro tantea el micrófono y le habla a la audiencia:

—¿Y cuál es el lema de este San Cayetano?

—Puede ser “Abajo Milei”.

—¡Abajo Milei!

—Bueno, tengamos un mensaje cristiano —se ríe, y luego endereza—. Mensaje cristiano es ayudar al pobre, no mandarle al 911. Pero bueno, ese no es el mensaje de este San Cayetano… Quizás el del próximo año —bromea.

Con San Cayetano, todos hermanos –es el lema oficial de la edición de este año. Pero el show estará plagado de consignas distintas: desde el Fratelli Tutti, del Papa Francisco, con la insistencia en que nadie se salva solo, hasta canciones de María Elena Walsh; apenas entrar, un grupo de jóvenes cantaba la marcha peronista, aunque en la vigilia no se ve ningún símbolo partidario.

 

—Lo que pasa es que cuando uno tiene tantos años… Pasaron tantos gobiernos, tantas promesas y siempre estamos igual —dice Miguel Reina (71), de toda la vida técnico electromecánico, que toma café apoyado en la valla de la fila—. La única diferencia es que cuando yo tenía la edad de ustedes había trabajo. Económicamente era otro país. Decías “me echaron de este laburo”, “me fui de este trabajo”, pero ahí a la vuelta encontrabas otro. Hoy no: la gente no encuentra trabajo.

—Creo que la situación del país siempre estuvo difícil —ponderaba Tobías, 51 años más joven, al lado del puesto de los scouts—. San Cayetano se hace porque hay algo que es la fe, que impulsa la gente a venir todos los años. No tener fe es como no tener un norte. Es como estar en una canoa en el océano, en medio de la nada, en vez de estar en un río, que sabes que va a alguna parte.

Miguel Reina, 71 años. “Antes decías “me echaron de este laburo”, pero ahí a la vuelta encontré otro. Hoy no: la gente no encuentra trabajo”

 

—El humor y la fe siempre es buena acá —sigue Miguel, que viene desde los 18 años a la vigilia —, pero la gente está preocupada. La cosa no está bien en el país. Entonces hay preocupación, con cualquiera que hables. Muy pocos vienen a agradecer por enfermedad, o algo así; hoy día el problema mayor es la economía, el dinero que no alcanza y todas esas cosas. Ponele que un 50% pide por la salud y un 50% por trabajo.

—Nos hace recordar a una pregunta del evangelio: ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano? —sigue el cura sobre el escenario— Y la respuesta es, queridos feligreses, ¡Por supuesto que sí! ¡Soy el guardián de mi hermano! Tengo que cuidar a mi hermano, tengo que tener mi mano tendida a mi hermano; sobre todo al que sufre, primero que a nadie. Y San Cayetano, en el año 1500, ya conocía lo que era el mundo del descarte: los viejos, los pobres, los discapacitados, las prostitutas… Los despreciados por el sistema, ayer como hoy.

—La edad te deja fuera del sistema —dice Miguel—. Viste que todos los miércoles hay marchas por todos los problemas que hay. Mi jubilación es muy magra: de la mínima, un poco más. Siempre estoy haciendo algo, pero no sé hasta cuándo. Sumo el sueldo de mi señora y la ayuda de los hijos. Hoy un jubilado no se puede mantener solo; es un problema socioeconómico.

Tobías Nicolás Heredia, 20 años, es parte del grupo scout que ofrece pan y mate cocido a los fieles. “Nosotros no esperamos nada a cambio, venimos a dar una mano; es acción altruista”.

Pan y trabajo

Decenas de velas alzadas rodean la iglesia de San Cayetano. La música, ahora sí, adopta el tono de un coro clerical. Se agolpan jóvenes, niños, ancianos, vendedoras de espigas, borrachos, policías, peregrinos, scouts, voluntarios y fotógrafas. Se acercan las doce, momento en que se abren las puertas del santuario.

—San Cayetano querido, gracias por quedarte en este barrio de Liniers, este barrio donde la espiga y tu imagen se unieron para siempre —dice el párroco—. Padre de la providencia, padre de los pobres. Con San Cayetano, todos hermanos: eso es lo que nos regalás, lo que nos enseñás. “Somos todos hermanos”; nos invitás a ponernos en los zapatos del otro, del que sufre. A dar gratuitamente, a hacer una gauchada. Vos nos enseñaste “hoy por ti, mañana por mí”. Y como nos decía Francisco, estamos todos en la misma barca; por eso somos todos hermanos.

Diez minutos antes de las doce, se canta el himno nacional. “Pensando en cada palabra”, dicen los músicos desde el escenario. Un grupo de chicas cantó un cumpleaños feliz. Los últimos diez segundos hay una cuenta regresiva: diez, nueve, la gente corea, ocho, siete, y sigue raspando la guitarra, cuatro, tres y así hasta llegar, incluso un poquito adelantados, a una explosión de fuegos artificiales que sube por la torre de la iglesia, de atrás del edificio del convento, en chispas rojizas, verdes y amarillas contra la noche grisácea de Liniers.

Entonces se abren las puertas del santuario. Y la fila de peregrinos, de aquellos que llevan horas, días esperando, empieza a avanzar. Adentro tocarán la figura del santo y algunos pedirán, como todos los años, por pan y por trabajo.

 

—¿Y qué trabajo piden, cuando piden trabajo? ¿Qué es para vos un buen trabajo?

—Un sueldo digno —responde Rosa Chiribe.

—Un buen sueldo —dice Paula Habib —, que reconozca el esfuerzo que uno hace.

—Poder cada fin de mes llegar a los gastos de uno —sigue Tobías Heredia—, que no te obligue a buscar un segundo trabajo para reforzar eso.

—Que te paguen bien, o por lo menos lo que te pagan que te alcance —dice Miguel Reina.

—Yo quiero estudiar arquitectura —cuenta Rodrigo Molina.

—Si yo te pido algo, no te voy a pedir un lujo: con una casita de madera está bien —dice Antonio García.

Pasadas las doce, la gente empieza a desconcentrar. Se prenden los puchos, guardan las espigas y van conversando a la parada del bondi. Las luces de la iglesia de San Cayetano seguirán encendidas, y el fuelle de la noche de vigilia seguirá en la procesión por Rivadavia.

—No somos lo que parece que somos —cerró el párroco—. Somos un Pueblo. Y somos un pueblo de fe.