Condenaron a las mujeres mapuche acusadas de usurpación en Villa Mascardi

Condenaron a las mujeres mapuche acusadas de usurpación en Villa Mascardi

Las seis imputadas recibieron penas de entre dos años y dos años y medios en suspenso. “Desde que nací soy mapuche y fui hostigada siempre por el Estado”, dijo una de las condenadas.

“Arrancaron a los tiros. No fue represión, era una cacería”, dijo Mayra Aylén Tapia, al relatar la violencia del desalojo ocurrido en noviembre de 2017. Foto Archivo: Alejandra Bertoliche/ TELAM

Luego de un juicio exprés que de solo tres audiencias –en las que la defensa denunció la arbitrariedad y “show político de la justicia patagónica”–, el lunes 30 de septiembre hubo alegatos y sentencia en el juicio contra los y las integrantes de la comunidad Lafken Winkul Mapu por la causa en que se acusaba a un grupo de usurpación de terrenos en Villa Mascardi. La jornada concluyó con la condena de seis imputadas a penas de entre dos y dos años y medio en suspenso.

Siempre rodeados por decenas de efectivos armados y con uniformes verdeoliva, porque el proceso se desarrolló en el Escuadrón 34 de Gendarmería de Bariloche, en el último día durante ocho horas las partes dieron sus alegatos de cierre luego de escuchar las palabras finales de las y los imputados. Como en un juego de tenis, el bloque acusatorio y el defensor inculparon a la contraparte de acciones violentas y el incumplimiento del marco legal preestablecido para los casos de disputas por terrenos con comunidades indígenas.

“‘Comé tierra, india’, le dijeron los policías a la machi (sanadora), luego de tirarla al suelo mientras la golpeaban”, contó la imputada Mayra Aylén Tapia, docente de secundaria, al realizar una recapitulación de la violencia que sufrió su comunidad por parte de los efectivos policiales la noche del desalojo policial, el 23 de noviembre de 2017. “Arrancaron a los tiros. No fue represión, era una cacería”, dijo Tapia, que además afirmó que en ningún momento hubo intención de Parques Nacionales de una mediación pacífica, y que el racismo, la persecución y la arbitrariedad fueron parte de todo el proceso: “El único plan de comanejo con Parques Nacionales nos reduce a la servidumbre. Nosotros no luchamos por ser dueños de la tierra, sino por vivir libres en nuestros territorios y que no nos vengan a matar como lo hicieron”. 

Le siguió para sus palabras finales su compañera María Isabel Nahuel, que se sumó la denuncia sobre el comportamiento de las autoridades: “Desde que nací soy mapuche. Desde que nací fui hostigada, siempre por el Estado”. Además, Nahuel recalcó que nunca se les avisó que iban a desalojarlos, sino que los efectivos policiales avanzaron durante una noche en medio de disparos, a pesar de que la Fiscalía era consciente sobre la presencia de niños en el predio. “El Parque Nacional vino después. Nosotros estábamos antes, mis antepasados, los mapuches y tehuelches siempre estuvieron en estos territorios. Nosotros no somos usurpadores, a nosotros nos vinieron a despojar de nuestros territorios, nos vinieron a matar”.

¿Dos demonios?

Cuando llegó el turno de hablar de la querella, en representación de Parques Nacionales, se negó cualquier tipo de arbitrariedad, violencia o proceder que incumpliera las normas jurídicas vigentes y, por el contrario, insistieron en la actitud “violenta” y “terrorista” por parte de la comunidad mapuche en la usurpación. “La toma cambió la vida diaria de la sociedad, con el trabajo de los guardaparques y los cortes permanentes”, dijo la querella. 

El bloque acusatorio, compuesto tanto por la querella como por la Fiscalía, insistió en la existencia de normativas cuya finalidad es resolver las problemáticas en cuanto a terrenos para comunidades indígenas. Así intentaron negar cualquier tipo de discriminación del Estado, del que se resaltó su caracter democratico. “Hubo hechos delictivos y unilaterales. No se trata de un reclamo territorial. No se puede justificar bajo ningún punto de vista la violenta toma que los imputados ejercieron en Villa Mascardi”, afirmó la querella, y aseguró que desde la administración de Parques Nacionales, la estrategia primera siempre fue el diálogo.

En cuanto a la Fiscalía, a cargo de Rafael Vehils Ruiz, aseguraron que la comunidad mapuche se encontraba advertida sobre el desalojo, y que se habían preparado para resistir la usurpación con armas y barricadas, de nuevo destacando el accionar violento de los mapuches. “Si voy a elegir una figura sagrada, ¿por qué voy con pasamontañas con el rostro tapado como ladrón?”, alegó la Fiscalía. 

La defensa, por su parte, sostuvo en primer lugar el derecho de las comunidades de sostener y reafirmar su cultura, y la existencia de una conexión sagrada con los territorios. En segundo lugar, negó todo tipo de accionar violento por parte de la comunidad mapuche, afirmando que ellos actuaron en defensa propia y desde la asimetría de fuerzas y recursos respecto del Estado. Por otro lado, denunciaron las incoherencias entre los testigos y denunciaron que, detrás del proceso judicial, se encontraban en movimiento intereses políticos. Finalmente, remarcaron que la estrategia del bloque acusatorio de apoyarse en la imposibilidad de acciones discriminatorias por parte del Estado debido a la existencia de un sistema democrático, carecía de justificación: “Insistir en que se trata de un gobierno democratico no garantiza nada”. Los abogados defensores, que habían anticipado el veredicto ya estaba “cocinado”; pidieron la absolución de los imputados: “Además de la absolución, pedimos que en caso de no ser así, que no se les imponga el no concurrir al rewe del predio, por ser un lugar sagrado”, en un pedido de que se tenga en cuenta, al momento de dar la sentencia, la perspectiva de derechos indígenas. 

“Es injusto hablar de enfrentamiento cuando lo único que teníamos para defendernos, eran piedras. Se habla de violencia pero los muertos los tenemos nosotros”, dijo Joana Micaela Colhuan en sus palabras finales, y agregó: “Para nosotros no hay justicia. A mi primo lo mataron (en alusión a Rafael Nahuel), y la persona que me disparó a mi no está acá, está libre”. Al momento de tomar la palabra, Tapia denunció “Hablan de democracia mientras que al mismo tiempo presentan una Teoría de los Dos Demonios, cuando ellos saben muy bien que solo teníamos piedras”.

Luego de un cuarto intermedio, el tribunal decidió condenar a la pena de dos años con ejecución en suspenso, e imposiciones a la libertad como la fijación de un domicilio y someterse al cuidado del Instituto de Asistencia de Presos y Liberados de la provincia de Río Negro, a los imputados Martha Luciana Jaramillo, María Isabel Nahuel, Romina Rosas y Mayra Aylén Tapia. Por otro lado, Yessica Fernanda Bonnefoi recibió dos años y dos meses de presión, y a Joana Micaela Colhuan y Gonzalo Fabián Coña se le sumaron cuatro meses más. “El Estado argentino no va a reconocer nunca los derechos de los pueblos originarios, pero vamos a seguir apelando si es necesario hasta la Corte Suprema”, dijo la abogada defensora Laura Taffetani.

“Acá están nuestras placentas, no elegimos el territorio por turismo”

“Acá están nuestras placentas, no elegimos el territorio por turismo”

En el segundo día del juicio que investiga a siete mujeres mapuche acusadas de tomar terrenos en Villa Mascardi, declaró la machi de la comunidad. El lunes serán los alegatos.

En la segunda jornada del juicio contra mujeres de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, acusadas de usurpar un predio de alrededor de siete hectáreas en Villa Mascardi, a unos 35 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en Río Negro, en la sede del Escuadrón 34 de Gendarmería Nacional. El juez Hugo Greca resolvió no permitir declarar a la machi Betiana Colhuan como testigo. Sin embargo, los abogados pidieron que lo hiciera bajo la figura del amicus curiae y así pudo ser escuchada su palabra. Habló sobre la importancia espiritual del cuidado del rewe que se encuentra en Villa Mascardi. “No elegimos el lugar por un negocio inmobiliario o turístico sino porque toda la vida estuvimos vinculados con ese territorio, y hoy ahí están las placentas de los hijos que parí”, declaró.

Este juicio corresponde con los sucesos ocurridos en noviembre de 2017, el desalojo policial de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu por supuesta usurpación en terrenos en Villa Mascardi, San Carlos de Bariloche, a partir de la denuncia de Parques Nacionales. A pesar que durante el gobierno  de Alberto Fernández se había llegado a un acuerdo entre las partes en el que se determinó el compromiso del Estado a reconocer el rewe, lugar en el que se realizan tareas espirituales y de sanación, como sitio sagrado para esta comunidad, en el Parque Nacional Nahuel Huapi.

En la causa están imputados Yéssica Fernanda Bonnefoi, Johana Colhuan, Gonzalo Coña, Luciana Martha Jaramillo, María Isabel Nahuel, Romina Rosas y Mayra Aylén Tapia. Mientras que la machi, Betiana Colhuan, fue sobreseída en el primer día del juicio por ser menor de edad en el momento de los hechos. Uno de los primeros temas que se abordó en la jornada fue el testimonio de Colhuan. Contrario a lo que pedía la querella, el juez decidió llevar este debate de forma abierta, para que pueda ser atendido públicamente.

La defensa de la Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina pidió que se incorporase a Colhuan como testigo de la causa, permitiendo que la misma declarase bajo juramento y detallase los eventos ocurridos el 23 de noviembre de 2017, cuando las fuerzas policiales llevaron a cabo un gran dispositivo de desalojo en el lugar en el que se encontraba viviendo la comunidad. Para la defensa, este testimonio era esencial para la construcción de su alegato, entendiendo que era fundamental contar con los relatos de Colhuan.

La machi es la guía y sanadora del pueblo mapuche, ella se encarga de las cuestiones del espíritu de los miembros de su comunidad, además de, como es el caso particular de Colhuan, la salud de los mismos.

En tanto, la parte querellante alegó que la incorporación como testigo de Colhuan no resultaría conducente por haber sido sobreseída el día anterior por ser menor de edad durante el momento de los hechos, y por no haber sido ofrecida en tal carácter al momento de la citación al juicio.

La Fiscalía estuvo de acuerdo con el alegato de la defensa, entendiendo de todas formas los riesgos que puede implicar el testimonio bajo juramento de Colhuan al haber sido sobreseída, al implicársele todas las generalesl de la ley y por ser una de las imputadas su madre. A pesar de que entendían lo fino del límite y el extremo cuidado que se debía tener con un eventual testimonio de la machi, la Fiscalía decidió no oponerse al mismo.

A pesar de ello, el juez finalmente tomó la decisión de no permitir a Betiana Colhuan prestar testimonial bajo juramento. Pero sí determinó que la misma iba a presentarse al final de la jornada en calidad de amicus curiae, para poder explicar la cosmovisión mapuche, el rol que cumple una machi y el significado espiritual de un rewe.

Durante esta segunda jornada de juicio, declararon  nueve testigos en total, entre ellos algunos empleados del parque, efectivos policiales, y algunos miembros del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina que participaron del operativo en el cual falleció Rafael Nahuel.

El relato de la machi

Betiana Colhuan hizo un emocionado relato sobre la cosmovisión mapuche. Comenzó contando en qué consiste su rol, que le fue designado por una anterior machi, Teresa Painequeo, antes de que ella naciese, y se describió como la guía espiritual de su pueblo. Ella se formó durante muchos años para poder ejercer una labor que le fue asignada, para cumplir un rol sagrado que en los últimos años “se había terminado de este lado (de la cordillera de los Andes), los machis ceremoniales fueron encarcelados y asesinados”. Ella también debe llevar a cabo las cuestiones de la salud física y espiritual de su pueblo, y contó que también se formó para ello atendiendo a la “medicina occidental” y tomando algunas prácticas convencionales para ayudar a sus compañeros. Además, explicó que en esta comunidad en particular hubo un proceso de fortalecimiento espiritual y el levantamiento de un rewe de una machi que llegó a orillas del Lago Mascardi, una ceremonia que se realizó antes incluso de que ella naciera.

 El rewe es una especie de altar sagrado en el cual cada comunidad mapuche genera un vínculo con la tierra y con sus antepasados, un lugar de suma importancia cultural. Al haber sido edificado en ese contexto, el rewe de esta comunidad en particular, también tiene propiedades de sanación, “es un lugar donde se vincula la salud de las personas”, declaró Colhuan.

Acerca del territorio de Villa Mascardi, contó que su abuelo ya había sido cuidador allí, y que se encargó de cumplir ese rol durante toda su vida. ”No somos dueño del territorio, no pretendemos serlo, esos son títulos de un Estado, nosotros lo que buscamos es tener un vínculo con esa tierra y cuidar ese espacio, protegerlo”. A su vez también comentó que su pueblo, si bien ya no está en esos terrenos, sigue teniendo el vínculo con ese espacio, estrechamente vinculado con su espiritualidad. Para la machi, “perder ese lugar es perder mi vida, si dejo ese rol voy a morirme, es mi ser, mi existencia”, y por esa razón ella sigue visitando recurrentemente ese espacio. Y por ese motivo es que también dijo que su comunidad estaba dispuesta a ceder muchas cosas, que no querían ser dueños de un título de propiedad, y que simplemente lo que querían era poder tener acceso a ese lugar.

Finalmente, y ante el apuro del juez para que haga su testimonio en sólo veinte minutos, Colhuan cerró con un emotivo relato sobre lo que ha vivido ella y su pueblo: “Una quiere ser fuerte, pero yo soy de carne y hueso, he sufrido mucha violencia por parte de la sociedad, he estado encarcelada, he estado expuesta a un montón de cosas, y voy a seguir siendo mapuche hasta el día que me muera”.

Decisiones políticas

Otra de las declaraciones más importantes de esta jornada fue la que prestó la guardaparques del Parque Nacional Nahuel Huapi, Marcia Lorena Urbinati. Ella fue la primera agente en presentarse tras el acto de recuperación de terrenos por parte de la comunidad, que se dio lugar el 14 de noviembre de 2017.

Urbinati, en un extenso relato que duró más de una hora, declaró que fue señalada por el entonces intendente  del parque Damián Mujica para que se acerque al lugar en el que, como le había avisado el cuidador de un hotel de la zona, había un grupo de personas generando ciertos disturbios.

“Me dijeron que estaban recuperando una tierra, que no se iban a ir y que estaban por llegar cientos de ellos”, comentó la guardaparques, y relató que fue acompañada del brigadista Oscar Montenegro y escoltada por un móvil policial que se quedó sobre la ruta, fuera del campo de visión del grupo para evitar cualquier tipo de conflicto. Ambos, Montenegro y el oficial que se hizo presente ese día, también declararon en la misma jornada.

Urbinati narró que en la zona encontró a un grupo de personas completamente tapados y encapuchados, con las manos en los bolsillos, y acompañados de un grupo de niños, que se alinearon en frente de ella y su compañero para recriminarles su presencia. “Me trataron de huinca genocida (término despectivo para personas que no son de la comunidad), y a él le gritaban traidor porque pertenece a otra comunidad”, señaló. Montenegro, como él mismo aclaró más tarde, es miembro de la comunidad wiritray, que tiene su territorio en cercanías de la Lafken Winkul Mapu.

Ella declaró que “mi intención era dejar que dijeran todo lo que tenían que decir y escuchar qué era lo que pretendían, para ver cómo actuar”, pero al ver que la situación empezaba a ser cada vez más violenta, tomó la decisión de retirarse del lugar sin entablar diálogo con el grupo.

A partir de ese suceso, según narró Urbinati, la situación se fue volviendo cada vez más compleja, y “cambió la realidad del lugar”. Narró otros hechos de violencia sufridos, y dijo que ella en lo posible trataba de evitar pasar por ese espacio si no era necesario, pero que recurrentemente tenía que hacerlo porque en esa zona se abastecían de combustible, había lugares de uso público como campamentos educativos y también vivían otros vecinos. También comentó que se vio obligada a retirar todo el ploteo de los vehículos oficiales y a no utilizar su uniforme “para no ser identificada”.

“Mi impresión es que estaba el lugar tomado”, comentó también Urbinati, explicando que en ocasiones la agrupación hacía uso de la ruta, que a veces la deshabilitaban, y que incluso cortaban el suministro de energía. Sobre este último hecho, sin embargo, fue consultado un empleado de la Cooperativa de Electricidad Bariloche, que fue el encargado de ir al lugar a solucionar uno de los tantos problemas eléctricos que se narraron, y si bien declaró que no lo dejaron pasar con todo el equipo que había llevado ni con las otras tres personas que lo acompañaban, pudo acercarse y determinar que había un cable cortado. Cuando se le consultó si sabía que había provocado el corte, declaró simplemente que podía haberse debido a árboles o ramas que caen sobre las líneas con frecuencia.

Por su parte, Montenegro también declaró, y comentó que si bien no forma parte de muchas de las costumbres de su pueblo porque se alejó de la mayoría de ellas, fue instruido por su comunidad para ser parte querellante de la causa por “decisiones políticas de las que no participo”. Aclaró también que, a diferencia de su ya fallecida hermana, él no es autoridad wiritray, y que ni siquiera puede hablar el idioma, sólo entender algunas frases.

El lunes 30 de septiembre será la tercera y última jornada, en la que se conocerán los alegatos finales, pero la sentencia del juez Hugo Greca podría ser emitida a posteriori y por Internet.

 

«Ya está todo cocinado»

«Ya está todo cocinado»

Comenzó el juicio contra cinco mujeres mapuches acusadas de intrución en Villa Mascardi, en 2017. Sus abogados descreen de la imparcialidad de los jueces.

Comenzó el juicio contra las y los integrantes de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi, acusados de usurpación por una denuncia de Parques Nacionales. La defensa a cargo de La Gremial de Abogados y Abogadas aseguró que “ya todo está absolutamente cocinado”. El lunes 30 se conocería la sentencia del juez que lleva adelante el proceso, Hugo Greca. En el inicio de las audiencias, el magistrado sobreseyó a una de las imputadas, la machi (sanadora) Betiana Colhuan, porque al momento de los hechos, en noviembre de 2017, era menor de edad.

El juicio comenzó casi sin presencia de público, por el pequeño espacio que destinaron a su desarrollo en el Escuadrón 34 de Gendarmería de Bariloche y con un fuerte operativo de seguridad conformado por decenas de uniformados en el edificio completamente vallado. 

El abogado Eduardo Soares le pidió al juez “que levante todo ese show”, y que el juicio se lleve adelante con la publicidad que corresponde. “Creemos que ni los defensores, ni nuestros defendidos justifican semejante nivel de arbitrariedad, de hacer este debate en un cuartel armado hasta los dientes, como hemos visto hasta acá. ¿Tanto temor nos tienen?”, preguntó. Desde la defensa que él integra afirman que “ya todo está absolutamente cocinado porque la sentencia ya está escrita», en alusión a un posible fallo condenatorio. 

Luciana Martha Jaramillo, María Isabel Nahuel, Yéssica Fernanda Bonnefoi, Romina Rosas, Mayra Aylén Tapia y Betiana Colhuan son acusadas de haber usurpado los predios de la zona de Villa Mascardi desde el 10 de noviembre hasta el 23 del mismo mes, cuando fueron desalojadas por oficiales de la Policía Federal Argentina. Dos días después, la Prefectura realizó un procedimiento en el mismo lugar y encontró a un grupo que se había mantenido oculto en la montaña. De un lado hubo piedras y del otro más de cien disparos con balas de plomo. El año pasado, cinco de esos prefectos fueron condenados por asesinar ese día por la espalda a Rafael Nahuel, también miembro de la comunidad Lafken Winkul Mapu. 

En 2022, las fuerzas de seguridad volvieron a desalojar violentamente a la comunidad mapuche de Villa Mascardi, en un operativo del Comando Conjunto creado a tal efecto. Las mujeres sufrieron golpes y vejámenes, al punto que una de ellas –la ahora imputada Romina Rosas– dio a luz a su hijo bajo custodia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). En 2023, el Estado Nacional llegó a un acuerdo que posteriormente fue homologado por el juez federal de la causa, Hugo Greca. El Estado se comprometía a “reconocer el rewe como sitio sagrado para el pueblo mapuche”. Allí la machi Betiana podría ejercer sus tareas espirituales y medicinales. Además se construirían tres rucas (casas). Una para los pacientes y elementos medicinales, otra para sus colaboradores y una última para ella y su familia. A través del acuerdo, el resto de la comunidad sería relocalizada, para lo cual Parques Nacionales había accedido a ceder siete hectáreas, más otras diez en el lago Guillelmo. Pero con la llegada de Javier Milei y Patricia Bullrich, el acuerdo fue desconocido por Parques Nacionales y los tiempos del juicio se aceleraron para que el caso no prescriba. En agosto de este año, la Cámara Federal de Casación Penal aceptó los recursos presentados por la Fiscalía y la Asociación Vecinal Lago Mascardi.

La primera en hacer uso de la palabra fue la titular de la Defensoría Federal de Menores Roxana Fariña, que estaba presente porque al momento del desalojo, en el año 2017, Betiana Colhuan tenía 16 años. Por eso, Fariña pidió que se la desvincule de la causa. Por su parte, el fiscal Rafael Vehils Ruiz esgrimió que el caso de la machi debía ser analizado de forma transversal, teniendo en cuenta la perspectiva de género y las normativas internacionales. “Betiana era una niña de 16 años que se encontraba en el predio junto a su familia -integrante de una comunidad originaria del pueblo mapuche- al día de realizarse el allanamiento. ¿Cuál es el hecho doloso que se le enrostra a una niña que estaba con su familia?”, dijo el fiscal. Y el juez Greca la sobreseyó del delito de usurpación. 

Luego, el juez llamó a declarar a quienes se presentaron como testigos civiles del operativo policial de desalojo. El primero, Elias Anibal Vicente Relmo, dijo que a su parecer el procedimiento fue “normal”. La querella leyó su declaración escrita, donde se establecía que Relmo declaró que desde la ruta pudo observar y escuchar que había personas arrojando piedras contra los funcionarios policiales. Cuando la querella le pidió al testigo si podría referirse a ello, este contestó que “era muy de noche, estaba muy oscuro y lo único que se escuchaba eran piedras y escopetazos”.

Mujeres y niños

El segundo testigo presentado por la querella y la fiscalía fue Ezequiel Nicolas Castillo, quien recordó que al subir al predio había humo y se escuchaban detonaciones. “Fueron muchas, 50 capaz”, dijo el testigo, quien no supo definir de dónde provenían. Cuando se le preguntó sobre el humo, Castillo dijo: “No sabría decirte si era humo de una fogata o el que tira la policía”. El testigo también declaró haber visto como una de las detenidas rasguñaba a un policía. La defensa le hizo notar la contradicción, ya que hacía pocos minutos Castillo había declarado que las mujeres detenidas estaban precintadas. “Es que en realidad las mujeres que estaban con criaturas no estaban precintadas, una de esas mujeres fue la que rasguño al efectivo policial”, aclaró. 

A partir de esta declaración surge otra contradicción, en base al testimonio de Matías Samuel Navarro, cabo primero de la Policía Federal. El oficial relató una situación en la que una mujer “utilizó a su bebé de escudo”, para referirse a una madre que estaba muy nerviosa y no quería soltar a su hijo. “Yo colaboré sosteniendo el bebé, le expliqué que lo tenía que dejar para que se haga la detención y después de detenida se le entregó”, explicó el cabo. Al ser interrogado acerca de a qué se refería con “hacer la detención”, el cabo dijo: “Ponerle las esposas”. La defensa le consultó si luego de esposada a la mujer se le entregó el bebé, a lo que Navarro contestó que sí. 

En las declaraciones de los testigos que estaban al momento de los hechos en su carácter de policías, declararon no haber tenido conocimiento previo de que iba a haber niños en el lugar. A Rocío Ievscek, agente de la Policía Federal, la defensa le preguntó sobre la ejecución de algún tipo de protocolo especial para los momentos en que se debe lidiar con niños: “Si hay un protocolo desconozco, la verdad es que tratamos a los niños como niños y a las mujeres como corresponde. Claramente con los cuidados que uno como persona sabe que tiene que tener con mujeres, con niños y cualquier persona con una incapacidad inclusive, desconozco si hay un protocolo específico”, respondió. Al contestar respecto de si utilizaron herramientas disuasivas, la oficial dijo: “A mi no me llegaron los gases, si es que hubieron, pero son herramientas que se suelen utilizar, no me sorprendería tampoco”. Y aclaró que se utilizan para repeler algún tipo de agresión y no cuando el conflicto ya está cesado. “¿Recuerda si se le hizo algún tipo de advertencia a las personas que estaban allí?”, preguntó la defensa, a lo que Ievscek no supo contestar porque no recordaba.

Al siguiente testigo, Gonzalo Ariel Rosale -oficial de brigada de la Delegación Bariloche- se le consultó respecto de quién había realizado la intimación previa al desalojo. “¿Intiman a la persona a desalojar el lugar o directamente entran y la sacan? ¿Cómo funciona?”, preguntó el abogado de la defensa. “Depende el caso. Este día fue directamente el allanamiento, no hubo intimidación, no hubo palabra previa al allanamiento, se ejecutó directamente”, declaró Rosale. El oficial también relató el plan de entrada escalonada que las fuerzas de seguridad habían preparado para esa madrugada, pero el mismo no pudo ser llevado a cabo ya que comenzaron a oír los cánticos de la comunidad mapuche que estaba allí. “Esto conlleva a que la ejecución del operativo se acelere. Yo lo que logré percibir eran muchos cánticos. Mientras se iba llevando adelante el operativo iban descendiendo policías federales lesionados, lo que da a entender que había una resistencia bastante notoria”, recordó Rosale. En ese sentido, Navarro había remarcado que los miembros de la comunidad mapuche “nos tiraron de todo”. Ninguno de los policías reparó en que la resistencia se debió a su entrada abrupta en un territorio que para la comunidad es sagrado. 

Luego declaró Eduardo Marcelo Soldatti Lobianco, parte del Cuerpo de Policía Montada. “Fue la primera vez que desempeñé ese tipo de actividades porque nunca había ido al Sur a ejercer ese tipo de cuestiones”, dijo. El testigo puso en evidencia el desconocimiento cultural y territorial que poseían estas fuerzas al momento del operativo.

 Arnaldo Daniel Neira, Director General de Orden Urbano, estaba a cargo del personal para producir el desalojo. Se le interrogó si en la orden judicial que recibió había alguna referencia expresa a la posible asistencia de menores en el lugar. Neira dijo que no recordaba, pero que “de cualquier manera se fue preparado para eso porque había personal femenino dentro de las mismas columnas de ascenso”. Esta declaración llevó a una situación confusa en donde Neira daba a entender que personal femenino era lo mismo que personal especializado en niños, y dejó la duda de si finalmente sabían que habían niños en el territorio. Lo confuso de este testimonio fue que si Neira diagramó el operativo debería haber tenido conocimiento de que en ese lugar había niños o podrían haberlos. 

Luis Virgilio Sanchez, abogado por la defensa, preguntó si “es habitual que tres fuerzas unificadas conjuntas, tengan reuniones con fiscales y realicen un operativo así para enfrentar un asentamiento”. Neira respondió que “la conjunción de fuerzas tiene que ver con una orden del Ministerio de Seguridad de la Nación”, pero no supo explicar si es un accionar habitual o no. Quien ocupaba ese cargo, al igual que ahora, es Patricia Bullrich. 

Continuando con el orden de testigos, siguió Ramiro Araóz, quien en noviembre de 2017, estaba como jefe de guardaparque del Parque Nacional Nahuel Huapi en San Carlos de Bariloche. Araóz declaró que, bajo su conocimiento, la existencia de las comunidades mapuches es posterior a la creación del Parque Nacional, insinuando que era ilegítimo que estas reclamaran el territorio como propio. Dice: “El Parque se crea en 1936, y las comunidades surgieron creo que en 2003, no recuerdo de cuando es la ley”. Pero, en cambio, ve legítimas a las propiedades privadas existentes dentro del parque, las cuales reconoció que algunas fueron construidas cuando el parque ya existía. Todo esta declaración se vuelve mucho más emberejenada cuando el mismo Ramiro Araóz define que el Parque Nacional no tiene ningún fin económico o comercial, sino que su objetivo es preservar la flora y fauna autóctona de la zona para futuras generaciones. ¿Los niños de las comunidades mapuches no son futuras generaciones?

Con respecto al testimonio de Daniel Alberto Colliard, del cual no quedó claro que función o rol cumplía, generó disturbios dentro del juzgado por ser de carácter evasivo y dar respuestas que no llevan a ningún lado. Se lo acusó de ser un falso testimonio y fue desistido. 

Y el postre del juicio fue Damian Mujica, último en declarar, que en su momento fue intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi. Mujica fue quien hizo la denuncia contra la comunidad mapuche. Aclara que siempre se quedaron al margen de las mesas de diálogo que proponia el INAI, lo cual solo demuestra que no se respetó el reglamento interno que indica que el parque debe dialogar con la comunidad para llegar a un acuerdo. Y también afirmó que “el 25 es el día de una nueva intrusión, que es donde fallece Rafael Nahuel”. No basta para Mujica criminalizar la recuperación ancestral, por parte del pueblo mapuche, si no que tampoco reconoce que a Rafael Nahuel lo asesinaron.

 

El 27 de septiembre continuará la segunda audiencia y para el lunes 30 de septiembre se tiene previsto que el Juez dicte la sentencia.

Un gran retroceso en el derecho a la información

Un gran retroceso en el derecho a la información

Un decreto firmado por Javier Milei modifica la Ley de Acceso a la Información pública y limita la publicidad de actos de funcionarios oficiales. En esta nota, lo analizan especialistas en la materia.

En agosto el gobierno nacional reglamentó el decreto 780/2024 que modifica, principalmente, el alcance de las definiciones de “información pública” y “documento”, presentes en el Artículo 3 de la Ley 27275. Introduce nociones nuevas como lo son la información privada o de naturaleza privada, que viene a controvertir el estándar de que toda información que posee el Estado es pública en tanto no contradiga excepciones muy específicas, que se encuentran establecidas en el texto de la normativa.

Sancionada en 2016, la Ley de Acceso a la Información ha sido destacada no sólo por los distintos sectores de la sociedad y del periodismo sino también por organismos internacionales por su perspectiva de publicidad y de transparencia de los actos de gobierno, en línea con los estándares internacionales en materia de libertad de expresión y acceso a la información. En diálogo con ANCCOM, Emir Salomón, abogado y miembro de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) explica que “un decreto reglamentario no puede ignorar esta larga tradición que se asienta sobre los derechos humanos y una jurisprudencia, una práctica institucional que viene basándose en el principio de máxima divulgación”.

Al introducir categorías nuevas que no dan claridad acerca de hasta qué punto los datos que posee el Estado son de naturaleza privada, qué los convierte en privados y cuándo esa información puede o no ser otorgada, empiezan a aparecer “casos de excepción” que previos a este decreto habrían sido alcanzados por el principio de máxima publicidad. A partir de esta nueva reglamentación, el funcionario público debe evaluar un “juicio de razonabilidad” por fuera del análisis que solía hacer la ley, en el que tiene que desentrañar si la naturaleza de esa información que posee es realmente privada o no lo es.

“Uno de los puntos más preocupantes tiene que ver con las modificaciones del Artículo 3, que vienen a controvertir el estándar de que toda información que posee el Estado es pública en tanto no contradiga excepciones muy específicas, que se encuentran establecidas en la ley. Desde ACIJ, consideramos que esto representa una extralimitación en las facultades reglamentarias que posee el presidente de la Nación, según el texto constitucional y lo que es la norma de acceso a la información pública”, remarca Salomón.

Cabe recordar que la ley prevé en su texto la aplicación de un “sistema de tachas” en los casos en que exista información sensible que no pueda hacerse pública. El decreto parece desconocer esta posibilidad, o por lo menos no hace hincapié en ella, en la medida en que establece que todos los documentos que tengan estos datos no se den a publicidad. Por ende, tiende más a la negativa de entregar la información, más que a la positiva.

Luis Lozano, licenciado en Ciencias de la Comunicación, especialista en la materia e investigador y docente de la UBA, remarca que la norma “deja un amplio margen de discrecionalidad para rechazar pedidos de acceso, ya sea porque involucran datos que el funcionario juzga que son de naturaleza privada en los términos de este decreto o porque juzga que no hay interés público en aquello que se solicita, como si eso pudiera definirlo el sujeto obligado, lo que contradice directamente los principios de la ley: máxima publicidad y máximo acceso. El funcionario no es la persona que define si hay o no interés público”.

El decreto viene a modificar otro, el 206/2017, que era reglamentario de la ley y que tenía algunos puntos que diversos especialistas en la materia habían marcado como conflictivos porque reducía la autonomía de la Agencia de Acceso a la información Pública. A eso se suma esta reforma, mucho más profunda y con un gran impacto en el ejercicio efectivo del derecho.

“Es un retroceso en el ejercicio del derecho de acceso a la información pública porque se introducen cuestiones que pueden ser disuasivas o amenazantes para aquel que va a hacer un pedido de acceso, como pedir obligatoriamente el número de documento, domicilio, correo electrónico. Eso no estaba contemplado en la ley”, dice Lozano. Y agrega algo igual o más importante: “De hecho, la ley establecía el principio de informalismo por el cual no puede haber mayores requisitos formales para dar la información. Incluso va más allá e introduce la violación al principio de buena fe, es decir que puede perseguir a quienes, según el funcionario o el Estado, hagan un uso abusivo del derecho de acceso”.

Por su parte, Salomón reflexiona que “la situación se torna desigual cuando un ciudadano que no tiene conocimiento acerca de cómo realizar estos trámites necesita conocer esa información que no se da a publicidad. Ante la negativa, el reclamo ante la Agencia de Acceso a la Información o la Justicia se vuelve la única alternativa. Son procesos que implican un poco más de conocimiento acerca de la viabilidad de las peticiones, hasta dónde se puede reclamar, con qué argumentos y qué respuesta da el Estado”.

Las consecuencias de este decreto también tienen un gran impacto en el trabajo periodístico. En diálogo con ANCCOM, Agustín Lecchi, Secretario General del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) señala que “esta actitud del gobierno nacional va en línea con toda una serie de políticas que atacan la actividad periodística, tienden a controlar la información que circula y tienen como consecuencia el cercenamiento de voces, como por ejemplo el ahogo presupuestario a los medios autogestivos, el silenciamiento de los medios públicos, el ataque a medios privados como sucedió con Editorial Perfil y las denuncias penales a periodistas como ocurrió con Darío Villarruel y Nancy Pazos”.

Por su parte, Paula Moreno, presidenta del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) remarca que “el escenario que hoy tenemos en el ejercicio periodístico y en el vínculo con la gestión de Javier Milei es muy hostil y violento. En este contexto agobiante de hostilidad y hostigamiento constante, hay otras medidas que han intentado cercar al periodismo, como por ejemplo el intento de matriculación obligatoria por parte del Ministerio de Capital Humano”. 

Tanto los especialistas en la materia como los trabajadores de la prensa coinciden en que este decreto representa no sólo una desnaturalización de lo que plasma la ley, es decir un ataque al espíritu de máxima publicidad y transparencia, sino también una extralimitación de las facultades reglamentarias que tiene el Poder Ejecutivo en relación a las leyes. “El acceso a la información aparece como una herramienta del activismo de derechos humanos, de las organizaciones civiles y del periodismo como forma de monitorear al Estado, como forma de ver qué se está haciendo con los recursos y qué hacen los funcionarios públicos en el ejercicio de sus roles”, señala Salomón.

En la misma línea, Moreno concluye que “el concepto de información pública no le pertenece a la prensa, le pertenece a los ciudadanos. Por ende, limitar el acceso a la información pública es limitar las posibilidades de los ciudadanos de involucrarse con los temas que son de todos, debilitar la institucionalidad y la calidad democrática”.

«Es fundamental que nos vean como sujetos de derechos y no como objetos de desecho»

«Es fundamental que nos vean como sujetos de derechos y no como objetos de desecho»

El veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria y la represión a quienes se manifestaron en contra pone en agenda un tema que espera solución hace por lo menos una década. El 64 por ciento de los adultos mayores cobra el haber mínimo y junto a los niños son quienes más personas aportan al 52,9% de pobres que acaba de anunciar el INDEC.

En los últimos diez años, cada gestión gubernamental que asumió implementó reformas previsionales, pero todas resultaron insuficientes en un contexto de crisis económica. Tanto los proyectos que se decían inclinados a la justicia social como aquellos que priorizan el equilibrio fiscal no lograron evitar que en la actualidad más de cinco millones de jubilados y pensionados se encuentren debajo de la línea de pobreza.

En 2005, el gobierno de Néstor Kirchner habilitó el proceso de moratoria que permitió que ingresaran al sistema jubilatorio más de 2,5 millones de personas que no alcanzaron los 30 años de aportes por trabajar en la informalidad o porque sus empleadores retuvieron pero no realizaron los aportes previsionales que ordena la ley. En 2008, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner eliminó el sistema de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y estatizó todas las jubilaciones, y en 2014 impulsó una nueva moratoria, que expandió la cobertura previsional al 95% de las personas en edad de jubilarse.

En el año 2008, durante el gobierno de CFK se sancionó la ley de movilidad jubilatoria que establecía una actualización de los haberes dos veces al año, con una fórmula que combinaba la evolución de los salarios con la recaudación impositiva. A partir del 2014, la inflación se aceleró y comenzó a afectar negativamente los haberes más bajos.

En diciembre del 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri se sancionó la reforma previsional que actualizaba los haberes trimestralmente contemplando el 70% de la inflación y el 30% la variación de los salarios. Federico Zirulnik, economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), afirmó en diálogo con ANCCOM que “gran parte de la caída del poder adquisitivo de los jubilados se debió a este cambio de fórmula jubilatoria, porque al momento de aplicarla omitieron un trimestre”. A lo largo del mandato macrista, la inflación acumuló un 300% y las jubilaciones perdieron el 20% de su capacidad de compra.

Raquel Márquez, miembro del Concejo Superior de la Confederación General de Jubilados, Pensionados, Retirados y Adultos Mayores del país manifestó: “El gobierno de Macri comenzó la debacle. Enterró las conquistas previsionales y de seguridad social impulsadas por los Kirchner”. Entre exigencias del FMI y el intento de disminuir el déficit fiscal, se redujeron las prestaciones de salud del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (INSSJP), se eliminaron medicamentos de la cobertura total del PAMI, se recortaron subsidios a los servicios públicos y a los centros de jubilados, se quitaron los programas que permitían acceder a descuentos en alimentos y comercios y redujeron el presupuesto para las residencias geriátricas.

Márquez recordó: “Cuando Alberto Fernández asumió, dijo que si debía elegir entre los bancos y los jubilados optaría por estos últimos. Lamentablemente no pudo cumplir con las metas que pretendía”. Cuando llegó al poder, Fernández suspendió la fórmula de movilidad de Macri y otorgó aumentos discrecionales hasta marzo del 2021, cuando comenzó a regir el nuevo cálculo de haberes con actualización trimestral que sumaba el 50% de la recaudación tributaria de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y el 50% de la variación salarial. Las jubilaciones mínimas fueron complementadas con bonos extraordinarios en un intento de reducir el impacto de la inflación, y su caída real fue de 0,4%, mientras que los haberes más altos sufrieron una caída del poder adquisitivo hasta del 35%.

 La canasta básica de un adulto mayor ronda los 800.000 pesos y los haberes mínimos apenas alcanzan para cubrir la canasta básica de un adulto, valuada en 300.000, la cual no contempla la alimentación específica del grupo etario, ni los gastos médicos.

Actualmente la canasta básica de un adulto mayor ronda los 800.000 pesos y los haberes mínimos apenas alcanzan para cubrir la canasta básica de un adulto, valuada en 300.000, la cual no contempla la alimentación específica del grupo etario, ni los gastos médicos. Según la Defensoría de la Tercera Edad, más de cinco millones de jubilados son pobres y más del 64% de los adultos mayores perciben el haber mínimo. Mónica Gómez, jubilada, dijo: “Es una vergüenza, no sé quién puede vivir con tan poca plata. Hay cierta edad donde te volvés invisible y los jubilados siempre somos los últimos, cobramos una miseria. Gano la jubilación mínima y más o menos me arreglo porque no alquilo y mis hijos me ayudan con los gastos, pero hay mucha gente sola o con familias que están peor que ellos”.

En marzo de este año el presidente Javier Milei estableció a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) la actualización mensual de los haberes en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC). El pasado 11 de septiembre se aprobó el veto del jefe de Estado a la Ley de Movilidad Jubilatoria, y rechazó agregar al cálculo vigente un aumento del 8,1% y un mínimo superior al valor de la Canasta Básica Total (CBT) de un adulto multiplicada por 1,09. A su vez, el gobierno confirmó que el bono extraordinario quedará congelado en $70.000 hasta nuevo aviso. Márquez sostuvo: “El veto hizo que no se nos otorgaran 17.000 miserables pesos que no nos alcanza ni para pagar un medicamento. Es criminal. Hablo de genocidio social porque nos están desapareciendo a través de la eliminación de remedios y el aumento de los alimentos de tal manera que la gente no pueda afrontar lo que tiene que comer con lo que gana”.

Zirulnik afirmó que el problema del modelo vigente es que congeló los haberes en términos reales en el piso de los últimos 10 años. También destacó que el gobierno podría haber optado por otras medidas para preservar el equilibrio fiscal, por ejemplo, aumentar el Impuesto de Bienes Personales en lugar de ajustar a jubilados y recortar programas sociales destinados a aliviar su carga económica.

La combinación de inflación crónica, un alto nivel de informalidad laboral, políticas de ajuste fiscal y la ineficacia de las fórmulas de movilidad jubilatoria hacen que la pobreza, que afecta a las personas de la tercera edad que perciben los haberes mínimos e intermedios, sea estructural.

Márquez enfatizó la necesidad de modificar la percepción sobre los jubilados: “Es fundamental que se nos vea como sujetos de derechos y no como objetos de desecho. Hay que poner a las personas de la tercera edad en el lugar del trabajador, no como un viejito meado que está por morirse.Un jubilado es una persona, con todos los derechos a la dignidad en la vida”. Concluyó refiriéndose a las medidas implementadas por el gobierno de Milei: “Pretenden que perdamos todo tipo de confort mínimo. Este tipo de políticas nos destrata, nos maltrata, nos margina, y nos excluye cuando todos somos seres humanos que estamos acá para aportar a la vida. La jubilación no es un gasto, es una inversión social”.

Una decena de proyectos de ley busca regular las apuestas deportivas online

Una decena de proyectos de ley busca regular las apuestas deportivas online

El problema de la ludopatía se incrementó exponencialmente con las nuevas tecnologías. ¿Podrán los legisladores ponerle freno? ¿Quiénes están detrás de estas poderosas empresas?

De un momento a otro, las plataformas que ofrecen la posibilidad de apostar dinero en diferentes eventos deportivos se multiplicaron de manera exponencial. Ante los riesgos que conllevan, el Congreso busca ponerle un freno con una veintena de iniciativas de todo el arco político.

El bombardeo es constante. Solo basta que cualquier persona encienda la TV, la tablet o su teléfono celular -en una época donde los consumos se diversificaron- para acompañar a su equipo predilecto en una fecha del torneo local o en un encuentro de un certamen internacional. Cuando un hincha se dispone a ver el partido de fútbol de su cuadro o de la Selección nacional tiene frente a sí una avalancha de anuncios de casas de apuestas deportivas. Las publicidades, los carteles estáticos en el propio estadio, los PNT de los comentaristas de la transmisión, los banners en medio del partido, las publicaciones en redes sociales. Los avisos con la cara del arquero de la Selección. Incluso, los anuncios en las camisetas de los clubes o el nombre del torneo que se está disputando. Todo está impregnado de las casas de apuestas deportivas online.

Estos negocios que nacieron en Europa y aterrizaron en el país en la pospandemia coparon el escenario bajo la promesa de diversión y dinero fácil, con el aval de estrellas del deporte y el espectáculo a los que patrocinan. Sin embargo, por detrás de esa fachada esconden una alarmante falta de límites para el ingreso y el riesgo de perderlo todo para muchas familias. La posibilidad de acceder es casi tan simple como la de perder dinero en un instante. No existen muchas barreras para jugar de manera online, ya que se puede ingresar dinero fácilmente desde cuentas bancarias o billeteras virtuales con solo hacer un click. Justamente, esta última opción es una de las causas de la otra cara de la moneda: la creciente cantidad de menores de edad que acceden a los sitios de apuestas y endeudan a sus padres. 

Por eso es que el Congreso puso el foco en su regulación. Tal es así, que actualmente hay más de una decena de proyectos de legisladores de todo el espectro político, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, que buscan marcar límites a un negocio que nació de un día para el otro y se transformó en una bola de nieve difícil de frenar.

Un negocio redondo

Las apuestas deportivas online aterrizaron en Argentina entre finales de 2020 y principios de 2021. En ese momento, el país salía de a poco de la larga cuarentena por la pandemia de coronavirus y el fútbol volvía a las canchas. El gobernador bonaerense Axel Kicillof, entonces, retomó una licitación que había impulsado su antecesora, la macrista María Eugenia Vidal, y le adjudicó el negocio a siete licenciatarios antes de que terminara el año en que el aislamiento preventivo fue moneda corriente. Por su parte, el entonces jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hizo lo propio casi al unísono.

De esta forma, siguieron los pasos de otras provincias como Chaco, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Santa Fe, San Luis y Tucumán, que ya habían habilitado este negocio. “Las necesidades financieras de la Ciudad y la Provincia aceleraron la puesta en funcionamiento del online, en medio de una despreocupación general por el tema de la ludopatía”, había cuestionado en su momento el defensor del pueblo adjunto de Buenos Aires y experto en la materia, Walter Martello, en declaraciones al portal ElDiarioAR.

Con la luz verde por parte de las autoridades, el universo de las apuestas deportivas online se disparó. Está presente en la camiseta de varios de los equipos que compiten en la Liga Profesional de Fútbol -cuyo nombre comercial es el de una casa de apuestas-, con River y Boca a la cabeza y los casos de Newell’s, Rosario Central y Racing, entre otros. Incluso, hasta la Selección campeona del mundo y bicampeona de América tiene una empresa del rubro como main sponsor.

¿Quiénes están detrás de estas compañías? La gran mayoría son firmas extranjeras -muchas radicadas en paraísos fiscales como Malta- que se asociaron con las que ya llevan años trabajando en el mundo de los casinos a nivel nacional. Betsson, que es sponsor de Boca y Racing, es una sociedad entre la firma del mismo nombre y Casino de la Victoria, perteneciente al expresidente del club de la ribera y dirigente radical, Daniel Angelici, junto a su socio Daniel Mautone.

Betwarrior, patrocinador de la Selección nacional, pertenece a DAGMA, la firma del titular del Hipódromo de Palermo y el Casino Flotante, Federico Miguel de Achával -padre del homónimo intendente de Pilar-; Inverclub, compañía del “Zar del Juego” Ricardo Oscar Benedicto; y la española Nortia, de la familia Lao Hernández, presente en los Panamá Papers.

Codere, que abona doce millones de dólares al año para estar en el pecho de la camiseta de River, es de la empresa española homónima, que tiene en su poder la mayoría de los bingos de la provincia de Buenos Aires. En tanto que Betano, que posee el “naming” del torneo de primera división del fútbol argentino, es propiedad de un grupo griego registrado como Insipia LTD y está asociada a Atlántica de Juegos S.A., operadora del Casino de Chivilcoy y propiedad del mencionado Mautone, socio de Angelici.

El panorama de Argentina no es un caso aislado a nivel regional o mundial. La publicidad de apuestas online acompaña a varios equipos y seleccionados de Sudamérica como Ecuador, Colombia, entre otros. La misma situación ocurre en Europa, donde estas industrias patrocinan a más de una decena de clubes en Italia, España e Inglaterra, por citar solo algunos casos.

El caso británico es paradigmático, ya que en su momento casi la totalidad de los conjuntos que compiten en la Premier League -uno de los certámenes más prestigiosos del fútbol mundial- contaba con patrocinadores de casinos online de dudoso origen. Por eso mismo, la propia competencia anunció que a partir de la temporada 2025/2026 quedará terminantemente prohibido llevar a esas empresas en el pecho de la camiseta. Un caso testigo que el Congreso de la Nación busca replicar.

“Cada celular es un casino”

El diputado nacional santafesino Eduardo Toniolli, del bloque de Unión por la Patria, es uno de los legisladores que impulsa un proyecto de ley para limitar la publicidad de apuestas deportivas online en los partidos de fútbol y en las competencias deportivas que se transmiten en vivo.

El expediente, que lleva la firma de otros 27 integrantes del bloque opositor en la Cámara Baja, establece no solo la prohibición de publicidad en TV, Internet y redes sociales, sino que también elimina su aparición en estadios, vallas publicitarias y camisetas de los clubes de fútbol.

Por otra parte, también prohíbe la “promoción y el patrocinio de pronósticos deportivos” así como los famosos “bonos de bienvenida”, una suma de dinero de regalo para apostar que muchas veces terminan siendo el anzuelo para los apostadores.

“Nosotros presentamos una iniciativa a partir del laburo que veníamos haciendo en la materia de legislación comparada, para analizar de qué manera podíamos abordar el tema que aparecía en comentarios, en referencias cotidianas que teníamos en las visitas a distintas instituciones educativas, deportivas, juveniles, de nuestra ciudad y nuestra provincia, de Rosario y de Santa Fe”, explica Toniolli a ANCCOM. “Siempre aparecía el juego online como una preocupación en todas estas instituciones en la referencia de padres, madres, docentes, alumnos, jóvenes en general en relación a que, sobre todo después de la pandemia, hubo una especie de explosión de la actividad”, agrega el diputado.

“Creemos que lo que le ha dado mayor potencia y penetración a estas plataformas es sin duda la transmisión masiva de eventos deportivos, en particular de fútbol, por lo que representa para los argentinos, por la masividad que tiene. También están la publicidad, las redes sociales y los influencers, pero ninguna alcanza la dimensión que tiene la batería de publicidades que se da por las transmisiones deportivas”, insiste. El proyecto, presentado en el inicio del año legislativo, actualmente está en el plenario de comisiones de Adicciones, Infancia y Familia y Salud y se estima que en breve podría obtener dictamen en ese ámbito para ser tratado en el recinto.

“El corazón del planteo es buscar la normativa que limite la publicidad masiva de este tipo de plataformas de apuestas. Hay un fenómeno que se viene dando que produce la conjunción, por un lado, de la aparición de las billeteras virtuales y por el otro, de estas plataformas que de alguna manera hacen que los límites infranqueables que existían hasta ahora con el juego ya no lo sean”, sostiene. “Una persona menor de edad no puede entrar a un casino físico o apostar en una casa de lotería, pero esos obstáculos hoy son fácilmente superables a través de estas plataformas. En ese marco, nosotros entendemos que la publicidad masiva es quizás la herramienta más potente que tiene esta plataforma para convertir cada celular en un casino”, resalta. En ese sentido, la intención es seguir un camino similar al que se transitó con la prohibición de la publicidad de cigarrillos y productos de tabaco amparado en razones sanitarias para combatir lo que se conoce como ludopatía. Es decir, la adicción al juego.

“La pandemia catalizó de alguna manera la digitalización de gran parte de nuestra vida cotidiana, un montón de trámites, etc. Por otra parte también hizo muy fuerte en una situación crítica a nivel económico que no es nueva, cierta cultura del éxito fácil, de que la realización personal puede estar a la vuelta de la esquina a través de un click, en un escenario crítico. Ahí aparece algo muy disponible, muy a la mano del conjunto de la población que son estas plataformas. La conjunción de factores ha hecho que esto explotara”, opina Toniolli.

Y esa explosión tuvo un efecto colateral, que es la cantidad de menores que acceden a apostar de manera online. Incluso, en muchos casos, con el dinero de sus padres, que de repente descubren que están endeudados.

“Toda la legislación vigente hasta la aparición de estas plataformas virtuales intentó separar el acceso al dinero, dinero físico en este caso, de la cercanía a los casinos. Se prohibió que haya cajeros dentro de los casinos, como había en algún momento, incluso en las afueras de los mismos. Para precisamente dar algún grado de distancia del retiro de dinero, físico en este caso, y la posibilidad de apostar”, detalla el legislador. “Todo eso ha sido básicamente un retroceso enorme, al producto de que al alcance de un click está la posibilidad de contar con recursos líquidos, especialmente con la casa de apuestas”, cuestiona.

Por lo pronto, la intención es que este año se termine con una ley que prohíba la publicidad masiva del juego online en todo el país. Por la cantidad de proyectos que hay en el mismo sentido, existe cierto optimismo en que podría suceder.

“Nosotros estamos dispuestos a negociar todo lo que haya que negociar, salvo esta idea de la limitación o prohibición de la publicidad masiva, porque entendemos que es el corazón de la iniciativa que queremos construir. Digo esto porque aparece muy fuerte un discurso distinto a este que es el de incluso algunos legisladores y sectores de la comunicación que pretenden instalar que el problema es exclusivamente el de las casas de apuestas ilegales”, advierte Toniolli. “Por supuesto que eso es un agravante, porque estamos hablando de empresas que no aportan, pero entendemos que tras las apuestas legales e ilegales el problema de la ludopatía sigue existiendo”, agrega.

No obstante, el legislador del peronismo cree que se podrá llegar a un acuerdo con las otras fuerzas políticas: “Entiendo que podríamos estar cerca en algunos puntos concretos y llegar a un acuerdo. Veremos que pasa en las próximas semanas”, cierra.

En la Argentina, el 44 por ciento de los jóvenes entre 15 y 29 años realizó, al menos una vez, una apuesta online.

Sin grieta

Mientras en el Congreso prolifera la cantidad de proyectos para regular las apuestas deportivas online, en los últimos meses se desarrolló la campaña Apostar no es un juego, que incluye una iniciativa para ser debatida en el ámbito legislativo y la combina con un estudio que indaga en las causas y consecuencias de una problemática creciente como la ludopatía juvenil.

Martín Romeo es quien está a cargo de la investigación, que tiene una fuerte presencia en redes sociales, donde se comparte el testimonio de muchos de los jóvenes que atravesaron esta situación.

Puntualmente, entre marzo y julio se realizó una encuesta con más de 9.000 respuestas espontáneas de jóvenes de entre 15 y 29 años desde las 24 provincias y 360 localidades ubicadas a lo largo y ancho del país. Algunos datos derivados de las respuestas son alarmantes: el 44% de los encuestados alguna vez hizo una apuesta deportiva, mientras que el 80% tienen amigos que invierten dinero en estas plataformas online. Por otra parte, se estima que los menores involucrados en esta problemática apuestan dos de cada tres pesos que reciben de sus padres.

“El propósito de la investigación es construir una evidencia empírica que permita, por un lado, visibilizar el problema con mayor precisión, porque Argentina no tiene estadísticas oficiales respecto a este consumo problemático de apuestas en línea. En Argentina, se estima que 7 de cada 100 personas tienen algún trastorno ligado a las apuestas, eso en el universo de adolescentes y jóvenes es un problema mucho mayor”, explica el investigador, en diálogo con ANCCOM.

“No es un fenómeno exclusivamente argentino, hay un problema de incidencia. Es decir, que la problemática está muy extendida o está más extendida dentro del universo juvenil. Los pibes desarrollan más rápidamente ese consumo problemático, no porque se quieran autoflagelar, sino por el masivo acceso que tienen a la tecnología”, agrega.

“También hay un clima de época e intercultural de querer soluciones rápidas, de tener poca paciencia para conseguir determinados objetivos o logros, que en muchos casos lleva a adolescentes a querer, por la vía de las apuestas, resolver a veces algunas carencias”, sostiene Romeo, que es profesor adjunto de la materia Técnicas de Investigación en Opinión Pública en la Facultad de Ciencias Sociales (FSOC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Una de las conclusiones de las personas entrevistadas para la investigación pone en tela de juicio la constante publicidad sobre apuestas deportivas y el rol de algunos comunicadores, conocidos popularmente como influencers, que las publicitan sin prestar atención a los riesgos que pueden ocasionar.

“Hay montón de testimonios reales de pibes y pibas que se quejan de la agresividad que tienen las publicidades y, sobre todo, de los influenciadores, o líderes de opinión, que invitan a apostar sin advertir de los riesgos, sin prestar atención a las edades”, resalta el docente. “La publicidad es extremadamente agresiva, está apoyada sobre personas famosas o personas públicas que son, de alguna manera, reconocidas por los pibes y que ven en ellos un camino a seguir. Hay muchos que terminan apostando porque dicen ‘como lo recomienda tal, no puede ser malo, porque él no recomendaría algo malo’”, analiza.

“En un partido de fútbol tenés un tsunami de incentivos a apostar. Por ejemplo, mientras el VAR  está revisando una jugada, te aparece una opción de apuesta de si va a ser penal o no y se desvirtúa”, agrega. “La ludopatía no es un problema actual. Siempre existió y antes la gente jugaba en los casinos, o apostaba en las carreras de caballos. La novedad de esto es la disponibilidad de poder apostar durante las 24 horas. Antes si querías ir a un casino, cuando llegabas a la puerta había alguien que te pedía el documento y miraba si eras mayor de edad. Por otra parte, en un momento el casino cierra. Eso hoy no pasa”, sostiene.

El trabajo de investigación que lidera Romeo va de la mano con un proyecto de ley de la diputada nacional bonaerense Constanza Alonso, de Unión por la Patria, que también busca ponerle un límite a la publicidad de las apuestas deportivas con la evidencia de las encuestas y del documento definitivo, que verá la luz el próximo mes. “Hay un montón de proyectos presentados que son con mayor o menor agresividad contra la publicidad, inclusive contra los sitios legales. La verdad es que esto atravesó prácticamente todo el arco político. Así como en muchos temas hay grandes diferencias, acá no hay grieta”, asegura Romeo. “Hay un consenso general de que algo hay que hacer con este tema. Existen legislaciones anteriores que son un faro, como lo que sucedió hace muchos años con las leyes antitabaco, que en definitiva está a la vista que los resultados en el largo plazo fueron positivos”, sostiene.

“Es una batalla difícil porque del otro lado hay empresas muy grandes, con muchísimo dinero. Lo importante es que no hay forma de resolver un problema si primero uno no lo reconoce, y por suerte está arriba de la mesa. Ahora habrá que trabajar en las soluciones, que seguramente siempre van a ser parciales y habrá que ir ajustando las legislaciones para ir cada vez encapsulándolos más y restringiéndolos, porque en definitiva el daño es bastante grande, y no es un tema menor”, concluye.