La UBA volvió a reclamar en la calle

La UBA volvió a reclamar en la calle

Una multitudinaria manifestación de estudiantes, docentes y no docentes de la Universidad de Buenos Aires marchó desde Plaza Houssay hasta el Palacio Pizzurno para reclamar por los recortes de salarios y presupuestos. Paro de 24 horas para este viernes.

Este jueves 22 de mayo, docentes, no docentes y estudiantes universitarios volvieron a pronunciarse masivamente en defensa de la educación pública y en reclamo de un aumento presupuestario y una suba salarial. “Marchamos una vez más porque sabemos que no somos la primera generación universitaria en defender los ataques de un gobierno nacional a la educación pública y que tampoco seremos la última en hacerlo”, indicó Agostina Olivera, presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. “El año pasado les dejamos claro que el conjunto de la sociedad argentina está convencida de que el derecho a la educación superior debe ser garantizado por el Estado nacional, le guste a Javier Milei y a Sandra Pettovello o no”, agregó.

La convocatoria fue a las 12.30 en Plaza Houssay, y desde allí los manifestantes se movilizaron hasta a Secretaría de Educación que funciona en el Palacio Pizzurno. La protesta exigía un aumento urgente del presupuesto tanto de docentes y no docentes, que se mantienen casi sin actualización desde 2023. En este tiempo, los sueldos de docentes y no docentes universitarios han sufrido un fuerte deterioro debido a la inflación y la falta de actualización de las partidas presupuestarias destinadas a las universidades nacionales.

En este contexto, los incrementos salariales fueron insuficientes para mantener el poder adquisitivo frente al aumento sostenido de precios que se experimenta en la Argentina de Javier Milei. A este árido escenario se le sumó el congelamiento del presupuesto universitario desde 2023, lo que restringe aún más la capacidad de las universidades para garantizar condiciones laborales dignas.

Este jueves, se encontraron en Plaza Houssay diferentes gremios docentes y no docentes como  FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires), APUBA (Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires), ADUBA (Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires) y FEDUBA (Federación de Docentes de las Universidades), además de varios centros de estudiantes como el CECSo (Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales),  CEFyL (Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras), CECEN (Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales), CENBA (Centro de Estudiantes del Nacional Buenos Aires), CEFADU (Centro de Estudiantes de Arquitectura, Diseño y Urbanismo) y CEADU (Centro de Estudiantes de Artes Dramáticas de la Universidad Nacional de las Artes), entre otros gremios, organizaciones y agrupaciones.

Entre otras figuras que se encontraron en la movilización, se hizo presente Emiliano Yacobitti, dirigente de la Unión Cívica Radical y actual vicerrector de la Universidad de Buenos Aires. “Estoy acá para reclamar por el salario de los trabajadores, de los profesores, de los docentes y no docentes. Por la baja de las becas, la no actualización por inflación. El que conoce y camina las universidades y da clases se da cuenta de que cada vez hay menos alumnos porque no pueden llegar, los docentes tienen cara de cansados porque tienen otro trabajo después del horario. Si seguimos así, a la larga esto va a afectar en la calidad de la educación pública”, reflexionó el dirigente.

Esta movilización se refuerza con el paro para este viernes 23 de mayo, una medida de fuerza dispuesta por gremiales docentes y no docentes para seguir reclamando salarios dignos y presupuesto universitario de calidad.

Los miércoles de la marmota

Los miércoles de la marmota

Mientras el Congreso no daba quorum para tratar un proyecto de recomposición de los haberes jubilatorios, como todos los miércoles se llevaba acabo en las afueras del Parlamento la marcha de los adultos mayores que exigen aumento y la restitución de los medicamentos gratuitos. Una vez más terminó con represión de las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich: palazos, gas pimienta y esta vez cuatro detenidos. Entre ellos el fotógrafo de AFP Tomás Cuesta, que por la noche fue liberado sin cargos en su contra. Mirá las fotos de ANCCOM.

Una cantante de película

Una cantante de película

Delfina Campos, la intérprete y compositora que aporta su música a Envidiosa, acaba de realizar una gira y se presenta nuevamente en Buenos Aires. El rock el rock, el folk y pop el pop pensados como imágenes de cine.

El sonido invade la terraza del Centro Cultural Recoleta y rompe con la calma del domingo. Delfina Campos y su banda realizan la prueba de sonido, mientras la gente se amontona alrededor de las cintas que delimitan el escenario. “Chicos, esta es la prueba de sonido. El show arranca a las 6”, dice la artista al micrófono, un poco incrédula, entre risas. Los espectadores se quedan ahí, para vislumbrar lo que será una nueva presentación de Películas Perdidas, el último álbum de la cantante, que a lo largo de nueve canciones recorre el amor, la desilusión y la transformación personal.

Cuando la prueba concluye, Campos y su banda se retiran. Una hora después, regresan ante un público ya multiplicado, que cubre casi por completo la terraza. Algunos aseguran su lugar sentados en colchonetas de colores; el resto espera de pie. La música comienza y el público responde de inmediato: los cuerpos se mueven al ritmo, las voces corean cada letra y varios celulares registran fragmentos del show. En las últimas canciones, la cantante llama a los espectadores a romper el orden establecido y a acercarse al escenario para bailar. Así comienza una fiesta a corazón abierto.

Luego de presentar su show en el Centro Cultural Recoleta, y antes de una fugaz minigira que la llevó por el exterior, Campos habló con ANCCOM acerca del proceso creativo de su segundo disco, de sus futuros proyectos y del lugar de las mujeres en la escena musical argentina. Ya de vuelta en Argentina, tiene una nueva fecha en CABA, este sábado 24 a las 20, en ArtLab Centro Cultural, Roseti 93.

¿Cuál fue el punto de partida para construir Películas Perdidas?

Fue algo que me estaba pasando cuando tocaba en vivo, una necesidad de mayor potencia y más organicidad en las canciones. Mi disco anterior tenía canciones con batería acústica, pero también con beats programados. Sin embargo, me pasaba que el vivo me pedía más rock, más potencia, otro tipo de registro y de intensidad. El punto de partida fue sensorial, quería grabar un disco que fuese pop rock, en el que yo disfrutara y se sintiera de una determinada forma al tocarlo en vivo. Después hubo muchas canciones que eran notas de voz perdidas en el celular, algunas de las cuales había escrito hace muchos años, y otras hace no tanto tiempo, pero no había grabado. Algunas las recuperé, por eso el título hace referencia a ellas. Muchas veces la gente me dice que mi música tiene una cualidad visual, como si fuese cinematográfica, el título también juega con eso.

 

¿Cómo fue el proceso de redescubrirlas e integrarlas al disco? ¿Cambiaron mucho de su forma original?

El proceso se dio a partir de unas sesiones para componer con otros compositores y productores en el estudio de Warner Chappell, mi editorial. Me encontré en una situación de: “Bueno, tengo estas jornadas de composición, ¿qué ideas o disparadores que ya haya hecho antes puedo llevar?” En esa cosa de buscar entré a mis notas de voz y las encontré. Fue muy interesante, porque encontré por ejemplo la grabación de la guitarra y voz de “Balada para el fin del mundo”. Se la mostré a Percii (Gastón Porro), un productor que conocí en el marco de estas jornadas, y armó una propuesta de producción para la canción que yo jamás me hubiese imaginado. Me fascinó, y ahí decidí que quería laburar con él como productor del disco. A nivel composición no sé si las canciones cambiaron mucho de su forma original, pero de golpe hay algo de la dirección que pueden tomar desde producción que a veces sorprende. En esas sesiones también hubo algunas canciones que surgieron de cero, como “Testigos”, que la compusimos con Juana Aguirre, Nico Landa y los chicos de Hipnótica.

Tanto en Películas Perdidas como en Cómo bailan los demás tus letras muestran una gran conciencia: hay una mirada muy lúcida sobre lo que sentís, sobre el otro y las consecuencias de las acciones. ¿Esa claridad también te acompaña en la vida cotidiana, o es algo que aparece con el tiempo, cuando tomás distancia de los hechos?

Soy una persona muy introspectiva, estoy muy en contacto con mis emociones, con mis pensamientos. Soy muy reflexiva, por ahí eso transpira mucho en mis canciones. Me es muy fácil componer desde un contacto con mi mundo emocional interno y me resulta más difícil hacerlo desde algo más mental. Lo intimista e introspectivo es el combustible creativo que más usé hasta ahora. Puedo empezar a intentar componer desde otros lugares, pienso en artistas que componían desde lo político, pero mi mundo emocional me resultó el lugar más intuitivo al que acudir.

 Si Películas Perdidas fuera una película, ¿de qué género sería y de qué trataría?

En algún lado leí que alguien decía que tal o cual canción del disco podría servir de soundtrack de un coming of age. Los yankees utilizan este término para llamar a las historias que hablan de un personaje joven o adolescente que atraviesa una experiencia la cual lo convierte en la persona que tiene que ser, en un adulto o en lo que sea. Creo que Películas Perdidas podría ser una película donde una persona a través de sus vínculos o relaciones amorosas se vuelve más adulto, o más maduro, como si fuera un coming of age argentino. Me gusta pensar que la última canción del disco es la más madura también, en muchos sentidos, por los temas que trata y aborda. “500 años luz” es una canción que quita el foco de lo interpersonal y lo vincular, y lo pone en hacerse preguntas más existenciales. En ese sentido, el disco empieza con “Testigos”, que tiene un registro más despechado, y termina con “500 años luz”, que es una cosa más madura. También pienso que definitivamente la película transcurriría en una ciudad, probablemente de noche, porque son los escenarios de mis canciones.

 

¿Hay algún sonido, formato o territorio creativo que te gustaría explorar en tus próximos proyectos?

Hay muchas cosas que tengo ganas de hacer. Hubo un descubrimiento para mí con este disco, definitivamente esto de que me interesa un camino más orgánico. Desde las producciones me gusta el territorio del rock, del folk también. Creo que en algún momento voy a hacer un disco más folk, es algo que me lo debo. Hay una triada entre el pop, el rock y el folk que es en donde mejor me hallo. A veces fantaseo con que quiero hacer un disco de boleros. Quiero hacer mil discos, pero es probable que el próximo se mantenga en esos géneros. También hay algo que siempre quise hacer: grabar un disco en vivo. Es un proyecto que eventualmente me encantaría.

 

Entre tu presentación en un festival masivo como el Quilmes Rock y la incorporación de tu música en la serie “Envidiosa”, ¿sentís que tu música está alcanzando otros espacios o públicos inesperados?

Si hay algo que me importa, que quiero y que pienso mucho, es que ojalá mi música siga creciendo y pueda llegar a más gente, que personas nuevas la descubran. El Quilmes y “Envidiosa” fueron plataformas para que eso sucediera. Sentí que estuvo pasando, y espero que ocurra cada vez más.

 

¿Cómo ves el lugar de las mujeres en la escena del pop y del rock argentino?

Hay ciertos prejuicios hacia la mujer, muchas veces es como si se desconfiara de su agencia creativa, por ejemplo con la idea de que atrás tiene que haber un hombre produciendo. Eso existe en todos los géneros, no solo en el pop o en el rock. En el rock creo que el público argentino es muy snob con ciertas ideas. Está el rock nacional, donde son todos hombres. Obvio que hubo un montón de mujeres, pero es un territorio esencialmente masculino, donde creo que es muy difícil ganarte el respeto de esa tribuna de hombres que determina que entra o que no en ese panorama del rock argentino. Hay una especie de cultura del rock chabón, donde olvidate que entre una mina. Está habiendo exponentes femeninos espectaculares en el rock y me encanta, pero me parece que todavía hay mucho camino por recorrer. Creo que está cambiando, y va a cambiar, pero siempre fue un territorio muy masculinizado. Y los que siguen determinando quien entra, quien sale, como los programadores de los festivales del género, siguen siendo predominantemente hombres.

¿La soberanía de la Antártida y el Atlántico Sur en peligro?

¿La soberanía de la Antártida y el Atlántico Sur en peligro?

Mientras un paro total de actividades se produce en Tierra del Fuego porque el gobierno nacional quitó los aranceles a la importanción de celulares, a las autoridades locales también les preocupa un proyecto de base naval norteamericana, la instalación de un radar de una empresa con capitales ingleses y los antecedentes de submarinos estadounidenses que merodeando la zona. Andrés Dachary, Secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia advierte sobre la situación.

Cuando Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, visitó Ushuaia en el contexto de los planes del gobierno estadounidense de crear una base naval en la Argentina, hace tres semanas, Tierra del Fuego entró nuevamente en alerta y preocupación sobre la pérdida de soberanía de nuestro país. Las autoridades fueguinas declararon que no recibieron ninguna información oficial sobre estos planes, ni de la Embajada de Estados Unidos, ni del Comando Sur, ni por parte de ningún organismo nacional. Su conocimiento se limita a lo que ha trascendido en los medios de comunicación y señalan que el rumor de la base se suma a otros eventos que ponen en riesgo la estrategia geopolítica argentina en la Antártida y el Atlántico Sur.

Andrés Dachary, Secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia de Tierra Del Fuego, en diálogo con ANCCOM, aseguró: “Nosotros tenemos buena relación con la Embajada de los Estados Unidos, estamos trabajando en muchos proyectos en distintas áreas, pero entendemos que obviamente lo que tiene que ver con la cesión de infraestructuras estratégicas para terceros países es un no rotundo, no porque sea los Estados Unidos, sino para cualquier país”.

La provincia tiene sus propios proyectos para desarrollar un polo logístico antártico, sin embargo, no posee tierras para llevarlo adelante. El único lugar donde tienen la potencialidad para desarrollarlo pertenece a la Armada. Dachary explicó que hace 30 años piden que se les ceda ese espacio: “Tenemos la posibilidad de hacer una asociación público-privada entre el gobierno de la provincia y empresas de Tierra Del Fuego, no hay bandera China, no hay bandera Alemana, no hay bandera Francesa, no hay bandera Americana, es decir, justamente lo que buscamos, es desarrollar con empresas Argentinas y preferentemente de Tierra Del Fuego este proyecto”. Para Dachary lo que se requiere es la decisión política de invertir en el desarrollo nacional y la planificación de una estrategia geopolítica en función de nuestros objetivos y no los de terceros.

Según Dachary, el problema reside también en que Argentina no termina de asimilarse como un país bicontinental, esto implica que en una parte del país tenemos el 65% de reservas de agua dulce del planeta, entre otros recursos y además de haber un solapamiento con respecto a los reclamos de Reino Unido y Chile, hay otros países que han puesto sus ojos en la Antártida.

El conflicto de la base se enmarca en el contexto del Tratado Antártico que establece una disposición de revisión en el 2048, que prohíbe las actividades relacionadas con los recursos minerales y la protección del medio ambiente para fomentar la colaboración científica. La mencionada revisión abre la puerta al diálogo para debatir el funcionamiento del protocolo; sin embargo, cualquier modificación requerirá previamente el consenso de las 26 partes consultivas que aprobaron el protocolo en 1991, según la Secretaría del Tratado Antártico.

Sobre cómo argentina viene construyendo su posicionamiento en esta cuestión Dachary comentó:“Cada vez que entrás en un programa Antártico de distintos países, hay un apéndice específico de cómo todos los países están pensando en lo que va a ser ese escenario. Todos menos nosotros”.

El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, también se pronunció en contra del rumor de una base en los medios: “Tengo la certeza de que ni nuestro gobierno ni nadie en la provincia acompañará desarrollos que puedan ser funcionales a los británicos que invaden nuestro Atlántico Sur”. Porque además, para que se concrete la creación de la base, hace falta que el proyecto sea aprobado por el Congreso.

Antecedentes

En 2024 la generala norteamericana retirada -fue comandate del Comando Sur de Estados Unidos hasta noviembre de 2024- Laura Richardson visitó la provincia, y pidió una audiencia con el gobernador. No obstante, el funcionario decidió no recibirla por tres cuestiones, según señaló Dachary.

En primer lugar,durante 2022, la provincia hizo una denuncia de ejercicios militares, ya que se detectó la presencia de un submarino Estadounidense en aguas nacionales haciendo ejercicios conjuntos con aviones británicos, que estaban asentados en Malvinas. Este hecho habría violado lo que es la zona básica de operación del Atlántico Sur.

Más tarde, la generala Richardson hizo declaraciones desacertadas donde afirmó que todos los recursos naturales de América Latina, de cierta manera, le pertenecían a Estados Unidos. El gobernador Melella e incluso presidentes de otros países de la región se profesaron en contra de estos dichos.

 En tercer lugar Dachary, señaló, “nosotros no tenemos nada que ver con la defensa”, días antes la generala había visitado la región de Magallanes y Antártica chilena y y tampoco fue recibida por el gobernador de esa región.

Conflicto por el Radar de Leolabs

En el 2022, la provincia de Tierra del Fuego tuvo tres intervenciones con la empresa Leolabs, la que en la Inspección General de la Justicia se inscribe como una sociedad responsable, cuyo objetivo es realizar monitoreo de satélites y basura espacial. La corporación pidió autorización al Ministerio de Producción de Ambiente para desarrollar sus tareas, pero la aprobación quedó suspendida, ya que debe ser evaluada por la Dirección Provisional de Energía, por tratarse del espacio radioeléctrico que es una competencia federal.

El jueves 15 de junio del 2023, el sitio web internacional radar internacional aseguró que “la compañía británica Leolabs instaló una antena radar con función militar en Tierra del Fuego”. El sitio aseguró que “podría proveer información al sistema de inteligencia espacial del Departamento de Defensa de Estados Unidos”. Sumado a esto, la firma tiene un componente británico en sus acciones y su tecnología. Con esta nueva información se les suspendió la autorización, ya que la empresa tendría que haber consultado a la Cancillería argentina y al Ministerio de Defensa en una primera instancia. El secretario de Malvinas, Antártida, Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales de la provincia, advirtió sobre el evento: “Es una amenaza a la seguridad nacional porque coincide que puede tener un uso dual, es decir, un uso militar que es contrario a las políticas de defensa. Porque dentro de lo que era la conformación vos tenías una empresa argentina que estaba integrada por dos empresas: una con el 95% de Irlanda y otra con el 5% del Reino Unido; pero que a su vez son subsidiarias de otra que es el 100% de los Estados Unidos. Ese 5% que acá dicen ´¿cómo vas a tener una empresa del Reino Unido cuando tenés la situación de Malvinas?´”. En este sentido  Dachary repite lo que el exteniente General y Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Juan Martín Paleo ya advertía en 2023: “Ese radar te sirve para hacer lo que es y tiene capacidad de hacer inteligencias, porque podría hacer escuchas sobre los móviles en todo lo que es Tierra Del Fuego”.  

 Por último, en julio de 2024, la empresa Leolabs celebró un acuerdo con el Ministerio de Defensa de Reino Unido. El anuncio se divulgó en la revista SpaceNews, y en el comunicado la empresa señalan “se enorgullece de apoyar al Comando Espacial del Reino Unido y al Ministerio de Defensa del Reino Unido en este importante paso hacia el desarrollo de la primera constelación de satélites del Reino Unido en órbita terrestre baja, destinado a realizar inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Esperamos actuar como un socio de misión fundamental para el Reino Unido y sus aliados en esta y futuras misiones, permitiendo la seguridad y protección continuas del espacio”.               

El radar aún sigue instalado en la provincia de Tierra de Fuego, si bien no está en funcionamiento, tampoco se aprobó el desarme del dispositivo, aún cuando el Ministerio de Defensa de Argentina, a cargo de Jorge Taiana en la gestión de Alberto Fernández, certificó que “constituye una vulneración a la seguridad nacional”.