Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Los datos los recopiló la ONG Proyecto 7, que el pasado fin de semana realizó un nuevo censo de las personas sin techo de la ciudad. Estiman un notable aumento de personas en esta condición.

La asociación civil enfocada en problemáticas de la vivienda Proyecto 7 realizó el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El estudio se desarrolló en toda la ciudad a las puertas de la que sería, al menos hasta el momento, la semana más fría del año. En paralelo, la organización continúa con desayunos y ollas populares en Plaza Constitución y Once.

Horacio Ávila, fundador y referente de Proyecto 7, en diálogo con ANCCOM contó: “Fueron tres días consecutivos trabajando en conjunto con 800 voluntarios. Fue difícil por el frío, por las situaciones muy tristes con las que nos encontramos. Llevamos infusiones calientes y frazadas. Hay muchas abuelas y abuelos, muchas familias y pibes”.

Según esta organización, la cantidad de personas que habitan la calle no deja de crecer. Eso se pone de manifiesto cuando se compara la cantidad de lugares a donde pueden recurrir por un plato de comida caliente, por un espacio donde dormir. En 2019 había 26 dispositivos en CABA, en la actualidad 48. Desde el Gobierno de la Ciudad manifiestan públicamente que ellos tienen espacios pero que las personas prefieren estar en la calle, que no quieren ir porque hay horarios que cumplir.

Pero, por otro lado, cuando los vecinos de la ciudad llaman al 108, Línea de Atención Social Inmediata, para denunciar que una persona está en situación de calle y necesita asistencia, la respuesta es que no hay vacantes. Entonces, ¿preferencia o desidia del Estado? 

También hay problemas particulares. Por ejemplo, muchas familias que están en la calle no tienen espacio porque hay sólo dos dispositivos gubernamentales que pueden albergarlas. El resto son sólo para hombres o para mujeres y niños. Además, no son aptas las mascotas ni tienen lugar para dejar los carros que utilizan para cartonear.

A la espera de las cifras, Ávila estimó que, en relación al Censo que realizaron en 2019, “debemos tener por lo menos un 50 por ciento más de personas en situación de calle”. En ese entonces se contabilizaron 7251 personas. Esperan tener los datos para la semana entrante, cuando realizarán una conferencia de prensa para comunicar otras acciones.

La semana que inició con ola polar ya dejó el saldo de dos personas fallecidas por el frío. Las cifras arrojan que el invierno pasado murieron 11 personas en situación de calle en Capital Federal y 28 en todo el país. En los diez días que van de este invierno ya se contabilizan nueve fallecidos. En CABA son tres, dos en Mendoza, uno en Misiones, uno en Gral. Roca, uno en Santa Fe y otro en Mar del Plata.

Justamente en este distrito de la costa los vecinos denunciaron a las cuadrillas que responden a la intendencia de Guillermo Montenegro y que monitorean la calle, porque corren a las personas y les quitan lo poco que tienen. Al respecto, Ávila manifestó que “hay una impunidad y ausencia del Estado generalizada”. Recordó que Montenegro “fue el ideólogo de la UCEP”, la Unidad de Control del Espacio Público que monitoreaba las calles de CABA con prácticas ilegales, denunciada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, y agregó que “está copiando lo mismo en Mar del Plata y lo postea y repostea en sus redes sociales ufanándose de que está limpiando la ciudad”.

 

Manta corta

A los excluidos del mapa el invierno los encuentra surfeando a la muerte. Mientras tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello retiene 75 mil frazadas en los famosos depósitos de alimentos. El referente de Proyecto 7 asegura: “Hicimos un amparo y no tuvimos respuesta del Ministerio”. Y agrega que “es una provocación intencional, que cada vez haya más pobreza y más personas en la calle, es un contexto de violación de derechos, no sólo del gobierno de Jorge Macri, de Montenegro, sino que es a nivel nacional”.

Las organizaciones estiman que hay por lo menos cuatro generaciones en situación de calle. A los desayunos y ollas que realiza Proyecto 7 cada vez recurren más personas. “El lunes hicimos 10 ollas, que cada vez cuestan más, y en menos de una hora nos quedamos sin nada. Es muy triste ver que vas con una cantidad y que no alcanza”, se lamenta Ávila.

Desde esta organización también apelan a la solidaridad: “Antes de salir, para lo que sea, mirá bien, fíjate, revolvé, buscá, esa campera que tiene un poquito gastado el puño y ya no usas, esas bufandas que ni sabías que estaban…ponelos en la mochila, en el bolso… llevalo con vos, a alguien vas a cruzar, cuando se lo des míralas a los ojos, tomate ese segundo, vas a ver ese dolor, esa angustia y esas lágrimas contenidas que se niegan a salir porque si salen se congelan y convierten  en perlitas de cristal, no lo pensés, ¡hacelo!”, versa uno de los comunicados de la organización.

Cada vez hay más personas en la calle pidiendo alimentos, plata, tratando de juntar para alimentarse y refugiarse del frío. Una pieza de 2×2 con baño y cocina compartida sale 400 mil pesos por mes. ¿Quién puede en este contexto? La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir.

Hay café, café

Hay café, café

La organización Proyecto 7 realiza desayunos solidarios en la vía pública para las personas que se encuentran en situación de calle. También se acercan jubilados y trabajadores que no llegan a fin de mes.

Bajo el lema “la calle no es un lugar para vivir”, Proyecto 7 llevó adelante desayunos solidarios en distintos puntos de la Capital. La iniciativa de la organización que asiste a personas en situación de calle comenzó el 1 de abril y ya lleva cuatro semanas en acción. En Plaza Miserere, Constitución y Flores los vecinos fueron testigos de la generosidad que busca combatir el frío, el hambre y el desamparo con una bebida caliente y un panificado.

Cuatro termos de diez litros con chocolatada, café y mate cocido sobre una mesa. Un canasto grande de mimbre con pan, criollos y cremonas. A un costado, la bandera de Proyecto 7. Junto a ella los voluntarios de la asociación, todos con la experiencia común de haber vivido en la calle, sirviendo a cada persona que se acerca. Así se vieron las mañanas del 21, 22 y 23 de este mes en las plazas porteñas, el inicio de la cuarta semana de servicio.

“Al mediodía hay lugares para almorzar y a la noche, por suerte, muchos salen a repartir, pero desayuno o merienda en la calle nunca hubo”, explicó Horacio Ávila, coordinador de la agrupación. La cantidad de personas que pasan y lo rápido que se vacían los envases confirma la existencia de demanda por la primera comida del día, especialmente en lugares tan transitados como los mencionados, donde, además, muchos pasan la noche a la intemperie. “No es común que la gente pueda tomar estas cosas, entonces, si lo podemos hacer, lo hacemos”, añadió el referente.

Si bien la campaña busca ayudar principalmente a personas sin hogar, también se acercan jubilados y trabajadores, y todos se van con un vaso lleno. “Se nota que lamentablemente hay mucha hambre en la calle”, expresó Ávila. Tanto él como otros miembros de la organización consultados por ANCCOM coincidieron en que, en los últimos meses, creció el número de personas en situaciones vulnerables. “Hay muchos abuelos. No hay lugares para ellos, es como que son parias. Es inhumano, creo que nadie se merece eso”, observó Carlos Accorinti, quien lleva 11 años en Proyecto 7. Luego agregó: “Y los que van a venir si seguimos así”.

Según el Indec, en el segundo semestre de 2024 la pobreza alcanzó al 38.1% de la población y el 8.2% se encuentra en situación de indigencia. Sin embargo, algunos colaboradores del proyecto toman su experiencia en la calle y con la gente y arriesgan que la cifra actual es mucho mayor: “Hay un 80% de pobreza real, la indigencia se ha multiplicado, pero se está tapando todo”, afirmó el voluntario Francisco Costa. En mayo se realizará el tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle, que releva los datos a través de recorridas por las 15 comunas y los 48 barrios de la ciudad, en todas las franjas horarias, durante cuatro días.

Hasta la semana del 21, los desayunos se realizaban de lunes a viernes e incluían lugares como el Obelisco y Primera Junta. Por falta de insumos, debieron limitarlos a solo tres días en tres de los sitios más concurridos de la ciudad: los lunes en Plaza Miserere, Once; los martes frente a la entrada de la Línea C dell subte, en Constitución; y los miércoles en Plaza Flores. A pesar de las dificultades, Accorinti aseguró que continuarán con la actividad: “Queremos que nuestros compañeros tengan un desayuno, eso es lo que realmente tiene sentido”.

Hambre y maltrato

Algo que preocupa a la organización es la creciente persecución de quienes no tienen un techo propio y arman su cama donde pueden, a cielo abierto. “En Buenos Aires siempre hubo una cuestión muy represiva hacia la calle, y de criminalización, que este último año se acrecentó”, denunció Ávila. En ese sentido, Accorinti destacó la existencia de discursos oficiales que promueven una mirada estigmatizante de las personas en situación de calle. “Tenemos un estado que le mete en la cabeza a la gente que somos parias”, dijo.

Samira duerme en la entrada del Cine Atlas de Flores, a la vuelta de la basílica. El miércoles se acercó por primera vez a la mesa de Proyecto 7 para desayunar y conversar con los presentes. En consonancia con las palabras de Ávila y Accorinti, sostuvo que hay violencia y un intento de invisibilización por parte de las autoridades. “Si vos estás durmiendo te levantan con colchón y todo. El gobierno de la Ciudad no permite que se vea”, dijo.

En 2024, la gestión de Jorge Macri realizó una campaña bajo el eslogan “orden y limpieza” que consistía en operativos para ocultar a las personas sin techo. Se difundieron afiches y publicaciones en redes sociales con imágenes de distintos rincones porteños antes y después de desplazarlas, a ellas y sus pertenencias, y sin mencionar qué ocurría con quienes ya no aparecían en las fotos. Ante un aluvión de críticas, el jefe de Gobierno porteño admitió que se trató de una “mala comunicación”.

 

Más de 20 años de lucha

Proyecto 7 es una organización formada y coordinada por personas en situación de calle. Nació en 2003 producto del escenario de crisis institucional abierto después del 2001 y desde entonces realizan acciones de reivindicación y defensa de los marginados. Cuenta con tres Centros de Integración que funcionan las 24 horas, los 365 días del año y son gestionados de forma asamblearia con la participación activa de sus propios habitantes. “La que sostiene el lugar es la misma gente”, señaló Accorinti. Todos los que pasaron o aún están en alguno de los centros destacan el compromiso con esa labor. Costa comentó que ahora está quedándose en otro hogar, pero que aún así decidió colaborar con el proyecto porque le parece importante hacerlo, sobre todo en el contexto actual: “La gente tiene miedo. La gente grande, las mujeres, los que no están acostumbrados a la calle… es más difícil para ellos”.

A lo largo de los años, llevaron adelante múltiples protestas y eventos solidarios para visibilizar la problemática. En 2004 hicieron “una huelga de hambre de ocho días a partir de la que salió el subsidio habitacional que hoy lo cobran cerca de 20 mil familias”, informó Ávila. Impulsaron la Ley 3706 de “Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle y en Riesgo a la Situación de Calle”, sancionada en 2010, y participaron de la confección de un proyecto de ley nacional para hacer de los Centros de Integración Social la forma de abordar la problemática en todo el país.

Proyecto 7 es respetado dentro y fuera de Argentina. Brasil y Uruguay son algunos de los países de la región que replicaron su forma de trabajo con los centros y los censos populares. Los alimentos que se reparten en los desayunos son producidos en la propia panadería de la asociación, ubicada en Barracas. También tienen una línea de alfajores llamada Bocacalle, cuya venta ayuda a reunir los recursos necesarios para continuar con las acciones de asistencia. Sin embargo, lo que no ayuda es la situación del país: “Es difícil conseguir los insumos, está todo carísimo y cuesta”, manifestó Ávila. De igual manera, el impulso y la convicción de los miembros de la organización no mengua. Al contrario, todos comparten la promesa de sostenerlo siempre que puedan.

En una ciudad cuyo gobierno desplaza, maltrata y criminaliza a las personas en situación de calle y con una economía, política y sociedad en estado crítico, Proyecto 7 cada mañana cuelga su bandera de lucha y solidaridad.

“Para muchos es pagar el alquiler o comer”

“Para muchos es pagar el alquiler o comer”

Tras la muerte en lo que va del año de 17 personas sin techo en todo el país, agrupaciones sociales y políticas realizaron un colchonazo y merienda solidaria en Plaza de Mayo bajo la consigna «la calle no es un lugar para morir”.

Fotos: www.anred.org 

Frente a la Casa Rosada, ante un cordón policial permanente, decenas de personas se acercaron ayer a recibir un colchón, una manta, abrigo y comida. La convocatoria de las organizaciones sociales coincidió con la conmemoración del Día Latinoamericano y del Caribe de la Lucha por los Derechos de las Personas en Situación de Calle, fecha que recuerda la Masacre de Sé en San Pablo, Brasil, ocurrida entre el 19 y el 22 de agosto de 2004. Durante esos cuatro días, siete personas fueron asesinadas a golpes por agentes de seguridad privada y ocho fueron heridas gravemente. Desde entonces, países como Uruguay, Chile, Argentina, Ecuador, Colombia y Costa Rica realizan anualmente encuentros para honrar a las víctimas y promover los derechos de los sin techo.

El colchonazo comenzó con la recepción de donaciones de ropa, mantas y productos de higiene, seguida por una merienda solidaria y una suelta de globos en homenaje a las personas fallecidas este año. Los globos, algunos sanos, otros completamente en llamas, se alzaron sobre la Pirámide de Mayo iluminando a los protagonistas del encuentro y a los efectivos policiales, bordeando la Casa Rosada. Entre las organizaciones convocantes se encontraban la Red Puentes, Barrios de Pie y Proyecto 7, entre otras.

Según datos recientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la indigencia alcanzó el último mes el 15 por ciento del distrito, es decir que unas 470 mil personas se encuentran en emergencia habitacional o directamente en situación de calle, mientras que un 35 por ciento –más de 1.100.000 personas– están bajo la línea de pobreza. En este contexto, los reclamos principales fueron la declaración de la emergencia para las personas en situación de calle, exigir el cumplimiento de la Ley 3706 de CABA y la Ley nacional 27654, con un presupuesto adecuado al número real de personas que componen esta población, y convertir el decreto 690, que otorga un subsidio habitacional, en ley.

En la Argentina son 17 los fallecidos en lo que va del año por estar en la calle, diez de ellos en la Ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, donde paradójicamente funcionan hogares y paradores nocturnos. “Los espacios de tránsito no funcionan porque a las siete de la mañana la gente tiene que levantarse y es automáticamente echada –afirma Eduardo González, de Proyecto 7–. Tienen que volver a hacer un ingreso, si quieren permanecer en el recinto, a la tarde o en otro momento del día. Pueden pasar la noche, pero en la mañana tienen que volver a la calle”.

“A la actividad vino mucha gente que se acercó por su colchón y por algo para tomar y comer. Cada vez hay más gente en situación de calle porque no puede sostener un alquiler, para muchos es pagar el alquiler o comer. Hace casi un año que viene aumentando la cifra de personas que caen en la indigencia y este año, en este invierno particularmente, han fallecido muchas personas. No se puede pagar un alquiler, no se puede comprar para comer, no se puede vivir”, agrega.

González está en situación de calle, vive en el Hogar Monteagudo –gestionado por Proyecto 7– con su mujer y sus dos hijas. “Tengo trabajo, pero me la paso haciendo changas para poder llegar a comprar algo para comer para mi familia. Estoy todo el día trabajando para que mi familia no pase hambre. No pueden decir que no me la rebusco, pero este país está cada vez peor”.

Fotos: www.anred.org 

Juana Mansilla, del Frente La Patria es el Otro, asegura que ayudar a compañeros en la calle, incluso en este contexto tan complejo, le nace desde dentro. “Estamos entregando colchones y frazadas para combatir el frío a los compañeros vecinos, y vecinas en situación de calle. La situación está cada vez peor. Gracias a Dios puedo pagar un alquiler y seguir mandando a mi hija al colegio, pero no todos tienen esa suerte, no todos pueden darse ese lujo tan básico. Hay un montón de personas en situaciones muy vulnerables, y nadie hace nada”.

Horacio Ávila, referente de Proyecto 7, subraya: “Actividades como esta están sucediendo en todas las regiones, por el reclamo para la implementación y correcto funcionamiento de la ley 3706 para que no haya más personas situación de calle, que pare la represión policial sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y que se declare la emergencia de las personas en situación de vulnerabilidad en la Ciudad porque ya hay más de 12 mil, y claramente está sobrepasando. Lamentablemente, tuvimos 17 muertes en todo el país, de las que tenemos real constancia, pero suponemos que ha habido muchas más”.

Con respecto a las políticas del Gobierno nacional para tratar la situación, Ávila asegura que no hay ninguna, salvo retener 80 mil frazadas conjuntamente con las toneladas de alimentos que “tienen en los depósitos y no quieren entregar”. Y por parte del Gobierno de la Ciudad, las únicas políticas son represivas, de hecho, ayer el secretario de Seguridad porteño, Diego Kravetz, anunció la incorporación de mil efectivos más a la Policía Metropolitana para combatir las “ranchadas” de la gente en situación de calle.

La calle carga a las personas de caracterizaciones estigmatizantes, el que vive en la calle es peligroso, un delincuente y un malintencionado. ¿Cómo se consigue trabajo si se carga con una reputación así? ¿Cómo se sale adelante? “Nosotros, como organizaciones, trabajamos para que eso pase, pero la verdad que para aquellos que intentan salir de esta situación se torna cada día más difícil: si la política socioeconómica del país no cambia, no sólo va a haber más gente viviendo en la calle, muriendo de frío e inanición, sino que a los que ya están les va a ser muy difícil salir”, explica Ávila.

“El pobre no es pobre porque quiere, como el trabajador no cobra un sueldo bajo porque quiere. La problemática del crecimiento de la indigencia es provocada por los gobiernos. Para estos políticos es más fácil pasarle la pelota a la gente que está sufriendo las problemáticas, en vez de hacerse cargo ellos, que las están provocando día a día –remarca–. Ha cambiado mucho la población de calle, antes la mayoría de los indigentes eran jóvenes o adultos, ahora son abuelos y abuelas, porque con 290 mil pesos por mes nadie puede hacer nada. Entre los remedios para no morirse y pagar una habitación, la jubilación no alcanza. Hay muchas más mamás con criaturas, estamos hablando de familias inocentes. Se ve a muchas de esas familias en la calle con sus muebles, inclusive en las ranchadas, porque hace muy poco fueron desalojadas”.

«Nadie te registra»

«Nadie te registra»

Las organizaciones Proyecto 7 y Lxs Irrompibles realizaron este sábado un desayuno y almuerzo solidarios para personas en situación de calle. ANCCOM habló con las personas que vivien en la vía pública y cuentan por qué no sirven los paradores y por qué no pueden salir a flote.

«¿Quién te va a dar trabajo viviendo en la calle? Te vas deteriorando, te crece la barba, se ensucia tu ropa y no tenés cómo cambiarte», se lamenta Carlos mientras se acerca a las mesas desplegadas sobre Entre Ríos y Rivadavia, para tomar un café caliente y comer algo. Está viviendo en la calle desde el inicio de la pandemia, cuando perdió su trabajo de albañil. “Cuando se terminó el laburo –cuenta-, enganché en un supermercado chino, estuve unos meses pero después el dueño no me quiso pagar más y me echó, me tenía en negro”.

Este sábado 8 de junio las organizaciones Proyecto 7 y Lxs Irrompibles realizaron un desayuno y almuerzo solidario frente al Congreso de la Nación. El desayuno arrancó a las 8:30 de la mañana, con la consigna “la calle no es un lugar para vivir”, el lema de Proyecto 7 desde hace 20 años, y que lucía en las banderas rojas colgadas en las rejas de la plaza. En las mesas había termos con bebidas calientes y comida para ofrecer, debajo de un gazebo, se desplegaron mesas con ropa y abrigos a disposición, además de un rinconcito de «peluquería» para quien lo necesitara.

Proyecto 7 es una organización social integrada y coordinada por personas en situación de calle. Tienen cuatro Centros de Integración donde realizan acompañamientos de proyectos de vida, generan fuentes de trabajo y las personas pueden recibir alimentos, asistencia social, legal, sanitaria, entre otras.

Desde la organización sostienen que, tras el cambio de gobierno, ha crecido el número de personas que viven en la calle, y consideran que la situación irá empeorando con el correr de los meses producto de las políticas de Javier Milei, que hacen que incluso gente con trabajo no pueda pagar el alquiler. Miguel fue desalojado hace una semana de un monoambiente que alquilaba con su amigo. “Me quedé sin trabajo hace unos meses y sólo encuentro changas que no me alcanzan para nada, no pudimos pagar más el departamento”, se lamenta. “Nos turnamos con mi amigo para ir a buscar trabajo, porque no podés dejar las cosas solas, te las roban”, agrega.

En el último censo realizado a fines de abril, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires indicó que hay 4.009 personas viviendo en situación de calle en el territorio porteño. Desde diferentes ONG denuncian que estos números no son reales debido a los métodos que se usan para censar, ya que sólo se recorre la ciudad por un par de horas y las observaciones se hacen sin bajarse de los móviles. Según el último censo popular de personas en situación de calle realizado en 2019, la cantidad ya era 7.251, de los cuales 871 eran niños y adolescentes. Tras las medidas de ajuste del gobierno de Javier Milei, estiman que el número habría alcanzado a las 12.000 personas sólo en Capital Federal.

«Si vivís en la calle nadie te tiene confianza, no te dan laburo. Te piden un teléfono para contactarte, no tenés; te piden una dirección de referencia, no ténes», dice Florencia.

Rodrigo, que lleva cinco años viviendo en la calle, comenta: “Estás peor en los paradores del Gobierno que durmiendo en la calle, deberían ser centros de integración según la ley, con personas capacitadas para acompañar y ayudar, pero recibís malos tratos nomás. Mejor te buscás algún techo, con dos o tres frazadas o cartones y ahí pasás la noche”, agrega mientras busca entre las mesas algo que lo abrigue.

Además, estos lugares imponen horarios estrictos; una vez finalizado el desayuno, las personas deben retirarse y sólo pueden volver por la tarde-noche. «Es complicado buscar trabajo, ningún lugar abre antes de las 9 o 10 de la mañana, y desde las 6:30 ya estás en la calle. Hasta el mediodía buscás, pero después no tenes a dónde ir, y es peor si llueve», comenta Florencia, de 30 años, acompañada de su hijo de 6. «Si vivís en la calle nadie te registra, nadie te tiene confianza, no te dan laburo. Te piden un teléfono para contactarte, no tenés; te piden una dirección de referencia, no ténes; y no podés poner la información del parador», añade, señalando los obstáculos diarios que enfrentan quienes viven en la calle.

En medio del conflicto con el Jefe de Gobierno, quien recientemente mostró en redes sociales cómo «limpiaba» la zona donde se encontraban personas en situación de calle y les confiscaba sus pertenencias, Proyecto 7 está exigiendo la implementación de la Ley 27654 para Personas en Situación de Calle y Familias sin Techo. Instan a que se asigne el presupuesto necesario y se establezcan los programas pertinentes para abordar esta problemática de manera integral.

Un mate contra la discriminación

Un mate contra la discriminación

oovimientos sociales y políticas organizaron un desayuno en la 9 de Julio para las personas en situación de calle y denunciar la política represiva y estigmatizante del Gobierno de la Ciudad para los sin techo.

Este martes 14 se realizó, frente al Obelisco, una acción solidaria para las personas en situación de calle en donde se les ofreció un desayuno y concluyó con una conferencia de prensa encabezada por distintas personalidades y organizaciones, bajo la consigna “inseguridad es la aplicación del protocolo ilegal”. Fue, además, una forma de visibilizar la política de persecución a los que no tienen techo por parte del Gobierno de la Ciudad que encabeza Jorge Macri. El objetivo fue manifestarse en contra de las medidas del Ministerio de Desarrollo y Hábitat sobre salud mental y los operativos de “higiene y limpieza” que se están llevando a cabo, visibilizar y repudiar la mirada estigmatizante del Ejecutivo porteño hacia estas personas.

El evento fue realizado por varias organizaciones sociales, legisladores de distintos bloques, organismos de justicia y diferentes sectores preocupados por el deterioro social. Entre ellos se encontraban la agrupación H.I.J.O.S., el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), CTA Autónoma CABA, Comedor Barracas, Somos Barrios de Pie, Proyecto 7, La Barriada, Pueblo Unido, Red Puentes, entre otros.

La legisladora Celeste Fierro (Frente de Izquierda Unidad), en diálogo con ANCCOM, señaló que “esta iniciativa surgió frente a la necesidad de visibilizar el trabajo que se viene haciendo, de conocer que los censos que han llevado adelante las propias organizaciones dan más de 10.000 personas en situación de calle”. Y agregó: “La única política que lleva adelante este gobierno es la represión e intentar instalar que las personas en situación de calle son criminales y directamente enfocarlo en cuestiones de salud mental sin dar una respuesta real en materia habitacional, de trabajo genuino, de salud y de educación que creemos que son los derechos necesarios que se tienen que garantizar”.

El desayuno comenzó a las 8 de la mañana cuando las organizaciones repartieron pan casero, facturas, tortas fritas, galletitas y alfajores. También sirvieron chocolatada, mate cocido y leche caliente y repartieron frazadas para combatir el frío entre las más de 300 personas que se acercaron desde diferentes zonas cercanas al Obelisco. Una de ellas fue Marcelo Díaz, quien desde los 7 años vive en la calle. Hoy con sus 52 años señaló: “El Estado nunca me dio ningún tipo de ayuda, ni una pensión por discapacidad. Yo soy discapacitado por dificultades que tengo en los brazos y vivo el día a día con la ayuda de una revista que hacemos entre las personas en situación de calle que se llama Hecho en Buenos Aires. Gracias a su venta tenemos algo de dinero para sobrevivir”.

Hacia las 10 de la mañana se realizó una conferencia de prensa en donde se plasmaron los principales ejes de los reclamos: la ilegalidad del protocolo de salud mental y los operativos de “higiene y limpieza” que se llevan a cabo por el gobierno de la Ciudad, mediante los cuales se tira en camiones de residuos las pocas pertenencias que las personas en situación de calle poseen, se las desaloja de la vía pública y se las obliga a ir a los paradores nocturnos donde solo pueden pasar unas horas.

Además, se destacó la importancia de visibilizar esta problemática, pero sobre todo contrarrestar la campaña de deshumanización de estigmatización criminalización y represión que está llevando a cabo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con las personas en situación de calle.

Semanas atrás se pudo ver por las redes sociales del Jefe de Gobierno, un accionar en donde se mostraba la política de espacio público que llevaba adelante. Macri se enorgullecía de “limpiar” la zona en donde se encontraban personas en situación de calle y eran retiradas del lugar y despojadas de sus escasas pertenencias.

La misma lógica siguió el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. Este organismo se dedicó a armar un protocolo de intervención de salud mental, a pesar de no ser quien deba realizar esta tarea, ya que debería hacerlo el Ministerio de Salud. También lo hicieron sin respetar las legislaciones vigentes en la materia con el fin de estigmatizar y encerrar de manera compulsiva en hospitales neuropsiquiátricos a la población en situación de calle.

A todo esto, se le suman las recientes declaraciones del Secretario de Seguridad y Jefe de Policía Metropolitana, Diego Kravetz, en donde señaló que las personas en situación de calle “están cómodas viviendo en las ranchadas y que el 50% de esta población tiene antecedentes penales”. Sobre esta estigmatización, Fierro destacó que “hay una política clara por parte del gobierno de “ordenar” la ciudad. A ellos les encanta hablar del orden y hemos visto que para ellos esto es reprimir a los movimientos sociales en la 9 de Julio, es sacar a las personas en situación de calle, sin resolver los problemas estructurales, como una forma de mostrar que están haciendo algo. Pero lo único que están haciendo es no garantizar derechos que son elementales porque el derecho al acceso a la vivienda es un derecho humano que en esta ciudad está completamente cuestionado. Capital Federal es una ciudad llena de casas y de departamentos con gente sin casa y sin vivienda y, sin embargo, su respuesta es la represión”.

También, durante la conferencia, se exigió la aplicación de la Ley 3706, de Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle y en Riesgo a la Situación de Calle, y la Ley 27654, sobre la situación en calle y familias sin techo, para implementar un presupuesto adecuado al número real de personas que componen esta población”.

La conferencia concluyó con Horacio Ávila, referente de Proyecto 7, quien destacó la importancia de organizar eventos como este, en donde se demuestra que los compañeros que están en situación de calle no están solos, sino que hay todo un grupo de organismos, de legisladores y de organizaciones que hace muchos años, le vienen poniendo el pecho a esta situación. Finalmente, Ávila, en diálogo con ANCCOM, señaló: “Es importante hacer acciones como estas para poder darle visibilidad y decir que la gente en situación de calle no está sola y que no van a poder hacer con ellos lo que quieran.”