Por Camila de la Fuente
Fotografía: Daniela Hernández

Las organizaciones Proyecto 7 y Lxs Irrompibles realizaron este sábado un desayuno y almuerzo solidarios para personas en situación de calle. ANCCOM habló con las personas que vivien en la vía pública y cuentan por qué no sirven los paradores y por qué no pueden salir a flote.

«¿Quién te va a dar trabajo viviendo en la calle? Te vas deteriorando, te crece la barba, se ensucia tu ropa y no tenés cómo cambiarte», se lamenta Carlos mientras se acerca a las mesas desplegadas sobre Entre Ríos y Rivadavia, para tomar un café caliente y comer algo. Está viviendo en la calle desde el inicio de la pandemia, cuando perdió su trabajo de albañil. “Cuando se terminó el laburo –cuenta-, enganché en un supermercado chino, estuve unos meses pero después el dueño no me quiso pagar más y me echó, me tenía en negro”.

Este sábado 8 de junio las organizaciones Proyecto 7 y Lxs Irrompibles realizaron un desayuno y almuerzo solidario frente al Congreso de la Nación. El desayuno arrancó a las 8:30 de la mañana, con la consigna “la calle no es un lugar para vivir”, el lema de Proyecto 7 desde hace 20 años, y que lucía en las banderas rojas colgadas en las rejas de la plaza. En las mesas había termos con bebidas calientes y comida para ofrecer, debajo de un gazebo, se desplegaron mesas con ropa y abrigos a disposición, además de un rinconcito de «peluquería» para quien lo necesitara.

Proyecto 7 es una organización social integrada y coordinada por personas en situación de calle. Tienen cuatro Centros de Integración donde realizan acompañamientos de proyectos de vida, generan fuentes de trabajo y las personas pueden recibir alimentos, asistencia social, legal, sanitaria, entre otras.

Desde la organización sostienen que, tras el cambio de gobierno, ha crecido el número de personas que viven en la calle, y consideran que la situación irá empeorando con el correr de los meses producto de las políticas de Javier Milei, que hacen que incluso gente con trabajo no pueda pagar el alquiler. Miguel fue desalojado hace una semana de un monoambiente que alquilaba con su amigo. “Me quedé sin trabajo hace unos meses y sólo encuentro changas que no me alcanzan para nada, no pudimos pagar más el departamento”, se lamenta. “Nos turnamos con mi amigo para ir a buscar trabajo, porque no podés dejar las cosas solas, te las roban”, agrega.

En el último censo realizado a fines de abril, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires indicó que hay 4.009 personas viviendo en situación de calle en el territorio porteño. Desde diferentes ONG denuncian que estos números no son reales debido a los métodos que se usan para censar, ya que sólo se recorre la ciudad por un par de horas y las observaciones se hacen sin bajarse de los móviles. Según el último censo popular de personas en situación de calle realizado en 2019, la cantidad ya era 7.251, de los cuales 871 eran niños y adolescentes. Tras las medidas de ajuste del gobierno de Javier Milei, estiman que el número habría alcanzado a las 12.000 personas sólo en Capital Federal.

«Si vivís en la calle nadie te tiene confianza, no te dan laburo. Te piden un teléfono para contactarte, no tenés; te piden una dirección de referencia, no ténes», dice Florencia.

Rodrigo, que lleva cinco años viviendo en la calle, comenta: “Estás peor en los paradores del Gobierno que durmiendo en la calle, deberían ser centros de integración según la ley, con personas capacitadas para acompañar y ayudar, pero recibís malos tratos nomás. Mejor te buscás algún techo, con dos o tres frazadas o cartones y ahí pasás la noche”, agrega mientras busca entre las mesas algo que lo abrigue.

Además, estos lugares imponen horarios estrictos; una vez finalizado el desayuno, las personas deben retirarse y sólo pueden volver por la tarde-noche. «Es complicado buscar trabajo, ningún lugar abre antes de las 9 o 10 de la mañana, y desde las 6:30 ya estás en la calle. Hasta el mediodía buscás, pero después no tenes a dónde ir, y es peor si llueve», comenta Florencia, de 30 años, acompañada de su hijo de 6. «Si vivís en la calle nadie te registra, nadie te tiene confianza, no te dan laburo. Te piden un teléfono para contactarte, no tenés; te piden una dirección de referencia, no ténes; y no podés poner la información del parador», añade, señalando los obstáculos diarios que enfrentan quienes viven en la calle.

En medio del conflicto con el Jefe de Gobierno, quien recientemente mostró en redes sociales cómo «limpiaba» la zona donde se encontraban personas en situación de calle y les confiscaba sus pertenencias, Proyecto 7 está exigiendo la implementación de la Ley 27654 para Personas en Situación de Calle y Familias sin Techo. Instan a que se asigne el presupuesto necesario y se establezcan los programas pertinentes para abordar esta problemática de manera integral.