La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

Veinticuatro horas después del Día de los Trabajadores, la central obrera realizó un acto conmemorativo bajo el lema «Estamos a tiempo». Los sectores kirchneristas no participaron del encuentro en Defensores de Belgrano.

Esta tarde, la Confederación General del Trabajador (CGT) realizó un acto por el Día Internacional de los Trabajadores en el estadio del Club Defensores de Belgrano, ubicado en el barrio porteño de Núñez, bajo el lema “estamos a tiempo”. Evitaron criticar al gobierno, apuntaron contra la oposición y condenaron la dolarización que plantea Javier Milei.

Esta celebración la pensó la CGT como una forma de volver a instalarse en el escenario político y sindical tras un largo período de inactividad: la reunión del miércoles 19 de abril fue la primera que mantuvo oficialmente en los últimos ocho meses, pese a que en ese periodo se acentuó el alza de la inflación y la pelea para recomponer los salarios. En ella el Consejo Directivo de la Central Obrera había propuesto “alcanzar un amplio consenso político, económico y social que promueva el crecimiento, la producción y el trabajo”.

El acto, que comenzó a las 15, ante 20 mil personas movilizadas por los sindicatos y el infaltable “Tula” y su bombo, tuvo las ausencia de algunas figuras de peso, como Pablo Moyano (Federación Nacional de Trabajadores Camioneros) que es uno de los secretarios generales, Mario Manrique (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) y Abel Furlan (Unión Obrera Metalúrgica). El único que se hizo presente del sector más cercano al kirchnerismo fue Sergio Palazzo (Bancarios), pero llegó tarde.

El primer orador del acto fue Carlos Acuña, otro de los triunviros de la central obrera, que destacó: “Gracias a la CGT recuperamos la democracia”, y luego apuntó contra la reforma laborar que propone Juntos por el Cambio: “No puede ser que el eje de la campaña sea ese, porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo, ya que nunca laburaron.”

Luego tomó la palabra Jorge Sola, titular del Sindicato del Seguro y Secretario de Prensa de la CGT, quien continuó con la idea de Acuña: “No necesitamos una reforma laboral, necesitamos un nuevo acuerdo social. El movimiento sindical es una herramienta duradera y efectiva de acuerdo sectorial a través de las negociaciones colectivas. Es falso e intencional afirmar que los convenios colectivos son anacrónicos y estáticos, en su dinámica está el espacio razonable de acuerdo y evolución de las condiciones de trabajo y producción.”

También le dio un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como guiño de respaldo al ministro de Economía, Sergio Massa, y reclamó un acuerdo político, económico y social para fijar políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”.

Héctor Daer, jefe del Sindicato de Sanidad, integrante del triunvirato de secretarios generales y último orador del acto, hizo explicita una demanda para reducir la jornada laboral de ocho horas: “Hay que acabar con la semana de 48 horas, es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente. Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las ocho horas de trabajo y las 48 semanales, habrá que discutir y lograr cambiar eso.” En determinado momento, afiliados al gremio de Camioneros interrumpieron el discurso de Daer, pero después de un rato pudo continuar.

El líder gremial disparó contra los “profetas del antisistema: “¿Dónde quieren dolarizar? Si lo que menos tiene Argentina en estos momentos es dólar. Quieren empobrecernos a costillas de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, nosotros estamos dentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que de resultados y genere condiciones para una mejor vida”, concluyó Daer.

Los movimientos sociales y la izquierda se manifestaron por el Día del Trabajador

Los movimientos sociales y la izquierda se manifestaron por el Día del Trabajador

En sendos actos reclamaron por aumentos salariales, políticas para bajar la inflación y rechazaron el programa del FMI.

Hoy en el centro de la Ciudad de Buenos Aires se llevó a cabo la conmemoración al Día de los Trabajadores. En esta ocasión, los movimientos sociales se congregaron en 9 de Julio y Avenida de Mayo y el Frente de Izquierda-Unidad marchó hacia Plaza de Mayo.

Las manifestaciones tuvieron como objetivo mostrar el apoyo a la lucha por los derechos laborales, y entre los temas que se destacaron estuvieron los pedidos de aumento salarial, la lucha contra la precarización laboral y la situación de los trabajadores informales. Los manifestantes portaron pancartas y banderas en las que se podían leer consignas como «Por trabajo digno y salario justo», «Trabajo es dignidad» y «Contra la precarización laboral».

A medida que los manifestantes avanzaban por las calles del centro, se escuchaban cánticos y gritos exigiendo justicia laboral. La presencia de diferentes líderes sindicales y representantes de organizaciones sociales permitió que el mensaje se escuchara con fuerza y se generara un ambiente de solidaridad y apoyo mutuo.

En el acto de lo movimientos sociales, Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), afirmó: “O te apoyás en los movimientos populares y en el movimiento plural organizado, o te apoyás en el Fondo Monetario Internacional. Dios quiera que nos estén escuchando y que se apoyen en los movimientos populares”.

“Necesitamos el apoyo del Gobierno. No importa si faltan seis meses, y no importa si, como dicen, cuesta mucho construir unidad. La unidad se construye mirando y fortaleciendo lo que se viene planteando desde abajo”, agregó. En el acto también tomaron la palabra Dina Sánchez, del Frente Popular Darío Santillán, Alejandro Gramajo, del Movimiento Evita, Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista Combativa, Norma Morales, de Barrios de Pie, y Huigo “Cachorro” Godoy, titular de la CTA Autónoma.

En tanto, en el acto convocado por el FIT, hablaron el obrero ferroviario francés Clément Allochon, Myriam Bregman, del PTS; Celeste Fierro y Alejandro Bodart, del MST, Alejandro Crespo (secretario general del Sindicato Unido de Trabajadores del Neumático de Argentina (SUTNA)), Gabriel Solano, del Partido Obrero, Mónica Schlotthauer (delegada del Ferrocarril Sarmiento) y Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista.

Myriam Bregman, diputada nacional y dirigente del PTS-Frente de Izquierda, afirmó: “Estamos viendo una película repetida, una película que pinta de terror: todos preparan un nuevo zarpazo contra la clase trabajadora.” La legisladora agregó: “Hace unos días las escuchábamos a Cristina Fernández hablar como que no tuvo nada que ver. Se desentiende. Como si ella no fuera la vicepresidenta, como si ella no fuera el principal sostén del ministro de Economía, Sergio Massa, que está aplicando el ajuste del Fondo Monetario”.

Solano, legislador de la Ciudad y actual precandidato a presidente por el PO, dijo, a su turno: . “Llegamos a este día en un escenario de crisis terminal para el gobierno del Frente de Todos. Un gobierno que ligó sus políticas al pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que profundizó la fuga de capitales y el saqueo capitalista. Y que con sus políticas ha llevado al borde de un estallido social con salarios que no alcanzan para nada, con el 50% de los niños pobres, jubilaciones de indigencia y una creciente precarización laboral.

Por su parte Alejandro Crespo, secretario general SUTNA, señaló: “En un momento en que la inflación está golpeando fuertemente los salarios, la experiencia del SUTNA es muy importante para todos los trabajadores. Porque se mostró que recuperando nuestras organizaciones sindicales y yendo a una lucha se puede recuperar los salarios, tal como sucede ahora mismo con la cláusula automática de la paritaria del neumático que garantiza 10 puntos porcentuales por sobre toda inflación, y avanzar en los justos reclamos de nuestros compañeros”.

Al finalizar el acto, los dirigentes del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) subieron al escenario con una pancarta que decía “No a los despidos de Clarín”, en rechazo a los 48 trabajadores desvinculados la semana pasada.

 

Los movimientos sociales conmemoraron el Día del Trabajador

Los movimientos sociales conmemoraron el Día del Trabajador

Las organizaciones populares se reunieron en el centro porteño. A pesar de respaldar al gobierno, no dejaron de manifestar sus reclamos.

Con un cielo despejado de nubes y un sol que entibiecía la tarde, la cumbia de Pablo Lescano se enrocaba con el grito desaforado que clamaba “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode”. Trapos blanquicelestes, azules, negros, rojinegros, con los rostros de Evita y del Che. Banderas blancas, celestes, violetas, verdes. Paraguas con el dibujo de una América del Sur policromática. Los militantes sociales asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki también estaban presentes en los trapos. Flameaban, además, wiphalas y rostros cansados. Esa imagen resumía el comienzo del acto de los movimientos sociales por el Día de los Trabajadores, en 9 de Julio y Avenida de Mayo.

En el corazón de la marcha, las tacuaras parecían elevarse más altas que los edificios circundantes. UTEP, Corriente Clasista y Combativa, Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, Frente Popular Daría Santillán y Movimiento Nacional Campesino Indígena fueron algunas de las organizaciones presentes. Movimiento Libertad, Movimiento Aníbal Verón, Frente 22 de Agosto, Movimiento Trabajadores Organizados, Movimiento Villero, Corriente Pueblo Unido y el Movimiento Inclusión Popular desfilaban por las calles multicolor.

La Virgen y el Negrito Manuel sobre la tarima principal. Mates de mano en mano, botellas de agua, porciones de torta y sandwiches. Una marea de trabajadores y trabajadoras interminable ocupó la 9 de Julio, desde la avenida Independencia hasta la Avenida de Mayo. Brotaban del escenario las consignas, los reclamos, las causas y las aspiraciones, dichas por quienes hacen la locución del acto: “No falta trabajo. El trabajo lo hacemos siempre. Lo que faltan son derechos laborales”; “exigimos el derecho a trabajar, vivir y ser felices”; “reconocimiento político e institucional de la Economía Popular”; “por el derecho a la tierra, el techo y el trabajo”; “salario básico universal”; “conquistar el Buen Vivir”.

 

El otoño parecía diluirse y entre el humo, el canto, el bombo y la trompeta que caldeaban la jornada, algunos manifestantes buscaban reparo en plantas, gorras con visera o banderas. José, perteneciente a Misioneros de Francisco y emocionado por la enorme convocatoria, afirmó que el 1º de Mayo lo representa. “Es nuestro día; nacimos trabajadores y moriremos trabajadores. Es el día en que homenajeamos a quienes dieron la vida por nuestros derechos”, dijo.

En esta línea, Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP, pidió efusivamente desde el escenario celebrar esta fecha: “Siempre nos negaron nuestra identidad como clase trabajadora. Por eso celebramos, porque niegan nuestra existencia como trabajadores”. A su vez, exhortó a funcionarios y legisladores a “laburar con el oído en el territorio y así resolver los problemas reales”. Por último, anunció que esta jornada da inicio a un plan de lucha nacional para lograr la agenda que falta, porque “la democracia es plena solo con los trabajadores a la cabeza”.

Dando apertura al acto se entonaron las estrofas del Himno Nacional argentino. Continuado por el grito de “¡Patria sí, colonia no!”. Sucesivamente, se realizó un homenaje a Fredy Mariño, histórico dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), fallecido el pasado 2 de abril. Cada persona que tomó el micrófono se encargó de hacerlo presente, de hacerlo parte de la jornada de lucha: “Fredy, hermano, hoy tu pueblo te bendice”, dijo Esteban “Gringo” Castro, secretario de la UTEP, el primer sindicato conformado por movimientos sociales. Posteriormente, también se transmitió un saludo de Milagro Sala en el cual hacía el pedido expreso de “recuperar la Patria”.

 

Otro dirigente que tomó la palabra sobre el escenario fue Juan Carlos Alderete, diputado nacional y líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Sostuvo que en cada 1º de Mayo “honramos a los mártires que dieron su vida por los derechos de la clase obrera”, y hoy, sobre todo, la marcha representa una “respuesta a la oligarquía, a la derecha reaccionaria, a los monopolios, a los del tractorazo, a los del Llao Llao. Hoy salimos a la calle reivindicando nuestros derechos y a pelear la agenda que queremos. Es un pedido al presidente de medidas para combatir la inflación. Los que la fugaron son responsables de la deuda y la tienen que pagar, no nosotros”.

Este testimonio se concatenó con la pregunta y el pedido vehemente de Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP y vocera del Frente Popular Darío Santillán : “¿Cuándo vamos a discutir la riqueza del uno por ciento de la población? Necesitamos que se avance en la discusión de un desarrollo humano. Y eso es trabajo de la UTEP. Tierra, techo y trabajo para todos y todas”. Este sentimiento también es compartido por Norma Morales, secretaria adjunta de la UTEP y dirigenta nacional de Barrios de Pie, quien con voz quebrada afirmó: “El pueblo nos necesita más que nunca. No podemos regalarle a la derecha nuestro pueblo”.

 

Cerrando la serie de oradores, Esteban Castro aprovechó para homenajear a todos los trabajadores de la Economía Popular que, desde los clubes de barrio, comedores, merenderos, centros culturales, entre otros, realizaron la “gesta patriótica que garantizó la vida durante la pandemia, demostrando qué es el amor al pueblo”. Por último, con mucho ímpetu insistió en recalcar que esta no es una marcha de apoyo y que presentaban y reclamaban la aprobación de la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo. “Presentando esta ley, el día de hoy, estamos haciendo un aporte a la unidad de parte del movimiento obrero popular para que el Frente de Todos gane las elecciones y podamos seguir dando las discusiones que queremos dar”. Castro se retiró dándole un beso a la estatua de la virgen y persignándose.

Entre los aplausos de culminación, aferradas a un vallado, Vanesa, trabajadora estatal, y su pequeña hija Malena saludaban alegremente a familiares y compañeros que ocupaban la grada sobre el escenario. “En una fecha como hoy es necesario estar en la calles. Siempre trato de estar presente en estos días, siento que son días que nos fortalecen y dignifican como trabajadores. Hoy tenemos que estar más que nunca. Hace 20 años yo estaba cortando una ruta y nos planeamos ser trabajadores desocupados, veinte años después hablamos de trabajadores de la Economía Popular”, dice orgullosamente Vanesa.

Mientras las banderas eran plegadas, las militancias abandonaban serenamente la ancha avenida. A un costado del escenario se oía el ruido perdido de algún redoblante solitario y una bandada de jóvenes se abalanzaba sobre Onorato, Castro, Fernando “Chino” Navarro y otros dirigentes para tomarse fotos. Sobre un cordón, un hombre formaba un asiento de cartones para una mujer que denotaba mucho cansancio. Luciano Álvarez, miembro del Movimiento Popular Los Pibes, describía felizmente la jornada como “única y hermosa, con miles de laburantes defendiendo y exigiendo derechos”.

Precarización laboral a distancia

Precarización laboral a distancia

“Mi oficina es mi casa, no tengo compañeros y no conozco la cara de mi coordinadora”. Así describe Andrea su espacio y sus relaciones laborales. Forma parte del 1,2 millones de teletrabajadores que, según las cifras más recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), desarrollan su actividad a distancia en la Argentina.

Andrea, teletrabajadora, está frente a su computadora con el teléfono en una mano y una birome en la otra.

El teletrabajo es cada vez más frecuente en nuestro país, según cifras de la OIT.

El teletrabajo es una modalidad de “trabajo a distancia -incluido el trabajo a domicilio- efectuado con auxilio de medios de telecomunicación y/o de una computadora”, tal como lo define la OIT, predominante entre periodistas, diseñadores gráficos, diseñadores web, operadores, programadores y desarrolladores de sistemas, entre otros.

Para Santiago Duhalde, Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), se parece mucho a la vieja forma de trabajo a domicilio que existía en los siglos XVIII y XIX, ahora atravesada por las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y basada en una “individualización de la relación laboral”: el trabajador realiza su tarea fuera del tradicional ámbito laboral y alejado de la presencia física de jefes, superiores y, en la mayoría de los casos, de compañeros.

Full time

Andrea es redactora y elabora artículos para sitios web y blogs españoles. Trabaja desde hace tres años para la misma empresa cordobesa a la que le factura mensualmente de acuerdo a los trabajos que haya realizado. No tiene un vínculo cara a cara con la empresa, se contacta de forma virtual con la coordinadora que le propone nuevos proyectos y controla sus tiempos y calidad de producción. Generalmente trabaja desde su casa, a veces en un bar. Las horas que dura su jornada laboral depende de la cantidad de proyectos en los que esté trabajando. “Para que el ingreso me rinda, tengo que agarrar varios proyectos simultáneos”, señala. Si la fecha límite de entrega del proyecto se acerca y el artículo no está terminado, la jornada se extiende lo que sea necesario. Sus momentos laborales no distinguen entre día o noche y la “comodidad” del hogar hace que muchas veces continúe trabajando durante el almuerzo o la cena y los fines de semana.

En la industria informática se desdibuja la jornada laboral en la modalidad teletrabajo. Para Ezequiel Tosco, Secretario General de la Asociación Gremial de Computación (AGC), bajo el “discurso de la comodidad, la libertad y la autonomía”, el trabajador termina dedicando más horas, cobrando menos y no contando con los aportes a la seguridad social.

Duhalde explica que trabajar por objetivos y no tener definida una cantidad de horas de trabajo “licúa la idea de jornada laboral” extendiendo el tradicional horario de ocho horas y precarizando aún más esta actividad.

Invisibilizar derechos

Martín no tiene un salario fijo por su teletrabajo, vende sus artículos de acuerdo al precio que esté dispuesto a pagarle su empleador. Es periodista, redacta notas, realiza entrevistas y edita textos para diarios web desde hace tres años. No siempre su trabajo fue remunerado sino que trabajó ad honorem para poder hacer experiencia en su profesión. En ocasiones, “invierte” más de lo que gana para, por ejemplo, costear el transporte para realizar una entrevista. 

El salario de Andrea también es variable, factura a fin de mes de acuerdo a la cantidad de notas que haya realizado. El pago por su trabajo ya está establecido de antemano como parte del proyecto. “La coordinadora me informa que hay que escribir una cantidad de notas con determinados caracteres y que se paga determinado monto por eso. Acepto o no acepto el proyecto, no hay lugar para la negociación”, describe. La paga de los artículos va aumentando, sutilmente, durante el año pero nunca se habla en términos de salario, aunque su relación laboral ya lleve tres años.

La inscripción de los teletrabajadores como autónomos enmascara la real relación de dependencia, tal como lo plantea Duhalde. “En muchos casos, ni siquiera están registrados, es trabajo en negro o un falso trabajo autónomo porque son monotributistas que trabajan únicamente para uno o dos empleadores”, dice y enfatiza en que eso implica un “fraude a la Ley de Contrato de Trabajo”.

Tosco coincide en que la modalidad freelance es un “fraude fiscal y una estafa al trabajador” porque hay un contrato de trabajo encubierto, que no está dentro en ningún convenio colectivo de trabajo (CCT) y que afecta al trabajador por ausencia de aportes patronales y a la Seguridad Social de la Nación”.

Se trata de una “actividad precarizada”, dice Duhalde y agrega: “Con una relación de dependencia encubierta, ni siquiera están sindicalizados ni gozan de otros derechos provenientes del CCT”. Resalta que, por el contrario, “para la empresa es muy bueno porque se evita los costos de las herramientas y la conexión, disminuye el salario respecto a la modalidad presencial y, además, se ahorra las cargas sociales”.

Ezequiel Tosco, de AGC, posa junto a la bandera argentina y a la de su gremio en su oficina.

«El trabajo freelance es un fraude», dice Ezequiel Tosco, de la Asociación Gremial de Computación.

La falta de sindicalización y la ausencia de vínculos legales entre el trabajador y la empresa dejan a los trabajadores en una compleja situación de incumplimiento de sus derechos y condiciones laborales. “Cuando me quiero tomar vacaciones es un problema, tengo que adelantar los artículos que correspondan a los días en que no esté”, señala Andrea, para quién vacaciones pagas, paritarias, aguinaldos, antigüedad e indemnizaciones no existen.

En este marco, la necesidad de regulación es clave. Luego de la presentación al Poder Legislativo, en 2015, de un proyecto de Ley de Teletrabajo en Relación de Dependencia que no prosperó, la problemática ya no está en la agenda. Según Duhalde es un problema que está desatendido. “Se trata de visibilizar esta problemática para no invisibilizar a los trabajadores”, concluye.

Todos unidos flexibilizaremos

Todos unidos flexibilizaremos

En el acto por la conmemoración del Día del Trabajador, el presidente de la Nación Mauricio Macri se hizo presente en el microestadio de Ferro para unirse al festejo organizado por Gerónimo “Momo” Venegas, secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores -UATRE- y líder del Partido Fe que integra la alianza Cambiemos. El máximo mandatario anunció, como se esperaba, el Plan Empalme que beneficiará a empresarios, que contraten a trabajadores que cobren planes sociales. Sin entrar en detalles sobre el proyecto, Macri sostuvo sobre el final: “Se acabó el país de la ventajita” y llamó a los trabajadores a aumentar la productividad.

La convocatoria de Venegas y Macri fue una de las seis que hubo el 1º de Mayo para conmemorar el Día del Trabajador. La fragmentación de los movimientos sindicales dio como resultado un acto de la CGT en Obras Sanitarias, otro de la CTA en la Escuela Itinerante, los movimientos sociales se movilizaron al Monumento al Trabajo y las diferentes vertientes de la izquierda lo hicieron a la Plaza de Mayo (el FIT) y al Obelisco (la Izquierda al Frente).

La convocatoria de Venegas y Macri fue una de las seis que hubo el 1º de Mayo para conmemorar el Día del Trabajador, a la cual asistieron cerca de cinco mil personas.

La convocatoria de Venegas y Macri fue una de las seis que hubo el 1º de Mayo para conmemorar el Día del Trabajador, a la cual asistieron cerca de cinco mil personas.

Un gran operativo policial -con presencia también de la Gendarmería- se realizó para garantizar la seguridad de Macri en Caballito. Utilizó la cancha de Ferro como pista de aterrizaje y de despegue para el helicóptero presidencial. El acto tuvo lugar en el microestadio el club, donde esperaron unas cinco mil personas desde las dos de la tarde.

La organización repartía, en la entrada, agua y escarapelas adhesivas con la leyenda “cultura del trabajo”. También regalaban banderitas celestes y blancas, ya una insignia en los eventos oficialistas. Y si bien no hubo choripán, los vendedores de garrapiñadas y de cerveza transitaban entre el público ofreciendo su mercadería en las tribunas. Tampoco hubo, a la vista, presencia de micros pero luego de finalizado el acto, en las avenidas aledañas se vieron pasar buses escolares con las cortinas cerradas y las luces del interior apagadas.

La Marcha Peronista abrió el congreso autodesignado “El Peronismo en Cambiemos”. Después sesionó: alguien del público exponía una idea, se votaba a mano alzada para revalidar sus palabras y luego el “Momo” sentenciaba: “Aprobado por una unanimidad compañero”. Así varias veces, hasta que el representante de Mendoza quiso dejar algo en claro: “Solicitemos que dentro del partido de Cambiemos se lo tenga más presente al Partido Fe porque si no pareciera que no existimos”. También fue ratificada su petición.

La Marcha Peronista abrió el congreso autodesignado “El Peronismo en Cambiemos”.

“Este partido se ha conformado con gente honesta que nada tiene que ver con el gobierno anterior, que fueron 12 años de corrupción”, remarcó Carlos Mayer (52) que quiso dejar claro que había ido “solo”. Al ser consultado por ANCCOM sobre la presencia en el lugar de, por ejemplo, Baldomero “Cacho” Álvarez, intendente que fuera electo por el Frente para la Victoria en Avellaneda, argumentó: “Perón siempre atendió a todos, este espacio estuvo abierto para toda la gente que quiera participar y demostrar que quiere sacar al país adelante.” Por su parte, Franciso Montiel (36) pertenciente al Sindicato de Trabajadores de Aguas y Gaseosas, habló de su presencia en Ferro: “Nosotros estamos con el sindicato, después lo demás que se arreglen ellos.”

Alrededor de las 19, el máximo mandatario se hizo presente acompañado por varios ministros como el titular de Trabajo, Jorge Triaca; de Medioambiente, Sergio Bergman y de Seguridad, Patricia Bullrich; entre otros. También el actual vicejefe del Gobierno Porteño, Diego Santilli, estuvo presente y fue muy saludado por los presentes. El staff completo del gobierno se subió al escenario para darle lugar a la entrada del Presidente.

Macri sostuvo sobre el final: “Se acabó el país de la ventajita” y llamó a los trabajadores a aumentar la productividad.

Fue en ese momento que volvió a hablar Venegas, acusado por distintas investigaciones periodísticas de mirar para otro lado mientras los afiliados de su gremio realizan trabajo esclavo. “Lo más importante de la victoria de Mauricio Macri –enfatizó-, fue terminar con la corrupción de Estado”. Y luego bromeó por el sonido de los bombos y redoblantes que no cesaban: “Silencio por favor, cualquiera va a decir que estamos en un acto peronista”. Después finalizó improvisando un grito eufórico, algo desentonado: “Viva el Presidente, vivan los ministros.”

Como si estuviera cronometrado, el Jefe de Estado, dio su discurso en 15 minutos para luego volver a levantar vuelo. Comenzó prometiendo que el cambio ya les iba a llegar a quienes todavía no lo habían sentido, luego continúo remarcando las bonanzas de la gestión: el Plan de Infraestructura, la supuesta baja de la inflación, el pago a los acreedores de la deuda externa, la Ley Pymes y la reciente Ley de Emprendedores.

El discurso prosiguió con el anuncio del plan denominado “Empalme” que se esperaba que el Presidente presentara. El proyecto consiste en un descuento de las cargas sociales para los empresarios que contraten trabajadores beneficiarios de planes sociales. “Aquel que recibió un plan lo pensó en términos de un tiempo, pero pasaron los años y sigue en la misma situación”, argumentó Macri a tono con otra de sus declaraciones: “Se acabo el país de la ventajita, de los mafiosos”.

La organización repartía, en la entrada, agua y escarapelas adhesivas con la leyenda “cultura del trabajo”.

Sandra Riveiro (50) integrante del Sindicato de los Trabajadores de Espectáculos Públicos reconoció desconocer la medida pero señaló: “Todo lo que sea trabajo, lo apoyo. Si hay despidos o suspensiones por algo es, yo sigo apostando al cambio”, recalcó al ser consultada por el incremento de la desocupación durante la gestión de Cambiemos. Lucas Córdoba (26), militante de la Juventud Pro, siguió la misma línea de su referente político: “Hay algunos sectores que tuvieron despidos pero es algo que se está trabajando” y prosiguió: “No es en todos los sectores, hay quienes pudieron salir adelante y otros que se están demorando”.

El Presidente se vanaglorió por la creación de 82 mil puestos de trabajo desde agosto del año pasado hasta la fecha, pasando por alto los 42.000 empleos privados que se perdieron, a pesar de ese incremento, desde que asumió, según los últimos datos oficiales proporcionados por el propio Gobierno. “Una vez un señor dijo que la estrella polar del país tiene que ser la productividad –dijo Macri-. Ser productivo es hacer las cosas bien, demostrando que podemos ser los mejores del mundo”, volvió a resaltar sobre el final mientras papelitos celestes y blancos volaban desde las tribunas pero sin que suene la Marcha Peronista.

Para ver la línea de tiempo de ANCCOM que recopila los hechos, los despidos y los acuerdos durante el gobierno de Mauricio Macri, hacé click acá:

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Actualizada 02/05/2017