Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

La Central de Trabajadores Italiana promueve el voto a favor de cinco puntos en un referéndum para que los trabajadores recuperen los derechos laborales. La votación será en junio pero en mayo lo podrán hacer quienes residen en el exterior. Un debate que se vuelve global ante el avance de las derechas en el mundo.

En pocas semanas, Italia celebrará un referendum de cinco puntos buscarán modificar leyes vinculadas al trabajo y la ciudadanía. Los requerimientos que serán puestos en consideración proponen ponerle un freno a los despidos sin causa, brindar mayor protección a los trabajadores de empresas pequeñas, más control al trabajo precario, más seguridad en el trabajo y lograr una mayor integración con la ciudadanía italiana.

“Se va a votar durante los días 8 y 9 de junio en Italia, mientras que en el exterior, a partir de mediados de mayo, ya van a empezar a llegar los sobres con el material electoral para que los italianos residentes en otros países que figuren en el padrón electoral también puedan participar”, declaró Renato Palermo, coordinador del Patronato INCA CGIL Argentina, estructura de servicios dependiente de la Central Sindical Italiana, en diálogo con ANCCOM y advirtió que: “Hay una postura de parte del gobierno de Giorgia Meloni de ir retaceando derechos laborales, lo que ha generado cierta tensión con el sector sindical. Evidentemente este referéndum tiene un contenido político porque plantea una confrontación entre el accionar del gobierno y la clase trabajadora”.

Para que la propuesta de estas cinco preguntas referendarias sea puesta en consideración se necesitaban conseguir al menos quinientas mil firmas y, gracias al amplio consenso que logró el movimiento sindical y el acompañamiento de partidos de centro-izquierda, se juntaron alrededor de cinco millones de firmas. Por lo tanto, se espera que el apoyo al referéndum sea masivo. En ese sentido, María Rosa Arona, responsable de la oficina en Buenos Aires del Patronato INCA CGIL Argentina señaló: “Como los italianos en el exterior también votamos y Argentina es uno de los países con más inscriptos en los registros consulares, es muy importante ejercer el derecho al voto y más sobre estos temas que parecen tan lejanos, pero no lo son; porque en nuestro país, al igual que en Italia, se tratan de recortar permanentemente los derechos de los trabajadores”.

En el año 2015, bajo el gobierno de Matteo Renzi, se aprobó una ley conocida como “Jobs Act” que reestructuró todo el sistema de trabajo italiano a través de la modificación de normas y reglas que profundizaron la flexibilización laboral. “Se puede decir que el problema que está sufriendo Italia es un poco el que está sufriendo todo el mundo: en materia de derechos, los trabajadores han perdido muchísimo”, expresó Palermo. El referéndum viene a ponerle un freno a la flexibilización y precarización laboral se que vive el país, por lo que Arona destacó que: “Lo que nosotros queremos es que los trabajadores italianos recuperen los derechos que perdieron y puedan vivir en una sociedad más justa, donde no tengan que repetir el camino de sus antepasados: lamentablemente, hay un alto nivel de migración de jóvenes, y no tan jóvenes, que se van porque no encuentran alternativa para ganarse la vida y subsistir”.

Con respecto al referéndum que busca reducir de diez a cinco años el tiempo de residencia para obtener la ciudadanía italiana, “apuntamos a que supere la cuestión meramente de documentos y se pueda acercar a los ciudadanos italianos a la realidad italiana, a la solidaridad con los trabajadores italianos en Italia e incluso con la propia memoria familiar”, planteó María Rosa Arona y señaló: ”Pensar que la gente busca la ciudadanía simplemente por el pasaporte, porque quiere viajar o evitar la visa es banalizar la cuestión. Hay mucho más que eso, hay una comunidad que en su mayoría está muy ligada a Italia: lo vemos reflejado en nuestra cultura y nuestro lenguaje”.

En el marco de acciones que se desarrollaron en Argentina vinculadas al referéndum italiano sobre el trabajo y la ciudadanía, el jueves último se realizó en la Casa por la Identidad ubicada en la exESMA un conversatorio para pensar la defensa de los derechos laborales a ambos lados del Atlántico. El encuentro contó con la participación de Nicoletta Grieco, la responsable para América Latina de la CGIL; Carlos Tomada, exministro de Trabajo de la nación; Vanesa Siley, diputada nacional; Roberto Baradel, secretario de la SUTEBA; Abel Furlam, secretario General de la OUM-RA; y Carlos Greco, rector de la UNSAM. Además de explicar el contenido del referéndum, se conversó acerca de las similitudes en cuanto a la situación social y política que atraviesan Italia y Argentina.

“Las similitudes entre Italia y Argentina están a la vista y las estamos viviendo. En Argentina se está hablando de no continuar con las contrataciones colectivas y se está jugando a desgastar a los trabajadores de todos los sectores. Estamos en medio de una situación en la que estamos perdiendo derechos en materia laboral y previsional, todos los miércoles vemos lo que hacen con los jubilados”, advirtió Arona.

En Italia hubo grandes batallas conquistadas a través del referéndum de iniciativa popular, como la Ley del Divorcio en la década de 1970 y del Aborto en la década de 1980. En este caso particular, “sectores de derecha y centroderecha invitan directamente a no ir a votar, lo que es una cuestión muy grave porque lo importante aquí es que la gente se exprese, aunque sea diciendo que no”, señaló Arona. Además, siguiendo esta línea, su compañero Palermo destacó la importancia del ejercicio democrático porque “reafirma la participación popular en la toma de decisiones y la mantención de los derechos de los italianos residentes en el exterior. Votar implica cierta presencia y esa presencia seguramente presione a las autoridades italianas para que las comunidades italianas en el exterior continúen siendo respetadas”.

“Los derechos se conquistan, pero no son para siempre. Por eso, hay que estar alerta y organizados: este referéndum de iniciativa popular aporta más dignidad al trabajo, mejores condiciones de seguridad y va en contra de la precariedad laboral. Hay que votar Sí. Debemos ser solidarios y empáticos con los trabajadores italianos, porque a nosotros nos está pasando lo mismo y necesitamos juntar fuerzas para resistir”, concluyó Arona.

 

¿El trabajo dignifica?

¿El trabajo dignifica?

Un grupo de jóvenes cuentan cómo consiguieron su primer empleo, en qué consiste y con qué sueñan en el ámbito laboral. Botones de muestra de una generación con pocas ilusiones.

Para muchos, el paso de la adolescencia a la adultez está marcado por el ingreso al mundo laboral. En muchos casos implica un contraste entre lo que se desea hacer y lo que realmente se puede hacer, brecha profundizada por la falta de experiencia y la situación económica crítica generalizada. ¿Qué encuentran los jóvenes cuando ingresan al mundo laboral? ¿Qué querrían encontrar? Para explorar esta cuestión, ANCCOM salió a la calle a entrevistar a jóvenes de entre 18 y 23 años: ¿De qué trabajan? ¿Cuál fue su primer empleo? ¿Cuál sería su trabajo ideal? ¿A qué aspiran?

Sandra, vendedora en un local de ropa (18 años)

Es inmigrante de Perú y trabaja con su tía, atendiendo un puesto de ropa en una galería en la calle Lavalle, en pleno microcentro porteño. En diálogo con ANCCOM, Sandra contó que, aunque tuvo sus dudas, quiere empezar a estudiar Administración de Empresas Internacionales. “Me gustaría terminar de estudiar para apoyar a mis hermanos y a mis padres”, agregó. Su trabajó ideal sería administrar alguna empresa “acá o en otro lado”, contó la jovén.

Nehuen, empleado de Burger King (19 años)

Trabaja en Burger King desde hace dos años mientras cursa el CBC para la carrera de Contador Público. Cuando empezamos a charlar con él, estaba en el puesto de helados, pero lo reclamaron desde el fondo del local para limpiar unas mesas. Nos invitó a que lo acompañemos mientras continuábamos la conversación. “Observé todas las posibilidades respecto a horarios y entre las opciones de cadenas rápidas, que son las que generalmente tienen inserción laboral para jóvenes que no completaron estudios”, explicó.

Al otro día, tenía una entrevista laboral en otro restaurante. Gracias a su próximo trabajo espera irse a vivir solo con su pareja, aunque admite que es algo difícil de encontrar en este momento, así como conseguir trabajo en blanco. Prioriza las condiciones laborales y confiesa que no le importa tanto la cantidad de horas: “Busco que tenga compatibilidad con el estudio, porque a la mayoría no le gusta que estudiemos. Generalmente te lo imposibilitan”.

Lautaro, Rappi (20 años)

Lautaro habla en la pista de skate de Plaza Houssay, justo después de terminar su jornada laboral. Es fácil reconocerlo a la distancia por su característica mochila roja de Rappi. Comenzó a trabajar allí a principios de año y lo hace por las tarde, ya que por la mañana trabaja para una cooperativa del gobierno cartoneando. “Al principio no me llegaba nada, hubo días en que me conectaba y no me caía ningún pedido. Es un algoritmo como cualquier aplicación: si aceptas los pedidos que te llegan y tenés buenas opiniones de los clientes, empiezan a llegarte más”, explica. Lautaro destaca la flexibilidad de este trabajo, ya que puede conectarse y desconectarse cuando quiere. Al tener otro trabajo a la mañana, le queda la tarde para Rappi. Al pensar en un trabajo ideal, sueña con emprender un negocio de ropa combinado con la música que produce. También plantea la opción de ahorrar y comprar una moto para poder hacer más pedidos con Rappi, ya que reconoce que de esa forma se gana mucho más.

Malena, sirve de café a la salida de Facultad de Medicina (23 años)

 “Estudio Recursos Humanos en la Universidad de Quilmes”, aclara. Comenzó a trabajar a los 16 años. Este es su tercer empleo, el primero fue ayudando a su tía, que es técnica de laboratorio y la ayudaba a rotular las muestras. Después trabajó en una peluquería por tres años. En su trabajo actual está desde hace dos meses y valora ante todo las condiciones laborales. Al preguntarle si a su alrededor tiene a alguien con un buen trabajo, menciona a su hermana, que es pastelera, y a una amiga que es odontóloga. Rescata esos casos que hacen lo que les gusta: “Eso es lo que yo proyecto, la realización en el trabajo, hacer algo que me haga feliz”.

 

 

Fernando, trabaja en una cadena de empanadas (20 años)

Este es su segundo trabajo: comenzó como mesero en un restaurante, donde trabajó durante tres años hasta que recortaron personal y decidió cambiarse a su puesto actual. Destaca el buen ambiente laboral y sus compañeros. A la hora de buscar un trabajo, valora tanto las tareas a realizar como los ingresos. Su trabajo ideal sería administrar alguna empresa grande. Tiene planeado comenzar a estudiar la carrera de Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires.

Lucia, vendedora en un local de ropa (20 años)

Es una de las muchas empleadas jóvenes del local. Acepta respondernos unas preguntas, aunque sus respuestas son breves y algo tímidas. Este es su primer empleo, el cual consiguió gracias a su hermana mayor, que ya trabaja allí. A la hora de buscar un sustento piensa en que tenga un buen ambiente laboral. Si tuviera que imaginar su trabajo ideal, lo piensa en una oficina, aunque no tiene claro qué rol desempeñaría aún.

Omar, estudiante de Hemoterapia (22 años).

“Yo  soy estudiante de Hemoterapia y estoy por arrancar Odontología así que me gustaría trabajar en el área de la salud”, asegura Omar. También nos cuenta que, a la hora de buscar trabajo, su prioridad es encontrar un equilibrio entre un buen salario para llegar bien a fin de mes, y un horario flexible sin tanta cantidad de horas.

 

Nahuel, estudiante de Kinesiología (21 años).

Oriundo de Mar del Plata, su primer trabajo fue como promotor de ventas en una editorial de libros. “Sigo trabajando de eso, pero más que nada en vacaciones o feriados”, admitió. Como estudiante de Kinesiología, su objetivo es recibirse en los próximos dos años y después ver qué otros trabajos consigue. Su trabajo ideal, por supuesto, es en el área de salud.

 

Facundo, estudiante de Ingeniería Industrial (22 años)

También de Mar del Plata. Trabajó los últimos dos veranos de cajero y mesero en un local de comida con la expectativa de “hacer algo en el verano y sacar un poco de plata”. Le gustaría seguir los pasos de su primo, que se recibió de ingeniero industrial y trabaja para una empresa de software en París. “Me divierte lo que hace”, admite.

 

Desde la agremiación socialista al emprendedorismo neoliberal

Desde la agremiación socialista al emprendedorismo neoliberal

El exministro de Trabajo de la Argentina, Carlos Tomada, inaugura el ciclo de entrevistas “Los derechos que supimos conseguir” que ANCCOM publicará a lo largo de enero. El exfuncionario habla sobre la distancia entre la ley y su cumplimiento efectivo, el papel de los sindicatos, el peronismo y las dictaduras, los tres intentos democráticos por avanzar sobre las conquistas laborales y los avances hacia la igualdad de género.

“El presidente está para gobernar no para violar la Constitución”

“El presidente está para gobernar no para violar la Constitución”

El abogado laboralista y exdiputado Héctor Recalde reflexiona sobre las medidas que el Gobierno nacional impulsa para reformar los derechos laborales. La jornada de 12 horas, la vuelta de los ticket canasta y la jubilación a los 75. Cuando el trabajador se convierte en colaborador.

Héctor Recalde, especialista en derecho laboral y exdiputado nacional por el Frente para la Victoria entre 2005 y 2017, analiza la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei y los cambios que han surgido desde la aprobación de la Ley Bases. El abogado reflexionó sobre la reaparición de medidas económicas de los noventa y llamó a no bajar los brazos.

 

¿Qué opina sobre las modificaciones laborales que introduce la Ley Bases?

Es una derivación del pensamiento del presidente de la nación. Cuando a Milei se le preguntó por la justicia social, dijo que era “sacarle a uno para darle otro”. La justicia social está incorporada con jerarquía propia de la Constitución Nacional, el pueblo eligió al presidente para gobernar no para violar la Constitución. En el trasfondo, estas medidas (tanto la Ley Bases como otras propuestas más recientes), apuntan  a una palabra difícil de pronunciar: la deslaboralización, es decir, pretenden que la relación en el empleo entre un trabajador o una trabajadora y un empleador no se rijan por la ley laboral sino por el Código Civil y Comercial. El lenguaje los traiciona o los deja al desnudo. Ellos hablan de colaboradores en la Ley Bases, pero los trabajadores no colaboran. Uno colabora con la salud pública o con obras benéficas, etcétera. El trabajador no colabora, trabaja. Pero no solamente eso, sino que además ese supuesto colaborador podría nombrar a su vez tres colaboradores, están violando hasta el sentido común. En la actualidad, existe el periodo de prueba y es de tres meses porque es un hándicap que se le da al empleador porque durante esos tres meses puede despedir sin pagar indemnización y en algunos casos están a prueba durante un año. Yo trato de usar el humor en la lucha por la vida, sostengo que si un empleador necesita un año para saber si el trabajador es apto o no al que hay que despedir por inútil, es al empleador.

 

¿Con qué herramientas cuentan los trabajadores para hacerle frente a esta ley?

La herramienta está, la tienen a disposición. Nosotros tenemos millones de trabajadores que no están registrados, cada uno de ellos tiene el derecho de hacer una acción judicial para que se regularice esa situación. Sin embargo, cuando uno realiza esas estadísticas en los tribunales del trabajo se ven que jamás realizaron juicios por despido, evidentemente hay temor en los trabajadores por reclamar por distintas razones. Estás trabajando por temor al despido y ese temor se prolonga porque existe el miedo a que luego un empleador pida informe y le digan “este tuvo el atrevimiento de hacernos juicio” y no lo contraten. Es muy indigno vivir en una sociedad en la que una persona tenga miedo de reclamar lo que corresponde. Son importantes los medios para que uno pueda informar y comunicar a los trabajadores que estas medidas están violando sus derechos porque el dueño de la acción es el trabajador que es el perjudicado. El abogado laboralista lo que hace es informar y ponerse a disposición pero la acción la tiene el trabajador, la trabajadora. “El trabajo dignifica” no es un dicho vacío es cierto, la persona que está trabajando y percibe un salario siente dignidad con lo que hace, está reconocido por la sociedad. Cuando se habla de mercado de trabajo, hay un ejemplo claro: los recursos humanos, si son humanos no son recursos, el lenguaje revela también la ideología. Por supuesto que uno vive en una sociedad donde hay una economía de mercado y las relaciones son entre el capital y el trabajo.

Yo trato de usar el humor en la lucha por la vida, sostengo que si un empleador necesita un año para saber si el trabajador es apto o no al que hay que despedir por inútil, es al empleador.

Héctor Recalde

Cómo ve el hecho de que el gobierno inicie el blanqueo de capitales y que nuevos trabajadores deban pagar el impuesto a la ganancia?

Hay que cambiarle el nombre al impuesto a la ganancias -esto lo aprendí de un tributarista-, se tendría que llamar impuesto a altos ingresos. Porque sin impuestos, el Estado no funciona y nosotros creemos en el rol del Estado. La discusión es a partir de qué ingreso se tiene que pagar impuesto a los ingresos. El blanqueo siempre es una cosa que uno lo ve con antipatía, blanquean no tener trabajadores registrados, blanquean las deudas, es un blanqueo muy oscuro.

 

Se intentó instalar la discusión sobre la implementación de una jornada laboral de 12 horas, la vuelta de los tickets canasta y llevar la jubilación a partir de los 75 años ¿Cree que se puede llevar a cabo esas medidas? 

Se repite la historia macrista. Sturzenegger y Caputo son dos rockstar de Macri, están de vuelta con la experiencia que tuvimos en ese momento. Lo importante es no aumentar la desazón. Todas estas medidas chocan contra la Constitución Nacional y violan los derechos de los trabajadores. Lo que uno hace es informar derechos y la información es un principio básico, la información es poder, por eso, los medios como ANCCOM son muy útiles porque suministran la información y eso empodera a la sociedad ya que somos sujetos de derecho. Ahora están avanzando con un proyecto que tiene que ver con algo que me resulta muy caro, yo fui autor del proyecto que eliminó los llamados tickets canasta y que vuelva ese sistema es una regresión por donde lo mire. A mí no me gusta ser autorreferencial pero con  la vuelta de los tickets canasta es como que me quieran secuestrar un hijo, porque yo peleé mucho en contra del sistema del ticket canasta. Me quisieron sobornar (n.d.r: se refiere al intento de soborno durante el tratamiento de esa ley que finalmente se apropbó en 2007). Hice la denuncia, hubo una condena contra uno de los actores, puse mucho empeño en eso y la posible vuelta me resulta triplemente angustiante.

 

Desde distintos sectores se hablaba de que era necesario una reforma laboral ¿Usted considera que era necesaria una reforma laboral? ¿Cuál reforma considera más justa para preservar los derechos de los trabajadores y para generar trabajo?

Sí, pero no con el signo de estos reformistas. La reforma laboral tiene que ver con disminuir la jornada de trabajo, además la disminución laboral está probado científica y empíricamente aumenta la productividad y disminuye los accidentes de trabajo. Sin embargo, no lo logramos. La regulación de la jornada del trabajo tiene casi 100 años, yo fracasé, fui 12 años diputado nacional, presenté proyectos y no logré que se bajara ni una hora. Yo comencé con un proceso gradual porque soy partidario de que así son más fáciles de implementar. Mi proyecto era bajar de 48 a 45 horas cuando en la realidad hay muchos hombres y mujeres que trabajan 9 horas por día durante cinco días y no lo logré y éramos oficialistas. En esos gloriosos12 años también conseguimos muchas cosas, no me estoy resignando, hay muchos proyectos míos que se convirtieron en Leyes. Creo que la constitución política del Parlamento actual ofrece mucha dificultad para lograrlo, pero en algún momento se podrá. Hoy las relaciones de fuerzas políticas me parece que nos niegan esa posibilidad pero no hay que resignarse. Es muy importante participar en las cosas públicas, no olvidarnos que somos actores sociales y que tenemos derechos.

 

«La tendencia va a ser a desproteger cada día más a los trabajadores»

«La tendencia va a ser a desproteger cada día más a los trabajadores»

Elina Escudero y Pablo López Fiorito compilaron una serie de artículos que ponen en común una reflexión crítica sobre el estado actual y el futuro del trabajo.

El trabajo en tiempo de apps. Relatos y análisis urgentes frente a la precaricación laboral es uno de los últimos lanzamientos de Ediciones CICCUS, primer tomo en la colección Construyendo Soberanía. Elina Escudero, licenciada en Relaciones del Trabajo, y Pablo López Fiorito, licenciado en Sociología, realizaron esta compilación de artículos que agrupa autores de diversas trayectorias académicas, profesionales y sindicales que ponen en común una reflexión crítica sobre el estado actual y el futuro del trabajo.

El libro se publicó con el apoyo de la Mutual Manuel Baldo mero Ugarte que, con esta colección, busca “generar un espacio donde se junten distintas corrientes y discutan acerca de un tema estratégico. La idea de la mutual es ir pudiendo generar una síntesis de esas miradas de todos los sectores subalternos”. En el panorama nacional incierto, estas reflexiones se vuelven urgentes para pensar las dinámicas laborales en las plataformas y el rol que juegan tanto los Estados como los sindicatos en escenarios cada vez más complejos. El libro puede descargarse en forma gratuita en el siguiente link: El trabajo en tiempo de apps (2023) Ediciones CICCUS.

¿Por qué eligieron Construir Soberanía como el título de la colección? ¿Cuál es la conexión entre construir soberanía, el trabajo y los derechos laborales?

Pablo López Fiorito: Construir Soberanía porque justamente presuponemos que hay que construir la soberanía, que no es algo que esté predeterminado o una cuestión esencial que existe de por sí. Y hay que construirla con los sectores subalternos. Los trabajadores en un sentido muy amplio, el obrero fabril, los trabajadores de la economía popular, las clases medias profesionales. Después tenés otros cruces, como el tema de las cappas y la soberanía. La dependencia de cappas de afuera a las cuales les tenés que pagar regalías y tenés que mandar cosas afuera para un declive.

Elia Escudero: Son todas tecnologías las que posibilitan formas de trabajo que están organizadas por un capital global. A partir de ahí no solo imponen formas de trabajo, que en este caso es la gestión algorítmica como la expresión más avanzada de esas tecnologías. En el caso del e-commerce, el compañero de comercio [en el libro] explica cómo a partir de la pandemia penetró abruptamente la digitalización en el sector y se llevó puesto un montón de puestos de trabajo y de tareas y reconfiguró absolutamente el día a día de los trabajadores. Pensemos en un vendedor o vendedora que cobraba una comisión por venta, hoy lo vende la plataforma y esas ganancias no son tan identificables como antes. Se invisibilizan las personas y las maneras en que se generan ganancias para esas plataformas. ¿Quiénes se apoderan de esa ganancia? ¿Son capitales extranjeros? ¿Dónde están? ¿Cuáles son las empresas? ¿Cómo juegan en los precios? Hay toda una complejidad detrás de la penetración de estas tecnologías, sobre todo en América latina, que ya veníamos precarizados, y esto vino a profundizar estas condiciones de trabajo y a monopolizar y extraer ganancias de la precarización.

En uno de los artículos se cuenta que en 2019 trabajadores de las apps de delivery tomaron las oficinas de Pedidos Ya, pensando que iban a parar la operación, y se dan cuenta que esto no sucedió. Los servidores son llevados a otro lado y el funcionamiento sigue, algo totalmente nuevo.

E: Absolutamente. ¿Dónde están esos servidores? ¿Cómo es que la plataforma sigue operando por fuera de sus bases o no hay ningún control soberano sobre los datos, las interacciones, las ganancias? Ni siquiera se puede multar a estas empresas. Uber siguió trabajando sin tener habilitación durante muchos años. Tienen una capacidad de lobby estas empresas que todo el tiempo están socavando la soberanía nacional e imponen sus condiciones, en términos de monopolio. Está totalmente deslocalizado y fragmentado, entonces se complejizan las cadenas de valor y cómo juegan esas cadenas en imponer condiciones de los capitales foráneos en los países en los que desembarca.

Estas tendencias laborales que se aceleraron con la pandemia, ¿cómo creen que van a evolucionar teniendo en cuenta la coyuntura actual y la asunción del nuevo gobierno?

P: Entiendo que esto se va a profundizar de una manera gigantesca. La tendencia para mí va a ser a desproteger cada día más a los trabajadores, generar distancias cada día más desreguladas y la pérdida de derechos laborales cada día más.

E: Hay una situación compleja que ya se venía configurando con el macrismo, sobre todo. Y me parece que es posible que evolucione a una desregulación, que de hecho ya se había impuesto para algunos sectores. Es probable que se vaya hacia una regulación de las empresas, realizada en este contexto más a medida de las empresas que de los trabajadores. Pero yo creo que la estrategia es dejar cristalizado algún tipo de reglas de juego en una normativa que les brinde la seguridad jurídica que necesitan para continuar el negocio.

¿Cuáles consideran que son las cuestiones más urgentes a resolver en materia laboral?

P: Para mí ¿qué le pediríamos al Estado? sería la pregunta. Por un lado, lo que va a pasar es lo que dijimos antes: la desregulación, el trabajador desprotegido, eso va a ser una tendencia general. Hay que ver qué le pone freno a esa tendencia y si algo le pone freno. Claramente lo que se le pide al Estado es un Estado que esté presente y defienda a los más débiles, eso siempre, pero no va a pasar con este Estado. Con lo cual me parece que la actitud habitual va a ser más defensiva de proteger lo poco que nos queda que de exigirle al Estado algo.

E: Creo que la ley de contrato de trabajo, flexibilizada, probablemente, vaya a ser un piso mínimo de condiciones y de ahí en adelante es una gran oportunidad para complejizar el plexo normativo y mirar las complejidades y las especificidades sectoriales. En el peloteo entre el Estado y la organización sindical me parece que este Estado se retira y en ese retirarse, es una oportunidad para los sindicatos de avanzar, de fortalecer y complejizar el convenio colectivo. Porque me parece que se puede, Comercio, por ejemplo, lo viene haciendo, su convenio con Facebook que tiene muchos derechos mucho más de avanzada que la Ley de Contratos de Trabajo. Se viene reclamando mirar las complejidades de cada rama de cada actividad y, a su vez, dentro de cada actividad de cada rama. Y hay que atender todas esas complejidades que hoy en día quedan por fuera o sujetos a la discrecionalidad del cuerpo de delegados específicos, o de las ganas de la empresa de dar o no dar ciertos beneficios. También se pueden avanzar hacia nuevos sistemas de inclusión de estas personas que están quedando por fuera de los convenios colectivos, como pasó con los monotributistas por ejemplo, brindarles mayores servicios, beneficios. Me parece que los sindicatos tienen un margen de acción y tienen que saber aprovecharlo estratégicamente.

El artículo ¿Cómo protestar contra el algoritmo? Los desafíos de la organización gremial en la era digital cierra diciendo: “lo digital llegó para quedarse y las armas históricas del movimiento obrero analógico en este mundo no sirven para nada”. ¿Qué aspectos del movimiento obrero y sindical deberían cambiar para luchar por mejorar las condiciones laborales en este contexto de digitalización que es totalmente distinto al panorama de décadas atrás?

E: Creo que los sindicatos tienen que invertir más en la investigación y cristalizar una secretaría dentro de su estructura que esté dedicada a investigar las implicancias de estas tecnologías y adelantar los posibles impactos de la automatización, la digitalización, la robotización, todo tipo de tecnologías que se puedan llegar a implantar o se estén utilizando en otras partes del mundo. Como la temática de medio ambiente, creo que es fundamental los impactos del cambio climático sobre los empleos y las tecnologías como respuesta a esos impactos. El mundo se ha complejizado, los sindicatos deben complejizar su estructura también.

P: Ahí me parece que hay otra cosa que es la relación entre la universidad pública y los sindicatos. Habitualmente es una relación bastante instrumental y hay que construirla como algo orgánico. Las universidades no tienen otra que tener una relación vincular con el movimiento obrero. Y el movimiento obrero no tiene otra que tener una relación orgánica con las universidades públicas, por esto mismo que dice Elina. Pero pongo el acento en las universidades públicas y en la relación de que no puede ser una relación de sujeto-objeto, vengo a verte y a estudiarte, sino que tiene que ser una relación de diálogo de saberes. Donde hay distintos niveles de saberes y donde hay que saber escucharse y escuchar al otro. Sin esa vinculación veo muy poco posible la continuidad de la universidad pública tal cual la conocemos y veo muy poco posible la continuidad de los sindicatos tal cual los conocemos.