Los maestros volvieron a protestar en el Congreso

Los maestros volvieron a protestar en el Congreso

La CTERA volvió al lugar donde en los 90 plantó la Carpa Blanca y en el macrismo la Carpa Itinerante. Reclama por aumento salarial, el mantenimiento del FONID y la defensa de la educación pública. Analiza un paro nacional.

El martes los gremios docentes rechazaron en unidad la propuesta de la Paritaria Nacional. Este jueves, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) ocupó la Plaza del Congreso con un reclamo de base: sin el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) no se puede discutir una paritaria que mejore los haberes docentes.

El Fondo se creó en el 98, en el marco de las conquistas de la Carpa Blanca, para mejorar desde el Estado Nacional los sueldos de los docentes de todo el país. El diputado nacional Hugo Yasky que había presentado una reforma laboral para reducir la jornada de trabajo estaba en la Plaza: «Aquí empezó la Carpa Blanca de la dignidad, donde logramos la Ley de Financiamiento Educativo que hoy pretende dejar de cumplir el presidente Milei. Parece que estuviésemos en el juego de la oca: volver atrás para empezar de nuevo. La voluntad del gremio docente es fuerte».

«Estamos acá dándole continuidad al plan de lucha de CTERA -aseguró Claudia Boulan, secretaria general adjunta de SUTEBA Varela-. Principalmente porque el Gobierno nacional de manera inconsulta y violando la ley sacó el FONID. Estamos sosteniendo la unidad de los trabajadores, no es solo por salarios, sino también por los fondos de infraestructura, para los comedores escolares, para que la educación pública siga siendo pública y de calidad y albergue a todos los pibes y pibas».

Frente al Congreso, los guardapolvos blancos estaban sentados en sillas de plástico. En las rejas del Monumento a los dos Congresos estaba colgada la bandera de CTERA. Adelante de esta, tres maestras de primaria inauguraron una radio abierta. «En este sitio histórico se han dado luchas emblemáticas en contra de las políticas neoliberales. En esta jornada, como en todos los actos en cada escuela de la patria vamos a iniciar cantando ‘Aurora’ e izando la bandera nacional», exclamó Silvia Almazan, Secretaria General adjunta de SUTEBA, dando paso a la canción. Desde Rivadavia, dos maestras jardineras y una de primaria acercaron un mástil con una bandera.

“Es la bandera/ de la Patria mía/ del Sol nacida/…” cantaban levantando carteles que contrastaban con el verde gastado de la cúpula del Congreso. En distintos colores se leía: “¡La educación pública no se negocia”, “¡Por el fondo compensador de desigualdades sociales!”, “Exigimos el pago del FONID”, “Sin Télam no hay democracia”. Trabajadores de medios públicos sonríen y aplauden, pero no se saben la letra. Tampoco los trabajadores del Banco Nación que con sus chalecos azules ofrecían libros para firmar el proyecto de ley para impedir la privatización.

Al lado de ellos, estaba una escultura con una placa de CTERA: “Aquí se instaló la escuela itinerante en defensa de la escuela pública 9-4-2017 al 5-5-2017”. Cuando presentaron a Sonia Alesso, secretaria general de CTERA, los docentes la ovacionaron. “Acá hay ayunantes de la carpa blanca que estuvieron en el peor ajuste menemista, hay compañeros de las marchas federales educativas y de los paros provinciales y de la escuela itinerante que estuvo en todas las provincias”, recordaba mirando a los ojos de sus compañeros.

Abriéndose camino en los aplausos, añadió: “No hay escuela pública de calidad sin un proyecto pedagógico nacional. Somos una Nación y sostenemos que en cada escuela, cada día que un pibe se acerca y una familia cuenta su situación, que izamos la bandera, estamos discutiendo el presente y el futuro de la patria. Estamos acá no sólo por nuestro salario, sino por nuestros pibes y pibas que hoy tienen hambre, que se agolpan en los comedores porque no le mandaron los fondos a los compañeros de los movimientos sociales”. En la plazoleta de enfrente, unas diez cocineras de Somos Barrios de Pie juntaban firmas para la Ley Nacional de Emergencia y Soberanía Alimentaria. Cecilia Petrino de la comisión de género decía: “Estamos a ambos lados de la plaza. Son luchas hermanas”.

En la plataforma, Alesso continuaba: “Hay mucho blanquito indiferente, mucha gente indiferente al sufrimiento del pueblo, a lo que pasa con la patria, a la entrega del patrimonio nacional, pero les tenemos una noticia: hoy tuvo que salir un decreto reconociendo que van a enviar fondos para la quinta hora, para la jornada extendida, para comedor y copa de leche. Lo único que se les escapó en el decreto es el FONID porque lo conseguimos acá en la Carpa Blanca con las luchas en todo el país. Nos quieren arrebatar una parte de nuestro salario y una conquista histórica que es la paritaria nacional y el FONID… No nos van a vencer”. Un viento agitó la bandera enmarcando a la dirigenta.

Patricia, una bibliotecaria del conurbano sur, contaba que le está costando llegar a fin de mes, aunque destacó la decisión del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de completar el ingreso. “Me dio tristeza tener que sacar otra vez este guardapolvo de lucha del armario. Lo usaba durante las manifestaciones del macrismo”, decía mostrando el dibujo de un docente agitando una bandera y gritando “aguante la educación pública”. Mientras rige el DNU y su protocolo antipiquetes, tiene miedo de viajar usándolo, así que lo guarda en la mochila. “Es una sensación horrorosa tener que escondernos. En el subte nos miraban de costado porque nos pusimos los guardapolvos y veníamos hablando de los reclamos”, agregó.

Con una amenaza latente de reforma previsional, los docentes se manifestaron en defensa de su jubilación. «No tienen una jubilación de privilegio, sino un régimen especial por el tipo de tareas que hacemos. No podemos tener una maestra jardinera de sesenta y cinco levantando a chicos de tres… La edad jubilatoria tiene que ver con la tarea. Este régimen especial no es gratuito porque los docentes aportan dos puntos más que el resto de los trabajadores desde hace décadas para sostenerlo», dijo Yasky, anteriormente maestro de primaria y ayunante de la Carpa Blanca.

A diferencia del 26 de febrero, esta fue una jornada nacional de protesta, no un paro. Por eso, había alrededor de 140 personas: sólo delegados del gremio y dirigentes de las seccionales. «Estamos preparando un nuevo paro nacional con la fuerza de todas las provincias. No sirve que una provincia llame a un paro que no puede ser acompañado por las otras provincias. También vamos a conformar una Marcha Federal que recorra las distintas provincias. No todo es el AMBA. Tenemos realidades diversas y la CTERA unifica esas luchas y da un piso salarial y dignidad», determinó Boulan.

Yamile Socolovsky, secretaria de Relaciones Internacionales CONADU y secretaria de Género y Diversidad de la CTA, comentaba: “Acompañamos como siempre porque tenemos un enorme orgullo de ser sus compañeres, pero también porque es una lucha compartida. El ataque a la educación pública es el mismo ataque que está recibiendo la Universidad pública, la ciencia, la tecnología, las artes de parte de un gobierno  autoritario que claramente repudia y desprecia todo lo que permite el pensamiento crítico y los espacios colectivos de organización”. 

 

«Estamos defendiendo la igualdad de oportunidades»

«Estamos defendiendo la igualdad de oportunidades»

Los sindicatos docentes llevaron adelante un paro nacional en reclamo de una recomposición salarial y de la devolución de fondos específicos del sector que el Gobierno les recortó.

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) realizó un paro nacional al que adhirieron diversos gremios docentes de todo el país. Los reclamos principales son el llamado a paritarias, además del pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y del Fondo Compensador de Desigualdades Salariales, discontinuados por el gobierno de Javier Milei.

La medida de fuerza coincidió con el inicio del ciclo lectivo en ocho distritos: Córdoba, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Mendoza, San Luis y Santa Fe.

En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro de la movilización fue frente al Palacio Sarmiento, sede histórica del Ministerio de Educación, hoy rebajado a al rango de secretaría.

Durante el acto, Patricia Ríos, delegada de la Asamblea Multicolor Alternativa Docente, expresó: “El FONID y el Fondo Compensatorio son sumas que, por ley, corresponden a los docentes en todo el país, eso significa un 10 por ciento menos en nuestro salario”. Ese sueldo hoy, en números, gira en torno a los 300.000 mil pesos.

Entre los fondos afectados se encuentran aquellos destinados a salarios docentes, a la implementación de la quinta hora y la jornada extendida en las escuelas, así como a cooperadoras y programas como Conectar Igualdad y Educ.ar.

El recorte ha generado un profundo impacto en los comedores escolares, una fuente crucial de alimentación para muchos estudiantes. «Nos estamos agrupando en asambleas barriales. Estamos buscando alternativas nuevas para acceder a una alimentación más accesible a nuestros ingresos», contó Cecilia González, docente de escuela primaria de Florencio Varela.

La preocupación se extiende a otras áreas educativas, como la de infraestructura escolar. “En las escuelas falta higiene, limpieza de tanques, comida en los comedores. Hay un montón de cursos que tienen sobrepoblación de estudiantes, según la norma se permiten solo 32 estudiantes máximo por salón, pero tenemos salones con 40 o más”, señaló Leandro Castro, docente de escuelas secundarias en Lanús y Almirante Brown.

Sandra Cabrera es orientadora educacional en la Escuela primaria N° 48 y directora del Centro Educativo de Lanús. Según ella, la educación está en peligro y va más allá de los recortes salariales. «Estamos defendiendo la posibilidad de que los estudiantes tengan los elementos necesarios para que la igualdad de oportunidades sea realmente un hecho y no solamente un dicho», enfatizó.

El recorte presupuestario se traduce en una serie de consecuencias negativas para el personal universitario, como lo explicó Cynthia Siré, administrativa de la Universidad Nacional de Quilmes, en diálogo con ANCCOM: «Se están cortando cursadas, hay docentes despedidos, tenemos recortes de horas extras al personal administrativo de servicio, ya tenemos nuestro salario recortado».

Además, agregó, se están afectando servicios esenciales para la universidad: “Como el cierre de la biblioteca los sábados debido a la falta de horas extras para el personal que cubra esos espacios y el despido de becarios del CONICET”.

Yamila Jara, representante de la junta interna del Ministerio de Educación de la Nación perteneciente a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), remarcó que la lucha por mejoras continuará, si no hay respuestas gubernamentales.

Sin embargo, aclaró que los planes futuros serán definidos por los propios gremios docentes. «Nosotros desde ATE vamos a articular con ellos, porque al ser también trabajadores del Estado nacional, somos parte de ese sistema, y vamos a acompañar», afirmó.

La Plaza de los guardapolvos

La Plaza de los guardapolvos

Una multitud de docentes, profesores y estudiantes de todo el país se movilizó a la Plaza de Mayo en la segunda Marcha Federal Educativa bajo la consigna “paritaria nacional docente” y “en defensa de la educación pública”. La convocatoria se realizó a 30 años de la “Marcha Blanca”, la recordada movilización docente de1988. A pesar de haber estado vigentes desde 2006, las paritarias nacionales del sector fueron derogadas el 16 de enero pasado a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 52/2018. El reclamo que cubrió de guardapolvos blancos el centro de la Ciudad y sus principales accesos se extendió también al repudio a la política económica del macrismo y a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ponen en jaque a la educación pública en un contexto de fuerte ajuste.

La masiva marcha de ayer comenzó, en rigor, mucho antes de que las nutridas columnas coparan la Plaza de Mayo y alrededores. El lunes se realizó la conferencia de prensa en la sede de CTERA donde se dio inicio formal a la medida. La secretaria general del gremio, Sonia Alesso, informó que el gasto del 6% destinado al presupuesto de Educación “no se está cumpliendo”. Un día después, el martes, las columnas más lejanas provenientes del noroeste argentino y de la Patagonia iniciaron la marcha a Buenos Aires. La adhesión fue masiva. Los organizadores calcularon más de 250 mil manifestantes.

El acto central inició pasadas las 15:00 con la entonación del Himno Nacional Argentino. Las primeras palabras estuvieron a cargo de Eduardo López, secretario general de UTE. “Vamos a seguir enseñando que hubo patriotas, que decimos colonia no, Patria sí”, subrayó. A continuación le cedió la palabra a dirigentes del noroeste argentino y de la Patagonia. Todos coincidieron en las fuertes críticas a la política educativa del gobierno de Cambiemos.

La convocatoria se realizó a 30 años de la “Marcha Blanca”.

“Vamos a insistir hasta que se escuche el reclamo. Es necesaria la unidad del movimiento obrero para una huelga general en contra del ajuste y del acuerdo con el FMI”, continuó el titular de SUTEBA, Roberto Baradel. Su mensaje fue especialmente dirigido a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. “Vaya menos a los set de televisión y ocúpese de la escuela pública”, le reclamó.

En un gesto de solidaridad por la represión que sufrieron los trabajadores del subte el martes, el micrófono pasó luego a manos de Néstor Pianelli, miembro de los Metrodelegados, que agradeció que los maestros le enseñen a sus hijos “a pelear y a no bajar los brazos”. También hablaron Pedro Bayúgar, por Sadop; y Mirta Petrocini, del gremio bonaerense FEB.

El cierre estuvo a cargo de Alesso. “El magisterio argentino es protagonista de las grandes luchas populares. De la resistencia a la dictadura, de la vuelta a la democracia. Nos quieren volver a meter para adentro y que discutamos uno o dos temas. La discusión con el gobierno no es solo por el modelo educativo: es el modelo educativo y es el modelo de Patria”, subrayó. Como Baradel, la secretaria general de Ctera cerró su discurso con un llamado a las organizaciones sindicales a convocar un paro nacional.

En diálogo con ANCCOM, Julia, docente “villera» de educación especial, comentó que asistió a la movilización bajo la consigna “Ni un pibe menos” de su agrupación política, La Garganta Poderosa. “Queremos parar la violencia institucional que se ejerce hacia nuestros alumnos. Con hambre no se puede estudiar”, dijo. Vestía un guardapolvo que en la espalda rezaba la leyenda “Nuestros docentes enseñan luchando”.

La masiva marcha de ayer comenzó, en rigor, mucho antes de que las nutridas columnas coparan la Plaza de Mayo y alrededores.

Leonardo, docente de grado del conurbano bonaerense, marchó junto a sus hijos. Todos con guardapolvos blancos. “Vinimos en familia, salimos a la calle para que el conflicto se conozca. Por eso vinimos todos”, le dijo a esta agencia.

Junto con los docentes, marchó una gran cantidad de estudiantes y autoconvocados. Agustina, estudiante del Profesorado en Matemáticas de la Universidad Nacional de Rosario, dijo: “Sin la educación pública no puedo estudiar. Además en unos años yo voy a ser docente, voy a estar en su lugar, así que el tema me toca mucho”. Briana, alumna de la Universidad de Buenos Aires, apoyó la medida de fuerza de los docentes de forma autoconvocada: “Hay que defender la educación pública entera, desde el jardín de infantes hasta la universidad”, explicó.

Entre las banderas de los militantes se mezclaron gran cantidad de los ya conocidos pañuelos verdes de la campaña por la despenalización del aborto. También pañuelos rojos en rechazo al proyecto del gobierno porteño de creación de la Unicaba que unifica 29 profesorados en una sola universidad. “No a la Unicaba, educar es combatir”, rezaban junto con la ilustración de dos lápices en forma de cruz.

Si bien durante toda la movilización no se registraron incidentes, Luis Lucero, secretario general de UDAP de San Juan, denunció una agresión a la salida de su provincia. El micro de la delegación fue atacado a piedrazos y, aunque no hubo heridos, el hecho obligó a los maestros a cambiar de transporte. “No sabemos si fue una casualidad o una causalidad. Todavía estamos investigando, pero ya hemos hecho la denuncia correspondiente”, contó Lucero a esta agencia.

Tras las palabras finales de Alesso, el músico Peteco Carabajal hizo una breve presentación. La desconcentración comenzó a las 16.30. Lentamente se rompieron las columnas y los docentes y estudiantes abandonaron las calles. Había rostros satisfechos por la masiva adhesión a la marcha. La lucha continúa.

 

Masiva marcha de universitarios

Masiva marcha de universitarios

Marcha,banderas, carteles, antorchas.

La Marcha de antorchas convocó a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país.

Eran las cinco y media de la tarde cuando la comunidad universitaria empezó a tomar la calle. La multitudinaria “Marcha de antorchas” convocó ayer a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país bajo un mismo lema: la defensa de la educación pública y el salario docente. La movilización -preludio de la Marcha Federal convocada para la semana próxima- fue motorizada por las federaciones gremiales docentes Conadu y Conadu Histórica, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), y el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), junto a las agrupaciones de cientifícos y centros de estudiantes de todo el país.

La protesta se gestó ante el rechazo de la propuesta del gobierno de un aumento salarial a los profesores universitarios de un 15% abonable en cuatro cuotas y sin aplicación de cláusula gatillo. Los gremios exigen un 25% de aumento y aplicación de cláusula gatillo.

En ese contexto, la masiva movilización de este jueves quedó ampliada a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones por un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En diálogo con ANCCOM, el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, comentó que “la protesta no es únicamente por el salario ni por el presupuesto sino por una Universidad inclusiva y democrática que hoy, desde el gobierno, se pretende transformar en elitista y para pocos”. Además, advirtió la preocupación de la comunidad educativa por la vuelta al FMI. “Ya conocemos las consecuencias de esto, sabemos que se viene más ajuste en el Estado y que va a impactar fuertemente en las universidades”, anticipó.

Un mano sostiene dos velas encendidas dentro de un vaso.

Las antorchas se hicieron visibles cuando empezaba a anochecer.

La movilización hacia la Plaza de Mayo se mezcló en un tramo con el reclamo convocado por movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos en rechazo al acuerdo con el FMI. Alrededor de las 18:00, docentes, estudiantes e investigadores -y también algunos dirigentes políticos- comenzaron a avanzar lentamente detrás de una bandera que rezaba “en defensa de la Universidad pública”. Media hora después, cuando ya empezaba a anochecer, se encendieron las primeras antorchas, muchas de ellas fabricadas en caña y con un mechero. Otras, portadas por estudiantes y autoconvocados, eran más improvisadas: una vela y una botella cortada, una latita con aceite en un palo, un tachito con una vela en el medio. Las banderas gremiales, los carteles, la música del camión que sirvió de palco para el acto de cierre, algunos bombos y pirotecnia acompañaron el camino. En los carteles se veían varias caras: el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el ex titular de Economía, Domingo Cavallo; el presidente Mauricio Macri; y de la cara visible del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. La presencia policial fue escasa y se concentró en el ordenamiento del tránsito.

A las 19:00 el camión llegó frente a la Plaza de Mayo junto al Cabildo, y el acto comenzó con el Himno Nacional Argentino. Antes de que hablaran los referentes sindicales, la marcha entera gritó a coro y varias veces “viva la Patria, viva la Universidad, viva la educación pública” y “Patria sí, colonia no”.

Personas marchando con antorchas, banderas y carteles.

La movilización se amplió a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones con el FMI.

Los oradores fueron Roberto Baradel, secretario adjunto de CTERA; Luis Tiscornia, secretario general de la CONADU Histórica; Alejandra Lopez, secretaria general de SADOP; Ricardo Mozzi, paritario de FAGDUT, y De Feo. Todos manifestaron un efusivo rechazo a las políticas del gobierno, cuestionaron con énfasis las negociaciones con el FMI, e hicieron hincapié en la necesidad de la lucha “en conjunto” de toda la comunidad educativa.

“Tenemos que defender la educación pública y luchar por paritarias sin techo, pero también por la inversión educativa y el financiamiento. El acuerdo con el FMI es menos educación y más pobreza. Y por eso lo rechazamos”, subrayó Baradel.

Mujer con banderas sosteniendo una antorcha.

Las banderas, los carteles y las antorchas se alzaron en defensa de la educación pública.

Unas horas antes de la protesta, el gobierno anunció un aumento del 5 por ciento a cuenta de los futuros incrementos que se definan en la negociación salarial. La Conadu cuestionó la medida por “unilateral”.

El acto finalizó con una desconcentración pacífica. Para las 20:30, la columna principal ya se había disuelto, pero algunas de las muchas antorchas se resistían a apagarse.

El fin de Nuestra Escuela

El fin de Nuestra Escuela

Peligran 900 puestos de trabajo por el cierre del Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela que permite que docentes de todo el país accedan a posgrados de formación gratuitos. El destino de los educadores es incierto, todavía no saben si retomarán sus funciones en febrero, marzo o si deberán emprender la búsqueda de un nuevo empleo. “Hay algo despiadado en todo esto porque suponiendo que ya sabemos que estamos despedidos, podríamos ir viendo otros trabajos. Es muy angustiante sobre todo para aquellos compañeros que dependen de éste como su único ingreso. Exigimos una palabra pública de las autoridades”, reclamó Diego Carames, responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria.

En el 2007 se creó el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que tenía como finalidad centralizar los cursos docentes dispersos y levantar un reclamo histórico que era el acceso a una formación permanente gratuita y de calidad. El Programa Nuestra Escuela surgió en el marco del INFOD y es un proyecto que inició la gestión del gobierno anterior durante 2014. Fue aprobado por unanimidad por el Consejo Federal de Educación, organismo que reúne a todos los ministros de Educación del país. Consiste en una capacitación y especialización universal para los docentes con una duración de dos años, con modalidad presencial y virtual, financiada por el Estado. “El Programa Nuestra Escuela fue quizás el más ambicioso de todos porque pretendió llegar al millón de docentes. Esto garantizaba el derecho de los maestros al mismo tiempo que recuperaba la idea de un Ministerio nacional federal que invertía en términos de educación, en buscar cierta igualdad en las distintas regiones de Argentina. Lo que observé a lo largo de estos últimos dos años es que las políticas de educación que está llevando a cabo el Gobierno actual son un retorno a la línea de intervención de los años 90; que consistió en descentralizar, es decir que cada provincia se responsabilizara de su educación, profundizando la desigualdad”, reflexionó Carames. Aquellas provincias más ricas, que tuvieran más recursos podrían invertir en formación docente, mientras que las provincias más pobres tendrían otras prioridades. “Hay una profunda contrariedad en lo que declaman desde el gobierno, una educación de calidad, y lo que están haciendo con el ministerio de Educación. Lo están desguazando”, denunció el docente.

Al mismo tiempo que el actual ministro de Educación Alejandro Finocchiaro afirma que hay jerarquizar a los docentes, tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Provincia de Buenos Aires, y que la gobernadora María Eugenia Vidal propone dar de baja a los docentes que no posean un título, un programa dedicado a la formación docente permanente está en jaque. “El discurso que dan y lo que hacen es muy contradictorio. Plantean la necesidad de jerarquizar a los docentes para obtener una enseñanza de calidad. Pero quieren cerrar Nuestra Escuela. Acá hay casi mil docentes que dedicaron tiempo para su propia formación y desde el Ministerio de Educación deciden, sin dar ninguna explicación razonable, que no terminen con esa capacitación”, juzgó Diego Carames.  

Un niño de espaldas usando un guardapolvo blanco. En la espalda pintado de celeste lleva escrito "La educación pública es un derecho y no se negocia"

“Quisieron cerrarlo en el 2016 y como no pudieron lo que hicieron fue esperar un año para que las sucesivas cohortes fueran cayendo y, apenas pudieran, cerrarlo. Esto no es un mero descuido sino una política sistemática de desresposabilizarse por la educación pública”, sentenció Carames. A fines de 2016 el ex ministro de la cartera Esteban Bullrich firmó una resolución para restringir el régimen de cursada de los postítulos y dispuso el cierre definitivo, para fines de 2017, de las especializaciones en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías en las que trabajan 110 docentes. Un recurso de amparo presentado por los docentes impidió el cierre. “A partir del conflicto de diciembre del 2016 formamos el Colectivo de Trabajadores Virtuales Nuestra Escuela para dar pelea por nuestros derechos y el de los cursantes. En enero del 2017 resolvieron dar de baja las resoluciones porque eran ilegales, violaban el contrato académico con los docentes que se habían inscrito al Programa”, dijo Carames. En estos tres postítulos hay alrededor de 950 cursantes que le faltan entre una y dos materias para recibirse. “Esto depende de una firma del ministro, de la buena voluntad y de la responsabilidad de las autoridades. No es necesario siquiera que abran una nueva cohorte, sino sólo un bimestre para que estos docentes puedan finalizar su formación. En términos económicos el costo resulta mínimo”, explicó el responsable de Ciencias Sociales.  

Mientras que el artículo 74 de la Ley de Educación Nacional prescribe que el ministerio de Educación y el Consejo Federal de Educación deben garantizar el derecho a la formación continua a todos los docentes del país, en todos los niveles y modalidades, así como la gratuidad de la oferta estatal de capacitación, las autoridades están obstaculizando este derecho a la formación al impedir que los cursantes finalicen sus estudios.

Si bien el Colectivo de Trabajadores logró que el programa continuara en funcionamiento durante el 2017, hoy se encuentran inmersos en la incertidumbre por la ausencia de noticias sobre el futuro del proyecto. “Desde la gestión lo que dicen es que la mayoría de los docentes va a continuar. Sin embargo, mientras que los contratos se renuevan semestralmente aún no hay nada firmado. Si bien no hubo confirmación de que los 900 docentes estamos despedidos, lo que sí sabemos es que los contratos cayeron y desde entonces no tenemos ninguna noticia. Al no tener un contrato oficial nos damos por despedidos”, agregó.

El argumento que sostienen desde el ministerio de Educación para el cierre de los postítulos en Derechos Humanos, Ciencias Sociales y Nuevas Tecnologías sería puramente burocrático. Como en el 2016 se abrieron cohortes nuevas para los otros once postítulos pero no para estas tres áreas, ya no habría cursantes para ellas en 2017. ¿Por qué no se abrieron nuevas cohortes en 2016 para estas tres áreas? “Uno podría decir que esa decisión tiene que ver con las líneas pedagógicas prioritarias que el gobierno actual sostiene. En la cual los derechos humanos y el postítulo en Ciencias Sociales, que trata de pensar problemáticas como las transformaciones del mundo contemporáneo, no son áreas en las que las autoridades estén interesadas en que sean enseñadas en las escuelas. Sino que están más comprometidos con orientar la educación hacia los parámetros medidos por las evaluaciones internacionales, como PISA. Por otra parte, pareciera que la idea es fomentar el crecimiento de los cursos y especializaciones privadas y que los docentes tengan que volver a pagar para obtener su propia formación. Porque no sólo se cierran cursos y programas como Nuestra Escuela y líneas de intervención territorial socioeducativas como el proyecto coros y orquestas, sino que tampoco ofrecen un proyecto educativo propio que venga a reemplazar los postítulos de Ciencias Sociales, Derechos Humanos y TICs. Lo único que hacen es cerrar cursos bajo la idea economicista de ahorrar recursos”, opinó Carames.

Imagen de pins sobre un fondo negro. Sobresale una mano que sostiene un pin que dice "yo amo mi escuela pública".

Según el responsable de contenido del módulo Ciencias Sociales para secundaria hay dos posibles soluciones para que los docentes no pierdan su fuente de trabajo, una es que se abran nuevas inscripciones y los postítulos sigan. La otra posibilidad es que los docentes sean reabsorbidos por los cursos nacionales virtuales que ofrece el ministerio sobre distintas temáticas. “El año pasado abrieron algunos proyectos nuevos en la virtualidad, el problema con el que se encontraron es que contrataron mucha gente nueva, sin experiencia en plataformas virtuales, teniendo recurso ya formado. Hay poca gente en el país que tenga tanta experiencia como nosotros en la formación docente virtual. Esta modalidad de educación no es como cualquier trabajo de docencia, tiene cierta especificidad, no trabajamos con la palabra oral sino con la palabra escrita. Supone otro tipo de vínculo con los cursantes”, planteó.

Sonia Alesso, Secretaria General y Guillermo Parodi Secretario de Prensa de CTERA, en nombre del gremio, se sumaron al reclamo de los docentes del Programa Nuestra Escuela con un comunicado en el que repudiaron el desguace del Programa y afirmaron que el Ministerio estaría incumpliendo con un Acuerdo Paritario que habían firmado en 2015 los cinco sindicatos nacionales con el Ministerio de Educación, de Trabajo y el Consejo Federal de Educación para garantizar la formación permanente, gratuita y en servicio de más de un millón de docentes. “Este es un nuevo ajuste a la educación pública, con la pérdida de fuentes de trabajo para 900 familias. CTERA repudia y rechaza este nuevo atropello a la educación pública y exige al Ministerio de Educación que revea esta medida arbitraria, unilateral y de ajuste”, expresó el comunicado.

Por su parte, el Colectivo de Trabajadores Virtuales se apoya en el gremio ATE para elevar a las autoridades sus reclamos en espera de la apertura de un diálogo para solucionar la problemática o, al menos, tener una certeza sobre los planes que tiene el ministerio para el programa y sus trabajadores. “El apoyo de CTERA es muy importante porque permite de alguna forma que nuestro reclamo no quede invisibilizado como el de un grupo de trabajadores de un programita del Estado. Nos interesa que aparezca en particular nuestro reclamo por los puestos de trabajo, pero también es importante que se ponga este conflicto en un contexto más amplio que es la avanzada furiosa del gobierno contra el universo educativo en general y contra los trabajadores docentes en particular. Ya lo vimos el año pasado como los docentes fueron estigmatizados y aún más aquellos que estaban afiliados a algún gremio”, concluyó Diego Carames.