Por Karol Reyes
Fotografía: Valentina Gomez

Los sindicatos docentes llevaron adelante un paro nacional en reclamo de una recomposición salarial y de la devolución de fondos específicos del sector que el Gobierno les recortó.

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) realizó un paro nacional al que adhirieron diversos gremios docentes de todo el país. Los reclamos principales son el llamado a paritarias, además del pago del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y del Fondo Compensador de Desigualdades Salariales, discontinuados por el gobierno de Javier Milei.

La medida de fuerza coincidió con el inicio del ciclo lectivo en ocho distritos: Córdoba, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Mendoza, San Luis y Santa Fe.

En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro de la movilización fue frente al Palacio Sarmiento, sede histórica del Ministerio de Educación, hoy rebajado a al rango de secretaría.

Durante el acto, Patricia Ríos, delegada de la Asamblea Multicolor Alternativa Docente, expresó: “El FONID y el Fondo Compensatorio son sumas que, por ley, corresponden a los docentes en todo el país, eso significa un 10 por ciento menos en nuestro salario”. Ese sueldo hoy, en números, gira en torno a los 300.000 mil pesos.

Entre los fondos afectados se encuentran aquellos destinados a salarios docentes, a la implementación de la quinta hora y la jornada extendida en las escuelas, así como a cooperadoras y programas como Conectar Igualdad y Educ.ar.

El recorte ha generado un profundo impacto en los comedores escolares, una fuente crucial de alimentación para muchos estudiantes. «Nos estamos agrupando en asambleas barriales. Estamos buscando alternativas nuevas para acceder a una alimentación más accesible a nuestros ingresos», contó Cecilia González, docente de escuela primaria de Florencio Varela.

La preocupación se extiende a otras áreas educativas, como la de infraestructura escolar. “En las escuelas falta higiene, limpieza de tanques, comida en los comedores. Hay un montón de cursos que tienen sobrepoblación de estudiantes, según la norma se permiten solo 32 estudiantes máximo por salón, pero tenemos salones con 40 o más”, señaló Leandro Castro, docente de escuelas secundarias en Lanús y Almirante Brown.

Sandra Cabrera es orientadora educacional en la Escuela primaria N° 48 y directora del Centro Educativo de Lanús. Según ella, la educación está en peligro y va más allá de los recortes salariales. «Estamos defendiendo la posibilidad de que los estudiantes tengan los elementos necesarios para que la igualdad de oportunidades sea realmente un hecho y no solamente un dicho», enfatizó.

El recorte presupuestario se traduce en una serie de consecuencias negativas para el personal universitario, como lo explicó Cynthia Siré, administrativa de la Universidad Nacional de Quilmes, en diálogo con ANCCOM: «Se están cortando cursadas, hay docentes despedidos, tenemos recortes de horas extras al personal administrativo de servicio, ya tenemos nuestro salario recortado».

Además, agregó, se están afectando servicios esenciales para la universidad: “Como el cierre de la biblioteca los sábados debido a la falta de horas extras para el personal que cubra esos espacios y el despido de becarios del CONICET”.

Yamila Jara, representante de la junta interna del Ministerio de Educación de la Nación perteneciente a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), remarcó que la lucha por mejoras continuará, si no hay respuestas gubernamentales.

Sin embargo, aclaró que los planes futuros serán definidos por los propios gremios docentes. «Nosotros desde ATE vamos a articular con ellos, porque al ser también trabajadores del Estado nacional, somos parte de ese sistema, y vamos a acompañar», afirmó.