«Basta de ataques a la prensa»

«Basta de ataques a la prensa»

Cronistas y reporteros gráficos se reunieron en Plaza de Mayo para reclamar contra la violencia gubernamental y su in crescendo represivo en las manifestaciones públicas. Organizado por ARGRA y SiPreBA, el acto concluyó con la pegatina en las vallas de la Casa Rosada de grandes fotografías que registran el ensañamiento de las fuerzas de seguridad.

“La tarea periodística tiene un rol fundamental, específicamente en Argentina donde prosperan las fakes news y la desinformación, y donde es tan importante contar con medios de comunicación plurales para que la sociedad pueda elegir dónde informarse y poder chequear la mala información que busca tapar todas las medidas económicas que están implementando”, sostuvo Martina Noailles, secretaria de Medios Autogestivos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) este mediodía, frente a la Casa Rosada. Junto a la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), estas entidades convocaron a una foto colectiva por el Día del Periodista, que se conmemora cada año el 7 de junio. “Basta de ataques a la prensa”, fue la consigna.

“Esta propuesta surgió la semana pasada cuando hicimos una asamblea después de la detención de dos fotógrafos: Tomás Cuesta, que fue liberado, y Javier Iglesias, quien pasó toda la noche detenido injustamente”, comentó al respecto Noailles. Y continuó: “Surgió la idea de hacerlo en frente de la Casa Rosada porque los ataques vienen del Poder Ejecutivo de distintas maneras. Desde los ataques directos del Presidente hostigando a los compañeros hasta la represión con la que venimos siendo blanco desde que asumió este gobierno”.

“El periodismo es un ejercicio de libertad. La práctica periodística te permite conocer otras realidades que son ajenas a las tuyas, te permite dar voz a quien no la tiene, te permite discutir con otros”, afirmó Belén del Huerto, del Grito del Sur. Decenas de trabajadores de prensa, siguiendo el código de vestimenta negro, se reunieron a las 12.30 en Plaza de Mayo para tomarse la foto en conjunto. Al mismo tiempo, elevaron diferentes carteles y fotografías que mostraban la brutal represión que están sufriendo las y los trabajadores de prensa y a fin de reclamar en contra del ajuste, la desinformación, el doxeo, la violencia, la persecución y el silenciamiento que está sufriendo este colectivo, entre otros reclamos. “Primero, reprimen a quienes se quieran manifestar y, segundo, si a nosotros nos reprimen no vamos a poder mostrar, no vamos a poder informar correctamente y eso afecta al derecho a la información”, añadió Noailles. Y finalizó: “Las fuerzas de seguridad disparan directamente a quienes estamos registrando esas protestas con el objetivo de que no se visibilicen. Su búsqueda es menos libertad de expresión, menos democracia. Por eso tenemos que defendernos entre todos y todas”.

Al frente de la columna de periodistas y al lado de una figura de cartón de Pablo Grillo, se encontraba Fabián Grillo, padre del fotógrafo gravemente herido durante una represión policial en la marcha de los jubilados el pasado 12 de marzo. “Esa violencia que empezó siendo verbal desde la campaña se manifiesta ahora en los hechos. Y si siguen estos tipos van por más, pueden haber otros pablos”, expresó el padre del fotoperiodista en diálogo con ANCCOM. Luego de 84 días, ayer Pablo Grillo fue dado de alta en terapia intensiva. “Ahora él depende de los profesionales que lo hacen trabajar, de él mismo y de nosotros que lo apoyamos por atrás. Está cansado porque viene de tres meses de terapia, pero está encarando esto”, anunció su padre al respecto.

Grillo también manifestó la urgencia de que las protestas se den de forma conjunta. “Hay miles de luchas, pequeñas, medianas, grandes. Todas esas tienen que empezar a confluir. En la calle es el momento de unificar y buscar la forma de lucha. Es lo que pasó siempre en nuestra historia”, sentenció. Al mismo tiempo, pidió que las instituciones se pongan a la altura de situación y que desde ellas hagan converger los reclamos: “Las instituciones deberían ser las encargadas de hacer confluir esas luchas. Por ahora no parece que nos estén representando del todo como trabajadores. Me parece que no están a la altura de la gente, tal vez esté equivocado”.

Esta búsqueda por la unidad en la calle es un pedido recurrente entre las y los periodistas y trabajadores de prensa. “Este año, todas las organizaciones hablamos. Cada una tiene su movida pero también todos participamos en las de los demás. Esta bueno juntarse, hay que hacerlo”, afirmó Claudia Regina Martínez, periodista del Diario AR y delegada de SiPreBA. “Creo que hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores, o como dijo Lucrecia Martel el otro día: ‘Hay que inventarnos un futuro que nos guste ya’”, recitó Martínez.

Finalizado el retrato grupal, los carteles y fotografías elevadas durante el acto fueron pegados por los presentes en las vallas que se encontraban en frente de Casa Rosada, armando una especie de mural que da cuenta y deja constancia de todos los ataques de los cuales las y los trabajadores de prensa están siendo foco. “Hoy más que nunca no hay que quedarse de brazos cruzados y hay que seguir mostrando lo que suceda, por más que cueste la realidad, por más que sean imágenes fuertes. Es horroroso, pero está sucediendo hoy acá en Argentina”, aseguró Juan Manuel Foglia, trabajador por casi 30 años del diario Clarín y ahora colaborador de la Agencia de Noticias Argentinas.

A su vez, el fotoperiodista aludió a las modificaciones que tuvo que implementar al momento de realizar su labor periodística. “La forma de trabajar cambió absolutamente. Yo al comienzo solamente llevaba el equipo y la credencial, pero después de la Ley Bases adopté una máscara anti gas porque si no es imposible para cualquiera poder estar”, se explayó Foglia al respecto.

“Hoy nos juntamos acá para dar un mensaje fuerte de que los trabajadores que estamos detrás de las cámaras y de los micrófonos estamos recibiendo también este amedrentamiento del gobierno y es necesario parar porque vienen por la libertad de expresión”, proclamó Belén del Huerto. En referencia al reciente desalojamiento de la redacción del Grito del Sur del Espacio para la Memoria Virrey Ceballos y el vaciamiento de este lugar, la periodista concluyó: “Sufrimos un ataque, pero entendemos que, si ellos son el enemigo, estamos bien. Nosotros representamos todos los valores en contra de este gobierno. Nuestro único delito es poner la voz en las personas que están sufriendo el ajuste de Milei”.

 

Con el foco en la memoria

Con el foco en la memoria

La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina instaló en la vereda de su sede una baldosa en conmemoración a los fotógrafos, camarógrafos y documentalistas detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado.

“Este era mi esposo. Nosotros militábamos en una unidad básica que estaba acá a la vuelta en los ’70, en México y San José. Circunscripción 13 de la juventud peronista. En nuestra unidad tenemos 13 desaparecidos. Para nosotros, en todos los lugares donde se los recuerde y se los nombre, están presentes. Siempre pedimos memoria, para que nadie olvide lo que pasó; que se sepa la verdad, para que todos lo tengan claro y que algún día podamos saber qué le hicieron a cada uno de los desaparecidos y dónde están los bebés que faltan encontrar; y queremos justicia, que haya cárcel común, perpetua y efectiva para todos los genocidas”, ruega Cristina Muro, esposa de Carlos Alberto Chiappolini, otra de las 30.000 víctimas de la dictadura sucedida hace casi cincuenta años en Argentina.

A pocos metros de ella, dos hombres de edad avanzada mezclan cemento, agua y arena, sentados cada uno en una silla con un cartel de papel pegado atrás en el que se lee “ARGRA”. Detrás, varias pancartas rezan “Fuerza Pablo Grillo”, recuerdan íconos políticos y anuncian eventos próximos. Descansa a su lado una gran baldosa, repleta de mosaicos de colores, cálida y emotiva.

La sede de ARGRA -asociación fundada en 1942 para fortalecer la solidaridad entre fotógrafos y mejorar su protección social y gremial-, ubicada en Venezuela 1433, no es muy grande, pero de ella entra y sale gente sin cesar: algunos con cámaras, otros con teléfonos, unos pocos con fotocopias en las manos. Desde las 17, la organización convoca a presenciar un acto sumamente conmovedor: instalarán una baldosa que recuerde a los reporteros gráficos, fotógrafos, camarógrafos y documentalistas detenidos, desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado.

Una vez lista la mezcla de materiales, una ronda de espectadores de todas las edades aguarda atenta a las palabras de Sebastián Andrés Vricella, Presidente de ARGRA. Con una cámara colgada al cuello, entona un discurso en una voz suave que contrasta con los vehículos que, no sin espiar un poco el acto, siguen circulando por la calle Venezuela. Entre otras premisas, afirma: “Esta reivindicación es parte de mantener la memoria viva de nuestros compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos por el terrorismo de Estado”.

El Presidente también evoca el recuerdo de Pablo Grillo, el fotoperiodista argentino herido con un cartucho de gas lacrimógeno en el rostro mientras registraba la represión del miércoles 12 de marzo durante a marcha de jubilados y jubiladas. Comunica que, si bien está mejorando, sigue en terapia intensiva, y el hecho “es parte de entender que esto no puede suceder más”, ya que, como indicó una de sus compañeras de organización, “más allá de lo de Grillo, los colegas que cubren las marchas de todos los miércoles son permanentemente agredidos”. Es ella misma quien, en voz bien alta, exige la renuncia de Patricia Bullrich, a lo que le siguen ruidosos aplausos. Antes de retirarse, lee una carta de agradecimiento firmada por María Adela Antokoletz, hija de María Adela de Gard Antokoletz (fundadora de Madrs de Plaza de Mayo), actual vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, que, ni bien comenzada, sentencia: “Sin memoria no hay futuro”.

Poco tiempo después, Vricella agradece a las adhesiones -compañeros de la Comisión Vesubio y Puente 12 y Caballito x la Memoria-, a los trabajadores de Baldosas por la Memoria y la Justicia de Almagro y Boedo, y hace pasar al frente a, como ellos mismos se hacen llamar, dos sobrevivientes de la masacre del ’70, para leer la lista de detenidos desaparecidos de ARGRA.

“La motivación de hacer el acto es tan simple como seguir manteniendo la memoria y pasarla a futuras generaciones. Hay una comisión de derechos humanos en la asociación y esto lo venimos trabajando hace años, y nos pareció el momento indicado para poder hacerlo”, le cuenta a ANCCOM el Presidente de ARGRA. “Está bueno que esas generaciones sepan lo que pasó y se interesen, despertar esa curiosidad. Tenemos más de 65 trabajadores y trabajadoras de la imagen desaparecidos. Nuestro objetivo es que la memoria permanezca viva, con verdad y justicia”.

Ante la intriga de en qué objetivos estaban poniendo el foco como organización, afirma: “Con un gobierno donde la represión está todos los miércoles, lamentablemente, en la calle, donde sufrimos un disparo a un compañero reportero gráfico que estudió acá en la escuela, Pablo Grillo… si no hacemos estos actos ni reivindicamos nuestro trabajo y nuestra libertad de poder expresar, perdemos la memoria”.

 

 

También con una cámara al cuello, pero a varios pasos de donde se agolpa la multitud, charla animadamente con distintos personajes Daniel Vides, socio de ARGRA encargado de la fototeca. En su intercambio con esta agencia, declara: “Hace mucho que estábamos pensando en esto. La nueva comisión directiva creó una comisión de memoria, y compañeros y compañeras se pusieron a trabajar en ello. Es traer a nuestra vida cotidiana un acto de memoria, una huella que, cuando estamos en un momento de nuestro día en que estamos pensando en cualquier otra cosa, de pronto vemos el piso y vemos un registro, una marca, que nos hace pensar en nuestros compañeros y compañeras detenidos y desaparecidos, y me parece fundamental. En este contexto, es lo único que nos da sentido, el registro de nuestra historia y la memoria, que para la constitución de nuestra asociación es muy importante”. Vides recuerda los inicios de la asociación: “Nuestros colegas que trabajaron antes y durante la dictadura nos dieron una identidad y una posición política, no partidaria sino con el hacer del fotoperiodismo y la comunicación, que es muy constitutiva de nuestra identidad”.

Sobre lo clave del rol del profesional periodístico, determina, con seguridad: “La práctica del fotógrafo de prensa es estar en la primera línea de la historia. Uno está documentando cosas cuando aún no son historia. La dimensión del trabajo va tomando otras aristas con el tiempo, porque va dando cuenta de situaciones y personajes que a lo mejor en el momento no se ve con la claridad que da su paso. Entonces, además de estar informando y haciendo visibles cosas que ocurren, ellos son primera línea de la construcción del relato histórico”.

Con la certeza de que la memoria es un camino que nunca se termina de andar, los sobrevivientes proceden a la lectura de identidades para cerrar la jornada, sin olvidar mencionar que “se trata de una lista abierta, en construcción, que siempre se puede ampliar”. Más por convicción que por costumbre, detrás de cada nombre, la ronda ruge: “Presente”.

La inteligencia colectiva identificó al autor del disparo contra Pablo Grillo

La inteligencia colectiva identificó al autor del disparo contra Pablo Grillo

 

A través del aporte colectivo de fotografías y filmaciones se pudo visualizar el momento en que el cabo primero de Gendarmería dispara el cartucho que impacta en la cabeza del fotógrafo.

En una conferencia de prensa conjunta la organización civil Mapa de la Policía, el CELS, ARGRA, FATPREN y SIPREBA, identificaron al autor del disparo que impactó en la cabeza de Pablo Grillo: se trata del cabo primero de Gendarmería, de apellido Guerrero, número de legajo 103208, perteneciente a la unidad móvil número 6 de la Sección de Empleo Inmediato (SEI). Continúan las averiguaciones por su nombre de pila, pero la sobreabundante información recolectada de manera colectiva gracias a la iniciativa de estas organizaciones permitirá concretar una denuncia contra el accionar represivo de las fuerzas de seguridad, contra Guerrero, sus superiores y la implicación y encubrimiento de la ministra de Seguridad como responsable mayor del operativo, defendido con falacias fácilmente refutables con las evidencias ya reunidas. “Seguimos pidiendo la renuncia de Patricia Bullrich”, dijo Sebastián Vricella, director de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina. 

Gracias al informe realizado por peritos científicos con la recolección de material audiovisual de reporteros gráficos, medios de comunicación, y el aporte de los ciudadanos que participaron de la marcha el pasado miércoles 12 de marzo, se logró reconstruir minuciosamente el momento del disparo que impactó en Pablo Grillo; tanto el trayecto y la ubicación del disparo como al tirador que lanza el proyectil.

“Seguimos pidiendo la renuncia de Patricia Bullrich”, subrayaron en la conferencia de prensa.

Guerrero, el presunto autor material del hecho, portaba un uniforme y accesorios diferentes a los demás miembros de la fuerza, como su traje color caqui, gafas polarizadas, máscara antigases que cubría toda su cara, un par de morrales porta municiones, que resultaron útiles para su identificación en el material. En esta línea, Mario Santucho, director de la Revista Crisis, remarcó lo significativo que resulta el envío de la totalidad del archivo registrado: “Quiero hablarles a los reporteros gráficos sobre la importancia que tiene que manden sus registros al mail registrocolectivo2024@gmail.com cada vez que van a una marcha y cada vez que hay este tipo de conflictos; y no solo las fotos donde se ve el palazo en la cabeza o el momento de represión, sino todo lo que se ve en ese momento. Ahora, con las cámaras digitales, se pueden hacer muchas fotos y solo una va a los diarios. Nosotros no necesitamos la que va a los diarios, necesitamos todas. Como ustedes vieron, hubo un video en el que pudimos ver de dónde sale el proyectil y, después, en conjunto con todas las imágenes de ese momento, aunque fueran 15 minutos antes o después, logramos identificar a la persona en una de ellas haciendo zoom a la insignia. Todas las fotos son importantes porque nos permiten armar la arquitectura forense del hecho. Así como es fundamental seguir en la calle, no verse apabullado por la prepotencia y la crueldad del gobierno, es fundamental organizarnos para construir esta inteligencia colectiva que logra producir verdad, y que logra desarmar la mentira del encubrimiento que intentó la ministra y el gobierno durante estos días”.

En sus últimas declaraciones, Patricia Bullrich solo ratificó su defensa al operativo represivo: en un intento de instalar una versión totalmente contraria a lo que se puede observar en las imágenes, la ministra afirmó que no abrirá sumarios contra los efectivos policiales y respaldó al gendarme que que hirió gravemente a Grillo, porque “tiró como dicen los manuales”, es decir, a 45 grados hacia arriba. 

El informe elaborado por la organización civil Mapa de la Policía recolectó una considerable cantidad de evidencias del accionar sistemático de las fuerzas donde se las observa disparar al nivel del cuerpo de los manifestantes, como es el caso del cabo Guerrero. 

A pesar de todas las contradicciones discursivas, la ministra tuvo el apoyo directo del presidente Javier Milei en su discurso de la Expoagro en San Nicolás, evadiendo cínicamente el estado de Pablo: “Los hijos de puta que andan con trapos en la cara y rompen autos, queman autos y amenazan a toda la gente porque no quieren perder sus curros, esos son los malos y esos son los que tienen que ir presos y los vamos a meter presos. Vamos a defender a la república porque no es que vienen contra mí, vienen por ustedes; yo solo estoy en el medio”.

Litvachky adviertió que, según declaraciones tanto de operadores como de funcionarios del propio gobierno, la SIDE entrará en el tablero en la marcha del próximo miércoles.

Ante las preocupaciones por la seguridad de los miércoles que vendrán, Paula Litvachky, del Centro de Estudios Legales y Sociales, adelantó que, junto a aRGra, SiPreBA y las demás organizaciones de derechos humanos que mantienen la denuncia de la inconstitucionalidad del protocolo antipiquete, presentaron un pedido cautelar para proteger la convocatoria que viene. Afortunadamente, el juez que recibió la solicitud le dio la razón a los querellantes: el próximo miércoles estará en la manifestación para realizar una observación presencial del operativo, considerando que las imágenes registradas muestran que, efectivamente, hubo una actuación policial contraria a los principios que garantizan el derecho a la protesta y dan mucha verosimilitud a quienes piden la cautelar. Sin embargo, surge una preocupación: Litvachky advierte que, según declaraciones oficiales tanto de operadores y hasta funcionarios del propio gobierno, la SIDE entrará en el tablero.

Exigen la renuncia de Patricia Bullrich

Exigen la renuncia de Patricia Bullrich

Patricia Bullrich responsabilizó a los propios fótografos por las heridas que recibieron por la represión policial. Fue en una respuesta ante la pregunta indignada de un colega de Pablo Grillo, el reportero que lucha por su vida. Hubo un camarazo de protesta y más de cien personas saturaron el hospital Ramos Mejía para donarle sangre al cronista herido.

Tras la feroz e impune represión de las fuerzas de seguridad en la marcha de hinchas y jubilados, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (aRGra) organizó una conferencia de prensa por el ataque a un ex-estudiante de la casa, Pablo Grillo. El joven de 35 años recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno, disparada con un arma de fuego antes prohibida, y apuntada directamente a su ubicación mientras estaba agachado para hacer una fotografía. Su estado de salud es grave y delicado: el impacto quebró la parte frontal de su cráneo provocando una pérdida de masa encefálica. Se encuentra en terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía luego de una intervención quirúrgica. 

“A Pablo le tiraron a la cabeza con una de estas”, decía la vicepresidenta de aRGra, Alejandra Bertoliche, mientras levantaba en alto una bala metalizada de más de 20 centímetros de largo y cinco de diámetro. Las voces de la comisión directiva temblaban al reconstruir una historia que la comunidad de reporteros gráficos pensaba irrepetible. No era miedo; una ira frustrada hervía en la sala. Según Sebastián Vricella, director de la asociación, todas las presentaciones que hicieron hasta ahora para detener los ataques contra la prensa “caen en un saco roto. Ni un solo fiscal ni un solo juez se hacen cargo de la masacre que están causando. Usaremos todos los medios necesarios para hacer efectiva esta denuncia, como el Artículo 117 de la Constitución, para pedir un juicio político contra Patricia Bullrich. Necesitamos que el Congreso, los diputados y senadores nos apoyen, pero sobre todo la Justicia. Si no la desvinculan del gobierno, lo consideraremos moral, política y penalmente cómplice de los delitos cometidos por su ministra”.

Marcela Perelman, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), reconstruyó la operatividad legal del protocolo antipiquetes como medio para criminalizar y atacar la protesta, la manifestación y la libertad de expresión. Las pistolas lanzagases, utilizadas habitualmente por las fuerzas en las últimas manifestaciones estaban prohibidas antes de la asunción de Bullrich como ministra de Seguridad del actual gobierno por la Resolución 210/2011 de regulación de los operativos de seguridad en contexto de protesta social. Dentro de sus 21 puntos, el décimo especificaba la prohibición explícita de este arma, entre otras. En 2007, el asesinato del profesor y activista Carlos Fuentealba en una manifestación por la policía de la provincia de Neuquén, fue uno de los antecedentes que constituyó a la pistola como “potencialmente letal”.

Perelman explicó, por otro lado, que la decisión de reprimir por medio del nuevo protocolo fue premeditada, independientemente de los sucesos que ocurrieran en el momento: “Hay una amenaza preanunciada que genera un clima de enfrentamiento bélico. Culmina con las fuerzas de seguridad desatadas, sabiendo que tienen la autorización de actuar con estas armas reintroducidas. Es necesaria una investigación exhaustiva de las condiciones del operativo, de las responsabilidades materiales, jerárquicas y políticas. No es azaroso que ocurra un hecho crítico, grave y extremo como el de Pablo Grillo: se deduce de una serie de condiciones que, cuando se discuten, parecen abstractas, pero terminan con el disparo de un cartucho de este tipo”, concluye.

«Patricia Bullrich fue parte del gobierno que denunciamos en 1997 que habilitó las condiciones para asesinar a José Luis Cabezas. Fue Ministra de Trabajo en 2001, cuando hubo más de 40 muertos en la Plaza de Mayo. También fue ministra de Seguridad en el gobierno de Mauricio Macri, cuando alrededor de 50 reporteros gráficos fueron baleados y gaseados en 2017», denunció Miguel Goya.

“Hay un paralelismo algo oculto entre el crimen de José Luis Cabezas y lo que sucedió el miércoles -recuerda el abogado representante de aRGra, Miguel Goya-: Patricia Bullrich fue parte del gobierno que denunciamos en 1997 que habilitó las condiciones para asesinar a José Luis. Fue ministra de Trabajo en 2001, cuando hubo más de 40 muertos en la Plaza de Mayo. Patricia Bullrich también fue Ministra de Seguridad en el gobierno de Mauricio Macri, cuando alrededor de 50 reporteros gráficos fueron baleados y gaseados en 2017. Así como dijimos que no nos olvidemos de Cabezas, la impunidad de su crimen tanto como el de Pablo Grillo serán la condena de la Argentina.”

Las 17 horas y 18 minutos del miércoles 12 fue el momento exacto en el que Pablo recibió el disparo de las fuerzas de seguridad sobre su frente. Minutos antes, Pablo se preparaba para ubicarse detrás de las maderas incendiadas para fotografiar la teatralidad y el salvajismo de la represión. Horas antes, viajaba desde Lanús para acercarse al Congreso, porque sabía que iría a cubrir la marcha de hinchas y jubilados con su cámara, con la que va a todos lados, como cuentan sus amigos de toda la vida. 

 

-Es muy perfeccionista. Siempre lo ves agachado o acomodándose para hacer la mejor foto. Ésta se la hizo a mi hija cuando estábamos de viaje en Jujuy. Le decía ‘Ponete ahí, ahora allá’. Es muy generoso, yo lo adoro -contaba Buda, compañero de cancha desde hace 15 años; porque otra de sus pasiones, además de la fotografía, es el Rojo de Avellaneda. 

Cuando hablan de Pablo, sus allegados lo hacen con cierto énfasis que se les escapa hasta en los gestos corporales, como brotados de orgullo por el “pibe bueno” que es su amigo. La preocupación por su estado llevó a que más de un centenar de personas, conocidos y desconocidos, se acercaran a donar sangre para su rehabilitación. En cuestión de horas, las 70 solicitudes registradas fueron suficiente suministro; el enfermero repetía a disco rayado “Pablo está supercubierto. Si quieren, pueden donar para el hospital o acercarse otro día”. Con esa frase se encontró, por ejemplo, un hombre mayor con el que compartió vereda en la manifestación, momentos antes del disparo. Extraños totales, enlazados por la solidaridad.

El Ramos Mejía estaba conmocionado por el militante apasionado, herido violentamente por las fuerzas de seguridad; las mismas que, cada tanto, aparecían circulando en sus motos amenazantes por los alrededores del hospital.

 

-¡¡Asesinos!! -gritó a quemarropas un valiente. 

 

El ataque a la libertad de expresión por parte del propio Gobierno nacional es explícito y sistemático. Luego de su conferencia, aRGra convocó a un Camarazo en Yrigoyen y Solís, la esquina de las inmediaciones del Congreso donde Pablo fue herido. Mientras tanto, del otro lado de la 9 de Julio se daba la habitual ronda de Madres de Plaza de Mayo, al grito de “Nunca Más”.

Uno de las decenas de fotorreporteros que se acercaron bajo la bandera de la asociación era Pablo Cerolini. No aguantó la cólera al finalizar la conferencia en Monserrat, que se dirigió sin preámbulo hacia Recoleta. Quería entrar a la otra conferencia de prensa que se daba el mismo día, en el Ministerio de Seguridad, para ver a Bullrich a los ojos y preguntarle:

 

-¿Por qué las fuerzas policiales, Gendarmería, Prefectura, la Policía Federal, atacan siempre de manera tan directa a la prensa?

 

La ministra no levantó la mirada, guardaba sus cosas con desinterés de lo escuchado; un guarda intentó frenar la intervención del fotógrafo osado. Pero algo le habrá tocado el ego. A pesar de haber cerrado la reunión luego de tres preguntas sosas, Bullrich, con un gesto de asco palpable en su rostro, contestó:

 

-Nunca saben dónde ubicarse para no recibir el ataque.

Los fotógrafos se congregaron con orgullo frente a la bandera de aRGra, con las cámaras en alto, reivindicando su tarea democrática como testimonios escenciales en la reconstrucción de los hechos; molestos documentos infalibles que hacen trastabillar al poder. 

 

En sus cantos y gritos, Pablo estaba presente.

“Esta muestra es un logro colectivo”

“Esta muestra es un logro colectivo”

Desde el 8 de noviembre, en el Centro Cultural Haroldo Conti, puede visitarse la tradicional Muestra Anual de Fotoperiodismo organizada por ARGRA, que estará en exhibición allí hasta febrero de 2025.

Concentración para repudiar la muerte de Facundo Molares, fallecido un día antes en medio de un operativo de la Policía de la Ciudad. Foto: Cris Sille 

La 35ª Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino, que se inaugura este viernes 8 de noviembre en “el Conti” –ubicado en el predio de la exESMA–, reúne más de 150 fotografías seleccionadas de las 2.500 imágenes enviadas por reporteras y reporteros de todo el país.

Como cada año, la exhibición ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre los acontecimientos más significativos del año anterior a través de la mirada comprometida de quienes documentan la realidad.

En esta edición, la política ocupa un lugar central, en contraste con la anterior, dominada por la celebración del Mundial de Fútbol. Este año, además, debido a complicaciones logísticas y presupuestarias, la muestra se pasó de julio a noviembre, un retraso que refleja los desafíos que enfrentan los reporteros gráficos en la Argentina actual.

“La precarización laboral y el desmantelamiento de espacios como Télam nos afectó mucho, el 80 por ciento de nosotros estamos bajo la línea de pobreza a nivel salarial”, cuenta Sebastián Andrés Vricella, presidente de ARGRA.

«Es casi un milagro que podamos realizar esta muestra», agrega, y la define como “un logro colectivo” y “un testimonio del esfuerzo de cada profesional que sale a las calles para documentar la realidad”, muchas veces, en condiciones adversas.

“Son pocos los medios y lugares de trabajo que te dan los equipos para trabajar bien y todo eso crea un combo en donde realmente el esfuerzo que realiza cada compañero a la hora de salir a la calle tenga más valor. Cada nota, cada marcha, cada entrevista y cada momento de pausa es poner el cuerpo”, afirma.

“Tenemos una capacidad de resiliencia importante, pero somos trabajadores que necesitamos comer”, sostiene Vricella. Según él, este espacio es mucho más que una exhibición fotográfica, es una muestra independiente y democrática que recorre todo el país, llegando a lugares incluso inhóspitos por esfuerzo de profesionales que se comprometen y dejan el cuerpo para hacerlo posible.

ARGRA se fundó en 1942 en medio de tensiones políticas y se ha mantenido fiel a sus principios fundacionales: defender los derechos de los reporteros gráficos y ofrecer una plataforma independiente y de carácter humanista para que estos puedan ejercer su profesión libremente.

Desde sus comienzos, la asociación se ha dedicado a visibilizar la realidad a partir de una perspectiva que a menudo no se muestra en los medios convencionales. “Este compromiso con la democracia y los derechos humanos sigue siendo nuestro eje”, subraya Vricella.

En el marco de esta edición, el viernes 22 de noviembre se proyectará Errante, una película de Adriana Lestido, fotógrafa y socia de ARGRA. Este film donado representa la colaboración y el espíritu de comunidad que caracteriza a los reporteros gráficos, un grupo que se apoya, se cuida y acompaña.

Con cada fotografía y en cada muestra, ARGRA reafirma su compromiso con una mirada crítica que registra y preserva los momentos que construyen nuestra historia. La 35ª edición de la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino se convierte así en un espacio de reflexión sobre un año atravesado por grandes cambios, desde la perspectiva de quienes, día a día, retratan las luces y sombras de la sociedad.

“La devolución de la gente es que se ve representada y toma noción y conciencia de lo que pasó y vivió el año anterior”, concluye Vricella.