¿Honestamente?

¿Honestamente?

María Josefina Macchi se presentó el 24 de abril a una entrevista laboral para ingresar a la aerolínea Emirates. Cumplía con todos los requisitos, pero de igual manera la rechazaron por su peso.

María Josefina Macchi tiene 25 años y estudió para tripulante de cabina en el Instituto de Formación Profesional Aeronáutica (IFPA); obtuvo la licencia en octubre del 2021. En el año 2020 había vivido una experiencia inolvidable: “Me tiré de un paracaídas y decidí que quería volar”.

El domingo 24 de abril, a las 10:30 se presentó en una búsqueda laboral de la aerolínea Emirates. La postulación era a través de internet y luego le enviaron por mail un correo para confirmar su asistencia al evento. Para ir a la entrevista había que completar un formulario previo, donde pedían, entre otras cosas, el índice de masa muscular (máximo 25) y el de ella es de 24,02. Macchi tuvo una correcta actuación durante la entrevista: “Me sentí muy cómoda”, dice. 

La conversación se realizó íntegramente en inglés, por lo cual el idioma no fue un problema. Sin embargo, no resultó seleccionada. Al acercarse a la reclutadora para preguntarle qué podía mejorar para la próxima vez, recibió una respuesta sorprendente: “Honestly, you need to lose weight” (Honestamente, necesitas bajar de peso). Josefina no podía creer lo que estaba escuchando: “Diciéndome esto ella pensó que me estaba haciendo un favor y lo que menos hizo fue hacerme un favor, me lastimó mucho”. La reclutadora tuvo la necesidad de decirle algo más: le pidió encarecidamente que no diga nada sobre las razones  porque no habla bien de la empresa. “El filtro fue mi físico”, asevera Macchi.

A raíz de un posteo que realizó su hermana en la red social Instagram. Josefina decidió dar a conocer su historia y realizó un descargo en Twitter, que se viralizó rápidamente. “No fue voluntario, las personas empezaron a compartir y se hizo viral”, detalla ahora la joven en diálogo con ANCCOM.

La aerolínea Emirates contrata a la agencia Flyright, quienes se encargan de hacer la selección de tripulantes de cabina, la cual no se ha contactado en ningún momento con Macchi para ofrecer sus disculpas. Han cancelado las entrevistas de aquellos que llegaron a última instancia y un evento en Paraguay sobre el que la agencia no quiso informar.

La aerolínea se comunicó con Josefina por medio de correo electrónico de la siguiente manera: “Actualmente, no disponemos de pruebas que establezcan que se le hizo ningún comentario discriminatorio en el evento que asistió. Si salen a la luz nuevas pruebas, las tendremos en cuenta para tomar nuevas medidas con respecto a nuestra agencia de contratación. Lamentamos no poder seguir adelante con su solicitud en este momento”. Sin pedir disculpas, la empresa aeronáutica se desentendió de lo ocurrido.  ANCCOM intentó comunicarse tanto con la aerolínea como con la agencia Flyright. En ningún caso recibió respuestas, ni a los mails ni a las llamadas telefónicas.

Macchi hizo la denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) pero no continuó con acciones legales porque cree que al ser una empresa muy grande tiene todo bajo control: “No quiero ocupar más mi cabeza con este tema. Aunque sé que sería hacer justicia, porque como sociedad nos interpela”.

Josefina cuenta que tenía idealizada a la empresa, le encantaba su uniforme, soñaba con formar parte de ella, pero nunca se hubiera imaginado lo que le sucedió. “Veía el uniforme de las tripulantes y decía qué lindo sería trabajar en esa empresa, pero después te das cuenta de que no todo es color de rosas y que hay un montón de cosas que son más fuertes que el uniforme”, aclara.

Macchi expresa que recibió numerosos mensajes de apoyo y también de colegas que han trabajado en la aerolínea relatando situaciones parecidas e inclusive más repudiables. Cuenta que los mensajes decían que le estaban haciendo un favor al no aceptarla: “Me dicen que te pesan antes de cada vuelo, que si te excedes de peso con el que ingresaste a la aerolínea no podés volar, y si no lo hacés, te lo descuentan. Es todo muy tremendo”, lamenta.

María Paula Ramírez, mamá de Josefina, menciona que fue a buscar a su hija al evento luego del hecho “A mí me causó mucho dolor como madre, ese día yo le había prestado una cartera mía, el uniforme se lo regalé yo y lo fuimos a comprar juntas. Toda una ilusión”.  María tiene un emprendimiento de decoración y también es profesional de salud mental. Cuenta que tiene pacientes con problemas alimenticios y que hay que ser responsable a la hora de hablar. “Esto es terrible. Uno no puede decir cualquier cosa porque no sabes la historia que hay detrás de cada uno”.

Ramírez relata que recibió muchos comentarios de apoyo y de indignación. Una chica que estuvo en la postulación escuchó lo que la reclutadora había dicho y aseguró que fue lo más horrible que había escuchado en una entrevista laboral.

A partir del hecho sucedido con Emirates la aspirante no bajó los brazos y surgieron nuevas oportunidades laborales:No me sacaron las ganas de volar, están más latentes que nunca”.

Actualmente, la joven de 25 años se encuentra haciendo la capacitación en la aerolínea FlyBondi para el puesto de azafata. La empresa se encontraba al tanto de lo sucedido en la aerolínea internacional, por lo cual la contactaron a pesar de que ella había dejado muchas veces su curriculum vitae. Según cuenta Macchi, la entrevista fue sumamente descontracturada comparada a la de Emirates “fue una entrevista grupal super amena y agradable”. Por ejemplo, tenían que compartir un dato curioso de su vida cotidiana y ella comentó que no le gusta tener el tacho de basura tan lleno. “Acá -dice- tengo lo mejor del mundo, vuelo en mi país, vivo en mi país y sigo con mi familia”.

«No existe periodismo de calidad con sueldos de hambre»

«No existe periodismo de calidad con sueldos de hambre»

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires manifestó frente a las puertas de Clarín para reclamar mejoras salariales. Apuesta a obtener la personería jurídica para discutir paritarias.

Dos pequeños grupos de la Policía Metropolitana se reparten los ingresos del edificio del Grupo Clarín en el barrio porteño de Barracas. En la vereda de enfrente, un muchacho trepa un muro para amarrar las banderas del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). Un cielo grisáceo que deja que se cuele algún rayo de sol. Un par de manifestantes despliegan a lo ancho de la mesa varías docenas de churros rellenos de dulce de leche acompañados por un termo que contiene unos veinte litros de chocolate caliente. Promediando las 15 horas, la calzada se reduce y sobre el asfalto se tiende un trapo de arpillera que reza: “El sueldo no alcanza”. Con esta consigna, trabajadores y trabajadoras de prensa de Clarín enrolados en la comisión interna de AGEA y el Sipreba, realizaron una protesta durante la tarde de hoy en Tacuarí 1846 exigiendo la urgente recomposición salarial.

“Es inaceptable que un trabajador del diario de mayor tirada del país, que pertenece a la empresa de medios más poderosa del país, trabaje jornadas de ocho horas y gane un sueldo que lo ubica por debajo de la línea de pobreza”, dijo a ANCCOM Matías Cervilla, integrante de la Comisión Interna de Clarín/AGEA.

Este sentimiento también fue compartido por Diego Martínez, delegado gremial en Página/12, quien se sumó a la manifestación y dio testimonio a este medio sobre la crisis generalizada de los trabajadores de prensa escrita: La situacion de Página/12 no es demasiado diferente a la de La Nacion, Clarín y Perfil. Es igual de desastrosa, salvo por el plan de lucha mucho más fuerte que estamos llevando adelante, con medidas de fuerza que incluyen paros de 24 y 72 horas, llegando a provocar que no saliera el diario del día domingo. A nosotros, como delegados, no nos responden. El diálogo con el Grupo Octubre no existe, ni cuando no hacíamos medidas ni ahora, cuando hacemos medidas. Eligen no dialogar”.

Por último, destacó la importancia de la unidad de los trabajadores y el rol del Estado a través del Ministerio de Trabajo: Tenemos que estar todos hoy en las calles y el día que tengamos la personería gremial, que ojalá sea la conquista que tengamos en este año, también nos sentemos en la paritaria. Esa conquista, que los trabajadores de prensa tengamos representantes legítimos en la paritaria, dependerá, en gran parte, de la pasividad o no del Ministerio de Trabajo”.

En la manifestación también estuvo presente Carla Gaudensi, Secretaria General de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), quien dijo a este medio: “Hoy estamos dando continuidad al plan de lucha que se inició hace un par de semanas. Primero fue en las puertas de Página/12, la semana pasada en Perfíl y ahora aquí, en Clarín, denunciando un atraso salarial que no se aguanta más”.

La dirigente gremial agregó: “La situación de los trabajadores y trabajadoras de prensa es preocupante. No se puede vivir con un salario que no llega a cubrir la canasta básica familiar. Es por eso que decidimos estar en las puertas, además de puertas adentro seguir organizándonos para dar esta discusión tan importante como trabajadores. Desde las empresas, lo único que nos imponen siempre es un techo en una discusion paritaria en la que no participan los trabajadores y es por ello que cada año tenemos que recurrir a este tipo de acciones, para que nos escuchen y se den cuenta que la situacion es insostenible. No puede existir un periodismo de calidad con trabajadores precarizados y sueldos de hambre”.

 

Después del reparto de churros y chocolate, y en momentos separados, tomaron el megáfono y hablaron al público Francisco “Paco” Rabini, delegado gremial en Clarín y dirigente de Sipreba y FATPREN, y Agustín Lecchi, Secretario General del sindicato. Rabini insistió en la necesidad de “pelear por la personeria y, mientras tanto, pelear por mejorar lo que firma la UTPBA, como venimos haciendo todos estos años”. Además, instó a los trabajadores y trabajadoras a seguir esforzándose en “pelear por nuestro salario, porque sabemos que si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie”. Por último, y a modo de cierre, realizó una petición a los y las presentes para ayudar en la tarea colectiva de pensar ideas para este plan de lucha”, ya que “sabemos que charlando encontramos las mejores ideas y las mejores medidas. ¡Hasta la victoria siempre!”.

 

A su turno, Lecchi planteó la necesidad imperiosa de una democratización de la pauta publicitaria: No puede ser que los empresarios de medios sigan recibiendo millones en concepto de pauta publicitaria oficial y a nuestros compañeros les niegan las paritarias y les desdoblen el salario”. También resaltó la necesidad de fortalecer la organización sindical y nacionalizar las luchas: “Esta situacion no es exclusiva de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso nos estamos organizando a nivel nacional. La semana pasada estuvimos en Córdaba. Estamos reconstruyendo el sindicato en todo el país.”

El acto se cerró con aplausos, abrazos, cantos y una foto grupal, mientras un cuarteto de jóvenes con chalecos celestes hacía sonar bombos y redoblantes, llenando de ruido la calle.

Los movimientos sociales conmemoraron el Día del Trabajador

Los movimientos sociales conmemoraron el Día del Trabajador

Las organizaciones populares se reunieron en el centro porteño. A pesar de respaldar al gobierno, no dejaron de manifestar sus reclamos.

Con un cielo despejado de nubes y un sol que entibiecía la tarde, la cumbia de Pablo Lescano se enrocaba con el grito desaforado que clamaba “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode”. Trapos blanquicelestes, azules, negros, rojinegros, con los rostros de Evita y del Che. Banderas blancas, celestes, violetas, verdes. Paraguas con el dibujo de una América del Sur policromática. Los militantes sociales asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki también estaban presentes en los trapos. Flameaban, además, wiphalas y rostros cansados. Esa imagen resumía el comienzo del acto de los movimientos sociales por el Día de los Trabajadores, en 9 de Julio y Avenida de Mayo.

En el corazón de la marcha, las tacuaras parecían elevarse más altas que los edificios circundantes. UTEP, Corriente Clasista y Combativa, Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, Frente Popular Daría Santillán y Movimiento Nacional Campesino Indígena fueron algunas de las organizaciones presentes. Movimiento Libertad, Movimiento Aníbal Verón, Frente 22 de Agosto, Movimiento Trabajadores Organizados, Movimiento Villero, Corriente Pueblo Unido y el Movimiento Inclusión Popular desfilaban por las calles multicolor.

La Virgen y el Negrito Manuel sobre la tarima principal. Mates de mano en mano, botellas de agua, porciones de torta y sandwiches. Una marea de trabajadores y trabajadoras interminable ocupó la 9 de Julio, desde la avenida Independencia hasta la Avenida de Mayo. Brotaban del escenario las consignas, los reclamos, las causas y las aspiraciones, dichas por quienes hacen la locución del acto: “No falta trabajo. El trabajo lo hacemos siempre. Lo que faltan son derechos laborales”; “exigimos el derecho a trabajar, vivir y ser felices”; “reconocimiento político e institucional de la Economía Popular”; “por el derecho a la tierra, el techo y el trabajo”; “salario básico universal”; “conquistar el Buen Vivir”.

 

El otoño parecía diluirse y entre el humo, el canto, el bombo y la trompeta que caldeaban la jornada, algunos manifestantes buscaban reparo en plantas, gorras con visera o banderas. José, perteneciente a Misioneros de Francisco y emocionado por la enorme convocatoria, afirmó que el 1º de Mayo lo representa. “Es nuestro día; nacimos trabajadores y moriremos trabajadores. Es el día en que homenajeamos a quienes dieron la vida por nuestros derechos”, dijo.

En esta línea, Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP, pidió efusivamente desde el escenario celebrar esta fecha: “Siempre nos negaron nuestra identidad como clase trabajadora. Por eso celebramos, porque niegan nuestra existencia como trabajadores”. A su vez, exhortó a funcionarios y legisladores a “laburar con el oído en el territorio y así resolver los problemas reales”. Por último, anunció que esta jornada da inicio a un plan de lucha nacional para lograr la agenda que falta, porque “la democracia es plena solo con los trabajadores a la cabeza”.

Dando apertura al acto se entonaron las estrofas del Himno Nacional argentino. Continuado por el grito de “¡Patria sí, colonia no!”. Sucesivamente, se realizó un homenaje a Fredy Mariño, histórico dirigente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), fallecido el pasado 2 de abril. Cada persona que tomó el micrófono se encargó de hacerlo presente, de hacerlo parte de la jornada de lucha: “Fredy, hermano, hoy tu pueblo te bendice”, dijo Esteban “Gringo” Castro, secretario de la UTEP, el primer sindicato conformado por movimientos sociales. Posteriormente, también se transmitió un saludo de Milagro Sala en el cual hacía el pedido expreso de “recuperar la Patria”.

 

Otro dirigente que tomó la palabra sobre el escenario fue Juan Carlos Alderete, diputado nacional y líder de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). Sostuvo que en cada 1º de Mayo “honramos a los mártires que dieron su vida por los derechos de la clase obrera”, y hoy, sobre todo, la marcha representa una “respuesta a la oligarquía, a la derecha reaccionaria, a los monopolios, a los del tractorazo, a los del Llao Llao. Hoy salimos a la calle reivindicando nuestros derechos y a pelear la agenda que queremos. Es un pedido al presidente de medidas para combatir la inflación. Los que la fugaron son responsables de la deuda y la tienen que pagar, no nosotros”.

Este testimonio se concatenó con la pregunta y el pedido vehemente de Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP y vocera del Frente Popular Darío Santillán : “¿Cuándo vamos a discutir la riqueza del uno por ciento de la población? Necesitamos que se avance en la discusión de un desarrollo humano. Y eso es trabajo de la UTEP. Tierra, techo y trabajo para todos y todas”. Este sentimiento también es compartido por Norma Morales, secretaria adjunta de la UTEP y dirigenta nacional de Barrios de Pie, quien con voz quebrada afirmó: “El pueblo nos necesita más que nunca. No podemos regalarle a la derecha nuestro pueblo”.

 

Cerrando la serie de oradores, Esteban Castro aprovechó para homenajear a todos los trabajadores de la Economía Popular que, desde los clubes de barrio, comedores, merenderos, centros culturales, entre otros, realizaron la “gesta patriótica que garantizó la vida durante la pandemia, demostrando qué es el amor al pueblo”. Por último, con mucho ímpetu insistió en recalcar que esta no es una marcha de apoyo y que presentaban y reclamaban la aprobación de la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo. “Presentando esta ley, el día de hoy, estamos haciendo un aporte a la unidad de parte del movimiento obrero popular para que el Frente de Todos gane las elecciones y podamos seguir dando las discusiones que queremos dar”. Castro se retiró dándole un beso a la estatua de la virgen y persignándose.

Entre los aplausos de culminación, aferradas a un vallado, Vanesa, trabajadora estatal, y su pequeña hija Malena saludaban alegremente a familiares y compañeros que ocupaban la grada sobre el escenario. “En una fecha como hoy es necesario estar en la calles. Siempre trato de estar presente en estos días, siento que son días que nos fortalecen y dignifican como trabajadores. Hoy tenemos que estar más que nunca. Hace 20 años yo estaba cortando una ruta y nos planeamos ser trabajadores desocupados, veinte años después hablamos de trabajadores de la Economía Popular”, dice orgullosamente Vanesa.

Mientras las banderas eran plegadas, las militancias abandonaban serenamente la ancha avenida. A un costado del escenario se oía el ruido perdido de algún redoblante solitario y una bandada de jóvenes se abalanzaba sobre Onorato, Castro, Fernando “Chino” Navarro y otros dirigentes para tomarse fotos. Sobre un cordón, un hombre formaba un asiento de cartones para una mujer que denotaba mucho cansancio. Luciano Álvarez, miembro del Movimiento Popular Los Pibes, describía felizmente la jornada como “única y hermosa, con miles de laburantes defendiendo y exigiendo derechos”.

Continúa el paro en el Premetro

Continúa el paro en el Premetro

Los trabajadores del Premetro reclaman medidas de seguridad. En diciembre pasado, dos trenes chocaron de frente por un sistema de señalización obsoleto.

Dos tranvías vacíos, estacionados, sólo con sus maquinistas dentro, mantienen sus luces titilando a modo de protesta. Las personas que ingresan a la terminal escuchan en los parlantes “la línea Premetro se encuentra interrumpida por medidas de fuerza gremial contra Emova”. Todos buscan formas alternativas de llegar a su destino. Sin embargo, los trabajadores del Premetro siguen sin llegar al suyo.

Los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) convocaron ayer a un paro de dos horas. Entre las 14 y las 16 horas del lunes interrumpieron su servicio como “medida de autodefensa” por el “incumplimiento de la concesionaria Emova en la implementación de medidas de seguridad para el servicio”, explicaron mediante un comunicado. La medida de fuerza continuará hoy entre las 17 y las 19 horas, frente a la falta de respuestas.

Los trabajadores del Premetro esperan desde septiembre de 2021 que Emova, el nuevo nombre de la empresa Metrovías, automatice las vías para aportar mayor seguridad a quienes trabajan y viajan todos los días en ese transporte público. Según el comunicado de AGTSyP, el plazo se venció el 8 de abril y la empresa sigue sin actuar.

En diálogo con ANCCOM, Roberto Pianelli, secretario general de AGTSyP expresó: “Hace mucho tiempo existen problemas de seguridad en las señales en la zona de Villa Lugano. En el 2020, por este mismo problema, dos tranvías chocaron de frente. No hubo víctimas fatales por el excelente desempeño de los conductores, pero podría haber pasado lo peor”. Además, agregó que “las condiciones deben ser seguras tanto para los trabajadores como para los pasajeros, quienes debido a estos inconvenientes ponen en riesgo su vida todos los días. No los escuchan”.

Enrique Rositto, secretario de prensa de AGTSyP, desarrolló: “En diciembre del 2020, mientras había un tren saliendo de la estación Centro Cívico, por la vía única de ingreso y egreso, otro tren apareció de frente y los dos colisionaron. Este accidente dejó siete heridos, entre ellos los conductores”. También agregó que “esto se debió a que no había una persona idónea o un sistema automatizado de cambio de vía que asegurara la vida de los trabajadores y pasajeros”.

 

Rositto aseguró que “la medida que se llevó a cabo fue la respuesta a la actitud intransigente de la empresa Emova al no cumplir lo prometido en septiembre del 2021”. También añadió que, en la actualidad, “la responsabilidad del cambio de vías recae en los conductores. Esto no está especificado en el convenio de trabajo. Además, en otro sistema ferroviario no sucede, de eso se encarga un señalista. El conductor desde arriba del tranvía no tiene una visión clara para saber si está bien cambiada o no. No queremos otro diciembre del 2020”.

Luego de la medida de fuerza realizada por la tarde, los trabajadores del Premetro votaron en una asamblea que hoy de 17 a 19 se llevará a cabo una medida similar a la del lunes, interrumpiendo nuevamente el servicio del Premetro. Según Rositto, “en el caso de que sigamos sin ser escuchados, se va a discutir otra medida que afecte a otras líneas”. Marcelo Villavicencio, delegado gremial agregó que sumarán a las medidas de fuerza un paro de la línea E del subte en la apertura del miércoles.

«Producimos y cada vez somos más pobres»

«Producimos y cada vez somos más pobres»

Movimientos sociales y organizaciones de la economía popular se autoconvocaron en Plaza de Mayo para exhibir y vender sus producciones. Reclaman políticas públicas para el sector.

Trabajadores de la economía popular y la agricultura familiar se movilizaron ayer a plaza de Mayo para realizar un “Feriazo Nacional” para reclamar políticas públicas que beneficien al sector, cada vez más vulnerado. Entre las organizaciones convocantes estuvieron Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Frente Popular Darío Santillán (FPD), Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (MTD), MTR por la Democracia Directa (Movimiento Teresa Rodríguez), Federación de Organizaciones de Base (FOB) y el Movimiento Resistencia Popular (MRP).

Desde la Pirámide de Mayo hasta las rejas de Casa Rosada se organizaron en dos filas distintos puntos de venta de alimentos a precios populares, como pastafrolas, facturas, tortas, empanadas y sandwiches. También artesanías, juguetes para niños, peluches o cortinas de plástico reciclado. Debajo de un gazebo, colocado en el centro de la plaza, un grupo de seis mujeres cosían a mano guardapolvos, medias y joggins para que los niños asistan al colegio. 

Los principales reclamos se nuclean en mejoras salariales para los trabajadores, apoyo económico a comedores barriales, el reconocimiento de sus labores como trabajo digno, el déficit habitacional y las pocas posibilidades de inserción al mercado laboral que se enfrentan las nuevas generaciones, enumeraron algunos de los presentes en la Plaza.

Bajo el lema “producimos, pero igual somos cada vez más pobres” y vestidos con chalecos rojos y empuñando banderas, el FOL fue el que tuvo mayor concurrencia. Jimena Farina, del espacio de niñeces de esta organización, expresó que estaban ahí para que “la tarea que se desarrolla en cada barrio sea reconocida como un trabajo y reciba un sueldo digno, con todos los derechos laborales que les corresponden”. Además, agregó que “los precios de la canasta básica golpean directamente a los niños y esto genera que sus derechos no estén garantizados”. Mariel Solis, también de FOL, contó su preocupación por el futuro de sus hijos: “Les enseño todos los días a luchar por sus sueños, que estudien y reclamen”.

Otra de las problemáticas que compartieron los trabajadores de las distintas agrupaciones fueron “el retrato que se construye de las personas que reclaman por sus derechos”, según Ángel Gómez, un ex empleado de Techint. “Nosotros venimos a demostrar que somos trabajadores, no queremos un plan social, queremos que nuestro trabajo sea digno”, aseguró. En la actualidad, Gómez es soldador, albañil y pintor, les enseña a los jóvenes de la agrupación MTR esos oficios. “Al igual que varios de mis compañeros, vivo del día a día, no somos vagos ni planeros, como algunos sectores de la sociedad y ciertos medios hegemónicos nos identifican”, añadió.

Graciela Méndez, de la organización MTR expresó que “el sueldo no alcanza para nadie, imagínense para nosotros que no ganamos ni la mínima. Vean como trabajamos en cada una de las mesas que exponen nuestros productos. Eso es lo que producimos todos los días. También tenemos huertas comunales, pero nos cuesta el acceso a la tierra”.

A pesar de vender alimentos en los puestos de cada movimiento social, la mayoría de las trabajadores del Feriazo Nacional almuerza, como ayer en Plaza de Mayo, alimentos cocinados en ollas populares. “En la mayoría de las ocasiones, son la única posibilidad de completar un calendario de comidas completas en la semana”, aseguró Griselda Mendoza, integrante de FOL y quién trabaja en un comedor en Florencio Varela.