Quiero retruco

Quiero retruco

A partir de la necesidad de un reglamento oficial, un grupo de amigos creó la Asociación Argentina de Truco. En diálogo con ANCCOM, su presidente cuenta cómo surgió la idea, qué tareas realizan y los planes a futuro. Además la anécdota por la consagración de la Scaloneta en Qatar.

La Asociación Argentina de Truco (ASART) es la única asociación civil que rige al juego de naipes más popular de nuestro país. Según su página web, se encarga de fomentar y estimular la práctica del truco como una sana diversión, que reúna a las familias y amigos, y que sea transmitida de generación en generación.

“La ASART surge como una necesidad”, afirma Jose ‘Beto’ Viciconti, presidente de la institución. “Con mis amigos organizábamos torneos de truco y siempre se presentaban diferencias reglamentarias, sin manera de evacuarlas, porque no existía una normativa unificada”, explica. Decidieron fundar la entidad, en 2015 obtuvieron la personería jurídica, y establecieron el reglamento oficial que cubre todas las alternativas del juego.

Hay liga

La Liga Argentina de Truco es un torneo nacional a nivel de clubes, organizado por la ASART. En su primera edición, disputada en 2022, participaron más de 60 clubes de todo el país. Se destacan instituciones como Boca, River, Independiente, hasta clubes de barrio como Pacifico de Villa del Parque o El Bosque de Tucumán.

Solo los clubes legalmente constituidos pueden participar. Cada uno hace un torneo interno y así designa a sus representantes para la liga. La modalidad de juego es en parejas. “La idea es armar varias categorías, incluir la mayor cantidad de equipos posibles y crear un formato de competición con ascensos y descensos”, cuenta Viciconti.

La liga no otorga recompensas económicas (Jockey Club de Rosario es el actual campeón), pero sí viajes y estadías en hoteles por medio de sus sponsors. “Por ahora son solo el trofeo, las medallas y el orgullo de salir campeón con tu club, que es lo más lindo de todo”, sostiene Viciconti. Su deseo a futuro es que los jugadores sean profesionales y que si haya premios económicos.

De Arabia a Sudamérica

Los orígenes del truco parecen remontarse al mundo árabe. Hay registros escritos y pictóricos de que se jugaba en Asia en el siglo XV. En la Edad Media, los moros introdujeron el juego en la península ibérica, donde se popularizó rápidamente. Se jugaba en Galicia, Castilla y sobre todo en Valencia, cuya versión sería la que luego llegaría a América a través de los colonizadores.

Poco a poco, los pueblos originarios y los criollos fueron apropiándose del juego, agregando y modificando reglas, códigos y estilos. Hoy es muy popular en toda Sudamérica. “Por redes sociales nos escriben grupos de otros países que organizan torneos, pero que no tienen una asociación”, relata Viciconti. Esto sucede en Uruguay y en Chile. “Están intentando ordenarse y nos preguntan a nosotros por ser los más organizados”, asegura. En cambio, en Paraguay sí se organiza un campeonato nacional, similar a la liga argentina.

5 de copas

Tras el título mundial conseguido por la Selección Argentina de Fútbol en Qatar, la ASART recibió pedidos por redes sociales para hacer algo con el 5 de copas a modo de homenaje. La mística de esta carta se remonta al documental de Netflix Sean eternos, donde se muestra el juego de azar que los jugadores inventaron en la concentración durante la Copa América 2021.

La propuesta formal la hizo el Club Campos de Sarandí, participante de la liga nacional, y consistía en transformar al 5 de copas en la carta de mayor valor del juego. “Hicimos una encuesta en Instagram y ganó la opción de seguir jugando de la manera tradicional, pero todo esto sirvió para volver a poner al truco en escena”, dice Viciconti.

El lema de ARSAT es “que el truco no muera” y, según su presidente, “que los futbolistas de la Selección jueguen al truco en la concentración, significa un gran espaldarazo que nos beneficia y nos alegra mucho”.

El vuelo de Las Murciélagas

El vuelo de Las Murciélagas

Con una década de historia, la Selección Argentina de Fútbol para Ciegas se prepara para el Mundial de Inglaterra. Conocé su historia.

El fútbol siempre fue cosa de hombres, se comenta por ahí y hasta lo dicen ellas mismas. Son ciegas y son mujeres a las que siempre les gustó el fútbol. Algunas desde niñas estuvieron cerca y otras de a poco y por ser apasionadas del deporte se fueron acercando a él. Paulatinamente, ellas comenzaron a ganarse un lugar en la cancha, y aunque sea un camino nuevo y tortuoso no bajan los brazos y se animan a hacerle frente a cualquier rival.

Las Murciélagas son la versión femenina de Los Murciélagos, la selección masculina de fútbol para ciegos. Este deporte incluye tanto a las personas ciegas como a aquellas que tienen una disminución visual que les impide distinguir la forma de una mano. Este deporte es una adaptación del fútbol de sala y cuenta con cinco jugadoras en cancha, con la particularidad de que la pelota es sonora, ya que posee cascabeles en su interior facilitando la localización para las jugadoras no videntes, y debe destacarse que la única persona con visión dentro del campo es el arquero.

Las Guerreras, fue el primer paso para la consolidación de las actuales Murciélagas. La historia comenzó hace ya diez años, en 2012, cuando el actual DT del equipo, Gonzalo Abbas, inició el reclutamiento de mujeres apasionadas por el fútbol para conformar el primer equipo y el inicio del seleccionado. Si bien fue un verdadero reto, porque no existían antecedentes mundiales de futbol femenino para ciegas, Abbas tomó el desafío junto a Santiago Jugo y Lucas Rodríguez (jugador de los murciélagos), y así se conformó el proyecto inicial del equipo. El comienzo de los entrenamientos fue difícil, porque no había muchas jugadoras, lo que obligó al equipo técnico a practicar fútbol mixto junto con los Murciélagos, lo cual también conllevó un reto, ya que los hombres debían entender que las mujeres necesitaban este espacio para aprender.

El difícil camino comenzó a cosechar sus frutos en 2016, con la conformación de las actuales Murciélagas con el emblemático exarquero de los Murciélagos como director técnico, Darío Lencina, en conjunto con los profes Agustín Rojas, Guido Consoni y Sofía Sosa, quienes iniciaron la preparación para todo aquello que se encontraba en el horizonte. A partir de allí, durante tres años, entrenaron para el Mundial de Nigeria en 2020, pero debido a la pandemia de covid-19 se suspendió y debió ser reprogramado para que se realice en 2023, en Inglaterra. Para evitar que las expectativas se esfumaran, se comenzaron a buscar nuevos rivales a nivel continental, donde se encontraron con Colombia y en noviembre del 2021 disputaron su primer encuentro oficial, obteniendo así su bautismo internacional con dos victorias que sirvieron de aliciente para estas deportistas.

A principios del año pasdo, cambió casi por completo el equipo técnico, donde dos viejos conocidos para las chicas volvieron a su banca, Gonzalo Abbas y Santiago Jugo, junto con la continuación de la profe Sofía Sosa, teniendo en sus manos el deber de trabajar cada día más duro para llegar en las mejores condiciones para disputar tanto el próximo Mundial. No solo por el reconocimiento y el trofeo, sino también por la posibilidad de conseguir sponsors y becas que les permitan acceder a cuerpos técnicos más grandes que incluyan kinesiólogos, psicólogos y médicos.

La historia se sigue escribiendo y todavía quedan muchos capítulos por descubrir y campeonatos que ganar. Si bien se les negaron múltiples torneos, ellas saben quiénes quieren ser y buscan ser reconocidas a nivel mundial, así como sus tocayos, Los Murciélagos. Solo queda perseguir los caminos de la gloria y continuar consolidándose en uno de los deportes más lindos, y favoritos de todos los argentinos.

Sin duda, la inclusión es el carácter fundante de este equipo, y tanto la dirección técnica como las jugadoras tienen la esperanza de no solo de clasificar para los próximos campeonatos, sino también de llenar estadios, así como lo hacen en el fútbol convencional.  

Gracia Sosa, capitana de las Murciélagas. 

"El fútbol adaptado es la libertad"

En 2012, las “Guerreras” comenzaron el camino que las condujo a ser las Murciélagas. El grupo de cinco mujeres ciegas que rompen prejuicios y muestran que ser mujer en un mundo de hombres implica luchar por la libertad dentro y fuera de la cancha. Gracia Sosa, la capitana de Las Murciélagas, cuenta como es jugar al fútbol adaptado.

¿En que momento surgió tu interés por el fútbol?

Que yo quisiera arrancar con el fútbol profesional tuvo mucho que ver con el actual técnico de la selección, Gonzalo Abbas. Cuando armó el primer equipo llamado “Las Guerreras”, que nació en 2012, él me buscó para jugar. Yo en ese momento estaba practicando atletismo, asique le dije que no, además porque vivía en Buenos Aires, entonces sabia que no iba a poder ser constante más allá de que me encante el fútbol. Después, en 2014 Gonzalo me volvió a buscar, pero como yo seguía con atletismo le volví a decir que no, pero el 2016, que volví a Córdoba, mi provincia natal y donde se entrenaban las chicas de la selección, lo busqué yo: le pregunté si podía ir a probarme en el equipo y ahí quedé en Las Guerreras. Asique en ese momento arranque con el fútbol profesional, aunque seguía haciendo otros deportes como remo, pero un año después me dedique de lleno al fútbol.

¿Recibiste apoyo cuando te animaste a jugar al fútbol?

Nunca se me negó el deporte, antes que fútbol hice atletismo y remo. Es más, en mi familia nunca me dijeron que no juegue al fútbol porque es un deporte de hombre, por el contrario, tengo cuatro hermanos varones que cuando éramos chicos jugábamos todos al fútbol, y bueno, de ahí le agarre el gustito a este deporte. Entonces cuando dije que iba a jugar en Las Guerreras no tuvieron ningún problema porque a todos les gustaba el fútbol, mi familia y mis hermanos cada vez que pueden me van a ver jugar, jamás les importó el hecho de que fuera mujer.

El fútbol adaptado femenino es bastante reciente en nuestro país ¿Por qué crees que tuvo que pasar tanto tiempo para que surgiera este espacio para las mujeres en el fútbol?

Yo creo que el fútbol en las mujeres tardó un poquito más, por el prejuicio de que “el fútbol es para hombres, y como una mujer va a jugar al fútbol”, aunque, como les contaba, yo eso no lo viví. En mi barrio jugaba al fútbol con los chicos y no me importaba nada, y para otras personas era un “¡no! Como van a jugar al fútbol que es de varones”, mientras que a otros no les importaba. Yo creo que por eso tardó un poquito más, aunque ahora se esta reconociendo, se esta prestando un poco mas de atención al tema y eso está bueno, está bueno que la gente se de cuenta que las chicas pueden jugar “cosas de varones” como el fútbol. “Las murciélagas, Selección femenina de fútbol para ciegas”

¿Crees que a las murciélagas les falta reconocimiento?

Al principio, a mi entender, no éramos tan reconocidas porque esto recién empieza. El proceso arrancó el 2019 y lleva su tiempo armar una selección, por más que sea de mujeres, lleva un tiempo que te reconozcan y sepan que somos una selección y se nos debe respetar como tal, y sobre todo que no se nos debe mezquinar nada. Pero ahora se nos está reconociendo un poco más, por ahí, te piden alguna foto en la calle y eso está bueno. Además de eso, nuestras remeras dicen Murciélagas en la espalda, y eso ayudó, esto es algo “marketinero” por los Murciélagos. Me acuerdo la vez que nos dijeron que elijamos un nombre para el equipo, para la selección: todas nos entusiasmamos y empezamos a elegir nombres “picantes” para nosotras, pero nos dijeron que teníamos que llamarnos “Las Murciélagas”, la verdad, a nosotras no nos gustaba ese nombre porque queríamos uno que nos representara, pero finalmente entendimos que era algo necesario y ahora somos Las Murciélagas.

También nos aumentó la fama el hecho de empezar a jugar partidos como el del año pasado con Colombia, fue el primer pasito para que nos reconozcan. Después de ese partido, el combinado de América fue nuestro segundo paso y además fue la puerta que nos mostró que estábamos haciendo las cosas bien. Seguimos adelante, y lamentablemente nos preparamos para un mundial que de repente no salió por el tema de la Pandemia de COVID-19, fue una pena porque dos meses antes de arrancar nos dijeron que se iba a suspender, entonces nos teníamos que agarrar de algo porque sino la selección se iba a desbarrancar, a mi entender, entonces salió este partido con Colombia. En ese momento, siendo la capitana le dije a las chicas que, si hacíamos un buen papel dejando bien a la selección, demostrándole a la gente, a quienes nos dicen que si y a los que nos dicen que no, que podemos jugar y hacer las cosas bien, el año que viene va a ser mucho mejor, y así fue.

¿Cómo ves el nivel de nuestra selección?

Tenemos un muy buen nivel como selección. Hay que mejorar muchas cosas, pero tenemos una selección para enfrentar grandes objetivos, solo tenemos que tener en cuenta que debemos entrenar más fuerte y apostar a lo que se viene, aunque nos hayan negado determinados torneos, pero hay que seguir porque el que no arriesga no gana. Asique yo creo que sí, que tenemos una muy buena base, un cuerpo técnico que deja todo al igual que nosotras, solo debemos apostar a más.

¿Cómo se llevan con el DT? ¿Crees que es una figura importante para ustedes?

Gonzalo Abbas es fundamental como técnico, al igual que nuestros dos ayudantes: Sofía Sosa y Santiago Jugo. Los tres siempre están tirando para adelante, se los ve muy unidos, y cuando uno ve un grupo tan unido es más fácil seguir adelante y hacer que todo el grupo siga unido. Además, trabajamos todos juntos porque tenemos una meta en común que es sacar adelante a la selección. Nuestro próximo objetivo es ir al mundial del año que viene en Inglaterra, que ojalá se nos dé, pero como te digo, cuando hay un cuerpo técnico que trabaja en conjunto es más fácil que el grupo siga adelante. “Las murciélagas, Selección femenina de fútbol para ciegas” Bua, Castañeda, Friedmann Villanueva.

¿Crees que el fútbol es una herramienta para visibilizar la discapacidad?

Si, el deporte en general es una herramienta para los discapacitados, para que la gente vea que podemos hacer cualquier deporte, que este se adapta a las personas, así como se pudo adaptar el fútbol para ciegos del fútbol de sala, con sus herramientas como las vallas, la pelota y demás. También sirve para los chicos, para que ellos salgan un poquito al mundo y descubran que pueden hacer cosas, y no solo ellos, también sus familias y la gente, que por ahí no se da cuenta que los discapacitados podemos hacer cosas, que podemos jugar al fútbol, que podemos laburar, enseñar música y cualquier cosa que hallamos aprendido.

¿Qué sentiste cuando hiciste tu primer gol?

Cuando hice mi primer gol con la selección, fue lo mejor de lo mejor porque no lo esperé. Yo lo estaba buscando, pero no imaginé que se me iba a dar, tampoco imaginé como iba a gritar la gente, jamás lo había vivido así, ni siquiera con el equipo donde juego. Si vuelvo a escuchar ese gol, se me caen las lagrimas como se me cayeron ese día. Me acuerdo que cuando hice el gol, con la locura que había en esa cancha, me tildé y no sabía para donde ir, no podía ubicarme, no sabia para donde correr, porque era tal el griterío de la gente que no sabía donde estaba mi entrenador, pero cuando bajo el ruido lo pude ubicar y fui corriendo a abrazarlo.

¿Qué mensaje le querés dar a las personas que aún no conocen el fútbol adaptado?

A ellos me gustaría decirles que nos busquen el Youtube. Seguramente salga más información sobre los Murciélagos porque ellos tienen más tiempo de carrera que nosotras, pero para que vean como se juega y nos conozcan, les daría ese consejo.

También les diría que el fútbol es muy lindo en sí, y jugarlo es lo más, sobre todo jugar un fútbol que hace ruido sin tener que ponerle una bolsa a la pelota, como hacíamos en el barrio. Para mí, es poder hacer lo que quiera, de hecho, los jugadores adaptados podemos hacer cualquier cosa, menos jugar al “Coca Cola”, porque no hace ruido la pelota por arriba, después podemos hacer lo que queramos. Para mí, correr por la cancha y saber que no te va a pasar nada porque está todo protegido, es la libertad, yo me siento libre ahí adentro, es la libertad de saber que podés correr rápido y decir “voy” (que es la palabra que usamos para ir a la pelota y no chocarnos con otros), es la libertad misma, perdón por ser repetitiva pero el fútbol adaptado para mí, es la libertad. Asique les diría a quienes no conocen el deporte que busquen y vean como se juega, que siendo ciegos podemos jugar igual y hasta por ahí, mejor que uno que ve. “Las murciélagas, Selección femenina de fútbol para ciegas”

Díganle Ringo a la Estación Hospitales

Díganle Ringo a la Estación Hospitales

La Legislatura porteña aprobó colocarle el nombre del boxeador Ringo Bonavena a una estación de la Línea H del subterráneo. Este lunes se cumplen 47 años de su asesinato.

El 22 de mayo de 1976 fue asesinado en Estados Unidos el boxeador argentino de peso pesado Oscar Ringo Bonavena. En la antesala del aniversario 47° de su muerte, la Legislatura porteña aprobó el proyecto de ley por el cual la estación de subte de la línea H “Hospitales”, llevará agregado el nombre “Ringo Bonavena”. El recuerdo de su familia, el periodismo y su vínculo inquebrantable con el barrio y Huracán.

Carismático, popular, mediático, boxeador, actor y cantante. Ringo construyó su fama más allá del cuadrilátero y supo conquistar el amor de la gente que lo siguió y lo acompañó hasta el último día de su vida. Padre de dos hijos; Adriana y Natalio. Hijo de Dominga y Vicente. Marido de Dora. Campeón argentino de peso pesado.

“Ringo era un padre difícil de llevar porque viajaba mucho y cuando estaba en Argentina estaba rodeado siempre de gente y eso es difícil de llevar porque no es una vida común, pero uno pudo afrontarlo y llevarlo adelante”, cuenta su hijo Natalio,  que pudo disfrutar tan solo hasta los 7 años a su padre..

Bonavena se inició como boxeador en 1957en el Club Atlético Huracán y en 1959 fue campeón amateur. Inició su carrera profesional en Estados Unidos en 1964, en el Madison Square Garden. En 1965, obtuvo el título argentino de pesos pesados en un enfrentamiento ante Gregorio Peralta. “Tenía ventaja porque Peralta era físicamente más chico que él; ganó bien, pero con un Peralta que no estaba físicamente a su altura”, analiza el histórico periodista de boxeo argentino Carlos Irusta.

Su pelea más recordada es frente a Muhammad Ali en el Madison Square Garden el 7 de diciembre de 1970. “Con Muhammad Ali hizo una muy buena pelea más allá de que ya había perdido claramente antes del nocaut técnico”, agrega Irusta. Ese día se disputó la corona mundial y la televisión nacional se paralizó para ver el hecho histórico a pesar de la derrota del representante argentino.

 “Con el periodismo se llevaba bien, jamás decía que no a una nota y siempre tenía una ocurrencia y una frase diferente para decir. Era muy amigo de los fotógrafos porque le gustaban las fotos excéntricas”, explica Irusta. Además, Ringo participó de distintos programas de televisión, películas, una temporada del teatro de revistas y se animó a cantar el hit de Palito Ortega, Pío Pio Pa.

Ringuito cuenta que de su papá solo vio dos peleas: “Una era de exhibición en Lobos, peleó con cuatro boxeadores distintos, nos reímos y la pasamos bárbaro. Después lo vi pelear en la última que hizo en el Luna Park con Raúl Gorosito. Ese día la pasé muy mal porque me daba cuenta que era una pelea de verdad. Me hizo llorar y estaba con miedo”.

Su último enfrentamiento oficial fue con Billy Joiner, pero ya fuera del país. De esta manera, en su carrera cosechó 58 peleas ganadas (44 por knock out), nueve derrotas y un empate. “Mi papá sabía que iba a ganar siempre todas las peleas, él nunca se subió a ningún ring pensando que podía llegar a perder. Era un tipo ganador que iba para adelante”, recuerda.

El 22 de mayo de 1976 fue asesinado de un disparo por un guardaespaldas del burdel y casino Mustang Ranch, en Nevada. Ringuito tenía 7 años, pero no se olvida de ese día: “Estaba en la calle jugando a la pelota, y había un sereno que estaba escuchando la radio y dicen ´Mataron a Bonavena´ y yo pensaba que era imposible, pero cuando la veo a mi mamá que viene llorando me di cuenta que algo había pasado con mi papá”, relata.

 

El cuerpo de Bonavena fue velado en el estadio Luna Park, donde fue despedido por unas 150.000 personas, y luego fue sepultado en el cementerio porteño de la Chacarita.   “Ahora lo recuerdo siempre con alegría, pero en un momento fue triste. Fue un duelo que se hizo bastante largo, pero pude asimilarlo. Antes solía hacerse una misa en el aniversario de su muerte, pero ahora me quedo con el recuerdo del corazón y con anécdotas de gente que lo conoció y me las viene a compartir”, rememora Natalio, dueño de un restaurante junto a su hermana Adriana

“Patio Funes -así se llama el local- surge en la idea de dos amigos en época de pandemia, queríamos abrir un bar de vinos en Parque Patricios. Cuando vine a conocerlo era un lugar que estaba destruido, pero el alma del lugar era magnífico, hermoso”, dice y reconoce que entre sus platos hay algunos secretos: “Los ravioles son los de Doña Dominga, es la receta de mi abuela”.

 

Del barrio de Parque Patricios

Oscar Bonavena era hincha fanático del Club Atlético Huracán y para el club de Parque Patricios es considerado un ídolo. Así lo demuestra el recuerdo latente de sus hinchas, la tribuna popular local del estadio Tomás Adolfo Ducó que lleva su nombre y su imponente estatua que reposa sentado y con el torso denudo en la platea, recreando la histórica foto que le sacaron con Muhammad Alí.

“Somos del barrio de la Quema, somos del barrio de Ringo Bonavena”, dice la canción que entonan en la popular. Es que el boxeador no se olvidó nunca de su querido Parque Patricios y los vecinos tampoco de él.

El pasado 11 de mayo la Legislatura aprobó el proyecto de ley por el cual la estación de subte de la Línea H –hasta ahora“Hospitales”-, también llevará el nombre del ídolo popular. La iniciativa fue impulsada por los vecinos del barrio, socios, hinchas y comisión directiva de Huracán, familiares de Ringo y actores políticos: Logramos presentarlo en la Legislatura con el acompañamiento de los legisladores Javier Andrade, Maia Daer y el apoyo de la bancada del Frente de Todos”, reconoce el presidente de la Comuna 4 Ignacio Álvarez.

 “Fue importante lo de la estación de subte, porque en el último tiempo hubo muchos cambios en el barrio a nivel estructural, se instalaron muchas empresas y nunca se contempló en todo eso nuestra identidad. Ahora toda esa gente que transite el barrio va a tener que bajarse en la estación Ringo Bonavena y por lo menos van a tener presente a uno de los ídolos del barrio, nos pone contentos y creemos que es una forma de saldar una deuda”, reflexionó el referente del centro barrial y cultural La Bonavena,  Leandro Moreno que acompañó el proyecto en representación de los vecinos e hinchas de Huracán.

Por su parte, el diputado Javier Andrade explicó que el proyecto es una forma de que Ringo permanezca en el barrio y resaltó la importancia de construir identidad a partir de esto: “Siempre estamos en esa búsqueda de la identidad barrial porque es una fibra que nos da la posibilidad de generar lazos. Es una manera de rescatar no solo cosas del presente, sino del pasado, es algo que nos constituye y esa identidad es colectiva y trasciende lo personal”.

Maia Daer, a su vez, señaló que “tiene que ver con lo que sienten los vecinos con el club. Parque Patricios fue nombrado en un montón de lugares del mundo por el solo hecho que tenía un boxeador que iba vendiendo su lugar de origen. Eso te daba una identidad y genera que al día de hoy todo el mundo que transite el barrio entienda que Ringo es Parque Patricios y no puede separarse esa parte histórica”.

Por último, anticipó que, cuando sea  la inauguración oficial del nuevo nombre de la estación, van  a hacer “una muestra que visibilice esto como un show que tenga que ver con Bonavena y la cultura del barrio”.

Campeones hasta las lágrimas

Campeones hasta las lágrimas

La Selección vivió una histórica jornada de festejo donde las calles se tiñeron otra vez de celeste y blanco. El triunfo ante Panamá 2 a 0 pasó a ser anecdótico. Las horas previas y posteriores fueron pura argentinidad al palo.

A tres meses de salir campeones en la Copa del Mundo, los jugadores del plantel argentino volvieron a sus tierras para honrar el gran triunfo. Las calles se tiñeron de celeste y blanco abrazadas a los cánticos famosos que se escucharon durante todo el Mundial. Las familias se congregaron en las puertas del estadio Más Monumental para esperar la llegada de los ídolos y disfrutar el increíble partido que los reencontró con su pueblo.

“Ser campeones del mundo es una experiencia que me da ganas de llorar”, afirmó Genaro, un niño de 10 años que esperaba ansiosamente la apertura de las puertas sobre la Av. Guillermo Udaondo y Tte. Gral. Pablo Ricchieri. Los corazones de miles de chicos se movilizaron al verse campeones a tan temprana edad y experimentaron una alegría renovada con los amistosos que organizó la selección con Panamá y Curazao. Como era de esperar,  querían ver a Messi pateando la pelota y haciendo uno o varios goles.

Pasadas las 20, la mirada sobre el mejor jugador según los pomposos Premios The Best le sumó un poco de ritmo de hinchada. Una vez más “Muchachos” sonó previo al partido. Messi no fue el único preferido de los pibes: el “Dibu” Martínez rompió en llanto mientras la tribuna y el resto del plantel cantaron orgullosamente las estrofas del Himno Nacional. Cada uno de los jugadores se encontraba acompañado de sus hijos, algunos en brazos y otros de la mano. 

Con el calor del estadio cerca de 80.000 fanáticos acompañaron la emoción del plantel. “Para conseguir las entradas nos pusimos en la fila virtual. Conseguimos el número 13.541”, sonrió alegremente Claudia de 54, luego de recordar que no jugó el número en la quiniela. Aunque prometió en cumplir esa saga cavalera muy argentina, siguiendo la tradición de apostar por números que pueden considerarse de la suerte. Su familia es de Venado Tuerto y la pasión por el fútbol y su país los trajo a Buenos Aires el martes 21 de marzo para retirar las entradas en persona. Algo ofuscada con la falta de implementación del código QR, aseguró : “Estamos a 320 kilómetros, se podía hacer y valía la pena”.

La Selección mueve los corazones y a las personas mismas, que no tuvieron inconvenientes en hacerlo todo para ver al plantel que volvió campeón. “Es un momento único, no se va a volver a repetir con estos jugadores”, concluyó Claudia antes de ingresar al encuentro. 

Entre cánticos, murgas y abrazos, familias, amigos y parejas atravesaron una ciudad revolucionada con el crepúsculo al amanecer en una película de la que fueron protagonistas.  Infaltables, las camisetas con tres estrellas vistieron las calles. Esas camisetas tocaron cornetas, aplaudieron, y portaron como estandarte réplicas de la Copa que se transformaron en realidad.

En las puertas del Estadio River Plate no faltaron  quienes buscaban entradas con el precio de la gloria. “Estamos esperando a ver si pasa un milagro”, aseguraron unos jóvenes vestidos con grandes turbantes y túnicas negras, simulando la memorable premiación y entrega de la Copa Mundial de la FIFA. 

No faltó el lado oscuro de la reventa. Al comienzo del partido, la picardía de los estafadores de almas causó grandes disgustos. No pocos hinchas se quedaron con entradas falsificadas en las puertas de la ilusión.

Una vez pasadas las vallas de seguridad, el barrio respiró calma, por supuesto antes de la tormenta, con los colores de la bandera. Las calles estaban cerradas y los vecinos miraban desde los balcones el gran operativo con un movimiento popular que desbordó uno de los barrios más opulentos. “Desde ayer pusieron las vallas, pero recién hoy cortaron”, confirmó Mónica de 73 años, una habitante del Barrio Parque General Belgrano. Con cara de resignación, afirmó que los vecinos siempre saben que hay cortes cuando hay partidos. “No sabemos las calles, pero sabemos que es así”, concluyó. 

Si bien en esa suerte de santuario todo parecía tranquilidad mientras caía la tarde, poco a poco un murmullo desde dentro de la cancha adelantó la celebración. Las pruebas de sonido habían comenzado y un coro de práctica que gritaba “gol” coronaba el ambiente.

El plantel llegó en combis bajo un protocolo secreto. La Policía de la Ciudad de Buenos Aires, la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el escuadrón antibombas, el personal de SAME y bomberos compartieron la responsabilidad de prevenir incidentes en el exterior. Por su parte, la empresa TECH Security  se ocupó de los accesos internos.

Genaro, el niño que aparece al comienzo de esta historia le aseguró a ANCCOM: “Ser campeones del mundo es una experiencia que me da ganas de llorar”, como todo un estadio ampliado a un país, que al cierre del partido guardó esas lágrimas doradas. Esas que sólo pueden verse en el reflejo de la Copa.

 

Messi, la alegría tercermundista

Messi, la alegría tercermundista

Se publicó “La Tercera”, un libro que cuenta la historia de cómo la Argentina y Messi ganaron la Copa del Mundo en Qatar. Con la Selección de regreso al país para festejar junto a su público, Alejandro Wall –autor del texto junto a Gastón Edul- explica detalles sobre el proceso de producción y su experiencia en ese país.

Tras vencer a Francia en los penales y obtener la presea que más deseaban Lionel Messi y sus compañeros, todos los argentinos salen a festejar en las calles. Mientras ocurre esto, ya en la madrugada de Qatar, el periodista de Tiempo Argentino y Fox Sports Alejandro Wall recibe la propuesta de Editorial Planeta: escribir un libro sobre la obtención de la nueva estrella. Así nació La Tercera.

Una vez aceptada la idea, empieza a organizar las piezas y convoca al periodista de TyC Gastón Edul, para unir sus distintas miradas en diseñar en tiempo récord una crónica que posee todos los condimentos y que incluye un poster con la Scaloneta levantando la copa. Wall cuenta detalles sobre este best seller y reflexiona sobre sus coberturas en Qatar.

¿Qué sensación te genera la repercusión que está teniendo el libro?

Muy linda, es como una especie de continuidad en la que hay muchas ganas de revivir lo que fue ese mes increíble, que la celebración y que la alegría no se terminen. Después, por supuesto, está la cuestión del objeto permanente, querer tener el libro y el póster. Me gusta mucho la masividad con la que se está leyendo y en particular lo que pasa con los más chicos. Veo que todo el tiempo nos llegan imágenes de chicos y de chicas leyéndolo, en algunos casos padres que nos cuentan que sus hijos no habían leído nunca, pero se engancharon con esto. Eso es hermoso, es una puerta abierta para otras lecturas.

¿Han recibido alguna devolución de los miembros de la Selección?

Todavía no, esperemos que les llegue pronto. Gastón (Edul) estuvo con los premios The Best y aún está de gira, ahí le llegará a algún jugador. Ojalá que lo puedan leer y les guste, ellos son los verdaderos protagonistas de todo. El libro llegará en un tiempo a Europa, donde están la mayoría de los jugadores. A partir de ahí veremos qué pasa.

En el libro destacan que Gastón tuvo una mirada “desde adentro” por estar en el campo de juego y en contacto permanente con los jugadores. ¿Qué implica tu mirada “desde afuera”?

Te permite obtener una panorámica de lo que estás viendo. Uno para acercarse a una historia también a veces tiene que alejarse, ver lo que pasa alrededor. Este fue mi tercer mundial y tuve la suerte en cada uno de poder contarlo moviéndome con mucha libertad: no estar tan atado a los entrenamientos o las conferencias de prensa, sino poder hacer mucha más calle, ir a otros partidos que me interesan y ver otras selecciones.

¿Cómo se trabajaron ambas miradas durante el proceso de producción?

Con Gastón teníamos en ese punto una situación en la que no era uno solo el que se tenía que alejar y acercar, sino que éramos los dos que estábamos en ese lugar y tratando de intercambiar todo el tiempo ideas. Hicimos un texto que era común, con lo cual unificamos las dos voces. Me acuerdo que las primeras cosas que escribimos nos plantéabamos eso: “¿Qué pasaba dentro de la cancha? ¿Y en el palco de prensa? ¿Y en Argentina?”. O sea, ir recolectando esos distintos lugares.

En los primeros capítulos cuentan que no fue el mundial de Europa ni de la cerveza, sino del Islam, y que Messi logró una “unidad tercermundista”. ¿Qué significa?

Es una idea de lo que pasó en Qatar. Europa estaba casi en pie de guerra contra ese país: sus selecciones fueron bajo protesta de algunas circunstancias y con muchos menos hinchas de los que suelen haber en otros mundiales. Si un equipo europeo jugaba contra uno de otra parte del mundo, en general eran menos los hinchas europeos que los que había en otros lados. Luego lo que empezó a pasar es que estaban los inmigrantes, los trabajadores, los que vivían en Qatar y también los que estaban en otras partes del mundo emocionados con Messi, construyendo como una especie de hinchada por fuera de los argentinos. La alegría excedió a los miles de argentinos que estaban en Qatar, o de los millones que estaban en la Argentina, y se creó un vínculo.

¿En qué sentido?

Visité un barrio en Doha, la zona industrial. No era ni de acceso ni de cercanía del turismo, estaba como por fuera de las luces de Doha. Apenas entrabas, eras un extraño en el lugar, sin embargo si decías que eras argentino, inmediatamente formabas parte de todo eso. Era muy emocionante, porque en ese barrio había posters de Messi, fotos de Maradona y camisetas argentinas por todos lados. En el centro comercial de Asian Town, un pibe me regaló un llavero de Bangladesh. Ahí te dabas cuenta que más allá de estar en partes del mundo tan disímiles culturalmente, había una conexión de pueblos que fueron en su momento colonizados y que tienen distintas historias. Por eso hablo del Tercer Mundo: con distintos asuntos en común se sienten unidos y creo que Messi lo consiguió.

En el prólogo, Ezequiel Fernández Moores señala que a la hora de escribir evitás una “mirada occidental”. Considerando eso, ¿Qatar era un lugar para temer?

No creo que las cosas sean tan blanco o negro. Al principio, recuerdo haber leído a gente decir que este mundial no podía hacerse en Qatar por distintas cuestiones. Lo que yo pienso es que si en casi poco más de tres años vamos a ir a Estados Unidos, Canadá y México, ¿vamos a ponerles la lupa como se la ponemos a Qatar? Entonces, discutimos la política internacional de Estados Unidos, sus guerras, la situación de la inmigración y de la clase trabajadora. Hay mucha hipocresía en esa mirada en la que “no, Qatar no”. Hay países que tienen sus contradicciones y muchísimas cuestiones, sus gobiernos y sus políticas ni hablar. En el caso de Qatar, me parece que quedaron expuestas algunas situaciones como la situación de los derechos humanos y sus leyes laborales. No llevar adelante una mirada occidental sobre eso, más allá de que uno la tiene porque forma parte de otra cultura distinta y sin hacer un relativismo cultural respecto de lo que pasa con la mujer y la comunidad LGBT, me parecía todo un desafío. Muchos te decían: “No vas a poder ir a ver a trabajadores” y nosotros estuvimos con el propio Ezequiel allí en el barrio de los trabajadores, hemos podido hablar con ellos. Había policías en el lugar, pero nadie nos sacó ni nos molestó para trabajar.

Pudiste trabajar tranquilamente…

En ese momento había tenido una entrevista incluso con un medio europeo que me preguntaban si me había sentido censurado en algún momento. La verdad que no sentí eso, aunque eso no significa que no haya censura para otros medios. También hay censura en países de Europa y en Estados Unidos. Igual aclaro que, también lo he contado en algunas crónicas desde allá, me parecía que por momentos Doha era una ciudad llena de vallas. Yo estaba realmente incómodo, era una ciudad muy hostil para ser peatón.

En un capítulo cuentan el FIFA Gate y los cuestionamientos a Qatar. ¿Por qué se les dedica un capítulo y qué relación tienen con la obtención de “la tercera”?

No sé si hay un vínculo, intentamos contar un contexto. No por nada, de hecho, la Selección, después de ganar la final, tuvo que salir en un micro descapotable pasando por las calles de Doha y la puerta del palacio real del Emir y Messi tuvo que vestirse con un bisht para levantar la copa. O sea, el contexto era este: vimos a la Argentina ganando en este lugar, eso lo hace interesante.

¿Cuál es la importancia del oficio del periodista deportivo en los mundiales?

Hay distintos roles que pueden tener los colegas. Con Gastón diseñamos el libro precisamente desde lugares distintos. El trabajo de él durante el mundial fue reconocido y elogiado de manera muy justa, además porque ha hecho una cobertura de la Selección Argentina con mucha precisión y trabajo, siendo muy equilibrado. En mi caso, me interesan los mundiales desde lo futbolístico, pero me interesa también poder escribir sus contextos políticos y sociales, que es un costado y es una mirada. Después están los colegas que comentan partidos y que también hacen llegar a la gente su mirada. No es fácil cubrir un mundial. No es sencillo llegar a cubrirlo obviamente, y después hacerlo cotidianamente es muy desgastante, es un trabajo de todos los días durante un mes. De hecho pensé que iba a ser imposible hacer el libro porque ya no daba más, pero evidentemente siempre tenemos un plus para dar y creo que el empujón y lo fresco de haber venido y habernos puesto a trabajar enseguida hizo que pudiéramos escribirlo.

«Japonesa, japonesa»

«Japonesa, japonesa»

Ichika Egashira se incorporó a Excursionistas y se convirtió en la primera nipona en llegar al fútbol argentino. ¿Qué diferencias percibe entre su país natal y el que la recibió?

El 2023 empezó de manera intensa para Excursionistas. El conjunto del Bajo Belgrano firmó un convenio con la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF) para que sus jugadoras puedan realizar una carrera universitaria a la par de la futbolística. Días después , las redes del club anunciaron el desembarco de Ichika Egashira, la primera jugadora japonesa en arribar al fútbol argentino femenino.

Su llegada generó tantas expectativas que tuvieron que armar una presentación con conferencia de prensa y su primer entrenamiento a puertas abiertas para el público. 

Casi un mes después, Ichika intenta aprender español para comunicarse mejor con sus compañeras. Entrena todos los días de 12 a 14 en el estadio de Excursio. Mientras camina normalmente hacia la calle La Pampa junto a Fernando Moya, preparador físico y entrenador que vivió varios años en Japón y gestó su llegada, se cruzan con una gran cantidad de hinchas con bombos y camisetas del equipo. Mientras se dispone a practicar, varios micros se preparan para salir desde la cancha y alentar al plantel masculino de Excursionistas quien debe enfrentar a Gimnasia de La Plata por Copa Argentina.

Ante un ruido estremecedor de fondo, sale con la pilcha de entrenamiento del vestuario. Nació para las cámaras, sonríe ante cada gesto de sus compañeras que la invitan a posar con un mate, luego con una pelota y todo lo que esté a mano. La hacen sentir cómoda, el idioma del fútbol es universal. Un poco ansiosa por su debut oficial, parece exigirse un poco más, lo que la obliga a entrenar diferenciado por unos días. Pedro Lacal, su entrenador, le da unas indicaciones a Moya para que se las pase a Ichika. Mientras sus pares se distribuyen en el césped , a ella le toca el gimnasio. 

Tiene tan solo 20 años por lo que mudarse al otro lado del mundo no fue una decisión fácil. Con respecto a la reacción de sus padres, Ichika le comenta a ANCCOM: “Sabían que quería jugar en el extranjero pero no se imaginaron que tan lejos. Se preguntaron por qué no me fui a Europa. Yo lo tenía decidido, no les di chance a que se negaran”. 

El fútbol femenino comenzó a tener mucho más preponderancia en varios países potencia hace muy poco. En Japón, la WE League, primera división y de carácter profesional, tuvo su primera edición en 2021. Para jugar a la pelota, Ichika vivía rodeada de chicos. “Hasta la secundaria superior jugaba en equipos de varones. Los contrarios se sorprendían con que hubiera una chica. Si me hacían una falta decían: ´Pero sos chica ¿Que haces jugando acá?´”, sostiene Egashira. 

Muy parecido a Tokio, la extensión de Buenos Aires hace que las personas no se conozcan mucho entre sí.  Egashira vivió toda su vida en Kansai, Shiga, un lugar perfecto para evitar el ruido constante, ubicado entre Kioto y Tokio, donde abundan castillos, templos y la naturaleza. “Vivía en medio de la montaña, en un pueblo alejado de la ciudad. Es una comunidad muy unida. Todos los adultos cuidan a los niños. Esa creo que es la gran diferencia con un lugar como Tokio, donde es tan grande que nadie se conoce con nadie. Las personas de mi lugar son mucho más efusivas”, afirma Ichika. 

La jugadora japonesa se permite conocer Buenos Aires como turista y hasta como youtuber. Rápidamente observa lo caótica que puede ser. Fuera de su departamento en Parque Chas para evitar el ruido constante está su nueva familia, sus compañeras en Excursionistas, que le dan cariño como si estuviera junto a sus padres.

No le hizo falta mucho tiempo en el país para notar varias diferencias que se dan entre las mujeres japonesas y argentinas. “Acá son muy efusivas, abiertas y directas en el trato. En Japón, al ser chica no podías gritar o expresarte de esa manera. Me acuerdo que en el colegio, una profesora decía que era una señorita y que tenía que comportarme más adecuadamente. Me intentaban marcar una especie de camino. Me siento mucho más cómoda aquí con la naturalidad con la que pueden manejarse”, subraya Egashira.

Entre otros detalles, destaca que puede vestirse como quiere que nadie la va a juzgar. Así como se podía observar en el mundial a los japoneses limpiando los estadios con una disciplina notable, no logra entender como los baños públicos no son como los de su país. 

A la par de su personalidad detallista, Ichika dice: “En Argentina uno tiene que pensar todo el tiempo cómo rebuscarse para las cosas cotidianas, en Japón tenes casi todo al alcance de la mano, no necesitas pensar o renegar con todo. La forma de vida de los argentinos siento que me va a hacer crecer mucho”. 

Excursionistas forma parte de la primera división del fútbol femenino argentino. De 20 equipos, paradójicamente, sólo dos son dirigidos por mujeres. Ichika llegó en un momento donde la semilla va creciendo día a día. En 2019, AFA anunció la semi profesionalización de la primera división, donde en cada plantel deben existir por lo menos doce contratos para las jugadoras. Los sueldos son equivalentes a jugadores masculinos de la primera C, por lo que muchas chicas tienen otro trabajo. Varios clubes tradicionales comenzaron a darle entidad a las mujeres e incluso muchos de ellos tendrán inferiores. Algo que debería ser normal llegó mejor tarde que nunca. Aun así, se necesita mucho más para una completa profesionalización. 

Su debut con la hinchada se fue posponiendo pero ella ya piensa en su futuro, su sueño está organizado. Con su esfuerzo espera convertirse en referente para otras chicas japonesas que quieran jugar al fútbol y viajar al extranjero. “Quiero estar en Argentina tres o cuatro años y después jugar en Barcelona, como Messi. Quiero ser una jugadora top en Europa, ese es mi sueño” sostiene la número 28 de Excursionistas. 

Teniendo en cuenta el entusiasmo y su talento mostrado, no va a ser una sorpresa si en algunos meses consigue hablar un perfecto español y en unos años se ponga la azulgrana tal como lo hizo el astro rosarino. Ichika Egashira puede convertirse en el lazo perfecto entre la perseverancia argentina y la organización japonesa. Es cuestión de tiempo escuchar que coreen su nombre en el bajo Belgrano.