Un festival que resiste

Un festival que resiste

Con proyecciones gratuitas y diversidad de voces, vuelve el Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos, una herramienta para pensar el presente y transformar la realidad. Estrenos exclusivos y más de 50 películas para ver.

Identidad, la ópera prima de Florencia Santucho.

Bajo el lema “Abriendo fronteras”, comienza una nueva edición del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos (FICDH). El encuentro, que se llevará a cabo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre el 11 y el 18 de junio, vuelve a posicionarse como una plataforma para la exhibición de filmes con perspectiva crítica y compromiso social. “No sólo proyectamos películas, también proponemos actividades atravesadas por otras artes, el activismo y la academia”, sostiene Maximiliano Rottjer, productor ejecutivo del evento.

Organizado en secciones temáticas como Miradas de Género, Pueblos Originarios, Migrantes, Infancia y Juventud, Panorama y Salud, el festival incluye cortos, medios y largometrajes de ficción, documental y experimental. Las sedes elegidas para la 21° edición son el Centro Cultural San Martín, la Alianza Francesa de Buenos Aires, FADU-UBA (Ciudad Universitaria) y el Teatro Empire. Además de las proyecciones en salas tradicionales, habrá funciones especiales en espacios emblemáticos de la Ciudad como el Centro Cultural 25 de Mayo, el Cine Gaumont -en el marco de Cine Club Núcleo-, la Fundación Rosa Luxemburgo y el Museo de los Inmigrantes (MUNTREF).

Creado en 1997 por el Instituto Multimedia de Derechos Humanos (IMD), el proyecto cultural apuesta por un cine que funcione como un vehículo para la reflexión colectiva y la construcción de futuros posibles. En esta edición, el foco estará puesto en las fronteras materiales y simbólicas que nos atraviesan como humanidad, más allá de los límites geográficos. “Hoy el concepto de frontera no solo tiene que ver con la migración, también puede pensarse desde los cuerpos, el color de piel o el género”, afirma Rottjer.

Programación comprometida

La película elegida para inaugurar el festival es No Other Land, un retrato íntimo y poético sobre los desplazamientos forzados en Cisjordania. Codirigida por Basel Adra, Hamdan Ballal, Yuval Abraham y Rachel Szor, la obra fue distinguida como Mejor Documental en los últimos Premios Oscar y surgió de una coproducción entre Palestina y Noruega. “Tenerla en la apertura no es poca cosa: implica una gran negociación, el pago de derechos y, sobre todo, una decisión clara sobre qué tipo de cine creemos que hoy puede atraer al público a las salas”, señala Rottjer.

La programación, compuesta por 56 títulos, es el resultado de una curaduría rigurosa realizada por un equipo de más de 15 personas. El proceso de selección partió de más de mil postulaciones internacionales y dio como resultado una muestra representativa de 37 países, con obras que promueven la pluriculturalidad y el respeto por la diversidad. “El contenido que proponemos es muy enriquecedor porque permite conocer la visión que tienen del mundo en distintos lugares”, asegura el productor.

Una de las novedades que reafirma el compromiso del festival con la equidad de género y la diversidad en el cine, es que la mitad de las obras seleccionadas están dirigidas por mujeres. “Creemos que, para que las cosas cambien, tenemos que hacerlas nosotros y no esperar a los demás”, sostiene. Entre estas producciones se destacan Una casa, un documental de Agustina Moras que reconstruye el paso de cuatro mujeres en un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar; y La Cárcova, de Ludmila López Pérez, una pieza que muestra cómo una biblioteca popular de José León Suárez se convierte en un pilar de identidad y cultura.

También sobresale el estreno del documental Identidad, la ópera prima de Florencia Santucho, que narra la historia de su hermano Daniel, quien fue apropiado y pudo reconstruir su historia gracias al trabajo incansable de las Abuelas de Plaza de Mayo. La pieza, que cuenta con la codirección del corresponsal de guerra Rodrigo Vázquez Salessi, no sólo explora la búsqueda del nieto 133 sino también el entramado de adopciones ilegales y el plan sistemático de desaparición de personas llevado adelante en Argentina entre 1976 y 1983. La proyección será el domingo 15 a las 20 en el Centro Cultural San Martín.

Una casa, un documental de Agustina Moras.

Actividades especiales

Con el objetivo de fomentar el intercambio y la reflexión colectiva, cada proyección contará con la participación de directores y referentes vinculados a las distintas temáticas. “Poder hablar con quien hizo la película es el otro lugar tan enriquecedor que ofrece este festival, eso no pasa en Cinépolis o en el cine comercial”, destaca el productor. Al igual que en ediciones anteriores, el FICDH contará con invitados internacionales. En colaboración con la Embajada de España y el Centro Cultural de España en Buenos Aires, participará la activista Lucía Hellín Nistal; mientras que, junto al Instituto Italiano de Cultura, estará presente la cineasta italiana Claudia Brignone.

El festival además ofrecerá una serie de actividades paralelas que promueven la reflexión sobre los desafíos del presente desde una perspectiva de construcción común. Entre las propuestas se destaca Activar la memoria, proyectar lo común, un conversatorio que tendrá lugar tras la proyección de Trans Memoria (Suecia, 2024) y Nada menos que la igualdad, un corto documental realizado por Fundación Huésped. La propuesta invita a reconstruir colectivamente los procesos de organización y metodologías sociales de transformación en torno a los derechos de las identidades trans y las diversidades sexuales. “Hace ya un tiempo que en Argentina se percibe como una necesidad urgente visibilizar cómo se está violentando a la diversidad, y en particular al colectivo trans”, señala.

El FICDH contará con tres Competencias Oficiales: Largometrajes Internacionales, Corto y Mediometrajes Internacionales, y Documentales Latinoamericanos. También, se hará entrega del Premio RAFMA «Edgardo ‘Pipo’ Bechara el Khoury» (Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales), y una mención elegida por el voto del público.

 Celebración colectiva

Sostener un festival de esta magnitud en el contexto actual no es fácil. Con la falta de convocatorias nacionales, dificultades en la financiación y aumentos de los costos, los organizadores se enfrentaron a un escenario complejo. “En esta edición la creatividad en la búsqueda de fondos fue clave, ya que tuvimos que buscar empresas que nos patrocinen, algo que en otro momento no era necesario”, explica Rottjer.

Sin embargo, una de las decisiones más firmes del equipo fue mantener la gratuidad de todas las funciones, con excepción de dos proyecciones en el Cine Empire, cuyas entradas tienen un valor simbólico de $3000 para poder apoyarlo tras haber estado cerrado por mucho tiempo. En ese esfuerzo por pagar para ver una película, los espectadores también contribuyen al sostenimiento de un teatro histórico del circuito alternativo. “Estar presentes en estos espacios es un acto político, de resistencia y de transformación”, asegura.

Durante ocho días, el público podrá acceder a una programación diversa que trasciende lo cinematográfico y se proyecta como una plataforma de diálogo, pensamiento crítico y acción colectiva. “Buscamos que el público vuelva a enamorarse de un cine que tiene otros lenguajes y un fuerte compromiso social”, concluye.

La programación completa del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos se puede ver en: www.ficdh.imd.org.ar

 

Denuncian torturas contra las hermanas Villalba, detenidas en Paraguay

Denuncian torturas contra las hermanas Villalba, detenidas en Paraguay

Integrantes de la Campaña Internacional en Solidaridad con la Familia Villalba realizaron una radio abierta frente a la embajada paraguaya. Exigieron que cesen los tormentos a Carmen y Laura, la aparición de Lichita y reclamaron justicia por los asesinatos de las niñas Lilian y María.

Organizaciones sociales y por los derechos humanos se reunieron frente a la embajada paraguaya en Buenos Aires para denunciar la situación de las presas políticas en el país vecino. Las hermanas Carmen y Laura Villalba y su compañera Francisca Andino se encuentran en el penal de Minga Guazú y, de acuerdo a la denuncia de los manifestantes, están siendo víctimas de abusos desde el mes de octubre. Además, se cumplieron 54 meses de la desaparición forzada de Carmen Elizabeth “Lichita”, hija y sobrina de las Villalba, y continúa el reclamo por el doble infanticidio de Lilian Mariana y María Carmen en 2020.

“Las condiciones de aislamiento absoluto que transcurren en pequeñas celdas desde su traslado a ese penal el 12 de octubre de 2024, la pérdida del derecho al estudio y al trabajo, la falta de comida adecuada, de agua potable suficiente, las abusivas requisas diarias, las dificultades o la imposibilidad de recibir visitas, vuelven su vida cotidiana una tremenda tortura”, detalla la carta dirigida a la embajadora de Paraguay en Argentina, Helena Felip Salazar, y firmada por los cientos de activistas y organizaciones que integran la Campaña Internacional. La misma fue leída al comienzo de la jornada por María José Cano, directora de Derechos Humanos de la CTA Autónoma, y luego entregada al personal de la embajada, que la recibió a través de una abertura entre los chapones con los que la policía valló el edificio.

A principios de este mes, las Villalba recibieron una sanción por “resistirse” a las requisas de los días 2 y 3 de mayo. Según relata la carta, durante esas requisas las mujeres fueron esposadas, encapuchadas y manoseadas en sus genitales. Luego de este hecho, su situación se agravó: se les prohibió recibir visitas, restringieron la comunicación con su defensa y se limitó aún más su acceso a comida y agua. “Le solicitamos que de manera urgente transmita nuestra denuncia a los responsables del funcionamiento del sistema penitenciario paraguayo, porque debe sancionarse al personal que maltrata a las detenidas física y psicológicamente”, continúa.

La radio debió realizarse sobre la calle, ya que las fuerzas de seguridad bloquearon la vereda. “Nos tienen miedo. Yo le diría a la embajadora que no nos tenga miedo, que más bien le tenga miedo a su conciencia y a la pertenencia a un gobierno infanticida”, señaló el padre Rodolfo Viano, una de las últimas personas que pudo visitar a las detenidas en Paraguay. En su intervención ante el micrófono, expresó la preocupación de Laura por la salud mental de sus compañeras en el penal y destacó la fuerza de Andino, que insiste en que no deben dejar de luchar. Viano remarcó que los padecimientos de las tres mujeres son los mismos que sufren las otras diez presas con las que comparten pabellón.

Elsa Oshiro, integrante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), también visitó a las mujeres en Minga Guazú y dio más detalles sobre las pobres condiciones a las que están siendo sometidas. “Carmen me dijo que ella piensa que están siendo parte de un experimento. Como dice la carta: ver hasta dónde pueden resistir. Están tratando de quebrarlas. Hace un mes que no sabemos nada de ellas, están aisladas completamente”, contó. En febrero de 2025, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de Paraguay emitió un informe en el que indica los daños irreversibles que puede provocar el aislamiento solitario pasado un periodo de 15 días. Carmen, Laura y Francisca ya llevan un mes.

 

Años sin paz

La situación actual de las Villalba se inscribe en un historial de persecución política más amplio, que inició por la participación de la familia en la lucha campesina en Paraguay y la asociación de algunos de sus miembros con el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), grupo insurgente de ese país. El 2 de septiembre de 2020, las Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC) del gobierno del entonces presidente Mario Abdó Benítez irrumpieron en el campamento del EPP en el que se encontraban Laura, su hija y sus sobrinas, que habían viajado a Paraguay a conocer a sus padres. En el operativo fueron capturadas y luego asesinadas las niñas Lilian Mariana y María Carmen, de 11 años. Las demás escaparon a la selva, donde el 30 de noviembre vieron a Carmen Elizabeth, hija de Carmen apodada “Lichita”, por última vez. Laura salió en su búsqueda y se encontró con un retén militar, luego fue detenida e imputada por “violación del deber cuidado, educación y violencia familiar y terrorismo”. Hoy está cumpliendo una condena de 31 años junto a su hermana Carmen, quien había completado su castigo en 2021, pero continúa privada de su libertad.

Este “ensañamiento”, como lo llamaron algunos de los oradores, también traspasa la frontera. En octubre de 2024, el gobierno de Javier Milei le quitó el estatus de refugiados a los miembros de la familia que residían en distintas partes del AMBA, lo que los obligó a abandonar el país e instalarse en Venezuela, donde ahora intentan reconstruir su vida. En abril del mismo año, habían allanado sus hogares y detenido a Rosa, Tania y Myriam, hermana de las Villalba y madre de Lilian, una de las niñas asesinadas por el Estado paraguayo.

Un nuevo Plan Cóndor

En conversación con ANCCOM, Hermes Grance, integrante del Partido Comunista paraguayo en Argentina, habló sobre la existencia de un proyecto de persecución política no solo en Paraguay, sino en toda la región. “En Paraguay hay una estigmatización, una criminalización total de los que luchan. A la familia Villalba la han perseguido políticamente y, actualmente, con el gobierno que tenemos en la Argentina, tenemos seria preocupación de que esa persecución se agrave y se extienda a los que estamos militando en esta campaña”, señaló.

“Esto que está sucediendo en Paraguay no es casual. Es un nuevo Plan Cóndor que vuelve a unir a las derechas latinoamericanas en un plan sistemático de represión, tortura y exterminio”, afirmó María Elena Naddeo, referente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Además, tanto Naddeo como Juliana Cabrera del Partido Obrero hicieron énfasis en la arremetida de la gestión de Milei contra las políticas de memoria, la salud y la educación pública, los jubilados y los migrantes.

El pasado jueves 29 el Poder Ejecutivo nacional publicó un decreto que modifica el régimen migratorio. Con la nueva normativa, se establecen controles más estrictos para el ingreso al país, para obtener la nacionalización y se limita el acceso a las prestaciones de salud y educación pública superior. “No es solo contra la colectividad paraguaya, no es solo el Estado paraguayo. Hay una unificación, un proyecto contra nuestros pueblos. Tenemos que decirlo y elevar nuestras voces”, dijo Grance sobre el DNU.

Celia González, miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Villa 21-24, donde viven muchas comunidades de migrantes, elevó su voz directamente hacia la embajada. “Los embajadores pónganse las pilas, que acá están sus compueblanos sufriendo con nosotros la injusticia de todos ustedes”, clamó contra las vallas.

También participaron de la radio abierta la periodista Claudio Korol, quien se encargó de coordinar la actividad, la exderenida-desaparecida Mabel Careaga -hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo—, Eduardo Soares de la Gremial de Abogados y Abogadas, Claudio Medina, secretario de DDHH del gremio docente Ademys, y Brian Carlson, artista estadounidense, que pintó a las hermanas Villalba y a Francisca Andino.

A la espera de una respuesta al nuevo pedido de visita para el miércoles 4 de junio, los presentes cantaron por las mujeres detenidas. “¡Libertad! ¡Libertad, a las presas por luchar!”. El viernes toda la región se hizo eco de esa demanda, con actividades en los consulados de Paraguay en Montevideo, Uruguay, y Foz de Iguazú, Brasil. La Campaña Internacional en solidaridad con la familia Villalba mantiene viva la esperanza que sus propias compañeras presas les transmiten, así como el grito de justicia por las niñas asesinadas y la aparición con vida de Lichita.

La estación de los pañuelos

La estación de los pañuelos

A un año del fallecimiento de Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, diferentes organizaciones sociales conformaron la Comisión por la Estación Nora Cortiñas, que busca renombrar la parada Castelar del Ferrocarril Sarmiento. Este viernes realizaron un festival con música, fotografías y relatos para recordar a la luchadora por los derechos humanos.

Agrupaciones políticas, por los derechos humanos, estudiantiles y barriales de la ciudad de Castelar conformaron este año la comisión que busca ponerle a la estación de tren que pasa por allí el nombre de Nora Cortiñas, madre del desaparecido Gustavo Cortiñas e incansable activista contra las violaciones a los derechos humanos de la dictadura y de la democracia. “La convocatoria original surge de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Morón, que nos invitó. Muchas organizaciones y militantes de la Zona Oeste respondimos y comenzamos, desde una dinámica muy democrática y transversal, a pensar este proyecto”, repasa Margarita Pinto, miembro de la Comisión y militante del colectivo Memoria Militante. El 26 de abril pasado la Comisión realizó su primera actividad, una caminata por la memoria en las calles de Castelar pasando por sitios importantes en la vida de Nora y Gustavo. La movilización partió de la esquina de la casa de Cortiñas, pasó por la Biblioteca Paulo Freire donde hay un mural realizado en su honor y concluyó en la estación de tren,  donde se descubrió una placa en memoria del militante desaparecido. “Nosotros queremos que la estación sea un lugar de memoria, ponemos el nombre de Norita como faro, porque ella además no sólo suscribió a la lucha por la desaparición de su hijo, sino que fue mucho más que eso. Es una forma de continuar su legado”, afirma Pinto. 

La activista de Memoria Militante también considera que este tipo de intervenciones se vuelven más urgentes en el panorama actual. “En este contexto de apologistas de la última dictadura militar, nosotros redoblamos la apuesta y militamos por que la lucha de Memoria Verdad y Justicia no se apague”, sostiene. El proyecto de la Comisión se piensa a largo plazo, realizando múltiples actividades e intervenciones. “ Somos conscientes de que las luchas se consiguen a través del territorio y por eso sabemos que esto es algo a largo plazo. Creemos que la ciudadanía tiene que tomar esto como propio para poder legitimarlo a través de la necesidad y que sea algo que permanezca a través del tiempo”, afirma Pinto. 

Norita, como le decían, estaba en todos lados, no había conflicto que esquivara y se hacía presente casi siempre acompañada por Karina Díaz, amiga de Cortiñas, fotógrafa y trabajadora del Subte. “Es una idea maravillosa, porque es una forma de que no se olvide que queremos saber qué pasó, dónde están los nietos que todavía no recuperaron su identidad. Creo que funciona como un conjunto, ver ese nombre, lo que significa ese nombre, pensar quién era esa madre, y en esa madre todas las madres y todos los hijos”, plantea. 

El viernes 30, a un año del fallecimiento de Cortiñas, la Comisión organizó la actividad “Norita eterna: Sembrando Memoria sembramos lucha” en Los Incas y Timbúes, saliendo del túnel de la estación Castelar del lado norte. El evento contó con música, relatos, fotografías y la convocatoria a distintos sectores: “Quisimos generar un diálogo entre las fotografías de Norita y los diferentes compañeros militantes que ella acompañó en sus luchas”, explica Pinto. El evento tuvo la presencia de Margarita Noia, hija de la Madre de Plaza de Mayo Pepa Noia, que relató su caminar junto a Nora en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia. Se convocó a niñeces y adolescencias para visibilizar el repudio al proyecto de baja de edad de imputabilidad y a la Comisión por Palestina, una lucha que Cortiñas también acompañó. “No quisimos perder esa impronta de Nora por la cual la llamábamos la Madre de todas las luchas. Quisimos que el evento sea un ejercicio de memoria, no un encuentro para llorarla sino para tener presente que a pesar de su partida física está viva”, propone Pinto. Y reflexiona: “Eso también es lo que hacemos cuando hablamos de los desaparecidos, hacemos memoria de la vida. Pedimos justicia, pedimos saber qué pasó con ellos, pero también representamos su militancia, su lucha”. 

 

La Madre de todas las luchas 

Al momento de su desaparición Gustavo Cortiñas tenía 24 años, estudiaba Ciencias Económicas en la UBA y militaba en la Juventud Peronista Universitaria. El 15 de abril de 1977, en la misma estación Castelar cuyo nombre ahora se pretende modificar, Cortiñas fue detenido, secuestrado y desaparecido. La vida de Nora, que tenía 47 años, se dedicaba a su hogar y a dar clases de alta costura, se transformó radicalmente a partir de ese profundo dolor. “Se ha dicho que Nora era una madre común, que estaba en su casa, que se ocupaba de las labores hogareñas, digamos, y que la desaparición de Gustavo la transformó en una luchadora. Pero yo creo que, al final, también fue una madre común, no una madre como cualquier otra, sino que Nora fue una madre común a todos nosotros”, reflexiona Gonzalo Moyano Balbis, amigo de Cortiñas, parte del Encuentro Memoria Verdad y Justicia y militante del Encuentro Militante Cachito Fukman. 

Nora comenzó su lucha para saber qué habían hecho con su hijo y en el camino se convirtió en la madre de todas las luchas. “Nora aprendió de Gustavo de un modo muy profundo lo que es la solidaridad”, afirma Moyano Balbis, y recuerda una anécdota que la propia Cortiñas contaba recordando a su hijo, en la cual ella, al ver que Gustavo estaba dedicándose intensamente a la lucha social y que había situaciones de cierto riesgo, le pidió que al ir a las movilizaciones se cuide, “que no se ponga tan adelante”. Su hijo le respondió que no podía cuidarse a sí mismo en pos de dejar en riesgo a otros, porque si él no estaba adelante, lo estarían otros, otros que eran hijos de otras madres. “La necesidad de solidaridad Nora la daba un poco por explicada con esa anécdota y esto es lo que transformó su lucha, entender esa cuestión de que no era sólo su hijo, que su hijo era parte de una lucha enorme, mundial, porque por eso ella recorrió el mundo”, explica Moyano. Y recuerda: “Nora estuvo con las madres kurdas, con mujeres en Japón que habían sido sometidas a la prostitución por miembros del Ejército durante la guerra, con los zapatistas en México, contra el genocidio en Gaza. Una cosa es plantear la cuestión de la necesidad de una lucha integral y otra es vivirlo como lo vivía Nora”. 

Díaz reflexiona sobre el año transcurrido desde su muerte. “Cada vez que alguien me ve en alguna marcha lo primero que me dicen es cómo se la extraña a Nora y a su vez, quienes formamos parte de su grupo de confianza hoy en día nos planteamos lo difícil que hubiera sido cada miércoles con este Gobierno”, plantea la fotógrafa en referencia a las sucesivas represiones que los jubilados, reporteros y civiles que se solidarizan sufren cada miércoles en el Congreso por parte de la Gendarmería. “Hubiera sido muy difícil para nosotros decirle que tal vez no podía ir, porque esta gente no tiene reparo por nada. Hace dos semanas atacaron de forma criminal a curas tercermundistas, amigos de Norita. No tienen límite y tampoco lo hubieran tenido con ella, pero sabemos que Norita hubiera querido estar cada miércoles ahí”, apunta.

Legado eterno

A un año de su ausencia física, Norita continúa presente en cada movilización, en cada marcha y en cada enseñanza que dejó a quienes militan por una realidad más justa. Díaz, afirma que “el acompañar al que más lo necesita, acompañar los juicios y las causas justas”, es parte de las enseñanzas que Cortiñas dejó con su ejemplo. “Creo que parte de su legado es seguir nombrando a los 30.000 detenidos desaparecidos, seguir pidiendo por la restitución de los nietos que faltan recuperar su identidad y exigir que se abran los archivos del 74 al 83. Esa lucha es parte de lo que nos deja y hay que seguirla”, sostiene. “A veces la gente tiene miedo, pero el miedo paraliza. Hay que seguir luchando y ocupando las calles”, propone.

Para Gerardo Szalkowicz, amigo de Cortiñas y autor de Norita, la Madre de todas las batallas, ella “fue un ser extraordinario, no sólo como referente política sino como persona. Su inmensa humanidad, su ternura, su sensibilidad, su defensa de la alegría como una trinchera era admirable”, recuerda. “Creo que tenemos que tener siempre presente como enseñanza su compromiso ético, su consecuencia entre el decir y el hacer, su pedagogía del ejemplo y su poner el cuerpo. Poner el cuerpo y no bajar los brazos, ese fue un mensaje que siempre nos dió  y que en estas épocas  de tanto escepticismo, tanta apatía, tanta desesperanza hay que tener presente”, afirma el autor. 

Por su parte, Moyano Balbis afirma que “este año sin Nora es imposible pensarlo sin tristeza y sin pensar que es una pérdida enorme, pero a la vez se afirma la necesidad de continuar con su ejemplo y su lucha, que era algo que nos pedía que prometiéramos cada jueves”, recuerda Moyano. A su criterio, el legado de Cortiñas “es la comprensión de la lucha unitaria, de que la lucha está en todos lados y que nos debe abarcar a todos, junto con la forma en que Nora lo llevó adelante, es central y debemos sostenerla en este momento con mucha más fuerza que nunca”. 

Más motosierra a la memoria

Más motosierra a la memoria

Referentes, directivos y trabajadores de instituciones vinculadas a los derechos humanos detallan los avances del deterioro en las políticas de memoria , verdad, justicia y derechos humanos y anuncian la marcha de este viernes en el Espacio para la Memoria (ex ESMA)

«Los derechos humanos no se degradan por decreto», sostuvo la Junta Interna de ATE en el Ministerio de Justicia. Ante los avances del gobierno contra la Secretaría de Derechos Humanos, organismos de derechos humanos y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llamaron a convocarse este viernes 30 de mayo a las 17 horas en una actividad en el espacio de memoria que funciona en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

En los últimos días, Milei puso al Museo Sitio ESMA, patrimonio de la humanidad, y al Archivo Nacional de la Memoria como «unidades» del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos». También le quitó autonomía y autarquía al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

Mañana por la tarde se caminará al interior del predio, Avenida del Libertador 8151, para repudiar la decisión del Gobierno de Javier Milei de degradar la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría.

Guillermo Rodolfo Fernando Pérez Roisinblit es uno de los tantos nietos restituidos gracias a la labor de Abuelas de Plaza de Mayo. Nació durante el cautiverio de su madre, Patricia Julia Roisinblit, en la ESMA, y hace algunos años es Miembro de la Comisión Directiva de Abuelas. Sobre la decisión gubernamental, dice: “No son cuestiones que tengan que ver con lo presupuestario. Desde un primer momento, desde el Debate Presidencial, supimos la postura que se tenía sobre el tema. Si analizamos las medidas que han estado tomando, vemos que la manera de pensar de este gobierno no es negacionista sino reivindicatoria: recortan un montón de políticas de Estado tendientes a garantizar la memoria, la verdad y la justicia; desconocen las medidas internacionales, pero premian a los genocidas que estaba detenidos en Ezeiza, los asesinos más feroces que tiene la historia más reciente de nuestro país, trasladándolos a Campo de Mayo”, enumera.

“No son coincidencias, delimitan lo que mostraron en la candidatura. Estamos teniendo un retroceso de más de 30 años. Con esto se derriban todos los consensos democráticos, y lo que hoy defendemos es algo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO”, agrega el nieto restituido. Es clave tener presente que el 19 de septiembre de 2023 el organismo que menciona Pérez Roisinblit declaró el Museo Sitio de Memoria ESMA como Patrimonio de la Humanidad a razón de su valor como lugar asociado a la represión y a la violación de derechos humanos durante la dictadura argentina, destacando la importancia de la memoria y la lucha por los mismos.

Por otro lado, el nieto restituido en 2001 advierte: “Estoy convencido de que, en lo que se etiqueta como cuestiones de derechos humanos, Abuelas es el blanco preferido de este gobierno, y un ejemplo de esto es lo que pasa con el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG)”. Si bien, hasta ahora, el organismo había funcionado de forma autónoma y autárquica, hoy se enfrenta a la “motosierra” de Javier Milei.

Visita de Marie Claire King, genetista quien inventó el índice de abuelidad, al BNDG en 2022.  

El genetista, investigador y activista Víctor Penchaszadeh fue uno de los creadores del primer índice de abuelidad que permitió identificar a hijos de desaparecidos. En 1987, por ley N° 23.511, Abuelas de Plaza de Mayo impulsó la creación del BNDG con el objetivo de obtener y almacenar información genética que permitiera identificar a los hijos de desaparecidos. “El Presidente y el Jefe de Gabinete han firmado un decreto suprimiendo el cargo de director administrativo del Banco Nacional de Datos Genéticos”, cuenta Penchaszadeh. “Eso implica que todas sus finanzas, hasta ahora manejadas por el propio Banco, van a pasar a ser manipuladas por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, dirigido por Federico Sturzenegger. Hay una gran incertidumbre por parte del personal del Banco, que cuenta con 30 o 40 empleados, y cuya directora tiene vencido el nombramiento hace dos semanas; está técnicamente acéfalo. Es un destrato al BNDG y a todo su personal, que trabaja para algo tan fundamental como es el derecho a la identidad”.

Sin embargo, como lo mencionó Pérez Roisinblit, esto no pareciera ser casual: “Todas las instituciones que tienen que ver con derechos humanos están siendo ninguneadas, como el Archivo Nacional de Memoria, la Comisión Nacional por el derecho a la Identidad o el propio Museo Sitio de la Memoria. Niegan que hubo terrorismo de Estado, niegan los más de 30.000 desaparecidos, niegan todo. Entonces, les molesta que haya entidades que se ocupen de los derechos humanos y de la memoria del terrorismo de Estado. Están tratando de desactivarlas, y legalmente no va a ser fácil. Se olvidaron de que existe el derecho a la identidad”, detalló Guillermo.

La actual Directora Ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA, Mayki Gorosito, puso al tanto de la situación a ANCCOM: “La actualización más reciente es el decreto presidencial del 22 de mayo, donde se desjerarquiza absolutamente a la institución. Justamente en la semana donde cumplimos 10 años de ser una institución pública que trabaja por la memoria, la verdad y la justicia. Estamos a la espera de las definiciones sobre la nueva estructura, pero eso es un punto en el camino de todas las afectaciones que hemos tenido durante este último año, vinculadas a despidos y a la casi nula ejecución presupuestaria respecto de las necesidades y demandas del Museo Sitio para su ejemplar funcionamiento y cumplimiento de las responsabilidades del Estado argentino ante la justicia. (Responsabilidad) Por nuestra condición de prueba judicial y ante los organismos de integración subregional como el Mercosur, que somos parte de la lista de patrimonio cultural, y ante la UNESCO, por ser parte de la lista de patrimonio mundial”.

Mayki Gorosito, Rosita Soffiantini y Guillermo Pérez Roisinblit en el 10° Aniversario del Museo Sitio de Memoria ESMA.

Si hay algo en lo que coinciden todos los organismos que hace meses vienen sufriendo las medidas del actual gobierno, es en la falta absoluta de comunicación. “De su parte, no están circulando información ni comunicándose mediante ningún tipo de diálogo hacia el Museo”, confirma Gorosito, cuyo puesto de trabajo está en juego. “Nos enteramos del proyecto de decreto y estuvimos atentos a cuándo salía publicado en el Boletín Oficial. Son reestructuraciones que, por supuesto, no tienen en consideración las características y necesidades del Museo, que se encuentra funcionando de forma habitual con lo que nos quedó de los equipos, entre los cinco despidos y las doce renuncias que se presentaron en función de la rebaja salarial, a un promedio del 50 por ciento”.

Paula Donadío, delegada de ATE, también adelantó a la Agencia las próximas medidas de fuerza y dio detalles sobre la movilización de mañana miércoles: “Hay muchísimos organismos que acompañarán a ATE, entre ellos, familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas, asociaciones, sindicatos… Todos pensamos que esto es algo mucho más grande que la sola degradación de la Secretaría: es la falta de una política con respecto a la protección y defensa de derechos humanos que tiene este gobierno. Se evidencia con la situación actual del Garrahan, en su momento la del Bonaparte, todos los miércoles con la represión de jubilados, y más. Buscamos que estén todos representados. Además, pensamos la caminata a modo de unir dos áreas que son de las más golpeadas por estos últimos cambios: el Archivo Nacional de la Memoria y la ex ESMA. La principal preocupación que tenemos es que todo ese achique conlleva a más despidos. Con esta iniciativa buscamos hacer hincapié en que no queremos volver hacia atrás sobre lo construido”.

Un encuentro con el diablo

Un encuentro con el diablo

En una nueva audiencia que investiga los crímenes de lesa humanidad en la Mansión Seré, Norberto Urso, sobreviviente de ese centro clandestino de la dictadura, relató su reunión con el imputado Julio César Leston en 2009. Otro testigo mencionó la complicidad empresarial con los represores.

“Nos encontramos en Morón. Le pregunté por temas sobre los que él ya había declarado y otras cosas que yo ya conocía”, dijo Norberto Pedro Urso, sobreviviente del centro clandestino ubicado en la antigua casona de la quinta Mansión Seré, en relación a su reunión con uno de los imputados: Julio César Leston. Urso fue el primer testigo en declarar en la nueva audiencia por la megacausa Mansión Seré IV y RIBA II de este martes 27 de mayo.

Mientras Urso trabajó en la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, tuvo acceso al testimonio de Leston en la causa Roisinblit. “Noté que tenía intenciones de hablar porque luego de su primera declaración decidió ampliar su testimonio. Por eso en 2009, lo contacté”, explicó el autor del libro Mansión Seré, un vuelo hacia el horror. “Encontré su número en la guía telefónica, me contacté con la abogada Julieta Paradela, que hizo de intermediaria y logró una cita en su estudio jurídico”. Se reunieron solo una vez, porque Leston nunca asistió a un segundo encuentro.

El testigo sentado en un pequeño escritorio frente a la jueza María Claudia Morgese informó que tenía allí mismo diez páginas de transcripción de su puño y letra de la conversación. Explicó que dicho material nunca fue incorporado de manera completa a ninguna causa judicial anterior por su miedo de incurrir en falso testimonio al citar, sin tener como constatar, lo que le relató Leston: “En otros tramos de la causa de Mansión Seré no di cuenta de la conversación porque Leston no estaba imputado”. El tribunal determinará la pertinencia de la incorporación del material aportado.“Leston me comentó que había una comunidad operativa y que a su cargo estaba el Comodoro [Julio César] Santuccione, y luego en orden de jerarquía estaban los oficiales [Mario] Rulli, Basilio, [Juan Carlos] Herrera y Acosta. Sobre Herrera, exteniente de la 1° Base Aérea del Palomar, Leston le había dicho que “estaba permanentemente en Seré y era violador”. En aquella conversación, Leston también se había referido a José Juan Zyska, excabo 1° de la Brigada del Palomar, como alguien que “periódicamente iba a RIBA” y sobre Juan Carlos Vázquez Sarmiento como “una mala persona”.

Sobre otras informaciones referidas por el actual imputado, el sobreviviente recordó: “Me contó sobre una casa operativa en Paso del Rey, a 150 metros de la ruta sobre la lateral del Río Reconquista, que fue apropiada a un desaparecido y a donde llevaban el botín robado de menor valor. Lo más valioso iba a la caja fuerte de RIBA. También que cuando alguien fallecía mientras era interrogado y torturado, en muchos casos, eran inhumados dentro del predio. De motus propio me habló de Zoraida Martín, sobre quien había recibido la orden de vigilar, y lo hizo durante un tiempo largo”. Esta información fue confirmada por Urso con Zoraida personalmente, hecho que en este juicio fue relatado por su hermana, Adriana Martín, en audiencias pasadas. El testigo también dijo que Leston se refirió a Víctor Carranza como alguien que “estaba en RIBA y participaba siempre de los allanamientos. Era un hombre petiso, morocho y morrudo”, imagen que coincidía con su recuerdo del hombre que participó en el momento de su secuestro el 23 de noviembre de 1977. Aquella persona que “apuntaba con una escopeta recortada a mi mamá mientras que Daniel Scali y Mario Rulli me interrogaban por algunos nombres. Me preguntaron por ‘el Tano’, a quien dije no conocer y me pusieron la pistola en la cabeza. Rulli trajo a Jorge ‘el Tanito’ Infantino, a quien yo sí conocía del Centro de Estudiantes del Colegio Secundario N° 13. Me pusieron un pullover en el rostro y me subieron a una camioneta”, relató el sobreviviente, agregando que por la forma en que fue atado pudo ver “que la calle estaba cortada, en un operativo de 20 o 25 personas. A mi casa entraron unas 15, que dieron vuelta todo”. Durante el viaje dieron muchas vueltas para finalmente llegar a la casa de Claudio Tamburrini. “De esto me enteré después. Él había ido al mismo colegio que yo pero no éramos muy conocidos en ese momento. Un par de autos se quedaron esperando a Tamburrini y a mí me llevaron directamente a la mansión”.

Sobre su estadía en el centro clandestino, Urso rememoró la violencia física y psicológica que vivió personalmente y de las que fue testigo, y la convivencia con otros detenidos como Tamburrini y Saverio Chinquemani. Identificó momentos donde pudo reconocer la presencia de la Fuerza Aérea en el lugar y cuando oyó por la radio “Palomar – Atila. Palomar – Atila”, imitó el sobreviviente. “El 14 de diciembre de 1977 dijeron que me iban a liberar. Me hicieron bañar y afeitar mientras desde la puerta un señor me apuntaba con un arma y me decía ‘con esta te mato esta noche’. En el almuerzo les deje la comida a mis compañeros, porque ya no la necesitaba: me liberaban o me mataban. Finalmente, me subieron a una camioneta con dos chicas que estaban en la habitación de enfrente, desde la que escuchábamos gritos cuando eran violadas, y un hombre mayor que nunca pude saber quién era. En Lugano las bajaron a ellas y a mí me sacaron la venda y las esposas. Llegando a General Paz y Rivadavia, me bajaron con la orden de que contara hasta 100 sin mirar hacia atrás porque sino me mataban”, finalizó su declaración.

El abogado que en esta audiencia representó a la querella de la Asociación Civil, Moreno por la Memoria, Sergio Gómez, en diálogo con ANCCOM, explicó: “Sería importante que se incorpore a la causa como nueva prueba la transcripción de la conversación entre Leston y Urso porque contiene afirmaciones autoincriminatorias del imputado, además de dar cuenta del procedimiento de vigilancia y persecución posterior para garantizar impunidad. La información involucra al resto de los imputados y podría comprometer de manera más directa a Leston”.

En relación a la puesta en duda por la Defensa sobre la veracidad de la información presentada por Norberto Urso, el abogado agregó: “No deja de ser un aporte de un testigo en el marco de su declaración testimonial bajo juramento de decir verdad, lo que ya de por sí tiene su propio valor como prueba. Seguramente, la defensa del imputado intentará descartarla o desbaratarla en su valor probatorio, como todo el resto de la prueba producida hasta ahora, pero serán los jueces quienes determinarán el grado de importancia de la pieza para la dilucidación de la verdad”.

Las Tres Marías

A continuación, Elba Rodriguez prestó declaración como testigo de contexto por haber sido Directora del Centro Educativo Secundario N °49 (CENS) del cual fueron secuestrados dos profesores que dictaban clases de matemáticas e historia respectivamente: Alejandro Miceli y Aldo Ameigeiras, quienes declararon en las primeras audiencias del juicio. Rodríguez detalló situaciones en las que los militares hacían investigación sobre alumnos y profesores cuando el Centro aún funcionaba en la Escuela Primaria N° 4. Relató que solían aparecer las camionetas de la Fuerza Aérea conocidas como Las Tres Marías: “Se presentaban en Dirección y comenzaban a recorrer las aulas, revisaban los papeles y preguntaban nombres”, sostuvo y agregó que en una oportunidad recibió una citación redactada por la Comisaría de Moreno para presentarse en la 8° Brigada Aérea Mariano Moreno. Allí debió llevar una lista de los profesores y de los objetivos de la escuela. “Preparé esas dos listas y me presenté sola en la Brigada. En la entrada mostré la citación y me atendió un capitán. Debí volver en una segunda oportunidad, donde me atendió el mayor López -el jefe de Inteligencia-. Más que averiguar algo nuevo, estaba haciendo una exposición de lo que ellos ya sabían sobre la escuela”. Desde la misma Brigada recibió la orden de reunir a alumnos y profesores. “Nos dieron una charla para explicar qué era lo que ellos estaban haciendo, cuál era su misión: la vigilancia, cuidar el orden, discurso contra la subversión y la guerrilla”, rememoró.

Luego de sus visitas a la Brigada, cuando el CENS se había mudado al colegio San José de la parroquia de Moreno a cargo del sacerdote José “Pepe” Piguillem, “algunos miembros de las fuerzas se inscribieron en la escuela. Durante un tiempo, sospeché de uno de ellos porque me pareció raro que en el aula quisiera sacar fotos de las clases, del profesor y los alumnos. Luego de eso, fueron secuestrados Ameigeiras y Micieli”, relató la exdirectora.

«Los aeronáuticos se reunían una vez por semana con los jefes de personal de empresas de la zona, y los jefes les decían a qué empleados querían que desaparecieran”, describió Milstein.

“A usted lo quieren ver embalsamado en plomo”

Por último declaró el sobreviviente Rubén Wladimir Milstein, quien fue secuestrado por su actividad sindical el 24 de marzo de 1977 a las 11 de la mañana de la fábrica CIDEC (Compañía Industrial del Cuero) donde era mecánico de mantenimiento. El jefe de personal y el gerente de recursos humanos habían presentado una falsa denuncia que fue la excusa para su detención. “Estuve 35 días en un cuartito que solo se entraba sentado y creo haber comido dos veces. Me secuestró la Fuerza Aérea y me llevaron a Mansión Seré” y afirmó que reconoció a los aeronáuticos por el escudo de la fuerza en las camionetas de característico color azulado. Sobre aquel conflicto salarial explicó que “por el plan económico de Martínez de Hoz habíamos perdido la mitad del poder adquisitivo. Encabezamos una lucha y salimos ganadores. Pero a algunos jefes no les gustó y quisieron poner otra vez ‘las cosas en su lugar’. Se dieron despidos, mi secuestro y el de otro joven”, declaró el sobreviviente que en ese entonces era militante del Partido Comunista. Milstein miraba constantemente hacia el lado de los abogados defensores y los imputados presentes en la sala de audiencias: “No solo se robaron todo de las casas en que secuestraban. Tuvieron que matar a miles, hacían fuego y quemaban los cuerpos solo por pensar distinto y querer un país mejor”. También, relató dos conversaciones que tuvo con Santuccione, comodoro de la Fuerza Aérea: una antes de su secuestro para hablar sobre el tipo de reclamo que llevaban a cabo, y otra luego de haber sido detenido. En esa ocasión, el comodoro le confirmó que los aeronáuticos “se reunían una vez por semana con los jefes de personal de empresas de la zona, y los jefes les decían a qué empleados querían que desaparecieran”, y agregó que el vicecomodoro Alejandro Lazo le dijo “a usted lo quieren ver embalsamado en plomo y tirado en una zanja por pedir aumento de sueldo”.

Milstein fue liberado el 27 de abril de 1977, en la Avenida Pedro Diaz, desde donde se tomó un colectivo hacia la fábrica. “Un compañero me llevó a la casa de mi suegros donde estaba mi esposa”. Se tuvieron que mudar siete veces ese año y en su nuevo trabajo duro solo 15 días porque lo volvieron a buscar pero no lo encontraron: “No me arriesgue a que me encuentren porque sabía lo que me iba a pasar. Tuvimos que buscar otro lugar para irnos a vivir. Mi esposa no quería irse al exterior porque somos argentinos, nos queríamos quedar, aportar para que nuestro país cambiara. Y eso fue lo que hicimos”, finalizó su declaración.

 

***

La próxima audiencia quedó programada para el 10 de junio al mediodía ya que los martes el Tribunal 5° de San Martín estará abocado a la causa de Campo de Mayo, acortando el tiempo para las audiencias de este proceso judicial.

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“Qué importante que renazca Sudeste, en este Espacio”

“Qué importante que renazca Sudeste, en este Espacio”

Luis Ziembrowski, protagonista de la película basada en la primera novela de Haroldo Conti, participó de su proyección en la ex-ESMA a 100 años del nacimiento del escritor.También estuvieron el director Sergio Bellotti, y Ernesto, el hijo del autor desaparecido por la última dictadura.

Sobre la Avenida Libertador, a la altura 8151, las barreras son difíciles de atravesar, pero vale la pena recordar con memoria aquel horror, resistir desde el dolor y la conciencia colectiva, para evitar la repetición.

Al ingresar al Espacio Memoria de la ex ESMA, la posibilidad de perderse entre sus calles es grande. Aún con el atardecer, una tenue luz azul ilumina el cielo y las calles parecen angostarse. Las sombras de los árboles se reflejan en el cemento. Uno se pregunta: ¿Cuál es la dirección correcta?

—Por la derecha, camine unos ciento cincuenta metros y ahí vas a ver la Casa de la Identidad —explica con amabilidad el trabajador de protección del espacio.

Al recorrer los ciento cincuenta metros un gran edificio de ladrillos –llamativos–, se impone. Casa por la Identidad. Abuelas de Plaza de Mayo, se alcanza a leer en un cartel. Al ingresar, dos pasillos alargados se abren hacia diferentes direcciones. Al fondo, a la derecha, se encuentra el microcine.

Luces apagadas y silencio en la sala. La proyección comienza a sumergir a todos en otra época y ambiente. El tiempo transcurre más lento, —como si el río estuviera quieto— los colores de las bifurcaciones del Delta resaltan en verdes y amarronados. La tranquilidad de la vegetación y los sonidos de la fauna se perciben con lentitud.

Sudeste es una película basada en la primera novela de Haroldo Pedro Conti, escritor, periodista y docente argentino, secuestrado y desaparecido durante la última dictadura militar, el 5 de mayo de 1976. Conti describió y plasmó la geografía del Delta argentino en su literatura: La naturaleza y el río como protagonistas; el hombre como excusa. La naturaleza avanza, y el hombre va detrás.

El ritmo de la película invita a vivir el tiempo del río, esperando —con quietud— el momento de la acción. A cien años del nacimiento de Conti, la sensación de rescatar el tiempo y la memoria a través de la proyección de Sudeste en el ciclo “Cine por la identidad” es de gran importancia en un momento marcado por el negacionismo y la política destructiva sobre la cultura del gobierno actual.

Entre el público del ciclo pudo verse -además de a Ernesto Conti, hijo del escritor y Luis Ziembrowski, protagonista del film, invitados a participar de una charla posterior- a Élida Gonzáles, la única mujer en el film -compañera de Ziembrowski por entonces- y su hijas; al director de arte, Federico Mayol, entre otros familiares y protagonistas de esa reunión entre cine y literatura. El debate fue moderado por Manuel Barrientos. Ante la pregunta del periodista sobre el significado de la reunión, Ziembrowski rompe el hielo: «Qué importante que renazca ‘Sudeste’ en este espacio, en esta nave insignia de las Abuelas, rescatando la memoria».

Durante el debate se abordaron puntos clave sobre la película: sus motivos, su estilo de filmación y el contexto en el que se produjo. Sergio Bellotti, el director, explicó cómo Sudeste fue filmada en un momento de crisis, cerca del estallido social de 2001, con escasos recursos y mucha entrega. De manera anecdótica, Ziembrowski recordó cómo durante el rodaje seguían las noticias de las manifestaciones en Plaza de Mayo a través de un pequeño televisor «Creímos que eran imágenes del 89, hasta que finalmente nos dimos cuenta de lo que estaba pasando”, y agregó: «El 20 de diciembre terminamos la película, yo volví con la lancha al puerto del Tigre, llegué a mi casa, me bañé y de ahí a Plaza de Mayo. Era todo muy trascendente, también haber abrazado la primera novela de Haroldo Conti», recordó dejando entrever la tensión de una Argentina que intentaba sostenerse en medio del caos.

En el debate, también se remarcó el gran trabajo colectivo que hubo por detrás de la película, no solo en su filmación, sino en la recuperación del material. Manifestaron su agradecimiento hacia instituciones como el INCA y el ENERC, por ayudarlos a reconstruir y revivir la película. La dificultad para conseguir una buena copia del film original se enlaza con la adversidad en la que fue filmada, este detalle marca aún más el espíritu de la película. “Muchas personas se movilizaron para conseguirla. Se produce un fenómeno colectivo que es la maravilla que tiene cualquier proyecto”, resalta Ziembrowski.

La mística en las imágenes y el tiempo de narración de la película se potencian con la actuación de Javier Locatelli, protagonista isleño que interpretó a “El boga”, un adolescente que nació y vivió toda su vida dentro de la atmósfera del río, a espaldas del continente. Al momento de iniciar el rodaje Locatelli solo había pisado Buenos Aires dos veces en su vida. Su actuación fue clave para seguir nutriendo la ambientación y estilo de vida especial que tiene la isla. Barrientos repone que los propios isleños sentían que estaban haciendo la novela de Haroldo, “Sudeste es la gran novela del Delta”, resaltó.

Bellotti supo capturar a la perfección aquella naturaleza humana que lo inspiró, la recreó con gran honestidad y locura artística, cualidad especial del director que todos los presentes recuerdan con nostalgia.»Hay un mito que dice que Bellotti tiró el guion al río antes de filmarla», expresa Barrientos con picardía, a lo que responde: “Yo no lo vi, pero podría ser cierto”.

La función del ciclo Cine por la Identidad fue más que una proyección: Fue un acto de resistencia cultural, un espacio donde la memoria de Haroldo Conti y su legado se entrelazaron con el presente. Frente al avance del negacionismo y las dañinas políticas del gobierno actual hacia la memoria, el cine y la cultura se mantienen como trinchera. Ernesto Conti, hijo del escritor desaparecido, agradeció el homenaje: “Para nosotros como familia esta es una doble reivindicación. Pone en valor la obra de mi viejo. Es la manera de mantenerlo vivo, reconstruirlo en este caso a través de la película”.

La próxima función de Cine por la Identidad se llevará a cabo el 26 de junio, una nueva oportunidad para seguir construyendo y reflexionando sobre la identidad argentina a través del cine como un vehículo de memoria colectiva.