«Cuando bajamos de la camioneta esperamos el tiro»

«Cuando bajamos de la camioneta esperamos el tiro»

Con el testimonio de Silvia Amar, se reiniciaron las audiencias por la megacausa Mansión Seré IV y RIBA II que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires. La declaración complicó al imputado José Juan Zyska.

“Cuando bajamos de la camioneta esperamos el tiro. Nos dijeron ‘no miren para atrás y caminen’. Ahí fue el gran miedo: nos agarramos de la mano con mi compañera, empezamos a caminar despacio y dije ‘acá nos matan’. Cuando sentimos que la camioneta se alejaba empezamos a correr”, expresó Silvia Beatriz Amar, única testigo de la jornada, en la sesión testimonial de este martes 10 con la que se reanudó el proceso judicial de la megacausa Mansión Seré IV y RIBA II. Luego de un periodo feria judicial el proceso iniciado en agosto del año pasado avanza en la búsqueda por verdad y justicia en un contexto adverso para los Derechos Humanos.

El día de su secuestro, Amar llegó al comercio donde trabajaba con su compañero: una casa de copias en La Plata. Allí los encontró a él y a un cliente con las manos en alto contra la pared. A la fuerza, la ubicaron en la misma posición. Mientras un hombre vestido de civil la interrogaba, otros inspeccionaron el local buscando objetos de valor. A la pareja la subieron a una camioneta: “Fue un viaje eterno en el que fue violada una de mis compañeras por la persona que nos custodiaba atrás”, sostuvo Amar en torno al traslado desde su lugar de secuestro hacia el centro clandestino de detención. “Cuando entramos a la camioneta ya había dos personas, amigos nuestros. El recorrido duró cerca de una hora y media. Pararon a buscar a otro matrimonio y a un estudiante de Abogacía”, relata la víctima, que intentó escapar durante una de estas paradas, pero tras el intento fallido recibió un culatazo en la cabeza: fue así que tomó consciencia de la presencia de armas.

La testigo reconoció similitudes físicas entre el imputado Zyska y el hombre que la interrogó en su lugar de secuestro y que violó a su compañera en el traslado.

Un punto de gran importancia de la declaración ocurrió cuando la testigo reconoció similitudes físicas entre el imputado Zyska y el hombre que la interrogó en su lugar de secuestro y que violó a su compañera en el traslado. El tribunal recurrió a declaraciones previas en las que la Amar, a partir de un conjunto de fotografías, ratificó sus palabras: “Coinciden la cara poseada, el bigote y la tez morena”.
Aunque durante sus días de cautiverio Amar no debió padecer sesiones de torturas, sí fue testigo de los gritos de horror de otros detenidos: “Escuchábamos las voces de compañeros torturados”, subrayó. Recordó simulacros de fusilamientos y ruidos de aviones y trenes que llegaban a la habitación.

La testigo no dejó de destacar las consecuencias psicológicas y físicas que afrontó luego de su liberación. Hizo hincapié en el periodo en que le tocó esperar por su novio, quien siguió en cautiverio por un prolongado tiempo más: “La eterna espera para ver si aparecían nuestros compañeros. Nos decían ‘quedate tranquila que va a aparecer’ pero luego cambiaban a ‘lo vas encontrar en una zanja’. Siempre tuvimos la esperanza de que los íbamos a volver a ver”.

Al finalizar el testimonio, Martha Ibarra, referenta de la Asociación Civil Moreno por la Memoria y querellante de la causa, dialogó con ANCCOM sobre el desarrollo de la megacausa y adelantó que luego de 24 declaraciones quedan aún otras 10. Sostuvo que aunque el juicio estuviera previsto con un desarrollo de dos años son varios los motivos que prolongan la extensión, entre ellos, la alternancia de audiencias cada quince días o la prestación declaratoria de un único testimonio, sumados además entre ellos los testigos de concepto. Puntualizó además que “conocer la modalidad de cada audiencia con pocos días de antelación dificulta la organización y presencia de la juventud en la sala” sector que se siente que debe ser interpelado a concurrir y ser testigo de los avances de las causas.

Por otra parte, en torno al vaciamiento en las áreas destinadas a la defensa, construcción y conservación de Derechos Humanos, vapuleados en el último tiempo por el actual gobierno libertario, Ibarra declaró que “sin trabajadores no hay memoria y es justamente lo que el gobierno nacional está gestando”. Y agregó: “Que los juicios de lesa humanidad continúen aún con este gobierno que reivindica la dictadura y niega los 30.000 marca independencia del Poder Judicial. Pero lo que sí logró el gobierno de Milei es vaciar de trabajadores la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en vez de garantizar con los recursos la continuidad de las políticas públicas de memoria, verdad y justicia. Los Espacios de Memoria -referencia física que otorga mayor sustento a los testimonios de los sobrevivientes, materialidad y prueba de los crímenes allí perpetrados- también están siendo vaciados de trabajadores y recursos”.

De los cinco imputados de la causa, Juan Carlos Herrera, José Juan Zyska, Ernesto Rafael Lynch, Julio Cesar Leston y Juan Carlos Vazquez Sarmiento, este último no estuvo presente lo que dio lugar a que en el inicio de la jornada se realizara un cuarto intermedio para debatir acerca de su inasistencia. Un informe de la unidad penitenciaria de Ezeiza alega un estado de salud deteriorado física y psicológicamente, por lo que la Defensa solicitó la suspensión del juicio para el imputado. El pedido fue denegado por la jueza María Claudia Morgese Martin, aunque reevaluará la situación del imputado en el devenir de las próximas jornadas.

En diálogo con ANCCOM, el abogado también miembro de la Asociación Civil Moreno por la Memoria, Sebastián Taiariol, se refirió al nuevo intento del genocida y apropiador de bebés Vázquez Sarmiento de ser declarado inimputable: “Estimamos que no se encuentra acreditada la indisposición que argumenta su defensa”. Previamente accedieron a las autorizaciones concedidas al imputado durante el año pasado para realizar consultas clínicas y pericias psiquiátricas de las cuales “no surge diagnóstico concluyente sobre la imposibilidad física o psíquica para ser parte de este juicio”.

La siguiente audiencia de la causa se llevará a cabo el 21 de febrero a las 9 horas.

La ONU condenó a Paraguay por el caso Villalba

La ONU condenó a Paraguay por el caso Villalba

Consideró al Estado responsable de la muerte de las dos niñas de once años, a quienes las autoridades intentaron hacer pasar por terroristas.

La Gremial de Abogados y Abogadas y la Campaña Internacional de Solidaridad con la familia Villalba consideró como una victoria el pronunciamiento del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas que condenó al estado de Paraguay por infanticidio. 

El Comité publicó su informe después de realizar la investigación confidencial sobre las mujeres asesinadas Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba, en septiembre del 2020 en Yby Yaú, Departamento de Concepción. Los dos cuerpos fueron enterrados apresuradamente, y las autoridades afirmaron inicialmente que tenían 15 y 18 años.

La justicia paraguaya exigió la exhumación de los cadáveres tres días después, y la autopsia confirmó que se trataba de niñas de 11 años. En la autopsia también se encontraron heridas de bala en la parte delantera y trasera de los cuerpos, pero los forenses no pudieron establecer la distancia a la que se habían disparado las balas porque la ropa de las niñas estaba destrozada.

Asimismo, recibió una denuncia sobre los homicidios en relación a que Paraguay había adoptado medidas para encubrir el incidente.

“Los homicidios de las dos niñas de 11 años constituyeron una grave violación del derecho a la vida, especialmente teniendo en cuenta la participación directa de la Fuerza de Tarea Conjunta del Estado,” afirmó el Comité. Y añadió: “Esta violación se agrava aún más por el hecho de que Paraguay no llevó a cabo una investigación exhaustiva, lo que sugiere una grave negligencia o un encubrimiento intencionado de detalles importantes.”

A partir de entonces, el Comité inició una investigación con arreglo al Artículo 13 del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones y nombró a dos investigadores de entre los miembros de ese organismo. Entrevistaron a 32 personas, incluidos testigos y funcionarios de Paraguay, como el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, el Jefe del Departamento Antisecuestros de la Policía Nacional y jefes de las direcciones de derechos humanos de varios ministerios.

Según el Comité de los Derechos del Niño, Paraguay es responsable de violaciones de derechos humanos graves, en lo que respecta con el asesinato de dos niñas de 11 años durante una operación que organizó la Fuerza de Tarea Conjunta de Paraguay contra el grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo.

“Las pruebas demuestran que el Estado parte no cumplió con su obligación de respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a la vida de las dos niñas,” dijo el Comité.

El Comité le pidió a Paraguay que adoptara las medidas adecuadas para concluir la investigación de la muerte de las dos niñas, incluida la posibilidad de contar con la asistencia de una misión internacional de expertos. También pidió al Estado paraguayo que reforzara la infraestructura de su marco jurídico y normativo en relación con sus agentes del orden.

“Conocemos a los niños desde muy pequeños y siempre los acompañamos y es importante destacar lo sanos que se encuentran, muy fuertes y eso es mérito de las mujeres mayores que sin ocultarles nada, supieron apoyarlos y contenerlos”  concluyó a ANCCOM emocionado y satisfecho por el amplio espectro de organizaciones presentes en la conferencia de prensa que anunció el fallo, el abogado Franquet Gustavo. 

 

Algunos integrantes de la Campaña Internacional exigieron el castigo para los responsables del gobierno paraguayo, acusado de infanticidio, en la conferencia de prensa que tuvo lugar este martes en la CTA Autónoma. También lo hicieron los integrantes de la Gremial de Abogados y Abogadas, entre ellos Gustavo Franquet, quién aludió a la situación difícil y dolorosa por la que atraviesan los más humildes del Paraguay.

Dos de los testimonios más  relevantes fueron el de Salvador Sánchez, abogado paraguayo de Laura Villalba, madre de una de las niñas asesinadas, quien fue condenada a más de 30 años de prisión luego de la desaparición de su otra hija, Lichita. Él y la periodista Claudia Korol denunciaron que las presas políticas Carmen y Laura Villalba y Francisca Andino, están en una cárcel de máxima seguridad, a la que definieron como “la Guantánamo paraguaya”, “donde a las compañeras las sacan encapuchadas cuando reciben visitas del abogado”.

Algunos integrantes de la familia Villalba formaron parte del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) a quienes el gobierno de ese país persigue como terroristas, haciendo extensiva la acusación a otros familiares que no integraban la organización.

A su vez, la abogada Laura Tafettani y Eduardo Soares mostraron que la gran victoria obtenida por la condena de la ONU, tiene que continuar con una campaña de denuncia. 

Otro testimonio emotivo fue el de Miriam Villalba, quién debió huir de Argentina con su familia y varios niños, perseguidas por la complicidad del gobierno de Javier Milei con el de Paraguay. “Ya estamos condenados por tener el apellido Villalba”, contó Miriam. “Vamos a seguir luchando con todas nuestras fuerzas para que el gobierno paraguayo pague por sus crímenes”, agregó.

Actualmente, tal como Miriam explicó, viven en un  difícil contexto, donde más que nada los niños no tienen ningún tipo de estabilidad, pasan sus días con miedo ante la posibilidad de operativos violentos como el que vivieron a finales del año pasado. 

Una marea orgullosa y diversa contra el fascismo

Una marea orgullosa y diversa contra el fascismo

Cientos de miles de personas organizadas, sueltas y autoconvocadas se reunieron en una gran marcha del orgullo antifascista y antirracista que se extendió a lo largo del todo el país y a nivel internacional. La movilización en la Ciudad de Buenos Aires convocó una multitud desde el Congreso a Plaza de Mayo.

“Estamos acá. No vamos a parar de seguir defendiéndonos y acompañándonos, y en el proceso de defendernos, encontrar una afectividad mucho más grande, ampliar nuestra red, ampliar nuestra comunidad, abrazar cada vez más causas y construir una nueva humanidad”, expresa una de las fundadoras de la organización El Teje y coordinadora del taller de infancias travestis trans, no binarias, con discapacidad y del espectro autista, Juana Molinari. En medio de la marcha del Orgullo, antifascista y antiracista. La convocatoria definida en la asamblea antifascista LGBTIQ+ autoconvocada en Parque Lezama, fue una reacción a los dichos odiantes del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos y la amenaza del gobierno de presentar proyectos de ley para borrar los derechos conquistados y el avances en la legislación como el Cupo Laboral Trans, la figura penal del femicidio y el DNI No Binarie.

El la Ciudad de Buenos Aires la movilización se extendió del Congreso de La Nación hasta la Casa Rosada y participaron fue además de masiva, diversa. A la comunidad LGBTQI+ se sumaron organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Abuelas de Plaza de Mayo, sindicatos docentes como Conadu y AGD UBA, ATE, CGT; trabajadores de la economía popular; clubes deportivos; ex-combatientes de Malvinas; centros de estudiantes; movimientos antirracistas e identidad marrón; trabajadores de la salud pública como los trabajadores y trabajadoras del Hospital Laura Bonaparte; jubilados y jubiladas; el colectivo Discas en Lucha, entre otros, cientos de personas sueltas, amigos, familias, que se acercaron a poner un freno al gobierno de Javier Milei que no para de ajustar y avasallar derechos a los y las ciudadanas. 

Abrazar todas las causas

No llueve pero abundan arcoíris. Se despliegan en abanicos al compás de los bombos, maracas y maricas, trompetas y murga. Hay baile. Flamenco y Voguing. El Club de Rugby Ciervos Pampas taclea las figuras de Patricia Bullrich, Javier Milei, el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, Donald Trump y Elon Musk. Sobre los hombros, las capas multicolor y los niños a cococho. Un bastón en alto entre la multitud es la bandera de un jubilado. De las frentes brota sudor, glitter y protector solar. El sol se refleja en los strasses y atraviesa los paraguas que se abren orgullosos de sus colores. Los puestos de choripan conviven con las hamburguesas veganas. Una camiseta rosa del diez, pecheras blancas de Abuelas de Plaza de Mayo y alguien lleva en el pecho escrito “No es mi wokismo es tu fascismo”. Una gorra rosa dice “Make Argentina Gay Again». Los pañuelos verdes protegen las nucas del sol. Pañuelos blancos se pintan sobre los colores de una bandera de la comunidad, que camina entre celestes y blancas, Palestinas, una roja y negra Antifascista, Whipalas, Mapuches, Trans, No binaries, Tortas, Bisexuales y esvásticas tachadas.

“Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo históricamente abrazaron a las travas, incluso cuando no se nombraba tanto la palabra trans y la palabra trava era un insulto”, cuenta la activista de El Teje Juana Molinari en diálogo con ANCCOM.

Avanza la imagen grabada de una Madre de Plaza de Mayo sosteniendo la foto de su hijo desaparecido mientras otra chica lleva el cartel que dice “Soy hija de una víctima de femicidio”. “Lo que tenemos en común es la defensa de los derechos humanos y la defensa de nuestra existencia. El fascismo lo que ataca es a nuestra existencia”, explica Molinari y concluye: “Algo hermoso y algo histórico que hace nuestro movimiento es abrazar a todas las causas, unirse a la defensa de derechos humanos, unirse a las Abuelas de Plaza de Mayo, unirse a la lucha de jubilades”.

Exceso de fascismo

El bona no se vende, Al calabozo no volvemos nunca más, Como a los nazis les va a pasar adonde vayan los iremos a buscar, Fuera, fuera, fuera facho fuera, Abuelas de la Plaza el pueblo las abraza, Paro, paro, paro general. Los cantos se intercalan, apagan, prenden y resurgen, pero no hay silencio, no es su idioma.

“Lo primero que tenemos que entender es que ese discurso pone nuestra vida en riesgo. Ya hay más de un ejemplo de lo que estuvo pasando estos últimos meses de ataques a lesbianas, el lesbicidio en Barracas y la prendida de fuego a un hogar hace dos días. Eso pone nuestra vida en riesgo”, reflexiona Juana Molinari. Los discursos de odio y la violencia contra las personas de la comunidad aumentaron en los últimos años en Argentina. Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT durante 2023 hubo 133 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto para la violencia, un aumento respecto a 2022, (año que tuvo 129 crímenes de odio) y el 2021 (120). El 88% de las víctimas son mujeres trans, le siguen los varones gays cis, varones trans, personas no binarias y lesbianas.

Molinari cuenta que en El Teje se encontraron con “la necesidad de ponerle voz a las experiencias de las adolescencias trans y las infancias trans, sin convertirlos en un trofeo de lucha, sin exponerlos. Son niñeces que tendrían que estar no pensando discursos para combatir el fascismo, sino jugando e imaginando sus posibilidades de existencia por fuera de la norma, y el fascismo les está haciendo pensar en discursos para defenderse. El fascismo y el discurso fascista los usa como trofeo para convertir en enemigos” y suma “(el presidente) Habla de intervenciones quirúrgicas en infancias, de hormonización en infancias y en estos dos años y medio de experiencia no conozco ninguna infancia hormonada ni que haya tenido intervenciones quirúrgicas”.

En referencia a la intención del gobierno de eliminar la figura penal del femicidio, la conductora mediática, Florencia de la V en diálogo con ANCCOM expresó que implica “Retroceder. Es no reconocer lo que sucede con la violencia en las mujeres. Es negar algo que está pasando. Ya murieron 29 mujeres en lo que va del año”. Este dato está respaldado por el observatorio de violencia de género Ahora Que Sí Nos Ven que amplía la información informando que en 2024 hubo 267 femicidios, ⁠28 niñas y adolescentes asesinadas, ⁠319 intentos de femicidios directos y vinculados y ⁠267 niñxs huérfanxs.

Caio Sigmaringa, marica y migrante positiva, miembro fundador de Act Up, denuncia que hubo faltas, cambios y demoras en la medicación para VIH. Además, la Fundación Huésped expuso que el Ministerio de Salud de la Nación despidió al 40% de la planta de la Dirección de Respuesta al VIH y al 30% de la Dirección de Vacunas. Un personal que ya estaba reducido y tenía dificultades para cumplir con las licitaciones, fiscalizaciones y el trabajo de coordinación. En consecuencia los hospitales, “No dan abasto hoy en día que no hay una pandemia y no hay una crisis. Si llega a pasar una crisis, no hay capacidad y no hay financiación. Ahora que no hay presupuesto, no sabemos de cuánto se va a dar. Considerando que también se cortó la prevención, que tampoco hay preservativos, ESI. No sabemos cuántas personas estarán viviendo con VIH”.

En la marcha los octogonales del etiquetado frontal advierten “Exceso de fascismo” “Exceso de racismo” “Exceso de homofobia y crueldad”. La activista Molinari refiere al rol de los discursos de odio y concluye: “El discurso fascista es una estrategia de un plan económico que define quienes pueden acceder al capital y quienes no”.

No me arrepiento de este amor

Los pasos se vuelven más cortos a medida que se llega a Plaza de Mayo. Las distancias se achican, los cuerpos se amontonan, se pierden, encuentran, se funden en abrazos, caricias y mimos. Las manos se toman y los besos se dan. Hay risas y enojos. Se comenta la política, el clima caluroso y las relaciones amorosas. El maquillaje corrido, las botellas de agua vacías, el barro en los pies. Los brazos cansados mantienen las banderas en alto. Las voces afónicas continúan cantando. La policía no avanza, las vallas no encierran, el protocolo antipiquetes queda viejo y en desuso. Para Molinari, la lucha en este momento requiere de cuidado y acompañamiento: “La actividad principal de El Teje dentro de la organización es el acompañamiento político entendido desde la escucha, desde la efectividad, desde el amor y acompañar. Todo lo que implica acompañar desde proteger y garantizar derechos, es todo lo que hacemos y cada vez hay que abrazar a más personas y acá estamos agrandando el abrazo.”

En su camino, la marea antifascista fue dejando grafitis, afiches, brillos, colores, sudor, música, baile y poesía: “Si te odiara, el mundo no se inmutaría: nunca el mundo se ensaña con los que odian. En cambio te amo y todo es catástrofe alrededor: las voces las manos los rostros, todos quieren apedrearnos”.

Sin parar de abanicarse con su abanico multicolor, Flor de la V expresa: “Tenemos leyes que nos abrazan que nos costaron mucho sudor sangre y lágrimas, porque hay mucha gente que murió en el camino, en las calles luchando por eso” y finaliza: “Queremos que las leyes se cumplan. Punto. Ni más ni menos”.

“La salud no es una mercancía”

“La salud no es una mercancía”

Los trabajadores del Hospital Nacional “Laura Bonaparte” realizaron un masivo acto en repudio a la intervención, el vaciamiento y el despido de 200 profesionales de distintas áreas del centro de salud.

Con 200 trabajadores menos, que ni siquiera tienen la garantía de incorporarse en otros hospitales, la comunidad del Bonaparte continúa en pie de lucha contra el desmantelamiento y el ataque del gobierno de Javier Milei a la salud pública.

Entre los profesionales despedidos hay psicólogos, psiquiatras, farmacéuticos y kinesiólogos, y en el camino quedan cientos de pacientes desamparados que no podrán recibir una atención de calidad. El argumento oficial –como en otros sectores– es que existiría una sobredotación de personal y por tanto habría que reorganizar todos los servicios del único hospital de salud mental dependiente del Estado nacional en el AMBA, sin dar escuchar lo que dicen los trabajadores, los pacientes y las familias.

La última convocatoria en defensa del Bonaparte, realizada este viernes 31 de enero en las puertas del establecimiento, en el barrio porteño de Parque Patricios, comenzó al mediodía. Allí se podían ver los carteles, banderas y coloridas pancartas en apoyo a la lucha de sus trabajadores. Además de los profesionales en actividad y despedidos, también participaron de la manifestación agrupaciones políticas, gremiales, centros de jubilados, vecinos, músicos, pacientes y hasta el cura párroco de la iglesia aledaña al Bonaparte que llevó su apoyo al Bonaparte.

Desde el escenario, que incluyó una pantalla gigante, uno a uno fueron expresando su solidaridad, la necesidad de unidad en la lucha y el peligro que significa este gobierno para la salud de todos, que

debería ser cuidada y protegida. A medida que se desarrolló la jornada, se fueron sumando más

participantes y organizaciones para hacer oír, entre aplausos y cánticos, el reclamo de reincorporación de los trabajadores despedidos. En diálogo con ANCCOM, Ramón, jubilado y vecino del lugar, afirmó: “El gobierno debe tener mucho odio y dolor para querer cerrar un

hospital y despedir masivamente a sus profesionales. La educación y la salud son los dos pilares fundamentales que quiere destruir. Esto no va a pasar si hay una continuidad de la lucha, la sociedad tiene que unirse y decir no a estas medidas. Los trabajadores unidos jamás serán vencidos”.

Cualquier persona puede atenderse en el Bonaparte, también niños y adolescentes con problemáticas mentales y consumos problemáticos. Se trata del único hospital de referencia con un servicio de 24 horas en salud mental y –hasta hace poco– con un 0800 disponible para urgencias.

Toda la comunidad del Bonaparte tiene garantizados además servicios de clínica médica, odontología, kinesiología, entre otros, y aparte talleres integradores de escritura y de reflexión para quienes deseen participar.

Los recortes del gobierno se dan en áreas esenciales como internación, fundamental en cualquier hospital para recibir a los pacientes y brindarles tratamientos específicos y de largo plazo. Mariana, una psicóloga despedida del Bonaparte, se refirió a la importancia de defender la salud mental de todos y todas ante el ataque del gobierno: “Es una falta de respeto y un abuso, piensan que

la salud es descartable, no se puede brindar salud de calidad si no hay profesionales para la atención de los pacientes. Recortan los presupuestos para los insumos, ni hablar de los salarios, que están

por debajo de la línea de pobreza. No se puede confiar en el gobierno de Milei, hay que defender a capa y espada la salud hospitalaria. Se llenan la boca diciendo que somos especiales y nos tratan como desechables. La salud mental es indispensable para todos”. “Es mentira que hay una reorganización del hospital –denunció la profesional que trabajó tres años en el Bonaparte–. No nos van a derivar a otros establecimientos, es todo una mentira de este gobierno. Con la salud no se juega, no es una mercancía, no se compra ni se vende”.

La protesta se extendió hasta alrededor de las 20, con la Policía de la Ciudad apostada allí cerca, y en el cierre se pusieron en pantalla a trabajadores del Bonaparte compartiendo sus reflexiones de lo que significa ofrecer un servicio de salud mental abierto a la comunidad.

Como parte del plan de lucha, que hace un par de semanas incluyó un abrazo multitudinario al hospital, los profesionales del Bonaparte anticipan nuevas medidas, entre ellas un paro general de la salud a nivel nacional si los trabajadores despedidos no son reincorporados en el sistema.

El hermano 139

El hermano 139

Ramón Inama tiene 53 años, habla despacio y luce tranquilo aunque confiesa que hace días que no puede dormir.  Es hijo de Daniel Inama, militante del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), desaparecido en noviembre de 1977 en un operativo realizado en Barrio Norte, CABA. Al momento de su desaparición, Daniel esperaba un hijo con Noemí Macedo, a quien conoció militando en el PCML. Macedo fue secuestrada en noviembre de 1977 al igual que Inama, mientras cursaba su sexto o séptimo mes de embarazo. Él tenía 25 años y ella 22. El pasado lunes, Ramón recibió la noticia de que la hija de Noemí y Daniel, su hermana, había sido encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, siendo la nieta 139 en restituir su identidad. 

“Lo primero en lo que pensé cuando recibí la noticia fue en ellos dos”, confiesa, “viste que cuando aparece un nieto o una nieta, lo primero en que se focaliza es en él o ella, porque  es una persona que vive y que es super movilizante lo que le pasa y se está a la expectativa, pero bueno esa persona no creció de un repollo sino que viene de una pareja que ya no está, que la quiso, la deseó”, reflexiona Inama.

¿Cuándo tomaste conciencia de que eras hijo de un desaparecido?

Desde siempre, yo tenía seis años cuando secuestraron a mi papá. Incluso estuve con ellos una semana antes de su secuestro.  Ellos vivían en Mar del Plata, mi viejo escapando de la persecución que se sufría acá, él estaba casi clandestino. Allá conoce a Noemí. Como hijo de padres separados fui la última semana de octubre a pasar mi cumpleaños con él y estuve unos días. Ya no tengo el registro, son más que nada flashes de memoria, de estar dando vueltas con él en el auto, pero yo estoy convencido de que estuve con Noemí también, no pude no haber estado. 

Ramón trabaja en la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires como editor de MeVeJu (Memoria, Verdad y Justicia), una editorial que funciona dentro del área de prensa. Su padre fue secuestrado cuando él tenía seis años, y además del bebé que esperaba con Noemí, tenía otra hija con otra compañera. Tanto Ramón como su hermana Paula, siempre supieron del embarazo de Macedo. 

Al preguntarle cómo está desde que se enteró la noticia, Inama contesta: “Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”. 

¿Vos te enterás de que había una investigación en curso al momento en que se identifica a tu hermana o sabías previamente? 

No, no sabía nada. A mí me sorprendió completamente. Nosotros pensábamos que por la edad de las Abuelas y por la coyuntura, la forma en la que se llegaba hoy a encontrarse con nietos o nietas era más que nada a través de la presentación espontánea o alguna denuncia anónima, pero no. En nuestro caso vino Manuel Gonçalves Granada el lunes pasado, a contarme la novedad y me dijo que era una línea de investigación de CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad).

“Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”.

¿Y cómo se llega a esa línea?

Ellos investigan a partir de una serie de irregularidades que encuentran, ya sea en las partidas de nacimiento o en documentación, que hace que se generen dudas sobre la identidad real de ciertas personas. A partir de lo que encuentran,  ellos como organismo oficial se comunican con vos, para informarte que encontraron determinada documentación y te invitan a que vayas a sus oficinas a verlos, a charlar con ellos y que vos des una muestra de sangre y aceptes la comparación. Y bueno eso hicieron con mi hermana, la llamaron y ella como buena ciudadana fue, pensando hasta ese momento que ella era hija de quienes creía que eran sus padres, un poco dubitativa al principio pero bueno,  aparentemente la información que tenían desde CONADI era bastante contundente así que ella aceptó dar su muestra. Entonces bueno, fue todo de golpe. Yo no sabía y Manu me contó que mi hermana fue a dar la muestra el 1 de noviembre del año pasado. Como se estaba siguiendo una pista sospechosa pero no específica, el ADN se comparó con todas las muestras que hay en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), hasta que se encontró que era hija de Noemí y Daniel. 

¿Cómo es el proceso mediante el cual se informa el resultado?

El protocolo de Abuelas es que a la primera persona a la que se le avisa cuando hay un resultado de compatibilidad es al nieto o nieta que fue a buscar su identidad. Inmediatamente después, el BNDG le hace entrega formal de un informe donde está el resultado del ADN que también contiene entrevistas que se hicieron alguna vez a familiares, tiene fotos, tiene más cosas como para que vos te lleves un mapa de la familia que estás encontrando. Después de informarla a ella, se informa a la familia que la busca. En el caso de mi hermana ella estaba de vacaciones y no pudo estar presente, así que se lo informaron por videollamada, después hablaron conmigo y después fuimos a hablar con mi otra hermana. Ella aceptó que nos contaran que es madre, que tiene un hijo de 18 años y una hija de 7 y les pasó una foto para que nos muestren. Aún no pudimos hablar con ella, pero cada uno sabe del otro.

Aún no hablaron pero está la posibilidad de que te lea, te escuche en las notas que das. ¿Qué le decís? ¿Qué mensaje le querés hacer llegar?

Primero que nada trato todo el tiempo de pensar mucho lo que digo, entendiendo que su lugar es distinto al mío. Tanto yo como mi hermana siempre supimos de su existencia  y ella no, partimos de dos realidades distintas. Yo militando en H.I.J.O.S La Plata en el año 2006-2007 me puse a trabajar de lleno en la Comisión de Hermanos. En ese momento teníamos entre veintipico y treinta años y nos parecía que teníamos más llegada generacionalmente a los pibes y pibas que buscaban su identidad. De alguna manera fue así, pero bueno también nos encontramos con muchas puertas cerradas, dudas, en ese momento ellos y ellas por ahí vivían con sus apropiadores o tenían una relación de dependencia que hacía más difícil acercarse, que te escuchen, que se dé lugar a un diálogo en que se abran las dudas como para pensar realmente si sos un caso o no.  En cambio ahora mi hermana vive sola. Y yo tengo esperanzas de que ese tiempo transcurrido, si bien debe ser super shockeante porque ella ya tiene una vida armada, le da ese espacio individual y personal para poder transitar esto como pueda, como le salga. 

Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía

¿Sabés si se van a encontrar? 

Ahora en teoría ella vuelve de las vacaciones y ahí Abuelas le ofrece la posibilidad de contacto, de ser intermediarias, que nos encontremos ahí y después hay miles de posibilidades, no hay ninguna fórmula ni receta. Sé que esto va a ser una implosión en su familia seguramente y  eso hay que saberlo acompañar. Nosotros no sabemos cuánto contó, cuánto sabe su familia. Sus apropiadores pueden llegar a saber que ella llegó por ese lado, por apropiación, pero por ahí no saben la identidad de sus padres biológicos.  Entonces bueno, esas respuestas las tendrán que dar ellos. Yo apelo a que su posibilidad de pensarlo sola la haga procesarlo de otra manera. Siempre esto genera problemas por la preocupación de qué puede pasar legalmente con los apropiadores, que bueno es un lugar común que se repite en la mayoría de los casos. Eso puede hacer que se acerquen y después se alejen. Pero nada, yo espero tranquilo. Porque no sirve de nada apurarse. Hemos tenido casos de compañeras  y compañeros que medio impulsivamente han acelerado cosas y no nos ha ido bien así.

¿Cómo es crecer con preguntas sobre tu historia, la de tu padre y tu hermana? ¿Cómo se forja la propia identidad desde la incertidumbre? 

Se construye siempre como un rompecabezas, siempre incompleta, como que en algún punto te constituye esa incerteza. Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía. Después cuando aparece H.I.J.O.S se revaloriza eso y lo que antes era un karma empieza a ser resignificado. Aparece también la militancia, pero la militancia es una parte de la vida, no toda. Aparecen los amigos y bueno vas completando,  pero siempre de a partes. La historia de mi hermana es eso, una parte más, incompleta, del rompecabezas.

Ramón se crió con su mamá y sus abuelos paternos, en la misma casa donde se crió su padre. Su abuelo falleció en 2011 por problemas de salud, y su abuela Lucila Ahumada murió en 2013 a causa de la inundación que azotó a la ciudad de La Plata el 2 de abril de ese año. 

¿Qué recuerdos u objetos tenés de tu papá? 

Tenemos re pocas cosas, somos una familia que perdió muchas cosas, en la inundación también se perdieron un montón de cosas. Y nos quedan algunas fotos, yo en la mochila siempre llevo una libreta de él con notas, que se ve su letra. No tenemos ropa de él. Tenemos unas hojas de esa que se usa en colegio industrial, porque él iba a una técnica que no terminó, en la que se ve el trazo y se ve que era un pibe medio desprolijo, que no le gustaría la escuela, con letra fea. Que se yo, pero son cosas que humanizan, son pavadas que para quienes tienen un interés particular sobre él significan un montón, es como acercarse a él un poco.  Tengo una foto en la que se fue de mochilero y  en el reverso le escribe algo a mi mamá y bueno, eso es un pequeño rastro, una huella de él. Y así está formada la identidad, de a cachitos, de a pedacitos, nunca completa. 

Tenés muchos años de militancia y de búsqueda. ¿Cómo ponés en perspectiva esos años desde ser un joven que busca a su hermana hasta hoy en día un adulto que finalmente la encontró?

Este tipo de lucha es colectiva, por más que uno la impulse desde lo personal, siento que siempre está  esa mano invisible de las Abuelas.  En la búsqueda de familiares hay momentos de subida y de bajada de la intensidad que uno puede poner, y las abuelas es como que se mantienen en una línea siempre constante. Yo no pensaba que esto iba a pasar, no pensaba de ninguna manera. Entonces la perspectiva es esa, la importancia de que estas políticas las asumamos todos y todas, entonces cuando uno está más flojo el otro la sigue y se va armando un especie de lazo, de comunidad, una construcción colectiva. 

¿Qué te pasó el día de la conferencia donde se anuncia la restitución?

Mirá hay algo que me marcó mucho que fue el gesto simbólico de esa caminata cortita con Estela a cambiar el número, lo pienso y se me pone la piel de gallina porque me movilizó mucho. Es una pavada, es un gesto, pero vos ahí entendés todo porque está tan bien pensando simbólicamente que significa mucho. Sacas un número y pones otro, y eso significa el hallazgo de una persona más. Y bueno, ver a Estela ahí tan entera, con 94 años. Recuerdo que me decían “bueno Ramón, fijate, sostenela con el brazo”, y al final fue ella la que me llevó a mí, no yo a ella. 

¿Qué te genera la coyuntura actual en materia de políticas de Derechos Humanos?  

La memoria está en disputa permanente, y es algo que yo ideológicamente pienso como militante de organismos de derechos humanos. Por ahí hemos pensado que porque ciertas políticas se institucionalizaron, eso garantizaba una continuidad sin cuestionamientos. Para mí no había nada saldado, porque yo cuando crecí y me formé en la militancia estábamos en desventaja siempre. Después con los gobiernos de Nestor y Cristina eso cambió y fue un paso importantísimo y un salto hacia adelante porque hubo cosas que se institucionalizaron, por ejemplo  el perfeccionamiento y el equipamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos o la CONADI, que es fundamental. Por otro lado están los juicios, la continuidad de los juicios es algo que necesita del motor nuestro, porque después la justicia ya la conocemos, depende del juez que te toque, la coyuntura influye un montón en cuánto avanzan o no esas causas también. Ahora pasa que los discursos de odio, que siempre existieron,  tienen más escucha, más lugar. Y eso tiene una intención muy clara que es historizar para borrar la historia.  Así la única historia que tenemos es una que nadie recuerda, esa República floreciente de la que habla Milei. Entonces tenemos que conservar la historia, es fundamental que lo que pasó en  la última dictadura sea algo que el pueblo lo incorpore como propio, que sienta que los desaparecidos son de todos y todas, y que la deuda de justicia para con eso es una deuda que, cuando saldamos una parte, cada vez que hay un condenado, cada vez que aparece un nieto, eso hace que el país sea un poco más sano.  Son cosas que nos pasaron, que dejamos que pasen, que en un momento dado por imperio de la fuerza se haya establecido un plan para desaparecer personas, matarlas y sacarle a sus hijos, es aberrante. Si uno lo pone ahora como hecho concreto en un canal de noticias amarillista, cualquiera diría que es algo aberrante, pero sin embargo hay como una mirada asociada a la dictadura que es como “bueno no se sabe bien que paso”.

¿Qué pensas del futuro? ¿Hacia dónde orientar la lucha?

Yo creo que tenemos que ponernos a pensar para pasar al frente nosotros, poner en agenda lo que nos parece importante más allá de la agenda que quiere marcar el gobierno. En particular en relación a la Memoria,  creo que tiene que ver con la posibilidad de que esas luchas, de que esas heridas de la dictadura, del genocidio y lo que signficó eso materialmente, sea algo que podamos hacer de la historia propia todos y todas, que exceda la cuestión biologica, de parentesco lineal.  Ahora parece que está otra vez en tela de juicio el tema de la participación política como si fuera algo denostado, eso pasó en los años 90. Pero en esa época igualmente tenía un valor social muy fuerte y era algo bastante indiscutible que la militancia política por los derechos humanos tenía que ver con un compromiso personal, con algo en lo que creías, no estaba ese tema de los curros que empezó Macri y que siguen sosteniendo ahora.  Entonces para mi,  a futuro lo que hay que lograr es eso, que esto se impregne socialmente, que es lo que intentamos hacer siempre, pero hoy en particular veo el peligro de nuevas generaciones que no sepan que es un 24 de marzo, ni qué es un desaparecido y que entonces eso termine en una banalización. Creo que es un camino en que no hay que bajar los brazos, no hay que deprimirse, es un laburo de hormiga pero que hay que hacerlo. Es una disputa permanente que hay que mantenerla en la calle, generando lazos. 

 

En defensa del Virrey Cevallos

En defensa del Virrey Cevallos

Como lo habían decidido en el último abrazo, este sábado se realizó un festival en defensa de los trabajadores del ex CC Virrey Cevallos, y contra la política de cierre de los centros de la memoria. 

En las callecitas de Monserrat, Ciudad de Buenos Aires, el calor brotaba del pavimento y el silencio se hacía cada vez más profundo, típico de la hora de la siesta. Pero en esa quietud, la calle Virrey Cevallos al 600 estaba cortada y ocupada por un escenario, puestos de feria, paseantes, familias y artistas, todos presentes para apoyar a los trabajadores despedidos del ex Centro clandestino de esa misma cuadra. Había comenzado el festival contra su vaciamiento y lo que ardía no era el calor, sino la memoria.

Las rejas de las ventanas de los edificios fueron los soportes de las banderas que se acercaron a defender el Cevallos: centros de estudiantes del profesorado Joaquín B. González y la Facultad de Sociales UBA; asambleas barriales como la de Barracas y San Telmo; Jubiladxs Insurgentes, trabajadores del Hospital Bonaparte, hasta alguna que otra bandera de Palestina que se alzaba al grito de los 30 mil desaparecidos presentes -fiel al legado de Norita, donde todas las injusticias son una. 

Mientras tanto, las banderas LGBTIQ+ estaban a 20 cuadras de distancia, en el anfiteatro del Parque Lezama: tras el brutal discurso de Javier Milei en Davos contra la diversidad sexual, más de 5 mil autoconvocades se reunieron y definieron la Marcha Federal Antifascista para el próximo 1 de febrero. Un caldo de cultivo que no deja de hervir.

Para los invitados del festival Cevallos hay que recuperar debates que no entran en los caracteres contados de X (antes Twitter) o las descripciones acotadas de Instagram. Evelyn -militante de Nietes- contaba entre tererés cómo supo de la desaparición de su abuelo materno, Julio César Colaneri. Su familia contuvo la verdad hasta sus 16 años por el terror fundado en aquella madrugada del secuestro. Desde intentar encontrar su paradero hasta conocer qué escribía o qué música escuchaba, la curiosidad la llevó a reconstruir toda esa historia y a pelear por ella, cargando una foto de su abuelo en su pecho, todavía desaparecido, con la esperanza de que, algún día, alguien le diga: «Yo lo conocí».

Más adelante, frente al escenario, unos ojos vidriosos reflejaban las lucecitas de la noche al entonar La cigarra, de Maria Elena Walsh, a la par del guitarrista y de todo su público. El canto del festival parecía correr más allá de la cuadra, rebotando en los corazones de todo el barrio. Pero dentro de esa reverberancia, los poemitas susurrados parecían sonar más fuerte:

Que nada nos lastime,

que nada nos defina,

que nada nos sujete.

Que la libertad sea

nuestra propia sustancia.

Simone de Beauvoir