Además de ajustarlo, al INCAA lo reprimen

Además de ajustarlo, al INCAA lo reprimen

Mientras un grupo de actores, directores, gremialistas y otros integrantes de la industria cinematográfica realizaba una conferencia de prensa frente al amenazado Cine Gaumont, la Policía de la Ciudad comenzó una inexplicable represión e impidió que el acto llegara a su fin. Hubo cuatro detenidos.

El jueves 14 de marzo, delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) por el INCAA y el colectivo Unidxs por la Cultura convocaron una conferencia de prensa y una movilización frente al Cine Gaumont, en defensa del cine nacional contra el desguace del INCAA por parte del gobierno y sus planes de vender la sala cinematográfica. Sin embargo, lo que se trataba de una manifestación totalmente pacífica se convirtió en otro ejemplo de la  represión de la policía de la ciudad cuando sus miembros comenzaron a tirar gas pimienta y atacar a los manifestantes. Estuvieron presentes trabajadores de los diferentes rubros de la industria cinematográfica, actores reconocidos, diputados de distintos bloques, estudiantes de cine y representantes de sindicatos y organizaciones sociales. Cuatro manifestantes resultaron detenidos.

Las nubes tapaban el cielo cerca de las cinco de la tarde mientras sonaban bombos en las cercanías del histórico Cine Gaumont. Frente a sus puertas, lista para la conferencia de prensa, había una mesa con micrófonos flanqueada por parlantes donde delegados del ATE terminaban de confeccionar la nómina de oradores. Unos minutos más tarde, los delegados Nicolás Leonardo Vetromile e Ingrid Urrutia dieron comienzo a la conferencia de prensa a través de la lectura de un documento redactado por el gremio estatal, en el cual se expresa que el cine argentino “presenta una vasta riqueza que abarca películas de género, industriales, experimentales, documentales y de ficción. Todo esto es lo que se quiere destruir para reducir a la Argentina a una locación barata para Hollywood” y que “no tienen justificación para entregar nuestra industria audiovisual a productores de plataformas internacionales que solo realizan películas consumibles que terminan vulnerando nuestra identidad y soberanía imponiendo lógicas ajenas a la producción nacional”.

Horas más tarde, en diálogo con ANCCOM, Urrutia habló sobre la conferencia: “Tuvo el objetivo, creo que exitosamente cumplido, de poner de relieve que el Gobierno está queriendo arrebatar lo que es un orgullo nacional: el cine en nuestro país. Estamos acá defendiendo los puestos de trabajo, la continuidad de todos nuestros compañeros y también repudiando el recorte que está llevando adelante Milei sobre la cultura”. Y agregó que el Gobierno “tiene el objetivo político y un objetivo económico de atacar a la cultura, porque es un lugar de resistencia, y atacarla en términos económicos para entregársela en bandeja a las corporaciones y le vamos a decir que no. Vamos a resistir y vamos a enfrentarlo”.

El primer orador fue el actor Victor Laplace, quien dijo que cree “que nosotros no vamos a sobrevivir por románticos, ni por estadistas, sino por la capacidad que tengamos de resistir”. Lo siguió el director de fotografía Felix “Chango” Monti, quien expresó que “no pueden sacarnos, no pueden ahogarnos, no pueden sustituirnos, porque siempre volvemos a crecer”. Después, el actor Norberto Gonzalo dijo que la Ley de Cine es “producto del trabajo de sus propios trabajadores, de modo que esas mismas herramientas que los propios laburantes de la cultura hemos creado, no vamos a permitir que sean derogadas”. El Secretario General del ATE Capital, Daniel Catalano, expresó que desde el sindicalismo tratan “de construir un gran paro general y un plan de lucha” pero que esta situación no la resolverán solamente con un paro. El cineasta Nemesio Juárez habló sobre su participación en la Ley de Cine y expresó que esta “significó la supervivencia del cine argentino” y que “ninguna expresión es como el cine para para trasladar a las pantallas nuestra fisionomía de argentinos, nuestra cultura, nuestra historia, quiénes somos, cómo vivimos, qué paisajes tenemos, por eso el cine hoy es uno de los principales objetivos a destruir”.

 También tomaron la palabra algunos de los legisladores presentes. Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda y Trabajadores, expresó que “el pueblo argentino está acostumbrado a batallas culturales” y que “esta batalla la vamos a ganar porque nosotros creemos en el colectivo.”. Por su parte, el legislador del Partido Obrero Gabriel Solano se refirió al asesinato de Mariano Ferreyra: “En este cine mis compañeros del Ojo Obrero hicieron una película, que era Quien Mató a Mariano. Fue financiada con fondos del INCAA y acá se pasó por primera vez”.

La actriz Mirta Israel, quien representaba a Unidxs por la Cultura, expresó que el colectivo se siente parte de la lucha de los trabajadores del INCAA. Luego, Samanta Bianucci, representante de Cine Argentino Unido, expresó que los despidos en el INCAA no resuelven la pobreza, sino que “generan más hambre, más bronca,, más angustia, y así no se sale adelante”. La siguió Teresa Saporiti, presidenta de Documentalistas de Argentina (DOCA): “Las películas documentales no pueden medirse en términos de capitalismo. Porque las películas documentales se ven, muchas veces, en espacios que no cobran entrada. Muchas veces se ven en escuelas, se ven en centros de jubilados y pensionados, se ven en unidades básicas. Y cuando viene esta gente y quiere atacar a la cultura, lo que quieren atacar es nuestra soberanía, es nuestro relato”.

Entre los últimos oradores estuvieron la militante y abogada Nina Brugo, quien expresó “un pueblo, sin cultura, no es un pueblo”, y la periodista Gabriela Radice, quién dijo que “el cine argentino es un tesoro apreciado, aplaudido en el mundo a lo largo de los años”, destacó a directores de viejas y nuevas generaciones y dijo que “a todo el mundo le está dando vergüenza estemos viviendo esto en la cultura argentina”. La última en hablar fue Catalina Yani, presidenta del centro de estudiantes de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), quien comenzó a leer una carta al titular del INCAA Carlos Pirovano de parte de su centro. Sin embargo, el discurso de Yani fue interrumpido por el comienzo de la represión.

Aunque la conferencia estaba a punto de finalizar, la Policía de la Ciudad comenzó a agredir a los manifestantes y, poco después, rociaron a la pacífica movilización con gas pimienta. Algunas personas se protegieron ingresando al Gaumont, mientras que otras debieron cubrirse la boca y nariz con pañuelos o ropa y huir hacia las calles Rodríguez Peña o Montevideo. Lejos de retirarse una vez que los manifestantes se dispersaron o permanecieron en las veredas y la Plaza del Congreso, la policía repitió el uso de gas pimienta e hirió físicamente a manifestantes y periodistas. De esta forma, se impidió que una tarde de pacífica defensa a la cultura tenga un final calmo en el que nadie hubiese resultado herido.

La vida después del incendio

La vida después del incendio

Este jueves se estrena en el Gaumont «Tormenta de fuego», un documental que muestra cómo siguió la vida de las personas que perdieron todo en los incendios patagónicos.

La Patagonia se quema todos los años y esto no parece significar gran pérdida para el poder político que administra los recursos nacionales. ¿Pero qué pasa con los habitantes locales una vez que el fuego se apaga? ¿Cómo se vive después de haber perdido hasta la última foto familiar? ¿Qué se hace cuando no hay donde volver?

Tormenta de fuego es el nuevo largometraje de Luciano Nacci y Axel Emilien, dos directores patagónicos que se unieron para cocrear este relato que busca encarnar una voz local. A través de la utilización de planos aéreos de los suelos chamuscados logran transmitir la dimensión de lo ocurrido en el verano de 2021 en distintas localidades de Chubut como algo inabarcable, irreparable.

El documental, que se estrena este jueves en el amenazado Cine Gaumont, toma una perspectiva íntima al narrar qué es lo que sucede detrás de cada incendio, qué significa para los habitantes locales perder sus hogares, ver su vida arrasada por el fuego.  Axel, habitante de El Hoyo, mira a cámara y expresa: “Todo lo que tenía en la vida se estaba quemando, prendiendo fuego, desapareció en un instante. Cuando empezó a arder de repente se ve todo un bosque de 200 metros de ancho por 100 de largo convertido en una sola llama, era el infierno en carne propia. Lo único que queríamos era seguir vivos, todo lo material no vale nada, la vida vale mucho más.”

Con un montaje inmersivo y sombrío, Nacci y Emilien logran presentar un relato sensible, poniendo voz y cara al costo de los incendios. En diálogo con Nacci, comenta sobre la decisión de narrar lo ocurrido desde la perspectiva de sus habitantes: “Cuando llegamos a la zona arrasada por el fuego nos encontramos con que ya habían hecho un montón de entrevistas a la gente que estaba ahí. Y generalmente lo que nos decían es que las entrevistas, eran amarillistas o más banales, y esto dolía. Nos comentaban que lo que más pesaba era que esto ya había sido olvidado por el ojo público, ya había dejado de estar en agenda.”

El realizador agrega: “Entonces, lo principal que encontramos en la película era la posibilidad de dejar ese registro, lograr que no se olvide. Ahora, el 9 de marzo ya se cumplen tres años desde el incendio, y la mayoría de la gente no volvió a construirse su casa.”

El documental muestra el trabajo de los guardaparques y brigadistas de la zona por defender los territorios incendiados, hogares de muchos de ellos que trabajaron horas inhumanas por rescatar a las más de 500 familias que perdieron sus hogares en el fuego. La duda que ronda toda la proyección es la intencionalidad del incendio, un misterio que hasta la fecha no fue resuelto y aún pesa como saldo pendiente ante una comunidad que lo perdió todo.

El largometraje ha impactado a lo largo del globo, con participaciones en festivales como el de Fonfria, España, donde obtuvo el premio a mejor documental; el Overcome Film en Estados Unidos,  donde obtuvo el quinto lugar a mejor documental, y el de Cine de Trieste, Italia, entre tantos otros, donde lograron acumular un numero impensado de premiaciones para un largometraje independiente. “El incendio es algo universal, por culpa de la ausencia estatal o la mano humana son cuestiones que se replican en otras partes del mundo, y esto genera mucho interés en públicos muy diversos”,  expresa Nacci.

La producción fue realizada a pulmón por los directores, que al ver el incendio sintieron la necesidad de estar en el territorio, colaborar de alguna manera con gente que lo había perdido todo. “La película está financiada en su mayoría por la gente local, los habitantes de El Bolsón y de El Hoyo que nos dieron alojamiento, comida, vino, que fue necesario y también merienda. Fue muy tremendo, estás haciendo una entrevista a alguien que perdió todo. Y en plena pandemia, toda la gente en sus casas, y acá la gente afuera, sin tener donde ir”, dice Naicch y agrega: “Por suerte el Fondo Nacional de las Artes colaboró, y después el Instituto Nacional de Cine, y Artes Audiovisuales (INCAA) dio la posibilidad de poder estrenar en el Gaumont, un espacio que la administración nacional quiere cerrar”.

La proyección trae a la escena una discusión que está en boga sobre el cierre tanto del INCAA como del Fondo Nacional de las Artes, dos organismos cuyo funcionamiento da la posibilidad a productores independientes de construir una narrativa por fuera del epicentro de la capital federal. “Ahora ya ni siquiera eso, estamos discutiendo de cortar todo tipo de apoyo a un instituto que es autárquico. Consideran a la cultura como si fuese un enemigo. En realidad lo que hacemos es mostrar la realidad de lo que está sucediendo subjetivamente, pero es una forma de mostrar nuestra identidad”, aporta Nacci y denuncia: “Lo que se está intentando hacer es borrar la identidad nacional cultural, y no lo vamos a permitir, vamos a las calles a defender estos espacios”.

Tormenta de fuego es un relato íntimo de los vecinos, pero también es una denuncia social y el llamado a alzar la voz por lo perdido, un reclamo ante la desidia gubernamental y las decisiones políticas a espaldas del pueblo. El documental finaliza con paisajes impactantes y un llamado de la comunidad a la acción colectiva, a velar por el bien común y por el futuro de la humanidad y volver a encontrar un cauce común en la reconstrucción del lazo social.

Queríamos tanto a Toriyama

Queríamos tanto a Toriyama

Los fans argentinos de Dragon Ball se reunieron en el Obelisco para homenajear al creador del manga recientemente fallecido y rescatar los valores de la saga.

Este domingo 10 de marzo, se llevó a cabo en el Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires un tributo a Akira Toriyama, creador del famoso animé DragonBall, quien falleció a la edad de 68 años el 1º de marzo a causa de una afección cerebral pero su deceso se dio a conocer recién esta última semana. Más de 30 mil personas estuvieron presentes en la convocatoria realizada por Matías Mazzagati, un influencer fan del mangaka. 

El japonés Akira Toriyama fue un mangaka y diseñador de personajes, considerado como uno de los autores más importantes en la historia del manga, ya que marcó a las infancias de distintas generaciones en todo el mundo. DragonBall es un manga escrito e ilustrado por él, que fue publicado por primera vez en la revista Shōnen Jump, de la editorial nipona Shūeisha, entre el año 1984 y 1995. Su trama describe las aventuras de Goku, un guerrero saiyajin, que en su infancia vive aventuras en las que pone a prueba y mejora sus habilidades, enfrentándose a oponentes cada vez más fuertes en peleas de artes marciales.

Tras conocerse la noticia del fallecimiento, Mario Castañeda, actor de doblaje de la voz del personaje Goku en Latinoamérica, señaló en una entrevista con la CNN que Toriyama era un artista que representaba a la cultura pop de Japón, reconocido por el manga. Según él, el mensaje principal que deja la serie es: “Nunca te rindas, nunca bajes los brazos, nunca te des por vencido, no importa si aparentemente estás perdiendo, sigue adelante confía en ti, que dentro de ti está el KI, la energía que necesitas para superar cualquier obstáculo”. El mensaje de la serie llegó primero a los niños que crecieron con el personaje de Goku niño, que pasó de la adolescencia a la adultez. Es decir, que fue una generación que quedó entrelazada con el mensaje y pasando de generación en generación, dejando sus valores y enseñanza, precisó el doblajista.

En Argentina, el influencer Matías Mazzagatti convocó a la juntada llamada «Genkidama masiva», nombre en referencia a una poderosa técnica de pelea del protagonista. Varios seguidores y fans, muchos en familia, asistieron a compartir un momento de emoción y conmemoración hacia su creador Akira. 

Mazzagatti dialogó con ANCCOM y señaló que a raíz de la muerte del autor, sentía que “había una necesidad de transformar el dolor en algo lindo y bueno”. Asimismo, destacó que la serie DragonBall dejó como una de sus enseñanzas que “de las cosas malas se pueden hacer cosas buenas, se pueden transformar, así como varios de los villanos en DragonBall, después se pasan al lado de los buenos. La empatía y la buena onda de Goku trato de aplicarla lo más que puedo para transformar las cosas a que sean un poquito mejor”.

Fue una tarde energética en la que cantaron a todo pulmón las canciones de la serie, revivieron escenas, saludos, juegos, gritos y exhibicxiones de tatuajes en la piel para marcar su amor a la serie. Marcos Parra, fan venezolano que vive en Buenos Aires hace varios años, asistió a la convocatoria para compartir “toda la educación y los valores que me enseñó Dragon Ball. Cada tatuaje es una emoción, es alguna experiencia que tuve en mi vida y lo demuestro con algo que me gusta y que me llena de pasión».

Nalya de Dragón es un bloguero en Youtube que hace reseñas que también estuvo presente en el homenaje en el que había un clima ventoso y sacándose fotos con los fanáticos. También dialogó con ANCCOM y se refirió al legado “generacional” que le dejó la serie: “Dragon Ball es una obra que nos enseña no solo a tener perseverancia, sino también a no tomarnos la vida tan en serio, a afrontar con una sonrisa la adversidad, y a entender que todos tenemos un legado para dejar y que ese legado hay que dejarlo con una sonrisa”.

Muchas de las familias que asistieron al evento estaban disfrazadas. De padre a hijo posaban para las fotos y también cantaban las canciones que le dejó la serie. Pedro es un padre de 38 años que estuvo presente con su hijo Bautista, habló con ANCCOM y se refirió al sentimiento y significado de la serie para él: “Estamos acá, porque lo transmito a mi hijo, es una enseñanza de vida muy buena. Todo lo que enseña sobre los valores de vida, sobre el egoísmo, el orgullo, la amistad, el compañerismo”.

De este modo, el homenaje en el Obelisco, despertó conmoción y emoción a la hora de recordar los valores de la saga: la lucha y confianza en uno mismo, la importancia de la amistad y de la lealtad. Una serie manga y animé que despertó el recuerdo y se transmitió de generación en generación, de la cual es un misterio cómo va a seguir ahora al no estar terminada. Toriyama sigue vivo en sus fans que el domingo lo recordaban con una frase de su personaje Goku: “La vida nos tira a todos alguna vez. Cada cual decide si quedarse en el suelo, o levantarte y enfrentarla”.

 

Memorias de la marea verde

Memorias de la marea verde

Este lunes se proyecta «Pibas Superpoderosas», el documental que registra la militancia de las estudiantes del Carlos Pellegrini en el auge de la última ola feminista. ¿Cómo ven aquellos días su directora y la protagonista cuatro años después?

El documental Pibas Superpoderosas (2023) de Leonora Kievsky será proyectado en el Cine Gaumont el próximo lunes 11 de marzo a las 20, como parte de la Semana de la Mujer en el Cine organizada por ese espacio, y contará con la presencia de sus realizadores y protagonistas. La película se enfoca en tres alumnas del Carlos Pellegrini que transitan sus últimos meses de la secundaria durante el estallido de la ola feminista de la última década. Además, la película será proyectada en El Cairo Cine Público en Rosario, Santa Fé el 8, 16 y 22 de marzo como parte del Ciclo Foco Documental.

La transición de la adolescencia a la adultez es un momento único y complejo en la vida de cualquier persona que puede ser particularmente afectado por el contexto político en el que sucede. El camino a la independencia en un mundo con serios problemas ha sido, en el último siglo, el motor detrás de movimientos estudiantiles destacados en la historia del activismo por los derechos humanos. En la marea feminista argentina del 2018 y 2019 participan mujeres de todas las generaciones, pero hay una militancia marcada por parte de mujeres de las genereaciones más jóvenes; aquellas que aún están en la secundaria, están por egresar o están dando sus primeros pasos fuera de ella.

En este contexto, Pibas Superpoderosas propone una mirada íntima a las vidas de tres estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, las cuales toman la iniciativa y accionan para generar cambios tanto en el mundo de su secundaria como en la sociedad argentina en general. Milena es alumna consejera, Ana es la presidenta del centro de estudiantes y Lorena es artista performática y produce el programa de radio de la escuela; posiciones desde las que demuestran que no es necesario ser adulto para ser parte del progreso.

Sin embargo, el documental fue estrenado cuatro años después de que finalice su rodaje en un contexto de militancia feminista muy diferente y con protagonistas que habían dejado la secundaria hace varios años. “Lore, que es otra de las protagonistas, dice que para ella el documental es como una cápsula del tiempo”, expresa Ana “Es muy acertado ese concepto, la peli te lleva directo a ese momento y te trae un aire de esperanza de saber que ese fuego militante estuvo y va a volver a estar, estas cosas nos ayudan a volver a armarnos”. Por su parte, Kievsky dice que “cuando grabamos la película y después vino una pandemia que no esperábamos nos marcó un antes y un después muy fuerte para todos y fue muy raro, sobre todo, para las protagonistas”. Y agrega: “Cuando filmamos la película nunca nos imaginamos estrenar en un contexto político como fue el año pasado, y si bien fue algo que nos sorprendió, también funcionó como un espacio de encuentro y de reflexión interesante”.

En ese aspecto, Kievsky y Ana también se expresan sobre la importancia actual de proyectar la película en una fecha cercana al Día Internacional de la Mujer y en el Gaumont: “Es una función muy especial por todo lo que implica el 8M en este contexto y con todo lo que venimos a reivindicar en relación al arte, a la cultura, el cine, la posibilidad de seguir contando nuestras propias historias”. Ana agrega: “No es menor que sea una función en el Gaumont, cuando se habla de que lo pueden cerrar, así como cierran el INADI y Télam, espacios de encuentro, cultura y de aprendizaje. Para mí es uno de los espacios más especiales que tiene la Ciudad de Buenos Aires para la cultura.”

Ana expresa que cree que el documental “llega tanto a los adultos como a los adolescentes, observa cómo un adolescente vive ese momento en el cual tiene que tomar decisiones sobre el resto de tu vida y estás saliendo de un espacio que te acompañó durante cinco años. Yo, particularmente, y lo digo en el documental, estaba en duda de si iba a poder seguir militando, no tenía idea de lo que iba a estudiar; ahora estudio actuación y milito desde ahí, milito la cultura y milito desde la cultura todos los derechos que hay por conquistar”. Respecto a la vida de las otras dos protagonistas, Ana cuenta que “Mile, que dudaba de estudiar derecho porque pensaba que se iba a encontrar con mucha gente conservadora, está ahí dando esa batalla, finalmente se animó. Lore sigue siendo una artista, sigue haciendo arte performativo y tiene una banda de reguetón, La Chismoteca, con algunas de las chicas que también están en el documental”.

Respecto a los orígenes del documental, Kievski dice que se preguntaba qué movilizaba a las nuevas generaciones, ya que ella fue parte de la generación que comenzó la adultez con el fin de la dictadura. “Me interesaba el universo del Pelle porque siempre fue un colegio que estuvo muy atravesado por la participación estudiantil y por las cosas que pasan en el país y porque la comunidad del Pelle está muy interpelada por la escena pública, entonces me pareció interesante poner la mirada ahí” expresa.

La propuesta de Kievski ganó el Premio Fomento a la TV y otros Medios del Programa de Incubadora de Documentales del INCAA, pero su idea original era un tanto diferente y la temática final surgió durante el proceso, filmando e investigando al mismo tiempo: “Fue ahí cuando me di cuenta de cómo el feminismo estaba interpelando a las y los jóvenes, entonces decidí acompañar esto con mi película. A partir de eso hice una reconfiguración del documental, al año siguiente me interesaba contar esa participación a través de tres maneras distintas de habitar la escuela”.

Sobre cómo seleccionó a las tres protagonistas, Kievsky cuenta: “Le propuse a Ana ser una de las protagonistas porque era la presidenta del centro de estudiantes y por todas las preguntas que ella se estaba haciendo. A Lore también, porque la había visto hacer performance en la escuela, poniendo el cuerpo desde esa participación no tan tradicional, y también porque participaba en la radio, un medio de expresión de los jóvenes. Y a Milena porque era consejera estudiantil y me interesaba contar cómo los jóvenes en esta escuela pueden modificar la realidad a partir de presentar proyectos, poder ir charlando, concertando y discutiendo con los alumnos, con los docentes y con las autoridades”.

Al ser un documental de observación, Kievsky y su equipo debieron estar presentes en la escuela varias jornadas, grabando por horas y horas, para después cortar lo grabado a menos de una hora y media que contenga una historia y un arco narrativo. Aunque esto haya presentado un gran desafío, la directora cuenta que también “se dio un lazo muy lindo, de mucha confianza, con todas las protagonistas y los alumnos de la escuela” y que “para mí era hermoso poder estar ahí, compartir eso con ellas fue un proceso muy transformador para mí y estoy agradecida de que ellas me abrieran la puerta”.

 

Los feminismos cotidianos

Los feminismos cotidianos

“Me gusta cuando hablas”, un documental que invita a la reflexión colectiva, se estrena en vísperas de un 8 de marzo que promete resistir ante la hostilidad gubernamental. El sexo en la tercera edad, los complejos del cuerpo, los vínculos amorosos entre otros temas que atraviesan a todas las generaciones.

Me gusta cuando hablas es un documental de observación en la vida privada de los feminismos. Estará en el Cine Gaumont del 7 al 13 de marzo a las 18:10 horas. Todos los temas entran atravesados de manera transversal: el placer sexual en la tercera edad, la militancia ambiental, los vínculos amorosos, los complejos con el cuerpo, entre otros. Siempre desde la cotidianeidad a través de seis mujeres de diferentes edades y sectores sociales.

El documental, desarrollado en su totalidad por mujeres, no busca teorizar el movimiento sino mostrar que no existe un único feminismo. Las voces protagonistas son de Rosa Rodríguez, Fabiele Rodrigues Bombif, Violeta Osorio, Montserrat Tolaba, Carolina Rodríguez y Cecilia Giordano. Está guionado por Sol Bonelli, Brenda Howlin y sus directoras Marlene Grinberg y Silvina Estévez.

Si bien el documental está hecho por feministas también, comparte Grinberg, “es interesante que lo vea todo el público porque es una película que se ofrece de un lugar de mucha empatía y comprensión hacia las protagonistas”, dado que más que mensajes, se dejan preguntas para replantearnos cómo actuamos como sociedad. Incluso cada integrante del elenco se cuestionó sus feminismos: “La película me hace reflexionar sobre mi vida, pone luz sobre un montón de cuestiones. Rompe con la idea de que existe una sola verdad”, comenta Violeta Osorio.

La película fue apoyada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Pasó por un proceso competitivo de selección federal y fue seleccionado por un comité para el programa Incubadora INCAA, que ya no existe. Estévez cuenta que en este programa “cineastas emergentes tuvimos la posibilidad de tener tutores internacionales que nos ayudaron a trabajar nuestros proyectos para hacerlos más competitivos y para traccionar fondos internacionales. Todo eso se hizo bajo nuestro legítimo derecho”. También ganaron el premio DocsLab Mx en México, contó con apoyo de Mecenazgo y participó en el Mercado de Visions du Réel en Suiza. Se proyectó por primera vez en octubre del 2023, en el Festival Internacional de Cine Documental Buenos Aires (FIDBA). 

Me gusta cuando hablas… hoy

El documental fue rodado en el año 2021. Todo el elenco pensó que algunas discusiones que abría la película “podían quedar caducas o que dejaran de estar en agenda”, dice Estévez. Y agrega: “De modo completamente impensado estamos estrenando en este contexto muy adverso donde se cuestionan derechos adquiridos. Entonces, de alguna manera, cada escena, cada fotograma de la película, cobra una relevancia que nosotras pensamos que ya en el momento del estreno no la iba a tener”.

Osorio cree que en este panorama el documental es de suma importancia “porque el gobierno está cuestionando el feminismo y lo está convirtiendo en un enemigo público. El documental marca esto de que ‘el feminismo está vivo, las feministas estamos vivas’ y estamos dando la pelea no solo en las instancias públicas sino en el interior de nuestros hogares. Es muy interesante el contexto en el que esta película aparece para dialogar con un gobierno que nos está convirtiendo en blanco y nos está negando e invisibilizando”.

El pasado martes 27 de febrero, días antes del estreno del documental, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que se prohibirá el lenguaje inclusivo y todo lo referente a la perspectiva de género en la administración pública. Frente a esto también agrega que “no se va a poder utilizar la letra ‘e’, el @, la ‘x’ y evitar la innecesaria inclusión del femenino”.

Al ser rodado en el año 2021 el documental tiene lenguaje inclusivo con el objetivo de no excluir a ningún sector. La decisión del Estado no es que prohíbe su obligatoriedad: prohíbe directamente su uso. Esto implica dejar afuera a las disidencias y dar la espalda a una parte de la sociedad. En relación a los dichos de Adorni, Estévez afirma que “el documental de repente pasa a estar prohibido”

Ante esta prohibición Estévez añade: “Los cineastas emergentes pasamos por un montón de procesos legitimados por nuestro instituto de cine y por laboratorios internacionales y que al momento del estreno nuestra película pase a estar prohibido el lenguaje inclusivo sinceramente nos deja en una situación donde nos sentimos censuradas, donde sentimos que se está ejerciendo la violencia hacia todos los trabajadores de la cultura, hacia las mujeres, hacia las comunicadoras sociales que también somos y hacia las feministas que somos”.

Apoyo al Gaumont

El documental estará en el Cine Gaumont a precios populares de 400 pesos al público general y 200 pesos para jubilados, pensionados y estudiantes de todos los niveles educativos.

El lunes 4 del corriente mes se realizó una reunión en el INCAA, por pedido de la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), con Carlos Luis Pirovano, el nuevo presidente del organismo, quien tiene nula experiencia en el ambiente del arte. En esta reunión Pirovano planteó que habrá una segunda etapa de despidos, desfinanciación del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y Ventana Sur y el cierre de Cine.Ar, Cine.Ar Play y Cine Gaumont, con la posterior venta de este último.

Ante dicho escenario Estévez dice: “Es muy importante en este momento bancar el cine argentino, y en la semana del 8M bancar estos contenidos hechos con un cupo femenino. Es importante valorar estos espacios, que son nuestro patrimonio cultural y defenderlos”.

Entre todo este contexto de ataques, prohibiciones y cierres que se dan en la esfera social, Me gusta cuando hablas es un respiro y empujón a continuar combatiendo el día a día donde nunca se sabe hacía donde apuntará la motosierra.

Las preguntas honestas del teatro independiente

Las preguntas honestas del teatro independiente

“Tácito imperfecto” combina el absurdo y la filosofía en un monólogo que desacostumbra nuestra forma de pensar el tiempo ¿Cuántas paradojas puede abrir el teatro? ANCCOM lo piensa junto a Enrique Federman y Mauricio Kartun.

Un hombre temeroso aunque de muchos saberes entra en una peluquería venida a menos. La luz es tenue y el lugar, a priori, no parece el más indicado, pero es el único posible para su loca conferencia. En el centro, una mesa pequeña con varios objetos, algunos evidentes y otros escondidos: un cuaderno, un vaso con dados, una carta, silbatos de distinto tenor. El hombre ensaya con rapidez y pide al espectador que tome nota, porque la obra ha comenzado y el tiempo se escurre en más de una dirección. Escrita e interpretada por Enrique Federman con el asesoramiento de Mauricio Kartun, Tácito imperfecto es una paradoja constante que combina el absurdo con la filosofía, la tesis con el teatro, citas apócrifas con preguntas honestas: ¿Cómo se calcula el porvenir? ¿Quién determina lo que es fugaz? ¿Realmente puede medirse el tiempo?

 

Del papel a las tablas

Acostumbrado al teatro y con mucha experiencia en el ámbito clown, escribir cuentos, poesías y disertaciones que circulan en Tácito imperfecto fue para Federman algo absolutamente novedoso. Todo ese material tomó la forma de un «ensayo apócrifo», donde un hombre con supuestos saberes expone sus interrogantes e ideas sobre el tiempo, con todas las paradojas, contradicciones y fracasos que nuestro lenguaje permite. En diálogo con ANCCOM, el autor revela que al principio pensó en hacer de este ensayo un libro, pero que el reconocido dramaturgo Mauricio Kartun (con quien comparte una amistad de años y algunos proyectos como Perras y No me dejes así) le sugirió convertirlo en una obra de teatro unipersonal. «Entre todos los textos que tenía encontré un hilván, la idea del tiempo, y decidí llevar aquél ensayo a la práctica como una conferencia, una clase dada en un lugar absurdo para tal fin, como lo es una peluquería», añade.

Pero en Tácito imperfecto lo absurdo no se limita a esta primera disonancia. De hecho, para dar forma al peculiar protagonista que él mismo interpreta, Federman pone en juego diversos elementos del clown, un estilo del cual es referente: «Yo me considero un pre-clown. La movida del clown en Argentina comenzó a mediados de los ochenta, y yo ya trabajaba de payaso antes, cuando ‘payaso’ era casi una mala palabra. Pude organizar el primer festival de clown en Argentina: «El Narizazo«, que era algo así como una explosión de narices. Hacía un teatro sin palabras, con pitidos, que me permitían comunicarme en Japón, Singapur, en Italia, donde fuera», recuerda. Con el tiempo se distanció de la práctica, y fue también Kartun quien le aconsejó que retome aquellos trucos para interpretar los textos de su nueva producción: «Entonces fui a la vieja valija de esos años, que tenía muy guardada, y me encontré con pequeñas cosas que me permitieron darle un tono personal a la ‘formalidad’ que tiene el texto, por más absurdo que sea, atravesarlo con lo que yo llamo la clownidad«.

«Todo lo que el teatro independiente disfruta lo consiguió a partir de la movilización. Perderlo sería una tragedia y la única forma de defenderlo es la resistencia», dice Mauricio Kartun.

En las salas y en la calle

Consultado por las posibilidades del arte independiente, en un contexto donde el gobierno nacional muestra claras intenciones de desfinanciar la cultura, Federman no olvida que el teatro tiene capacidad de resistencia: «El teatro siempre estuvo del otro lado. Durante la dictadura del 76, un momento más difícil que este, existió el Teatro Abierto, un espacio donde podíamos encontrarnos quienes estábamos en contra de lo que sucedía. El teatro siempre está ahí, siempre tiene una opción; se puede hacer en una casa con diez personas, sin escenografía, sin vestuario, sin música, en cualquier lugar. En ese sentido es como inmortal, invencible».

Mauricio Kartun también compartió su punto de vista con ANCCOM y expresó que «todo lo que el teatro independiente disfruta lo consiguió a partir de la movilización, de la insistencia. Por ejemplo, La Ley de Teatros fue largamente peleada y se dio a partir de un dificultoso consenso. Perderlo sería una tragedia y la única forma de defenderlo es la resistencia, que está en las salas, en los escenarios y, por supuesto, en las calles».

La paradoja

La música, el cine, el teatro y todas las expresiones artísticas peligran bajo la vara del éxito comercial como parámetro definitorio de su calidad estética, su utilidad social y, como se ha visto en el cuerpo de la Ley Ómnibus, su permanencia en la inversión pública. ¿Cómo puede el arte soportar estas presiones?.

Kartun observa que «mientras que el arte comercial responde a exigencias de mercado, y necesita buenos resultados rápidamente con la menor inversión posible, en el arte independiente ocurre definitivamente lo contrario. Mi contador nunca termina de entender por qué si una obra se puede dirigir en dos meses yo utilizo un año entero para montarla. Y es que el arte independiente es escandalosamente antiresultadista, porque sus resultados van más allá del equilibrio de una ecuación. Trabaja en honor a un viejo concepto que vale la pena recuperar: ‘por amor al arte’».

Cambio y adaptación, resultadismo y antiresultadismo son algunas de las paradojas que circulan por la obra de Federman. Él mismo reconoce su lugar en el péndulo: «Uno hace las cosas para intentar vivir de esto, que llegue a más gente, que se expanda. Muchos intentos salen mal y mueren en el camino, algunos duran un poco más. El resultado está en la continuidad… el resultado sigue siendo la incógnita».

Tácito imperfecto está disponible todos los viernes hasta el 26/04, a las 22:30 en Beckett teatro (Guardia Vieja 3556, CABA)