Otra agricultura es posible

Otra agricultura es posible

La Unión de los Trabajadores de la Tierra (UTT) impulsa “la agroecología como transformación social productiva y política”. A través del Almacén de Ramos Generales comercializan sus productos a los que consideran que tienen precios justos y fijos, con el objetivo de fortalecer el trabajo en el campo y el consumo responsable en las ciudades.

Recientemente, la UTT abrió otro espacio de venta de frutas y verduras sin agrotóxicos, en el barrio de Almagro. Se trata del cuarto Almacén de Ramos Generales, caracterizado también por tener una vinculación directa entre consumidores y productores. Los otros se ubican en las localidades de Esteban Echeverría, Berazategui y San Vicente.

“El objetivo es crear un canal de comercialización directo de las familias productoras con el consumidor, organizadas por la UTT, fortaleciendo la producción agroecológica y la creación de cooperativas y trabajo libre y sin patrón”, expresa Nahuel Levaggi, Coordinador Nacional de la UTT. Y agrega: “La situación del sector es crítica, lo venimos denunciando y luchando hace rato. Entre la situación macroeconómica que genera condiciones adversas para el sector, ya que por un lado se produce a precio dólar y se vende en pesos, se suma por otro lado el desmantelamiento de todas las estructuras del Estado que acompañaron el proceso de los agricultores familiares, como el desmantelamiento de la Secretaría de Agricultura Familiar y la quita del Monotributo Social Agropecuario”.

A través de su página de Facebook, el Almacén de Ramos Generales expresa: “Las familias trabajadoras de la tierra estamos en estado de crisis, y se suma este temporal que arruina nuestros invernaderos. Desde el temporal de febrero de 2017 que venimos exigiendo al Estado políticas públicas para el sector, pero como respuesta nos quitan el Monotributo Social Agropecuario, desarman la Secretaría de Agricultura Familiar y hacen oídos sordos a nuestros reclamos como pequeños productores. Nuestra respuesta es organización, agroecología y comercialización sin intermediarios”.

“La idea es darle una salida comercial a los pequeños productores. Hay muchos que son del interior del país y no pueden llegar a Capital, entonces esto les abre una puerta”, comenta Lucas Levaggi, empleado del Almacén de Ramos Generales de Almagro. Y con respecto a la venta de los productos, explica: “Por un lado, le ofrecemos al cliente una facilidad para llegar a estos productos, y por otra parte le decimos la verdad, ya que hay productos en el almacén que son agroecológicos y otros que no. Entonces cuando un cliente se lleva un producto que no es agroecológico se lo aclaramos, y le explicamos por qué no hay. Los productos no deben ser sí o sí agroecológicos para estar acá, pueden ser también de pequeños productores”.

La venta de estas frutas y verduras agroecológicas, junto con alimentos cooperativos y productos regionales se relaciona con el desarrollo de una agricultura responsable. Al respecto, Nahuel Levaggi afirma que “una agricultura responsable tiene que ver con escapar al paquete tecnológico de las multinacionales, utilizando una tecnología agroecológica que nosotros entendemos que se basa en el cuidado del suelo y en la no utilización de agroquímicos. Es una agricultura dinámica, por un lado, pero por otra parte responsable en la cuestión social, ya que también existe la producción orgánica certificada, que muchas veces está producida bajo relaciones de explotación. Por eso nosotros no hablamos de ‘orgánico’ sino de ‘agroecológico’, que además de toda la cuestión del paquete tecnológico liberador, es también fruto del trabajo digno y de la agricultura familiar”.

La Unión de Trabajadores de la Tierra se organiza y busca visibilizar que otra manera de producir y comercializar es posible. De este modo, el último mes también realizó una serie de “feriazos” en Plaza de Mayo, Plaza Constitución, Plaza Retiro y Plaza Once, para mostrar la remarcación de precios desmedida llevada a cabo por parte de los intermediarios en la venta de los productos, por la obtención de una soberanía alimentaria y precios justos tanto para los productores como para los consumidores.

Un ataque a los más vulnerables

Un ataque a los más vulnerables

El Cottolengo Don Orione de Claypole enfrenta una situación crítica debido a la falta de pago de las prestaciones provenientes de las obras sociales de internos. Esto dificulta el pago a los proveedores de alimentos y de medicamentos necesarios para las más de 370 personas que residen en la institución.

Fernando Montero, psicopedagogo y coordinador técnico del Cottolengo sostiene que “el atraso es muy importante, con lo cual no podamos sostener adecuadamente lo que es el mantenimiento del servicio que prestamos. La situación es bastante angustiante, para el personal sobre todo. Para los residentes todavía no tanto, porque el personal viene a trabajar igual pese a estas dificultades, y se trabaja con la misma intensidad”. Montero reclama: “Necesitamos una solución de fondo, que es la sistematización de los pagos y la actualización de los aranceles. Tenemos una inflación tremenda, y no hay una actualización real de los aranceles. Necesitamos un 35 por ciento mínimo de actualización, lo cual no se está dando en este momento”. Además, la falta de insumos es otro de los golpes a la entidad, que han podido corregir recientemente, mediante una medida de amparo, la cual fue apelada en varias oportunidades.

Desde su fundación en 1935, el Pequeño Cottolengo Don Orione trabaja para mejorar la calidad de vida de sus residentes, quienes reciben atención constante por parte de empleados, voluntarios y religiosos. Actualmente 373 personas residen allí, con discapacidades muy heterogéneas y un amplio rango etario que abarca desde los 12 hasta los 90 años. La gran mayoría son pacientes denominados “de alta dependencia”, ya que debido a las dificultades físicas que presentan, requieren asistencia constante para realizar todo tipo de actividades, incluidas las más básicas.

“El problema del atraso de pagos se agrava a su vez en un contexto inflacionario. No es nada fácil”, comenta Miguel Rama, director médico del Cottolengo. “Lamentablemente, el golpe que esto produce es sobre las personas más vulnerables, y ese es el problema. Porque los ricos no sufren. Estos chicos justamente están acá porque son vulnerables”, agrega.

La mitad de los residentes son beneficiarios de Incluir Salud, un programa nacional de asistencia a personas con discapacidad, dependiente de la Agencia Nacional de Discapacidad, que desde hace siete meses no abona las prestaciones que el Cottolengo necesita para funcionar con normalidad. Pero por otra parte, y debido a que se trata de una institución caritativa, el Cottolengo recibe también a personas que no cuentan con una cobertura médica. En este sentido, el principal ingreso de la institución proviene de las obras sociales de los residentes, y en menor medida, de las donaciones brindadas por empresarios o vecinos de la zona. Además, la entidad lleva a cabo campañas mensuales para cubrir determinadas necesidades dentro de cada mes, a las que aportan quienes deseen ayudar.

“La situación es de mucha preocupación y tristeza. Al no poder cobrarse las prestaciones en tiempo y forma, esto hace que muchos proyectos o muchas planificaciones anuales que se tienen se vean truncadas por la falta de dinero. Esto repercute directamente en la calidad de los tratamientos que nosotros pretendemos ofrecer a las personas con discapacidad que viven en la institución”, expresa Jorgelina Leis, coordinadora del Área de Orientadores y de Terapia Ocupacional del Centro Educativo Terapéutico del Cottolengo. “Somos un poco la voz de ellos, nosotros junto con las familias, porque estamos todos los días trabajando con ellos. Hay mucha gente con discapacidad, y eso no está visualizado”, agrega Leis.

La institución expresó a través de un comunicado que “las autoridades del Programa Federal Incluir Salud han asumido el compromiso de cancelar las prestaciones con regularidad para asegurar la previsibilidad y el normal funcionamiento de nuestra organización”. Además, sostienen que si bien pudieron cumplir con sus obligaciones laborales correspondientes al mes de agosto, “los aranceles de las prestaciones brindadas se encuentran desactualizados”. El comunicado finaliza reclamando a las autoridades del Programa Federal Incluir Salud que se disponga a “solucionar todos los problemas planteados”.

 

Imágenes, miradas y sentidos

Imágenes, miradas y sentidos

Mujer de espaldas a la cámara mirando las fotografías colgadas en las paredes

El pasado 13 de julio se llevó a cabo la inauguración de la 29º Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino en la Casa del Bicentenario, organizada por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA).

La muestra propone un recorrido narrativo a través de fotografías correspondientes a los hechos más significativos del año pasado en materia de deportes, actualidad, política, naturaleza, arte y espectáculos, entre otros, ocurridos tanto en Argentina como en el mundo.

Se trata de la muestra de fotoperiodismo más importante organizada en el país, ya que cuenta con más de 150 fotografías en exposición, las cuales fueron seleccionadas entre más de 3.200 imágenes enviadas por reporteros de todo el país.

Un hombre y una mujer mirando un libro con las fotografías junto a la entrada de la exposición

“Como reporteros gráficos tenemos una responsabilidad histórica”, sostiene Soledad Vázquez, reportera gráfica cuyas imágenes se exponen en la muestra. “Todos tenemos en nuestro registro emotivo alguna imagen de algún reportero gráfico que nos marcó”, concluye.

La visita guiada consta de un recorrido por aquellos acontecimientos clave del 2017. La marcha contra el 2×1, la desaparición de Santiago Maldonado, la del ARA San Juan, las numerosas marchas sociales, estudiantiles y gremiales, y la convocatoria por el Ni Una Menos son sólo algunos acontecimientos que exhibe ARGRA a través de sus imágenes.

“El valor del reportero gráfico reside en la responsabilidad de informar a la sociedad. El valor de esta muestra radica en que, en momentos en que se dice una cosa y se hace otra, nuestras imágenes están ceñidas a un buen ejercicio profesional y sin intención de engañar a la gente”, afirma Daniel Vides, Presidente de la Comisión Directiva de ARGRA.

Dos mujeres y un hombre mirando a dos fotografías

En la Casa del Bicentenario también se puede apreciar la colección Pequeño Formato, que consta de la exposición de imágenes correspondientes a Enrique Shore y su libro Informe Conadep, el cual contiene imágenes que corresponden al recorrido realizado por el autor a través de los centros clandestinos de detención en los que permanecieron los detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar. Por otro lado, Paula Acunzo presenta Dime con quién andas, un libro de fotografía documental sobre la vida diaria de tres personas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ y, por último, Cristina Fraire expone Habitar lo inhabitable, un trabajo realizado en la Villa 20 de la CABA, en conventillos de La Boca, y en barrios del conurbano bonaerense.

En diálogo con ANCCOM, Martín Felipe, coordinador de la colección Pequeño Formato afirma el valor que siente por el fotoperiodismo, pero de forma cuidadosa. “Creo que debemos saber ver más allá de lo que se está mostrando y tratar de entender el origen y la intención de esas imágenes. Una fotografía nunca es objetiva, siempre es un recorte hecho por una persona con sus propios valores y visiones del mundo, además del medio para el que trabaja”. Y agrega que “el sistema de comunicación imperante sabe hacer un uso repetitivo de las imágenes en donde se logra un efecto anestésico en la sociedad, también como fotógrafos tenemos que estar atentos a ese juego y tratar de evitar transformarnos en meras herramientas”.

Parte de la exposición con tres paredes y sobre cada una hay una foto colgada

Por otro lado, Felipe rescata la importancia y el valor que presentan estos trabajos de archivo. “Rompen el cristal y nos obligan a ver los hechos desde otra perspectiva, nos amplían el nivel de comprensión de ese hecho y modifican hacia adelante la mirada por construir. Entiendo que hay una memoria colectiva oficial, establecida, que se construye con imágenes que van surgiendo de la prensa hegemónica; y hay otra que se construye más desde las orillas y que cuenta las cosas desde otra perspectiva, es esta la que resulta importante valorizar. La primera niega a la segunda, trata de taparla o de asimilarla para su propia construcción”.

Por su parte, el periodista y escritor Pablo Waisberg sostiene: “Aquí, las fotógrafas y los fotógrafos son artífices de su propia línea editorial. Se adueñan, apenas por un rato, del proceso de producción y difusión de su trabajo. Hablan sin otra mediación que su propia mirada, ideología, posicionamiento”.

La muestra permanecerá en la Casa del Bicentenario, Riobamba 985, hasta el 12 de agosto.

Mirá la fotogalería:

La ola de despidos llegó a Radio Del Plata

La ola de despidos llegó a Radio Del Plata

Reclamo salarial de los trabajadores de Radio Del Plata. ARCHIVO: 19/07/2017.

Más de 50 trabajadores fueron despedidos de radio Del Plata, luego de que finalizara el período de conciliación obligatoria con el Grupo Electroingeniería, propietario de la emisora. El viernes último, al intentar ingresar a su lugar de trabajo, los cesanteados se encontraron en una lista y con el personal de seguridad que les prohibió el ingreso al edificio.

Los trabajadores de prensa continúan en una situación de crisis que parece agravarse cada vez más, en un contexto de despidos masivos tanto en el ámbito privado como en el público. Días antes nomás, la agencia estatal de noticias TÉLAM había despedido a 357 trabajadores. Ahora fue el turno de Radio Del Plata, que tras meses de espera y conflicto, la situación culminó con la desvinculación de más de 50 empleados, quienes constituyen el 45 por ciento del personal de la empresa.

“Entre los despedidos hay productores, operadores y columnistas”, comenta Andrea Landi, locutora de la radio. Si bien ella no fue despedida, se solidariza con sus compañeros y compañeras. “En estos momentos la situación es de paro total. Los despedidos fueron citados en un estudio de abogados para ‘negociar’ su propia indemnización, algo totalmente fuera de la ley. Nos adeudan casi cuatro meses de salario, no se realizan aportes y, desde hace dos meses, cobramos el 12,5 por ciento del salario por semana”, agrega Landi.

Esta vez, fueron más de 50 los despedidos.

Si bien el conflicto data de hace un tiempo, la empresa despidió en mayo pasado a 12 personas. El pasado 29 de mayo, el Ministerio de Trabajo dictó un período de concliciación obligatoria tras el cual, la empresa desvinculó a otros 38 trabajadores.

En diálogo con ANCCOM, Marcela Ojeda, columnista de Radio Del Plata, describe: “Trabajo en Del Plata desde hace 14 años. Hasta hace tres años era cronista los sábados, pero lentamente, aunque de manera predecible, dejaron de pagar taxis para poder movilizarnos, e incluso ya no querían pagar horas extras a los choferes de los móviles”. Ojeda explica cómo la empresa fue armando el escenario que concluyó en su despido: “Durante varios meses, y ante este look out patronal, fui a cumplir horario sin funciones. No se me permitía hacer mi trabajo. Ante esta realidad decidí plantear que quería que se me reubique o que vean la forma de darme tareas. Durante el último año hice una columna de género todos los martes en “La Tarde Del Plata”. Esto fue aceptado y coordinado por un gerente de programación. Hasta hace un mes que me llegó la carta documento despidiéndome con causa, de manera mentirosa y perversa, inventaron el motivo”.

Por su parte, Juan Francisco Sala, operador técnico de la radio, sostiene que “si bien ya hubo conciliación obligatoria, a los trabajadores se los volvió a echar. En un primer momento habían sido 12, después hace un mes, a otros 30, y gracias a que se dictó la conciliación fuimos reincorporados. Pero después me volvieron a echar. A excepción de un par de compañeros que no volvieron a desvincular, después echaron a todos y sumaron ocho más, o sea se fueron 38. En total, son 50 con los 12 anteriores. No hay ninguna chance de reincorporación, y lo más grave de todo es que tampoco nos aseguran la indemnización en tiempo y forma”. Y agrega: “La radio quiere hacer un ajuste, un vaciamiento, ya sea para terminar de mandarla a la quiebra o para venderla mucho más barata”.

El cordón policial en una protesta en julio del año pasado, convocada por los trabajadores por reclamos salariales.

Hasta el momento, los trabajadores de prensa se encuentran realizando un paro indeterminado y denuncian que “Radio Del Plata despide pero no indemniza”. A ello se suma la deuda del pago de salarios y la falta de aportes jubilatorios y de obra social. En un comunicado de prensa, los trabajadores de Del Plata repudian el despido a sus compañeros, al tiempo que responsabilizan a Osvaldo y Santiago Acosta, y a Gerardo y Sebastián Ferreyra, dueños de la empresa Electroingeniería, por las deudas. Por otra parte, consideraron que dichas maniobras son un ataque directo a la libertad de expresión y al derecho a la información.

Por su parte, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) sigue el conflicto de cerca y se suma al repudio por los despidos, tanto en Radio Del Plata, como en la Agencia Télam. “Denunciamos el ataque al libre ejercicio del periodismo, en sus dos expresiones más recientes: primero, en el vaciamiento y los despidos arbitrarios e ilegales en la agencia Télam, seguido por más de 50 despidos en Radio Del Plata. Hay tres mil periodistas menos en todo el país. Menos periodistas, menos información y menos libertad de expresión”, sostienen desde el sindicato.

 

Nuevo Barrio, nuevas oportunidades

Nuevo Barrio, nuevas oportunidades

Una persona mira los libros del stand de la Editorial Madreselva en la Feria del Libro.

La tercera edición de este espacio reúne doce editoriales.

Nuevo Barrio recibió gran aprobación por parte del público lector que concurre a la Feria, considerándolo uno de los espacios más diversos. En sus ediciones anteriores, al igual que en la de este año, la Fundación El Libro selecciona doce editoriales de la Argentina y el exterior que se postulan para obtener un stand asignado por la propia Feria, y que no solo les permite exponer sus títulos, sino también obtener cierto reconocimiento frente a las muchas editoriales ya instaladas. Se trata, además, de una oportunidad de exposición que, en la mayoría de los casos, las editoriales no podrían costear por su cuenta.

“Está buenísima la propuesta, porque permite exponer a muchos sellos que quizás no podrían costearse un espacio en la Feria. Permite mucha visibilidad y que la gente conozca los materiales, los autores, por ese lado es súper positivo. Y además compartir el espacio de Nuevo Barrio con otro montón de editoriales nacionales y de afuera, es muy interesante”, sostiene Gabriela Ballesi, asistente de la editorial La Luminosa, una de las seleccionadas este año.

Además de un gran reconocimiento, participar de esta exposición facilita el acceso al público masivo que asiste a la Feria del Libro. Así lo plantea Sebastián Albarracín, perteneciente a la editorial Madreselva, quien sostiene que “lo más importante es poder llegar a la mayor cantidad de gente posible y exponer la cantidad de libros que tiene la editorial”. Madreselva se destaca por sus publicaciones relacionadas al feminismo, anarquismo, maternidades libertarias, infancias libres, identidades disidentes y la autogestión, entre otras.  

Libros en el stand de Editorial Madreselva.

Nuevo Barrio busca dar exposición a nuevos talentos y proyectos creativos.

Por otro lado, la importancia de que estas editoriales estén presentes radica en el hecho de que se siga fomentando la lectura. En este sentido, Hugo Montero, uno de los tres directores de la Editorial Sudestada, afirma: “Existe desde hace muchos años una crisis de lectura en nuestro país que podríamos sintetizar en que cada día se pierden más lectores, no hay ni siquiera un registro fiable de analfabetismo funcional, pero se trata de una pésima noticia que tiene que ver con otra crisis más estructural, relacionada con la educación y la cultura que consumimos. Para nosotros, como editorial, es imposible estar ajeno a estas crisis, que nos atraviesan y nos debilitan. Por eso mismo, cualquier chance de interpelar al potencial lector es siempre bienvenida, porque es un inicio para intentar dar esta batalla desigual y cotidiana”. Editorial Sudestada nació en  2001, en un panorama político, social y económico crítico. “Sudestada surge como revista independiente en medio de otra crisis económica tremenda, que afectó particularmente a los más jóvenes. Si bien no parecía un momento propicio para largarse con un proyecto editorial, encaramos el desafío con la expectativa de ver si, en el camino, nos encontrábamos con un público lector. Así sucedió, y por eso seguimos en la calle, 16 años después, ahora como sello editorial y con unos 40 libros periodísticos y 30 infantiles editados hasta el momento”, concluye Montero.

Hoy también las editoriales enfrentan una situación de crisis, sobre todo las pequeñas. “La única crisis editorial no tiene que ver con que no haya cosas para editar o que la gente no quiera comprar libros en papel. La crisis editorial tiene que ver con un plan económico de gobierno que se olvida de los pequeños productores de libros, como se olvida de los productores de cualquier cosa en este país. Suben los costos no sólo del papel y de la imprenta sino también los costos de la luz, las expensas, los alquileres. Entonces eso hace que se estrangule una producción que los grandes grupos editoriales perfectamente se pueda solventar, pero los pequeños grupos editoriales nos vemos asfixiados”, denuncia Celeste Dieguez, Editora de la Editorial Malisia y celebra: “Entonces, por supuesto, si no fuera por esta iniciativa del Nuevo Barrio en el que podemos estar acá de manera gratuita, no creo que pudiéramos llegar a la Feria”.

Stand de Editorial Sudestada con libros y la expositora tras ellos.

Editorial Sudestada, además de la revista mensual, publicó más de 70 libros.

Por otra parte, es importante destacar la oportunidad que la Feria brinda a aquellas editoriales del exterior que desean insertarse en el circuito editorial argentino y latinoamericano. Tal es el caso de la Editorial Funambulista, proveniente de España. “Seguramente, estos últimos años, las editoriales argentinas han tenido que reducir gastos, eso ha incluido la presencia en ferias internacionales, lo que hace que cada vez se nos vea menos y las ferias sean menos interesantes, porque hay menos oferta editorial”, sostiene Concepción Cuesta, administradora de la editorial. “Con esta iniciativa tenemos la oportunidad, reduciendo muchos costos, de tener mayor presencia, comprobar cómo funciona, arriesgando menos económicamente a la vez que se enriquece la Feria”, agrega. Para la administradora española, Nuevo Barrio es una gran iniciativa, ya que hace que los editores participen y la Feria siga siendo un gran escaparate del mundo del libro: “Y que cada vez tenga más interés para todos los que formamos parte de él y para el público que va a comprar”, concluye.

Otra de las editoriales internacionales seleccionada es Estruendomudo, proveniente de Lima, Perú. “La importancia de formar parte de este espacio es la misma que tiene la literatura, de llegar a otras personas con culturas diferentes y de comunicar algo, de hacer conexiones. Creo que es una muy buena iniciativa porque nos permite dar más alcance. Nos permite a nosotros hacernos conocer en otras partes del mundo, como en Argentina”, sostiene Paloma Temple, asistente de la editorial.

Las otras editoriales seleccionadas para formar parte de la Feria son, además de La Luminosa, Madreselva, Sudestada, Malisia, la española  Funambulista y la peruana Estruendomudo; las argentinas de la Ciudad de Buenos Aires Del Dock, Dedalus Editores, Wu Wei y Absentha Libros y Gog & Magog; la santafesina La Fer, y la chilena Hueders.

«Esta iniciativa enriquece la Feria», dice la española Concepción Cuesta, de Funambulista.