Teatro público, gratuito y en lugares inesperados

Teatro público, gratuito y en lugares inesperados

Hasta el 30 de marzo y con entrada gratuita, se celebra una nueva edición del festival de teatro que tiene lugar en espacios alternativos del partido de Vicente López. Estrenos exclusivos y experiencias inmersivas son algunos de los atractivos de la propuesta.

El festival de teatro Vicente López en Escena celebra su décima edición con una programación cargada de propuestas innovadoras y un espíritu de reflexión sobre la tradición, la familia y el legado de los oficios. Creado por la Secretaría de Cultura del municipio y bajo la dirección artística de Silvia Gómez Giusto, el evento ofrece una serie de actividades que van más allá de las funciones tradicionales. «La idea inicial fue probar con obras que ya estaban en el circuito teatral y adaptarlas a espacios alternativos, buscando romper con la centralización en la ciudad de Buenos Aires y generar un nuevo circuito cultural en la región», señala Gómez Giusto, quien estuvo al frente de la propuesta desde sus inicios, en diálogo con ANCCOM. Este ciclo, que comenzó como una prueba para salir de las salas y conectar con nuevos públicos, hoy se ha consolidado como un festival de gran dimensión que ofrece una nueva manera de experimentar las artes escénicas.

Los ejes curatoriales de esta edición se centran en la tradición, el legado familiar, la pérdida de oficios y proponen a los espectadores conectar con sus historias personales y sus raíces culturales. “El arte es la forma más espiritual de atravesar estos temas”, asegura la directora artística. Una de las obras invitadas para reflexionar sobre estas cuestiones es El Punto de Costura, una conferencia performática dirigida por Cynthia Edul, que trabaja a partir del regreso a los oficiosde una familia de inmigrantes sirios. La obra, que se presentará el sábado 29 en el Centro Cultural Munro, explora el universo de los textiles, los orígenes de la industria y su historia en Argentina. “El objetivo es rescatar esas profesiones y mostrar cómo a través del lenguaje del teatro, muchos artistas pueden revisitar distintos oficios y tradiciones”, menciona Gómez Giusto.

Tras recibir más de doscientos proyectos en una convocatoria abierta para artistas de todo el país, sólo seis obras fueron elegidas para formar parte de la programación. Con un abanico amplio de posibilidades, se priorizaron aquellas piezas teatrales que realmente trabajaran sobre espacios fuera de lo convencional y que además estuvieran alineadas con los ejes temáticos de esta edición. Entre las propuestas resalta La memoria futura. Las voces de las Abuelas, una experiencia inmersiva dirigida por Luciana Mastromauro que invita a conocer a partir de sus propias voceslas historias de mujeres cuyos nietos fueron apropiados durante la última dictadura militar. La cita será el próximo 22 y 23 de marzo en la icónica casona Quinta Trabucco ubicada en el barrio de Florida.

El domingo 23 será una jornada llena de propuestas que desafían las fronteras entre el escenario y el público en espacios inesperados. Entre ellas, se destaca el estreno de La velocidad de la sangre, una obra que se presentará en las escalinatas de la calle Dr. José Penna 999, y que explora la relación entre un padre y un hijo a través de un relato cargado de emociones y reflexiones. También, en la Sociedad Alemana de Gimnasia, ubicada en Juan Bautista Alberdi 1865, Olivos, se podrá visionar la obra Un tiro cada uno, dirigida por Consuelo Iturraspe y Laura Sbdar. Escrita y dirigida de modo colectivo, la pieza teatral relata la historia de un femicidio e indaga sobre la problemática de la violencia de género. “Hacerlo en estos lugares implica una estructura de producción muy grande, pero al mismo tiempo te da la riqueza de hacer una experiencia que es única y difícil de repetir”, asegura Gómez Giusto.

Al ser un evento que ocurre solamente una vez al año, desde la Secretaría de Cultura se permiten tomar riesgos y apostar por nuevos desafíos. “Hay una conciencia muy clara de que tenemos que traer material profesional y de gran calidad a nuestros vecinos y también a quienes se acercan de otros municipios”, agrega Gómez Giusto. Por ese motivo, una de las grandes novedades de esta edición es la incorporación de Nueva Escena, una sección que reúne dos obras de jóvenes creadores que exploran nuevas formas de expresión y representan el presente y futuro de las artes escénicas. “Para dar a conocer estas nuevas voces y miradas de concebir el teatro nos parecía que merecían tener un lugar apartado dentro de la programación”, sostiene Gómez Giusto.

El sábado 22 de marzo se podrá ver en la Escuela Municipal Paula Albarracín de Sarmiento la comedia de teatro físico Laura se extravía. En el delirio especulativo del sentido, dirigida por Malena Medici. La obra se centra en el monólogo de la protagonista, quien busca comprender su vida y las emociones que la atraviesan. El viernes 28, en el Centro Cultural Munro, será el turno de Breve enciclopedia de la amistad, una creación de Grupo BESA que narra la historia de dos adolescentes que, al decidir irse de vacaciones y pasar el verano juntos sin sus padres se adentran en un ritmo frenético de juego y fantasía.

A lo largo de diez años, el festival se ha convertido no sólo en un referente cultural sino también en un punto de encuentro para quienes disfrutan del arte en todas sus formas. Con entradas gratuitas en todas las funciones y en locaciones que resultan accesibles tanto para los vecinos como para quienes se acercan de zonas aledañas, el evento se logra instalar como uno que promueve el acceso a la cultura sin barreras económicas ni geográficas. “Mucha gente vio teatro por primera vez con este festival”, asegura Natalia Caporale, directora general de cultura de Vicente López. Además, menciona que es una decisión del municipio seguir sosteniéndoloy destaca cómo, con el apoyo de la intendenta Soledad Martínez, el evento sigue creciendo cada vez más. “Me parece importante desde la gestión pública apostar por creadores, artistas y proyectos que quieren crecer”, sostiene Caporale.

En una época signada por las pantallas y los múltiples estímulos que proporcionan los dispositivos tecnológicos, Vicente López en Escena ofrece una alternativa para conectar con el arte desde la presencialidad y el encuentro con otras personas, priorizando así la experiencia colectiva. “El arte siempre nos abre una puerta y nos rescata”, concluye Gómez Giusto, reafirmando la misión del festival de generar experiencias culturales enriquecedoras.

 

La programación completa del festival Vicente López en Escena se puede ver completa aquí.

Una mirada sobre el suicidio de los pueblos

Una mirada sobre el suicidio de los pueblos

Rita Cortese dirige «No tiene un desgarrón», una adaptación propia de una obra de Thomas Bernhard de 1988 que denuncia al neofascismo.

No tiene un desgarrón, obra escrita y dirigida por Rita Cortese, es una síntesis y adaptación de la polémica Heldenplatz (“Plaza de Héroes”) del austríaco Thomas Bernhard. La obra original trata sobre la desolación y la pérdida en los últimos ecos del régimen nazi: el suicidio del profesor Josef Schuster, intelectual judío quien, al regresar del exilio, advierte que el antisemitismo es aún peor que cuando escapó 50 años atrás en épocas del nazismo. La versión argentina hace foco en la señora Zittel (Julieta Cardinali) y Herta (Vera Spinetta), ama de llaves y sirvienta del profesor, y da forma a un drama íntimo en permanente juego con lo social.

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Los espectadores se acomodan en sus butacas. En el escenario flanquean tres grandes biombos tapados por trajes oscuros. En el centro de la escena, una ventana: al otro lado estaría la plaza donde el pueblo vienés aplaudió el discurso de Hitler, gritos que todavía atormentan a la viuda del difunto profesor. Julieta Cardinali y Vera Spinetta trabajan alrededor de esta ventana, frente a otro público que, más tranquilo, cada tanto devuelve los chistes, ensaya una risa y trata de establecer paralelismos entre la Austria de Bernhard y la Argentina de hoy; las plazas que esperan afuera del escenario.

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En diálogo con ANCCOM, Rita Cortese, actriz, cantante y directora de la obra, reflexiona sobre el rol del teatro, la actualidad y estos paralelismos, siempre con un pie en el texto del que fue su primer proyecto directorial:

¿Cuál fue tu primer acercamiento a la obra de Thomas Bernhard y cuándo se empezó a gestar la idea de hacer una adaptación de esta obra?

Bernhard es un autor que me conmueve mucho. Hace muchísimos años hice los tres actos de Heldenplatz, “Plaza de Héroes”, en el Teatro San Martín. También hice Un almuerzo en lo de Ludwig W, dirigida por Roberto Villanueva; y Antes del Retiro o Antes de la Jubilación. Esta obra, Heldenplatz, tiene una estructura muy particular, y con una cantidad de personajes que solamente se podía hacer en el teatro oficial (hoy en día sería imposible). Pero además a mí me importaba realmente el primer acto de los tres, que trata de lo que les pasa a estas dos empleadas ante el suicidio de este profesor, teniendo en cuenta que siempre un servicio doméstico de las clases altas, muy altas, cuando esa casa desaparece por alguna razón, también ellas corren el riesgo de no tener más cama, ni comida, ni agua caliente; o sea, también se pierde una cierta manera de vivir. Estoy hablando de clases muy, muy adineradas, la clase a la que pertenecía este profesor Schuster, el protagonista ausente de la obra. Y me importó eso: ese vínculo entre ellas dos, lo que ocurre y lo que pude imaginar desde esta situación. Entonces hice la adaptación, hace ya muchos años. Un día vino Julieta Cardinali a casa, le mostré mi idea y le encantó. Por supuesto, luego terminamos la adaptación con Carito (Carolina) Santos. Y bueno, ahí estamos, muy felices de hacer la obra en este momento en el Teatro Picadero.

El título enfoca un elemento muy concreto que es el traje del profesor. ¿Por qué focalizar en un traje entre tantos otros elementos que se podrían tomar de la obra original?

Sí, porque es como que… ¿Cómo puede ser si no hay una herida ahí? ¿Por qué? ¿Por qué pasa todo lo que pasa? Hay un doble sentido ahí. Además, me parece que el término “desgarrón” es un término muy, muy argentino, ¿no? En un momento en que estamos muy, muy desgarrados.

¿Y qué significa para usted esta “presencia ausente” de Josef Schuster?

Un orden casi te diría dictatorial, ¿no? El no-movimiento de la vida. Él es un hombre que ha quedado solo.

En la obra hay una dicotomía muy marcada entre una élite intelectual y la masa.

Exactamente. Lo que ocurre es que los textos son geniales. La obra tiene una actualidad brutal. Y habla del pueblo. La mirada que tienen este hombre y estas mujeres respecto de lo que está pasando. Cuando ellas dicen: “Bueno, viven en condiciones terribles y, qué se yo, pero evidentemente a esta gente no le importa vivir en esas condiciones terribles”. Es un poco lo que está pasando.

Ellas hablan de una “ceguera” y una “sordera” colectivas.

Claro, es no saber reconocer el mal vivir. Es un pueblo el que se suicida.

Decidir hacer esta obra, en este contexto político, ¿fue una decisión puramente artística?

Mirá, yo esta obra la quiero hacer hace mucho tiempo. Pero lo que ocurre es que es una obra de un presente… Digamos, éste presente que tenemos, esta ruptura de la comprensión de lo que es la vida, se viene gestando desde hace muchos años. Esta ruptura de la palabra, esta palabra que está amenazada, estos cuerpos que están fuera de escena. En este momento los cuerpos están fuera de escena para que tomen lugar las máquinas. Hasta llegamos a hablar de la inteligencia artificial como si uno realmente supiera lo que está diciendo; o sea, un absurdo, por un lado. Y, por otro lado, la ausencia de los cuerpos. La pandemia, las pandemias que hemos tenido, porque también tuvimos el VIH primero, donde la sexualidad era la muerte; en este tiempo, esta pandemia fue donde el otro era un contagio. Este es el mundo que se está viviendo hoy en la Argentina —y vale la metáfora: este mundo que está metido hoy en la Argentina— donde la posibilidad de felicidad está muy lejana, donde los cuerpos no están… entonces es muy difícil generar un mundo mejor con el otro.

En ese sentido, el teatro es también un lugar de encuentro físico.

Claro, el teatro es un hecho vivo. En el teatro somos cuerpos puros. El teatro no está mediatizado ni siquiera por un instrumento: el instrumento somos nosotros. Entonces es muy chamánico. Por eso siempre es tan peligroso.

¿Qué peligro representa el teatro? ¿Para quién?

Contra cualquier régimen que busca achicar el pensamiento y achicar el mundo, el teatro —¡no todo el teatro, por supuesto! algún teatro…— siempre es atentatorio, porque abre posibilidades de crecimiento y encuentro. Fijate vos lo que pasa con los pobres viejitos que somos (yo también lo soy). Jubilados que van a la plaza y los castigan porque van a reclamar un dinero pacíficamente. Gente de 75, 76, 77 años: ¡Qué peligrosos que somos frente a los poderes que quieren oprimirnos! Estamos en un proceso de mundo de una voluntad franca de achicamiento de la especie humana. Porque el proyecto que tenemos hoy es un proyecto de exterminio.

¿Y el tipo de público que va al teatro crees que va con esa conciencia también? ¿O va con una aproximación más ingenua al espectáculo?

El pueblo va a ver a sus actores. Este es un pueblo muy teatrero, un pueblo de un acervo cultural y teatral muy importante. Y el teatro es lo que está perdurando en este momento. El teatro, la danza y la música. ¿Viste la cantidad de música que hay? Me refiero a la cantidad de grupos que hay, cómo los jóvenes sacan y sacan grupos nuevos. La necesidad de vida es la que manda. Y es una fuerza vital. ¡Por eso es tan peligrosa también! Para quienes quieren la muerte, una pulsión vital es el enemigo.

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Termina la función. La sala se llena de aplausos. Julieta Cardinali, todavía con lágrimas en los ojos, y Vera Spinetta, más sonriente y descontracturada, hacen una reverencia frente al público. Desde un pasillo adyacente, mientras empezaba el murmullo en las butacas, Rita Cortese se sube al escenario y dice: “Como equipo queremos manifestar nuestro dolor por el tiempo que estamos viviendo. Pero también decir que éste seguirá siendo un pueblo musical.” El público se retira, lentamente.

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No tiene un desgarrón se presenta en el Teatro Picadero (Enrique Santos Discépolo 1857) todos los sábados de marzo a las 18 y los días jueves y viernes 3 y 4 de abril a las 20. Entradas disponibles en Plateanet.

 

Nueve temporadas y media

Nueve temporadas y media

Tras casi diez años en cartel, se despide del Teatro Metropolitan «Enamorarse es hablar corto y enredado» la obra que trepó del off a la calle Corrientes y convierte al amor en un campo minado de malentendidos.

Escrita y dirigida por Leandro Airaldo, Enamorarse es hablar corto y enredado narra la historia de Ana y Pedro, dos personas que se conocen en el banco de una plaza y a partir del vuelo de una mariposa inician una conversación. A partir de este primer intercambio, el encuentro se convierte en una danza de palabras llena de enredos y malentendidos, donde, poco a poco, empieza a surgir el amor.

Durante ocho temporadas, la obra cautivó al público en espacios emblemáticos del circuito independiente como el Teatro Nün y El Camarín de las Musas, así como también en diversas salas de todo el país. Sin embargo, el Teatro Metropolitan fue el escenario elegido para celebrar su novena temporada y su primer acercamiento con el circuito comercial. «La obra siempre gusta, pero más aún en teatros grandes, donde el público, al sentirse más protegido por la multitud, se anima a soltar más la risa», asegura Sol Rodríguez Seoane, quien encarna el personaje de Ana, en diálogo con ANCCOM.

A través de oraciones cortas y diálogos rápidos, la obra fusiona comedia y romanticismo, al mismo tiempo que aborda temas triviales como el clima hasta cuestiones más profundas, como la autoestima y la crianza. El mate, símbolo argentino de encuentro y compañía, es el encargado de hacer que la conversación fluya a lo largo de cincuenta minutos y el que permite que los personajes -un hombre de campo y una joven de ciudad– puedan superar las barreras de la timidez y establecer un vínculo de cercanía.

La puesta en escena es minimalista pero efectiva. Un banco ubicado sobre una plataforma giratoria, un árbol con pocas hojas y una iluminación tenue son suficientes para recrear el atardecer en una plaza. Las actuaciones de Emiliano Díaz y Sol Rodríguez Seoane dan vida a la escenografía y mantienen al público cautivo. Con gran naturalidad, logran capturar los nervios y las emociones del primer acercamiento entre dos personas que se gustan, pero son demasiado tímidas para admitirlo, haciendo que el amor a primera vista se sienta completamente verosímil. “Tratamos de buscar cada día algo nuevo que nos motive para que los textos sean dichos como si fuera la primera vez”, comenta Díaz.

En sus casi 10 años en cartel, la piezateatral ha recibido importantes reconocimientos como el Premio Argentores a la mejor obra de teatro para adultos y el Premio Trinidad Guevara Revelación Masculina a Leandro Airaldo. Además, se ha presentado en algunos de los escenarios más prestigiosos del país, como el Centro Provincial de las Artes, el Teatro Coliseo Podestá y el Centro Cultural 25 de Mayo. Luego de una temporada de verano exitosa en Calle Corrientes, el elenco se prepara para despedir el espectáculo que, durante más de 300 funciones, ha sido una invitación para reflexionar sobre el amor, sus enredos y lo imprevisible de sus comienzos.

Enamorarse es hablar corto y enredado puede verse el viernes 28 de febrero a las 20.15h en el Teatro Metropolitan, Av Corrientes 1343, CABA. Las entradas pueden adquirirse en la boletería y en Plateanet.

“¿Te parece razonable la farsa que estos locos han tramado?”

“¿Te parece razonable la farsa que estos locos han tramado?”

La obra teatral “Saverio, el cruel”, de Roberto Arlt, inicia su segunda temporada bajo la dirección de Gabriela Villalonga. A casi un siglo de su primera presentación, propone una reflexión sobre la discriminación, la malicia y la farsa sociopolítica argentina con una actualidad ineludible.

La farsa dramática Saverio, el cruel vuelve a escena los sábados en el teatro Payró. Estrenada por Roberto Arlt en plena Década Infame, esta obra sigue resonando en la actualidad. “Arlt la escribe en una época donde los lazos solidarios estaban desmembrados. Donde la red social se empezaba a disolver”, explica la directora Gabriela Villalonga.

Durante las primeras intervenciones militares en la política argentina, Saverio, un vendedor de manteca —interpretado por Marito Falcón—, es engañado por un grupo de amigos burgueses. Lo convencen de interpretar el papel de un coronel despótico dentro de una fantasía creada para «salvar» a Susana, una supuesta enferma psiquiátrica, interpretada por Ligüen Pires.

En esta puesta en escena, los actores fingen que actúan, en un juego de realidad y ficción. “Cada personaje es varios a la vez, van cambiando a lo largo de las escenas”, cuenta Villalonga. Uno de los personajes de la obra pregunta: “¿Te parece razonable la farsa que estos locos han tramado?”. El artificio no es algo nuevo para los argentinos, tan poco que una escena de ese tipo tenía lugar a escala nacional cuando Santiago Caputo interrumpía la entrevista de Milei en TN para corregir su “verdad” sobre la estafa de criptomonedas para intentar evitar un juicio político.

En Saverio, el cruel el rol de “villano” oscila entre los personajes, como una bomba de tiempo, generando una tensión entre ellos, el público y la oscuridad. “El teatro es una experiencia particular, el puro acontecimiento artístico. Involucra al espectador de manera activa, porque no hay manera de que no te pase algo, que no te emocione”, reflexiona la directora. En este caso, la crueldad y la locura invaden la sala y los cuerpos, a través de un juego de luces y sonidos que balean el aire. El tiempo parece detenerse por momentos, cuando la oscuridad lo impregna todo, generando un ritmo auténtico que muestra lo vulnerable del presente.

Villalonga explica que en 2025 el teatro independiente enfrenta un recorte presupuestario, pero que siempre encuentra la manera de autogestionarse: “Esto es lo que nos da sentido. Y en esta época, más que nunca. Les artistas estamos en plena resistencia”. La directora destaca que la obra fue autoproducida por sus propios actores. Con una escenografía minimalista y vestuarios extravagantes, las impactantes interpretaciones de Roberto Cuñarro, Adriana Echegaray, Marito Falcón, Ariel Guazzone, Roberto Monzo, Ligüen Pires, Lali Rojas y Liliana Simsi, dan vida a esta aguda crítica social a partir del humor.
A través de la exposición del odio racial y clasista, Saverio, el cruel nos lleva a preguntarnos: ¿de dónde viene la crueldad? ¿Hasta qué punto llega la farsa en nuestra realidad? La directora plantea: “Lo más difícil para todos y todas es cambiar. Porque cuando aprendés algo, podés tener una mirada integradora de la realidad. Pero es complicado, porque significa atravesar una crisis. El teatro y el cine tienen esa función y, por eso, siempre son resistencia”.

Villalonga advierte que vivimos tiempos de distanciamiento, no solo entre las personas, sino también entre las identidades y la cultura. “Las políticas anticulturales instalan un pensamiento que va para atrás sobre nuestros derechos adquiridos, como si nunca hubiera existido la lucha por alcanzarlos. Por eso es importante hacer memoria”, sostiene.
Ver una obra que conmueve, encontrarse en una marcha contra los dichos crueles y fascistas del presidente, defender los hospitales, y las universidades reconectan con un otro, con una identidad de muchos que, en esta contemporaneidad, pareciera querer ser desdibujada. Arlt, desde su obra, nos habla de todo eso.

Saverio, el cruel puede verse los sábados a las 20 en el Teatro Payró (San Martín 766), “al menos hasta abril”, según cuenta su directora, con expectativas de que continúe.

Una celebración del teatro

Una celebración del teatro

En el reconocido espacio Timbre 4 y con una programación que incluye obras de España y Francia, comienza una nueva edición de TABA, el festival de artes escénicas que promueve el intercambio entre artistas locales y extranjeros.

Una de las obras que podrá verse será Precoz, basada en la novela homónima de Ariana Harwicz, dirigida por Lorena Vega e interpretada por Valeria Lois y Tomás Wicz.

 

Del 13 al 23 de febrero, se celebrará en el Teatro Timbre 4 una nueva edición del Festival Temporada Alta en Buenos Aires (TABA). El evento, que se realiza ininterrumpidamente desde 2013, se ha consolidado como un espacio de encuentro entre creadores de distintas culturas y en epicentro de las artes escénicas durante el verano porteño. “Su presencia en Iberoamérica no tiene un objetivo económico, sino que busca generar una sinergia entre artistas”, sostiene Narcis Puig, director general del Festival en diálogo con ANCCOM.

TABA es la extensión argentina del reconocido Festival Temporada Alta que desde hace más de 28 años se desarrolla en Girona, España, y que ha sido calificado como uno de los mejores de la escena mediterránea. En Buenos Aires, funciona desde hace 13 años como un espacio de exhibición para que artistas internacionales como Jan Fabre y Angélica Liddel presenten sus producciones en las salas porteñas y como una puerta de entrada para que artistas argentinos, como Mariano Pensotti y Daniel Veronese,u obras como El viento en un violín y La omisión de la familia Coleman de Claudio Tolcachir, puedan acceder a la escena europea. “Buenos Aires es una gran capital teatral y exporta mucho talento”, afirma Puig.

Para esta nueva edición, la programación cuenta con doce propuestas, entre las que se destacan las colaboraciones entre Francia y Argentina como el espectáculo Nana canta Piafy Chin, chin, monamour, un ciclo de entrevistas y lecturas dedicado a la poesía. También se podrán ver las obras de teatro Sugar Girlse Historia de una pierna, producto de un trabajo en conjunto entre Argentina y España. “Es muy importante que la muestra que hacemos sea diversa y represente distintos aspectos de lo que se hace en este lado del charco”, señala Puig.

Entre las obras nacionales sobresalen El Brote de Emiliano Dionisi, protagonizada por Roberto Peloni y Precoz, basada en la novela homónima de Ariana Harwicz, dirigida por Lorena Vega e interpretada por Valeria Lois y Tomás Wicz. “El desafío es tener una programación que sea variada e interpele a distintos públicos”, subraya Eleonora Pereyra, coordinadora general del Festival.

El Brote, de Emiliano Dionisi y protagonizada por Roberto Peloni también forma parte de la programación.

 

Respecto al proceso de selección, tanto Puig como Pereyra coinciden en que “las obras que se presentan deben ser de calidad, diversas y con un formato fácil de transportar” y que el rol de Timbre 4 en la curaduría es fundamental. Fundada en 2002 por Claudio Tolcachir, la sala se ha consolidado no sólo como un espacio clave del teatro independiente porteño, sino también como el hogar de TABA desde sus inicios. Su compromiso con ser un punto de encuentro entre artistas y espectadores confluye con el espíritu de intercambio que caracteriza al Festival. “Por suerte tenemos un espacio que es muy sólido y el público siempre nos acompaña”, asegura Pereyra.

Además de las obras teatrales, TABA contará con el clásico y aclamado Torneo de Dramaturgia, en el que dos autores catalanes y argentinos compiten con sus textos. Durante el torneo, las piezas son interpretadas sin revelar la identidad de sus autores hasta el final de la función, lo que permite que el público tenga el foco puesto en la calidad de la historia. Por el Río de la Plata competirán Lucas Sánchez y Javier Grinstein, mientras que Jaume Viñas y Martina Cabanas serán los encargados de representar al Mediterraneo. Al igual que en ediciones anteriores, será la audiencia la que determinará mediante voto secreto cuál es el texto que avanzará a la gran final que tendrá lugar el domingo 23 de febrero a las 20:30.

En el Festival también se desarrollará “Fuera de Escena – Cruces de las Artes Escénicas”, un ciclo de actividades especiales que propone dialogar sobre diversos temas que rodean al teatro. Entre ellas se destacan “Aprende a decir que no”, un taller de auto-indagación y asertividad a cargo de la artista Joana Brabo y “De la idea al proyecto: Dramaturgia editada”, un conversatorio sobre la publicación independiente de obras teatrales coordinado por la propia Eleonora Pereyra.

Con el objetivo de garantizar el acceso del público a las propuestas culturales, tanto el ciclo como algunas de las proyecciones teatrales contarán con entrada libre y gratuita o en algunos casos a voluntad. “Es una manera de que las personas vengan a una obra y después puedan ver otra más”, concluye Pereyra.

La programación completa de TABA se puede ver en la página web del Festival