“El peronismo no arranca de cero, arranca de menos diez”

“El peronismo no arranca de cero, arranca de menos diez”

Un año después de la asunción a la presidencia de Javier Milei, el peronismo ocupa la centralidad en la oposición pero sin encontrar aún proyectos y referentes que muestren otro rumbo a la sociedad. Daniel Arroyo y Julio Bárbaro, dos dirigentes justicialistas de distintas épocas y extracciones, dan su mirada.

En un contexto de fuerte crisis social y política, el peronismo busca reacomodarse de cara al año que viene. Hacia dónde debe ir el movimiento, quiénes serán sus líderes, cómo se capta el interés de los votantes más jóvenes y qué nuevas propuestas se deben poner sobre la mesa, son algunos de los interrogantes.

Frente al gobierno de Milei, el peronismo intenta recuperar el apoyo popular de una sociedad que viene muy golpeada por el aumento de los precios, el ajuste de los salarios y las jubilaciones y la precarización laboral. En este marco, la autocrítica al interior del propio movimiento se vuelve necesaria, sino urgente, para interpelar a la población y posicionarse como la principal fuerza opositora.

Daniel Arroyo, diputado nacional de Unión por la Patria y exministro de Desarrollo Social señala que “hay que partir de la base que la relación de la sociedad con la política está rota. La sociedad está muy enojada con el peronismo y estuvo dispuesta a votar algo que no quedaba claro qué era ni para dónde iba con tal de no seguir como estábamos”. Y agrega que “el peronismo no arranca de cero, arranca de menos diez. La sociedad siente que está en deuda, que muchas de las promesas y necesidades no se han logrado cubrir”.

La desilusión y el enojo con el sistema político no es una cuestión menor en la búsqueda del peronismo por volver a cautivar a propios y ajenos. En el mientras tanto, el caso de Edgardo Kueider, el ahora exsenador de Unión por la Patria que con su voto posibilitó el avance de las políticas de Milei, no hace más que avivar la polémica, impactar negativamente en la imagen del peronismo y aumentar esa distancia ya existente entre la política y la sociedad. “El caso Kueider para mi es claro. Un senador de la Nación que cruza al Paraguay y tiene en el baúl de su auto 200.000 dólares tiene que ser destituido, y creo que el Senado actuó rápido y bien. Si es peronista, radical, si armó otro bloque, votó tal o cual ley, eso es secundario”, puntualiza Arroyo. Y remarca que “esto aumenta la sensación de distancia con la política en general, no solo con el peronismo. Creo que Kueider ratifica lo que mucha gente cree de la política, esta idea de que la política vive de otra manera y que está en cualquiera, que es una joda, y eso es muy malo”.

La generación de nuevas propuestas que incluyan a la mayoría de la sociedad y que atiendan sus necesidades en un momento tan vulnerable, resulta imperioso. Julio Bárbaro, escritor y analista político, señala que “este es el peor momento de la decadencia argentina, estamos llegando a la miseria en la promesa de una salvación que es falsa. Las encuestas le preguntan a la gente: ‘Usted, que se está muriendo de hambre, ¿cuántos meses más aguanta?’. Es perverso”. El desarrollo de una reforma laboral que contemple las diversas realidades económicas y productivas tanto de la empresa como de la Pyme y del comerciante, la ampliación y generación de condiciones para el proceso productivo, la cuestión de la distribución y una reforma educativa profunda de la escuela secundaria, son algunos de los ejes y debates claves en la agenda del peronismo.

“Hoy es importante hablar de cómo se genera producción y cómo se amplía el proceso productivo. El proceso productivo no es solo la metalmecánica o la producción de alimentos, es también el cuidado de personas, la economía del conocimiento, el pibe que trabaja desde su casa y cobra en dólares, y el que maneja una bici o una moto llevando cosas. Hay que hablarle a ese conjunto de la población que tiene otras expectativas, otros intereses y que demanda libertad, entendida como menos impuestos, menos tensión, menos cantidad de agobio”, explica Arroyo.

Al hablar de consensos al interior del movimiento, de la unidad del peronismo en todas sus vertientes, y también de liderazgos, la cuestión se vuelve más difusa. “No creo que sea posible generar una unidad a partir de cúpulas. La unidad no significa que cuatro o cinco dirigentes se pongan de acuerdo y entonces ahí hay unidad sino que es al revés, creo que la sociedad va a acomodar al peronismo”, analiza Arroyo. También remarca que “lo más sano es que en la cuestión legislativa en 2025 haya una oferta electoral múltiple, diversas candidaturas peronistas, filoperonistas de distinto tipo. Sinceramente creo que la sociedad no va a ir para atrás, sino que va a ir para adelante. Si se generan nuevas ideas y nuevas miradas, van a surgir nuevos liderazgos”.

Por su lado, Bárbaro señala que “el desafío del peronismo hoy es encontrar a alguien que lo exprese. Un movimiento sin quien lo exprese es un movimiento inexistente. Hay que encontrar una conducción, alguien que tenga la grandeza y la autoridad moral de convocar a un Frente, sino va a ser muy difícil. Hoy Kicillof es el único que está peleando”.

En relación al discurso político, la pregunta por cómo el peronismo debe hablarle a la sociedad teniendo en frente a una figura como la de Milei, marcada por la descalificación y el hostigamiento constantes, tanto Arroyo como Bárbaro coinciden en que la respuesta no es con más violencia. “El modelo de Milei es el modelo de las redes, habla como si estuviera twitteando todo el tiempo, a lo bestia, diciendo cosas extremas. Yo creo que hay que tener una actitud más humana, hay que acompañar con contenido, poner el cuerpo, conversar, escuchar. No creo que se contraponga a una cosa alocada, otra cosa alocada para hacerse notar”, remarca Arroyo.

Por su parte, Bárbaro señala que “la política es pasión, no es hacerse el distraído. Hoy la rebeldía es casi la expresión de una nueva ideología. La política le tiene que hablar a la gente con transparencia. La honestidad surge, se nota y se delata”.

En esa pregunta también entran los jóvenes y la necesidad de captar el interés del sector que más votó a Milei. Este año, las diversas marchas universitarias a lo largo del país dejaron en claro que la juventud está más que comprometida a movilizarse cuando sus derechos son vulnerados. En relación a este punto, Arroyo analiza que “hay una parte muy importante de los jóvenes que lo siguen a Milei y que le dieron un mandato: ‘vos andá y rompé todo, esto no da para más’. Cuando empezó a romper el sistema educativo, los mismos jóvenes dijeron ‘pará, esto no me lo rompas porque sino no puedo estudiar’.

El diputado de Unión por la Patria vuelve sobre la necesidad de hacer una fuerte autocrítica y no subestimar las necesidades de la juventud. “Primero se le habla a los jóvenes partiendo de la base de que las cosas están mal, que hay que hacer un cambio profundo y ser rupturista en cuanto ideas, otra escuela secundaria por completo, otro esquema laboral muy diferente, otro modelo de producción muy distintos. Yo creo que los jóvenes sienten que eso no va, y no va”, concluye Arroyo.

Pinte y vuelve

Pinte y vuelve

Un emblemático mural de Perón y Evita ubicado en el barrio porteño de Caballito fue borrado horas después del 17 de octubre. Tras la denuncia en redes, vecinos, militantes y artistas decidieron reconstruirlo.

El sábado 19 de octubre, 48 horas después del Día de la Lealtad, los vecinos de Caballito se encontraron con la ausencia del mural histórico de Perón y Evita que ocupaba la ochava de la esquina de Río de Janeiro y Machado, a metros del Parque Centenario. En su lugar, apareció el paredón pintado color ladrillo. La imagen rápidamente llegó a las redes sociales, con usuarios indignados por un lado y otros felices por la eliminación de la imagen.

La polarización se acrecentó con la divulgación de las fotos de un nuevo mural, allí mismo, con la figura de Javier Milei, pero resultó ser un montaje. Mientras tanto, vecinos y militantes peronistas se acercaron, lijaron la pared y comenzaron a restaurar el viejo mural.

La obra vandalizada pertenecía al escultor, dibujante y docente Rodolfo Aguerreberry (1942-1997). Fue profesor de la Escuela de Bellas Arte Manuel Belgrano y coordinador de talleres creativos de plástica en Fundación ORT. Fue, además, uno de los responsables del “siluetazo”, junto a Julio Flores y Guillermo Kexel, que consistió en la realización de siluetas como modo de representar a los desaparecidos durante la dictadura militar. La intervención –el trazado del perfil del cuerpo de una persona recostada sobre un papel extendido– visibilizó la causa de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y fue parte del paisaje urbano previo a la vuelta de la democracia.

El mural borrado en Caballito mostraba el abrazo entre Perón y Evita del 17 de octubre de 1951, Día de la Lealtad y de la primera transmisión televisiva en Argentina. La leyenda debajo decía: “Los días más felices fueron, son y serán peronistas”. Aguerreberry lo pintó junto a militantes entre 1994 y 1995, y fue restaurado por vecinos en noviembre de 2022.

Adriel Fontanarrosa, estudiante de Derecho, trabajador ferroviario, militante de la agrupación 26 de Julio y delegado del sindicato La Fraternidad, reunió hace unos días a un grupo de personas dispuestas a restaurar el mural y, en diálogo con ANCCOM, relata cómo se organizaron.

¿Cuál era el valor del mural?

El peronismo trajo algo que nunca se va a poder borrar: la lucha por los derechos de los trabajadores. Para mí este mural, como tantos otros a lo largo y ancho del país, es una marca no solo en una pared, sino una parte de nuestra historia marcada en los corazones de los trabajadores.

 

Este Gobierno arremete contra la historia, pero también contra la educación pública, la salud, los jubilados, ¿cuál creés que es su plan?

No hay un plan concreto. Este Gobierno ataca a los estudiantes, a los abuelos, arremete contra el transporte, y contra las necesidades básicas de un trabajador y de cualquier persona. Ataca la educación, cuando esta es necesaria para salir adelante, para garantizar el ascenso social en este país. El transporte también es fundamental, es lo que todos necesitan para movilizarse al trabajo, generar ingresos y mantener a sus familias. La doctrina de este Gobierno se basa en el odio, en la motosierra y en el ataque al que no piensa igual. El presidente incita constantemente al odio y la división entre argentinos, entre estudiantes, entre jubilados, entre el pueblo y la propia policía y fuerzas de seguridad, lo cual es triste, porque los mismos policías que hoy reprimen a los abuelos también se van a jubilar el día de mañana. Lo que impulsa esta gestión es muy dañino, desde tapar un mural a generar cada vez más violencia entre argentinos y argentinas.

 

¿Se ha podido confirmar quién dio la orden de tapar el mural?

No se sabe quién es el responsable, pero entendemos que acá hay un ataque concreto por parte del Gobierno de la Ciudad, del mismo presidente, gente que lo apoya o de cualquier persona que desea seguir generando divisiones en el país. Meterse con el peronismo, que no es solo un movimiento, sino una doctrina y una forma de vivir -porque el que es peronista lo es toda la vida-, genera repudio y tensión entre nosotros y el que tenemos enfrente.

En redes circuló un montaje que reemplaza el mural con una imagen del Presidente…

Es falso, por supuesto. Esto demuestra cómo el Gobierno y sus votantes logran manipular la realidad a través de las redes sociales y otras plataformas solo para generar violencia y disputas.

 

¿Cómo se difundió la convocatoria para restaurar el mural?

Los que llevamos el peronismo en el corazón sentimos la necesidad de dar una mano. Desde el Sindicato La Fraternidad se nos acercó el pedido de conseguir gente dispuesta a ayudar en la restauración, y en muy poco tiempo teníamos pintores, militantes y vecinos dispuestos a poner manos a la obra. Todos peronistas, todos con el movimiento en el corazón. La frase fue terminada, pero próximamente artistas y miembros del PJ Juventud restaurarán la imagen del abrazo. La tan emblemática imagen pintada en 1995 seguirá presente, demostrando que el peronismo nunca se va ir, nunca lo van a borrar, tapen los murales que tapen, nunca van a borrarlo del corazón de los argentinos.

 

¿Qué impacto tuvieron?

El impacto fue inmediato, fue sorprendente la reacción de la juventud. Me llena de orgullo ver jóvenes preocupados por cosas como esta, verlos comprometidos con el movimiento, y ver lo que el peronismo genera en ellos.

 

Recientemente el Presidente afirmó que le encantaría “meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo con Cristina adentro”, ¿qué opinás?

Este hombre lo único que hace es implantar una noción de combate, violencia y odio. Ataca gratuitamente a todo el mundo. Con sus dichos quiere decir, prácticamente: “Los voy a terminar de matar”. Al peronismo nunca lo van a matar, porque es muchísimo más grande que todos ellos. El peronismo debería reconocer sus errores, ya que gracias a ellos ganó este Gobierno, y asumir la responsabilidad y compromiso de solucionar los problemas de la gente. Esas son nuestras bases, sin prometer nada ayudar al trabajador, al estudiante, al jubilado, al sector de salud y transporte.

“Tendemos una mano solidaria al que se cae, eso es el peronismo”

“Tendemos una mano solidaria al que se cae, eso es el peronismo”

Con una Constitución renovada que incluye el derecho a una renta básica universal y con una provincia que, según afirma, es la más segura del país, el gobernador Ricardo Quintela se presenta como un firme opositor al gobierno de Javier Milei. Entrevistado por ANCCOM, el mandatario explica qué es el “modelo La Rioja”, anticipa su participación en la interna del justicialismo y afirma que el peronismo debe volver a abrazar a la juventud.

“El Gitano”, como le dicen a Ricardo Quintela, va por su segundo mandato en la Gobernación de La Rioja, tras reelegir en mayo del año pasado con más del 50 por ciento de los votos frente a los candidatos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza, Diego Álvarez y Martín Menem –actual presidente de la Cámara de Diputados de la Nación–, respectivamente. Las políticas públicas impulsadas durante su primera gestión (2019-2023) –asegura- lograron reducir la tasa de desempleo y la desigualdad social, aumentar el número de propietarios de viviendas, mejorar la conectividad a internet, fomentar el empleo y expandir la superficie cultivable. También se fortalecieron las empresas estatales y se hizo una fuerte promoción industrial, que incluyó la ampliación del Parque Eólico Arauco y el desarrollo de un anillo energético que conecta, por un lado, las ciudades de La Rioja y Chilecito, y por otro, Chamical y Chepes.

El último 22 de julio, luego de una asamblea constituyente multipartidaria, Quintela presentó la nueva constitución provincial que incorpora varias reformas y un articulado que, en sus palabras, pretende ser una demostración de que el federalismo es posible. La flamante carta magna establece el derecho a una renta básica universal, es decir un ingreso que busca cubrir las necesidades primarias elementales de cualquier ciudadano, además de regular otros aspectos: la periodicidad de los mandatos de los jueces; la paridad de género; la coparticipación municipal; el dominio –exclusivo y excluyente– de los bienes comunes naturales, y hasta en salud mental, cuya protección, en la normativa, garantiza el Estado, junto al “pleno goce de los derechos humanos”.

De visita en Buenos Aires, Quintela recibió a ANCCOM en la Casa de la Provincia de La Rioja, en el centro porteño, y compartió su lectura del actual gobierno de Javier Milei, su propuesta de un justicialismo federal, la importancia de consolidarse como una oposición firme y su cercanía con la juventud.

La Rioja se ha consolidado como una provincia con alta inversión en obra pública, políticas de seguridad e inclusión social. ¿Cómo lo lograron?

Estamos a la vanguardia. La provincia de La Rioja es la menos desigual, la más segura y la que más propietarios dueños de su casa tiene en el país. El 87 por ciento de los riojanos son dueños de las casas que habitan. La última en porcentaje es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde hay mayor déficit habitacional y donde la mayoría de los habitantes alquilan: de sus 3.200.000 habitantes aproximadamente, 1.900.000 viven alquilando. Estos son temas fundamentales, por eso estuvimos trabajando en función de tener ciudades lo más seguras posibles, con la mayor cantidad de propietarios y la consolidación de una sociedad menos desigual. En la época del ingeniero Macri (2015-2019), se habían construido nada más que 400 viviendas. Nuestro equipo terminó la primera gestión (2019-2023) con 4.000 viviendas terminadas y un programa importante como el Plan Angelelli, que se basa en la entrega de viviendas totalmente gratuitas, se cambia el ranchito por un hogar, donde una familia empieza a construir un proyecto de vida distinto al que tenía. Sus hijos tienen una perspectiva distinta, ya no les da vergüenza invitar a sus compañeritos a casa. La particularidad de mi gestión es que todas las casas que entregamos son de tres dormitorios, lo cual significa un desembolso significativo, pero para nosotros es importante la entrega de una vivienda bien hecha y con equipamiento: cocina, mesas, sillas, camas, cuchetas, termotanque.

 

¿Qué es el “modelo La Rioja”, al cual se ha referido en más de una ocasión?

Hay tres servicios esenciales: agua, energía y conectividad. Trabajamos para garantizárselos a todos nuestros habitantes. El programa de energía rural permitió acercar la luz eléctrica a casi todas las zonas y donde no hay todavía se sigue trabajando para lograrlo. Muy pocos lugares quedan sin energía, conectividad o agua. Decidimos incorporar estos servicios como derechos esenciales para garantizar una vida digna y con un rango constitucional para que todos tengan acceso. El Estado debe garantizarlos, este es un concepto que nosotros arraigamos desde nuestra formación política ideológica y estamos convencidos de que es necesario en provincias como la nuestra. En esto se basa nuestro modelo. Hemos tomado decisiones en contra de las que tomó el Presidente de la Nación con respecto a los servicios, ya que el incremento del costo de estos hace que en muchos casos la gente no los pueda pagar o tenga que optar, en muchos casos, entre la comida o el pago de los servicios. Entonces, lo que hicimos, fue congelar los valores del agua, la energía y la conectividad, junto al transporte público, a valores de diciembre del año pasado.

 

El Papa Francisco expresó su interés por la renta básica universal incorporada a la Constitución de La Rioja y usted mismo, en agosto pasado, recibió su bendición. ¿Cómo lo vivió?

Fue una audiencia muy emotiva, transcurrió con mucha cordialidad, afecto y calidez de parte de él. Tuvo un momento distendido, donde inclusive compartió conmigo historias que había vivido en la provincia de La Rioja, en Famatina, donde una vez también fue acompañado por Enrique Angelelli. Tuvo tiempo para hacer demostraciones de su buen humor contándome cosas graciosas, fue un bálsamo para mí y para mi alma.

Ha explicitado su deseo de presidir el Partido Justicialista, ¿cuál es el primer paso para la reorganización del peronismo?

El primero es recorrer el país, visitar todas las provincias, estimular a los compañeros y compañeras, el peronismo tiene que resurgir fuertemente, yo lo asemejo siempre con un gigante que está dormido que tiene que despertar. Tiene que ponerse de pie y empezar a marchar hacia el lugar que le corresponde, ese objetivo para el cual nació. El peronismo es la toma del poder a través de los votos para producir las transformaciones que la sociedad necesita, siempre generando una expectativa positiva con políticas inclusivas que permitan que aquellos sectores que estén al margen se puedan incorporar al sistema. Esa política únicamente la puede aplicar un movimiento nacional y popular como el justicialista, junto  con otros sectores que pueden constituir un frente político. El segundo paso es presentarse en los procesos electorales dentro del mismo partido con una propuesta nueva, renovada, con una metodología actual y con un sistema comunicacional también distinto, que genere empatía y confianza en nuestra gente. Un lenguaje aggiornado a los jóvenes, a los tiempos que estamos viviendo. Es primordial presentar una política para que los jóvenes se sientan interpelados y contenidos en la política, que sepan que el peronismo puede abrazar la juventud. Estas son cosas que nosotros debatimos y discutimos a partir de la autocrítica que enfrenta el peronismo. Queremos entusiasmar a todos los compañeros, planteando una propuesta política que se manifiesta a través de una lista que queremos presentar antes del 19 de octubre, donde esté representada la totalidad o la mayoría de las provincias y así representar las distintas expresiones del movimiento nacional justicialista federal. También buscamos generar una fuerte presencia de los trabajadores organizados para que tengamos las voces de todos los sectores del peronismo, incluidos los jóvenes y las mujeres.

 

¿Y qué políticas ha formulado para la juventud en su provincia?

Es fundamental la revinculación que hemos tenido con los y las jóvenes, a través de la Secretaría de Juventud que idea e impulsa iniciativas por y para los chicos de nuestra provincia, entre ellos, los estudiantes universitarios. Pusimos en marcha el diseño y creación del Parque de la Juventud frente a la Universidad Nacional de La Rioja. Lo que antes se llamaba “la plaza de las vacas”, por ser cuatro hectáreas de matorrales, ahora es un espacio de recreación, en el que se erige la figura de uno de nuestros caudillos, Juan Facundo Quiroga, montado en su caballo, y se encuentra un holograma que cuenta la historia de la provincia. Queremos devolverle su lugar protagónico a la juventud, primordialmente dentro de los niveles educativos.

 

¿Cómo es su relación con los gobernadores, en particular con Axel Kicillof? ¿Y con Cristina Fernández de Kirchner?

Hay una muy buena y cordial relación, lo cual no significa que todos ellos estén de acuerdo con cada cosa que haga o con todo lo que yo diga. Tengo afecto personal tanto por Cristina como por Axel, como por muchos actores de la vida política interna del movimiento nacional y popular. Por otro lado, en el ámbito de los gobernadores no tengo mayores problemas, sí tengo una posición clara y concreta, que difiere muchísimo con lo que plantea el Gobierno nacional.

El peronismo es la toma del poder a través de los votos para producir las transformaciones que la sociedad necesita, siempre generando una expectativa positiva con políticas inclusivas que permitan que aquellos sectores que estén al margen se puedan incorporar al sistema. Esa política únicamente la puede aplicar un movimiento nacional y popular como el justicialista.

Ricardo Quintela

¿Cuál debería ser el rol del peronismo durante el gobierno de Milei?

Nuestro papel, como el de todos los partidos políticos que hoy están en el ejercicio del poder en las distintas provincias, es de oposición. La sociedad nos dio a nosotros, a Juntos por el Cambio, a la izquierda, entre otros, el rol de oposición, y tenemos que asumir esa responsabilidad, que no significa poner trabas en el camino, sino tener una propuesta alternativa a los distintos proyectos y programas que presentó el actual Presidente. ¿Y qué decidió el actual Presidente? Un camino a recorrer con el cual estamos absolutamente en disidencia. Un camino cruel que carece de humanidad, que genera condiciones no deseadas para un gran sector de nuestra sociedad. Y si recibió un país con dificultades, la gente lo eligió para resolverlas, no para agravarlas como vienen haciendo. La Argentina presenta casi un 60 por ciento de pobreza, tiene un alto porcentaje de desempleo y un crecimiento insospechado de la indigencia, producto de las políticas aplicadas por el actual presidente de la nación. En su último discurso [en el Congreso] dijo que iba a presentar el presupuesto, pero que primero va a lograr el déficit cero con un fuerte ajuste, lo que significa hambre y un sacrificio cruel para gran parte de nuestra sociedad. Significa que mucha gente pase a no comer siquiera un solo plato de comida al día. El presidente plantea que va a llegar al déficit cero y el superávit que tenga va a ser para pagar, en primer lugar, la deuda externa, y en segundo término vendría la distribución en la Argentina. Según mi opinión, él tendría que hablar con los actuales acreedores, quienes han generado esta deuda sin la anuencia del pueblo que la está pagando. Creo que el Presidente tiene que modificar, por lo menos, su actitud ante la sociedad argentina.

 

¿Y qué opina del veto a la reforma de movilidad jubilatoria?

Los trabajadores pasivos, nuestros jubilados, están sufriendo las consecuencias crueles de una política y de este Presidente que prometió ir por la casta y fue por los niños, por los ancianos y por los estudiantes universitarios. El presidente busca lograr el déficit cero. Pero se puede llegar a eso de diversas maneras. El déficit es un tema absolutamente menor. Estados Unidos es el país que más déficit tiene, le sigue China. Es lo normal en muchos países que presentan cierto déficit y que es manejable.

 

¿Qué rumbo sigue este Gobierno al recortar el presupuesto universitario?

Tanto los jubilados como la universidad pública y estatal son objeto de una fuerte reducción de recursos, lo que hace imposible, en el caso de las universidades, que puedan llevar adelante sus tareas, responsabilidades y correcta gestión. Esto va a generar una reacción encabezada por los ancianos, por los jubilados, por los estudiantes y por el pueblo de la Argentina que va a reclamar ante sus autoridades que modifiquen sus legislaciones y que apliquen políticas inclusivas.

Se dice que la Argentina es cíclica porque se mueve entre dos paradigmas, un período peronista y luego uno neoliberal. ¿Cómo explicaría este fenómeno?

Ya lo dijo Arturo Jauretche: la gente vota al peronismo, el peronismo tiende la mano, le genera condiciones de vida digna con oportunidades y posibilidades, pasan a ser clase media y cuando son clase media votan por la derecha que los castiga, los empobrece, les quita y vulnera sus derechos. Vuelve el peronismo a recuperar el país, vuelve a poner su esfuerzo para que esa clase media baja y media alta recupere sus derechos y vida digna. La gente vuelve a pensar de una manera diferente y votan de una manera diferente. Esto no quiere decir que nosotros seamos perfectos, cometemos errores y hemos cometido muchos en la gestión anterior que no estuvo a la altura de lo que hubiéramos querido. No se puede ser perfecto, pero sí tenemos una concepción de cómo hacer política definida.

 

¿Cómo es esa concepción?

Inclusiva, distributiva, de oportunidades y posibilidades. Buscamos que nadie concentre en forma inadecuada los recursos producto del esfuerzo de todos los trabajadores y trabajadoras. Procuramos que la distribución entre el capital y el trabajo sea equitativa y que el trabajo tenga la renta adecuada. Ese es el ciclo que plantea el peronismo, y cada vez que estamos en ejercicio de la función, lo hacemos. Ahora gobierna el liberalismo, que es una filosofía de vida que no comparto en plenitud, lo que no quiere decir que nosotros tengamos la razón absoluta. Desde el peronismo planteamos las necesidades de un Estado presente, que estimule a sus ciudadanos para que puedan levantar los brazos y salir adelante, que intervenga donde hay conflictos y dificultades sociales, que genere las condiciones para que la gente pueda acceder a una calidad de vida distinta y pueda tener un trabajo digno, una casa propia, estudios, que garantice para sus hijos un sistema sanitario funcional y de calidad, que le permita a la gente más humilde acceder a lugares que sería imposible de otra forma. En la época de Perón muchísimos hijos de obreros pasaron a ser estudiantes secundarios y más tarde universitarios. Las escuelas y universidades que antes habían sido elitistas o solo recibían personas de clase alta, se abrieron a todo el pueblo. Esas políticas siguen hasta hoy. Ahora la educación pública permite que personas de todas las clases sociales tengan las mismas posibilidades, así se logran las primeras generaciones de estudiantes y profesionales de millones de familias. Eso es el peronismo, no dejamos suelta la gente para que se arregle por sí sola, marcamos un camino y tendemos una mano solidaria a aquel que se cae, al que queda fuera lo incorporamos, para que todos juntos transitemos a una calidad de vida que cualquier ciudadano quiere y merece.

 

Con la mirada puesta en las elecciones del justicialismo, ¿va ir a una interna?

Nos vamos a presentar, si hay un compañero o compañera que quiera competir, competimos, pero sin agredirse mutuamente, entendiendo que, terminada la campaña, nos tenemos que dar un abrazo y trabajar en forma conjunta, cualquiera sea el resultado. Nos interesa la competencia, pero bajo estos términos, sin insultar, sin agravios, sin descalificarse, sino generando propuestas, proyectos e ideas y mostrando equipos. Preferimos esa línea competitiva para que el afiliado pueda tener la libertad de elegir lo que crea más conveniente o lo que considere que va a ser más mejor para el peronismo, y por qué no, para el país.

Cómo sobrevive el progresismo

Cómo sobrevive el progresismo

Pablo Semán, Paula Puebla y Leyla Bechara debatieron en la Feria de Editores «¿Por qué está de moda pegarle al progresismo?». Recuperar la escucha, humildad y autocrítica, algunas de las respuestas que ofrecieron para reconstruir un «nosotros».

“¿Por qué se puso de moda pegarle al progresismo?” fue el nombre de la charla-debate que se realizó el sábado último en el Complejo C Art Media, durante la Feria de Editores 2024. La exposición fue presentada por la editorial Siglo XXI en conjunto con 17 Grises. Contó con la moderación de la politóloga y streamer Leyla Bechara y la participación de la escritora y ensayista Paula Puebla y el sociólogo Pablo Semán.

La sala donde se llevaba a cabo la charla estaba llena. Ubicada en el segundo piso, alejada del aroma a café y libros nuevos, y del murmullo de una multitud que caminaba por pasillos abarrotados de personas, comprando, leyendo y discutiendo sobre distintas lecturas. Antes de que inicie la exposición, las conversaciones en el público iban y venían sobre los acontecimientos políticos de la última semana, en particular, sobre la denuncia contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género durante su paso por la presidencia. “Qué semanita”, abrió diciendo Leyla Bechara acompañada por algunas risas nerviosas, y dio comienzo a la pregunta por el progresismo.  

 

Progresismo antiprogre

El progresismo a lo largo de la historia argentina adquirió distintos matices y significados. Según explicó el sociólogo Pablo Semán, autor del libro Están entre nosotros, el progresismo se peronizó en el momento en que se volvió una alternativa  antineoliberal al menemismo durante la década de los noventa, para después radicalizarse en las distintas etapas del kirchnerismo. “El progresismo capturó uno de los rostros del peronismo” y en esa “peronización del progresismo” se profesionalizó, institucionalizó y oficializó en el Estado, distanciándose del progresismo de la ciudadanía.

“El progresismo como conjunto de objetivos políticos se merece una actitud mucho más generosa de todos nosotros que es una renovación de figuras, de repertorios, de ideas y no solo de escenas reactivas de falso macho-peronismo”, dice Semán haciendo referencia al peronismo morenista al cual denomino “progresismo antiprogre” y desterrando la idea de que la causa de la derrota política hayan sido los “excesos del feminismo”. El autor continuó: “Nos refugiamos en autoengaños de muy corto plazo que engañan a cada vez menos gente. Mi incitación es a que salgamos de eso”.

Paula Puebla la escritora de Maldita tú eres se suma a las reflexiones de Semán: “Ese título baitero de ¿Por qué se puso de moda (pegarle al progresismo)? una primera respuesta que tengo para dar es que se puso de moda porque es muy fácil. Porque es muy fácil pegar para abajo”. Según Semán: “Lo único que estamos haciendo es pegarle patadas a la derrota, para no aceptarla. Fingir demencia es un canto a la deshonestidad intelectual de todos nosotros”.

 

Dificultades técnicas

Para Paula Puebla, los movimientos que aspiran a una mayor igualdad deben salir del encierro y mirar por la ventana. “Hay que recuperar la escucha y hay que recuperar la humildad”. Según los expositores, a los interrogantes de “¿cómo se llegó hasta este punto?” y “¿por qué, en líneas generales, no se vio venir?” se desprende como respuesta que se dejaron de escuchar a aquellas personas a las que venían a representar. Desde subestimar la tasa de la inflación, hasta la falta de contención durante la pandemia para aquellos trabajadores “no esenciales” que debían salir de sus casas porque su supervivencia económica dependía del día a día, o que no pudieron velar a sus familiares fallecidos por el covid-19, llegando al tope de la contradicción con la foto del festejo de cumpleaños en la Quinta Presidencial de Olivos. En referencia a esto, Puebla dice que La Libertad Avanza fue muy astuta “en pescar y cosechar todo eso que fue desoído, que fue barrido debajo de la alfombra, desatendido y desrepresentado”.

Hacia el interior del peronismo, Leyla Bechara se pregunta: “¿Qué pasa con la crítica en el momento en que uno construye poder?” y responde que a aquellas voces críticas, “se las expulsaba. Se las catalogaba como funcionales a la derecha”. En sintonía con la politóloga, Semán responde que la falta de autocrítica, bajo una lógica de secta, fue menospreciada y catalogada como autoflagelación. Además, se refirió al error de considerar infalible las decisiones de la jefatura de Cristina Fernández de Kirchner para el movimiento progresista. Ser “termo” fue un imperativo, afirma. Considera que la estrategia política no puede ser pensada en términos electorales, ya que, una crisis económica considerable del gobierno libertario no llevaría necesariamente a un éxito electoral peronista y la acción política no se agota en las urnas: “Nosotros nos hemos comprado una idea de que la elección es el momento expresivo de la política ” y enfatiza: “Eso es como creer que jugar al fútbol es festejar los goles”.

 

Los desafíos del progresismo

En diálogo con ANCCOM, Bechara explica sobre la comunicación política en redes sociales y sobre el aparato comunicacional del gobierno: “La propuesta comunicacional que tienen ellos es como una nueva moda. Plantean una forma oficial del lenguaje, del uso del lenguaje y del uso de las redes” y agrega: “Internet tiene una forma de derramar el sentido oficial, de cómo se comunica a través de tendencias, trending topics. La mecánica de la comunicación de internet tiene una forma que hace muy difícil salirse del lenguaje oficial justamente porque te condena al ostracismo, te hace marginal” y concluye diciendo: “Cómo jugar ese juego, cómo hacerlo, me parece que es una pregunta que nos va a arrastrar todos los años que dure este gobierno y creo que el coletazo, más todavía”.

Durante la charla surgieron otras tres conclusiones y desafíos para los movimientos progresistas: recomponer el nosotros, recuperar la escucha y responder con humildad y autocrítica. En este sentido Semán dice: “Hay vida inteligente fuera de la militancia profesional del progresismo”. A la vez, remarcó que no hay que pensar en términos electorales: “La pregunta obturadora es ¿hasta cuando aguanta Milei? y no ¿por qué dejarían de apoyarlo?”. Puebla complementa: “No se resuelve con un dedazo, ya lo comprobamos. No se resuelve con verticalidad. No se resuelve diciendo “es Sergio Massa”. Salimos a militar a Sergio Massa como si fuera Churchill, con 200% de inflación, digamos: ¿Quién está loco?”.

“Los pueblos que no son conscientes de su historia están condenados a la derrota”

“Los pueblos que no son conscientes de su historia están condenados a la derrota”

El periodista e historiador Cristian Vitale habla de Junios, Peronismo y antiperonismo en la encrucijada, que se enfoca en el bombardeo a la Plaza de Mayo de 1955, el levantamiento del general Valle y los fusilamientos de 1956. “Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en ocultar la memoria histórica”, plantea.

“Tiene mucha muerte, mucha crueldad. Es fuerte. Su proceso me llevó bastante angustia”, comenta Cristian Vitale cuando se le pregunta acerca de su nuevo libro, Junios, Peronismo y antiperonismo en la encrucijada, un trabajo de reconstrucción histórica y reflexión que abarca desde el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 hasta el frustrado levantamiento de general Juan José Valle, ocurrido un año después, en junio de 1956.

Esta obra se inscribe dentro de una nueva colección con motivo del aniversario número 50 del fallecimiento de Juan Domingo Perón, que se estuvo cumpliendo el pasado 1° de julio, y relata la conexión existente entre esos dos hechos históricos atravesados, directa e indirectamente, por el peronismo. El primero, un ataque ejecutado por la Aviación Naval y la Fuerza Aérea. El segundo, una rebelión en tiempos dictatoriales que llevaría a los conocidos fusilamientos en varios lugares del país, siendo el de José León Suárez el más difundido.

Sin embargo Vitale, que también es profesor de Historia y periodista, cuenta que es un trabajo que nunca le hubiera gustado hacer. “Fue un libro con el que uno tiene la obligación moral como historiador y como militante de meterse en el hueso. Pero son libros que no le gustaría escribir a nadie”, agrega el autor, pues para lograr recuperar la historia de esos años recurrió a aquellas familias que fueron directamente afectadas luego del levantamiento, las que perdieron un pariente a costa de los fusilamientos de la noche del 9 de junio de 1956. “Las entrevistas también me llevaron bastante angustia. Les estás haciendo revivir a esa gente una pérdida absurda de sus padres cuando eran chicos. Algunos ni siquiera los conocieron. Es tremendo. A veces te quebrás”, declara el escritor.

¿Cómo fue ese proceso de entrevistas, el buscar a las familias para que den sus testimonios?

Me puse a buscar descendientes de quienes habían sido fusilados, que fueron en total 27, y de las personas que murieron en el enfrentamiento de La Plata o producto de la represión de las fuerzas. Busqué a los hijos, sobrinos y nietos, y di con un montón de personas. Con Julia y Berta Carranza, hijos de Nicolás Carranza; con Alicia Rodríguez, la hija de Vicente Rodríguez; con María Cristina Caro, la hija de Luis Caro, fusilado en Campo de Mayo; con Miguel Mauriño, nieto de Miguel Mauriño e hijo de Rubén Mauriño. Este es un testimonio fundamental, porque es hijo y nieto de dos personas involucradas en el levantamiento de Valle. Esos testimonios me permitieron reconstruir la historia de los fusilamientos desde el lugar familiar

¿Fue difícil contactarlos? ¿O que quisieran hablar?

No fue fácil. Con la primera que me contacté fue con Julita Carranza. Vive en Adrogué, es divina. Ella tenía 45 días cuando fusilaron a Nicolás. A partir de ella fui contactando a los demás, pero no es una cuestión sencilla. Incluso muchos no quisieron dar sus testimonios. Pero con los que conseguí pude construir mucho.

¿Cuándo iniciaste la producción de Junios?

En realidad, la idea ya la tenía desde hace unos dos o tres años. Quería hacer un libro sobre los fusilamientos del 56, para hacer un aporte de que no se trató solamente de una jornada en la que se fusiló gente en José León Suárez. Porque en parte del imaginario estaba presente que los fusilamientos habían sido solo allí, dado Operación Masacre de Rodolfo Walsh, y la película que hace Cedrón. Y en realidad hubo en un montón de lugares donde se produjo la rebelión de Valle y Tanco: Campo de Mayo, Regimiento de Palermo, Regimiento 7 de La Plata, la Penitenciaría Nacional, en la Unidad Regional 2 de Lanús. En un momento también quise hacer algo focalizado específicamente en Lanús, porque yo soy de la zona. Esa era la idea macro que tenía hace mucho tiempo. Después me encontré con que tenía que darle una vueltita más y contextualizarlo. Me fui a los antecedentes directos e indirectos, llegué hasta junio del 55 y ahí dije: “Junios, bombardeos del 55, fusilamientos del 56”, y definí el recorte histórico.

¿Así llegaste a los bombardeos de Plaza de Mayo?

Llego a los bombardeos porque yo vengo de una familia muy peronista. Mi abuela me enseñó la marcha mientras me acunaba (risas). En plena dictadura, cuando yo era adolescente, siempre surgía la conversación sobre los aviones que salían de Ezeiza sobrevolando mi casa y mi barrio, y diciéndome que se habían producido unos bombardeos tremendos, que habían matado a un montón de personas. Y esto replicaba en la familia. Yo ya me había acercado al tema casi que desde que tengo uso de la razón. Es algo que siempre digo. El peronismo es una cuestión emocional, pasional, sobre todo si las personas que vos más querés fueron las que te metieron en ese camino. Entonces ya el tema estaba implícito antes de que lo pudiese racionalizar.

El peronismo va a ser un hecho maldito para la política argentina. Fue denostado no solamente por los sectores liberales, rancios, sino por toda la superestructura cultural progresista.

Cristian Vitale

¿Por qué pensás que el bombardeo del 55 no tuvo (ni tiene) tanto peso histórico? ¿Por qué se conoce tan poco?

Primero vamos a decir que el peronismo va a ser un hecho maldito para la política argentina. Fue denostado no solamente por los sectores liberales, rancios, sino por toda la superestructura cultural progresista. Hay un montón de actores muy consagrados en la cultura nacional a los que no les interesó abordar ese tema. Tampoco en las instituciones educativas se difundió ni se intentó remembrar ese acontecimiento para insertarlo en el sentido común, exceptuando en el 73 y con las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. No fue un hecho del que gustasen hablar los intelectuales y mucho menos los medios de comunicación. Si vos no tenés esos resortes como sostenedores de la memoria, los hechos quedan omitidos y siguen ocultos para la gran historia nacional. Es más, la operación que hacen de esas usinas de creación de sentido es que el 16 de junio del 55 pasa a ser un día en el que los peronistas incendiaron las iglesias, y no el día que la aviación naval bombardeó la plaza. Es cierto que como una reacción visceral a los bombardeos, la noche del 16 sale un sector del peronismo salió a quemar iglesias. Pero había pasado una cosita antes, un detallecito, ¿no? (risas).

En este sentido, los sectores que quisieron instalar esta versión de los hechos en el imaginario social se valieron de operaciones mediáticas para hacerlo

Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en ocultar la memoria histórica. Hacen un recorte tremendo, muestran una fase de la realidad que no es la realidad sino solamente un recorte de acuerdo a sus intereses. Ni hablar de toda la superestructura intelectual. Por ejemplo, el movimiento nacional no es un movimiento de izquierda o de derecha. Es un movimiento nacional, con todos los matices que se te puedan ocurrir. Es tan adverso a lo que es la izquierda internacionalista como a la derecha liberal. Son los dos sectores que crean sentido. Si vos vas ampliando la mirada, vas viendo que todas las usinas de creación de sentido estaban de alguna manera avalando esa violencia.

Si comparamos esta dicotomía entre peronismo y antiperonismo que existía en aquella época, ¿cómo crees que esto se trasladó a esta época?

Creo que había quedado adormecida durante mucho tiempo, por lo menos durante el 56 hasta el 2003, cuando primero Néstor y después Cristina empiezan a otorgarle al movimiento aquella mística nacional. A partir de allí empieza a recrudecer esta dicotomía que parecía dormida. Por eso creo que este libro tiene cierto viso de actualidad porque se inserta en una nueva revisión de la historia que trae esta nueva resignificación. Volvió a aparecer esa mirada, disfrazada de kirchnerismo-anti kirchnerismo o de populismo-antipopulismo, pero que en realidad es el nacionalismo frente al liberalismo. Esa es la madre de las contradicciones.

¿Así se vive el peronismo actualmente?

El kirchnerismo es una reencarnación del movimiento nacional popular. En algún momento fue el rosismo federal del siglo XIX, vencido por las mismas fuerzas de siempre, en este caso por Urquiza en la batalla de Caseros. Después reencarnó en el irigoyenismo, que tenía un fuerte afluente nacionalista y popular, con algunas cosas que se pueden discutir. A mediados del siglo XX reencarna en el peronismo, y a principios del siglo XXI en el kirchnerismo. Hoy kirchnerismo es una mala palabra, pero son todas fases de la misma idea de nación, el mismo modelo de nación. El peronismo capaz sea el que mejor sintetiza esas aspiraciones de pueblo libre porque tiene una doctrina, tiene esas tres banderas que son la independencia económica, la justicia social y la soberanía política.

Y también esto de la Tercera Posición…

Por supuesto, la Tercera Posición tan alejada del materialismo histórico como del individualismo metodológico. Tanto del marxismo como del liberalismo. Néstor la tenía clara, somos peronistas, no nos bajen el precio. Es eso, en definitiva. Fijate cómo trabajaron los medios de comunicación con la letra K. El kirchnerismo es una parte constitutiva del movimiento nacional con ojos del siglo XXI, con prácticas un poco más progresistas, más democráticas, por la coyuntura. Pero la cuestión de los derechos de las clases populares estuvo siempre.

¿Creés que los hechos ocurridos en los dos junios continúan teniendo consecuencias hasta el día de hoy?

Habría que hacer un estudio minucioso del estado en el que está en el imaginario. Estamos en un momento complejo, en una situación medio distópica, palabra que se está usando mucho ahora. Entre la vertiginosidad de las redes sociales y la velocidad de la información, el sufrimiento material de la gente y esa cosa tan fuerte de no dejar activar la memoria, es complicado. Para trabajar con la historia necesitás procesos que permitan la reflexión, la discusión y la persistencia de la memoria. No pasa nada de eso en las sociedades actuales. Es peligroso porque la historia es lo único que te define como sociedad. La realidad son representaciones mentales, entonces las representaciones mentales se reflejan en la historia. Y es la única manera de entender el presente. Si no, ¿de qué otra forma? El futuro no existe, el presente está pasando, y la única empírea que hay es la historia. Los pueblos que no son conscientes de su historia están condenados a la derrota, al fracaso.

Y a repetirla

Y a repetirla. Por eso tanta omisión o intervención de la historia, tanto de los sistemas intelectuales como educativos y mediáticos. Los pueblos escriben su historia, y si no se reconocen en esa historia que escribieron, difícilmente puedas echar abajo la Ley Bases. A otros pueblos con otras conciencias, históricas y nacionales, no les pasa eso.

¿Se podría comparar ese año que ocurrió entre los junios de 1955 y 1956 con algún otro período en Argentina?

Con la Batalla de Caseros, 1852. Con los urquicistas fusilando a 220 personas en la quinta de Rosas que estaba en Palermo. Los cuelgan ahí, les cortan la cabeza, y las exhiben. Lonardi en el golpe del 55 dice lo mismo que dijo Urquiza en 1852: “Ni vencedores ni vencidos”.

Me hace pensar en cómo la historia es cíclica, pero que de algún modo va cambiando, mutando. Por ejemplo, se sigue ejerciendo la violencia pero desde otro lado

Sí, simbólica, mediática…

Y ahora esa es la que predomina, que no es la que lo hacía en el 55.

Exactamente, era una violencia más física, más visceral. Hoy asistimos a otro tipo de violencias. Psicológica, simbólica, pero que son muy dañinas. Antes vos tenías en las clases trabajadoras una conciencia, una percepción, una concepción, y a lo sumo te mataban a palos o ibas en cana. Pero hoy se está perdiendo esa conciencia. Hay una dimensión del ser humano que Perón plantea en La comunidad organizada que tiene que ver con lo espiritual, la cuestión de lo intuitivo, de saber sin elaborar mucho lo que está mal y lo que está bien. Eso es lo que se está perdiendo. Cosas que tienen que ver con cuestiones más profundas, más éticas y morales.

Vitale plantea que el movimiento nacional siempre tuvo un problema: la intervención de la derecha y de la izquierda. Cita a Jaureche: “Se pelean afuera, pero están de acuerdo adentro”. “Siempre que irradió hacia afuera lo hizo permeado por las dos ideologías, como pasó con el menemismo –concluye–. Eso pasó porque se va desvirtuando y aparecen interpretaciones que son extremadamente radicalizadas. Es importante volver al pensamiento de Juan Perón, y de quienes hicieron grande al movimiento. Son los que te ponen en eje. No es una doctrina unívoca, pero sí tiene que tener una conducción, no solamente en lo político sino también en lo intelectual, en lo histórico, que te permita construir determinada unidad. Si no, te vas para cualquier lado”.