Más motosierra a la memoria

Más motosierra a la memoria

Referentes, directivos y trabajadores de instituciones vinculadas a los derechos humanos detallan los avances del deterioro en las políticas de memoria , verdad, justicia y derechos humanos y anuncian la marcha de este viernes en el Espacio para la Memoria (ex ESMA)

«Los derechos humanos no se degradan por decreto», sostuvo la Junta Interna de ATE en el Ministerio de Justicia. Ante los avances del gobierno contra la Secretaría de Derechos Humanos, organismos de derechos humanos y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llamaron a convocarse este viernes 30 de mayo a las 17 horas en una actividad en el espacio de memoria que funciona en lo que fue el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

En los últimos días, Milei puso al Museo Sitio ESMA, patrimonio de la humanidad, y al Archivo Nacional de la Memoria como «unidades» del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos». También le quitó autonomía y autarquía al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

Mañana por la tarde se caminará al interior del predio, Avenida del Libertador 8151, para repudiar la decisión del Gobierno de Javier Milei de degradar la Secretaría de Derechos Humanos a subsecretaría.

Guillermo Rodolfo Fernando Pérez Roisinblit es uno de los tantos nietos restituidos gracias a la labor de Abuelas de Plaza de Mayo. Nació durante el cautiverio de su madre, Patricia Julia Roisinblit, en la ESMA, y hace algunos años es Miembro de la Comisión Directiva de Abuelas. Sobre la decisión gubernamental, dice: “No son cuestiones que tengan que ver con lo presupuestario. Desde un primer momento, desde el Debate Presidencial, supimos la postura que se tenía sobre el tema. Si analizamos las medidas que han estado tomando, vemos que la manera de pensar de este gobierno no es negacionista sino reivindicatoria: recortan un montón de políticas de Estado tendientes a garantizar la memoria, la verdad y la justicia; desconocen las medidas internacionales, pero premian a los genocidas que estaba detenidos en Ezeiza, los asesinos más feroces que tiene la historia más reciente de nuestro país, trasladándolos a Campo de Mayo”, enumera.

“No son coincidencias, delimitan lo que mostraron en la candidatura. Estamos teniendo un retroceso de más de 30 años. Con esto se derriban todos los consensos democráticos, y lo que hoy defendemos es algo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO”, agrega el nieto restituido. Es clave tener presente que el 19 de septiembre de 2023 el organismo que menciona Pérez Roisinblit declaró el Museo Sitio de Memoria ESMA como Patrimonio de la Humanidad a razón de su valor como lugar asociado a la represión y a la violación de derechos humanos durante la dictadura argentina, destacando la importancia de la memoria y la lucha por los mismos.

Por otro lado, el nieto restituido en 2001 advierte: “Estoy convencido de que, en lo que se etiqueta como cuestiones de derechos humanos, Abuelas es el blanco preferido de este gobierno, y un ejemplo de esto es lo que pasa con el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG)”. Si bien, hasta ahora, el organismo había funcionado de forma autónoma y autárquica, hoy se enfrenta a la “motosierra” de Javier Milei.

Visita de Marie Claire King, genetista quien inventó el índice de abuelidad, al BNDG en 2022.  

El genetista, investigador y activista Víctor Penchaszadeh fue uno de los creadores del primer índice de abuelidad que permitió identificar a hijos de desaparecidos. En 1987, por ley N° 23.511, Abuelas de Plaza de Mayo impulsó la creación del BNDG con el objetivo de obtener y almacenar información genética que permitiera identificar a los hijos de desaparecidos. “El Presidente y el Jefe de Gabinete han firmado un decreto suprimiendo el cargo de director administrativo del Banco Nacional de Datos Genéticos”, cuenta Penchaszadeh. “Eso implica que todas sus finanzas, hasta ahora manejadas por el propio Banco, van a pasar a ser manipuladas por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, dirigido por Federico Sturzenegger. Hay una gran incertidumbre por parte del personal del Banco, que cuenta con 30 o 40 empleados, y cuya directora tiene vencido el nombramiento hace dos semanas; está técnicamente acéfalo. Es un destrato al BNDG y a todo su personal, que trabaja para algo tan fundamental como es el derecho a la identidad”.

Sin embargo, como lo mencionó Pérez Roisinblit, esto no pareciera ser casual: “Todas las instituciones que tienen que ver con derechos humanos están siendo ninguneadas, como el Archivo Nacional de Memoria, la Comisión Nacional por el derecho a la Identidad o el propio Museo Sitio de la Memoria. Niegan que hubo terrorismo de Estado, niegan los más de 30.000 desaparecidos, niegan todo. Entonces, les molesta que haya entidades que se ocupen de los derechos humanos y de la memoria del terrorismo de Estado. Están tratando de desactivarlas, y legalmente no va a ser fácil. Se olvidaron de que existe el derecho a la identidad”, detalló Guillermo.

La actual Directora Ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA, Mayki Gorosito, puso al tanto de la situación a ANCCOM: “La actualización más reciente es el decreto presidencial del 22 de mayo, donde se desjerarquiza absolutamente a la institución. Justamente en la semana donde cumplimos 10 años de ser una institución pública que trabaja por la memoria, la verdad y la justicia. Estamos a la espera de las definiciones sobre la nueva estructura, pero eso es un punto en el camino de todas las afectaciones que hemos tenido durante este último año, vinculadas a despidos y a la casi nula ejecución presupuestaria respecto de las necesidades y demandas del Museo Sitio para su ejemplar funcionamiento y cumplimiento de las responsabilidades del Estado argentino ante la justicia. (Responsabilidad) Por nuestra condición de prueba judicial y ante los organismos de integración subregional como el Mercosur, que somos parte de la lista de patrimonio cultural, y ante la UNESCO, por ser parte de la lista de patrimonio mundial”.

Mayki Gorosito, Rosita Soffiantini y Guillermo Pérez Roisinblit en el 10° Aniversario del Museo Sitio de Memoria ESMA.

Si hay algo en lo que coinciden todos los organismos que hace meses vienen sufriendo las medidas del actual gobierno, es en la falta absoluta de comunicación. “De su parte, no están circulando información ni comunicándose mediante ningún tipo de diálogo hacia el Museo”, confirma Gorosito, cuyo puesto de trabajo está en juego. “Nos enteramos del proyecto de decreto y estuvimos atentos a cuándo salía publicado en el Boletín Oficial. Son reestructuraciones que, por supuesto, no tienen en consideración las características y necesidades del Museo, que se encuentra funcionando de forma habitual con lo que nos quedó de los equipos, entre los cinco despidos y las doce renuncias que se presentaron en función de la rebaja salarial, a un promedio del 50 por ciento”.

Paula Donadío, delegada de ATE, también adelantó a la Agencia las próximas medidas de fuerza y dio detalles sobre la movilización de mañana miércoles: “Hay muchísimos organismos que acompañarán a ATE, entre ellos, familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas, asociaciones, sindicatos… Todos pensamos que esto es algo mucho más grande que la sola degradación de la Secretaría: es la falta de una política con respecto a la protección y defensa de derechos humanos que tiene este gobierno. Se evidencia con la situación actual del Garrahan, en su momento la del Bonaparte, todos los miércoles con la represión de jubilados, y más. Buscamos que estén todos representados. Además, pensamos la caminata a modo de unir dos áreas que son de las más golpeadas por estos últimos cambios: el Archivo Nacional de la Memoria y la ex ESMA. La principal preocupación que tenemos es que todo ese achique conlleva a más despidos. Con esta iniciativa buscamos hacer hincapié en que no queremos volver hacia atrás sobre lo construido”.

“Qué importante que renazca Sudeste, en este Espacio”

“Qué importante que renazca Sudeste, en este Espacio”

Luis Ziembrowski, protagonista de la película basada en la primera novela de Haroldo Conti, participó de su proyección en la ex-ESMA a 100 años del nacimiento del escritor.También estuvieron el director Sergio Bellotti, y Ernesto, el hijo del autor desaparecido por la última dictadura.

Sobre la Avenida Libertador, a la altura 8151, las barreras son difíciles de atravesar, pero vale la pena recordar con memoria aquel horror, resistir desde el dolor y la conciencia colectiva, para evitar la repetición.

Al ingresar al Espacio Memoria de la ex ESMA, la posibilidad de perderse entre sus calles es grande. Aún con el atardecer, una tenue luz azul ilumina el cielo y las calles parecen angostarse. Las sombras de los árboles se reflejan en el cemento. Uno se pregunta: ¿Cuál es la dirección correcta?

—Por la derecha, camine unos ciento cincuenta metros y ahí vas a ver la Casa de la Identidad —explica con amabilidad el trabajador de protección del espacio.

Al recorrer los ciento cincuenta metros un gran edificio de ladrillos –llamativos–, se impone. Casa por la Identidad. Abuelas de Plaza de Mayo, se alcanza a leer en un cartel. Al ingresar, dos pasillos alargados se abren hacia diferentes direcciones. Al fondo, a la derecha, se encuentra el microcine.

Luces apagadas y silencio en la sala. La proyección comienza a sumergir a todos en otra época y ambiente. El tiempo transcurre más lento, —como si el río estuviera quieto— los colores de las bifurcaciones del Delta resaltan en verdes y amarronados. La tranquilidad de la vegetación y los sonidos de la fauna se perciben con lentitud.

Sudeste es una película basada en la primera novela de Haroldo Pedro Conti, escritor, periodista y docente argentino, secuestrado y desaparecido durante la última dictadura militar, el 5 de mayo de 1976. Conti describió y plasmó la geografía del Delta argentino en su literatura: La naturaleza y el río como protagonistas; el hombre como excusa. La naturaleza avanza, y el hombre va detrás.

El ritmo de la película invita a vivir el tiempo del río, esperando —con quietud— el momento de la acción. A cien años del nacimiento de Conti, la sensación de rescatar el tiempo y la memoria a través de la proyección de Sudeste en el ciclo “Cine por la identidad” es de gran importancia en un momento marcado por el negacionismo y la política destructiva sobre la cultura del gobierno actual.

Entre el público del ciclo pudo verse -además de a Ernesto Conti, hijo del escritor y Luis Ziembrowski, protagonista del film, invitados a participar de una charla posterior- a Élida Gonzáles, la única mujer en el film -compañera de Ziembrowski por entonces- y su hijas; al director de arte, Federico Mayol, entre otros familiares y protagonistas de esa reunión entre cine y literatura. El debate fue moderado por Manuel Barrientos. Ante la pregunta del periodista sobre el significado de la reunión, Ziembrowski rompe el hielo: «Qué importante que renazca ‘Sudeste’ en este espacio, en esta nave insignia de las Abuelas, rescatando la memoria».

Durante el debate se abordaron puntos clave sobre la película: sus motivos, su estilo de filmación y el contexto en el que se produjo. Sergio Bellotti, el director, explicó cómo Sudeste fue filmada en un momento de crisis, cerca del estallido social de 2001, con escasos recursos y mucha entrega. De manera anecdótica, Ziembrowski recordó cómo durante el rodaje seguían las noticias de las manifestaciones en Plaza de Mayo a través de un pequeño televisor «Creímos que eran imágenes del 89, hasta que finalmente nos dimos cuenta de lo que estaba pasando”, y agregó: «El 20 de diciembre terminamos la película, yo volví con la lancha al puerto del Tigre, llegué a mi casa, me bañé y de ahí a Plaza de Mayo. Era todo muy trascendente, también haber abrazado la primera novela de Haroldo Conti», recordó dejando entrever la tensión de una Argentina que intentaba sostenerse en medio del caos.

En el debate, también se remarcó el gran trabajo colectivo que hubo por detrás de la película, no solo en su filmación, sino en la recuperación del material. Manifestaron su agradecimiento hacia instituciones como el INCA y el ENERC, por ayudarlos a reconstruir y revivir la película. La dificultad para conseguir una buena copia del film original se enlaza con la adversidad en la que fue filmada, este detalle marca aún más el espíritu de la película. “Muchas personas se movilizaron para conseguirla. Se produce un fenómeno colectivo que es la maravilla que tiene cualquier proyecto”, resalta Ziembrowski.

La mística en las imágenes y el tiempo de narración de la película se potencian con la actuación de Javier Locatelli, protagonista isleño que interpretó a “El boga”, un adolescente que nació y vivió toda su vida dentro de la atmósfera del río, a espaldas del continente. Al momento de iniciar el rodaje Locatelli solo había pisado Buenos Aires dos veces en su vida. Su actuación fue clave para seguir nutriendo la ambientación y estilo de vida especial que tiene la isla. Barrientos repone que los propios isleños sentían que estaban haciendo la novela de Haroldo, “Sudeste es la gran novela del Delta”, resaltó.

Bellotti supo capturar a la perfección aquella naturaleza humana que lo inspiró, la recreó con gran honestidad y locura artística, cualidad especial del director que todos los presentes recuerdan con nostalgia.»Hay un mito que dice que Bellotti tiró el guion al río antes de filmarla», expresa Barrientos con picardía, a lo que responde: “Yo no lo vi, pero podría ser cierto”.

La función del ciclo Cine por la Identidad fue más que una proyección: Fue un acto de resistencia cultural, un espacio donde la memoria de Haroldo Conti y su legado se entrelazaron con el presente. Frente al avance del negacionismo y las dañinas políticas del gobierno actual hacia la memoria, el cine y la cultura se mantienen como trinchera. Ernesto Conti, hijo del escritor desaparecido, agradeció el homenaje: “Para nosotros como familia esta es una doble reivindicación. Pone en valor la obra de mi viejo. Es la manera de mantenerlo vivo, reconstruirlo en este caso a través de la película”.

La próxima función de Cine por la Identidad se llevará a cabo el 26 de junio, una nueva oportunidad para seguir construyendo y reflexionando sobre la identidad argentina a través del cine como un vehículo de memoria colectiva.

La ESMA conmemoró su décimo aniversario como sitio de memoria en medio del hostigamiento gubernamental

La ESMA conmemoró su décimo aniversario como sitio de memoria en medio del hostigamiento gubernamental

El mismo día que en el Boletín Oficial se publicó la degradación de la Secretaría de Derechos Humanos a subecretaría y el traspaso administrativo del Sitio de Memoria, el espacio -declarado patrimonio de la humanidad- recordó que lleva una década manteniendo viva la memoria. Durante la gestión de Milei el personal se redujo de 42 a 28 personas.

Mayki Gorosito, directora del Museo Sitio de Memoria ESMA, Ana María “Rosita” Soffiantini, sobreviviente y Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido número 68. 

El Museo y Sitio de Memoria ESMA abrió sus puertas un 19 de mayo de 2015, consolidandose como un espacio de memoria y denuncia del terrorismo de Estado. El lugar constituye en sí mismo una prueba judicial sobre los crímenes cometidos, utilizada en los juicios de lesa humanidad. Desde 2023 el espacio es considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

El acto se llevó a cabo en el Salón Dorado, un espacio que durante la dictadura funcionó como centro de comando de las Fuerzas Armadas. La sala estaba colmada. En las primeras filas se ubicaron los oradores de la jornada: la directora ejecutiva del Museo Sitio, Mayki Gorosito, el arquitecto Martín Capeluto, la exjueza María Roqueta, Ana María “Rosita” Soffiantini, sobreviviente del centro clandestino, Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido número 68 y figuras destacadas como Vera Jarach, integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, la diputada nacional Victoria Tolosa Paz, la nieta recuperada y exdiputada Victoria Donda, el embajador japonés Yamauchi Hiroshi y el embajador español Joaquín María de Arístegui Laborde.

 

Gorosito dio inicio al acto con unas palabras de agradecimiento: “Gracias por compartir, por estar presentes hoy, en este contexto tan triste y difícil”. La referencia a la situación en la que se encuentran los Espacios de Memoria estaba clara: desde la asunción del gobierno de Javier Milei han sido constantemente atacados mediante desfinanciamientos y despidos. Desde hace varios meses las y los trabajadores denuncian la falta de pagos de salarios y de presupuesto para el mantenimiento de los espacios.

El miércoles 21 de mayo se publicó en el Boletín Oficial el DNU 344/2025, que establece la reestructuración del Archivo Nacional de la Memoria y del Museo ESMA, los cuales pasarán a depender del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos. Según el decreto, la medida busca “una gestión más eficiente, coordinada y racional en materia de concientización sobre el respeto de los derechos humanos y preservación de la memoria histórica”. Aunque se garantiza la continuidad de las actividades la incertidumbre institucional fue un tema presente en todos los discursos.

 

«Hoy, frente a nuevos desafíos que amenazan estas políticas, este sitio representa una conquista que debemos proteger, porque los espacios de memoria no son lujos culturales ni caprichos ideológicos: son instrumentos concretos para fortalecer la democracia e impedir el regreso del horror con otros rostros”, dijo Roisinblit.

El legado

Para Roisinblit: “La ESMA es un espacio donde cada pasillo y cada rincón confrontan el horror del pasado con el legado que decidimos preservar juntos. Yo nací aquí, y esa frase tan simple y al mismo tiempo asombrosa enseña toda la magnitud de lo que este sitio representa. Gracias a decisiones políticas fundamentales de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner se decidió preservar, investigar y transmitir. Las políticas públicas desarrolladas durante estas décadas transformaron las herramientas científicas en instrumentos de recuperación. Mi identidad recuperada demuestra que la memoria, asumida colectivamente, tiene poder para mantenerse. Hoy, frente a nuevos desafíos que amenazan estas políticas, este sitio representa una conquista que debemos proteger, porque los espacios de memoria no son lujos culturales ni caprichos ideológicos: son instrumentos concretos para fortalecer la democracia e impedir el regreso del horror con otros rostros”.

Por su parte, la sobreviviente ‘’Rosita’’ Soffiantini afirmó que las políticas del oficialismo ‘’no son sólo medidas administrativas, son claras intenciones para debilitar nuestros logros en derechos humanos, debilitar nuestras convicciones democráticas. Este lugar es un testimonio. El mundo entero lo reconoció como patrimonio de la humanidad. Hoy están quienes quieren borrar la memoria de lo que ocurrió acá como en casi 700 o más sitios que fueron centros clandestinos de tortura y exterminio. Debemos seguir defendiendo y exigir al Estado nacional políticas públicas que procuren, defiendan y desarrollen los derechos humanos en la Argentina. Este museo se sostiene gracias a todo el equipo, junto a nosotras y nosotros, junto a los organismos de derechos humanos y al recuerdo de lo que debemos hacer. Debemos crear más memoria: eso es un acto de justicia. La memoria es un derecho y sin memoria no hay democracia. Más memoria que nunca. Nunca más el olvido y, como dice siempre Vera, nunca más en silencio”.

Reconocimiento internacional

A pesar de que la ESMA posee un gran reconocimiento a nivel internacional en materia de derechos humanos y que su inclusión por parte de la UNESCO como patrimonio de la humanidad le otorga cierto resguardo institucional, no está exenta de la incertidumbre provocada por las políticas de ajuste actuales que ponen en peligro su continuidad al igual que la del resto de los sitios de memoria que siguen siendo vaciados.

Antes del cierre oficial, la directora Gorosito compartió: “Éramos 42, ahora somos 28 trabajadores y trabajadoras. Los aliento a seguir, a no dar un paso atrás en lo que hemos aprendido y logrado. Somos una institución del Estado argentino, no de un partido, no de un gobierno. Una institución que simboliza y testimonia lo que nunca más debe suceder. Una institución reconocida por el mundo por hacer, como hacemos, lo que es nuestra obligación y nuestra convicción. En esta coyuntura triste, lamentable y compleja para las políticas públicas de derechos humanos, renovemos nuestro compromiso y nuestra convicción traducida en acción: que instituciones como el Museo Sitio de Memoria ESMA son imprescindibles para la democracia”.

 

Tras estas palabras, uno de los asistentes entonó la consigna: “Treinta mil compañeros detenidos y desaparecidos, ¡Presentes!, ¡Ahora y siempre!”, acompañado por todos los invitados.

El cierre incluyó la proyección de un video que repasó los juicios y condenas obtenidos en el país gracias al trabajo de espacios como la ESMA en articulación con los testimonios de sobrevivientes.

Hoy, la memoria colectiva de Argentina vuelve a estar en riesgo ante un gobierno que intenta borrar el pasado. En este contexto, espacios como la ESMA viven en una gran incertidumbre acerca de su destino. El acto fue un claro llamado a la sociedad a seguir: defendiendo estos sitios como espacios de construcción de memoria, a sostener la lucha por la verdad y la justicia, y a reafirmar, una vez más, que el “Nunca Más” no es una consigna del pasado, sino un compromiso del presente.

“Los trabajadores que sostienen el Espacio para la Memoria son fundamentales”

“Los trabajadores que sostienen el Espacio para la Memoria son fundamentales”

Frente a la demora en el pago de salarios del mes de marzo a los trabajadores del Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos ex-ESMA, el Directorio de Organismos de Derechos Humanos publicó un comunicado advirtiendo sobre la política oficial de desfinanciamiento y ajuste en el área.

En vísperas del 1º de mayo, Día del Trabajador y la Trabajadora, el Directorio de Organismos de Derechos Humanos, conformado por organizaciones sociales, publicó un comunicado para expresar su preocupación por la demora en el pago de salarios del personal del Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos ex ESMA.

En dicho documento, se explica que recién el 15 de abril el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación transfirió fondos para cubrir sólo el 60% del salario del personal y apenas el miércoles 30 de abril se completó la transferencia total. Esta situación genera preocupación, a su vez, frente al pago de haberes del mes de abril, que debería concretarse antes del 8 de mayo.

“Nosotros estuvimos de paro todo este mes por incumplimiento del pago del salario. Esto se debe a que demoraron las partidas presupuestarias en una decisión totalmente ilegal. La situación está en estos días normalizada y esperamos que los próximos salarios lleguen en tiempo y forma. Confiamos también en la representación del Directorio de Organismos de Derechos Humanos que al formar parte de la gestión están haciendo todo lo necesario para que la situación se normalice”, señala Gabriel Armenio, delegado de ATE.

Si bien se habían realizado los reclamos a través de los medios correspondientes, la respuesta no había sido satisfactoria, como explica a ANCCOM Ana María Soffiantini, quien forma parte del Consejo Asesor de Sobrevivientes, organización que acompaña el reclamo: “No es la primera vez que hay demoras. Esta vez además de demoras sólo se pudo pagar el 60% de los sueldos. Recién el 30 de abril pasado se completó el saldo correspondiente. Nunca contestaron nuestros reclamos, sólo intentaron desacreditarnos. Alberto Julio Baños, secretario de Derechos Humanos de la Nación,  siempre intenta ningunear nuestros pedidos.” A su vez, aporta su visión sobre las consecuencias de estos atrasos de los pagos salariales: “La intención, además de desfinanciar, es quebrar moralmente a nuestros trabajadores que, sin recursos, no tienen forma de trasladarse al trabajo. En esta situación es inevitable el desfinanciamiento para sostener contenidos pedagógicos y construcción de espacios de reflexión crítica, memoria y desarrollo de políticas de promoción de Derechos Humanos. La gravedad de dejar sin recursos presupuestarios conlleva consecuencias respecto al mantenimiento y la conservación del lugar, así como también retrasos en los pagos a proveedores.”

Graciela Lois, perteneciente a la asociación Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas que también acompaña el reclamo, dijo: “El espacio lo vamos a seguir sosteniendo como sea. Nosotros no vamos a aflojar así nomás. Y por supuesto, esto descansa en el compromiso y sacrificio de todos los trabajadores. Porque en este momento es un sacrificio ir por lo que reporta económicamente en este contexto donde todo te aumenta menos los sueldos. Y encima, no te lo pagan”.

Frente a la pregunta sobre cuáles serían los pasos a seguir en caso de que esta situación se repita con los haberes de abril, Graciela respondió: “Hemos preparado varias cosas para presentar. Lo que pasa es que, como esto es un tira y afloja permanente, muchas veces te pasa que pensás ¿Y si lo presento y se arma más lío? ¿Y si en lugar de esperar 30 días más te la hacen más larga? No es temor, pero es cuidado. Más que nada por la responsabilidad que nos cabe a nosotros de no perjudicar más la situación de los trabajadores. Repito: para nosotros las personas, los trabajadores que sostienen el espacio son fundamentales.”

Las páginas de la memoria

Las páginas de la memoria

Miles de personas recorrieron la primera Feria del Libro de Derechos Humanos que este fin de semana se realizó en el predio de la Ex-Esma. Talleres, actividades culturales y debates para pensar la nueva coyuntura. Entre otros textos se presentó «Tu nombre no es tu nombre», donde Federico Bianchini cuenta la historia de Claudia Poblete.

La tarde transcurre entre libros y arte, talleres y juegos de mesa, muestras, debates, presentaciones y lecturas compartidas; entre recuerdos y memorias, reflexiones, testimonios, encuentros y reencuentros en la primera Feria del Libro de Derechos Humanos del Espacio Memoria (Ex-Esma). Personas de todas las edades, solas o acompañadas por amigos, familias, parejas, recorren el espacio, no solo llevándose libros, fanzines, stickers, pines, ilustraciones, sino también intercambios con autores, que reciben a los curiosos con una sonrisa, compartiendo recomendaciones, experiencias, y muchas veces, hasta las historias e ideas detrás de sus trabajos. En el fondo, algunos dejan registros de su paso en una pizarra que contiene carteles que reflejan qué es lo que “nunca más” (violencia, odio, persecución por pensar diferente, represión, fascismos), y “más que nunca” (empatía, construcción comunitaria y popular, solidaridad, defender nuestros derechos) se debe recordar o no olvidar.

Niños y niñas corren de un lado al otro, ansiosos por descubrir cada rincón del lugar, que se encuentra atravesando dificultades por el desfinanciamiento del Gobierno nacional a las políticas de memoria, verdad y justicia. Pero esta iniciativa deja olvidar a todos por un momento las dificultades y demuestra la potencia del trabajo colectivo. Los más pequeños se maravillan con los juegos de mesa y se entretienen hasta que otra cosa llama su atención. Algunos se unen a los más grandes y deciden que también quieren estampar frases con sellos y colores: abrir, encontrarse, memoria, verdad, justicia, son algunas de las palabras que eligen escribir.

Afuera, la gente disfruta del buen clima en los espacios verdes, algunos compartiendo una merienda en las mesas, otros regados en el pasto en lecturas colectivas, entre mates y galletitas que van de mano en mano. El olor a la comida cocinada en las parrillas impregna el aire y el sonido de la música en vivo resuena a medida que uno se va acercando a la feria que tiene lugar al aire libre. Algunos adolescentes agrupados escuchan sentados, otros aplauden al son de la música, parados cerca del pequeño escenario que recibe bandas.

“Quiero que cuando alguien habla de una Feria del Libro de Derechos Humanos, que toda la sociedad argentina venga y apoye, aunque no compre nada, que venga a pasear, que mire, que debata, que se suma a las mesas de discusión, que tome la palabra, que opine, que cuestione, que discuta. Creo que es un lugar para pensar. Así que estoy muy contento con lo que hay, me gustaría que venga muchísima más gente”, confiesa Adrián Dubinsky, productor general de la Feria.

La actividad se realizó el viernes 14 y el sábado 15 de marzo, con entrada libre y gratuita, en el marco del Mes de la Memoria. “Es la primera vez que se hace acá. Esta idea la trajo Mónica Hasenberg, fotógrafa que viene registrando a las Madres de Plaza de Mayo y organismos de derechos humanos desde la década del 70. Hace cuatro años me vino a proponer hacer esta feria, pero en el Parque de la Estación, algo muchísimo más modesto. Y después me convocaron Gabriela Alegre y Julián Athos Caggiano para esta actividad (del Ente público Espacio para la Memoria). La idea principalmente era, en un momento de mucha tensión, donde hay algunos que se preguntan qué son los derechos humanos, o para qué sirven, o de dónde salieron, o los ponen en cuestión, iniciar un debate, no desde un foro de derechos humanos, sino pensar los derechos humanos desde la literatura, desde el arte. Cualquier libro que agarrás de esta feria, sea de literatura, de poesía, ensayo, ciencia ficción,  policial o, de terror, podés extraer un párrafo y pensar los derechos humanos que nos constituyen como un sujeto”, cuenta Dubinsky que se emociona cuando mira las personas caminando por los stands: “Hay comunidad nuevamente”, subraya.

 

Es imposible no advertir el colorido pañuelo conformado por personas en miniatura al entrar a la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo. Media hora antes, niños y niñas acompañados por sus familias se reunían a ayudar al artista Andrés Riva a formar las siluetas de papel que formarían la figura, con el objetivo de armar una multitud que sostenga nuestras memorias, derechos y luchas. “El equipo de difusión de Abuelas de Plaza de Mayo me invitó a colaborar con la campaña La Memoria en marcha se multiplica y surgió la idea de usar estas siluetas de papel que son, que evocan o convocan recuerdos primarios, del orden de la niñez, de otro tipo de ternura. Algo que parece individual después se multiplica, y si haces algunas cosas técnicas muy simples, como que los pies toquen el piso o se estén tocando entre sí, después los podés parar. Y resulta que al ponerlos a todos juntos, parecen que son una multitud y se arma como una marcha llena de colores, de formas distintas, de imágenes distintas, y trabajar eso con niños acá es súper importante”, explica Riva, que espera que sea una actividad que se pueda replicar y retomar en escuelas y en los hogares.

“Sin relato, la memoria se diluye”

Minutos después, el auditorio de la Casa por la Identidad recibe la llegada de Federico Bianchini, escritor de Tu nombre no es tu nombre: Historia de una identidad robada en la dictadura argentina, acompañado de Claudia Poblete Hlaczik, protagonista del libro; de Fernando Krapp, cineasta, periodista y escritor, y de Constanza Brunet, editora, periodista, y directora de Marea Editorial. La mesa funcionó como una especie de entrevista pública de Fernando y Constanza a la nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo y al escritor.

En el año 2000, un juez citó a Claudia Poblete Hlaczik, hasta ese entonces Mercedes Landa, para afirmar que quienes creía eran sus padres no lo eran, que su nombre no era su nombre, su fecha de nacimiento estaba equivocada, y que sus verdaderos padres habían sido torturados y desaparecidos en 1978, durante la última dictadura argentina. El libro sumerge a sus lectores en el complejo y emotivo camino recorrido de Claudia para restituir su identidad. Recupera la historia de vida de los padres, dos jóvenes militantes de izquierda peronista, recopilando los relatos de la última noche que fueron vistos antes de ser secuestrados, a través de testimonios de personas que los vieron en el Olimpo, centro clandestino al que fueron llevados y vistos por última vez.

El libro narra la búsqueda de la familia Poblete por dar con Claudia, el deseo del encuentro en fragmentos de entrevistas que forman parte del Archivo Biográfico Familiar construido por Abuelas de Plaza de Mayo; la infancia de Claudia, el momento en el que se entera de su verdad, el proceso mental y emocional que atraviesa al enterarse, y el camino que hace a su libertad y la restitución de su identidad. El libro es un registro de gran valor a cuarenta años de la vuelta de la democracia en la Argentina: “La dictadura no solo sigue presente en la memoria, sino también en algunos cuerpos”, reflexiona Bianchini en su novela. 

El proyecto surgió a partir de la propuesta de la participación de Bianchini en un podcast chileno llamado Relato Nacional, pero pronto el escritor se dio cuenta de que no es un gran aficionado al formato, y que le interesaba contar específicamente la historia de Claudia, pero sobretodo de entender qué es lo que ella había sentido. “Cuando le hablé a Claudia de la posibilidad de hacer un libro, porque me interesaba más contarlo de forma extensa, su respuesta fue que no podía prohibirme hacer un libro”, cuenta el autor mirando a Claudia en complicidad. “Tenía que ver con ella, pero tenía mucho que ver conmigo también. Yo creo que cuando uno elige un tema para escribir durante, como en este caso, un periodo cronológico de muchos años, muy fragmentado, tiene que ser algo que realmente te interesa contar. Lo que uno también le interesa como persona”, agrega.

Claudia rememora el encuentro a su manera: “La primera reacción fue: ´yo te doy lo que te puedo dar de mi testimonio, de mi historia, y vos con eso hacé lo que puedas´. Es un poco lo que yo digo, de que no te puedo prohibir que lo hagas. La verdad es que, después cuando uno ve los resultados, lo valora y te das cuenta de lo importante que es que exista, porque más allá de lo personal, que es muy fuerte, yo me doy cuenta de la fuerza que tiene mi testimonio. Entonces, tener la posibilidad de dejarlo plasmado, así con tanto respeto, con ese cuidado, y poder participar del proceso, es algo muy importante”.

Claudia confiesa que cada proyecto no sólo la involucra afectivamente sino que la excede: “Uno sabe que abre la puerta a que otros también tengan que  poner su cuerpo y su voz para eso. Es una responsabilidad. Pero no deja de ser súpervalioso. Uno siempre tiene la esperanza de que llegue, no solo para una persona que pueda tener dudas, sino también para que el que sepa algo pueda animar a acercar la información o a invitar a esas personas a que se acerquen”, afirma Poblete Hlaczik.

El libro de Federico Bianchini utiliza no solo los recuerdos y la memoria de la protagonista sino de los amigos, familiares, jueces que formaron y forman parte de su historia, inmortalizandolos en este libro. “Sin relato, la memoria se diluye”, afirma.

“La verdad es que, como siempre, todas las actividades que se hacen acá son súpermovilizadoras y hoy ver en la feria tanta gente participando, familias compartiendo en este espacio y dándole vida, es para mí lo que le da sentido a todo esto. Y poder ser parte de esto, con un libro que cuenta mi historia y que le da difusión a la búsqueda de Abuelas y a lo que significa, que es algo que siempre es importante para uno, es parte de la tarea diaria que realizamos. Marzo es el mes en el que conmemoramos el inicio del golpe de Estado del 76. Van pasando muchos años y es una forma de tratar de llegar y de mantener el mensaje”, reflexiona Poblete Hlzczik, en diálogo con ANCCOM, al finalizar la presentación.  “Todavía sigue habiendo gente que acompaña, comprometida con esta lucha y a la que le importa que la memoria siga viva y que está dispuesta a la transmisión. A pesar de todas las cosas horribles que están pasando, hay un germen ahí de algo que estamos tratando de cuidar y que espero que en algún momento, podamos volvernos a encontrar, y mirarnos a las caras para reconstruir todo esto que se está destruyendo ahora, digamos, que vamos a estar todos para hacer eso cuanto antes”, concluye.

“Es la primera vez que el libro se presenta acá en Argentina. Salió en octubre de 2023 en España y lo estuve presentando por allá, y poder presentarlo acá, con Claudia, es algo muy interesante”, dice Bianchini. Y recuerda: “En España, el libro va por la tercera edición, tuvo mucha difusión. Juan José Millás,  un escritor español, le dio mucho impulso en un programa que es muy escuchado en la radio, y eso hizo que me llegaran muchos comentarios de gente que quizás ni había escuchado esta historia y sabía muy poco de Abuelas de Plaza de Mayo”.  Y concluye: “El hecho de presentarlo hoy con Claudia ya era algo que estaba bueno. Sobre todo porque, por lo general, cuando uno presenta un libro, se suele hablar mucho más el texto; pero el hecho que estuviera la protagonista también hacía que hubiera otro tipo de preguntas que tenían que ver con la forma en la que ella no sólo había recibido el libro, sino cómo había procesado todo esto y su historia, que a fin de cuentas me parece que es lo importante en este caso”.