“La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen”

“La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen”

Sonia Santoro, licenciada en Comunicación especializada en género e impulsora del proyecto.

El Protocolo de Actuación Publicitaria no Sexista y Diversa, presentado hace dos semanas en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), impulsado por la asociación civil Foro de Mujeres del MERCOSUR y la Dirección General de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires, tiene como finalidad promover la transformación del discurso publicitario desde la perspectiva de género. Su creadora, la licenciada en Ciencias de la Comunicación Sonia Santoro, sostuvo que “tenemos que transmitirle a las empresas que el mundo cambió”.

“Es un protocolo pedagógico, no implica sanciones. Plantea pautas de buenas prácticas y recomendaciones con el objetivo de generar concientización. La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen, porque se pueden hacer publicidades exitosas sin la necesidad de que discriminen, subordinen o generen violencia contra las mujeres. También es una propuesta política, porque implica tareas de sensibilización en los espacios de formación y en las agencias”, expresó Santoro.

El proyecto es el resultado de un diagnóstico sobre el sexismo en el mundo publicitario y contó con la colaboración de más de treinta especialistas en comunicación, publicidad y género. Para ello se realizó una investigación orientada a conocer las nociones que docentes, estudiantes y publicistas comparten sobre este tema en la publicidad y la responsabilidad de esos discursos en materia de violencia de género.

El diagnóstico es tajante: el 93% de los y las encuestadas consideran que los discursos publicitarios son sexistas y el 71% afirma que promueven el aumento de la violencia machista y, en consecuencia, expresan un tipo de violencia concreta contra las mujeres (87,6%).

En base a estos resultados, se realizaron mesas interdisciplinarias de trabajo con especialistas para buscar propuestas sobre qué debería cambiar para “garantizar publicidades libres de estereotipos”.

Todas las recomendaciones estipuladas para la industria publicitaria fueron pensadas como un elemento complementario de normativas vigentes en materia de violencia en el ámbito mediático y laboral, en particular la Ley de Protección Integral a las Mujeres N°26.485, la Ley de Identidad de Género N° 26.743 y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N°25.522.

El protocolo trabaja en cuatro ejes de incidencia: la formación en comunicación con perspectiva de género, la producción de contenidos no sexistas y diversos, la creación de espacios de trabajo más inclusivos en cuanto al género y el trabajo con las audiencias.

Presentación del Protocolo de Actuación Publicitariana no Sexista y Diversa. Universidad Abierta Interamericana.

Transformación del discurso publicitario

“La perspectiva de género ya no es algo ‘políticamente correcto’, ya superamos esa etapa. El mundo cambió, si las empresas no cambian se van a quedar atrás y van a dejar de vender, que es lo que más les preocupa”, disparó Santoro en referencia a intención del protocolo de eliminar la violencia de género como recurso creativo.

Así lo expresan las encuestas: el 93% de los y las especialistas consultadas creen que es necesario que las publicidades dejen de ser sexistas y el 76% considera que el diseño de la publicidad no sexista no interfiere en el éxito de la campaña.

Al respecto, el protocolo sugiere cambiar los estereotipos que históricamente han sido asociados a las mujeres, tales como las tareas del hogar y de cuidado, la cosificación y la subordinación respecto de los varones. Además, proponen un abordaje superador de las masculinidades, en búsqueda de una ruptura con la identidad hegemónica a la que detallan como “varones cis, heterosexuales y de clase media/media alta”.

El documento hace hincapié, además, en que la publicidad tiene la capacidad de promover la transformación social. En el contexto de un cambio de paradigma motorizado por el movimiento de mujeres, en especial desde el estallido del feminismo en Argentina en el año 2015, Santoro sostiene que los discursos publicitarios no se han adaptado al clima de época salvando algunas excepciones: “Hay algunos cambios, publicidades puntuales que están advirtiendo que los públicos están cambiando. Hay nuevas ideas y sentidos comunes, sin embargo estos conviven con publicidades que siguen apelando a las mismas ideas del pasado”. La comunicadora recuerda el caso de una polémica campaña publicitaria realizada por una cadena de supermercados. “Hay estereotipos que se mantienen. La publicidad de Carrefour pareciera ser de hace cien años, se siguen reforzando los mismos estereotipos. Entonces, si bien hay avances, no son homogéneos”, afirmó la especialista. La publicidad, lanzada para el Día del Niño, hablaba de los varones como “campeones” y de las nenas como “cocineras”.

El proyecto también apela a la incorporación de la diversidad, entendida como la inclusión de otras identidades de género y orientaciones sexuales. Un caso paradigmático, citado por especialistas que participaron del proyecto, fue el comercial de ZonaJobs “Juana”, protagonizado por Mariana Gersio Peña, una actriz trans que interpretó a una persona que logra conseguir un trabajo acorde a su personalidad a través del sitio de búsquedas laborales. Sobre ello, Santoro reflexionó: “Me pareció muy bueno porque no se puso a la actriz en ‘situación de persona trans’, si no que se habla de los problemas que tiene todo el mundo. Su personaje, como cualquier otra persona, tiene problemas para levantarse y llegar temprano a los trabajos. Se rompe con el prejuicio, el personaje se sale de eso y habla de un problema que tenemos todes”.

La necesidad de una participación diversa

El trabajo en las agencias de publicidad es otro de los espacios susceptibles de ser modificados, según el protocolo, entendiendo que para que cambien los discursos publicitarios es necesario que también se modifiquen las condiciones en las que se construyen.

Según la investigación, el techo de cristal, un eufemismo usado para nombrar las limitaciones que se les imponen a las mujeres para ascender laboralmente, es crítico en este campo. “Como en todos los ámbitos faltan mujeres en los espacios de decisión, por eso se plantea la necesidad de que haya una paridad y que también se de lugar a otras orientaciones sexuales e identidades de género, es un cambio fundamental”, subrayó Santoro a ANCCOM. Y continuó: “Si no cambiamos las estructuras hacia adentro de las agencias y de todos los sectores que rodean y que hacen que una publicidad salga al aire, si no hacemos que haya más mujeres en esos mundos que son muy masculinos y que estas puedan incidir realmente, es difícil que podamos producir contenidos distintos”.

A su vez, la impulsora del proyecto advierte que la maternidad es hoy una limitación, dada la lógica productiva del mundo publicitario. “Es necesario que las rutinas de trabajos se concilien con la vida familiar. Actualmente las tareas del hogar y de cuidado siguen recayendo generalmente en las mujeres. Entonces los horarios extensos, entrar a una hora y no saber cuándo salís, conforman una dinámica expulsiva para las mujeres”, señaló Santoro.

En este mismo sentido, Cinthia Novick, directora creativa de POPA Ideas, en diálogo con expresó: “Yo dejé de trabajar en las agencias top de Argentina cuando dije ‘me importa más tener un hijo que ganar un premio’ y dije: ‘Me tengo que dedicar a otra cosa’. Es una injusticia que las mujeres tengamos que renunciar a esto y los hombres no. La publicidad está hecha por hombres, para hombres y está premiada por hombres. Es muy difícil ser mujer y trabajar en un departamento creativo, bancarse la presión de trabajar sin horarios y con casi todos varones, muchos de ellos misóginos”.

Otro punto crítico al que se hace referencia en este eje es la brecha salarial, entendida como la diferencia existente entre lo que cobran las mujeres y lo que cobnan los hombres por realizar el mismo trabajo. “No es un techo de cristal en publicidad, no es transparente, lo ves, es evidente: el día que vas a pedir que te paguen lo mismo que al pibe que labura a la par tuya, te dicen que no. Y cuando preguntás por qué, no te contestan. Me ha pasado”, dice una de las publicistas consultadas en el sondeo realizado para el Protocolo.

El protocolo tiene como finalidad promover la transformación del discurso publicitario desde la perspectiva de género.

Formación con perspectiva de género: “Casi no hay”

“Una de las ideas de este proyecto es llegar a los y las estudiantes porque creemos que hay que encontrar la perspectiva de género para cambiar las cabezas de lo que se viene”, dijo Santoro en referencia al eje del protocolo que marca la necesidad de incluir un enfoque de género en las carreras de Comunicación y Publicidad desde los primeros años de formación.  

Como parte de la investigación llevada adelante, les especialistas relevaron nueve planes de estudio de licenciaturas y tecnicaturas, en Comunicación y Publicidad, de universidades e institutos privados y públicos, y observaron que en ningún caso existían materias específicas referidas al enfoque de género ni tampoco aparecía el tema en forma transversal en la currícula.

“Nos sorprendimos al encontrar que casi no hay formación en género. No hay ninguna materia que sistemáticamente aborde estas cuestiones. Llama la atención que al día de hoy todavía falte”, manifestó con preocupación Santoro.

En este sentido, también encuestaron a estudiantes de las carreras relevadas y los resultados reflejaron que el 80% conocía el enfoque de género en la comunicación pero sólo el 22% había accedido a esos saberes en su formación académica. El resto había estudiado sobre el tema por motus proprio.

Al respecto, el protocolo recuerda que la Ley de Educación Superior N° 24.521, en su artículo 43 plantea una regulación para aquellas carreras cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público. Paradójicamente, las carreras de Comunicación y Publicidad no están comprendidas en este artículo, por eso el protocolo manifiesta la necesidad de que sean incluidas en dicha legislación.

El trabajo con las audiencias

“Las audiencias hoy cambiaron, tienen un rol muy protagónico. Hay que escucharlas porque están pidiendo otras cosas, reclaman y tienen resultados bien concretos”, señaló Santoro.

Sobre esto, el protocolo impone observar a la comunidad y entender los nuevos discursos circulantes respecto de “lo que es ser mujer y varón hoy y a las identidades sexuales diversas”.

Este eje hace especial hincapié en el cambio de paradigma que representan las redes sociales en cuanto a la circulación de los discursos. “Hoy las audiencias tienen otro protagonismo por la posibilidad de participar en las redes sociales -dice Santoro-. En el Protocolo tomamos como ejemplo el caso del comercial de TyC Sports sobre Putin en el mundial. Fue bajado del aire a las pocas horas de la primera transmisión por las críticas que tuvo por ser un comercial homofóbico y machista. Esto da cuenta de la realidad: hay avances”.

Otro punto destacado por el protocolo en cuanto a las audiencias, es la importancia de promover la denuncia de publicidades discriminatorias en la Defensoría del Público y otros observatorios específicos. “Las expectativas de la ciudadanía cambiaron, lo que antes eran techos hoy son pisos. Entonces sentarse a conversar sobre el campo simbólico y generar incidencia sin la necesidad de sanciones es un mecanismo que hay fortalecer y profundizar, es un mecanismo que genera reflexión sobre las audiencias” expresó Romina Coluccio del área de Comunicación y Género de la Defensoría del Público.

“Aún en medio del infierno, estamos creando desde la alegría”

“Aún en medio del infierno, estamos creando desde la alegría”

Hay una banda de cumbia que invita a sudar sin nombres ni moral, a entonar sus canciones con “lenguas insurrectas” y a agitar las caderas de “cuerpos castigados” por el patriarcado con el puño feminista en alto. Está “viva y furiosa”, lista para desafiar al machismo. Cuestiona la monogamia porque “es un cuento de la infancia” y el régimen de heterosexualidad obligatoria porque sabe que “revolución es que te pueda besar en cualquier lado, sin sentir la vergüenza”.

Se ríe de la inclusión a medias, de la hipocresía del “está todo bien con que cambien de nombre, pero en el fondo siguen siendo hombres”. Le canta con rabia a los CEOs del capitalismo, que “propagan talleres clandestinos, odian al pobre y a lo distinto”. Con el deseo de vivir en paz y el amor como el gran motor proponen “acabar bien pronto con estas violencias” y “cortar con tanta indiferencia”. Esto es Sudor Marika.  Nicolás Gabioud, Nahuel Puyaps, Rocío Tirita, Vicente Quintreleo, Sebastián Sazali, Lautaro Pane y Carolina Piccarreta se juntan a ensayar en el Doke. Salen a escena con los rostros tuneados con gliter y los cuerpos semidesnudos decorados con accesorios propios de la estética BDSM (Bondage, dominación, sadismo, masoquismo). En sus shows entre tema y tema entonan a coro con el público “Macri no es, puto es liberal, hacete cargo él es heterosexual” y re versionan el clásico de Supermeka2: “que levanten las manos como yo la que quiera un misoprostol”. Tienen disco nuevo, Las yeguas del apocalipsis. Toda una declaración de principios.

Hombre en cuero tocando la guitarra, tiene la cara tapada con un pasamontaña.

Sudor Marika se presentó, junto a la banda Los Rusos Hijos de Puta, en el Teatro Mandril.

¿Cómo surgió la idea de cantar sobre los feminismos y las luchas LGTBIQ?

Vicente: Había algo que nos hermanaba que es la militancia de nuestras identidades disidentes. El hecho de ser una banda de cumbia integrada por personas que tenemos una base de empoderamiento de algunas causas hizo que supiéramos de entrada que no iba a ser una reproducción de lo que es la cumbia como género musical. Nuestras canciones son creaciones colectivas. Queremos ocupar este espacio, pero desde nuestra experiencia y forma de pensar un mundo posible, usando este género musical que es bastante machista como la mayoría de los géneros, misóginos, violentos.

Nahuel: No es que primero vino la idea y después las canciones, creemos que lo personal es político, para nosotras no está la vida por un lado y cuando vamos a hacer canciones vemos cuál es el tema políticamente correcto. Escribimos sobre lo que estamos hablando, deseando, pensando, amando.

¿Por qué tocan cumbia? ¿Qué significa para ustedes la cumbia?

Rocío: La mayoría ya veníamos escuchando cumbia, creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones.

Vicente: La propia cumbia fue la que nos hizo encontrarnos, todos los que integramos la banda tenemos en común que la cumbia es el género que elegimos por excelencia al momento de salir a bailar algo. Para nosotras tiene un sentido especial crear estas letras con una música popular, pensamos que es una música que tiene un montón de llegada a un público muy amplio.

Dos personas mirándose a un espejo colgado sobre una pared de fondo rojo. Al lado aparecen dos maniquíes.

«Creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones», dice Rocío Tirita sobre la cumbia.

En sus letras se refleja una visión muy crítica hacia el actual gobierno, ¿cómo se posicionan en lo políticamente partidario?

Nahuel: somos varias en la banda y hay posicionamientos heterogéneos, pero en esa línea que prevalece o que se ve hay algo que nos une.

Rocío: ¡Amor a Cristina, dale decílo! (Risas).

Nahuel: Pero entendemos que eso no obtura otras alianzas y de hecho en general son sectores de izquierda los que nos llaman para compartir espacios, porque tenemos una mirada anticapitalista y antipatriarcal que puede ser contradictorio con la figura de Cristina. Con ella tenemos un amor y una pasión porque es alguien que dijo las cosas en un tono como de una cumbia.

Rocío: También está la cercanía entre la cumbia y lo popular.

Nahuel: En un diario nos hicieron una entrevista y un pibe comentó que éramos “populismo rosa”. Me parece que eso que nombran como populismo rosa es chorrear y entender que los cuerpos puedan también comprender por dónde va la política y no dejarlo para los iluminados.

Vicente: Lo que nos importa destacar en este momento es que somos una banda antimacrista porque creemos que desde ese lugar generamos la posibilidad de establecer alianzas que hoy nos parecen mucho más trascendentales que decir banco a Cristina o no, a pesar de que nosotros la amamos. Hay personas o más bien trolls que nos bardean con un ejercicio del odio al que no le queremos dar cabida.

Cinco integrantes de la banda en el escenario, cantando y tocando instrumentos.

«Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación», dice Vicente Quintreleo.

“El estruendo siempre es fuerte cuando cae la moral” dice una de sus canciones. ¿Qué significa para ustedes derrocar la moral?

Vicente: Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder justamente porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación, y nos referimos a todo tipo de discurso de pureza, de moralidad, incluso dentro de los feminismos y la disidencia sexual.

Nahuel: esta idea de la moral viene a romper con la idea de que la pelea no es solo con el capitalismo y el patriarcado, también va a ser cada vez que vengan a decirnos cómo tenemos que vivir porque el poliamor también se puede volver moralista. Si hay una receta a la que nos tenemos que someter para poder vivir, para ser más progres o más feministas, hay alguien de afuera que nos está diciendo cómo hay que vivir. Esa es una pelea constante y cuando das esa lucha, ya nunca estás tan cómodo y eso no te deja nunca descansar ni creértela que ya sos lo suficientemente rebelde o anarco porque la moral se te filtra siempre, es un trabajo deshacernos de ella. Como dice Rocío en una canción: “Dejame sentir que siento”. Para eso hay alguna voz que hay que callar y es la de la moral.

Rocío: También está la moral en las izquierdas, está en todos lados.

Público de Sudor Marika, mostrando sus torsos desnudos, escuchando la banda.

«Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas», dijo Nahuel Puyaps.

A través de sus letras cuestionan y denuncian ciertas de formas de opresión. ¿Creen que, desde el lugar del baile, la alegría, la celebración se puede llegar a cambiar ciertos pensamientos?

Rocío: Sí, pero no en términos megalómanos sino como un espacio donde quizás a los cuerpos bailando les pasa algo, al menos alegrarse, pero no a modo de placebo, sino que hay algo del contagio de lo que proponemos que se da por afinidad política; no sé si vamos a poder convencer a un macrista que deje de votar a Macri, sino más bien pensar cómo seguir juntándonos, haciendo cosas e irradiar esa alegría en otros espacios.

Nahuel: No vamos a convencer a nadie de nada, pero es verdad que estamos en un momento en que la política está trabajando sobre nuestras afectaciones, sobre la tristeza. Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas. Todo lo que nos va sucediendo es por alianzas afectivas que se van expandiendo. Y lo que estamos encontrando es que aún en el medio del infierno estamos produciendo y creando desde el orden de la alegría y no desde la alegría que impone el macrismo como un slogan, sino desde una alegría que aumenta la potencia de la gente que está participando de eso quiere más. Hay personas que hacen un dibujo, otros tocan nuestros temas, otros hacen una remera, otros no invitan a tocar; hay toda una producción de alegría que se expande y no es la alegría del macrismo, sin pedirle nada a nadie participamos de un encuentro potente.

Carolina Piccarreta, integrante de Sudor Marika, tocando el octapad.

Sudor Marika canta sobre feminismo y luchas LGTBIQ, desafía al machismo y al patriarcado, cuestionan la monogamia y el régimen de heterosexualidad obligatoria, y van en contra del capitalismo.

Nicolás: Es una disputa de la cumbia como discurso, de la noche, de la fiesta. La gente lo escucha y se siente interpelada, se ve representada en estos espacios y eso genera más encuentros con más personas y así vamos conquistando todos los espacios.

Rocío: cuando decimos más encuentros con más personas no lo decimos en el sentido que nuestro objetivo principal como banda es tener un millón de fans y generar esa distancia infinita entre los fans y la banda; cuando decimos que se producen encuentros es porque hay algo que se contagia y que no tiene que ver con la adoración y la fascinación sino con una figura que circula más horizontalmente.

Integrantes de Sudor Marika en el escenario, haciendo música.

La banda se apropia de la cumbia para convertirla en bandera de la lucha por la diversidad y la disidencia.

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Sebastián Zasali: Teclado y voz

Rocío Tirita: Güiro y voz

Vicente Quintreleo: Guitarra y voz

Nahuel Puyaps: Bajo

Nicolás Gabioud: Trompeta

Carolina Piccarreta: Octapad

Una política transgénero

Una política transgénero

En el partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, se dio lugar hace un año a la apertura de la dirección de Diversidad Sexual en el área de Derechos Humanos de la localidad. Es una de las cinco que existen a lo largo de todo el país y está a cargo de Nancy Sena, una mujer transgénero que hace varios años trabaja para los morenenses y que se destaca socialmente por su lucha contra la discriminación hacia la comunidad trans (travestis, transgénero y transexuales) y hacia los colectivos de lesbianas y gays.  

¿Cómo surge la creación de una Dirección de Diversidad Sexual en Moreno?

La Dirección de Diversidad Sexual surge de las necesidades de las compañeras  trans (travestis, transgénero y transexuales) y de los colectivos de lesbianas y gays, en el partido de Moreno. Pertenezco a esta localidad y también al colectivo de personas diversas. Siempre tuve presente el objetivo de esforzarme y trabajar para ellas, para tratar de satisfacer sus necesidades sociales, para luchar contra la discriminación y las desigualdades que sufren por su construcción de género, y para que se respeten las diversas elecciones sexuales. Ya trabajaba en el municipio cuando asumió Walter Festa como intendente de Moreno. La Dirección de Diversidad Sexual ya existía, pero no cumplía las expectativas de las compañeras. Venían a hacerse su DNI -a partir de la aprobación de La Ley de Identidad de Género, por ejemplo- y no encontraban respuestas a través del referente de ese entonces. El área existía pero no funcionaba, no era más que una usurpación de cargos de funcionarios dentro de la gestión pública de Moreno. De las convocatorias llevadas a cabo por las compañeras, y de las reuniones con el nuevo intendente, surge la creación de la verdadera Dirección. Asumí como directora tras una unanimidad de votos por parte del colectivo en su conjunto. En mayo del 2016 comenzamos con toda la organización y presentación del proyecto en el Concejo Deliberante. El Concejo aprueba el plan de la Dirección y en agosto del mismo año, el área de Diversidad Sexual comienza a funcionar como tal.

Nancy se destaca socialmente por su lucha contra la discriminación hacia la comunidad trans (travestis, transgénero y transexuales) y hacia los colectivos de lesbianas y gays.

¿Quién es Nancy Sena?

Me considero una persona luchadora, siempre fui para adelante con respecto a mis convicciones, reconociendo que los derechos no son favores. Viví siempre en Moreno y siempre quise trabajar por y para Moreno, ayudando a la gente. Toda mi vida lo que hice fue trabajar. Antes me formé, estudié y me informé para ser cada día mejor persona. Creo que hoy estoy sentada al frente de esta oficina porque nunca me quede quieta y nunca me callé la boca. Soy la primera mujer transgénero en trabajar dentro de este municipio, en obtener mi identidad de género peleándosela al Estado y la primera que se pudo casar, antes de toda ley, porque ya trabajaba para el Estado y me animé a demandar y a luchar por mis derechos. Con respecto a mi construcción de género femenina sostengo que yo siempre me sentí mujer. Mujer a veces se nace y otras veces se hace. Yo quise hacerme mujer, y  lo más importante de esta decisión es que siempre tuve el apoyo incondicional de mi familia. Sufrí la discriminación social por mi elección, más que nada en la escuela y por parte de mis maestros, ni siquiera de mis compañeros, pero siempre tuve a mis padres que me entendieron y me amaron así como decidí ser.

¿Cómo llegaste a trabajar dentro de la gestión pública de Moreno?

En el 2003, con la asunción de Néstor Kirchner como presidente, comienzo a militar en la política social y al poco tiempo me convierto en la presidenta de una ONG de mi barrio llamada “Alcorta al Pie”. Trataba de cubrir necesidades, de que la gente tenga para comer, para vestirse y que tenga trabajo, sin dejar de lado mi objetivo de trabajar para el colectivo LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex y queer). Cuando comienzo a militar en el barrio, empiezo a interactuar con la  gestión de ese entonces. El municipio en ese momento le proveía mercadería a una agrupación, y la mercadería nunca llegaba a gente que no militaba: los abuelos y los niños. Mediante denuncias que hago por este tipo de irregularidades llegue a dialogar con el intendente anterior, Mariano West, y me pidió más tarde que me quede a trabajar en el municipio para la gente. Reconoció, más que nada, mi coraje al animarme a denunciar algo así, a punteros políticos que le robaban a la gente. De esta manera, comencé en el 2006 a trabajar en el área de Derechos Humanos y no me fui más, me enamoré de mi trabajo a partir de mi ingreso al municipio. Trabajar para este pueblo siempre fue uno de mis objetivos. Estuve en Derechos Humanos hasta que se dio la apertura del área de Diversidad Sexual de la cual estoy al frente en el presente.

Como mujer transgénero, ¿qué significa que exista este espacio en Moreno?

Es un logro inmenso. Esta dirección dentro de la realidad en la que vivimos, donde reina la falta de respeto y la desigualdad, significa progreso y éxito para la lucha de todas las compañeras y para mi propia lucha. Es la tercera dirección de Diversidad Sexual abierta en la provincia de Buenos Aires por la pelea de las compañeras, por obtener trato digno e igualitario a nivel social, por sus derechos. Y en total son cinco direcciones de Diversidad Sexual que funcionan en todo el país. Que este espacio exista significa tener la posibilidad de que dentro del pueblo de Moreno, la sociedad sea consciente de que existen personas que eligen cambiar de alguna manera su realidad sexual y que hay que respetarlas como a todos. El respeto es lo más importante.

» Sufrí la discriminación social por mi elección, más que nada en la escuela y por parte de mis maestros, ni siquiera de mis compañeros, pero siempre tuve a mis padres que me entendieron y me amaron así como decidí ser», dijo Nancy.

¿Cómo trabaja el área de Diversidad Sexual?

La dirección de Diversidad Sexual trabaja visibilizando, acompañando y solucionando problemas que afecten la vida de las personas que eligen una construcción de género distinta. Apoyamos que el colectivo de personas diversas tenga los mismos derechos que cualquier persona. Por ejemplo, a estudiar en una universidad o en un colegio, sin ser discriminado. Recibimos denuncias de este tipo, por discriminación, por eso estamos en constante contacto con espacios educativos en donde brindamos charlas sobre lo que significa que todos, aunque decidamos ser diferentes, tengamos derecho a estudiar. La discriminación está en muchos ámbitos, en el trabajo también. Las compañeras necesitan tener un trabajo autónomo para vivir como cualquier ser humano. Necesitan decidir dónde quieren trabajar y deben ser aceptadas con respeto. Por eso, estamos peleando para que se le dé el necesario tratamiento y aprobación a la ley de cupo laboral, la cual sostiene que por lo menos el uno por ciento de personas transgénero deben poder trabajar en el Estado. También acompañamos a las compañeras que no tienen su DNI -porque lo rompen, porque lo tiran al no sentirse identificadas o porque son víctimas de robo- a que se hagan uno nuevo a partir de la nueva Ley de Identidad de Género. Estamos en contacto directo con la comisaría de la mujer porque hay compañeras que viven en pareja, como cualquier otra mujer, y son víctimas de violencia de género. Así estamos trabajando, y hay mucho más por hacer.

¿Cuáles son los objetivos a futuro?

Tenemos un largo camino por delante. Esta dirección es un espacio nuevo en Moreno. Lo principal es seguir escuchando a todas y todos, apoyar a las personas que forman parte del colectivo y a las que no, también; para que nos conozcan, para lograr igualdad. Tenemos que explicar que en la diversidad sexual hay un montón de actores. Para nosotros es muy importante, además, seguir llegando a las escuelas, interactuar con los maestros, con los niños para que los chicos que decidan sobre su construcción de género a temprano edad, logren integrarse. Nuestro trabajo desde los colegios es fundamental. Me parece importante destacar que tenemos buena llegada a los medios, muestran nuestro trabajo, nuestros logros. Que una niña transgénero tenga su DNI nuevo con 14 años, es un gran logro. Y queremos seguir así, cumpliendo objetivos, peleando por el respeto a los derechos de cada uno de nosotros, como también formando, informando y capacitando desde este lugar que es la dirección de Diversidad Sexual.

 

Actualizada 18/07/2017

 

Por la igualdad, contra la violencia

Por la igualdad, contra la violencia

 

Las banderas e insignias con los colores del arco iris volvieron a adueñarse del centro de la Ciudad. La vigésimo sexta Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer (LGBTIQ) cubrió las calles y avenidas en la tarde del sábado con el histórico grito de defensa de la diversidad sexual y un renovado llamado de atención por la defensa de los derechos conquistados y contra la violencia institucional. Organizada por más de cincuenta agrupaciones que luchan por la igualdad de la comunidad, la marcha se desarrolló en la Plaza de Mayo. Fue por la inédita decisión del Ministerio de Cultura de la Nación de no ceder el tradicional escenario en la Plaza de los Dos Congresos, donde el colectivo cerró sus movilizaciones en los últimos 12 años.  

Alrededor del mediodía, la música de “DJ Jara” se adueñó por completo de la Plaza y del ritmo de cientos de cuerpos sin vergüenza, cuerpos semidesnudos, con purpurina, con maquillajes extravagantes y con la voluntad de no pasar inadvertidos. El clima de fiesta ya era una certeza, a pesar de los policías de civil que recorrían la zona mezclándose con turistas y con las familias que se acercaban por curiosidad.

Desde el escenario, una por una, se nombraron a todas las agrupaciones que integran la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (C.O.M.O) y se repetían las consignas: «Basta de femicidios a travestis, transexuales y transgeneros. Basta de violencia institucional. Orgullo para defender los derechos conquistados «. Detrás de ellas, gritadas a viva voz, se desprendieron las subconsignas que fueron recibidas con aplausos. Aplausos de los que también se adueñó “La Lucio Alberto”: la banda chileno-argentina tocó en vivo y con ritmo de cumbia tiñó de alegría la mítica plaza. Muchos se animaron al baile y a posar para las fotos.

Bajo un sol radiante, llegaron los primeros discursos. El reclamo incluyó justicia por Santiago Maldonado, la inclusión laboral de personas transgénero, la producción pública de misoprostol, el reconocimiento y la no discriminación de las infancias trans y el repudio a la reforma laboral. Los abucheos surgían espontáneamente cada vez que se nombran al presidente Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El documento final insistió con la condena al «protocolo policial para registrar a las personas LGBTIQ» porque «habilita y legitima la violencia» de la fuerza contra ese colectivo social.

Mientras tanto, en las calles que circundan la Plaza de Mayo las organizaciones preparaban las carrozas con las que horas más tarde desfilarían hasta el Congreso. Las telas de colores, globos, plumas, y banderas de la diversidad se mezclaban con reclamos contundentes y consignas políticas. Tía Marilú arengaba desde el escenario: “El que no salta es heterosexual». Y la multitud que estaba debajo parecía convertirse en una marea roja, naranja, amarilla, verde, azul y violeta. Con el pasar de las horas, la Plaza comenzó a cubrirse: cada vez se veían más ojos pintados con pestañas larguísimas, pelucas de colores, disfraces, cuerpos repletos de purpurina que con desparpajo celebran la diferencia.

Sentadas en un cantero se encontraban Natu y su pareja Angie. Natu lleva el pelo muy corto, anteojos enormes y un moño con los colores del arco iris en el cuello. En diálogo con ANCCOM, ambas asumieron sin sorpresa el cambio de escenario central. «Es un recorte más por parte del Estado. Si se recorta en salud , en educación ¿por qué no en políticas de género y diversidad? Patricia Bullrich con su protocolo dejó bien en claro el lugar que ocupan en este gobierno las personas gay. Nos incluyen para garantizar la detención ordenada, seas del sexo que seas. No hay  lugar para las diferencias”, puntualizó Natu. Angie la escuchaba y aprobaba sus palabras. Tiene la experiencia de más  de quince marchas y en base a ella destacó la participación creciente de los adolescentes. Las edades le llamaron la atención, como una evidencia de que la sociedad ha cambiado.  “Hoy en día los chicos tienen más libertad para decidir sobre su sexualidad y cuentan con familias que los acompañan”, reflexionó.

En una esquina resonaba una batucada. Eran las activistas de “Las chongas” las que concentraban la atención. Dispuestas en ronda con tambores y redoblantes improvisaban bailes mientras cantaban “dale a tu cuerpo alegría tortillera”. En otro punto de la Plaza, la banda de lesbian reggaeton “Chocolate Remix” se preparaba para subir al escenario. Se trataba del acto de cierre que daba inicio al desfile de carrozas.

La multitud se agolpaba frente al escenario, “Chocolate Remix” los hacía bailar a todos, la fiesta inundaba la plaza, nadie podía quedarse quieto y las letras de protesta y de reivindicación de las diferencias se conjugaban con ritmos pegadizos.  Eran casi las 17:00, y aunque el show podría seguir mucho más, era hora de partir. Las carrozas estaban listas y sus tripulantes también. La columna se desplazaba por Avenida de Mayo. Encabezaba el camión de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgeneros de Argentina  (ATTA) . “Yo sabía, yo sabía que a los travas los mata la Policía (de Patricia )” era el cántico que se escuchaba casi más fuerte que la música.

Actualizado 20/11/2017

“La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas”

“La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas”

Martín Churba, el diseñador argentino reconocido en el mundo como un artista innovador en lo textil, parecía no querer alejarse ni perderse detalle de lo que las tejedoras de Red Puna estaban contando a alumnas de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA, en el marco de la Tercera Bienal Nacional de Diseño, que se desarrolló del 16 al 19 de agosto, en el Pabellón III de Ciudad Universitaria. Mientras ellas echaban las semillas de achihuete junto con las cenizas, y les explicaban a las alumnas cómo hacer un tinte natural, Churba hacía preguntas como cuánto tiempo había que dejar el tinte con la lana, y remarcaba las respuestas de las tejedoras para que las alumnas fueran siguiendo el proceso. El diseñador trabaja con ellas y otros campesinos y artesanas de comunidades aborígenes de Jujuy desde 2005, cuando fue contactado para dar herramientas y agregar valor a los tejidos y artesanías que hacía la comunidad. Para ese entonces, ya hacía tres años que había empezado de manera independiente con su marca Tramando, en la que empleó a trabajadores que habían quedado desocupados en la crisis de 2001. Con esta marca empezó a exportar a Japón y, en 2014, abrió un local en Dubai.

Si bien sus estudios formales fueron las artes escénicas y el diseño gráfico, finalmente resultó un pionero de la moda: armó el primer estudio de diseño textil de la Argentina junto a Florencia Vitón (con quien trabaja en Red Puna) y  Carla Bonifacio. Su inserción internacional fue en los años 90 junto a Jessica Trosman, con el emprendimiento TrosmanChurba, considerado una revolución de la moda, y que les daba empleo a personas con capacidades diferentes. Su compromiso con integrar a trabajadores al proceso productivo también se ve reflejado en la Fundación Pro-Tejer, organización sin fines de lucro que busca potenciar la industria nacional, reuniendo a los sectores de la cadena de valor de la industria textil e indumentaria. Desde su lugar de diseñador, Churba busca integrar, componer, combinar, no sólo telas, sino personas. En diálogo con ANCCOM compartió la experiencia de trabajar intercambiando experiencias con los trabajadores de Red Puna.

Generalmente el trabajo de un diseñador de indumentaria se asocia más al estilo urbano, o a la revista de moda. ¿Cómo es la experiencia de brindar herramientas para trabajadores de la Red Puna que tienen sus propios diseños?

Lo que vehiculiza esa posibilidad es el gran desafío que tienen las comunidades de incorporarse al sistema, sin perder identidad. Es un ejercicio comunicacional, un diálogo permanente. El camino era constantemente preguntarnos «¿Qué es para vos diseño? ¿Qué es para mí diseño? ¿Qué es entonces, para nosotros,  diseño?», tiene que ver un poco con tomarse ese trabajo de decodificar lo que cada uno de nosotros quería expresar. Integrar su trabajo y su cultura es un desafío de ellos también, porque tienen que lograr que todos nos tomemos el trabajo de hacer esa homologación de lenguaje. Cuando vos querés ir a su cultura también tenés que integrarte. Tenés que lograr que alguien te quiera enseñar sus modos de hacer y su cultura. A ellos les pasa lo mismo. Ellos tienen que lograr puentes que homologuen ese sistema de comunicación que hay que crear.

¿Y para vos qué es el diseño?

Para mí es un proceso en el cual se eligen distintas opciones y se define un sistema de elementos. Diseñar tiene que ver con el proceso anterior a administrar esos elementos. Es como pensar antes de lo proyectual. Pensar el contexto, pensar la disposición de las cosas y de las personas. Luego viene el proceso de creación. Ese es el proceso de selección de elementos. Y luego, la narrativa final, que es eso que vos creas, y que tiene un vínculo con ese contexto que trazaste al principio.

«Cuando vos querés ir a su cultura también tenés que integrarte. Tenés que lograr que alguien te quiera enseñar sus modos de hacer y su cultura», dijo Martín Churba.

Como diseñador, integrás mucho tu trabajo con procesos que están en la trama histórica del país. ¿Cómo relacionaste el diseño con lo social?

Quizás eso tiene un poco que ver con ser uno de los primeros en la actividad, entonces le vas dando forma un poco a la disciplina. Trato de darle cierta entidad a los hechos y a las cosas a través del uso de la metáfora. Creo en que esa posibilidad hace cambios en toda la realidad.

Muchas veces, hacés referencia a tus primeros años de diseño, en los que algunos te miraban extrañados porque no estaba desarrollada  la actividad en Argentina. ¿En algún momento pensaste que el oficio no iba a instalarse en el país?

Es algo que pienso todos los días. Aunque el diseño en sí, ya es una realidad. Está la Facultad y está totalmente incorporado. El diseño sí se instaló cómodamente. Tal vez la creatividad es lo que sigue peleando con la realidad. Pelea con los mercados, con la imaginación de la gente, con la libertad. La creatividad como hecho de libertad es algo en lo que siento que siempre volvemos a cero. Es una lucha constante.

¿Qué es lo que impide para vos esa creatividad?

La racionalidad, el capital, y a veces la misma academia. La creatividad la impiden todas las ideas que tienen estructuras rígidas y que no se parecen a nosotros, los seres humanos, que somos blandos, cambiantes, sensibles e inteligentes.

¿Cómo encontraste el equilibrio para aportar tus métodos de diseñador a los tejedores de la Red Puna, que a su vez tienen sus propios métodos?

Era un punto que lo discutíamos todos los días, cómo no invadir. Pero al mismo tiempo, si hay un problema que no encuentra solución, por qué vas a privar a alguien de que cambie el resultado de lo que hace, si encima no les satisface. Ellos viven en lo contemporáneo, no viven en el pasado, quieren renovarse. Nunca decimos lo que tienen que corregir y cómo. Ellos saben qué quieren corregir y te dicen lo que no les sale. Cuando ellos me conocieron me dijeron que querían mejorar su calidad y el valor percibido de sus productos para la venta.

¿Qué pensás que fue lo que más cambió en el intercambio que tuvieron con ustedes?

Las siluetas, los moldes de hule. Sirve mucho de patrón para los tejedores que quieren vender, que son la mayoría. Fue un proyecto que inventamos pensando que teníamos que armar cierta armonía de forma. Tampoco sabíamos si lo iban a incorporar porque las tejedoras decían que no medían, sino que contaban puntos. Lo que pasa es que tenían que esperar hasta el final para ver si estaba bien hecho. Era un desafío ver si habían tensado menos o por demás. Pasaron tres o cuatro años hasta que lo quisieron incorporar. Las siluetas sirvieron como un orden. Contrariamente a lo que decía antes sobre los órdenes y las estructuras, al mismo tiempo, los sistemas son geniales para brindar recursos.  

¿Cómo te relacionás como persona y como diseñador con esta experiencia ?

Siempre me sentí una persona ajena a este saber cultural. Me relaciono desde el respeto. Todo este saber, como por ejemplo el teñido con tintes naturales, es algo que les pertenece, y que ellos comparten con algunos de nosotros en situaciones en las cuales se puede dar una justicia en el vínculo. La mayoría de las veces esto no es lo que sucede. En general los vínculos entre las comunidades y la gente que vive en las ciudades son asimétricas. Sentirme a la par, a pesar de tener esta diferencia cultural tan importante, fue el gran desafío. No pensar que somos lo mismo, porque cada uno tiene su cultura, que lo configura con su identidad, pero tampoco pensar que hay uno más que otro, o uno que pueda sobre el otro, sino que sea un vínculo de paridad. Desde ahí, cualquier aprendizaje es un proceso a descubrir.

«No pensar que somos lo mismo, porque cada uno tiene su cultura, que lo configura con su identidad, pero tampoco pensar que hay uno más que otro, o uno que pueda sobre el otro, sino que sea un vínculo de paridad», dijo Martín Churba.

Actualizada 12/09/2017