Teatro para no olvidar

Teatro para no olvidar

Se inició un nuevo ciclo de Teatro por la Identidad, el brazo cultural que ayuda a las Abuelas de Plaza de Mayo a buscar a sus nietos y nietas apropiadas.

“Yo creo que todo teatro es político, hoy estar arriba de un escenario es una declaración política a favor de la cultura y del arte”, expresó Cristina Fridman, productora y fundadora de Teatro por la Identidad, el ciclo que desde hace 24 años acompaña la búsqueda de los nietos y nietas de las Abuelas de Plaza de Mayo apropiados por la última dictadura.

Es el primer lunes de junio en el Teatro Multitabaris a las 20 horas y Teatro por la Identidad inaugura una nueva edición del ciclo, esta vez a través de la obra Idénticos bajo la dirección general de Daniel Veronese y la coordinación dramatúrgica de Mauricio Kartun. Una serie de micromonólogos que hablan de la identidad y de la importancia de saber quiénes somos. Arriba del escenario los actores y actrices interpretan distintos personajes desde el humor, la nostalgia, el recuerdo y el dolor, haciendo que los espectadores se suban a una montaña rusa de emociones.

A pesar de la noche fría y que hace unas horas fue la marcha Ni Una Menos, sorprende la cantidad de personas que desde una hora antes hace cola para retirar su entrada gratuita para disfrutar del espectáculo. La fila llegaba al final de la cuadra. Todos los que pasaban por la tan transitada Avenida Corrientes preguntaban: “¿Qué obra van a ver?”

Teatro por la Identidad surgió en el 2000 y en el 2004 se convirtió en una asociación civil sin fines de lucro, con el objetivo de acompañar la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo, que desde hace cuatro décadas sigue el rastro de más de 300 nietos y nietas que tienen su identidad secuestrada. El ciclo teatral recorre los escenarios de Argentina realizando funciones gratuitas para todo público.

Todos hablaban con todos y la charla en la fila sólo era interrumpida por las susurradoras de historias que regalaban una selección de poesía y cuentos al oído. La gente transformó el día frío en un clima cálido y ameno que lo llevó hasta adentro del teatro.

En el escenario se presentan once sillas vacías y una luz azul tenue, para ser ocupadas por los actores y actrices que luego empezarán a sorprender a los espectadores. La actriz Jorgelina Aruzzi dio apertura a la función explicando la razón de Teatro por la Identidad y cerró con un mensaje que sostiene la relación del arte en la política: “Luchar contra la herencia de la dictadura, porque ven a la cultura como enemigo”. Luego, la actriz volvió a la butaca y disfrutó de las actuaciones del resto de sus compañeros.

Dalia Gutmann, Osqui Guzmán, María Carámbula, Diego Gentile, Victoria Almeida, Cristian Sabaz, Ingrid Pellicori, Gonzalo Urtizberea, Malena Figó, Daniel Campomenosi y Manuel Fanego fueron los encargados de esta miscelánea de monólogos que conforma Idénticos: hicieron reír, interrogar, emocionar y hasta llorar a los presentes.

En Teatro por la Identidad actúan para no olvidar, para encontrar la verdad, para despertar la duda a través de la acción y la emoción. Los artistas jugaron en el escenario, acompañaron cada monólogo de sus compañeros sin esconder lo que les provoca.

El lema de este año es “pensar quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser”.  Teatro por la Identidad utiliza el escenario como puente e impulsa la búsqueda de personas desde el amor y el juego y provoca en muchos la dichosa sensación de saber quiénes somos.

Además de los monólogos, la obra es acompañada por intervalos de música en vivo, en este caso con la voz de Gloria Carrá, acompañada por Piter Josami Torres, en la guitarra.

 “Es un espacio de arte y militancia, y un lugar en donde realmente se fue contando, alrededor de 24 años de trabajo y mucho compromiso, de mucho amor, de mucho aprendizaje y del camino que nos dejaron las Abuelas de Plaza de Mayo”, expresó Cristina Fridman, en diálogo con ANCCOM. Y completó: “Como decía José Martí: ´Seres cultos para ser libres´ y creo que esa es la función y hoy estar acá arriba es ejercer la libertad, el sentimiento, el pensamiento de todo. Y eso junto que trasciende el teatro, es Teatro por la Identidad”.

El actor Manuel Fanego también dialogó con ANCCOM dijo: “Para mi Teatro por la Identidad es un lugar fundante de mi trabajo y es un ejercicio necesario de la memoria y de la reconstrucción social de una parte de la sociedad que fue diezmada. Teatro por la Identidad es una reparación social como encuentro teatrista, es como darle de nuevo al teatro esa función de comunicar y de interpelar a la sociedad”. Fanego fue uno de los que sembraron la semilla de este espacio e iniciaron esta aventura convertida en militancia.

La comediante Dalia Gutman también parte del ciclo señaló: “Es una oportunidad, primero porque hay gente muy interesante del teatro argentino como son los productores, el director en la programación, otros trabajadores. Es una manera diferente de tratar una parte muy oscura de nuestro país, tratar para que siga circulando entre la gente que viene a ver esto y entre la que escucha los testimonios”.

“Pasas por todas las emociones –agrega Gutman-, hay monólogos que te estrujan el corazón, otros que te hacen reír, que te hacen reflexionar sobre la identidad de cada uno, hay unos más divertidos y hay otros más solemnes pero que tienen un mensaje. A mí me gusta el humor y a mí me gusta eso, cada intérprete lo hace desde donde se siente más cómodo. Yo no estoy tan acostumbrada a un texto ajeno, estoy más acostumbrada a escribirme, pero es una práctica que está buena”.

El actor Osqui Guzmán contó que participa del ciclo desde el año 2001: “En Teatro por la Identidad pude encontrar un lugar de lucha y ahí entendí como nuestro país, nuestra sociedad, nuestros orígenes son constantemente espacios de lucha para no ser colonizados, para mantener nuestra identidad viva y para crecer como país, como pueblo y también como personas”. Y agregó: “El arte y la cultura es por sí una acción política, no la ejercemos los artistas sino el pueblo, eso es lo más contundente y lo más fuerte, en una crisis como esta, el pueblo con el mayor esfuerzo sigue yendo al teatro. Los artistas los esperamos, tal vez ganar menos, hacer teatros más baratos y abaratar entradas, pero tratar de hacer del teatro un puente porque se puede, no porque lo digamos nosotros que somos trabajadores de la cultura, sino porque el pueblo cuida, participa, el teatro crea relaciones históricas entre lo que fuimos, lo que somos y lo que debemos ser. Hoy para colonizar se ataca mucho a la cultura y por eso nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo, para que el pueblo siga haciendo su cultura”.

Al finalizar la obra, todos los que hicieron posibles Idénticos llamaron al escenario a Miguel “el Tano” Santucho, hermano de un nieto restituido gracias a Abuelas de Plaza de Mayo.  Santucho contó la historia de búsqueda de su hermano iniciada por su abuela Nélida Navajas y continuada por él. El Tano llamó a seguir buscando a los nietos y nietos que faltan. 

El homenaje a la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, fue otro momento emotivo de la noche con un: “Hasta la victoria siempre. Venceremos”, como decía Norita.

Las próximas funciones gratuitas serán el 10, 24 de junio y el 1 de julio a las 20 horas. Las entradas se retiran desde las 19 horas en la puerta del teatro Multitabaris Comafi (Av. Corrientes 831 – CABA).

 

 

 

Pañuelos al viento

Pañuelos al viento

Una conmovida multitud se reunió en el predio de la Exmansión Seré para despedir a la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, entrañable luchadora por los derechos humanos y por mil causas justas. Una mujer fundamental para la democracia y la historia argentina.

Una cabeza con un pañuelo blanco se mueve lenta pero segura por una multitud eufórica que la aplaude y vitorea. Elia Espen llega hasta donde descansa Norita, le susurra algo a su compañera de lucha, agarra el micrófono y afirma: “Acá estamos las locas de Plaza de Mayo, como nos decían. Somos las locas que pretenden la verdad y la justicia. Nora presente, ahora y siempre”.

Este viernes 31 de mayo, miles de personas se congregaron en el predio del excentro clandestino de detención, tortura y exterminio Mansión Seré, reconvertido en un microestadio y en sitio de la memoria, en Morón, para darle la despedida a Nora Cortiñas.

Los concurrentes dejaron sus palabras en cientos de pañuelos blancos de papel pegados en los vidrios, con palabras y frases en memoria a la homenajeada. “Los seres de luz traen luz, se van y la dejan. ¡Hasta la victoria y siempre Norita!”, rezaba una de esas dedicatorias.

Durante la jornada algunas de las compañeras de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora se acercaron a despedirla. Una de las primeras fue Taty Almeida, acompañada de familiares, amigos y compañeros. En su discurso, Taty afirmó: “No nos han vencido y seguiremos luchando ahora y siempre”.  Más tarde se sumó Espen, que dio un discurso con un emotivo cierre: “Nora, descansá tranquila, te aseguro que no vamos a abandonar la lucha contra estos malditos genocidas sin corazón, que lo único que les interesa es hacer mal y matar a todos los que piensan diferente. Más de 40 años en búsqueda de la verdad que seguirán nuestros descendientes. Te queremos.”

La luz que se filtraba por las ventanas del lugar iluminaba los sentidos abrazos entre los asistentes. Vecinos de la zona, amigos, familiares  e incluso compañeros de la militancia asistieron al adiós. Algunos se acercaron con presentes: fotos junto a ella, remeras, flores, corazones y cartas. El sentimiento de tristeza era general, pero también había una chispa de esperanza: la intrépida Norita y su incansable lucha con las Madres de Plaza de Mayo quedará para siempre marcada en la historia argentina y en los corazones del pueblo. Entre abrazos, lágrimas, emoción y aplausos, cada una de las personas que estuvieron presentes dejaron un pedazo de cada uno, para seguir recordándola.

 “Estoy acá por el legado de lucha que nos dejó, una persona tan importante para los derechos humanos”, comentó a ANCCOM Ayelén Caudillo, una joven que asistió a la despedida. Alejandra Barrios, que conocía a Nora, dijo entre lágrimas: “Estoy muy interpelada, porque ella siempre estuvo al lado de la gente que la necesitó y la verdad es que me conmueve este lugar, en donde ella vino a buscar a su hijo, donde gritó su nombre, donde la sacaron a los tiros… Espero que, por fin, lo pueda abrazar, aunque sea. Que llegue al fin ese abrazo tan esperado”. Por su parte Bárbara, militante política y figura cercana a Cortiñas, declaró: “Uno se siente huérfano, por más que hayas tenido vínculo directo o no, ella era un respaldo para todos: acompañaba en todas las luchas, por más pequeña e impopular que fuera. El grito que tenía al final de cada actividad era un grito de esperanza y convicción”.

 “Nosotras nos vamos muriendo pero confiamos en ustedes, en la juventud, para que recoja las banderas que nos dejaron nuestros hijos y nuestras hijas”, había dicho Nora Cortiñas hace exactamente un año.

Nora Morales de Cortiñas nació el 22 de marzo de 1930 en Buenos Aires. Fue militante y defensora de los derechos humanos en nuestro país, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y posteriormente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. En la noche de ayer, 30 de mayo, Norita –como todos le decían- se murió. Fue psicóloga social y profesora en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1998 y hasta ahora fue titular de la Cátedra de “Poder Económico y Derechos Humanos”. Como académica ha realizado análisis y estudios acerca de la relación entre la dictadura militar, la deuda externa y la crisis económica en Argentina.

Su hijo Carlos Gustavo Cortiñas era militante del Partido Justicialista y de la organización Montoneros en la Villa 31. Además trabajaba en el Ministerio de Economía de la Nación, tras haber pasado anteriormente por el INDEC y la Comisión Nacional de Valores. Fue detenido-desaparecido por miembros de las Fuerzas Armadas en la localidad de Castelar, en el partido bonaerense de Morón, el 15 de abril de 1977. Desde ese año, Nora Cortiñas formó parte de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, organización que reclama a las autoridades estatales el castigo para los culpables de los secuestros, torturas y desapariciones forzadas de alrededor de 30.000 personas durante la última dictadura militar. Además quiere conocer qué pasó con cada uno de ellos.

En mayo de 2023, Norita afirmó en una entrevista: “Nosotras nos vamos muriendo pero confiamos en ustedes, en la juventud, para que recoja las banderas que nos dejaron nuestros hijos y nuestras hijas”. Este mensaje para la posteridad es un llamado para que las siguientes generaciones sigan luchando por las causas de derechos humanos.

¡Hasta la Norita, siempre!

¡Hasta la Norita, siempre!

De manera espontánea, numerosas personas se acercaron a la Plaza de Mayo para homenajear a la militante social Nora Cortiñas cuando se enteraron de su muerte, en la noche del jueves. Rondas a la Pirámide, ofrendas y vítores dedicados a la cofundadora de Madres y defensora de todas las causas justas. Mirá la galería de fotos de ANCCOM.

Madre coraje

Madre coraje

A los 94 años murió Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo. La dictadura desapareció a su a su hijo Carlos, de quien nunca se conoció su paradero. Desde aquel día, cambió su vida de ama de casa por la de una incansable militante social reconocida internacionalmente. Solo armada con su pequeño cuerpo se animó a entrar sin compañía alguna, en plena dictadura, al Centro Clandestino La Mansión Seré en busca de los secuestrados. Hasta sus últimos días acompañó de manera activa a todas las causas que luchaban por la ampliación de derechos y por un mundo más justo. Mirá los retratos que le tomó ANCCOM.

La entrañable historia de las hermanas Falco

La entrañable historia de las hermanas Falco

Con materiales de autoficción y memoria familiar, y en lucha hasta al final contra un cáncer de lengua, Silvia Falco escribió Montaje, un libro conmovedor centrado en su hermana Dora, secuestrada en 1978 y desaparecida desde entonces.

El murmullo de voces se desvaneció en un instante cuando la periodista Marta Dillon, con voz firme pero entrecortada por la emoción, pronunció esas palabras que resonaron en el salón del barrio de Boedo: ¡Por Dora Falco! El público respondió al unísono: ¡Presente! ¡Por Dorita Falco! ¡Presente! ¡Por Silvia Falco! ¡Presente! ¡Ahora y siempre! El ambiente era una atmósfera cargada de recuerdos, de historias entrelazadas por la ausencia de Silvia Falco, la autora de Montaje, y su incansable lucha por hacer justicia por su hermana desaparecida durante la dictadura.

La presentación se realizó el jueves 16 de mayo, con la presencia de familiares y amigos de Silvia, que murió durante la pandemia. Gabriel D. Lerman, editor del libro, compartió con ANCCOM sus reflexiones sobre esta obra: “Montaje es una manera de acercarse a una vida personal y singular entretejida por la lucha en favor de la justicia por su hermana Dora, por apoyar a su familia, por intentar encontrar una identidad propia como sobreviviente de los años 70 y todo hacerlo a través de un uso muy delicado y comprometido de la palabra”.

La voz emerge como el hilo conductor de este montaje. Marta Dillon, afectuosamente «la profe», escritora y tallerista que colaboró con Falco en la elaboración del libro, describe cómo la voz de Silvia, afectada por las cirugías contra un cáncer agresivo, se transforma en una voz escrita y poderosa. «A veces rasposa, a veces entrecortada, a veces imposible, pero que no dejaba de gritar. Un grito de guerra», describe Dillon.

Gabriel D. Lerman, editor del libro de Falco

Laura Nevole, docente de teatro, la conoció en 2017 cuando Silvia quiso retomar clases de actuación. Le contó que desde su jubilación, después de toda una vida como docente, había empezado a experimentar temblores en la voz y temía que eso pudiera dificultar su actuación. “Podés actuar sin hablar”, le sugirió Nevole; “No, no, yo voy a hablar, tengo mucho para decir”, recuerda emotiva citando a Silvia. “Cuando ella finalmente se queda sin voz para hablar, pero sigue teniendo mucho que decir, encuentra en la escritura una posibilidad de expresarlo”, concluye Nevole.

La historia de las hermanas Falco se teje a través de las páginas de este libro. “Es una experiencia literaria que combina la memoria, la autoficción, es como un ejercicio libre de trabajar con los materiales de la propia vida, y la ficción argentina en sentido amplio”, leyó Lerman durante la presentación. 

Literatura, palabras, abrazos, charlas de militancia. “Esta historia tiene muchos matices”, opina Dillon. “Pensar a su hermana desaparecida no como esa imagen sacralizada ni como una heroína, sino como esa hermana que a veces era molesta, que recibía más mimos que ella, su relación con su mamá, madre de Plaza de Mayo, una luchadora legitimada pero a la que también le reclama de alguna manera su lugar de madre. Es una complejidad que ella supo poner en palabras, en anécdotas graciosas”, cierra Dillon.

Entre la emotividad de los testimonios compartidos por sus amigos, quienes tomaron el micrófono hacia el final para recordar anécdotas con Silvia, y la fuerza narrativa que atraviesa cada página, Montaje se revela como un testimonio conmovedor y vital. Es un recordatorio de la capacidad humana para enfrentar la adversidad, de la búsqueda incansable por la Memoria, Verdad y Justicia. En cada línea, Silvia Falco recuerda que la voz, incluso cuando es rasposa y quebrada, nunca deja de clamar por la verdad y la dignidad perdida.