Hacia una privatización de la salud

Hacia una privatización de la salud

El gobierno nacional anunció este mes la implementación de la Cobertura Universal de Salud (CUS). Esta reforma, según indicó desde Mendoza el ministro del área, Jorge Lemus, tiene el objetivo de garantizar el acceso a la salud de los 15 millones de argentinos que no cuentan con obra social o medicina prepaga. Además, se propone una mayor eficiencia en la atención, turnos telefónicos e historias clínicas únicas digitalizadas. Pero ¿qué hay detrás de este cambio de paradigma en la atención sanitaria y cuáles son las ventajas y los riesgos de su implementación?

En principio, hay que diferenciar los dos modelos de salud predominantes a nivel mundial. Uno, de origen británico, se denomina Beveridge y apuesta por la protección sanitaria universal y por un derecho irrestricto a la atención. Este modelo donde el Estado monopoliza la salud se aplica en países como España e Inglaterra. El modelo Bismarck, en cambio, tiene origen alemán y propone el pago de seguros con un grupo básico de prestaciones y servicios. Este régimen, que no ofrece protección universal, se utiliza en Suiza, en Alemania y, con algunas variantes, en Estados Unidos.

“En la Argentina tenemos una mezcla de todos los sistemas que existen en el mundo, pero desde 1946 siempre con el respaldo de un sistema público gratuito”, dice Nicolás Kreplak, médico sanitarista y ex viceministro de Salud de la Nación. Y agrega: “Desde los noventa, el Banco Mundial y la OMS recomiendan aplicar en toda América un sistema de seguros privatizado, similar al de Estados Unidos, donde se da una canasta básica de prestaciones y se agregan servicios según la capacidad de pago de cada uno”. Con la CUS, cada paciente tendrá asegurada cierta cantidad de estudios, diagnósticos o medicamentos por mes. Si supera ese monto, deberá abonarlos, ya sea en un hospital o en un centro de salud privado.

En efecto, el informe “Invertir en salud” del Banco Mundial, firmado en 1993, propone: “Si los gobiernos financiaran un conjunto de medidas de salud pública y servicios clínicos esenciales, el resto de los servicios de esta índole se podría cubrir mediante financiamiento privado, por lo general por la vía de los seguros”.

 

El proyecto de la CUS, del que solo hay escrito un Decreto de Necesidad y Urgencia, (908/2016) parece ir por este camino, aunque no se han explicitado las pautas ni las metas. “El decreto se hizo para capturar los ocho mil millones de los trabajadores, del resto no dice nada”, describe Kreplak. Se refiere a la financiación inicial de la CUS que percibirá ese monto proveniente de los ahorros de las obras sociales sindicales.

Marcelo Peretta, secretario de Previsión y Salud de las 62 Organizaciones Peronistas, es más optimista: “Pienso que es muy positivo que aquellos que no tienen una cobertura empiecen a recibir la misma atención que se da en un privado: servicios de 0800, Internet, médico de cabecera, receta electrónica, no hacer más colas, y otras cosas que permitan prestigiar al paciente. Eso es un avance grandísimo”, se entusiasma. Sin embargo, Claudio Capuano, titular de la Cátedra Libre de Salud y Derechos Humanos dice que la CUS parte de una falacia, que es la universalidad como novedad: “En nuestro país ya hay atención universal de la salud. Esto que quieren implementar es un seguro que va a limitar en prácticas, en acceso a medicamentos, es un recorte de derechos”.

En el mismo sentido se pronuncia Fernando Corsiglia, presidente de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP): “La CUS es un intento de estratificación de acuerdo a la capacidad de pago. Socava el concepto de salud como derecho, como igualdad. Hoy, mal que mal, la respuesta está dada por la necesidad y no por la capacidad de acceso. En muchos territorios el sistema público es el único efector y resuelve la inmensa mayoría de los problemas de salud de la población. La CGT la apoya porque hay un acuerdo político, un intercambio”.

Guillermo Pacagnini, médico y secretario general de CICOP, dice que el anuncio fue solo “pirotecnia electoral”, pero que aún no hay nada concreto. “Solamente repartieron 120 mil carnets de pobreza, que desde ya es indigno. Es una obra social para pobres donde en vez de presupuestar la oferta y mejorar los hospitales, van a subsidiar la demanda y el centro de salud va a facturar de acuerdo a lo que atiende. Esto ya se aplicó en Colombia y México y terminaron con una reducción del 60 por ciento del sistema de salud público y aumentando casi al doble el gasto de bolsillo de los pacientes”. Por otro lado, acuerda con Corsiglia en que la disminución presupuestaria que se viene observando en los últimos años es la antesala de la privatización, tal como se hizo con los servicios públicos en los años noventa.

Kreplak subraya que lo que busca el gobierno de Macri, detrás de la CUS, es la creación por ley de la Agencia Nacional de Evaluación en Tecnologías de Salud (AgNET), cuyo proyecto ya está en el Congreso. Esta agencia se ocupara de definir qué y cuántas prestaciones, servicios y medicamentos formarán parte de la canasta básica universal, y cuáles quedarán afuera, forzando al paciente a pagar y provocando una competencia entre centros públicos y privados. “La AgNET va a basarse en una lógica de costo-beneficio, y en el artículo tercero dice que lo que no resulte efectivo no se incluirá en el plan. Ahí tenemos escrito, por primera vez en la Argentina, que habrá un paquete mínimo de prestaciones de salud”. La AgNET, además, va a definir los alcances del Plan Médico Obligatorio (PMO) de las obras sociales y prepagas, por lo cual éstas tienen especial interés en su creación para afrontar sus costos, ya que la inflación en salud que ha trepado a cerca del 100 por ciento mientras los salarios, y por ende el aporte, han sufrido un aumento sustancialmente menor.

 

Actualización 25/10/2017

Con las defensas altas

Con las defensas altas

“En la primera denuncia que hice no tenía idea de cómo se hacía, tenía dos hijos chiquitos, de 4 y 5 años, no tenía con quien dejarlos así que salí y me fui a la comisaría. No sabía ni qué carajos estaba haciendo cuando le comenté al cana lo que quería hacer. Y encima andaba con un miedo terrible de que los chicos contaran donde habíamos estado; tuve que ir con ellos porque no tenía con quien dejarlos”. La que habla es Daniela, 45 años, víctima de violencia de género.  Su historia es solo una entre tantas que existen, y la pregunta que se formuló es la de muchas:  ¿Qué hacer? ANCCOM indagó en un recorrido institucional posible en la zona oeste del Conurbano.

“En el oeste está el agite”, dicen algunas frases pintadas en aerosol que retoman una canción de Divididos. Uno las puede ver desde el Ferrocarril Sarmiento, cuando está a punto de finalizar su recorrido en el  partido de Moreno. En la estación cientos de personas van y vienen, miles de historias que circulan en silencio, tal vez queriendo ser escuchadas, tal vez queriendo ser rescatadas. Como la de Daniela, que cuenta:  “Hubo un tiempo en que como él trabajaba en seguridad, tampoco quería hacer la denuncia pensando en que los chicos eran chiquitos y él podía llegar a perder la fuente de trabajo. Entonces, no hice una denuncia no pero sí una exposición, para que si pasaba algo por lo menos que la gente que después empezara a investigar supiera  lo que en realidad ocurría, si es que llegaban a investigar y si es que pasaba algo”, dice.

El Programa Nacional Ellas Hacen, surgido en el año 2013, fue pensado para incluir a aquellas mujeres que atraviesan una situación de vulnerabilidad dentro de una iniciativa laboral y de formación. El programa  prioriza principalmente a madres de familias numerosas, con hijos con discapacidad o víctimas de violencia de género,  las ayuda a completar sus estudios y les brinda la oportunidad de formarse en algún oficio, como así también en diferentes temáticas como talleres de prevención de la violencia y salud sexual y reproductiva.

El Programa Nacional Ellas Hacen se convierte en una herramienta para el empoderamiento femenino al darles una oportunidad de independencia y realización personal. Foto Archivo ANCCOM.

La psicóloga e integrante del Ellas Hacen, Yanina García López,  explica que “las mujeres que sufren violencia de género muchas veces tardan en hacer las denuncias, a veces hasta años, y por lo general es por miedo. Porque reciben amenazas, muchas veces no tienen dónde ir porque la casa que habitan es la que comparten con el victimario”. Por eso,  el Programa se convierte en una herramienta para el empoderamiento femenino al darles una oportunidad de independencia y realización personal.

Micaela Guaricuyú, estudiante de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Moreno, trabaja hace cuatro años dentro del programa y explica: “Nosotras las acompañamos en todo el proceso; desde lo legal y lo personal, porque hay mujeres que por ahí una vez que denuncian no tienen adónde ir, o no tienen qué comer, o tienen problemas de salud. En esos casos las acompañamos al médico,  como compañeras. Armamos un bolsón solidario de mercadería el cual hacemos rotar para las compañeras más necesitadas. También colaboramos con ropa, remedios y trabajamos con la salita barrial, tramitando los turnos para atender a esas mujeres o chicos que muchas veces también son golpeados.”

A pesar de que el programa esté orientado sobre todo a aquellas mujeres más vulnerables, no realiza un seguimiento de los casos, ni brinda un acompañamiento hacia las víctimas. Por esa razón, muchas de las cooperativistas del Ellas Hacen decidieron organizarse y fundar el  Frente de Compañeras, hace cuatro años. Organizamos reuniones donde no solo nos informamos sobre qué hacer sino también sobre los derechos de cada una, como así también cada vez que tenían que asistir al juzgado que le correspondía. Nosotras íbamos y las acompañábamos”, dice Guaricuyú, quien también comenta que el Frente logró agilizar la realización de los informes forenses de las víctimas, ya que el trámite en Moreno demoraba demasiado o, incluso, debían realizarse en el partido de General Rodríguez.

Daniela, después de intentar suicidarse, finalmente decidió denunciar a su abusador. Horas y horas en comisarías y fiscalías junto a sus hijos pequeños, soportando el destrato por parte de aquellos que debían protegerla. Hasta fue ella misma quien tuvo que notificarle a su golpeador que debía retirarse del domicilio.

Muchas de las cooperativistas del Ellas Hacen decidieron organizarse y fundar el Frente de Compañeras. Foto archivo ANCCOM.

“El programa Ellas Hacen fue el que me ayudó a darme cuenta de lo que estaba pasando, las vivencias, el empezar a relacionarme con otra personas, el empezar a escuchar, ir transitando. Me ayudó a darme cuenta de lo que estaba viviendo, me dio las herramientas  y también me permitió armar el círculo de contención que pude armar. Por eso, también salí de mi casa, porque él no se iba… me fui y alquilé durante tres años”, recuerda.

En Moreno también está presente Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala). Ayelén Kelly, coordinadora zonal, dice: “Hemos sido parte del acompañamiento de varias mujeres en el distrito, hemos acompañado a Ailén y Marina,  que son dos hermanas que estuvieron privadas de su libertad durante dos años por defenderse de un acosador en la calle, luchamos y exigimos su inmediata liberación.”

Las secuelas siempre las acompañan a las Danielas, tal como lo explica García López. “La violencia psicológica tarda mucho en sanarse, muchas veces pasan años y años y siguen teniendo pesadillas o teniendo miedos. Muchas veces tienen periodos buenos y después recaen en los miedos.  Al llevar tanto tiempo se convierte como en una enfermedad crónica y las secuelas siempre están, yo creo que de por vida, solo que algunas por ahí no se ven tanto”, afirma.

Actualizado 24/10/2017

Las claves del 22

Las claves del 22

Comicios legislativos, elecciones de medio término, validación ciudadana para la gestión ejecutiva. Los argentinos irán a las urnas el domingo para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, pero, al mismo tiempo, para configurar un mensaje decisivo en la definición del rumbo del gobierno de Cambiemos.

Horas antes del abrupto final de campaña derivado de las novedades en el caso Maldonado, ANCCOM dialogó con dos investigadores que dedicaron sus últimos trabajos y publicaciones a analizar la construcción política del PRO y su clivaje en el sello de Cambiemos. “Para el gobierno, las elecciones del 22 de octubre revalidan los resultados de 2015”, subraya Gabriel Vommaro, autor de “Mundo PRO”, junto con Sergio Morresi y Alejandro Bellotti. “El macrismo marcha a estas elecciones después de haber confirmado que es una versión mucho más cristalina de los sectores dominantes de la Argentina”, advierte Andrés Tzeiman, autor de “Radiografía política del macrismo”.

Politólogo, investigador en el Centro Cultural de la Cooperación, Tzeiman describe dos etapas o momentos para entender la construcción del macrismo: lo que marcó el fin de una y el comienzo de la otra fueron las movilizaciones populares y sociales en términos de conflicto educativo (bloqueo de paritaria nacionales), de conflicto laboral (despidos), la movilización de mujeres del 8 de marzo y la marcha del 24 de Marzo. “Si bien en el 2016 el oficialismo había apostado a ciertas instancias de diálogo con movimientos sociales y con el sindicalismo, las movilizaciones ascendentes del mes de marzo generaron un quiebre en la estrategia del gobierno”,  explica. La consecuencia fue la marcha del 1A en “defensa de la democracia” y del gobierno.

“Las movilizaciones de marzo generaron un cambio en las formas de relacionarse con los sectores populares”, comenta Tzeiman.

Tzeiman advierte que, si bien el macrismo tiene como proyecto realizar un cambio cultural siguiendo los lineamientos de “Bases para una Argentina Moderna” de José Martínez de Hoz, “las movilizaciones de marzo generaron un cambio en las formas de relacionarse con los sectores populares”.

El nivel de resistencia social que se produzca de acá en adelante marcará una elevada conflictividad”, subraya. A toda costa, define, el objetivo del oficialismo es “no retornar al pasado”.

Con otro foco de análisis, Vommaro, sociólogo e investigador del Conicet, plantea que el macrismo en el gobierno, también tiene dos momentos: el primero es la salida del modelo anterior; el segundo es la implementación de las bases para un modelo pro-mercado y de desregulación económica. “Lo más probable es que en la segunda fase se intente avanzar en algunas áreas que tienen que ver con la desregulación de protecciones sociales y en el ordenamiento de algunas cuestiones institucionales”, agrega.  Sin embargo, el autor no cree que el gobierno abandone el juego de ´tire y afloje´ entre ser muy duro en términos simbólicos y muy dúctil en términos de materia de acuerdo de sectores sociales. “Me parece que ese uso del shock político, cultural y simbólico,  disponiendo de todos los resortes del Poder Judicial y los medios masivos de comunicación, se opone al uso más gradualista de su política en términos económicos”, subraya.

Oposición y medios

El diagnóstico sobre la posición de las fuerzas opositoras también resulta complejo de abordar. “La oposición está fragmentada y parece muy complicado, al menos en el corto plazo, unirla”, advierte Vommaro. Y agrega: “Es una primavera macrista en donde todos los sectores parecen creerle que las cosas son como el gobierno dice. Hay una suerte de euforia y optimismo en los actores de las élites económicas”.

Para Tzeiman, hay sectores de la oposición que tienen matices y son camaleónicos. Se muestran de una manera, pero su modus operandi es otro. “La única fuerza de oposición que establece diferencias claras y contundentes, y las hace públicas es el espacio que lidera Cristina Fernández de Kirchner”, razona.

Ambos especialistas sostienen que el gobierno y ciertos medios masivos de comunicación mantienen relaciones cercanas, casi carnales. Tzeiman incluye a los multimedios comunicacionales dentro de un tridente junto al ´partido judicial´ y el establishment político o el consenso conservador en el sistema político. Esas tres bases configuran el “partido del orden”.

Por su parte, Vommaro advierte que “hay un periodismo fuertemente oficialista en este último tiempo, con una enorme debilidad a las voces críticas”. Y concluye: “Vivimos  una época de tono monocorde en cuanto al discurso mediático”.

“El macrismo marcha a estas elecciones después de haber confirmado que es una versión mucho más cristalina de los sectores dominantes de la Argentina”, advierte Andrés Tzeiman

El diagnóstico sobre la posición de las fuerzas opositoras también resulta complejo de abordar.

Actualizado 18/10/2017

Organizaciones de la economía popular en crisis

Organizaciones de la economía popular en crisis

Economía social. Economía solidaria. Economía popular. Conceptos que si bien tienen diferencias remiten a la  iniciativa de millones de personas afectadas por el capital concentrado y el desarrollo tecnológico que los expulsa de la economía formal y los obliga a recurrir a diversas prácticas laborales para sobrevivir. No obstante, en otros casos, no se trata de una obligación, sino de una decisión, y al parecer los emprendedores que deciden salirse de la lógica mercantil estandarizada del capitalismo, tampoco la tienen fácil. Sin lugar a dudas, el conurbano bonaerense es una de las zonas de nuestro país que concentra a miles de trabajadores populares, siendo los partidos de Merlo y Moreno dos ejemplo principales de esta problemática. Por tal motivo, ANCCOM recorrió dichos distritos para conocer sobre la economía popular de la región y algunos de sus actores.  

Hecho en Moreno es una cooperativa de la zona de Moreno dedicada al rubro textil. “Fabricamos y vendemos ropa. Producimos de todo: camperas de polar, vestimenta escolar y en su momento hacíamos prendas para el Estado, relata Marta Paredes,  su tesorera. La entidad creada en el 2011 nuclea a distintos emprendedores y adquiere el mismo nombre que la marca asociativa impulsada por el Municipio, abocada a promover bienes locales. En la actualidad, el emprendimiento atraviesa por serias dificultades. La cooperativa está medio en stand by, porque se cortó el trabajo que teníamos del Estado. No hay propuestas por parte del gobierno”, señala Marta. Sumado a esto, la coyuntura económica del país obstaculiza las posibilidades de crecimiento para el sector. No sabemos a quién vamos a venderle. Y todos estamos igual, incluso hay cooperativas que se han desarmado”, describe la productora.

En el partido de Moreno es el Instituto Municipal de Desarrollo Económico Local (IMDEL) el encargado de dar apoyo a los emprendedores y productores del distrito. Al respecto, la administradora general del organismo, Mariel Fernández, habla de la realidad de esta actividad en la región: En Moreno vas a cualquier barrio popular y ves ferias organizadas por los vecinos. Pero, puntualmente, junto al Banco Social del municipio trabajamos con 5000 emprendedores y productores”. A su vez, al ser consultada por la génesis de este movimiento económico, la funcionaria argumenta: “Con el desarrollo del capitalismo y el avance tecnológico sucede que se necesitan menos trabajadores. Entonces, a medida que esto continúe va a ir creciendo el volumen de una economía popular que queda por fuera del sistema formal y genera sus fuentes laborales”.

Mercado de trueque «Lulú», realizado los sabados en el club Unión de Merlo con una participación de entre 400 y 500 personas.

Una de las políticas propiciadas por el IMDEL es el Mercado Popular Itinerante (MPI). Dicho espacio, ubicado en el área céntrica del partido, concentra a cien emprendedores morenenses para que puedan comercializar sus productos. Uno de ellos es Walter Ponce, quien junto a su mujer, hace cuatro años, crearon la marca Las Delicias del Oeste dedicada a la fabricación artesanal de mermeladas y conservas. Nosotros hacemos todo: compramos los productos, los frascos, hacemos las etiquetas, todo”, comenta. Al igual que otros emprendimientos, Las Delicias del Oeste necesita de la compañía del Estado para progresar, así los expresa Walter: “A todo productor le hace falta préstamos, asesoramiento y lugares de ventas, porque hay muchos productores y poco donde vender.   

La economía popular no siempre surge porque “no queda otra”, sino que también puede nacer desde el deseo. Ese es el caso de La feria del fin del mundo. La misma comenzó el 17 de noviembre de 2012, en “El Churqui” un espacio político-cultural perteneciente al partido de Moreno. El fin era tener un lugar donde vender los trabajos realizados por artesanos que no eran aceptados en otras ferias más tradicionales, donde se excluye cierta forma de concebir el trabajo. Es decir, no se acepta la lógica de entender al producto como una obra de arte, sino que se lo entiende simplemente como una mercancía.  

Los actores de la economía popular resisten en el actual clima social y político.

A mediados de 2013, la feria comenzó a realizarse en la plaza “De las carretas”, ubicada en la estación de Moreno. A partir de este cambio, la actividad empezó a funcionar a través de asambleas abiertas. Como menciona Sonia, referente del espacio: “Todo se resuelve en ese ámbito salvo cosas urgentes. Se plantean propuestas, se debate y en el último de los casos se vota, pero la idea es llegar siempre a un consenso”. A lo que la organizadora añade: “Las tareas se dividen en comisiones según cada sector. Difusión, bandas, teatro, comisión de exposiciones, pegatinas, etc. Las integran dos o más personas, que luego traspasan los datos a las asambleas”.

El proyecto fue creciendo y en el 2014 llegaron a participar 50 personas en la organización. Este tipo de lógicas de trabajo, requieren de una economía local activada. Y por lo tanto, en el contexto económico actual, lograr que la feria crezca potencialmente, se torna complicado. Como nos relata Sonia: “Se siente bastante que la gente tiene menos plata y por lo tanto vendemos mucho menos. Hay menos gente en la calle, debido a que todos están persiguiendo el mango y eso significa tener menos tiempo libre para ir a la plaza a tomarte un mate, más allá de que no vayas a comprar. A nosotros eso, más la suma de lo represivo, nos genera bastante desgaste. Estar pendiente de que no te saquen del lugar, de tapar parches. Eso corre el foco de lo que tenemos que hacer, que es innovar en la feria. Lo que no crece se estanca y nosotros tratamos de crecer”.

El Mercado de trueque «Lulú» se realiza los sabados en el club Unión de Merlo.

Por último, hay que mencionar al trueque, una de las actividades más reconocidas dentro de la economía popular. En el distrito de Merlo funciona uno de los más concurridos de la zona: el Trueque/canje LULU.  Establecido en el Club Unión de Merlo, y con un grupo de Facebook con más de 30.000 miembros, todos los sábados reúne a miles de personas. Silvia “Lulú” Aranda, fundadora del trueque, explica su nacimiento: Surge hace tres años por la situación económica. Y como en este tiempo alcanza menos la plata, la gente busca esto. Por eso empezamos siendo mil y ahora somos casi 33.000”.

 De este modo, por una entrada de $10, los integrantes consiguen la mercadería que necesitan. Se puede cambiar de todo: comida, ropa, electrodomésticos, muebles, etc. Lo que más se busca es leche en polvo, porque hay muchísimos chicos”, expone la fundadora. Pero no sólo hay variedad de productos, sino de personas, las cuales provienen de todas partes del Gran Buenos Aires y presentan realidades distintas,  según cuenta Silvia: Hay gente que no tiene trabajo, hay chicas que el sueldo del esposo no les alcanza, hay gente que elabora sus productos y otras que intercambia bienes usados o comprados”. Así, mediante distintas estrategias, por convicción o necesidad, los actores de la economía popular resisten en el actual clima social y político.

Actualizado 18/10/17

Mujer, escucha, únete a la lucha

Mujer, escucha, únete a la lucha

– A veces siento que me habita una contradicción –confiesa una chica.

– Compañera, tenemos que llevar al feminismo como bandera y no como carga. Nosotras somos sujetos de decisión –sostiene otra.

– ¿Sujeto de decisión? La mente está constantemente determinada.

– Todas estamos determinadas. Este es un largo camino de deconstrucción que nos va a llevar toda la vida.

Es domingo 15 de octubre por la mañana. La capital chaqueña amaneció con sus aulas escolares repletas de mujeres participando de las más de setenta comisiones abiertas para el debate, formación y construcción del feminismo. Entre comentarios, silencios, manos en alto pidiendo la palabra, acentuaciones con la cabeza y reflexiones, se respira un marco de contención para todas. Los abrazos invisibles se dan con las miradas que demuestran, una vez más, que las palabras cargadas de experiencia no son meros actos individuales, sino reflejos de una construcción social patriarcal generalizada.

Mujer sosteniendo una muñeca crucificada.

“Ni hetero, ni homo, ni bisexual: soy humana” fue una de las consignas durante el Encuentro.

Feminismo vamos a crear / El aborto tiene que ser legal / Y por las que ya no están / No nos vamos a callar. Un conjunto de tambores, silbatos, risas, discursos amplificados, inundan los oídos en el mediodía de la plaza 25 de Mayo. Pibas con remeras cortadas, cabezas rapadas, flequillos cortos, pañuelos verdes y cuerpos pintados hacen una quema de corpiños. “A tu modelo de belleza me lo morfo”; “Ni hetero, ni homo, ni bisexual: soy humana”; “El consumo te consume”, son algunas de sus consignas.

Distintas agrupaciones tienen allí sus stands donde exhiben revistas, remeras y muchas fotos que documentan su presencia en anteriores encuentros. Un recorrido entre los árboles lleva a las concurrentes a uno de los paseos artísticos. “¿Sabías que dentro de la tasa de suicidios de adolescentes en Argentina, hay un alto porcentaje que corresponde a chicas que no se animan a decirles a sus padres que están embarazadas?”, comenta una mujer a su amiga mientras observa un gran guardapolvo colgado junto a un marcador para denunciar la no aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral. “Por mi culpa, venga a nosotros tu reino”, se lee en una tela que simula ser un confesionario de iglesia. “Pague una coima para no ir presa por haber abortado”, dice un testimonio en otra que simula ser la celda de una prisión.

Mujeres reunidas en los talleres que se realizaron en el Encuentro Nacional de Mujeres en Resistencia, Chaco.

Mujeres participaron de más de 70 comisiones abiertas para el debate, formación y construcción del feminismo.

Un grupo de mujeres disfrazadas de Caperucitas Rojas corren en círculo al tiempo de un redoblante. Muestran que crecen, que su cuerpo y que su percepción de ellas cambia. Gritan al cielo, se ríen, suenan silbatos, mientras ellas saltan en distintos sentidos representando la libertad, el desarrollo y el disfrute de la vida. De repente dos se desploman, las caras se les llenan de tierra y todo se detiene, hasta la música. A una espectadora se le llenan los ojos de lágrimas. Una joven mira la escena con un cartel en la mano: “Mamá, perdón por no estar allá celebrando tu día. Pero nos están matando”.

Vamos compañeras / Hoy hay que agitar / Qué tiemblen los machistas / No nos van a parar. Son las 18 y los redoblantes y los platillos suenan hace rato. Las columnas están listas. Banderines, banderas, remeras violetas y pañuelos verdes son los símbolos de las organizaciones. No falta el reclamo de libertad para Milagro Sala y la pregunta dónde está Santiago Maldonado. Con los rostros pintados, los cuerpos escritos, con sus brillos, con sus ojos emocionados, sonrisas de felicidad, puños en alto unas, la V de la victoria otras, decenas de miles de mujeres, de todas las generaciones, marchan hasta el Parque de la Democracia. Las más grandes se acercan y observan a las más jóvenes. Se adivina agradecimiento y admiración en esas miradas, por tomar la posta de la lucha y se despiden hasta el año que viene donde volverán a encontrarse en Puerto Madryn, Chubut. Y todas juntas se unen en un solo canto: Ponemos el corazón / Juntas nos vamos a organizar / Para luchar contra la opresión / el patriarcado tiene que llorar.

Mujeres con el torso desnudo reclamando por aborto legal y Ni Una Menos.

Decenas de miles de mujeres, de todas las generaciones, marchan hasta el Parque de la Democracia.

 

Actualizado 17/10/2017