Un encuentro- debate de medios alternativos se realizó el viernes pasado en el marco de la presentación de Canal Abierto, un nuevo medio digital impulsado desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que busca construir una mirada de los hechos desde los trabajadores, los organismos sociales y sus luchas. El encuentro generó intercambio de experiencias, y la búsqueda de articulación de prácticas, ya que como dijo en la actividad Pablo Antonini, el presidente de Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), hay una búsqueda en común entre los medios alternativos, comunitarios y populares: «Nosotros no nos entendemos como competidores. Somos medios a confluir con un mismo objetivo, el de comunicar».
Barricada TV contó cómo se configura el medio a partir de haber obtenido por concurso una licencia en la Televisión Digital Abierta hace más de un año. Natalia Vinelli, su fundadora, mostró la importancia de los medios contrainformacionales como para generar espacios que no habilitan los medios hegemónicos: «Los medios alternativos son herramientas para la expresión y organización del campo popular. Contar sueños, nuestras luchas, nuestra cultura», expresó.
Distintos medios alternativos, sociales y comunitarios intercambiaron experiencias en el lanzamiento del nuevo medio digital creado por ATE.
«Desde La Tribu ahora queremos ya mismo habitar el lugar que queremos, no pensarlo como un futuro utópico», dijo Diego Skliar, y agregó: «Somos críticos, pero sin transformar el medio en un bajón». La Tribu se dirige, como lo fue en todo su recorrido, a un público más bien de izquierda. Se proponen desde hace un tiempo contar la realidad sin necesidad de que haya sólo metal de fondo, poder tener otras experiencias, como hacer radio en la calle y que la gente grabe con su voz canciones para que luego sean pasadas en la radio. Además, tienen una serie de institucionales donde mezclan el humor con la crítica. Todo lo que hacen intentan que sea con código abierto, para que cualquier otra experiencia de comunicación lo pueda utilizar. Implementan proyectos de comunicación para el desarrollo de comunidades campesinas y pueblos originarios, en red con otras radios comunitarias de América Latina. En la reunión presentaron el libro Fuga, qué pasa por la Tribu que cuenta la historia de la radio, con incertidumbres y sueños.
El medio Andar contó cómo es una experiencia de comunicación que busca visibilizar a las víctimas de la violencia institucional en el territorio. «Queremos desandar el hecho de que en comunidades chicas los padres no puedan luchar por lo que haya pasado con sus hijos. Deconstruimos los relatos policiales en vez de ponerlos a circular de manera masiva», explicó Diego Díaz. Andar existe en el marco de la Comisión Provincial por la Memoria, de la que forman parte el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, entre otras personalidades.
«Nosotros no nos entendemos como competidores. Somos medios a confluir con un mismo objetivo, el de comunicar», afirmó Pablo Antonini, el presidente de Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco).
En un sentido parecido trabaja la revista La Garganta Poderosa. Sus integrantes la definieron como una herramienta política de su identidad. «La Poderosa quiere despertar a los villeros. Quiere mostrar que tienen que estar en blanco, que pueden estudiar» dijo Alejandra Díaz, integrante de La Poderosa. A los vecinos les daba vergüenza vivir en Zavaleta por el estigma que tenía el barrio. La revista quiso dar a conocer el lugar desde el que se estaba hablando. «Cuando nos decidimos a hacerla, quisimos que sea la mejor revista, con el mejor papel. Se imaginaban que de las villas iba a salir algo como lo que nos ven: la resaca de la sociedad», reflexionó Alejandra. La revista está escrita y fotografiada por los vecinos de los barrios. No tienen publicidad comercial porque consideran que sino, no tendrían libertad para denunciar muchas cuestiones. Gabriel Chavez también explicó que la revista no tiene el formato de cabeza de la noticia convencional: «No responde al formato norteamericano de las 5W, sino que nosotros teníamos que preguntarnos las 5P, es decir, preguntarnos cinco veces el ‘por qué’ «.
Estuvo presente también el periodista Carlos Aznarez de Resumen latinoamericano quien resaltó la presencia del periodista en la calle y no detrás de una computadora. Además dio su punto de vista de la actividad: «No somos periodistas militantes, sino militantes haciendo periodismo». ANCCOM estuvo representada por Grisel El Jaber, quien describió la experiencia de la práctica pre-profesional impulsada por la Facultad de Sociales de la UBA, llevada a cabo voluntariamente por docentes, y a modo de práctica por los alumnos. La perspectiva es visibilizar temáticas sociales, en línea con los derechos humanos.
Dentro de las posibilidades que abrió Internet para la expresión de experiencias comunicacionales, pensar en la estructura de la red es indispensable. Por esta razón, Natalia Zuazo fue invitada a participar del panel. Ella es periodista y escribió el libro Guerras de Internet. «Los buscadores no van detrás de la verdad, sino de cuánta plata hay atrás. Las noticias falsas generan tráfico, por lo que va seguido de publicidad, y termina siendo más difundido. Ese es el contexto que los medios enfrentan hoy». También remarcó que hay muchos medios alternativos que generan su propio tráfico sin financiamiento, los usuarios acceden, confían y comparten. Esto último también fue expresado por Lucía Aita, miembro de Cooperativa Lavaca que edita la revista MU: «Nuestro crecimiento fue orgánico, hacemos periodismo con los pies. Estar en los momentos que otros medios no están hizo que frente a otras circunstancias confiaran en nosotros».
En la actividad también estuvo el Secretario General de SiPreBa, Tato Dondero. Actualmente los medios alternativos no están en el sindicato, por lo que se lo planteó como un desafío. «En un momento se pensaba que los medios alternativos no podían participar del sindicato porque no tenían patrón. Es una paradoja que los medios que más visibilizan los conflictos de los periodistas con sus patrones no puedan formar parte del sindicato».
ANCCOM se hizo presente en el Lanzamiento de Canal Abierto. Grisel El Jaber, expuso la experiencia de la práctica pre-profesional en la Facultad de Sociales de la UBA.
En diálogo con ANCCOM, Hugo Godoy, Secretario General de ATE habló sobre Canal Abierto, el medio que comenzó en febrero y tuvo su presentación formal en este encuentro. «Quisimos romper los límites de la institucionalidad. Canal abierto busca que haya un espacio de resonancia para las distintas luchas del movimiento popular a lo largo de todo el país», manifestó. Por su parte Federico Chechele, Secretario de Prensa, agregó: «Somos sujetos que discutimos apolítica con conciencia de clase. Nos preguntamos cómo plasmar eso y así surgió, como un canal donde puedan confluir actores del campo popular, abierto a cualquier experiencia de comunicación que quiera articularse y necesite de este espacio».
Una vez más, las calles porteñas se llenaron de mujeres que resisten y denuncian el patriarcado, el acoso y la violencia machista. Solas y organizadas, grandes, jóvenes y niñas, con diferentes elecciones sexuales, todas juntas desbordaron la Plaza de Mayo. El sábado pasado, la tercera marcha “Ni una menos” cerró con un documento consensuado por más de treinta organizaciones que fue leído por la periodista Liliana Daunes y la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas. “Basta de complicidad estatal”, dijeron.
Una vez más la Plaza de Mayo se llenó de consignas: “Juicio y Castigo” “Nunca Más” “Ni olvido, ni perdón, ni reconciliación”. Frente al escenario, delante de las vallas, unas veinte llamas flamean alrededor de un pañuelo gigante. Algunas personas se acercan con una vela, la prenden, miran el símbolo unos minutos. De fondo, la multitud entona: “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.
Con las avenidas todavía repletas de agrupaciones que esperan para entrar a la Plaza, los discursos terminan y estalla el tradicional grito de: “30.000 detenidos y desaparecidos: presentes. Ahora, y siempre. Ahora, y siempre”. Los pañuelos tiñen la Plaza de blanco. Como cada jueves a la tarde, como se pintó aquel día hace cuarenta años, pero esta vez multiplicado por cientos de miles desde la Casa de Gobierno hasta el Congreso. Algunos se van y otros llegan, la Plaza estará poblada hasta pasadas las 21.00. Los que no llegaron al acto -hubo desperfectos simultáneos en varias líneas de subte- quieren estar, pisar la Plaza, sumarse al repudio contra el fallo de la Corte Suprema de Justicia que extendió el beneficio del 2×1 a condenados por delitos de lesa humanidad.
El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), La Brecha, el Frente Popular Darío Santillán, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el MST Frente de Izquierda avanzan por Diagonal Norte, mientras el Movimiento Evita y la Juventud Peronista llegan por Avenida de Mayo.
La adhesión a la movilización reúne a todo el arco opositor, la CGT, también a intendentes del Conurbano bonaerense.
San Martín, Bolívar y Defensa también alojan a cientos de personas, grupos de amigos, familias y parejas que intentan llegar a la Plaza. “Hace quince años que marcho todos los 24 de marzo, y hoy fue impresionante”, dice Tomás a ANCCOM. Lleva colgado un cartel con la fotografía de una mujer desaparecida durante la última dictadura. “Me gusta tomar la historia de algún compañero desaparecido y marchar con su nombre en el pecho”, explica.
Entre las agrupaciones que avanzan por la Avenida, se distingue una bandera más sutil pero no menos plantada: la Asociación Americana de Juristas (AAJ) que tiene entre sus objetivos principales “la defensa y promoción de los derechos humanos”. Esta vez, levanta su bandera contra el 2×1. Liliana Costante, integrante de la asociación, denuncia la decisión de los jueces. “Si tuvieran un poco de dignidad, renunciarían”, razona.
Además, advierte que la ley aprobada en el Congreso “es un acto político simbólico, pero necesario”. Y amplía: “Ya existe legislación internacional para comprobar la inconstitucionalidad del 2×1. Es como que acá diluvie y vos sacás una ley para explicar que está diluviando. Los juristas no estamos en un tupper ni en una palmera, sabemos bien que el conocimiento es una herramienta de lucha”.
En la esquina de Avenida de Mayo y Chacabuco, un grupo de hombres y mujeres tocan los tambores. Las calles están menos abultadas y los puestos de hamburguesas más concurridos. María García Medina es psicóloga y tiene cincuenta y cuatro años. Desde que llegó a la Capital, en el 82’, acompaña la ronda de las Madres. “Me encanta estar acá, me emociona”, explica María a ANCCOM. Y recuerda a sus amigos detenidos durante la dictadura. Lleva dos pañuelos blancos: uno en la cabeza y otro alrededor del cuello.
La luna llena encandila más que los faroles de las calles. Entre las últimas banderas que se acercan, está la infaltable wimphala, con el grupo de sikuris que suena alrededor. Hace una hora las Abuelas y Madres terminaron el discurso, pero las organizaciones siguen avanzando. Nadie se va sin llegar a la Plaza.
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León Gieco, quien no puedo llegar a la marcha, le dedicó esta canción a las Madres y Abuelas:
Las federaciones Conadu, Conadu Histórica y Fedun que nuclean a los docentes e investigadores universitarios cerrarán esta semana una medida de fuerza inédita en la última década y en el marco del dilatado conflicto docente: siete días de paro que incluyeron clases y acciones públicas para visibilizar el reclamo por un aumento salarial del 35 por ciento. El epílogo de la protesta se dibujará el martes con una nueva Marcha Federal Universitaria desde Congreso hasta Plaza de Mayo con la participación de docentes, no docentes y estudiantes.
Con protestas y reclamos en diferentes puntos del país, la medida de fuerza tuvo un capítulo especial en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de 6 reuniones paritarias, las dos gremiales docentes de la UBA, la Federación de Docentes Universitarios (FEDUBA) y la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) ratificaron el rechazo a la oferta del gobierno nacional de un 18 por ciento que se terminaría de pagar en 2018.
Según Federico Montero, secretario general de FEDUBA, el reclamo de los profesores universitarios excede la recomposición salarial. “En términos más generales es una discusión sobre el presupuesto universitario que ha disminuido en relación al porcentaje del PBI”, puntualizó.
Además, el titular de FEDUBA advirtió que los docentes buscan poner en la mesa de discusión “la cuestión del sistema de producción científica que atraviesa una crisis que no se ha resuelto”. Tanto FEDUBA como AGD coinciden en exigirle al gobierno nacional que cumpla con su compromiso de llevar a cabo un plan para regularizar la situación de los docentes contratados y de los ad honorem, según estaba estipulado en el acuerdo de 2016.
“Es muy sencillo, los índices que se vienen publicando marcan que la inflación va a rondar un 25% y nos ofrecen un 18%, siete puntos menos. Eso sin contar lo que perdimos el año pasado de nuestra capacidad de ahorro y de salario con una inflación del 45% y aumentos del 34%” declaró Santiago Gándara, secretario general de AGD, consultado por esta agencia.
La medida de fuerza se tradujo en clases públicas en las estaciones de subte, frente al Ministerio de Educación, en la puerta del Rectorado y en el Polo Científico Tecnológico, además de en cada una de las Facultades. A la vez, se realizó una bicicleteada en el Obelisco, organizada por AGD, en alusión a la actitud del gobierno nacional de posponer la resolución del conflicto a lo largo de las reuniones. “Nosotros venimos con más de 20 días de paro en el año, la novedad es que todas las federaciones coincidimos del 8 al 13, esto fortalece la medida. Incluso en las Facultades donde la adhesión suele ser más débil se notó”, explicó Gándara.
El martes próximo todas las gremiales docentes convocan junto a las federaciones estudiantiles a marchar del Congreso Nacional al Palacio Pizzurno a las 17:00, en rechazo al ajuste en la educación que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. “Participan todas y cada una de las federaciones docentes, estudiantiles y todos los colectivos”, subrayó Montero. Para Gándara “la idea es replicar la movilización del 12 de mayo del año pasado para golpear al gobierno y mostrar la legitimidad de nuestros reclamos. Lo que está claro es que sin respuesta o la misma respuesta en todas las reuniones el conflicto se va a mantener”.
Después de un mes que devolvió el protagonismo de la escena pública a las movilizaciones callejeras, el gobierno festejó el sábado su propia marcha “autoconvocada” en la Plaza de Mayo. Bajo la consigna de defensa de la democracia, miles de ciudadanos buscaron contrastar frente a la Casa Rosada la secuencia de un marzo plagado de reclamos de organizaciones políticas, sindicales y sociales, todas lideradas por la bandera de la lucha docente.
Alejandro Grimson, investigador del Conicet y docente de antropología en la Universidad de San Martín (UNSAM), analiza los alcances de esa convocatoria y traza un diagnóstico sobre un marzo intenso en las calles. “Salieron a hacer una marcha de la oposición a la oposición, una suerte de rescate y reivindicación a un gobierno que está desorientado políticamente. Esta gente no sale a marchar por deporte. Salen a marchar por emergencia”, subrayó.
¿Qué impresiones le dejó la movilización del 1A a favor del gobierno?
Una tomada de pelo. Me arriesgo a decir que marzo posiblemente haya sido el mes donde más argentinos salieron a las calles, con lo cual hemos vivido muchas movilizaciones callejeras y múltiples. Objeto profundamente el hecho de que la hayan llamado “Marcha de la Democracia” porque somos millones los que defendemos la democracia y no adherimos a esa marcha. Tienen toda la legitimidad para marchar, pero no para llevar el nombre de “democracia”.
¿Cómo entiende esa palabra?
Me parece que la marcha del 24 de marzo, que es el aniversario de la tragedia más grande que vivió la historia argentina es, justamente, la destrucción más brutal de la democracia. Si bien hay diferencias políticas, y muchas formas de pensar y sentir la historia, este último 24 fuimos miles movilizándonos (me arriesgaría a decir que fue el 24 de marzo más convocante), y eso es porque defendemos la democracia. Hay algunas cosas que me parecen inadmisibles. Una es que se identifique un modo de pensar de un dirigente con el modo de pensar de todos los que van a una marcha. Es sumamente injusto y violento. En todo caso, el diagnóstico es que no hay ningún dirigente que sintetice la diversidad de la gente que va a las marchas como la del 24 de marzo. Los que siempre vamos con la SUBE, a todas las marchas, nos resulta sumamente violento que el Presidente hable que nos convoca “el chori y la Coca”. Por dos razones: una es que no vamos por ningún “chori”, y si así lo fuese, no tendría nada de malo. El chori es símbolo del pueblo movilizándose. Me da la sensación de que hay cosas que con este gobierno se empezaron a decir y que no están buenas. Los discursos de odio son muy peligrosos para la convivencia, por eso la libertad de expresión es vital y es parte del consenso que, creo, se empezó a resquebrajar. Cosas como “reivindicar la represión” o poner en duda la cantidad de desaparecidos son las que se estuvieron escuchando estos últimos meses.
El gobierno anterior también tenía aspectos agraviantes en su discurso…
Sí, es verdad, pero jamás se había puesto en duda la cantidad de desaparecidos, o jamás el Presidente se había ido de viaje, como si fuese un feriado más, todo lo contrario… Si se está luchando por la Memoria y la Verdad no se puede decir que un gobierno democrático tiene algún punto de comparación con el Terrorismo de Estado. Eso sería diluir el peso del mismo y, además, estaría mintiendo, que en política eso llevaría a una guerra de palabras.
¿A qué se refiere con “guerra de palabras”?
Esta cuestión de que somos enemigos, que es una lucha a muerte, de que todo es una dictadura si no es mi gobierno. Veo un riesgo de una guerra de palabras en donde cada uno diga que el gobierno que no le gusta es una “dictadura”. Pensar así es un retroceso en materia político-jurídica. Uno esperaría que en 30 años de democracia, la sociedad entendiera que abusar de las palabras es muy peligroso, que los conceptos “Terrorismo de Estado”, “dictadura”, “democracia” no son palabras livianas, ni mucho menos, sinónimos.
¿Cuándo cree que comenzó esa “guerra de palabras”?
Creo que siempre la hubo. Desde la época de (Juan Domingo) Perón hasta los tiempos actuales. Yo critiqué las metáforas de que “Macri es la libertadora sin tanques” o “Macri es la dictadura sin Terrorismo de Estado” me parecen metáforas obturantes que no facilitan entender al macrismo. Es muy importante entender al otro en política si se quiere actuar y construir mayorías democráticas.
¿Encuentra algún tipo de relación a la marchas que se hicieron desde la oposición al gobierno anterior con la del 1A?
Sí, yo creo que hay una raíz de semejanza, algo de familiaridad. Nadie puede dudar de la masividad del 17 de octubre de 1945, pero veinte días antes, fue la marcha del 19 de septiembre “por la Constitución y la Libertad” que estaba compuesta principalmente por grupos que opinaban que Perón era un nazi-fascista. En la historia argentina siempre hubo marchas. No empezaron hoy. Hay algo que los argentinos tenemos que entender y aceptar, si queremos vivir en democracia, que es que en la Argentina se piensa de distinta manera y el desafío está en tratar de conseguir mayorías, y que se vean reflejado en las urnas. Eso es democracia, y si no es otra cosa.
El gobierno de Cambiemos siempre fue crítico de las marchas. Sin embargo, el sábado salió a reivindicar la movilización…
El actual gobierno busca sistemáticamente desconocer a los sectores sociales que estamos protestando en las calles y eso es muy grave. Dice que quiere unir a los argentinos, pero es el principal protagonista de la guerra de palabras que hay en el país. Su sector político tendrá derecho a pensar lo que quiera, pero lo que está haciendo al decir que “todas las marchas son compradas” es negar el derecho de a la protesta y a la disconformidad. Por otro lado, la gente que fue el sábado pasado salió a las calles porque vio que el gobierno estaba siendo derrotado por las otras movilizaciones. Salieron a hacer una marcha de la oposición a la oposición, como una suerte de rescate y reivindicación a un gobierno que está desorientado políticamente. Esta gente no sale a marchar por deporte. Salen a marchar por emergencia.
¿Cree que habrá nuevas marcha parecida al 1A, de respaldo al gobierno?
Eso me parece que es muy difícil de pronosticar. Hay varios elementos. Toda la variedad de marchas en contra del actual gobierno que hubo en marzo fueron bastante heterogéneas (a nivel político partidario) por lo tanto no tienen una representación única. El gran problema es que esas marchas no están logrando una traducción al espacio político, no tienen una traducción mecánica electoral. El gobierno intentará avanzar en la guerra dicotómica y en función de eso intentar el mayor éxito electoral. Igual, esta no es la primera vez que un gobierno constitucional lleva a cabo una política de esta índole. Durante el primer gobierno de Carlos Menem hubo varias marchas y, aún así, salió reelegido.
¿Cree que volverá a suceder algo parecido?
Ojalá que no, pero eso va a depender de los referentes sociales y políticos que tienen una gran responsabilidad. En la medida en que ellos ponen sus propios intereses por sobre sus agrupaciones y por sobre derrotar el modelo neoliberal, en realidad lo que hacen es allanar el camino a este gobierno. Lo que yo veo es una dinámica de fragmentación muy grande que le facilita el camino al gobierno.
¿Cómo entiende el paro de la CGT de esta semana?
Creo que venimos de 16, 17 meses de una pérdida muy grande de salarios, de una inflación muy grande, de una redistribución muy injusta de los ingresos y el paro es una forma de expresión del rechazo de esas medidas por una parte de la población. Igual esto aparece más como si fuese una situación particular, en donde la gente descarga su bronca, pero al día siguiente cada quien vuelve a trabajar. Lo que pasa es que una vez que cierre la paritaria docente, cierran el resto de las paritarias del Estado. Debería volver a haber otra gran movilización por parte de los docentes. El gobierno, seguramente al día siguiente, va a seguir con su política de división y polarización.