¿En qué quedó la UniCABA?

¿En qué quedó la UniCABA?

Después de un ruidoso conflicto con la comunidad educativa porteña, la UniCABA comenzó a funcionar de manera silenciosa y ya tiene su primera egresada. Dos modelos de docentes en disputa. El proyecto para limitar las huelgas.

Julieta Accari es docente en constante formación. Se recibió de bachiller con orientación docente, es profesora de enseñanza primaria y enseñanza de adultos, y realizó varios postítulos, como políticas de la infancia y seminarios de ecología. Hace dos años se animó a dar un paso más en su formación profesional y comenzó a estudiar la Licenciatura en Enseñanza Integrada de Ciencias Naturales, Tecnología y Matemática para Educación Primaria en la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, y el 31 de agosto de 2022 se convirtió en la primera egresada de esa casa de estudios.

La Universidad de la Ciudad de Buenos Aires es una institución pública destinada a la formación de profesionales mediante carreras de grado y de posgrado vinculadas a la educación, la tecnología y la producción de la gestión pública en el área metropolitana. En marzo de 2021 se inauguró el primer ciclo lectivo con más de 350 estudiantes inscriptos. “Mi experiencia en la universidad fue desafiante, ya que hacía años que no tenía una exigencia tan grande en cuanto a cantidad de materias y ritmo de estudio. Yo soy profesora de Matemática y Ciencias Naturales en 6° y 7° grado, soy referente de escuelas verdes y trabajo con la tecnología digital en el aula. Me pareció muy oportuna la temática de la licenciatura de enseñanza integrada en las tres áreas de mi competencia, ya que se nos pide esa integración, pero no se nos enseña cómo hacerlo”, expresó Accari.

Sin embargo, la Universidad de la Ciudad, también conocida como “UniCABA”, presenta un origen conflictivo en el que hay diferentes concepciones y modelos de la educación en juego, así como intereses políticos que hasta hoy generan disputa en la comunidad educativa.

Tiempos de reformas

El 22 de noviembre de 2017 el Ministerio de Educación porteño presentó en la Legislatura el primer proyecto de ley que proponía la creación de la UniCABA, una nueva universidad gratuita que concentrará toda la formación docente de gestión estatal de la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, se reemplazaría a los 29 institutos de formación docente existentes en la Capital Federal mediante la correspondiente transferencia “de sus patrimonios, personal docente y no docente, matrícula y sus partidas presupuestarias” hacia la nueva institución, como explicita el artículo 6°.

Entre los principales fundamentos de este proyecto se encontraban la falta de docentes en la Ciudad y el descenso paulatino de nuevos graduados en esta área cada año. En aquel entonces, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña detalló a Infobae: “La formación docente es el aspecto central en la reforma que queremos para las escuelas del futuro, pero partimos de un problema: no hay docentes”.

En un diagnóstico realizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) sobre la formación de nuevos docentes se observa la cantidad de graduados que año a año disminuye, así como la cantidad de cargos sin cubrir en escuelas. A la vez, se advierten ciertas desventajas de las carreras terciarias frente a las universitarias, por ejemplo, debido a la demora para recibirse o a la rigidez de los formatos.

El GCBA esperaba la aprobación de este proyecto de ley con la intención de que la UniCABA abra sus puertas en 2019. Sin embargo, la polémica no tardó en llegar y la comunidad educativa salió a repudiar estas medidas, alegando que los directivos de los profesorados no fueron consultados sobre las mismas. “La UniCABA se plantea en 2017 con el objetivo de cerrar los 29 institutos de formación docente que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Ese era el proyecto original presentado en la Legislatura, y solo fue impedido a partir de la lucha que llevaron adelante los profesorados”, expresó Enzo Valenzuela, representante estudiantil del Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González.

Y esa lucha docente se vio plasmada a lo largo de 2018 mediante paros, movilizaciones, asambleas y reclamos de los 29 profesorados contra el proyecto UniCABA. “Fue muy importante lo que sucedió en 2018 en términos de movilización y se siguen sosteniendo esos mismos principios en términos de lo que debe ser la formación docente y la importancia de los profesorados”, sostuvo Gabriela Gelber, pedagoga y docente en el Instituto de Educación Superior Juan B. Justo.

A mediados de 2018, la ministra Acuña declaró que el proyecto de ley avanzaría, pero con algunas modificaciones. Y en septiembre de ese mismo año se presentó un segundo documento que reconoce la continuidad de los Institutos de Formación Docente, aunque no menciona el respeto a su autonomía.

Aún así, el nuevo proyecto no fue bien recibido por los profesorados y sus voces se hicieron escuchar en la calle. Luego de dos tensos días de acampe y represión que dejaron personas heridas, el 2 de noviembre de 2018 se aprobó la Ley 6053, titulada como “Ley de la Formación Docente del Sistema Educativo y Creación de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. 

Así es como en 2019 se puso en marcha la creación de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires con un presupuesto de más de $42 millones para reacondicionar el, hasta entonces, Ministerio de Educación de la Ciudad ubicado en Av. Paseo Colón 255, nueva sede de la UniCABA.

En marzo el GCBA emitió el Decreto 92/2019 que crea un nuevo organismo de regulación para los institutos docentes: la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente. Su principal objetivo es supervisar y coordinar a los profesorados para formular una nueva política para la formación de los maestros.

Mariano Palamidessi, doctor en Educación, fue nombrado director de esta unidad y detalló en su momento a Clarín: “La Ciudad invierte mucho dinero en la formación docente, pero con una eficiencia muy baja. Los institutos tienen un grado de autonomía muy grande pero no hay planificación ni coordinación, lo que genera superposición geográfica y de contenidos. Acá nunca hubo una política de formación docente, así que el sistema está generando egresados con diversos niveles”. Nueve meses más tarde, Palamidessi fue designado como el primer rector de la Universidad de la Ciudad, cargo que actualmente sigue ejerciendo.

El año 2020 fue particular a nivel histórico y mundial. La pandemia del covid-19 detuvo el reloj y por ese motivo se retrasaron algunas cuestiones organizativas de la UniCABA. Se pueden destacar algunos avances: se efectuó la mudanza del Ministerio de Educación al Barrio Rodrigo Bueno (ex villa 31), se terminó de acondicionar el edificio de Av. Paseo Colón y se anunció la apertura de la universidad para el año 2021. Mientras tanto, la incertidumbre de los institutos de formación docente crecía día a día.

¿Qué se enseña a los que enseñan?

La creación de la UniCABA y el enfrentamiento con el cuerpo educativo de los 29 profesorados puso en debate dos modelos distintos de formación docente. Según Enzo Valenzuela “el perfil de docente al que aspira un estudiante de un profesorado es totalmente diferente al propuesto desde el Ministerio de Educación de la Ciudad.” Y argumentó: “El primero apunta a la construcción de un pensamiento crítico, a un conocimiento al servicio del pueblo, a que se trabaje con valores democráticos genuinos en el aula”.

En la misma línea la representante estudiantil del Joaquín V. González, Lourdes Yuguero, comentó a este medio: “Sabemos que la educación a la que apuntan ellos es una educación para el mercado, y la educación que proponen los profesorados es una educación totalmente diferente: una educación liberadora, que más allá de que sirva para salir al mercado laboral, es para ser formadores de futuros ciudadanos críticos, con base y eje en los derechos humanos. Esto no aparece en la UniCABA”.

Si bien a partir de las reformas al proyecto de ley la UniCABA se planteó como una institución que no competiría con los profesorados, su oferta académica coincide, aunque con significativas diferencias en su contenido.

María Mercedes Zambrana, profesora y coordinadora del programa de Enseñanza de las Ciencias de la UniCABA hizo declaraciones a este medio sobre la formación docente de la institución: “Nosotros tenemos carreras que si bien tienen títulos similares tienen un enfoque totalmente diferente, enfoques integrados y novedosos, por lo cual no estamos compitiendo en el momento que no ofertamos lo mismo. El año que viene se abren carreras como la Licenciatura en Tecnologías Digitales, ya nos vamos del rubro exclusivamente educativo”. Y agregó: “La idea es fortalecer al equipo de la Ciudad de Buenos Aires, con otras herramientas conceptuales y didácticas que en este momento no están necesariamente en todos los lugares”.

Una cuestión de prestigio

Para Julieta Accari, la primera egresada de la UniCABA, la universidad implicó todo un desafío: “Nunca había asistido a una universidad por diferentes motivos. Antes la universidad no era tan accesible. Mi familia es de clase media, nunca nos faltó nada, pero los ritmos académicos estaban por encima de mis tiempos, tenía que colaborar con la casa.” También agregó: “El título universitario jerarquiza nuestra profesión y nos abre otras posibilidades”.

Gabriela Gelber, profesora en el I.E.S. Juan B. Justo opinó: “Hay una mirada más elitista de la universidad en términos de la educación superior no universitaria.” 

La UniCABA al ser una universidad, ¿tiene mayor jerarquía que los profesorados? Gabriela Gelber explica que “los dos son de educación superior. A partir de la Ley de Educación Superior está la educación superior universitaria y no universitaria. Me parece igual que hay un efecto más simbólico, ligado al sentido común que la universidad tiene más jerarquía en términos valorativos que un profesorado”.

Aunque la UniCABA tiene rango de universidad, sus títulos emitidos otorgan menos habilitaciones que los títulos de los profesorados. Lourdes Yuguero explica: “Hay varios problemas ahí. Primero, los títulos de la UniCABA son sólo válidos en la Ciudad, no son títulos nacionales. En los profesorados, el título te habilita a dar clases en todo el territorio nacional. Segundo, el título de la UniCABA solo te habilita a ser profesor de Nivel Inicial y Medio. El título para nivel superior no existe y queda reservado para los licenciados. Es un recorte a nivel territorial y a nivel formativo”.

¿Coexistencia o unificación?

 

El 10 de marzo de 2021 comenzó el primer ciclo lectivo en la Universidad de la Ciudad con más de 350 inscriptos. Una vez iniciadas las clases, el debate se centró en si es posible la coexistencia entre la UniCABA y los profesorados históricos, o si el caso culminará con la integración de estos a la nueva universidad.

Lourdes Yuguero manifestó: “Que exista la UniCABA junto a los profesorados implica ir desfinanciándolos de a poco. Lo que están buscando es que la educación sea de tan poca calidad que los estudiantes elijan a la UniCABA. Porque para que haya una educación de calidad también se necesitan condiciones materiales”. En ese sentido, se explayó: “Por ejemplo, en el Joaquín robaron microscopios que son carísimos y que nadie los va a reponer. Imaginate estar cursando el profesorado en biología y no tener un microscopio para estudiar. Eso condiciona tu tipo de educación. De forma directa o indirecta el objetivo es el mismo, que se concentren todos los estudiantes en la UniCABA”.

Por su parte, Gelber analiza: “En la Ciudad de Buenos Aires faltan muchos docentes en el Nivel Primario y Secundario. A mí me llama la atención que no haya una política específica en términos de promoción de formación docente en los profesorados. No termino de entender cuál es la apuesta, si apuntan a una verdadera coexistencia, si apuntan a fortalecer uno en detrimento del otro, o si el punto es ese, que la formación docente sea universitaria”.

El 2021 también fue un año signado por la movilización docente, incluyendo reclamos por la titularización de más de 35.000 profesores del Nivel Terciario, así como el desfinanciamiento de los profesorados en beneficio de la UniCABA. “Con la no titularización masiva están haciendo lo mismo. Que los docentes estén en situación de interinos, que es este puesto intermedio entre suplente y titular, demuestra una intención de querer dejar las instituciones acéfalas. Sin titulares no hay directivos y sin directivos es mucho más fácil cerrar los 29 profesorados”, aclara Lourdes Yuguero. “La UniCABA no es autónoma. Sus autoridades y decisiones son dictaminadas directamente por el Ministerio de Educación de la Ciudad. Tampoco tiene órganos de co-gobierno con participación estudiantil”, afirmó Enzo Valenzuela, del Joaquín V. González.

El mejor estratega

Aunque los años pasan, las estrategias del Gobierno de la Ciudad para vaciar las aulas de los profesorados de la Ciudad persisten. En marzo de este año el Gobierno presentó en la Legislatura porteña el proyecto de la Reforma del Estatuto Docente, que, pese a las movilizaciones y protestas, fue aprobado en mayo.

Según la página del Gobierno de la Ciudad, los objetivos de la Reforma del Estatuto Docente son: “Actualizar la carrera y los contenidos brindando nuevas oportunidades de desarrollo profesional a los docentes, jerarquizar la profesión docente otorgando nuevos incentivos y formas de reconocimiento salarial vinculados al mérito, profesionalizar la práctica a través de propuestas formativas para que los docentes estén más preparados para formar a los estudiantes en los desafíos del presente y del futuro”, entre otros.

A su vez, en junio la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente envió un documento llamado “Propuesta de renovación de la formación docente” a los profesorados de Educación Física, donde propone una fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 cátedras. Dicha propuesta sería puesta en marcha este 2023, eliminando de la currícula materias como filosofía y sociología.

Otra de sus estrategias utilizadas fue la creación de un examen de ingreso para los 29 profesorados de la Ciudad. La evaluación diagnóstica, además de acortar los plazos de inscripción, traía un mensaje agregado: luego de ser tomada, los postulantes a la inscripción recibían un correo electrónico donde les recomendaban guardar un número de trámite para presentarlo en la Universidad de la Ciudad.

Las luchas docentes también persisten. Bajo las consignas «Basta de vaciar a los profesorados», «Titularización Ya» y «No a la UniCABA», profesores porteños se presentaron en la charla que Mariano Palamidessi dictó, la edición en 2022 de la Feria del Libro. 

 Pablo Jaruf, director del Profesorado de Historia del Joaquín V. González, aseguró a este medio la necesidad de revisar y diagnosticar el estado de los planes de estudio para no incorporar reformas impuestas desde el Gobierno de la Ciudad. “Nuestra propuesta es que armemos un gran movimiento de estudiantes, docentes, egresados y egresadas en el que podamos discutir qué tipo de planes necesitamos, cómo hacer mejoras y cómo actualizarlo con la realidad laboral que nos vayamos a encontrar cuando trabajemos en la escuela secundaria”.

 Por el lado de la organización estudiantil, durante el último semestre de 2022 se realizaron clases públicas, asambleas y marchas para hacer frente al nuevo tipo de educación impuesto por el Gobierno. Ante este panorama, Yuguero declaró que lo que queda es “resistir y visibilizar. Crear estrategias, lazos, salir a las calles juntos. Pensando en grande, y siendo muy optimista, diría que queda concientizar a la gente de la Ciudad para que deje de votar modelos que tienden a recortar el gasto público, con una idea de educación mercantil”.

Licitaciones, remates e innovación

La Universidad de la Ciudad, el año pasado comenzó su segundo ciclo lectivo de forma presencial con 1.100 estudiantes. De 2021 a 2022, duplicó la oferta educativa y triplicó la cantidad de ingresantes. A principios de septiembre de 2022, la casa de estudios tuvo su primera egresada, Julieta Accari, quien declaró: “Al ser la primera corte todo nos era muy próximo y es un camino que se está forjando”.

En enero de 2020 se realizó el “Concurso Internacional de Anteproyectos para la Construcción del Edificio para la Educación del Futuro”. El GCBA mostraba una nueva estrategia: la creación de un novedoso espacio en los terrenos que ocupaba anteriormente el Tiro Federal, ubicado en Núñez, donde se instalaría la nueva sede de la UniCABA. Este nuevo proyecto se llama “Parque de la Innovación”.

Seis meses después, Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, presentó oficialmente el Parque de la Innovación. En la página web oficial de este proyecto se define como “un nuevo espacio de la Ciudad de Buenos Aires que impulsará las actividades de emprendedores, estudiantes e investigadores, facilitando el encuentro entre ellos y generando sinergias con instituciones innovadoras públicas y privadas del país y del mundo con especial foco en educación, salud y tecnologías exponenciales”.

El futuro de la formación docente 

La convivencia de dos modelos de formación docente plantea interrogantes. “Me parece que la UniCABA fue el dispositivo político que se construyó, siendo una de las piezas claves de una estrategia política educativa. Hay un análisis sobre los docentes que existen en el sistema educativo y sobre el docente al que se aspira, que evidentemente no coincide con el modelo docente que quieren fomentar desde el GCBA”, reflexionó Gelber. A su vez, deslizó un debate sobre el rol de la docencia: “Este conflicto plantea también una idea de lo que es el trabajo docente, si la docencia es un trabajo o es un servicio. Hay discusiones en términos de concepciones ideológicas acerca de la educación, de la docencia, de los futuros docentes y de los estudiantes”.

Consultada al respecto, Accari opinó: “El gran debate es para qué sirve la escuela, si es que sirve para algo o es solo una guardería, un comedor y un lugar de contención para los chicos. Espero que podamos volver al rol central de educar y que la sociedad pueda ocuparse de lo demás, mejorando sus posibilidades socioeconómicas”.

En una charla dictada en la UniCABA, en septiembre de 2022, este medio accedió a las palabras del ex ministro de Educación de la Nación y actual diputado, Alejandro Finocchiaro, quien presentó un proyecto de ley vinculado a declarar la educación como “servicio estratégico esencial”, que todavía no tuvo tratamiento.

Esta nueva propuesta plantea evitar la pérdida de clases debido a las huelgas docentes e impulsa la creación de un sistema de guardias escolares para garantizar la apertura de las escuelas. “Vamos a replantear toda la discusión sobre el derecho a la huelga, que claramente debe existir en mi opinión, pero con sanos equilibrios. Está bien que los trabajadores tengan derecho a huelga, pero también está el derecho a aprender, derecho humano básico e inalienable de nuestros chicos. Nosotros decidimos equilibrar los dos derechos. Para eso, en el mismo momento en que la directora entrega la planificación anual, debe entregar un sistema de guardias de directivos, docentes y no docentes. Y entonces, cuando venga la huelga, la escuela se abre”, explicó el exministro. Advirtió: “Nos vamos a empezar a replantear este absurdo de que hay un gremio en la República Argentina que puede hacer 30 días de paro durante un año”.

En caso de que no funcionen las guardias, Finocchiaro respondió “por supuesto que preveré sanciones. También estamos trabajando en una red que se llama Eco Educativo, con la cual le vamos a distribuir a cada mamá y a cada papá un recurso de amparo, para que un juez ordene abrir la escuela inmediatamente. El día que logremos la primera apertura será el día que cambie la historia, porque será el día en que la educación de los chicos triunfe sobre el oscurantismo de la huelga”. Ese mismo día, Sabrina Ajmechet, diputada nacional, agregó: “Con la charla de hoy del profesor Alejandro Finnochiaro estamos iniciando un ciclo que es sobre política educativa, que responde a una de las necesidades que llevó a la creación de esta universidad”.

El GCBA no parece tener reparos que ir contra los derechos de los trabajadores docentes y la autonomía de las trayectorias profesionales. Se vislumbra un futuro agitado en el que ambos modelos de educación siguen enfrentándose. Si bien la UniCABA ya está en funcionamiento y con una expansión notable en su oferta académica, no es desatinado pensar en una nueva etapa de movilización docente, observando los planes a futuro del GCBA. 

Una lucha cuerpo a cuerpo contra los agrotóxicos

Una lucha cuerpo a cuerpo contra los agrotóxicos

¿Cuál es el precio que pagamos por la devastación de nuestra tierra? Existen múltiples ejemplos que pueden responder esta pregunta y que siguen sucediendo a lo largo de nuestro país. Pero sólo a 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, hay un grupo de vecinas y vecinos que hace siete años decidieron formar un colectivo para luchar contra el agronegocio transgénico en ese territorio. El colectivo ecologista llamado Exaltación Salud nació en 2012 en el partido de Exaltación de la Cruz por iniciativa de dos mujeres que gracias a su lucha y a la unión que forjaron junto a sus vecinos, lograron visibilizar la problemática del agronegocio que acecha a la zona hace tiempo.

El 11 de marzo de 2019 hubo una fumigación sobre unas escuelas de esta localidad de la provincia de Buenos Aires, que derivó en una ordenanza que prohibió definitivamente las fumigaciones aéreas. Fueron las escuelas de Educación Primaria Nº 4 y de Educación Secundaria Técnica Nº1, situadas en Parada Robles, sobre el km 78 de la Ruta 8, las afectadas por una avioneta que durante varias horas y en horario escolar con estudiantes dentro, las fumigó junto a los campos linderos. Varios docentes y alumnos debieron recurrir a la inmediata asistencia médica por sufrir las consecuencias del veneno esparcido. A raíz de lo ocurrido debieron suspender las clases por dos días.

Dos meses después de este hecho, vecinas integrantes de Exaltación Salud realizaron una encuesta en los barrios de San José y Esperanza, pertenecientes al partido de Exaltación de la Cruz, que arrojó datos de la existencia de problemas de salud relacionados al uso del glifosato. En sólo estos dos barrios de 30 manzanas (280 casas) se encontraron 50 casos de cáncer. De un año a otro, 31 de las personas enfermas fallecieron. También descubrieron que en 94 de esos hogares las personas presentan otras enfermedades relacionadas a las fumigaciones como problemas respiratorios, de la piel, diabetes e hipertiroidismo. Si bien los datos no son oficiales, porque fueron las vecinas quienes los tomaron haciendo el relevamiento de casa en casa, los testimonios de los vecinos coinciden con lo expuesto.

Gabriela, mamá de Ana, una de las adolescentes víctimas de cáncer en Exaltación de la Cruz.

En las últimas dos décadas, el 80% de ese territorio cultivable de Exaltación de la Cruz fue ocupado por las soja transgénica. Si bien no existen estadísticas oficiales del uso de agrotóxicos en el país, según los datos de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE), entre 2003 y 2012 el consumo de agrotóxicos aumentó 850%. Según datos de la industria, en Argentina se aplican de 12 a 15 litros de glifosato por hectárea, mientras que por ejemplo en Estados Unidos se emplea la mitad. En nuestro país, se pulveriza en promedio 7,6 litros de herbicida por habitante: Argentina es el país que más glifosato utiliza por persona en todo el mundo.

Anabel Pomar, periodista y vecina de Exaltación, cuenta que en 2012 el Concejo Deliberante de la ciudad aprobó una ordenanza que prohibía fumigar a menos de 150 metros de las casas y a menos de 300 de las escuelas, pero la norma no fue reglamentada por siete años.

En 2015 murieron de cáncer tres chicas de entre 13 y 15 años, dos de ellas asistían a la escuela fumigada y la tercera vivía enfrente. Las fumigaciones nunca pararon, pero mientras las pulverizaciones crecían, también lo hacían las denuncias de los vecinos. Patricia Benitez, farmacéutica y una de las integrantes de Exaltación Salud, consiguió que la Justicia le otorgue un amparo que prohíba las fumigaciones a menos de 1.000 metros de dónde vive. Sin embargo apeló el fallo porque, según explica, su objetivo no era obtener la medida para ella sola sino para el bien común de todas las personas y el medio ambiente. El Poder Judicial aceptó su apelación.

Argentina es el país que más glifosato usa por habitante en el mundo.

Gracias a Benitez y a otras personas que se sumaron a la causa, en 2019 se consiguió un amparo que prohíbe las fumigaciones a menos de 1.000 metros de distancia, incluyendo las zonas urbanas, rurales y las escuelas. Ese mismo año, la entonces gobernadora María Eugenia Vidal estableció, a través del Ministerio de Agroindustria, la resolución 246 que permite el uso irrestricto del glifosato y otros agrotóxicos cerca de zonas habitadas y escuelas. Si bien el nuevo gobernador bonaerense, Axel Kicilof, suspendió la entrada en vigencia de la resolución y en mayo de este año prolongó el veto vigente a dicha norma, es necesaria su derogación definitiva. Mientras tanto, el vacío legal existente es aprovechado por los fumigadores para seguir aplicando agrotóxicos. El 3 de marzo pasado, en la localidad de Pergamino, un avión fumigador sobrevoló la escuela N°37. Pese a que en la actualidad hay varios proyectos en curso, aún no existe ninguna ley nacional que regule el uso de agrotóxicos: cada provincia debe tener su propia normativa y cada municipio su propia regulación local.

 

Un modelo de exclusión social

 

Hay algo que a inquieta a las nuevas generaciones: el ambiente está siendo devastado. Y desde múltiples frentes (agentes políticos y sociales, tanto el sector público como el privado) atacan contra el cuidado y la preservación del mismo. Nos preguntamos qué es lo que despierta a algunos a dar a conocer, alzar la voz de lo que está sucediendo con nuestro suelo. Desde nuestra experiencia, decidimos contar una historia, que engloba a una comunidad y está repleta de subjetividades, pero sabemos que esta problemática está presente en gran parte de nuestro país y trasciende fronteras.

Desde la década de los 90, el agronegocio local se convirtió en un modelo de producción dependiente de los pesticidas altamente contaminantes. Progresivamente, Argentina fue cediendo lugar a la utilización de agrotóxicos y a semillas transgénicas resistentes a estos herbicidas y plaguicidas. En nuestro país no existe un marco legal que regule la utilización de estos productos en el país. Tampoco hay estadísticas oficiales que muestren el uso de estos químicos en estas tierras, las únicas cifras provienen del sector privado. Es decir, para el Estado argentino el suelo tiene un precio, y es la consolidación de esta correlación entre contaminación, insalubridad, pérdida de la soberanía alimentaria, desigual distribución de la riqueza y exclusión social, que se ha convertido en política de Estado.

 

“La multinacional te da libertad económica pero no te da libertad artística”

Con una infancia repartida entre Viedma y los atardeceres de Luis Beltrán, Lisandro Aristimuño vino a Buenos Aires a conocer un nuevo mundo y su voz inconfundible cautivó al público. Un largo recorrido lo llevó a ser reconocido en todo el país y a crear una identidad musical propia.

Hace pocos días presentó Criptograma -su décimo álbum- que vino con un condimento especial: es el primer material que grabó en Viento azul, su estudio propio, donde experimentó todo tipo de maquetas digitales que luego conjugó con los instrumentos de su banda. Una producción artística distinta, con muchos matices y con invitados de la talla de Lito Vitale y Valentín Oliva -Wos-, cruzando generaciones de figuras musicales en un mismo disco.

Dueño de una sensibilidad reflejada en su trabajo, el ejercicio de escucharlo te lleva a transitar caminos emocionales y a vincularnos de otra manera con el mundo. Desde el teléfono, con muchas risas y una capacidad reflexiva que pareciera no haber sido perjudicada por el encierro, Lisandro nos hizo viajar con su criptograma y charlar sobre cómo se relacionan el arte y lo social a través de su mirada sobre el futuro.

¿Cómo fue el proceso creativo de Criptograma?

Estos últimos años estuve girando muchísimo -no sabés cómo lo extraño- por todos lados. Es muy difícil tocar y llegar a todas partes en este país, que es tan grande, y eso llevó mucho tiempo. Este es mi décimo material y el proceso fue muy hermoso, porque es la primera vez que tengo mi propio estudio y eso me dio mucha libertad, no sólo de tiempo sino de tranquilidad. Haber luchado por este camino que es la independencia y la autogestión y, de repente, tener tu propio espacio donde marcás tus ritmos, tus horarios y tus tiempos hizo que el disco haya tenido una espiritualidad diferente a los otros. Tuve esa libertad no sólo de horarios sino económica: cuando alquilás un estudio, tenés que pagar la hora y tenés horarios de finalización. Por ahí estás en la mejor etapa de la canción o la mejor zapada y vienen a avisarte que tenés que cortar porque viene otro que la alquiló después que vos. De algún modo, los otros discos están todos preparados para eso y este no tenía ninguna preparación: fue espontáneo. Son canciones que las estuve escribiendo desde el año pasado, no son canciones viejas: son al tiempo de la grabación e incluso hay muchas que las terminé en el estudio. Es uno de los discos más libres que hice, en el sentido de no estar en una «cancha prestada», en donde podíamos jugar al fútbol, reírnos, poder parar cuando queríamos. Viento azul está hecho para eso y Criptograma tiene esa libertad.

Ser independiente y no tener la carga de una discográfica detrás también te da esa posibilidad.

Sí, puede ser, las discográficas te dan libertades pero tienen sus parámetros y sus tiempos. En las grandes discográficas te dan una fecha y la tenés que cumplir. En mi caso, si yo no me levanto a la mañana, me preparo unos mates y me voy al estudio, nadie me va a decir que lo haga: lo hago por amor -me encanta hacerlo- pero a mi tiempo. La multinacional te da libertad económica pero no te da la libertad en lo artístico.

Hay algo autobiográfico en Criptograma, de una cercanía y una conexión distinta a todo lo anterior. ¿Sentís que hubo una introspección tuya en la composición del disco?

Yo creo que siempre intenté hacer lo mismo, la única diferencia que hay es que ahora tengo 41 años y soy padre, por ejemplo. Yo antes también lo hacía, sólo que con otro punto de vista y con una diferencia de ser y de vivir. En ese sentido, en este disco artísticamente me puse en primer plano y en los otros discos jugaba con la música y con ser otra persona o ser un árbol, un río, el viento, una montaña, ser mujer o hijo. Criptograma habla de mí desde el lugar donde estoy viviendo. Me permití decir: «Bueno, ya está, quiero hablar un poco de mí».

A lo largo de tu carrera han pasado muchos invitados en tus distintos discos. En este caso, Lito Vitale y Valentín Oliva, Wos. ¿Cómo fue la experiencia de sumar a Wos? ¿Lo conocías?

Fue algo muy loco porque yo no lo conozco personalmente ni lo vi en vivo, de hecho la canción que grabamos la armamos en cuarentena de manera online.Para nosotros -Wos y yo-, fue hermoso porque de algún modo nos acompañamos. Cuando él recibió mi invitación para participar en el disco me dijo que me escuchaba hace muchos años, que le encantaba lo que yo hacía y yo le dije que mi hija de 8 años era fan de él. Empezamos a darnos cuenta que el tiempo no existe, de algún modo, por eso es que la música no tiene tiempo y no tiene estilo tampoco. La música es la música. Y cuando estaba grabando «Comen», la canción en la que Wos participó, tuve la idea de poner a alguien de otra generación y decidí que colaborara alguien que tenga una nueva raíz, un nuevo decir, y que él era el indicado por lo que siempre decía en sus canciones y en las notas que participaba.Hay mucha gente que graba con alguien mexicano o español para entrar en el mercado; en mi caso fue totalmente artístico. Necesitaba una voz nueva que hable de las injusticias del poder y de lo que está ocurriendo, alguien joven con esa garra que tiene él y me pareció fabuloso. Fue como buscar a un actor para una película y decirle: «A vos te toca la parte de batallar». Él aceptó y lo hizo de manera estupenda.

¿Qué te pasa cuando ves que dos generaciones distintas conjugan mensajes en una misma sintonía acerca de la desigualdad y el poder?

La verdad es que es triste que alguien a quien le llevo casi 20 años esté pasando por lo mismo y sepa de lo que significan las injusticias de este sistema y de las cosas que siguen sucediendo. No tenés que tener 80 años para ser un sabio y darte cuenta de lo que ocurre en el mundo. A veces se respeta más a la gente más madura pero en este caso Wos, así con toda su fuerza, dijo cosas espectaculares. Él escribió y grabó su parte de la letra y me pareció increíble.

¿El tema con Wos fue el único terminado durante el aislamiento o la composición del disco entero se terminó durante la cuarentena?

El disco se terminó de cerrar en pleno aislamiento. El piano de Lito Vitale (en el tema Hoy no fue ayer) fue grabado en su estudio y luego me lo mandó, por ejemplo. La canción “Nido” está hecha completamente en cuarentena, incluso en ese tema toque todos los instrumentos porque no podía tocar con mis músicos. Lo grabé solo en mi estudio: batería, bajo, teclado, todo está tocado por mí. Es la primera vez que toco una canción y todos los instrumentos de manera individual.

Con respecto a eso, ¿cómo llevás la pandemia y la cuarentena?

La verdad que estoy como todos, la vivo con muchas ganas de salir y de ver a mis amigos. Tengo ganas de ver gente, abrazarla, de juntarme con mis amistades y mirarnos a los ojos. Pero intento mantener la calma, dentro de todo. Saqué un disco que, creo, no es poco en este contexto.

¿Estás escuchando cosas nuevas o siempre volvés a tus influencias clásicas?

Soy melómano desde hace muchos años, coleccionista de discos, y escucho muchísima música. Si no hubiera sido cantante creo que igualmente habría terminado ligado a algo relacionado, porque adoro la música. En ese sentido, me la paso escuchando cosas de todo tipo: mi hija me muestra artistas nuevos que a ella le gustan y son muy interesantes, pero también voy a lo clásico porque soy un tipo muy respetuoso con la gente que hizo algo bueno por la música. Por ahí pongo Nick Drake, Paul McCartney, Nina Simone, que en su momento no fueron entendidos y me encanta reivindicarlos porque hoy siguen siendo modernos. La última banda que me partió la cabeza desde que surgió en los ’90 es Radiohead, todavía no tiene el valor que debería tener pero son una de las mejores bandas y tengo la suerte de poder ir a la disquería a comprarme su disco cuando sale.

¿De qué manera pensás que va a impactar este virus y sus consecuencias sociales en un futuro cercano? ¿Habrá un impacto en la instancia de producción artística? 

Todo lo social y político vincula como una trompada al arte. No está el arte por un lado y lo social y político por el otro; está todo conectado. Todo lo vinculado a lo que pasa socialmente va a tener una transformación. Por decir un ejemplo, en su momento, durante la Guerra de Malvinas se prohibieron canciones en otro idioma y por esa medida surgieron un montón de bandas increíbles que quizás no hubiesen existido sin esa decisión. Creo que hay un cambio social y eso hará que la música sea diferente.

Aumentan todas las formas de violencia contra las mujeres

Aumentan todas las formas de violencia contra las mujeres

El Observatorio sobre Violencia Patriarcal Lucía Pérez publicó su primer Informe 2020 sobre violencia de género y las cifras, lejos de descender, dejan registro de lo que sufrieron las mujeres durante este atípico año: 282 femicidios y travesticidios, y 322 niños y niñas quedaron huérfanos, son algunos de los datos.

Se trata del primer padrón autogestionado y público de femicidios, travesticidios, muertas por abortos clandestinos y desaparecidas. El Observatorio Lucía Pérez se formó hace un año, en memoria de la joven de 16 años brutalmente asesinada en Mar del Plata en 2016,  por iniciativa de periodistas de la organización lavaca.org que decidieron  poner en palabras lo que venían viendo con las familias de víctimas de violencia género. Su dinámica se basa en buscar información en expedientes, causas y entrevistas en donde se recolectan datos de distintos casos de violencia. “Es muy importante porque es la manera más fidedigna que nos permite estar tranquilas de que estos datos no mienten, son números tristemente reales. 

Acá mostramos esta cruel realidad. Nadie pone otro número que no es”, afirma Marta Montero, mamá de Lucía Pérez e integrante del Observatorio. Además, resalta que desde el Observatorio siempre hay diálogo con las familias que quieran acercarse para recibir y también ofrecer ayuda, no sólo para visibilizar los casos, sino también para ponerse a su disposición: “Esto es una red que tenemos desde el sufrimiento y la lucha por la justicia”, expresa la mamá de Lucía.

El Informe hace hincapié en los femicidios territoriales, es decir, aquellos crímenes que se produjeron en un marco de impunidad y violencia institucional, teniendo el Estado y la policía un rol fundamental. Como lo fue en el caso de la desaparición de 17 mujeres en situación de prostitución, ocurridas entre 1996 y 2001 y que fue recordado como el caso de “el loco de la ruta”, en donde se ocultaban las redes de mafia policial, narcotráfico y proxenetas. En ese tipo de asesinatos también puede incluirse el de Lucía Pérez, en donde la camioneta que requisó la policía se encontró droga con intenciones de venta y la cual se estacionaba todos los días frente al colegio de Lucía. O el de Melina Romero, quien desde el primer momento el Poder Judicial y la policía ignoraron su desaparición, tardando semanas en iniciar su búsqueda. Su cuerpo finalmente fue hallado por mujeres cartoneras del Movimiento Evita. Todos esos femicidios reflejan distintos grados de impunidad institucional.

Silvina Lico, abogada y parte del Programa de Atención de Niñez y Adolescencia y Género de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, expresa que el sistema judicial es uno de los bastiones patriarcales más fuertes y de los que tienen más presencia. “El acceso a la justicia es un derecho de todas las personas y a veces no está garantizado”. Por su parte, Montero aclara: “El estado no toma decisiones correctas. Al agresor es a quien hay que extirpar de la vida de la mujer, no como se hace al revés. Se lleva a la mujer a un refugio y es a quien hay que incentivar, darle herramientas, contención, tranquilidad emocional, acompañar y no dejarla sola. Al agresor sí hay que controlarlo y no perderle pisada, él es a quien el Estado debe controlar”.

“Los femicidios territoriales nos interpelan a hacer memoria de la batalla de la sociedad argentina contra la violencia institucional. Impone, en primer lugar, clasificarlos como una violación a los derechos humanos, es decir, comprender estos crímenes como un delito que comete el Estado, por acción, por omisión y por reiteración”, afirma contundentemente el Informe. 

Lico insiste, por su parte, en la importancia del llamado al 911 en casos de urgencia, en vez de la línea 144 que es la línea de consultas. Pero, si del otro lado no hay agentes con perspectiva de género, capaces de detectar ese riesgo, es en vano. “La capacitación tiene que llegar a todos lados. Que a los agentes se los obligue, una formación consciente y comprometida. Es necesario reflexionar sobre estas cosas que pasan para poder entender que si no tenés perspectiva de género vas a terminar cortando el teléfono y podrías haber evitado que maten a una nena de 14 años”, exclama Lico, haciendo referencia al caso de Florencia Romano de 14 años de la provincia de Mendoza, víctima de femicidio, en donde hubo un llamado al 911 que no fue tenido en cuenta y podría haber evitado el asesinato. 

Marta Montero asegura que la pandemia sacó las peores miserias de las personas y el encierro llevó a que sea más visible la violencia que ya existía en determinados círculos familiares. Según cifras publicadas por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, durante marzo de 2020 se recibieron 1.124 comunicaciones menos por violencia de género a la línea 144, en comparación con el mismo mes del año 2019. Pero, en abril de 2020, una vez iniciado el aislamiento, se recibieron 1.735 comunicaciones, un 23% más que el año anterior. “El sistema judicial es uno de los poderes del Estado que está menos informatizado. La pandemia le cayó como un baldazo de agua fría y tuvo que empezar a poner en marcha algunos sistemas de informatización, porque si no era todo a papel y a pie”, afirma Lico y agrega: “La pandemia ha hecho que algunas cuestiones se agilicen un poco más. Algunos juzgados lo están admitiendo, otros siguen en la misma. Te dan el papel y tenés que ir a notificar la denuncia, a veces parece que es el siglo pasado. Además de cargar con la responsabilidad a la mujer. Ella tiene que notificar que él no se puede acercar. Ella tiene que apretar el botón antipánico y él no cumple con la orden. Digamos que la mujer carga con hacer cumplir con las órdenes judiciales. Es casi un delegado de la justicia”.

Además, Lico advirtió que los centros de la mujer estaban cerrados y la atención telefónica dejaba mucho que desear. “Era muy complejo comunicarse. Las trabajadoras de la Dirección General de la Mujer, muchas en riesgo, no podían ir a los espacios presenciales, ahí faltó el accionar del Estado. El Gobierno de la Ciudad debería haber tomado gente que pueda estar en territorio y solucionar estas cuestiones y la verdad es que no lo hicieron. Las trabajadoras han hecho un gran esfuerzo, muchas son del movimiento feminista muy comprometidas, pero se notó esa ausencia en la Ciudad, sobre todo en los barrios más vulnerables o en los que más dificultades tienen para acceder a los servicios”. Desde la Defensoría del Pueblo se trató de monitorear la forma en la que el Gobierno de la Ciudad manejaba la pandemia en relación con la violencia. Lico afirma: “La verdad es que el organismo que debería atender el derecho de las mujeres, que es la Dirección General de la Mujer, está en una crisis presupuestaria, atiende la emergencia. Cuando hay una emergencia y hay un riesgo alto, digamos que cuanto peor mejor, cuando la situación es extrema se logran algunas cosas. Sobre todo, a través de la intervención de la Defensoría y de los equipos de trabajo, porque si no, no hay políticas sostenibles, ni políticas de prevención”.

Según el protocolo de actuación para casos de Personas Desaparecidas y Extraviadas del Ministerio de Seguridad de la Nación, es crucial que el fiscal les recuerde a los agentes policiales que no hay ninguna norma que exija el transcurso de 12, 24 ni 48 horas para poder empezar a trabajar en la búsqueda de una persona. Al respecto, Lico menciona: “Lo de las 48 horas es como un mito urbano. La policía lo usa, para mí, para sacarse trabajo de encima. Si una mujer desaparece, el Estado tiene que presumir que está privada de su libertad. Si vos partís de esta presunción de que una mujer falta de su casa porque está privada de la libertad la búsqueda se hace con otra perspectiva”. De acuerdo a los datos publicados por el Observatorio en 2020 hubo 133 mujeres desaparecidas y, focalizándose en la provincia de Jujuy, “según datos del Ministerio de Seguridad de Jujuy, en lo que va del año se radicaron 312 denuncias por desaparición de personas en la provincia y el número de denuncias por violencia de género es casi igual a las que se registraron en todo 2019. De las mujeres desaparecidas, 105 son menores de edad y 207 mayores. En los casos por hechos de violencia de género, sólo de enero a agosto de este año se registraron 2.195 denuncias, mientras que en todo 2019 el número había sido de 2.311”.

El Informe, además, destaca las otras víctimas de violencia, aquellos niños y niñas huérfanos por femicidios, quienes se convierten en víctimas ignoradas por las políticas estatales y los análisis académicos. En muchos casos fueron testigos de los crímenes, en otros perdieron a ambos padres. Si bien existe la Ley Brisa, que establece una reparación económica para los hijos e hijas víctimas de femicidios hasta los 21 años, y sin límite de edad si existe alguna discapacidad, el trámite para que se haga efectiva hace imposible que la ayuda llegue a tiempo, ya que solo puede ser percibida iniciado el juicio. La Ley Brisa se sancionó primero en la Ciudad de Buenos Aires, siendo una iniciativa legislativa del equipo de género de la Defensoría del Pueblo junto con la Casa del Encuentro. El trámite se lleva a cabo a través de las oficinas de ANSES, que es el organismo nacional que tiene más bocas en todo el territorio, facilitando así, que se pueda acceder a la reparación. 

Lico señala también la importancia de retirarle la patria potestad, lo que se llaman los cuidados parentales, a los femicidas. “Ha habido casos horrorosos en donde el femicida salía de la cárcel, o no estaba preso porque tenía prisión domiciliaria, y los hijos de esa mujer que había sido muerta en las manos de este individuo vivían con él porque era el padre. Es siniestro, pareciera una película de terror”, expresa la abogada.

Según informa el Observatorio, el 8 de abril de 2020, luego de haberse dado comienzo al aislamiento social obligatorio, desde el Estado nacional se detallaron dos medidas concretas para tratar con violencia de género. La declaración de la línea 144 como servicio esencial y la campaña “barbijo rojo” que constaba de que si una mujer estaba siendo víctima de violencia de género, podía acercarse a su farmacia más cercana y solicitar un “barbijo rojo” dando inicio a un protocolo de acción. “El pobre resultado cosechado por esa campaña exime de cualquier análisis sobre su eficacia, pero la persistencia del Estado nacional en promocionar a la línea 144 como única puerta de acceso a los programas de prevención y asistencia a víctimas de violencia machista representa un problema central, con graves implicancias, tal como advertimos en nuestro informe de mayo de 2020”, expresa el documento y Lico agrega: “Es un problema social, que se modificaría con la aplicación de la Ley Micaela en todos los sectores, con la aplicación de Ley de Educación Sexual Integral en todas las escuelas y en todos los niveles. Las denuncias son un eslabón muy importante pero solas no alcanzan. Si hay una denuncia y no tenés un policía capacitado con la perspectiva de género necesaria para saber cómo aplicar una medida de restricción o cómo actuar frente a una mujer que toca un botón antipánico o una llamada telefónica porque está siendo víctima de violencia, la orden o denuncia judicial por sí misma no sirve de mucho”.

Finalmente, luego de numerosas cartas enviadas al gobierno por parte del colectivo Familias Sobrevivientes de Femicidios, quienes se reunieron bajo la consigna El Estado ausente, nunca más lograron una respuesta este año por parte del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad en un encuentro virtual, en donde se dieron algunos lineamientos sobre las políticas públicas hechas hasta el momento. Por otro lado, esto también significó la reiteración del pedido de justicia por parte de las familias, quienes explicaron que muchos de los crímenes de sus hijas siguen impunes y, además, la exigencia de ser recibidas por el Poder Ejecutivo, ya que consideran que los femicidios deben ser prioridad en la agenda del gobierno nacional. “Nosotras siempre decimos que la justicia es justicia en tiempo y forma. Una justicia que llega tarde o muchos años después no es justicia, no va con su concepto. Estoy convencida de que, si bien las denuncias son super necesarias y el Estado tiene que actuar, tiene que proteger y tiene que hacerlo con diligencia, con la perspectiva de derechos humanos y de género que eso requiere”, cierra Lico. 

«Cuando Cristina levantó la bandera del cupo fue como si se hubiera abierto el Mar Muerto»

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Paula Arraigada en una Asamblea feminista en el año 2019

“Activista trans, peronista y feminista. Asesora parlamentaria en la Honorable Cámara de Diputados y referente del Frente de #TODOS.” Así se define Paula Arraigada en la biografía de su Instagram. Suele empezar sus días muy temprano y terminan muy tarde, la mayoría de sus reuniones toman un formato virtual, son de noche y abarcan temas diversos, no sólo las problemáticas de la población trans. Confiesa que esta nueva labor le lleva muchísimo tiempo porque el material a leer es muy denso y abundante. Cada día es un gran desafío adquirir conocimientos sobre aspectos técnicos en materia legislativa. Pero además porque, aunque la ampliación de derechos es evidente, justa y necesaria, normas como la Ley de Identidad de Género y el Decreto de Cupo Laboral Trans/Travesti no siempre se encuentran acompañadas cambios sociales inmediatos, ya que los estigmas y la discriminación siguen latentes.

 “Si te dijera que es fácil, te estaría mintiendo», reflexionó Arraigada en diálogo con ANCCOM sobre su experiencia en el campo de la política. “Primero, ¿cómo hacen política los sectores vulnerados? En segundo lugar, ¿cómo hace política una persona trans? Tercero, ¿cómo hace política una femeneidad trans?”, enumera armando una especie de mapa mental. Todo va en el mismo combo y es una experiencia de la que nadie puede salvarse en un ámbito históricamente hostil. Son situaciones desiguales de poder y complicadas “porque la política no está preparada ni pensada para que las clases populares ingresen dentro de la discusión, para las cuales el entorno académico – que es de otra clase social- si lo está. No para nosotras”, concluyó la asesora.

En su experiencia como militante hubo momentos dolorosos. Rememoró que en 2015 se encolumnó en una organización, donde empezó a notar en carne propia la doble cara política: “Una organización que levanta las banderas de Evita, pero a las clases populares las menosprecia. Recuerdo que en las primeras reuniones territoriales también me decían: “Vos no hables porque vos no sabés hablar”. Hay espacios donde persisten discursos dotados de odio y clasismo. Aunque han pasado cinco años de aquellas experiencias y todo parece estar en vías de deconstrucción, para Arraigada ese proceso no incluye a la toda política: “Yo todavía lo sigo padeciendo. Creo que es muy difícil para las clases populares sentarse en la mesa de los señores y hacer como si nada pasara, como tiene por costumbre una parte de la dirigencia política”. Para ella, los partidos son espacios donde la raíz patriarcal está presente en su origen. “Ese primer contacto que tuve -en 2015- cuando militaba orgánicamente lo puedo contar como parte de la violencia política que viven muchas compañeras, no solamente trans, sino también compañeras cis que vienen de las barriadas”. Por eso el foco está en generar nuevos espacios de inclusión porque “ya no es correcto políticamente que a nosotras nos ninguneen o que no nos dejen hablar. Necesitamos que nos dejen participar a la par, es decir, que ni los varones y mujeres cis sean un paragolpes para nuestros reclamos y para nuestras luchas, que no sean quienes quieran censurarlos”, sostuvo. En su análisis, el recinto aún no refleja representatividad de todos los sectores, todavía se puede notar la ausencia de las compañeras afro, migrantes, sordas, originarias, ciegas, que tienen un cuerpo no hegemónico, de las campesinas y de las villeras. Aun así “nos une la lucha transversal de la ausencia de derechos” y cada vez que una mujer cis o trans asume un rol suele someterse al juego patriarcal que la relega a “que estén siempre en el área de desarrollo social, el área de cuidados o violencias. Nunca vas a estar en lo que tenga que ver con lo más estructural, en pensar una política pública en cuanto a la regulación del trabajo, a la economía. Nunca en los lugares donde se disputa el poder real.”

Las luchas de Diana Sacayán, de Lohana Berkins y de tantas otras compañeras no fueron en vano, ya que marcaron el camino para que hoy exista el Decreto 721/2020 – Cupo Laboral Trans Travesti-. Para Arraigada, el objetivo es lograr que este decreto sea ley, pero la controversia está en quiénes digitarán los puestos de trabajo y para quiénes serán. “Hay muchas compañeras que resaltan la trayectoria de una organización y lo ponen como sello para decir: nosotras tenemos que estar acá y nosotras podemos decidir quiénes ocuparán esos puestos”.  Sin embargo, en los años la vida del colectivo trans no se modificó en ningún sentido y recién en 2020 se puede hablar de una posibilidad de trabajo en relación de dependencia. “El cupo tiene que ser la garantía de empleabilidad y de acceso a las oportunidades de esas compañeras que tienen grabada en su cuerpo la historia y lo que ha sido ser trans y ser travesti” porque el patriarcado intenta ocultar estos rasgos en historias detrás de un pensamiento meritocrático, y esperando a que esas trayectorias y experiencias sean muy parecidas a las de una mujer cis. “Los lugares son para las compañeras que pasan hambre, para las compañeras que no han tenido oportunidad laboral, no para romper un techo de cristal, sino para romper este piso de brea del cual muchas de ellas no pueden salir“, explicó la funcionaria.

“Nuestra batalla no termina con el cupo. Somos, además de travas, peronistas. Siempre vamos a estar militando por este afán enorme que es el que nos endilgó y machacó Evita en nuestras conciencias y corazones que es la felicidad del pueblo, así que la militancia va a ser hasta el último día que nosotras estemos vivas”, expresó Arraigada con emoción, y agregó: “Ojalá que mis compañeras también de una vez por todas empiecen a tener parte de esa felicidad que les fue negada.”

 

¿Qué soñás para el futuro?

 

– Tener días en paz, en un lugar con una huerta, animales y sentada bajo un paraíso tomando mate. Pero sobre todo contemplando todo lo que se pudo hacer.