Los sonidos del arte

Los sonidos del arte

Eva Shin, artista que participa en el disco  Otras formas Volumen 2.

“Un sello exclusivo para artistas visuales que hacen música”. Así comienza la presentación de la página web Otras formas, que intenta visibilizar la producción musical creada por artistas plásticos con trayectoria.  El primer disco fue lanzado en el año 2016, cuando Florencia Hana Ciliberti decidió visibilizar la música que ya habían producido numerosos artistas visuales. Comenzó  con un simple compilado de canciones, que representaban tanto a artistas contemporáneos como, al mismo tiempo,  trazaban un puente histórico con los pioneros, como Jorge de La Vega o Federico Peralta Ramos, quienes combinaron los lenguajes de la música con el de la plástica.

Fátima Pecci Carou, participante de Otras formas Volumen 2  afirma: “Soy pintora y también siempre me dediqué a la música desde un lugar más amateur; en paralelo de mi obra visual formé bandas. Y en un momento determinado tuve que elegir a qué dedicarme full time y ahí me aboqué más a la pintura,  pero la música siempre siguió estando presente”.

Otra de las artistas que participan en el disco, Eva Shin, afirma: “Otras formas Volumen 2 plantea una cuestión muy personal. Una, como artista, no separa una forma de expresión de la otra. De hecho, en la mayor parte del trabajo que estoy haciendo últimamente están asociados  los sonidos y lo visual”.

A través de mucha investigación, Ciliberti, que es música y artista plástica,  logró terminar el primer compilado, iniciando un camino para lanzar el segundo. “Fui investigando y de hecho terminé el volumen 1 y  en 2018 lancé el compilado 2 porque seguí encontrando más artistas. De pronto, los mismos artistas plásticos se animaron a mostrar sus proyectos. Muchos tenían grabaciones pero no todas estaban difundidas,  por ahí fueron presentaciones esporádicas o tenían que ver con sus inauguraciones”, señala la impulsora del proyecto, conocida -entre otras cosas- por la canción “Parque de diversiones”.

Pecci Carou afirma que los artistas cruzan esas fronteras constantemente. “Por ejemplo, cuando hace una pintura pero al mismo tiempo tararea una canción. Creo que hay un conjunto de artistas que está explorando todo el tiempo estas fronteras, estos bordes del lenguaje”.

El disco, además, exhibe una selección del  catálogo de la obra de cada artista , mostrando diferentes imágenes de sus trabajos. “Me parecía interesante este universo que se creaba entre la imagen y lo sonoro. Me importaba poner de manifiesto que un artista puede hacer todas aquellas cosas que, con compromiso, quiera hacer”, expresa Ciliberti. En esa línea,  Shin comenta que es muy actual esa mirada, ya que es muy habitual que artistas trabajen en distintas plataformas y que una alimente a otra.

“La particularidad que tiene Otras formas es que no es un sello discográfico de una empresa sino que es un sello discográfico-obra porque, yo soy artista y para mí esto fue como un proyecto también artístico”, afirma Ciliberti. Entre los integrantes de Otras Formas Volumen 2 se encuentra Roberto Jacoby, sociólogo, artista conceptual y autor de muchos de los hits del grupo de Rock Virus, y el arte de tapa estuvo a cargo de Alejandro Ros.

En la actualidad, ya habiendo hecho shows en el MAMBA, en el Museo Nacional de Bellas Artes y en la galería Ruth Benzacar, entre otros espacios, los artistas planean seguir con sus producciones y continuar con la exploración de  los distintos lenguajes. Como próximo paso, analizan incluir performances en las nuevas presentaciones del disco, otra manifestación característica de ese territorio híbrido que es el arte.

Arte bajo tierra

Arte bajo tierra

Son las diez de la mañana de un miércoles cualquiera. En la estación Parque Patricios de la Línea H, Celeste y Arturo -los protagonistas de esta historia- esperan sentados en un banquito a que les llegue su turno para ingresar al subte, detrás de músicos y algunos comerciantes. Cuando la espera termina, finalmente ingresan y viajan hasta la última estación, Hospitales, a la espera de que la formación arranque de nuevo y enfile para Facultad de Derecho. El metro se va colmando lentamente, con gente que chequea sus celulares, escucha música o lee. Cuando la formación arranca, un grito pincha sus burbujas: “Celeste, ¿me podés decir qué te pasa?”

La intensidad de la voz penetra como una flecha, y, rápidamente, los ojos de los pasajeros se posan sobre ellos. La escena de celos y amor comienza y el público se divide entre quienes les dan su atención permanente y otros que prefieren permanecer ajenos a ese caos.

Celeste busca un cómplice dentro del vagón para darle celos a Arturo, mientras el resto de los pasajeros observa y disfruta jocosamente de la situación. Algunos, sin embargo, se encierran en sus auriculares, como un adulto mayor que, a pesar de las súplicas de ella, que ubica su cara a dos centímetros, hace caso omiso.

La escena de celos continúa hasta que llega la reconciliación. Allí, ambos actores pasan la gorra y cuentan que son de la compañía Actores en Movimiento. Las pulsaciones de los pasajeros bajan y cada uno vuelve a su mundo, empujados por un renovado silencio. El aura se pierde y ellos bajan en la siguiente estación.

Actriz se pone cara a cara con un pasajero haciéndolo parte de su acto

«“Es difícil trabajar en el subte. Estamos invadiendo un espacio y hay gente que no está predispuesta a eso, o quizás está con la cabeza en otra parte», dijo Wellington.

“Es difícil trabajar en el subte. Estamos invadiendo un espacio y hay gente que no está predispuesta a eso, o quizás está con la cabeza en otra parte, pero hay momentos que creo que no hay mucha plata que pague la sensaciones que nos llegan”, asegura Wellington, mientras se baja del subte junto a su compañera Agostina tras interpretar el papel de Arturo una vez más.

Actores en Movimiento surgió al calor de la crisis del 2001. Ante una necesidad creciente por la falta de trabajo y la alta tasa de desocupación en la Argentina, Juan Pablo y Claudia decidieron fundar la compañía y lanzarse a los subtes para poder sobrevivir.

La idea fue primero probada en Madrid por conocidos suyos que habían emigrado, y luego implementada en Buenos Aires. “Juan Pablo y yo arrancamos hace 17 años en la línea D por un emprendimiento que tuvimos los dos. Nosotros somos pareja y necesitábamos definir, en 2001, qué hacer con nuestras vidas. Después de fundir un montón de cosas, dijimos ´bueno, basta, somos actores y vamos a actuar´. Así arrancamos, animándonos y viendo cómo era hacer esto abajo de la tierra”, asegura Claudia. Hoy, la compañía cubre todas las líneas del subterráneo en distintos horarios.

La mañana continúa y es turno de mudarse a la Línea B. Allí vuelven a estar Arturo y Celeste, pero esta vez caracterizados como dos adultos mayores. Arturo abre la escena con un ´Yo no te puedo creer´ dirigido a Celeste. Los diálogos varían considerablemente y se vuelven verosímiles de acuerdo a los cuerpos que encarnan a los personajes. La forma de declararse amor de Celeste y Arturo ya no es la de unos jóvenes veinteañeros.

«Nosotros buscamos ser un alivio para el pasajero. Todos los seres humanos tenemos posturas políticas, pero Actores en Movimiento no las manifiesta en los vagones porque la función es aliviar las tensiones de los pasajeros.», dijo Juan Pablo.

La esencia de la historia se repite, pero cada uno le marca sus trazos individuales: «Tienen diálogos, pero no son exactos, sino lugares a donde van a llegar. Cada uno o cada una inventa la manera que se le canta para llegar a ese lugar basado en lo que le va funcionando”, asegura Juan Pablo, el director de la compañía.

Sandra, su compañera, cuenta que su participación como actriz es una salida para “amortizar” la crisis económica que atraviesa el país.“Tuve que cerrar mi negocio de peluquería después de 30 años. Soy actriz y me contaron que había una compañía en la que podíamos trabajar de esto, que es muy difícil en este momento, sobre todo para los artistas callejeros.  Es un trabajo como todos, pero lo hacés con alegría. Más cuando, más allá del dinero, podés modificar un poquito a la gente que en está muy mal en esta época”, razona.

La organización no es ajena a los cambios sociales. Desde su creación, cuenta Juan Pablo, numerosos sketchs han sido revisados por ser “demasiado patriarcales”. Además, tienen una ideología política clara, pero eligen no expresarla en el subte. «Nosotros buscamos ser un alivio para el pasajero. Todos los seres humanos tenemos posturas políticas, pero Actores en Movimiento no las manifiesta en los vagones porque la función es aliviar las tensiones de los pasajeros. Si nosotros queremos hablar de los Derechos Humanos, que lo hacemos en bastantes obras, o de los desaparecidos, o de nuestras posturas feministas, lo hacemos en espectáculos que producimos fuera del subte», puntualiza.

Los minutos pasan y se hace hora de intervenir la Línea E. Claudia y Federico se predisponen para vestirse de Arturo y Celeste nuevamente. El vagón está lleno, por lo cual no pueden moverse mucho, sino que se gritan casi sin verse. La gente está encantada. Sin embargo, el éxito es efímero y ambos lo saben. “Trabajar en el subte es algo muy cambiante. Por ahí venís de un vagón en el que la rompiste, te aplaudió todo el mundo, te dejaron billetes grandes de lo que sea y en el otro nadie te da pelota. Nunca sabés del todo con qué te vas a encontrar”, explica Federico.

«Esto es un dínamo, uno se retroalimenta de la energía del público también. Si uno va dando y no tiene devolución, se agota», dijo Claudia.

Claudia, por otra parte, sintetiza la dinámica de los actores con su público: “Uno viene acá a vender energía y tiene que estar consciente de eso. Si uno está medio bajo de energía va a ser más complicado. Hay factores sociales y un montón de cosas que pueden afectar esa energía. Esto es un dínamo, uno se retroalimenta de la energía del público también. Si uno va dando y no tiene devolución, se agota. Hay condiciones sociales que afectan al humor de la gente. Además ellos no nos vinieron a ver, nosotros nos metemos en sus vidas”.

Juan Pablo comparte esta visión y da algunas precisiones sobre el impacto del humor social en sus actuaciones. Y razona: “Siempre hay gente enojada, sobre todo en este momento. La situación social me hace acordar al 2001; la gente está enojada por otras cosas y nosotros somos el último escalafón; estamos en ese lugar y tocamos a la gente”.

Las actrices y los actores de la compañía viven de esto, aunque no es para cualquiera. El espacio llegó a un acuerdo con el Sindicato de Artistas de Variedades para realizar aportes y tener cobertura médica. A su vez, sus expectativas son cubrir el sueldo mínimo con 7 u 8 horas de trabajo por día. Su próximo paso, dicen, es comenzar a realizar los aportes jubilatorios a partir del monotributo.

Fuera de Claudia y de Juan Pablo, a lo largo de 17 años los integrantes de la compañía fueron cambiando. No son muchos los que toleran la dinámica del trabajo por tiempos prolongados: «Estás muy expuesto. Cada cuatro minutos te ven 60 personas durante 6 horas. Al poco tiempo te das cuenta de que por día te ven miles activamente. Es muy invasivo, no hay protección alguna”, explican.

El recorrido termina y los actores y actrices se bajan para esperar a la próxima formación porque, como dice el dicho popular, “el público se renueva”. Y una nueva función está por comenzar. 

Aplauso, medalla y beso

Aplauso, medalla y beso

Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, y al cantautor argentino Víctor Heredia recibieron el premio Alicia Oliveira 2018, el miércoles último en el salón auditorio de la   Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires . La distinción fue entregada por el Defensor del Pueblo de la Ciudad,  Alejandro Amor, y la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

El premio nació como un homenaje a Alicia Beatriz Oliveira, militante y abogada defensora de derechos humanos, además de haber ocupado el cargo de Defensora del Pueblo de la Ciudad entre 1998 y 2003. En este sentido, el galardón tiene como fin homenajear a personas que -como ella- dedicaron su vida a proteger y promover los derechos humanos. En el 2016 el premio fue entregado a Estela de Carlotto y en el 2017 a Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas.

Silvina Pennella, Secretaria General de la Defensoría del Pueblo de porteña, mencionó que es el primer año que se homenajea a una persona de la cultura. “Estamos convencidos de que el arte dio soporte a las luchas de derechos humanos”, explicó. A la vez, señaló que esta entrega es especial porque coincide con los 70 años de la celebración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Hemos alcanzado enormes conquistas pero los derechos sufren en el mundo duros reveces, como las políticas hacia los migrantes, la desigualdad, la xenofobia, la discriminación, la represión y la violencia institucional”, enumeró. Luego repudió la resolución del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich que legitima el gatillo fácil, lo que desató los aplausos en la sala: “Es un país que los Argentinos le dijimos nunca más hace tiempo”. Y para concluir celebró la histórica condena contra los ex directivos de Ford, por delitos de lesa humanidad.

Taty Almeida, Victor Heredia

“Estamos convencidos de que el arte dio soporte a las luchas de derechos humanos”, explicó Silvia Pennella.

Bajo la atenta mirada de sus nietos y bisnietos, en pantalla se proyectó un video para homenajear a Alicia Oliveira y su labor. Se escucharon abucheos al aparecer los rostros de algunos represores, como por ejemplo Miguel Osvaldo Etchecolatz. “Incansable luchadora, su coraje salvó y mejoró la calidad de vida de miles de personas”, concluía la proyección.

Luego tomó la palabra Carlotto, quien subrayó que a pesar de los momentos de crisis, nunca bajaron los brazos y recordó a los y las compañeras de lucha –como Alicia- que ya no están. “Su muerte no va a ser en vano, tenemos la democracia más larga de nuestra historia, imperfecta pero es democracia. El país se ha caído muchas veces y el pueblo se levanta”, afirmó. Remarcó que el premio las hace sentir acompañadas y que la lucha es grupal, entre todas “nos unimos por un amor y dolor, una unidad, a pesar de las diferencias”. Resaltó que los que siempre luchan por sus derechos y los de todos son los estudiantes y la clase obrera. Luego reflexionó que ella no conoció al hijo de Taty y que Almeida tampoco a su hija pero que “seguramente en algo habrán estado juntos, caminando para la liberación del pueblo y la justicia social”.

Alejandro Amor, por su parte, aseveró que hasta el último día de su mandato, la lucha por la memoria, verdad, y justicia serán un compromiso de vida. “Que el último de los responsables sea llevado a la justicia y condenado como corresponde”, exigió. También aprovechó para brindar su acompañamiento a la actriz argentina Thelma Fardin por su denuncia de violación: “Hay que cambiar nuestra conducta, las mujeres no son un objeto”, sostuvo. Además hizo mención a la migración como un derecho humano: “Los hermanos latinoamericanos son nuestros compatriotas, basta de muros y vallas, hay que abrir puentes y caminos, porque todos somos hijos o nietos de inmigrantes”. Por último, reconoció la labor de Víctor Heredia como artista y militante, y de las Madres de Plaza de Mayo: “Cuántos años que están ellas ahí adelante en esta lucha, son el ejemplo que nosotros tomamos, es el momento que todos demos un paso adelante con ellas para que quede claro: fueron 30 mil desaparecidos”.

“Que el último de los responsables sea llevado a la justicia y condenado como corresponde”, exigió Alejandro Amor.

Nuevamente las luces bajaron y sobre la pantalla se proyectó un resumen de la historia de los dos homenajeados de la tarde. Los nietos de Oliveira subieron al escenario y se realizó la entrega de premios, entre abrazos y aplausos.

La galardonada Almeida tomó el micrófono y dijo que comparte el premio con todas sus compañeras de lucha, sus tres hijos y los desaparecidos. Manifestó que su hijo Alejandro fue quien la parió y aseguró que “lo mejor que pude hacer fue juntarme con esas locas como nos llamaron, y empezar a compartir logros, tristezas y la lucha incalificable”. La reconforta la militancia, la resistencia, el ocuparse del otro. “No todo son pálidas, los juicios continúan”, resaltó. Agradeció el rol que tuvo Oliveira en la lucha por los derechos: “Hay que tomar la calle, poner el cuerpo, dejar de lado las diferencias y no aceptar la hipocresía”, concluyó.

La ganadora del año pasado, Lita Boitano, quiso dar sus agradecimientos, y le cedió el micrófono al segundo homenajeado de la tarde. Víctor Heredia sufrió la censura de sus obras por parte de la dictadura cívico-militar y en ese mismo año, su hermana María Cristina fue secuestrada y aún sigue desaparecida.

públicoComo regalo para Heredia, el grupo La Tranquera cantó “Tu Sangre en mi Cuerpo”: “Desde niño aprendí que patria es memoria y sueño bajo la piel”, sonaba. Más tarde, a pedido del público, Heredia se animó y cantó “Sobreviviendo”.

La sorpresa para Taty Almeida se la dio Cristina Banegas, representante de Actrices Argentinas. Ante su presencia, el público comenzó a cantar:

“Abajo el patriarcado/ se va a caer/ arriba el feminismo/ que va a vencer”. Cuando las voces se apaciguaron, leyó un poema de Alejandro Almeida, hijo de Taty, escrito pocos días antes de ser secuestrado, a sus 20 años.

“Si la muerte me sorprende lejos de tu vientre/ lejos de tus caricias/ si la muerte me abrazara fuerte/ como recompensa de haber querido la libertad/ parte de lo que fui lo vas a encontrar en mis compañeros”, decía aquel escrito.

La jornada terminó con aplausos y al grito de 30 mil compañeras y
compañeros detenidos desaparecidos, ¡presentes! ¡ahora y siempre!

Cristina y Dilma frente al neoliberalismo

Cristina y Dilma frente al neoliberalismo

La ex presidenta Cristina Fernández saludando al público en el Foro CLACSOCon las disertaciones de las expresidentas Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, se inauguró el Foro Mundial de Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Mientras que la brasileña denunció a un Poder Judicial que criminaliza a los movimientos sociales, la exmandataria argentina sentenció que “la igualdad es una construcción política” y llamó a edificarla mediante un gran frente que reúna a todos aquellos que sufren las consecuencias del neoliberalismo.
A días de la blindada llegada del G-20, la primera jornada del Foro contó con la participación de líderes políticos, sociales y culturales de diversas partes del mundo, congregó a miles y miles de personas que ocuparon las calles de Caballito e hicieron horas de cola para obtener un lugar y ser partícipes de este encuentro realizado en el Club Ferrocarril Oeste.

Con más de 350 invitados internacionales, 1.100 paneles y 7.000 ponencias (de las cuales un 70% fueron presentadas por jóvenes de menos de treinta años de toda América Latina), el Foro Mundial del Pensamiento Crítico convulsionó al centro geográfico de la Ciudad de Buenos Aires en pleno día feriado.

público conformado por personad de distintas edades y género en el Foro

“Llegamos a las 4.30 y ya habían un grupo de personas que acamparon toda la noche”, dijo Arian Picco.

Durante más de una hora, Dilma Rousseff dialogó con Nicolás Trotta, rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), sobre el eje “Democracia, Ciudadanía y estado de excepción”, para luego dar paso al discurso de Cristina Fernández de Kirchner -presentada por Pablo Gentili, secretario Ejecutivo de CLACSO- bajo el título “Capitalismo, neoliberalismo y la crisis de la democracia”.

Desde temprano gran parte de los más de cincuenta mil inscriptos comenzaron a hacer fila sobre la avenida Avellaneda, la cual llegó a extenderse por más de cinco cuadras, bordeando las vías del tren, para lograr acceder al estadio de Ferro. “Llegamos a las 4.30 y ya habían un grupo de personas que acamparon toda la noche”, relata Arian Picco, estudiante de Tandil que junto a un contingente de jóvenes de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires viajaron exclusivamente para presenciar esta primera jornada del foro. En el cruce de la avenida Avellaneda y General Martín de Gainza podían vislumbrarse múltiples pasacalles con frases como “Contra la doctrina Bolsonaro, Cuba como Faro” o “Lula livre”, entre los cánticos de miles de personas que vinieron desde distintos puntos del país y del continente, impacientes por la apertura de las puertas.

Luego de la inauguración oficial del foro a cargo de Pablo Gentili, disertó la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, quien expuso los múltiples desafíos que tuvo que enfrentar durante su mandato, el proceso de impeachment que sufrió a mediados de 2016 y la actualidad crítica que vive su país a días de la elección del ultraderechista Jair Bolsonaro como nuevo presidente.

Dilma Rousseff hablando frente a un amplio público en el Foro

«No había ninguna razón para el juicio político. Se trató de un intento de volver a encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo», dijo Dilma Rousseff

“Brasil entró en una ruta muy trágica. Corremos el riesgo de salir de la democracia, con un estado de excepción que la corroe, y entrar en un estado de neofascismo”, fueron las palabras iniciales de la exmandataria. Según Rousseff, el golpe que llevó a su destitución instauró un régimen de excepción que fue socavando libertades y derechos de los ciudadanos brasileños, usando la propia ley como excusa para ejecutar una serie de medidas ilegales. “Todos sabían, hasta las piedras de Brasilia, que no había ninguna razón para el juicio político. Se trató de un intento de volver a encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo”, agregó.  

También destacó la existencia en su país de una gran falta de respeto por la democracia, la cual conlleva a la fragilidad de sus instituciones. “La prisión de Lula es la manifestación más clara del autoritarismo despótico. No bastó con apresarlo, debían correrlo del proceso electoral. En una causa llevada adelante por una denuncia frágil y sin pruebas por un juez que hoy es nombrado ministro de Justicia de Brasil”, denunció Rousseff, apuntando a un sistema judicial corroído que criminaliza y persigue a los movimientos sociales. “Lo que está claro es que no van sólo detrás del Partido de los Trabajadores (PT) sino también de las conquistas de los movimientos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra o el de los Trabajadores Sin Techo que trabajan con un problema tan importante en Brasil como es la desigualdad”, argumentó la expresidenta para luego exhortar a la búsqueda de persuadir al sistema judicial para que frene los intentos característicos del neofascismo, que hoy ejercen una extrema violencia contra todos aquellos que considera sus enemigos políticos.

El público sosteniendo fotografías de distintas personas expresando su dolor y pidiendo por justicia

“No gritemos, ni insultemos porque perdemos tiempo para pensar en otras cosas”, exhortó al auditorio.

Minutos pasados de la una de la tarde, fue el turno de Cristina Fernández de Kirchner quien disertó por más de una hora ante un estadio colmado que ovacionó su llegada e interrumpió en numerosas ocasiones su discurso entre aplausos y cánticos contra el actual presidente. “No gritemos, ni insultemos porque perdemos tiempo para pensar en otras cosas”, exhortó al auditorio en una de esas ocasiones. Invitó en primera instancia a comenzar a pensar en un espacio progresista  que se presente como un lugar político de ideas, de visión y de pensamiento que exceda la –“ya vetusta”, dijo- división entre izquierda y derecha. “Debemos acuñar una nueva categoría de frente social, cívico y patriótico donde se agrupen todos los agredidos por las medidas del neoliberalismo”, instó la expresidenta argentina. A su vez, desarrolló la idea de que la igualdad es una construcción social que no está implícita en la condición humana y que aquellos espacios populares, progresistas y nacionales que han trabajado por ella se han visto menoscabados por el régimen neoliberal imperante. “El neoliberalismo trabaja para crear nuevas subjetividades y sentidos comunes exacerbando los aspectos negativos de la igualdad. Así es como surge la meritocracia y el individualismo haciéndole creer a la ciudadanía que si uno tiene o no trabajo no es una cuestión del Estado sino del esfuerzo personal. Yo les puedo asegurar que una parte es mérito propio, pero si por otra parte no tenés políticas públicas que acompañen, quedás colgado del pincel”, exclamó con firmeza al llamar la atención sobre la ruptura de lazos de solidaridad en la sociedad que esto trae aparejado. “Hoy algunos Hitlers modernos culpan a los inmigrantes de que no haya trabajo, pero ello en realidad es consecuencia de las malas políticas públicas implementadas”, agregó.

Cristina Fernandez de Kirchner, dando un discurso en el CLACSO 2018, Foro Mundial del Pensamientio Crítico

“Debemos acuñar una nueva categoría de frente social, cívico y patriótico donde se agrupen todos los agredidos por las medidas del neoliberalismo”, dijo Cristina Fernández de Kirchner.

Al referirse a la actual gestión de Mauricio Macri, Cristina Kirchner destacó que en los tres años que lleva de mandato con la aplicación de medidas neoliberales estamos frente a un decrecimiento de la economía del 3,5% del PBI, una industria contraída en un 11% con una capacidad ociosa del 60%, un país nuevamente endeudado por 140 mil millones de dólares más allá del préstamo pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) y una desocupación que ya ronda los dos dígitos, con la destrucción de miles de empleos. “Debemos aprender a distinguir entre la legalidad y la legitimidad de un gobierno, porque esto hace al contrato de la sociedad con un partido o un espacio político. Hoy tenemos un gobierno legal, eso nadie puede discutirlo, pero no hay legitimidad en políticas que no fueron convalidadas por el pueblo. Porque no hubo una explicitación sobre el neoliberalismo del presente gobierno durante su campaña. Por el contrario, afirmaron que nadie perdería los derechos adquiridos, que se iba a dejar lo que estaba bien y cambiar  lo que no lo estaba”, argumentó tras analizar las contradicciones del discurso de campaña de Cambiemos con la coyuntura actual.

Hacia el final de su discurso puntualizó sobre la necesidad de crear nuevas arquitecturas institucionales que preserven el funcionamiento de la democracia y reflejen las nuevas estructuras de poder, como las empresas trasnacionales o los organismos multinacionales, de manera de poder regularlos y permitir la participación popular.

Cristina Fernández agachada en el escenario

«Hoy tenemos un gobierno legal, eso nadie puede discutirlo, pero no hay legitimidad en políticas que no fueron convalidadas por el pueblo», dijo Cristina Fernández de Kirchner.

Ante la propuesta de un G-20 que se reunirá dentro de diez días a puertas cerradas, en una ciudad blindada y militarizada con una nula visualización de lo que se discute, Pablo Gentili destaca que este encuentro es un contrapunto que abre la invitación a pensar en conjunto nuevas opciones y posibles nuevos horizontes que pasan por el fortalecimiento de la democracia, de la participación popular, de la ampliación de derechos y de la disminución de privilegios.

“Estamos frente a un G-20 que plantea discutir el futuro del trabajo cuando lo que hay que tratar con urgencia es el presente crítico del mundo laboral. La cantidad enorme de precarizados. De cada cinco jóvenes que entran al mercado de trabajo en España, por ejemplo,  cuatro lo hacen en empleos precarios. Por no hablar de la nueva reforma laboral en Brasil que pasa por sacar el aguinaldo, reducir la licencia por maternidad casi a la inexistencia, eliminar indemnizaciones y prácticamente legalizar el trabajo esclavo ¿Y el G-20 quiere hablar del futuro del trabajo?”, reflexiona Gentili en diálogo con ANCCOM.

Asimismo, entre las primeras filas podían verse distintos referentes políticos e intelectuales como Juan Carlos Monedero, Manuela D´ Avila , Guilherme Boulos, Adolfo Pérez Esquivel o Atilio Boron que abrazaron la oportunidad de participar de este debate abierto. “El ajuste lejos de ser el único camino, es el peor. Debemos generar políticas inclusivas que desarrollen los mercados internos y que nos protejan de la acción de los mercados globales y sus fugas de capitales”, advierte Carlos Heller, dirigente del Partido Solidario, al tiempo que agrega que la integración regional debe llevar implícito una identificación de ejes comunes que permitan volver a soñar con una Sudamérica unida con un proyecto que vaya en la misma dirección. En este sentido, Itai Hagman, referente de Nueva Mayoría, señaló que la pelea a dar es contra la ofensiva neoliberal que busca apelar a los sentimientos más bajos de los pueblos en su creación de subjetividades individualistas y racistas. “Hay que dar esta batalla porque si bien es una ofensiva de la derecha muy fuerte, esta discusión aún tiene final abierto”, sintetiza Hagman.

Se trata de una disputa a nivel regional contra el racismo y su recrudecimiento a partir del triunfo de gobiernos como el de Trump o Bolsonaro que llevan a la consolidación de la desigualdad y la injusticia entre los sectores más vulnerables de la población. “En un país como Brasil, con un 54% de población negra, ser negro en la coyuntura actual, es ser un cuerpo extraño. Superar el racismo es descolonizar nuestras mentes, adoptar una postura que va contra toda forma de dominación de personas, grupos y subjetividades”, explica Nilma Lino Gomes, primer mujer negra de Brasil en presidir una universidad pública federal y nombrada en 2015 por la expresidenta Dilma Rousseff para ocupar el nuevo Ministerio de las Mujeres, de la Igualdad Racial y de los Derechos Humanos.

Las actividades, paneles y ponencias del foro se llevarán a cabo durante toda la semana en más de 25 sedes distribuidas por la Ciudad de Buenos Aires. Son de entrada libre y gratuita y sólo se requiere de una inscripción online previa.