«¿Por qué ser freelancer cuando se puede construir una empresa junto a compañeros?»
La cooperativa de Desarrollo de Software Libre GCOOP creó INNOVA, un proyecto destinado a incubar proyectos tecnológicos asociativos.
La cooperativa de Desarrollo de Software Libre GCOOP lanzó INNOVA, una marca de incubación de proyectos tecnológicos cooperativos. Desde este espacio, se abren las puertas a cualquier proyecto asociativo que quiera comenzar o fortalecer el trabajo que ya viene realizando, tanto para mejorar sus procesos como sus productos.
INNOVA formaliza el trabajo que ya hacían en GCOOP, cooperativa que funciona desde 2007. Sus integrantes proponen trabajar entre pares, como una apuesta por obtener mejores resultados y en mejores condiciones. Invitan a preguntarse: ¿por qué ser freelancer cuando podés construir una empresa junto a compañeros? Elegir está forma de organización es también reflexionar sobre la eficiencia, la innovación y el tipo de ambiente en el que queremos trabajar.
GCOOP
La sede de Villa Urquiza de GCOOP consiste en una oficina con varios espacios luminosos. En el patio, un mural pintado por La Garganta Poderosa asegura: “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. En la habitación central, se encuentran algunos de los veinte socios que conforman la cooperativa. La mayoría son programadores aunque también hay dos que se encargan de la parte administrativa y otras tres que integran el Área de Gestión de Proyectos. Durante el horario del almuerzo se los ve a todos juntos en la cocina. Mientras algunos terminan de servir la comida otros juegan al metegol.
Durante el almuerzo cuentan: “Tenemos baja rotación de personal”, dato que contrasta con otras empresas de software que cambian constantemente. “La idea es que acá todos podamos sentirnos a gusto. Al ser una cooperativa tenemos más responsabilidad; es nuestra propia empresa y queremos que funcione”, sostiene uno de los socios.
Pablo Vannini, uno de los seis fundadores de GCOOP, explica que la cooperativa decidió no expandirse más. Todos los socios tienen empleo y están satisfechos con su situación actual, por ese motivo eligen no seguir creciendo pero sí acompañar a que nazcan otras cooperativas, de ahí la decisión de crear INNOVA. Desde hace varios años, dan charlas en universidades y en distintos espacios. Revelan que en la letra chica de trabajar bajo tus propias reglas, no se contempla la enfermedad, el imprevisto o las vacaciones. “¿Cómo se baja la incertidumbre? Compartiendo las responsabilidades con otro. ¿Cómo hacer proyectos complejos si sos uno solo? No hay forma”, afirma. En una cooperativa se puede diseñar un proyecto de principio a fin. “Es más óptimo económicamente en un sentido distinto de lo económico. No sólo en relación a cuánto ganas, sino en cómo lo hacés”, asegura.
Así se fueron formando un montón de cooperativas. Desde GCOOP también motorizaron la Federación de Cooperativas de Trabajo tecnologías Innovación y conocimiento (FACTTIC). En la actualidad son cuarenta cooperativas y alrededor de cuatrocientos profesionales que desarrollan software organizados como cooperativas y coordinados por la Federación, que a su vez es parte del movimiento cooperativo nacional e internacional.
INNOVA no ofrece una receta única que funcione para todos los casos. En lugar de eso, evalúa las necesidades específicas de cada proyecto y se pregunta: ¿qué es lo más eficiente? La forma de trabajar consiste en ir haciendo de a poco, buscan algo posible. Hacen pruebas y si funciona lo piensan como proyecto. “La idea es que si alguien quiere hacer una cooperativa, asesorarlos en dos o tres reuniones, sacarles las dudas, acompañarlos a hacer los trámites necesarios”. En principio no tiene un costo.
La militancia del software libre
Muchos de los socios de GCOOP se conocieron en la militancia de software libre, que nace del movimiento de las tecnologías libres en la década del setenta. Antes no eran libres o no libres, simplemente eran. “Cuando el mercado entiende que hay un potencial negocio y empieza a incidir en internet, lo que hace es privatizar el software”, sostiene Vannini.
En países no desarrollados, plantea Vannini, innovadoras son las tecnologías libres, es decir, compartir cómo está hecha esa tecnología. Lo explica retomando la idea de Newton: “Todos sabemos porque nos paramos sobre el conocimiento de otros. Nadie es un genio o genia solo, se te ocurre lo que es parte de tu época, y gracias al conocimiento que se viene acumulando socialmente” afirma y reflexiona que, “cuanto más se impide el acceso al conocimiento o a la tecnología, menos capacidad de desarrollo hay”. En el caso del software es muy claro: “No hay nada mejor para desarrollar tecnología que hacerlo entre pares”.
Beneficios del cooperativismo
Una cooperativa es una sociedad de personas donde cada socio tiene voz y voto. “Yo hace 17 años que trabajo acá y Marian hace 4, los dos tenemos el mismo voto”, sostiene Vannini. Se diferencia de una empresa, donde el voto depende del capital que haya invertido la persona.
Argentina es un país fuerte en cooperativismo porque llegaron muchos inmigrantes de Europa que venían de la experiencia cooperativa, con perspectivas socialistas y anarquistas, a lugares donde no había ningún servicio: “El privado no iba a invertir en Choele Choel en principios de 1900”. El Estado no existía en esos lugares, entonces hicieron cooperativas para satisfacer necesidades humanas, como agua o luz.
Vannini reconoce que actualmente existen muchos problemas: “Hay un punto en que te apabullan las necesidades y las cosas que se podrían hacer, así como la falta de recursos y de tiempo”. Sin embargo, esto no los detiene: “Ante la crisis hay que hacer más. Nosotros estamos haciendo más”, sostiene y su tono se vuelve más animado: “Dentro del mundo en el que estamos, queremos mostrar que lo mejor es juntarse”.
Para cualquier proyecto cooperativo que esté gestándose o que necesite una actualización, pueden contactar a INNOVA y disponer de su servicio de acompañamiento. Para más información pueden acceder a la página web o contactarse por instagram.