«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

El Sindicato de Periodistas de Buenos Aires montó una olla popular frente al diario Clarín para exigir la reapertura de paritarias. El primedio salarial de los trabajadores de prensa escrita es de 520.000 pesos.

Este martes, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizó una olla popular bajo la consigna “ollas del hambre”, frente al diario Clarín, en Tacuarí al 1700. La protesta se debe a la delicada condición salarial a la que se enfrentan los trabajadores de prensa, y a la negativa de las empresas mediáticas a negociar recomposiciones de sueldos, a pesar de haber pasado más de tres meses desde las últimas paritarias.

La protesta pacífica también se centró en los ataques del gobierno de Javier Milei al periodismo, en referencia a las denuncias penales que el mandatario realizó la semana pasada hacia Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijad. Además, entre los presentes en la actividad se encontraba Fabian Grillo, padre de Pablo, el joven fotógrafo víctima de la represión en la marcha de jubilados el 12 de marzo, que recibió un disparo que le impactó en el cráneo y lo dejó en terpaia intensiva hasta ahora.

Frente a su lugar de trabajo, los trabajadores de Clarín y los integranes de SiPreBA se van organizando para la actividad convocada para las 14. Un carril queda disponible para el paso de autos y los colectivos, que tocan su bocina en señal de apoyo a la protesta. Entre varios manifestantes, logran colocar dos garrafas, un anafe y una gran olla en el asfalto, dando inicio a la cocción del guiso de lentejas. Trajeron todo: ingredientes y banderas. Solo queda reunirse con un mate al calor del hervor de la olla.

“Estamos haciendo una olla contra el hambre. La idea es recorrer otras redacciones también, en tanto sigamos sin poder firmar una paritaria que nos saque de la situación angustiante que estamos viviendo como trabajadores de prensa, con sueldos ya no solamente debajo de la canasta básica, de pobreza, sino sueldos abajo de la línea de indigencia. Frente a un conglomerado empresario que parece no importarle tener trabajadores indigentes. Nuevamente están empujando la paritaria, y nos quieren forzar a firmar un acuerdo por debajo de la inflación. Negocian de mala fe”, afirma Sebastián Díaz, trabajador de Clarín en la redacción de Olé y delegado de SiPreBA.

De acuerdo con el último informe de escala salarial publicado por el sindicato, el promedio de los trabajadores de prensa escrita gana alrededor de 520.000 pesos por una jornada laboral de al menos seis horas y media por día.

Paula Ongaro, trabajadora en el medio desde hace casi 27 años y delegada desde octubre del año pasado explica: “En noviembre de 2024, hicimos un relevamiento de salarios mostrando los recibos concretamente y complementando esa información con los datos del nivel del cargo, del nivel de formación y de la antigüedad. Teníamos gente con más de 15 años de antigüedad que era encargada de un producto, cobrando por debajo de los 600.000 pesos. Hoy en el diario tenemos para las jornadas de 7 horas, un piso de 700.000 pesos brutos. Cuando vos haces las deducciones, ese salario de bolsillo, te da por debajo de los 600.000”.

El nivel de los salarios explica la necesidad desesperante que lleva a los periodistas, cualquiera sea su trayectoria, al pluriempleo para poder llegar a fin de mes. “Muchas veces se nos percibe como un sector privilegiado de la sociedad, asimilando la situación de los y las trabajadoras a la de los empresarios dueños de medios. Necesitamos que se entienda bien que nosotros somos parte de la clase trabajadora, y una parte particularmente castigada por años”, agrega.  

Esta situación de precarización laboral no solo lleva al deterioro de los trabajadores, sino también al de la calidad del debate en democracia y la información periodística. “Vos no podés hacer bien tu trabajo si estás pensando que terminás acá y tenés que ir a otro laburo, y terminás ahí y vas a otro, y que así quizás llegás a un ingreso que te permita vivir”, señala Díaz. “Lo que está en juego es la libertad de expresión, no hay libertad de prensa sin trabajo digno”, refuerza Ongaro.

A medida que pasaron los minutos, fueron muchos los trabajadores que se reunieron con sus compañeros para compartir el pan en platos descartables. Lo que importaba era estar presente en esa comunión. A este encuentro se sumó Fabián Grillo -recibido con afecto por todos-, quien megáfono en mano dio el parte del estado de salud de su hijo.

Finalizando el acto, Francisco Rabini, delegado, llamó a la organización de una colecta para conseguirle una nueva cámara a Pablo. Por otro lado, se continuó con el reclamo del encuentro, señalando la gravedad de las acciones legales y las incitaciones de odio del presidente para la libre empresa.

Rabini remarcó la dificultad de ejercer el oficio, frente a un gobierno que constantemente reprime y denuncia. “En el caso de Ari Lijalad, fue por una nota que escribió. Por lo tanto, estamos traccionando que todo aquel que quiera, firme esa nota. Que sea una nota escrita no por un periodista, sino por cientos de periodistas. Si al presidente no le gusta y va a denunciar a un periodista, que denuncie a todos. Tenemos que ser capaces de ejercer una defensa colectiva, una defensa común”. Ya lleva casi 400 firmas en la nota del periodista denunciado.

Con respecto a los últimos dichos de Milei rechazando la compra de Telefónica por parte de Clarín, Rabini declara: “Dicen pelearse, pero lo cierto es que cuando vamos a firmar paritarias, el que nos pone el techo es el gobierno. O sea, el gobierno defiende a los empresarios. La lealtad de clase la tienen muy clara”. Y agrega: “Estos ataques son la mejor manera de tener un periodismo manso, hambreado. Estamos hablando de personas que tienen 30 años de oficio y dejan la actividad. Un compañero se fue a trabajar con su familia en una distribuidora de papel higiénico. Estamos ante la posibilidad de la extinción del oficio como lo conocemos”, concluye.

Ongaro sostiene en sus declaraciones finales: “El sueldo ha convertido a esta actividad en un hobby. Se han ido muchos compañeros buscando nuevos horizontes, pero también sufrimos dos despidos masivos en los últimos cuatro años. Luchamos contra la desesperación, y a veces es difícil convertir la bronca y la angustia en combustible para tomar medidas de fuerza”.

Al interior de las redacciones ella describe la dificultad: “Con los compañeros con menos trayectoria tenemos que salir a dar la pelea porque hay toda una generación que solo conoce el trabajo en términos precarios. Son pasantes, son contratados por poco tiempo. Las redacciones están llenas de esas figuras grises, variantes de la precarización. A esos compañeros hay que salir a buscarlos y a conquistarlos, a convencerlos de que la única salida posible es colectiva”.

Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

La Central de Trabajadores Italiana promueve el voto a favor de cinco puntos en un referéndum para que los trabajadores recuperen los derechos laborales. La votación será en junio pero en mayo lo podrán hacer quienes residen en el exterior. Un debate que se vuelve global ante el avance de las derechas en el mundo.

En pocas semanas, Italia celebrará un referendum de cinco puntos buscarán modificar leyes vinculadas al trabajo y la ciudadanía. Los requerimientos que serán puestos en consideración proponen ponerle un freno a los despidos sin causa, brindar mayor protección a los trabajadores de empresas pequeñas, más control al trabajo precario, más seguridad en el trabajo y lograr una mayor integración con la ciudadanía italiana.

“Se va a votar durante los días 8 y 9 de junio en Italia, mientras que en el exterior, a partir de mediados de mayo, ya van a empezar a llegar los sobres con el material electoral para que los italianos residentes en otros países que figuren en el padrón electoral también puedan participar”, declaró Renato Palermo, coordinador del Patronato INCA CGIL Argentina, estructura de servicios dependiente de la Central Sindical Italiana, en diálogo con ANCCOM y advirtió que: “Hay una postura de parte del gobierno de Giorgia Meloni de ir retaceando derechos laborales, lo que ha generado cierta tensión con el sector sindical. Evidentemente este referéndum tiene un contenido político porque plantea una confrontación entre el accionar del gobierno y la clase trabajadora”.

Para que la propuesta de estas cinco preguntas referendarias sea puesta en consideración se necesitaban conseguir al menos quinientas mil firmas y, gracias al amplio consenso que logró el movimiento sindical y el acompañamiento de partidos de centro-izquierda, se juntaron alrededor de cinco millones de firmas. Por lo tanto, se espera que el apoyo al referéndum sea masivo. En ese sentido, María Rosa Arona, responsable de la oficina en Buenos Aires del Patronato INCA CGIL Argentina señaló: “Como los italianos en el exterior también votamos y Argentina es uno de los países con más inscriptos en los registros consulares, es muy importante ejercer el derecho al voto y más sobre estos temas que parecen tan lejanos, pero no lo son; porque en nuestro país, al igual que en Italia, se tratan de recortar permanentemente los derechos de los trabajadores”.

En el año 2015, bajo el gobierno de Matteo Renzi, se aprobó una ley conocida como “Jobs Act” que reestructuró todo el sistema de trabajo italiano a través de la modificación de normas y reglas que profundizaron la flexibilización laboral. “Se puede decir que el problema que está sufriendo Italia es un poco el que está sufriendo todo el mundo: en materia de derechos, los trabajadores han perdido muchísimo”, expresó Palermo. El referéndum viene a ponerle un freno a la flexibilización y precarización laboral se que vive el país, por lo que Arona destacó que: “Lo que nosotros queremos es que los trabajadores italianos recuperen los derechos que perdieron y puedan vivir en una sociedad más justa, donde no tengan que repetir el camino de sus antepasados: lamentablemente, hay un alto nivel de migración de jóvenes, y no tan jóvenes, que se van porque no encuentran alternativa para ganarse la vida y subsistir”.

Con respecto al referéndum que busca reducir de diez a cinco años el tiempo de residencia para obtener la ciudadanía italiana, “apuntamos a que supere la cuestión meramente de documentos y se pueda acercar a los ciudadanos italianos a la realidad italiana, a la solidaridad con los trabajadores italianos en Italia e incluso con la propia memoria familiar”, planteó María Rosa Arona y señaló: ”Pensar que la gente busca la ciudadanía simplemente por el pasaporte, porque quiere viajar o evitar la visa es banalizar la cuestión. Hay mucho más que eso, hay una comunidad que en su mayoría está muy ligada a Italia: lo vemos reflejado en nuestra cultura y nuestro lenguaje”.

En el marco de acciones que se desarrollaron en Argentina vinculadas al referéndum italiano sobre el trabajo y la ciudadanía, el jueves último se realizó en la Casa por la Identidad ubicada en la exESMA un conversatorio para pensar la defensa de los derechos laborales a ambos lados del Atlántico. El encuentro contó con la participación de Nicoletta Grieco, la responsable para América Latina de la CGIL; Carlos Tomada, exministro de Trabajo de la nación; Vanesa Siley, diputada nacional; Roberto Baradel, secretario de la SUTEBA; Abel Furlam, secretario General de la OUM-RA; y Carlos Greco, rector de la UNSAM. Además de explicar el contenido del referéndum, se conversó acerca de las similitudes en cuanto a la situación social y política que atraviesan Italia y Argentina.

“Las similitudes entre Italia y Argentina están a la vista y las estamos viviendo. En Argentina se está hablando de no continuar con las contrataciones colectivas y se está jugando a desgastar a los trabajadores de todos los sectores. Estamos en medio de una situación en la que estamos perdiendo derechos en materia laboral y previsional, todos los miércoles vemos lo que hacen con los jubilados”, advirtió Arona.

En Italia hubo grandes batallas conquistadas a través del referéndum de iniciativa popular, como la Ley del Divorcio en la década de 1970 y del Aborto en la década de 1980. En este caso particular, “sectores de derecha y centroderecha invitan directamente a no ir a votar, lo que es una cuestión muy grave porque lo importante aquí es que la gente se exprese, aunque sea diciendo que no”, señaló Arona. Además, siguiendo esta línea, su compañero Palermo destacó la importancia del ejercicio democrático porque “reafirma la participación popular en la toma de decisiones y la mantención de los derechos de los italianos residentes en el exterior. Votar implica cierta presencia y esa presencia seguramente presione a las autoridades italianas para que las comunidades italianas en el exterior continúen siendo respetadas”.

“Los derechos se conquistan, pero no son para siempre. Por eso, hay que estar alerta y organizados: este referéndum de iniciativa popular aporta más dignidad al trabajo, mejores condiciones de seguridad y va en contra de la precariedad laboral. Hay que votar Sí. Debemos ser solidarios y empáticos con los trabajadores italianos, porque a nosotros nos está pasando lo mismo y necesitamos juntar fuerzas para resistir”, concluyó Arona.

 

La sindicalización en el streaming avanza

La sindicalización en el streaming avanza

Con una diferencia de pocos días, se anunciaba el convenio laboral de los trabajadores de Gelatina y cerraba el canal Crudo TV. Un especialista de políticas y legislación en comunicación, el prosecretario del sindicato de servicios audiovisuales y un trabajador coinciden en la complejidad del nuevo medio y en la necesidad de regular el sector.

La irrupción del streaming en el ecosistema mediático argentino, principalmente a partir de la cuarentena impuesta por la pandemia del covid-19, no sólo cambió la forma de consumir contenidos sino que también forzó un reordenamiento en la manera de entender, producir y regular el trabajo audiovisual. En este contexto, el Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID) busca encuadrar laboralmente a quienes producen contenido en canales como Luzu TV, Gelatina, Olga o Blender, bajo el Convenio Colectivo de Trabajo 634/11.

«La única relación posible de los trabajadores con las empresas es la relación de dependencia en cualquiera de los formatos que establece la Ley de Contrato de Trabajo», sentencia Pablo Storino, prosecretario general del SATSAID, a la vez que asegura que “todo lo demás queda enmarcado dentro del fraude laboral”.

Según el sindicalista, “el primer streaming que pudimos regularizar con mucha alegría, eficiencia y con una cantidad de trabajadores considerable fue Luzu TV. Cuando apareció en el radar del mundo de la comunicación, nosotros empezamos a tomar contacto y a armar algunas reuniones donde les informamos que, si bien ellos no hacen televisión tradicional, producen contenidos audiovisuales y que los trabajadores de esa actividad están representados por el SATSAID”.

El caso de Gelatina sigue una lógica similar y recientemente emitieron un comunicado al respecto. “La empresa entiende que el sindicato de la producción de contenido audiovisual es el SATSAID, que garantiza derechos, establece certezas en cuanto a qué es lo que tenés que cobrar, en qué tiempo y en qué forma, en que tenés que tener un empleo registrado con aportes a la jubilación, a la seguridad social, a la salud para poder tener cobertura, fija un escalafón profesional, un sistema de trabajo en general con definiciones sobre cuáles son tus tareas, tus responsabilidades y también cuáles son tus derechos como trabajador y trabajadora”, explica el gremialista.

Pero no todos los canales respondieron igual. Blender, por caso, fue mencionado por el SATSAID en un comunicado en términos críticos, al señalar la negativa de su dirección a permitir la sindicalización. En palabras de Storino: “Eso se da por un motivo sencillo, cuando vos haces registrar a tus trabajadores y le empezás a señalar a la empresa cuánto tiene que pagarle al trabajador y que además tiene que hacer los correspondientes aportes patronales de ley, empieza la pelea entre el capital y el trabajo. Nada más ni nada menos que estás dispuntándole la rentabilidad de la empresa. Hay algunas que no toleran semejante insubordinación y se ponen un poco más ariscas de lo que en sus pantallas defienden, donde se definen como progresistas y paladines de la justicia y muchísimas cuestiones más”.

El SATSAID tiene una estrategia definida: “ir a buscar a los streaming que mayor monetizan, que mayor capacidad de pago tienen y por lo tanto también tienen la capacidad de regularizar a sus trabajadores y poder permitirles ser sujetos de derechos laborales. Y por eso es que son los que principalmente intentamos regularizar con un éxito relativo; te diría que hoy representamos, de estos streamings más importantes, a la mayor cantidad de los trabajadores”.

Respecto a si hubo algún canal que se acercara voluntariamente, relata que “hay varios, y esto se da fundamentalmente porque hemos podido instalar que el sindicato de la actividad que representa al streaming es el SATSAID, porque entendemos que forman parte del ecosistema audiovisual como los canales de aire, las productoras o cualquier generador de contenido audiovisual de la Argentina, que no sea cine”.

También destaca que “hoy uno de los grandes dramas de la Argentina es que tenemos una gran porción de la población que no está registrada y las nuevas generaciones que acceden al mundo de trabajo en la absoluta informalidad carecen muchas veces de la información necesaria sobre cuáles son los derechos, de tener 13 salarios al año, de tener derecho a una representación, salud, aporte jubilatorio, beneficios, etc. Y eso hay que ir explicándoles, gestionándoles y contándoles qué es un convenio colectivo y cuáles son la cantidad de derechos que ha conquistado este sindicato a través de los años”.

“Muchos de estos chicos –asegura Storino- no sabían ni qué es un sindicato, ni qué es una organización gremial, ni que tenían derecho a poder tenerlo”. Por otro lado, un trabajador que prefirió no ser identificado reconoció que el acuerdo les trajo beneficios concretos, pero también marcó sus diferencias: “Están dando por hecho que el rubro streaming es afín al rubro televisivo. Me parece que eso todavía está en debate. Tranquilamente podríamos estar conveniados bajo algún sindicato de radio, de prensa o incluso pensar en uno nuevo. Por ahora, lo que se impuso es SATSAID, porque tiene décadas de laburo, de organización y se movieron más rápido que el resto”.

“Yo no soy del sindicato –aclara-, no estoy bajo convenio, pero tampoco soy de la patronal. Soy un trabajador más que me interesa que laburemos mejor y no tengo prejuicio para con los sindicatos, pero hasta ahora no me encanta cómo se están moviendo. Ellos lo que dicen es que tienen que poner a los laburantes en blanco y regularizar la situación de sus trabajadores, lo cual está perfecto. El primer inconveniente que surge es que los convenios fueron redactados son de televisión de la década del 70”. El trabajador prosigue: “Ahí hay un montón de complejidades en donde la forma en que trabajamos nosotros no aplica a lo que ellos quieren. Los que están bajo convenio ahora son los operadores técnicos, que son los que manejan las transmisiones de video y de audio y me parece que empiezan por ahí, porque es la tarea más fácil de encuadrar en un convenio, porque es un trabajo muy específico y porque tienen horarios fijos de laburo. Hay muchos otros roles dentro de todos los canales de streaming que son más flexibles o más difíciles de encuadrar”. También cuestionó: “Me molestó que no se acercaron a hablar con los trabajadores del streaming. Fueron directamente con los que pagan los sueldos. No critico el acuerdo porque mis compañeros ahora están en blanco, tienen obra social, un montón de derechos que yo celebro y me parece espectacular, pero la verdad es que el acuerdo no fue con los trabajadores en la mesa. Después se comunican con los trabajadores, se sientan con ellos y les cuentan cómo es el convenio y qué beneficios tienen. Pero que yo sepa, a nadie le levantaron el teléfono de los que trabajamos todos los días para preguntarnos ni cómo estamos, ni si nos interesa sindicalizarnos, ni nada de eso”.

Asimismo, entiende que “como hubo un crecimiento muy acelerado de la nueva industria del streaming nacional en estos cuatro años en donde todo va creciendo, también crece el interés por parte de la política, los sindicatos, las agencias de publicidad, las plataformas… Por lo tanto, empiezan a moverse más recursos en, al menos, los canales principales. Eso se refleja, por supuesto, en los ingresos de todos nosotros. Sigue siendo un trabajo mucho más flexible que el de la tele, la radio o los medios tradicionales”. Y concluye: “Es un rubro tan nuevo que justamente está todo en debate. La relación con los sindicatos recién arranca, y yo creo que es una discusión que va a seguir los próximos años”.

Por último, reflexiona: “Hay mucho diálogo entre nosotros, más allá de las guerras entre los streamings que son más de chusmerío de Twitter (hoy X), nos conocemos todos, es un rubro chico, hay buena onda y más o menos todos tenemos problemas parecidos. Estamos todos contentos por lo mismo, que nos gusta donde estamos laburando y hacia dónde va todo, y al mismo tiempo también tenemos problemas similares, más allá de que los esquemas de negocios de los canales son distintos, no es igual la construcción de los más grandes, ni de canales más chicos, entonces también es difícil discutir convenios o sueldos, o lo que sea, de la misma manera, porque tenés tanques con mucha espalda y otras empresas que son más tipo PyMEs. No se me ocurre tampoco que haya otro sindicato existente hoy donde se pueda viabilizar esa conversación”.

Sobre la sindicalización en general, menciona que “hay algo generacional, yo tengo casi 30 años, pero hay más chicos trabajando en estos canales y quizás nuestro horizonte no es ni estar sindicalizado ni estar en blanco necesariamente. Por supuesto que es algo que se agradece siempre, pero quizás la prioridad número uno no es esa, quizás son otros beneficios laborales en los que estamos pensando. Los ingresos en sí mismo, o las actualizaciones, o incluso formas de laburar. Se habló mucho en la pandemia del derecho a la desconexión, el derecho de recibir un mensaje de laburo a las 10 de la noche un sábado, porque en general son proyectos donde estamos todos entusiasmados por lo que hacemos, entonces poner límites es difícil porque no es que uno se siente obligado a hacer lo que hace, sino que también lo apasiona, pero creo que hay muchos roles dentro de estos canales de streaming que son muy flexibles en ese sentido, en los horarios de trabajo, en los días de trabajo. Hoy es feriado, no salimos al aire, pero estamos todos pensando en qué se publica mañana en la cuenta de Instagram, qué hacemos el lunes con los invitados, qué se yo… Ahí hay un montón de baches todavía”.

Diego Rossi, profesor de Políticas Internacionales de Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, plantea que “del macrismo para acá, hemos tenido un desarme de políticas de fomento y de encuadre de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Hoy el streaming opera por fuera de todo marco legal argentino, pisa el terreno de lo audiovisual pero no tiene obligaciones claras en términos de registración, responsabilidad por contenidos ni condiciones laborales”. Entonces, desarrolla: “Pensando en la propia denominación de YouTube a sus canales, esa toma simbólica de la palabra canal nos remite a los canales de televisión clásicos. Sin embargo, son totalmente distintos porque los canales de televisión clásicos usaban espectro radioeléctrico, o sea, un recurso público que eran las ondas del aire. Los canales de internet tienen la semejanza de que es una programación de flujo, si bien la podemos ver cuando queremos, porque los programas quedan, la sensación de vivo y la programación con determinados horarios y con determinadas franjas y también asumiendo los canales ciertas apelaciones a audiencias tienen esa similaridad con los viejos canales de televisión”.

Rossi también analiza que “hay un continuo de encuadre audiovisual que en otros países es claro y es obvio como la legislación europea, la legislación española, pero en el caso argentino entra en un terreno prácticamente desregulado. Entonces, para un sindicato o para una acción colectiva de grupos, por ejemplo de audiencias, no es tan fácil encuadrar y en ese sentido es entendible que existan tensiones y que los emprendedores o empresarios pueden ser más pequeños que los grandes canales, digamos que uno podría pensar que tenían grandes estructuras. Ahora son estudios en menores dimensiones, con menos metros cuadrados, con menos empleados, pero por lo pronto a mi juicio y siguiendo la doctrina de evolución del encuadre del audiovisual deberían ser trabajadores del cine, de la tele, de la producción de series y por qué no de la televisión en vivo, de lo que antes denominábamos televisión en vivo que ahora podría ser emisión en streaming”.

“En ese sentido también tendríamos que pensar en radios, uno piensa dos o tres capitalinas como Futurock, que también están un poquito desencuadradas de la LSCA pero todos nos damos cuenta que es un consumo muy similar al viejo consumo radiofónico”, resalta el académico.

Storino, al respecto aclara que “hay streaming que provienen de las radios, que ahí solemos compartir la representación de los técnicos con sindicatos como el SUTEP, como el sindicato de los operadores de radio AATRAC”.

“Los streaming están disponible en plataformas globales con lo cual ahí tenemos una relación de mediación distinta a lo que podría ser, entre comillas, la independencia del medio televisivo que solo dependía de una licencia del regulador, el ENACOM o anteriormente la AFSCA. No hay una licencia nacional para emitir en streaming, lo que acarrea la falta de responsabilidades y de obligaciones en el ámbito nacional por parte de estos prestadores. Ahora bien, la emisión y la recepción se produce, o el visionado, se produce mayoritariamente en Argentina”, rescata Rossi.

“La territorialidad de una empresa –agrega- si bien se monta sobre una plataforma extranjera y todas esas demandas pueden ser complejas en el ámbito local, desde el punto de vista de la justicia laboral o de las condiciones laborales, claramente si la producción se ejerce en Argentina, más allá de las condiciones del visionado, la intervención de la Secretaría de Trabajo y de las autoridades mediadoras, ya sea para determinar salarios o para inspeccionar condiciones de trabajo o regímenes de jornadas laborales, es en nuestro territorio. Así que ahí entiendo que es más bien clásico el encuadre de las funciones laborales que puedan tener camarógrafos, productores, editores, presentadores, en estos canales”.

El caso del cierre del canal Crudo TV comunicado por SATSAID el último 30 de abril, expone las vulnerabilidades del sector. Al respecto, Storino declaró “repudiamos que de un día para el otro 45 trabajadores se queden en la calle sin aviso previo de ningún tipo. Esto no lo dijimos en el comunicado, pero hemos denunciado en la Secretaría de Trabajo los despidos por parte de Crudo TV, de trabajadores que estaban en fraude laboral en su mayoría, porque solamente había cuatro registrados. Asimismo, nos vamos a hacer cargo del asesoramiento legal a todos esos compañeros para que cobren lo que tienen que cobrar, y en el caso de que la empresa se niegue, los representaremos legalmente ante la Secretaría de Trabajo y la Justicia para que puedan tener una defensa legal digna y no tengan que pagar por ella, pese a que no son trabajadores que formalmente estaban representados por nosotros. No podemos hacer menos que eso”.

Por otro lado, el trabajador que prefiere permanecer en el anonimato recalcó que “si SATSAID puede ayudar en casos como este, me parece bárbaro. Como apreciación general sin conocer el caso puntual, creo que se están abriendo muchos canales de streaming últimamente por una cuestión de moda y en algunos casos son emprendimientos un poco improvisados de inversores que no entienden de medios y mucho menos de contenidos digitales. No es el primero que abre y cierra al poco tiempo”.

“Objetivamente es mejor para el laburante estar bajo convenio, tener la certeza de que si te echan te corresponde una indemnización, entre otras cosas. Eso no hay duda y me gustaría que el sector se encamine hacia ahí. Quizás personalmente no lo vivo como una preocupación dramática porque siempre trabajé de forma freelance y mis viejos también. Me acostumbré a eso, a estar buscando siempre distintas oportunidades o a inventarlas en caso de tener un bache. Y creo que muchos en el rubro (digital, audiovisual o de prensa) se manejan parecido”.

Los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera

Los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera

Con el objetivo de anclar la inflación, el Gobierno de Milei impide que los salarios aumenten por encima del índice de precios. De esta manera, los ingresos familiares se deterioran mes a mes.

Los salarios constituyen un eje central en el plan antiinflacionario del gobierno nacional. Durante 2024 el Ejecutivo estableció que a partir de octubre de ese año no homologaría acuerdos paritarios que superaran el 2% proyectado de inflación mensual, mientras que a partir de 2025 este porcentaje desciende alrededor del 1%. El programa económico descansa en gran medida sobre la posibilidad de mantener las paritarias a raya bajo la premisa de que una puja distributiva que impulse los salarios por encima de la inflación provocaría una espiralización de los precios al alza.

Si el Índice de Precios al Consumidor registrado por el INDEC arrojó una variación del 3,7% en marzo, se impone la pregunta respecto de cómo impactará en los números la salida del cepo oficializada el 11 de abril. La medida, que supone un nuevo esquema de flotación del tipo de cambio entre bandas fijas, implica una devaluación de alrededor del 10% cuyo traslado a precios todavía está por verse. Las remarcaciones entran en tensión con los indicadores del consumo masivo que se mantiene en caída desde hace quince meses y acumula una contracción intermensual del 5,4% en marzo de acuerdo a la consultora Scentia. ¿Pero qué dicen los trabajadores, más allá de los números fríos?

“Con mi sueldo solo no me alcanza. Todos los meses termino con el descubierto del banco en rojo, y si no fuera por la tarjeta de crédito no llegaría”. Brenda Gonzalez vive en Chacarita, es administrativa y vive con su pareja, hace un año empezaron a ir al Mercado Central para reducir costos: “Hacemos todas las compras ahí, sino es imposible. También vamos a un mayorista para conseguir segundas marcas y cortamos todos los consumos que no fueran prioritarios. Llevamos lo justo”.

El poder adquisitivo de los salarios está mermado y funciona como una barrera ante los aumentos. “Soy maestra de grado en Capital federal y cobraba 760.000 pesos por turno, hace un mes decidí tomar un cargo a la tarde porque necesitaba otro sueldo, el Gobierno de la Ciudad no me aumentaba y ya no me alcanzaba para vivir”. Eso dice Camila Amigo, que alquila en Flores y sus padres la ayudan con una parte, el resto se va en comida y gastos fijos: “Antes podía hacer una salida por mes, ahora ni eso. Hace casi dos años que no tengo capacidad de ahorro”, asegura.

La experiencia se repite, los ingresos carecen de margen para seguir ajustándose y cada vez se trabaja más para acceder a menos consumos. Martín Belert vive en Chacarita, es analista de datos en una consultora extranjera y su sueldo se actualiza bimestralmente por IPC. Ante la consulta por el estado de su capacidad adquisitiva afirma que “más allá de que me aumenten acorde a la inflación no llego a fin de mes, llevo la mitad de lo que podía comprar antes. Encima termino trabajando de más sin cobrar horas extras”.

El 16 de abril durante una sesión informativa en la Cámara de Diputados el Jefe de Gabinete Guillermo Francos sostuvo que entre febrero de 2024 y enero de 2025, todas las categorías de trabajadores registraron incrementos salariales por encima de la inflación. El mismo día desde su cuenta de X, el Ministro de Economía Luis Caputo respaldó esa información con un gráfico elaborado por la Secretaria de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (STEySS) que presenta la evolución del salario real y lo ubica en su máximo desde agosto de 2018.

La pregunta que se impone es cómo estos datos pueden compatibilizarse con  el hecho de que, durante el mismo período, el gobierno haya mantenido pisadas las paritarias. De acuerdo a un informe del Centro de Estudios del Trabajo y el Desarrollo (Cetyd) de la Universidad Nacional de San Martín existe un desacople entre los salarios negociados por los sindicatos, que se mantuvieron estables, y los salarios efectivamente cobrados por los trabajadores, que crecieron por el incremento de las horas extras.

La conclusión del estudio es que no hay un aumento sustancial de la hora salarial sino un incremento de la intensidad laboral que, al no trasladarse a los salarios básicos de convenio, está sujeta a los vaivenes de la actividad económica. Con los ingresos convertidos en variable de ajuste y un escenario de precios en ascenso, la voluntad de los trabajadores de negociar mejores condiciones colisiona con la posición de un gobierno que no está dispuesto a dar el brazo a torcer en pos del equilibrio de su plan económico.

Los trabajadores reclamaron en las calles

Los trabajadores reclamaron en las calles

Decenas de miles de personas marcharon por el bajo porteño para conmemorar el Día del Trabajador y protestar contra las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. También hubo un homenaje al fallecido Papa Francisco.

 

Este miércoles 30 de abril y en la antesala del Día del Trabajador la Confederación General del Trabajo (CGT) marchó acompañada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA), agrupaciones de jubilados y demás organizaciones sociales. Por su parte, la UTA estuvo ausente nuevamente argumentando que estaba inhibida por la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo de la Nación.

Los motivos de la movilización fueron al menos tres: celebrar el Día del Trabajador, homenajear al Papa Francisco y continuar con los sostenidos reclamos ante el ajuste del gobierno de Javier Milei. La marcha comenzó a las 14 en la intersección de las avenidas 9 de Julio e Independencia y se dirigió hasta el Monumento Canto al Trabajo, en la Avenida Paseo Colón. La marcha fue multitudinaria, cuadras enteras repletas de manifestantes, banderas por lo alto que flameaban y chalecos de distintos colores que evidenciaban las diversas organizaciones que se acercaron. En Independencia y Perú un cura realizó una oración y se gritó “¡Viva Francisco, viva nuestro pueblo trabajador!”.

Luego se siguió con el recorrido mientras se entonaba la marcha peronista. A las pocas cuadras hizo su aparición Hugo Moyano quien caminaba siempre rodeado de su gente de confianza. Moyano no estuvo muy cerca de la gente, algo que va de la mano con lo que dijo Celia Pereira, venida desde La Plata a la marcha: “Falta dirigencia. Necesitamos una vanguardia que canalice esto que pasa y enfrente al gobierno. La CGT es bastante traidora, viene acompañando en silencio, atrás de la gente. Los dirigentes tienen que estar en la cabeza del proceso. Falta la unidad del campo nacional y popular en todo sentido”.

“A la carnicería voy una vez por mes y en el supermercado compro cada vez menos cosas, ya no es como antes. Y los remedios ni te cuento, soy jubilada y los medicamentos los voy comprando de a poco. Me quitaron los que antes tenía gratis, entonces cada vez que los voy a retirar tengo que ver cuál es el urgente”, comentó Juana Calcena, de 68 años. La caída del consumo se volvió moneda corriente para la mayoría de la población. Incluso productos que antes eran cotidianos hoy son un lujo y para acceder a ellos hay que esperar mucho tiempo o recortar por otro lado. “En mayo tenemos solo un aumento del 3,70% y las cosas como aumentan, como la luz o el alquiler, yo conozco gente que se ha quedado en la calle”, sentenció Calcena.

“La situación de los trabajadores en la era Milei es peor que en el 2001. Yo represento al gremio UPCN; nuestro salario bajó un 30%, más la cantidad de despidos que quiere seguir llevando adelante de la mano de Sturzenegger con el concepto de destruir al Estado”, criticó Viviana Ciadella.

En este contexto de caos laboral, también se encuentran los trabajadores informales, que, según el INDEC, a finales de 2024, sumaban el 39% del total. Al respecto Ciadella aseguró que esa es una gran deuda y que hay que hacer una autocrítica también en el Estado, porque muchos trabajadores estatales seguramente están con planta transitoria, contratos informales y que eso le da la posibilidad a “la derecha” de poder despedir livianamente: “Ni hablar de la sociedad en general, que seguro casi la mitad está informal. Eso hace que un “outsider” como Milei gane porque puede prometer cualquier cosa porque la gente no tiene aportes jubilatorios, obra social y forma una memoria a corto plazo”. 

Franco García, estudiante universitario explicó su punto de vista: “Los trabajadores en la era de Milei obtuvimos miseria, se vulneran nuestros derechos, la plata no alcanza y cada vez te explotan más: yo me quedé sin laburo hace un mes. Y los que ganan con esto son los amiguitos del presidente, todo esto que hace es para beneficiar a los empresarios que se llenan los bolsillos”.

Por otro lado, hay gente que no se muestra de acuerdo con la marcha. “Hay que hacer ajustes, por ejemplo, ¿cuántos días sin laburo? La Semana Santa, esta semana también: eso es pérdida, hay que trabajar”, expresó Viviana Ghersi, docente que dice que se acercó a “chusmear la marcha” cuando ya estaba terminando. “Lo lógico es que haya un crecimiento o un decrecimiento suave, no el doble y de golpe, pedir algo que duplique ya te da la pauta de ilógico”, concluyó al referirse sobre el fracaso del acuerdo de la reunión del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM) este martes. Desde la parte sindical pretendían elevar el piso salarial a $657.703 (en este momento no llega a los $300.000), pero el sector empresario hizo su oferta en $306.500.

La CGT se hizo presente para liderar los reclamos como le demandan desde hace tiempo trabajadores y organizaciones. Su rol es importante para dar más peso e institucionalidad a las movilizaciones. Mañana, 1ro de mayo, tocará descansar y evaluar si este rol se profundizará en el futuro.

 

Un paro docente contra la destrucción de la universidad

Un paro docente contra la destrucción de la universidad

Este martes habrá clases públicas y el miércoles cese de actividades debido al congelamiento presupuestario y al deterioro salarial que sufren los profesores desde que asumió Milei. «Somos los trabajadores que más perdimos, estamos aún peor que el empleo informal», señalan los gremialistas.

A un año de la multitudinaria marcha federal universitaria, los gremios docentes universitarios convocan a un paro nacional de 48 horas. El principal motivo de la medida de fuerza se centra en la emergencia salarial que atraviesan los docentes y no-docentes de las universidades públicas nacionales de todo el país. La situación se agrava aún más ante la falta de convocatorias a negociaciones paritarias y por el congelamiento del presupuesto.

“La docencia universitaria y el campo de la investigación científica están atravesando uno de los peores momentos de los últimos cuarenta años; tanto en relación al brutal ajuste a través de un presupuesto que está congelado hace dos años con algunas partidas que no alcanzan ni siquiera a cubrir lo más elemental, junto a los salarios que se han desplomado”, declaró Santiago Gándara, Secretario de Prensa de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires en diálogo con ANCCOM, y agregó: “La situación es crítica a tal punto que estamos advirtiendo el hecho de que muchos docentes e investigadores dejan sus puestos de trabajo. Renuncian para buscar otro trabajo o en otras universidades privadas en las que pueden obtener un pequeño salario mejor o cambian directamente de actividad”.

Luis Tiscordia, Secretario Gremial de CONADU Histórica mandato cumplido el pasado 8 de abril, advirtió que “La investigación está al borde de la parálisis. Los proyectos de docencia que estamos llevando adelante los estamos tratando de mantener con nuestros propios fondos personales porque la financiación está completamente deprimida. En muchas facultades se interrumpen investigaciones porque no hay fondos. Yo soy docente en la Facultad de Agronomía de la UBA y todo lo que es salidas al campo, que implican traslados en vehículos. se tuvo que suspender por falta de fondos para sostenerlas”.

Pablo Perazzi, Secretario General de FEDUBA, afirma: “Nosotros somos de todos los sectores asalariados, los que más poder adquisitivo perdimos. Esto incluye a los trabajadores informales, es decir, perdimos más que ellos”. En esa misma línea, su compañero Darío Capelli, Delegado General de la Comisión Interna de FEDUBA Sociales, agrega: “El salario de los docentes y no-docentes universitarios desde el inicio del gobierno de Milei quedó ochenta puntos por debajo de la inflación acumulada. Es decir que mientras la inflación aumentó de manera acumulada alrededor de un 190%, nuestro salario aumentó alrededor de un 110%. Ochenta puntos por debajo, en términos de poder adquisitivo del salario representa aproximadamente una pérdida de más del 30%”.

“Vamos al paro no solo por una cuestión de números, esto tiene que ver también con la concepción que este Gobierno tiene sobre la educación superior: totalmente mercantilista, elitista, desea que sea para unos pocos y que esté puesta al servicio de las grandes corporaciones”, subraya Perazzi, quien comenta también que hicieron coincidir el paro con el primer aniversario de la gran marcha federal universitaria.

“Hace un año, logramos empezar a limitar la embestida diaria que hacía el Presidente y su pandilla respecto de lo que era la universidad, que según ellos era un lugar de adoctrinamiento, nosotros éramos ideólogos y la sociología era una mancha roja. Lo siguen pensando, pero no están diciendo todo el tiempo como lo hacían antes de la gran marcha universitaria que les demostró que la universidad pública es considerada un derecho, no solo por docentes y estudiantes, sino también por las familias de unos y de otros”, expresó Santiago Gándara (AGD).

“Probablemente, la del año pasado va a ser recordada de acá a cincuenta, sesenta, setenta años como la marcha más importante que llevó a cabo la universidad. Probablemente, el 2024 sea recordado como el año de la lucha universitaria”, agregó Capelli y además destacó a la unidad gremial como un aspecto fundamental para que se convoque a las movilizaciones, ya que justamente esas manifestaciones generaron que el pueblo en su conjunto se sienta interpelado por la problemática y salga a bancar y defender como propio el derecho a los estudios universitarios”.

FEDUBA y la CONADU, y todas las asociaciones de base de la CONADU, llevarán adelante un paro nacional de 48 horas que iniciará este martes 22 con clases públicas y el miércoles 23 paro sin concurrencia a los lugares de trabajo y con movilización al Congreso para acompañar el reclamo de los jubilados. Además, en su plan de lucha también está incluido adherir a la movilización convocada por la CGT para el 30 de abril. Todo esto con miras a construir en la segunda quincena de mayo una nueva marcha universitaria que aún no se sabe si va a ser antes o después de las elecciones en CABA.

Por su parte, la AGD realizará el paro de 48 horas del 22 y 23 de abril con clases públicas y actividades de visibilización. “Nosotros planteamos la necesidad de un plan de lucha que sea sistemático: medidas de fuerza aisladas no sirven para nada. Tenemos que retomar el camino de la movilización. No se trata solo de una mirada nostálgica de decir que hace un año hicimos esta movilización, sino que se trata de volver a poner todo, todo, todo, para que esa movilización vuelva a ser muy grande”, señaló Gándara.

Capelli también reflexiona : “A partir de la marcha del año pasado, se logró algo muy valioso: la adhesión social producto de la fuertísima visibilidad que tuvo el conflicto universitario y producto de que la propia sociedad argentina acogió en su corazón al sistema universitario nacional”.

“Entendemos que todos tenemos que salir a defender la educación y es lo que vamos a hacer estos días. Por eso, el 23 es un paro nacional que conmemora esa marcha y debemos nuevamente decirle a la sociedad tenemos que salir a defender la universidad pública porque lamentablemente estamos bajo un gobierno que está empecinado en destruirla”, concluyó Tiscornia.