Clases para todos

Clases para todos

Más de cien clases públicas ofrecieron los docentes universitarios en la Plaza de Mayo para reclamar por salarios dignos, becas estudiantiles y financiamiento para las instituciones de estudios superiores. La protesta confluyó con la Marcha Blanca de la Salud, las manifestaciones contra los despidos de los trabajadores de la AFIP y con la protesta de los artesanos de la Vuelta de Rocha. Milei salió al balcón de la Casa Rosada para festejar su cumpleaños pero ingresó rápidamente a su despacho cuando escuchó los cánticos de reprobación popular.

Durante todo el día de ayer, la Plaza de Mayo se colmó de docentes y estudiantes que, ante la mirada curiosa de los transeúntes, asistieron a más de 100 clases públicas dictadas frente a la Casa Rosada en reclamo por salarios dignos para docentes y no docentes, de las becas estudiantiles y del  financiamiento universitario. La Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD UBA) organizó esta jornada de visibilización de la lucha en el marco de un paro docente y no docente en las 61 universidades nacionales. 

“Nosotros quisimos darle a ese paro con facultades cerradas un carácter activo”, dice Santiago Gándara, secretario de prensa de AGD UBA, docente de Comunicación y Cultura en la Facultad de Ciencias Sociales y en la Universidad de La Pampa.  “Queríamos además conectar con el movimiento estudiantil, que adquiere protagonismo y para nosotros es fundamental en esta lucha. Por eso pensamos esta jornada de clase pública en Plaza de Mayo, que fue un golpe de audacia importante que salió muy bien”, completa. 

No muy lejos de ahí, María Pía López, socióloga, docente de la UBA y de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) expresa que le parece “interesante, además de confrontar con las políticas del gobierno de Milei, recuperar la idea de que toda clase es abierta, es una disputa por el espacio público y tiene esa posibilidad enorme de vehiculizar algo que tiene que ver con con la confrontación por el sentido de las palabras”.

Docentes de las facultades de Ciencias Exactas, Filosofía y Letras, Psicología, Ciencias Sociales y CBC de la UBA fueron los responsables de más de un centenar de clases sobre las baldosas de la histórica plaza. También se llevó adelante una asamblea de trabajadores no docentes, una charla sobre la jubilación en docentes universitarios y una feria de Ciencias. 

Por la diversidad de los docentes convocados de diferentes facultades, también fueron muy disímiles las clases impartidas que se sucedieron en simultáneo. Debajo de un plátano que hacía sombra ante el fuerte sol del mediodía, una docente hablaba de la relación de Perón con la Iglesia Católica. Al lado, la física y doctora en Astronomía Susana Landau explicaba modelos cosmológicos. “La situación actual de la investigación científica en Argentina es muy lamentable, no tenemos fondos para absolutamente nada. Creo que hay un lineamiento político que es esta cuestión de cerrar todo lo que sea del Estado, pero también una gran ignorancia de cómo es que se hace ciencia”. Landau es investigadora del CONICET en el Instituto de Física de Buenos Aires: “Lo que pasa es que la ciencia no es lineal,  en muchos países se financian un montón de proyectos totalmente diferentes, porque se sabe que de esa diversidad de proyectos van a salir las innovaciones tecnológicas del mañana, desarrollos que luego afectan y modifican la vida de la población en general y nuestra vida diaria”. 

Mientras ANCCOM conversa con la investigadora, un joven se acerca y le cuenta que su meta es entrar al CONICET. “¿Es posible?”,  le pregunta Mario Ludueña, que está en el CBC de la Carrera de Física.  “Con mucho esfuerzo y estudio sí, claro” responde Landau. “La universidad abre un montón de puertas y es algo que tenemos en Argentina que no podemos perder”, reflexiona el joven.

Aprendizaje a cielo abierto

Mientras las clases continúan, llegan contingentes de maestras y niños con guardapolvos blancos, que vienen a hacer un recorrido por la plaza y los edificios históricos de su alrededor. Debajo de un gazebo, el profesor emérito de Teoría Política del King´s Collage de Londres, Alex Callinicos, habla de la “catástrofe capitalista” con el sonido ambiente de los golpes metálicos que hacen los oficiales de la policía al colocar vallas en el medio de la plaza. Un grupo de turistas holandeses en bicicleta miran extrañados a su alrededor, y otro grupo de visitantes se toma fotografías frente al vallado que tapa el acceso a la Casa Rosada.

Del otro lado de la Pirámide de Mayo, docentes de Ciencias Exactas llevan adelante la Feria de Ciencias. “Los estudios sobre el efecto del calentamiento climático son parte de una agenda de la universidad pública y por eso estamos acá defendiéndola“,  cierra su presentación uno de los docentes luego de explicar cómo el efecto invernadero puede afectar la morfología animal. “Creo que lo más importante es salir a contarle a la población qué rol cumple la docencia en general, porque no sólo aporta conocimientos a la formación de  futuros profesionales, sino que también los docentes tenemos un nexo directo con la sociedad, los aportes que realizamos dentro de los laboratorios luego impactan directamente en la vida”, dice Nicolas Falibani, doctor en Ciencias Biológicas y docente de la UBA. “ Es importante visibilizar que tenemos que defender no solo la universidad, sino también nuestros salarios y nuestra integridad dado que hoy por hoy, yo como ayudante de primera estoy cobrando 150.000 pesos. ¿Cómo vivo con eso?”. 

Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista, estudiante de Artes Dramáticas en la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y secretaria de la Federación Universitaria de Buenos Aires manifiesta una situación común a muchos estudiantes. “Además de estudiante soy trabajadora y me cuesta mucho poder llegar a fin de mes, me cuesta pagar el boleto y también veo como mis compañeros de cursada les cuesta mucho, a veces, llegar a poder cursar toda la semana”, expresa y completa: “La única realidad es que en las universidades nacionales estudia la clase trabajadora, que más del 50% cobramos por debajo de la línea de pobreza y que si al gobierno realmente le preocupara que la clase trabajadora pueda acceder a la educación, eso se hace con más presupuesto, no con menos, se hace con becas y con boleto educativo”.

Al mediar la tarde, el vicerrector de la UNGS e investigador del CONICET Germán Pinazo dio una charla donde apuntó a desandar y develar las falacias y falsedades que ha pronunciado el gobierno nacional sobre las universidades y terminó su discurso con una idea esperanzadora: “Nosotros vivimos en un país que después de un bombardeo a la Plaza de Mayo que dejó más de 300 muertos, que después de 18 años donde no hubo democracia con una de las dictaduras más violenta de América Latina,  seguimos construyendo universidades, seguimos construyendo hospitales, seguimos construyendo comunidad”. Y concluyó: “ Entonces lo que tenemos que saber es que 10, 20 o 300 personas que están coyunturalmente en un gobierno no van a terminar con la universidad pública y no van a terminar con un proyecto de nación que tiene 200 años”.

Todas las luchas todas

Durante esta jornada confluyeron en Plaza de Mayo y alrededores movilizaciones y reclamos de múltiples sectores. Frente a la plaza, en la sede de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), los trabajadores realizaron una asamblea para decidir las medidas de fuerzas a llevar adelante, luego de que el lunes el Gobierno anunciara la disolución de la Administración que implicaría el despido de más de tres mil empleados. 

 Pasado el mediodía, también llegó a la plaza una columna de trabajadores de la Feria Artesanal Vuelta de Rocha. La feria que funciona hace más de cuarenta años en el mismo lugar del barrio de La Boca, fue desplazada por el Gobierno de la Ciudad a otro sitio a más de con la justificación de “embellecer y dar transitabilidad” al espacio. 

Ya entrada la tarde hizo su ingreso a la Plaza la Marcha Blanca de los trabajadores de la salud, rodeados de un extenso cordón policial. “Vamos a recibirlos, nosotros peleamos por la salud y la educación en un frente único de lucha en la calle, en las aulas y en los hospitales. La lucha tiene que ser hoy”  dijo Ileana Celotto, secretaria general de AGD UBA para anunciar la llegada de la marcha. La movilización de los trabajadores de la salud conectó el Congreso de la Nación con la Casa Rosada, y fue encabezada por trabajadores del Hospital Posadas, el Garrahan y el Bonaparte, en respuesta a los despidos y amenazas de cierre de estas instituciones por parte del Gobierno. 

Frente a la convergencia de protestas, María Pía López expresa: “Creo que hay una eficacia del gobierno en plantearnos todo el tiempo una agenda de agresión que va tomando distintos objetos,  pero a la vez todas las disputas tienen que ver con  atacar todo aquello que funda lazo social y funda comunidad afuera de la mercancía”. A su criterio, otra lucha que plantea el gobierno es sobre el tiempo. “Cuando va por las jubilaciones,  la reforma laboral, las universidades, está haciendo una operación sobre el tiempo como disposición de los sujetos a hacer otras cosas de su vida”. La socióloga concluye: “Hay que pensar un tipo de transversalidad de esas luchas que pueda encontrarse en esas dos puntas por lo común y por el tiempo. Si vamos a ganar, no lo sé, yo a lo que aspiro es a un proceso de constitución de un nuevo sujeto político que sea capaz de estar a la altura de esa transformación civil”. 

Cumpleaños infeliz

Con motivo de su cumpleaños, el presidente Javier Milei se asomó al balcón luego del brindis organizado en Casa Rosada en su honor, acompañado por su vocero, Manuel Adorni, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, la Canciller Diana Mondino, el Jefe de Gabinete Guillermo Francos, la Secretaria General de la Presidencia Karina Milei y la Ministra de Capital Humano Sandra Pettovello. 

No bien el Presidente salió, una docena de personas que estaba frente a Casa Rosada comenzó a cantarle por su natalicio al sonriente mandatario que saludaba desde el balcón. Pero Milei y su gabinete volvieron adentro rápidamente cuando advirtieron la llegada de quienes participaban de las clases públicas, mientras se desplegaba una numerosa cantidad de policías que rodearon rápidamente a los docentes y estudiantes, pero sin llevar a mayores el conflicto. La retirada del primer mandatario y sus funcionarios fue casi instantánea en cuanto escucharon el canto de “universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”, que rápidamente tronó y tapó el tibio Feliz Cumpleaños. 

La salud enferma

La salud enferma

La Marcha Blanca de los trabajadores de la salud recorrió el centro porteño en reclamo contra el despido de la cúpula del Hospital Garrahan, luego de que otorgaran un bono de 500 mil pesos a todos los empleados. Los manifestantes también exigieron salarios dignos y advirtieron por el vaciamiento de los hospitales públicos.

Miles de trabajadores de la salud pública se convocaron en el centro porteño en reclamo por el aumento del presupuesto y la recomposición salarial, en una movilización que bautizaron la Marcha Blanca. Los manifestantes, empleados de los principales hospitales nacionales, denuncian la fuga de profesionales y las condiciones de precarización laboral, mientras estudian nuevos planes de protesta en alianza con el movimiento estudiantil que exige recursos para las universidades.

El reclamo salarial fue uno de los puntos más resaltados durante la marcha. Los residentes, médicos recibidos que trabajan para completar su especialización, cobran salarios por debajo de la línea de pobreza. “Venimos de diez semanas de lucha por el salario, los profesionales se están yendo, están ganando sueldos por debajo de la canasta familiar” asegura Norma Lezana, dirigente de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan. La protesta de la APyT se da luego de que toda la cúpula directiva del hospital fuese despedida por el Gobierno nacional, después de otorgar un bono a los trabajadores de $500.000 pesos. El personal del Garrahan fue de los más presentes en la movilización. Los recién recibidos de la carrera de Medicina, explicó la gremialista, pueden optar por no hacer la residencia, y es lo que está pasando por la pauperización de los trabajadores de la salud pública. “Hoy $750.000 pesos es un sueldo de pobreza”, agregó.

Hubo también un fuerte operativo de efectivos de la Policía Federal y Gendarmería, que empujaba en todo momento las columnas hacia los únicos dos carriles habilitados de la Avenida de Mayo, complicando la fluidez de la movilización, mientras los policías rozaban los autos que pasaban. También se escucharon cánticos y hubo un repudio generalizado al gobierno, a los legisladores del Congreso Nacional, y a la CGT y la CTA, que brillaron por su ausencia en el lugar. “Todos sabemos que transaban, pero nunca que se iban a animar a tanto”, dijo uno de los residentes más comprometidos, asegurando que nunca pensó que las centrales “se iban a borrar cuando las papas quemen”.

Marys, estudiante de Medicina de 23 años, y referente de una agrupación estudiantil de la Universidad de Buenos Aires, aseguró que “el recorte de presupuesto se nota: los institutos de investigación en la Facultad están paralizados, tenemos muchísimos paros docentes bien justificados. Este año en la Carrera de Medicina hubo la mitad de inscriptos que el año pasado porque se está haciendo cada vez más difícil sostener la cursada” y sobre el estudiantado, agregó que está “organizando asambleas, clases públicas, la semana pasada tomamos la facultad”.

La marcha congregó a miles de médicos, enfermeros, técnicos especializados, residentes y trabajadores administrativos y de mantenimiento. Los asistentes unificaron la exigencia de un presupuesto acorde a la importancia de la salud pública, y un sueldo digno. Ignacio, médico de planta en el área de Oncología del Garrahan, aseguró que “el deterioro salarial que hemos tenido es impresionante, perdimos 50% de poder adquisitivo este año sin venir de un salario de riqueza, ni mucho menos”. Expresó también que las cargas de estrés y las extensas jornadas laborales hacen muy difícil llevar adelante el trabajo. Aunque, agrega que nunca “vio tanta unidad como ahora”.

El reclamo de los trabajadores de la salud no es un grito solitario, y si fuera un manotazo de ahogado, estaría siendo dado entre personas muy capacitadas para hacer algo al respecto. En el contexto de proliferación de marchas y de organización de distintos movimientos que se han visto los últimos meses en Buenos Aires, los gestores de la Marcha Blanca la piensan como el puntapié inicial de algo más grande. “El jueves tenemos una asamblea en el Garrahan junto a las treinta organizaciones de todos los otros hospitales, quedamos en volver a reunirnos y unificar reclamos, es la única manera de sacar adelante esta situación”, aseguró Norma Lezana, que, como sus compañeros, no planea quedarse de brazos cruzados.

Misiones criminaliza la protesta

Misiones criminaliza la protesta

Meses después de que el foco mediático se posara sobre Posadas por los reclamos salariales de policías, docentes y personal de la salud, el gobierno de Hugo Passalacqua judicializó a una docena de trabajadores sanitarios que ejercieron el derecho a la protesta.

A fines de mayo, la atención de los medios masivos estuvo en la provincia de Misiones, donde personal policial se unió para reclamar mejoras salariales y tomó varias dependencias de la fuerza. Aquella protesta, que obtuvo el nombre de “Misionerazo”, también incluyó a docentes y personal de salud de la misma provincia en la que hace más de dos décadas gobierna el Frente Renovador de la Concordia Social, una fuerza política provincial creada por el exmandatario Carlos Rovira.

Hugo Passalacqua, actual gobernador, responde a ese espacio y es uno de los eventuales aliados del presidente Javier Milei, ya que con sus cuatro diputados -Alberto Arrua, Carlos Alberto Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik, todos del bloque Innovación Federal- ha colaborado en el Congreso levantado la mano para aprobar la Ley Bases y se han abstenido en las sesiones para insistir contra los vetos a la reforma jubilatoria y la Ley de Financiamiento Universitario, a pesar de haber votado a favor de ambas iniciativas previamente.

Mientras tanto, los trabajadores públicos de la provincia de Misiones reciben uno de los sueldos más bajos del sector a nivel nacional. Por eso mismo es que recrudecieron las protestas a fines de mayo, cuando toda la Argentina hablaba de lo que ocurría allí.

Casi cinco meses después de aquellos acontecimientos, ningún medio nacional habla del tema y los trabajadores que salieron a la calle para reclamar por cobrar un salario acorde siguen en la misma lucha. Lo que cambió es que ahora enfrentan una inédita causa penal por haber reclamado. Doce trabajadores de la salud fueron llamados a indagatoria por el juez Ricardo Balor luego de que el Ministerio de Salud provincial, a cargo de Héctor González, los denunciara por haber tomado el edificio.

Jorge “Koki” Duarte es una de esas personas que fue apuntada por la Justicia. En diálogo con ANCCOM, defiende su accionar y el de sus colegas durante aquellas semanas de mayo y arremete contra la gestión de Passalacqua.

“Estábamos planteando la necesidad de mejorar nuestro salario, que el promedio en ese entonces estaba ubicado entre 450.000 pesos y 500.000 pesos en trabajadores estatales de distintas reparticiones. Hicimos una protesta frente al Ministerio de Salud, donde ocupamos la vereda, la calle y en un momento el hall de entrada del edificio, lo que para las autoridades configura una toma”, relata el enfermero profesional, que trabaja en el Hospital Nivel III de la ciudad de Oberá.

“Una toma implica afectar el funcionamiento del área o de las oficinas e impedir la entrada y salida del público. Y la verdad es que todos los trabajadores del Ministerio de Salud Pública podían entrar y trabajar en sus oficinas, mientras que la gente que iba a hacer trámites o a buscar remedios -hay una farmacia en el edificio- podía entrar. No era una toma, simplemente una vigilia en espera de una respuesta de las autoridades para nuestras demandas salariales”, remarca Duarte, quien integra la comisión provincial de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A).

“El partido gobernante está llevando adelante distintos mecanismos para callar las voces que venimos denunciando el avance sobre nuestros derechos. En estos últimos años hemos llevado adelante grandes luchas por el tema de la no construcción de represas en nuestra región, por ejemplo”, argumenta. “Y este año venimos dando batalla contra el lineamiento que la provincia de Misiones tiene con el Ejecutivo Nacional de ajustar a los sectores más vulnerables, como son los trabajadores y los jubilados. Esa batalla tuvo un pico en mayo, cuando la educación y la salud salieron a la calle junto a la Policía”, remarca.

Imputados por protestar

La denuncia penal por “ocupación” fue impulsada por el subsecretario de Salud, Héctor Proeza; junto al subsecretario de Recursos Humanos de la cartera sanitaria, Rodolfo Fernández Sosa. En los últimos días, los trabajadores desfilaron por los tribunales de Misiones para prestar declaración indagatoria. “Expresamos justamente que estábamos en una huelga, en un reclamo salarial y en una vigilia en el hall de entrada del Ministerio y también sobre la vereda y la calle, con un acampe, carpas y ollas populares”, explica Duarte. “Somos trabajadores de la salud y esto configura, a nuestro entendimiento, una clara judicialización de la protesta social. Tratan de acallar a aquellos que venimos hace muchos años denunciando estas cuestiones que están sucediendo en nuestra provincia”, sostiene el dirigente sindical.

“El agravante que tuvo esta judicialización es que no solamente fue para los trabajadores de salud, sino que también para trabajadores docentes y para la policía. Hay ocho agentes que están detenidos y en cárceles comunes directamente”, agrega.

El enfermero considera que el gobierno de Passalacqua impulsa causas penales contra los trabajadores con el respaldo de la Casa Rosada para criminalizar la protesta social y a los dirigentes sindicales. “No es casual que quienes estemos implicados seamos referentes de distintos hospitales de la provincia. Tenemos otras causas sobre nuestras espaldas, muchas de ellas por corte de calle, por corte de ruta. Mecanismos que utilizamos después de agotar todas las instancias administrativas de conciliación en el Ministerio del Trabajo. Al no encontrar el Ejecutivo una forma de disciplinarnos, emplean estas metodologías para asustar a los demás”, analiza.

La declaración de Duarte y sus colegas fue acompañada por una movilización de trabajadores que los respaldaron y le enviaron un claro mensaje a las autoridades misioneras: “Son responsables de un mecanismo que realmente no tiene pies ni cabeza porque el derecho a reclamar ante las autoridades, a peticionar, es constitucional y es lo que estamos ejerciendo desde nuestra función como representantes gremiales”, sostiene.

Aún es una incógnita cómo continuará la causa judicial contra los trabajadores de la salud de Misiones. Lo que sigue igual es la situación salarial del personal del sector, que permanece reclamando ante el gobierno de la provincia por sus sueldos y, al momento de este artículo, cumple un paro de 48 horas.

“Habíamos acordado en septiembre con las autoridades que la primera semana de octubre nos reuniríamos a discutir la pauta para el mes en curso. Y pasó la primera semana, la segunda y se convocó a mediados de mes cuando ya las liquidaciones están realizadas. En las últimas horas circuló un comunicado del propio ministro de Hacienda que afirma que en este mes los empleados públicos no recibiríamos incremento salarial”, cuestiona Duarte. Este panorama no hace más que agravar una alarmante situación que vive el sistema sanitario misionero. La lógica indica que debería haber cuatro médicos o enfermeros por cada 1.000 habitantes, pero la realidad marca que en dicha provincia solo hay una media de 1,8 médicos y 2,2 enfermeros.

“Y eso no se explica porque no salgan enfermeros o médicos de las universidades, sino que se van a otras ciudades donde la oferta es mucho más tentadora que la de acá”, analiza el dirigente de la CTA-A. No obstante, la lucha para Duarte y el resto de los trabajadores de la salud de Misiones está lejos de claudicar: “Venimos defendiendo nuestro derecho salarial y laboral  y nuestros mismos compañeros nos alientan a seguir luchando. Eso nos da fuerza para seguir”, cierra.

Un proyecto legal para frenar el acoso sexual en el trabajo

Un proyecto legal para frenar el acoso sexual en el trabajo

Periodistas Argentinas presentó un proyecto para incorporar en la Ley 26485 la modalidad de violencia sexual en contextos laborales y académicos. Surgió a partir de las denuncias públicas contra Pedro Brieger y busca proteger a las mujeres en esos ámbitos.

La agrupación Periodistas Argentinas presentó un proyecto para incorporar la modalidad de acoso sexual en contextos laborales y académicos en el Artículo 6 de la Ley 26485 de «Protección integral a las mujeres».

Se trata de una iniciativa que surgió a partir de las denuncias públicas contra el periodista Pedro Brieger, del acompañamiento que realizaron a las colegas afectadas por los hechos de violencia que cometió y, también, a otras que vivieron situaciones de la misma índole.

«En nuestros encuentros encontramos que había un vacío legal. El objetivo es que se proteja a las mujeres en sus trabajos y los lugares en los que estudian: en ámbitos de los que no pueden escapar, porque ni siquiera es una calle en la que en la cuadra siguiente estás a salvo si un acosador te cruza de frente y sigue de largo», contó Agustina Kämpfer en diálogo con ANCCOM.

La propuesta fue presentada el martes 8 de octubre en el Anexo C de la Cámara Baja del Congreso de la Nación por el colectivo junto a la diputada de Unión por la Patria y presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad, Mónica Macha. Además, cuenta con la firma de representantes de la Coalición Cívica, Encuentro Federal, Frente de Izquierda, PRO y la Unión Cívica Radical.

El acto fue encabezado por Macha, acompañada por sus pares de otros partidos políticos: Esteban Paulón y Mónica Fein del Partido Socialista; Belén Avico y Nancy Ballejos del PRO; Vanina Biasi del Partido Obrero y Paula Penacca del bloque kirchnerista. Estuvieron también presentes Agustina Kämpfer y Nancy Pazos, integrantes de Periodistas Argentinas.

El objetivo es incorporar la modalidad de «violencia y acoso sexual en el contexto laboral o académico» como conductas no consentidas que atentan contra la dignidad de la mujer, lo que generan «un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante y/u ofensivo», según indica la iniciativa.

Entre los fundamentos, se menciona que está inspirado en el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual fue suscripto por la Argentina y expresa el compromiso de las naciones firmantes a adoptar medidas para prevenir de forma efectiva este tipo de casos. También se requiere que los empleadores actúen de forma concreta ante las denuncias, mediante la creación de mecanismos accesibles y confidenciales.

«Nos encontramos con todos estos casos y lo que hicimos fue presentarlo a la sociedad. Hubo reclamos a las afectadas de por qué no judicializábamos el tema, pero no teníamos las herramientas. La ley hablaba del acoso callejero y no en los ámbitos laborales o académicos, que es donde habían sucedido estas situaciones», comentó Nancy Pazos.

Por su parte, Kämpfer mencionó una situación que ocurrió con una estudiante de TEA: «En el camino de nuestras denuncias fuimos allí, y supimos de una situación de otro acoso sexual por parte de un profesor a una alumna, que sí pudo hablar, fue escuchada, su madre es abogada, se presentó en la institución y los intimó. Lo despidieron, luego les inició un juicio y lo ganó. Esa es la situación en la que se ven las empresas que, en los mejores casos, deciden actuar en favor de la víctima».

Ambas periodistas agradecieron el acompañamiento de la propuesta por parte de los diputados y diputadas firmantes. Pazos calificó de «increíble» el trabajo llevado a cabo en conjunto y mancomunado por parte de todos. Kämpfer, en tanto, remarcó: «La salida es colectiva. Lo hacemos por las pibas, por las que no saben, no tienen recursos y no pueden contar con un micrófono para denunciar el calvario».

La presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad calificó la Ley 26485 de “ley viva”, que visualiza los ataques de género en todos los ámbitos y se necesita transformar a lo largo de los años para nombrar todos los tipos. Además, destacó que el proyecto tiene dos dimensiones: dar una reparación para las víctimas y sobrevivientes, una política restaurativa, y un mensaje solidario de pensar que a otras mujeres no les pase lo mismo.

«El acoso sexual en ámbitos laborales y académicos, que es la introducción que hacemos, nos permite buscar que las instituciones, personas y organizaciones puedan ir construyendo formas de prevención, de acompañamiento, porque también a lo largo de estos años fuimos aprendiendo que hay un pasaje».

A su vez, resaltó que el trabajo de Periodistas Argentinas tras las denuncias contra el experiodista de la TV Pública y C5N, entre otros medios, no es la única situación, ni se trata de un problema puntual con una persona: «Tiene que ver con la cultura de la violencia, que para nosotres siempre es una instancia que necesita la transformación, tiene que ver con la militancia y creo que, tanto los feminismos como los transfeminismos, han hecho mucho en términos activismo para poner en palabras un montón de situaciones».

Según el diputado Esteban Paulón, vicepresidente de la Comisión, la modificación busca recuperar, restituir y proteger derechos a partir de una construcción por parte de la sociedad civil. «Quienes venimos de los distintos colectivos vulnerados en derechos, sabemos que estas leyes y estos cambios se construyen sobre nuestros cuerpos, nuestras historias y sobre poder ponerlas sobre la mesa», planteó. Y aseguró que estas historias tienen impacto, con consecuencias en la vida de uno, y que «la verdad es liberadora».

La macrista Nancy Ballejos se refirió al compromiso de su bloque en apoyar la iniciativa y a la necesidad de dar voz a las mujeres. «El acoso sexual hacia las mujeres, pese a que está en la agenda pública, no se resuelve, y se necesita mayor visibilidad y participación», afirmó.

Kämpfer expresó que Periodistas Argentinas trabaja para mejorar la realidad de las mujeres en el país: «La agrupación todo el tiempo elabora y presenta propuestas a los diputados y senadores».

La propuesta fue suscripta por 19 diputadas y diputados de los distintos bloques políticos que conforman la Cámara de Diputados, excepto La Libertad Avanza que no aportó firmantes. La diputada Vanina Biasi, del Frente de Izquierda, cuestionó al oficialismo por negar la existencia de violencia de género, al mismo tiempo que destacó la unidad de la mayoría de los bloques: «Tiene un valor especial no solamente que tengamos las firmas de un abanico tan amplio de posiciones políticas, sino que está ocurriendo bajo el gobierno que perjuró que no existía y trata de implementar medidas para marcar, tanto en el campo de acción como en el campo legal, que no existe».

Consultada por ANCCOM sobre si los libertarios podrían llegar a votar a favor, Mónica Macha respondió: «Los que integran la Comisión (de mujeres y diversidad) no lo acompañaron, pero eso no quiere decir que con la persistencia de las compañeras de Periodistas Argentinas lo puedan logar. Hay una contradicción en ellos, pero hay que ver si esa perspectiva de esa negación es discurso de algunos referentes o si, de repente, es una mirada de toda la bancada».

De acuerdo a lo estipulado en la ruta legislativa, será tratado primero en la mencionada Comisión que preside, la cual es cabecera del proyecto, para posteriormente pasar a la de Legislación del Trabajo, conducida por el radical Martín Tetaz. Se intentará que sea debatido en un plenario conjunto.

“No somos mafia, somos trabajadores”

“No somos mafia, somos trabajadores”

Vendedores ambulantes de Once exigen al gobierno de Jorge Macri que se respeten sus fuentes laborales y advierten que las protestas continuarán si no aparece ninguna solución. La policía allanó casi 200 depósitos donde guardaban mercadería.

En Once, el centro comercial a cielo abierto del barrio porteño de Balvanera, los vendedores ambulantes de la economía popular se instalan en las veredas para comercializar sus productos al público, que busca precios bajos a la hora de comprar. Sin embargo, el viernes 4 de octubre la Policía de la Ciudad allanó unos 200 depósitos en la zona y les secuestró casi toda la mercadería que tenían, despojándolos así de lo invertido y, con ello, de su forma de subsistir.

Entre cánticos como «No somos mafia, somos trabajadores», «Si no hay solución la marcha continúa» o «Manteros unidos, jamás serán vencidos», desde el lunes 7 de octubre se mantienen movilizados para visibilizar la situación y reclamar al jefe de Gobierno Jorge Macri contra el desalojo, o bien, que se les brinde una alternativa digna.

«Alegan que somos mafia, que por eso allanaron los lugares, incluso los que el mismo Gobierno de la Ciudad que nos habían entregado, diciendo que ahí se guardaba mercadería ilegal, cosa que no es verdad, porque los compañeros tienen las boletas de dónde van y compran su mercadería», expresó Luzmery Villanueva, referente de Vendedores Ambulantes de Once (VAIO), nucleados dentro del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).

Durante el lunes, con el protocolo antipiquetes activado para evitar cortes de calle, los vendedores agrupados en VAIO y el MTE marcharon por las distintas veredas del barrio para exigir al Gobierno porteño que deje de atacarlos y se les permita trabajar como todos los días para cubrir sus necesidades básicas. «La movilización fue pacífica, respetamos todas las normas, se marchó por la vereda y no hubo incidentes», subrayó Javier, vendedor ambulante desde hace 30 años.

Otra vendedora, Matilde, destacó la necesidad de tener un espacio para trabajar y poder vivir tranquilos: «Tenemos que pagar alquiler, los servicios, la mayoría, somos monotributistas, entonces nosotros no estamos queriendo no pagar, porque también queremos un lugar que nos den o por lo menos que no nos habiliten uno para pagar un arancel».

El martes 8 de octubre continuaron las protestas. Ese día se vivieron momentos de tensión por el fuerte operativo policial que terminó con la represión a los manteros autoconvocados, que pedían la devolución de la mercadería secuestrada. Mientras tanto, los espacios de la calle que habitualmente usan, seguían vacíos, aunque transitados al ritmo habitual por el público que va a comprar a Once.

El reclamo de los trabajadores también incluye la legalización de la venta ambulante y un marco regulatorio, para brindar una solución a este sector de la economía popular. «Presentamos un proyecto de ley donde le hemos dado una estructura de cómo se vería la ciudad con cada vendedor en un local, que no tengamos que tirar una manta, podamos pagar un canon según el sector», contó Luzmery, quien resaltó también que el Gobierno de Macri no tiene interés en dar una solución: «Creo que realmente ellos son mafiosos porque les conviene más venir a reventar los galpones donde guardan la mercadería nuestros compañeros».

El viernes 4 de octubre, unos 500 efectivos de la policía porteña allanaron en simultáneo 197 depósitos, incluyendo dos predios que Horacio Rodriguez Larreta había arrendado, uno en calle La Rioja y otro sobre Perón, para reubicar a varios de esos vendedores tras el desalojo que se hizo en 2017. Allí secuestraron una importante cantidad de mercadería que guardaban los trabajadores, que según se calcula son unos tres mil en zona de Once.

Muchos se enteraron vía llamada telefónica, otros cuando llegaron al lugar, como Marina: «Venía de González Catán, fui a hacer un trámite y estaba volviendo. Bajo del micro y veo a un montón de policías. Me encuentro con mis compañeros ya en la calle tratando de armar y ya no se podía, estábamos todos desesperados», contó.

Jorge Macri calificó el operativo como «un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo», en una alusión xenófoba a los vendedores senegaleses y de otras nacionalidades –paraguaya, boliviana y peruana–. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los extranjeros tienen la nacionalidad argentina y están al día con la AFIP.

«El sábado hubo un operativo de Migraciones pensando que todos los que estamos en la calle somos indocumentados y se toparon con que todos tenían el DNI en regla. La mayoría está nacionalizada y paga monotributo. Me cobrás un monotributo sabiendo que vendo en la calle y después me venís a sacar de ahí», comentó Marina.

Entre los manteros, hay algunos que han obtenido títulos universitarios o de educación superior, pero no logran conseguir un empleo, por lo que deben recurrir a comprar productos y “mantear” para poder subsistir. Ninguno trabaja para alguien, sino que son autónomos que compran la mercadería por su cuenta.

«El 90 por ciento de los productos se compran y venden aquí. Desde un chupetín o una gaseosa hasta una remera y un pantalón. Hacemos un acto de comercio: la compramos a un precio, vendemos a otro precio y obtenemos una ganancia, vivimos de eso», aseguró Javier.

Respecto al trato con los comerciantes comentó: «No hay rivalidad, sino que es todo buena onda. Nos conocen porque somos gente que trabaja todos los días en el mismo lugar. Incluso al sacar a los manteros, la mayoría de las ventas de los negocios bajan ».

El día posterior a los allanamientos, el barrio contaba con una mayor presencia policial de lo habitual, con personal del Departamento Operaciones Urbanas de Contención (DOUC) y grupos de fiscalizadores de Espacio Público en casi todas las cuadras, incluso por la tarde, fuera de los horarios habituales de trabajo.

Los vendedores afirman que, si no se abre un canal de diálogo, seguirán las protestas y, de ser necesario, se enfrentarán con las fuerzas de seguridad.

La pregunta del millón

La pregunta del millón

Se presentó el primer capítulo de “¿Cómo ganar plata?”, la serie documental ideada y conducida por Ofelia Fernández. La pieza analiza el mundo del trabajo juvenil para explicar su complejidad y contradicciones.

El martes se estrenó “¿Cómo ganar plata?”, el primer capítulo de la serie documental de Ofelia Fernández sobre las distintas formas en las que trabajan las nuevas generaciones. A lo largo de cuatro capítulos se propone hacer una radiografía de los problemas que enfrentan los jóvenes en el mundo laboral. La serie cuenta con la dirección de Agustina Claramonte, el apoyo de la fundación Fundar que se encargó del rigor técnico del proceso y el nuevo medio de comunicación Corta, que compartió el primer episodio en su canal de Youtube.

Desde las 18:00, la fila se fue armando en la vereda del Complejo Art Media, lugar donde se llevó adelante el estreno, y que también fue una de las locaciones de la serie. El interior estaba ambientado como un cine y se llenó por completo. En las paredes se colocaron carteles que decían: “Ganá plata mientras dormís”, “¿Querés ser tu propio jefe?”, “¿Y si te arriesgás y ganás?”. En las primeras dos filas, había varios elementos de oficina, computadoras viejas y teléfonos de cable, instalando una premisa sobre el choque entre lo viejo y lo nuevo en el mundo laboral.

Fernández entró al escenario presentada por Ivan Schargrodsky. Mostrando la frescura que la caracteriza y que marca el tono del documental, le dice al público: “Si alguno tenía la ilusión de venir acá a saber efectivamente cómo hacer mucho dinero, no tengo esa respuesta”. Afirma que “desde noviembre me di cuenta de que no entiendo nada. Entonces decidí salir a preguntar”. Después de los agradecimientos, comenzó la transmisión del primer episodio.

El capítulo

Fernández es clara y convoca esta vez desde la pantalla: “Los invito a dejar de negar esta crisis y les aseguro que no voy a encontrar la consigna, la síntesis que logrará volver a ponernos a todos a hablar el mismo idioma. Porque esto es mucho más complejo, pretendo rendirle honor a esa complejidad”. Fiel a su postulado, el “formato pregunta” está presente en todo el episodio, invitándonos a cuestionar en lugar de cerrar sentidos.

Para comenzar, el documental arranca con una anécdota: un abuelo le cuenta a su nieta que a su edad entró a un laburo donde pasó toda su vida hasta jubilarse, comprándose una casa y un auto. Este hecho contrasta con la experiencia de su nieta, que pasó por 25 trabajos, con eso alquila un monoambiente y ni siquiera piensa en jubilarse. Entonces Fernández se pregunta: “¿Qué hay de bueno y de malo en cada foto? ¿Hay que rearmar el mercado de trabajo que existió? ¿O hay que construir uno nuevo sobre el estallado que nos quedó en frente?”.

“Durante los últimos años advertimos: ¡vienen por tus derechos laborales! Vacaciones pagas, aguinaldo, indemnización, jubilación. Pero de repente nos desayunamos que eso no importó tanto, no asustó tanto. Porque quizás no es la realidad de la mayoría de la gente que labura. Quizás seguimos hablando como si el mundo se hubiera quedado congelado en el siglo pasado”, afirma Fernández.

“Con la realidad no hay que enojarse, hay que tratar de entenderla”, sostiene la exdiputada. Para entender cómo trabaja nuestra generación, Fernández empieza por lo más elemental: la conversación. Se acerca y habla con un ex-policía, con una trabajadora del ámbito privado, con una mesera, una influencer, una manicura, un repartidor, una profesora de educación física. ¿Por qué trabajan de lo que trabajan? ¿Cómo llegan a fin de mes? ¿Qué problemas tienen? ¿Cuáles son sus aspiraciones?

En diálogo con ANCCOM, Fernández cuenta sobre el proceso: “Es combinar una inquietud, que es el deseo de interpretar y, ojalá, representar las nuevas demandas de mi generación. En este caso particular, de esta primera pieza, de la relación con el trabajo, con el dinero”. Afirma que esta es la mejor manera de contarlo. Para elegir a los testimonios del documental, cuenta que buscó a las representaciones más genuinas de algunas categorías de trabajo: “Creo que terminó siendo bastante representativo de cuál es la foto de esta generación en ese vínculo en particular. Siento que es un tema que podría ser re denso, y que de alguna manera termina siendo relativamente esperanzador”.

“Las ideas son algo muy valioso cuando parece que todo ya está hecho”, sostiene Fernández. En contraste a los videos rápidos y cortos que predominan, la exdiputada hace una apuesta artística para transmitir su mensaje. Capta los sentires de la época y los traduce con audacia en el lenguaje audiovisual.

 

La recepción del público

Al finalizar la proyección, ANCCOM dialogó con el público. Allí estaban, por ejemplo, los periodistas Lía Copello y Matias Mowszet. Sobre sus expectativas, Copello cuenta que “El título ya era algo tentador, porque es algo que está ahí presente en todo, así que valía la pena darle una oportunidad”. Mowszet agrega: “Me imaginaba que iba a ser algo provocador, uno de Ofelia se esperaba eso, y provocó”.

Copello resalta que le “llamó mucho la atención esta conclusión de que estamos todos pensando en la plata. Me aclara y me deprime a la vez. Con algunas cosas me sentí muy identificada, con laburos que nada tenían que ver con el mío”. Mowszet se queda con la parte donde se asegura que “la discusión política está concentrada en menos del 40% de la población laboral. Todo lo que discutimos a nivel laboral, está concentrado en muy poca gente. Me parece que identifica muy bien por qué se pierden las elecciones”.

El periodista Marcos Aramburu afirma que “hay algo de ir a buscar los testimonios y no presuponer esa información, que es sorprendentemente revolucionario en estos momentos de la política. Hay algo de ir a ver a quién estás pretendiendo representar”. También destaca la puesta artística “en un momento donde todas las piezas de comunicación política que ves son de un político tratando de hacer una Bizarrap Session. Esto es como un cachetazo impresionante. Estético, artístico y conceptual”.

El primer capítulo de esta serie documental, se encuentra disponible en el canal de Youtube Corta.