10 años de feminismos: De la marea verde a la resistencia

10 años de feminismos: De la marea verde a la resistencia

En esta década la militancia por los derechos de género y disidencias ganó la calle y numerosas conquistas. Pero en el último año el péndulo viró hacia el otro extremo y hubo que volver a las trincheras ante el avance anti-woke.

En marzo de 2015, en un contexto de transformaciones profundas y debates intensos sobre género, nació ANCCOM. A lo largo de esta década, ha acompañado hitos como la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley de Identidad de Género y la Ley de Cupo Laboral, además de la creación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. Sin embargo, también ha sido testigo del desmantelamiento de muchas de estas conquistas.

Luci Cavallero, docente, investigadora y activista de Ni Una Menos, analiza el presente y los desafíos que enfrenta el movimiento feminista. «A pesar de las conquistas logradas, el contexto actual impone nuevas resistencias», señala. Entre ellas, menciona la eliminación o reducción de programas clave de asistencia, como la Línea 144 y el Plan ENIA. «El acceso a la interrupción voluntaria del embarazo enfrenta más obstáculos, porque además del marco legal, es crucial contar con recursos y presupuestos adecuados», advierte.

Cavallero subraya que la crisis económica intensifica la violencia de género. «Hay un malestar generalizado que se traduce en un aumento de la violencia en todas sus formas: entre varones, de varones contra mujeres y en el ámbito doméstico», explica. En esta realidad, sostiene que el Estado no solo desarticula políticas públicas, sino que con sus discursos «desinhibe la violencia social y legitima ataques hacia mujeres, lesbianas, travestis y maricas».

Frente a estos retrocesos, el movimiento feminista busca reorganizarse. «No se trata solo de reivindicar fechas, sino de articular con otros sectores, como trabajadores, jubilados y defensores de la salud pública», afirma Cavallero, y concluye: «Es necesario fortalecer los espacios colectivos y expandir alianzas».

Una de las luchas urgentes dentro de estos espacios es la de la comunidad trans, el sector más excluido del sistema laboral y con menor acceso a derechos básicos: «No hay ninguna política pública para la comunidad trans, no solo en la cuestión laboral, sino tampoco en función de la salud y los procesos de hormonización», subraya Claudia Vásquez Haro, presidenta de Otrans y primera mujer trans migrante en recibir el DNI. La Ley de Cupo Laboral Travesti Trans fue un avance significativo, pero su implementación sigue siendo irregular y depende de la voluntad política de cada gobierno. «Los derechos requieren de la acción concreta del Estado, que garantice condiciones de igualdad, reconociendo las vulnerabilidades de los sectores más desprotegidos», enfatiza.

En junio de 2024, el gobierno de Milei disolvió el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, responsable de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Además de los despidos masivos, se desfinanciaron políticas nacionales que brindaban apoyo a mujeres y diversidades en situación de violencia, como el Programa Acompañar. “Muchas víctimas dependen económicamente de sus agresores, y este programa les permitía salir de hogares violentos. Actualmente, hay muy pocas nuevas beneficiarias”, refería la trabajadora social Luján Tramanzoli, hace unos días, en diálogo con ANCCOM.

Martha Linares, exdirectora nacional de Asistencia Integral a las Víctimas de Violencia por Razones de Género, alerta sobre las graves consecuencias de esta desarticulación: “El aumento de femicidios es una de ellas, pero también la eliminación de la Línea 144, que brindaba orientación anónima sin necesidad de denuncia”.

El 8M de 2025 fue una expresión masiva de rechazo a la destrucción de las políticas de género. 

 

Tanto para Linares como para Claudia Vásquez Haro, las políticas de género no deberían depender de un gobierno, sino ser un compromiso del Estado. «Hoy tenemos una gestión que desconoce la problemática y busca eliminar figuras clave como el femicidio del Código Penal». Ante este panorama, opina que la resistencia debe ir más allá de frenar políticas regresivas: «Si volvemos a tener un gobierno popular, necesitamos un Ministerio de Mujeres con más alcance que el anterior».

«No podemos permitirnos empezar siempre desde cero. En los momentos más difíciles, debemos golpear juntas y discutir cómo evitar que lo logrado se transforme en un retroceso dentro del propio movimiento», agrega Linares, a la vez que destaca la necesidad de unidad política y acción concreta. «Uno de los aspectos más importantes es no perder la capacidad de desordenar la política y generar espacios de encuentro intergeneracionales. Las nuevas generaciones deben tomar la posta, pero sin perder de vista las experiencias acumuladas por las generaciones anteriores».

«El feminismo no surgió en 2018 con los pañuelos verdes y el glitter –remarca Linares–. Se construyó a partir de años de organización y lucha”. En ese sentido, reivindica el rol de las organizaciones políticas, sindicales y comunitarias como pilares fundamentales para la resistencia y el cambio estructural. «No se trata solo de resistir, sino de transformar las estructuras que perpetúan la violencia y la exclusión», concluye.

Absolvieron al novio de Micaela Rascovsky

Absolvieron al novio de Micaela Rascovsky

En un fallo muy cuestionado por los presentes, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 10 absolvió a Guido Pascuccio, quien había sido acusado de femicidio. El fallo provocó reacción entre los familiares de la joven.

Los familiares de Micaela en la puerta de Tribunales luego de la sentencia. 

“Voy a dar la lectura del veredicto”, anunció el juez Alejandro Noceti Achával, presidente del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 10 porteño frente a una sala repleta de personas. A su izquierda estaba la jueza Inés Cantisani y a su derecha el juez Jorge Romeo. “El tribunal resuelve absolver a Guido Pascuccio”, sentenció Noceti Achával, que enseguida siguió leyendo un par de puntos legales más que ninguno de los presentes tuvo ánimo de procesar. Es que sus primeras palabras retumbaron demasiado fuerte en los oídos de quienes habían ido a acompañar a los papás de Micaela Rascovsky, que murió el 13 de abril de 2021 en el departamento de Villa Ortúzar que compartía con Pascuccio, quien era su novio y estaba acusado de asesinato. 

Noceti Achával leyó el veredicto a la velocidad de la luz, con la cabeza enfocada pura y exclusivamente en el papel, como queriendo evitar las miradas de reproche de los familiares de Rascovsky, que esperaban prisión perpetua para el acusado por la figura de femicidio. Lo cierto es que Pascuccio llegó al juicio imputado por los delitos de “abandono de persona seguida de muerte y lesiones doblemente agravadas en contexto de violencia de género”, motivo por el cual la fiscalía había sugerido 11 años de prisión para él. No obstante, los jueces Noceti Achával, Cantisani y Romeo decidieron, finalmente, su absolución. El juez que anunció el veredicto aclaró que el 18 de marzo dará a conocer los fundamentos de su decisión. 

“No voy a parar hasta que pagues por lo que le hiciste a mi hija”, clamó con desesperación Patricia Ortiz, mamá de la joven fallecida, una vez que el juez terminó de leer la sentencia. Se dirigía directamente a Pascuccio, mirándolo a los ojos, mientras el dolor le atravesaba el cuerpo entero. Sebastián Rascovsky, por su parte, sostenía un cuadro con el rostro de su hija en el momento en que el juez dijo que Pascuccio quedaba absuelto, como queriendo abrazar a Micaela de alguna manera, aunque ella ya no esté en este mundo. 

Pascuccio es abogado como su papá y su hermano. Estuvo preso durante un año y cinco meses, pero al juicio llegó en libertad por haber pagado una fianza de tres millones de pesos. En la primera audiencia, que tuvo lugar el 14 de noviembre de 2024 en el 6° piso del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 10 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el acusado había dicho que “jamás lastimó a Micaela”. Este 11 de marzo, en ese mismo tribunal y en la última audiencia del juicio, volvió a decir lo mismo.

«Los hijos del poder, como Guido Pascuccio, hacen lo que quieren, total con contactos y plata tapan todo. Nos van a tener que matar para callarnos porque vamos a abrir la tierra para sacar todos los trapos sucios», manifestó la tía de Micaela Rascovsky.

Rascovsky tenía 25 años y estudiaba la carrera de Medicina en la Universidad de Buenos Aires. Estaba conviviendo con Pascuccio hasta que en 2021 apareció sin vida en la casa que ambos compartían. El día del fallecimiento de Rascovsky, Pascuccio llamó a Emergencias y dijo: “Me levanté y escuché unos ruidos en el living y estaba mi mujer convulsionando. No sé si tomó algo, estoy muy asustado. No la puedo hacer reaccionar. Tengo miedo de que haya tomado algo, alguna pastilla o algo”. De ahí en más planteó la hipótesis de que su novia se había suicidado con una sobredosis de cocaína. ¿El motivo, según él? Que no soportó el dolor causado por no haber podido llevar a término su embarazo, que era ectópico. 

No obstante, el día del fallecimiento de Rascovsky fue a reconocer el cuerpo María Ortiz —tía de la joven—, quien encontró a su sobrina con moretones. Enseguida la autopsia determinó que Rascovsky tenía ADN de dos personas masculinas debajo de las uñas y líquido seminal de su novio en la ropa interior. De ahí que la familia de la víctima consultó la opinión profesional de Borja Moreno Víchez, médico que integra el Cuerpo Nacional de Médicos Forenses de España. Él dijo que el cuerpo de Rascovsky presentaba señales de defensa, por lo que descartó completamente la hipótesis del suicidio que Pascuccio había planteado desde el principio. El testimonio de Moreno Víchez se puede escuchar en el documental sobre la muerte de Rascovsky realizado por la productora española “Triun Arts”, que consta de tres partes. “Fabricando una mentira” es el título de la primera. 

Una vez finalizada la lectura del veredicto, el fiscal Guillermo Moroni trató de contener a la familia de la víctima pero ninguna de las palabras que salieron de su boca pudo impedir la manifestación de la bronca colectiva. “Si usted hubiera visto a mi nieta toda golpeada…”, masculló la abuela de Rascovsky, entre lágrimas. Otros familiares sugirieron a viva voz que Pascuccio contaba con el apoyo de un juez federal que, en carácter de amigo de su papá, estuvo presente en la sala. 

Ya afuera del tribunal, en la Plaza Lavalle, los papás de Rascovsky permanecían inmóviles, perplejos por la decisión de los jueces, que ni siquiera le adjudicaron la responsabilidad por “abandono de persona”. No estaban solos, estaban acompañados por sus familiares y sus abogados. Estos últimos comentaron a esta agencia que todavía se puede presentar un recurso de casación, que permitiría que los jueces revisaran su decisión. 

Sin embargo, Paula Ortiz —tía de la joven fallecida— se mostró poco esperanzada. En una conversación con ANCCOM dijo que “la justicia argentina es una de las más corruptas que existen. Las mujeres víctimas de violencia que aún siguen vivas porque lograron escapar son sobrevivientes de esta justicia patriarcal. Se nos ríen en la cara. Los hijos del poder, como Guido Pascuccio, hacen lo que quieren, total con contactos y plata tapan todo. Nos van a tener que matar para callarnos porque vamos a abrir la tierra para sacar todos los trapos sucios. Le pido a la sociedad que se levante y haga ruido porque un día puede ser su hija. No quiero más carteles y tumbas con el nombre de alguna chica víctima de femicidio”.

Las mujeres salieron a la calle y denunciaron las políticas machistas del gobierno

Las mujeres salieron a la calle y denunciaron las políticas machistas del gobierno

Miles de mujeres y disidencias marcharon desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo para enfrentar el desmantelamiento del sistema de protección de víctimas de violencia de género, y contra el discurso y práctica patriarcal del Gobierno nacional.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, fueron miles las mujeres y disidencias que se hicieron presentes en distintos puntos de la República Argentina. En la Ciudad de Buenos Aires, la movilización fue convocada a las 16 bajo la consigna: “Paro internacional transfeminista, antirracista, antifascista, antipatriarcal y anticapitalista”. Comenzó en el Congreso de la Nación y culminó en la Plaza de Mayo.

Media hora después, por las intersecciones de Avenida de Mayo y Lima comenzó a desplazarse la primera cabecera hacia Plaza de Mayo al grito de “¡Unidad de las trabajadoras!”. Allí estuvieron personalidades de la política como Romina Del Plá y Vanina Biasi, diputadas del Frente de Izquierda. También la exministra de género, Elizabeth Goméz Alcorta.

Victoria Aguirre; vocera nacional y co-coordinadora del Observatorio de mujeres, disidencias y derechos de Mumalá dijo que marchó por la reivindicación de los derechos laborales y la precarización, agregó: “También por aquellas mujeres que sostienen hogares monoparentales, en Argentina es casi un 70 por ciento.. Por las 48 víctimas de femicidios en lo que va del año y los 182 intentos de femicidios”. Y concluyó, que desde el Observatorio se registró un femicidio cada 29 horas y un intento de femicidio cada 8.

 

Horas antes de que las calles sean colmadas, en la cuenta de Casa Rosada de X, el Gobierno nacional publicó un video por el Día Internacional de la Mujer. En el, son críticos con el gobierno de Alberto Fernández por la creación del ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad; “la ideología de género” y “la cultura woke”. En las imágenes se agregó además que en la gestión de Javier Milei durante 2024, “los homicidios de mujeres cayeron un 20%” omitiendo la figura penal de femicidio.

 

A raíz de este vídeo, Aguirre calificó al Gobierno como “mentiroso” y “promotor de violencia” dado que según la vocera, en ningún lugar de ese posteo hubo una intención de reacondicionar la situación de las mujeres y las disidencias por eliminar las violencias. Sino que hizo todo lo contrario: fomentó el odio hacia las feministas y diversidades, “como si nosotros fuésemos el problema coyuntural del país. El problema es el hambre, las políticas de ajuste y el desempleo”.

 

Mientras las horas transcurrían, los reclamos al ritmo de tambores y gritos eran los mismos: reducir la brecha salarial que actualmente es de un 27% según el INDEC; “dejen de matarnos por el simple hecho de ser mujeres”, en relación al registro de un femicidio cada 29 horas; el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres y niñas. Según UFEM en Argentina el 73% de las víctimas conocía a su agresor. De igual modo se reclamó la presencia de mujeres en puestos políticos y empresariales relevantes y la garantia del aborto legal seguro y gratuito según la ley 27.610.

“Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género”

“Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género”

Cada 27 horas se registró un crimen de género en el país, según el informe de La Casa del Encuentro. Las especialistas Claudia Pekar y Raquel Vivanco alertan sobre la desidia del gobierno, que redujo programas, eliminó el Ministerio de las Mujeres e impulsa la derogación de la figura legal del femicidio.

En los dos primeros meses del año se registraron 55 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, y 1 de un varón adulto, según el nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, dirigido por La Casa del Encuentro. De las víctimas, 51 hijas e hijos quedaron sin madre, el 55% de ellos menores de edad. Además, el 59% de los agresores eran pareja o expareja, y el 68% de las mujeres fueron asesinadas en su hogar. Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos (24), seguida por Santa Fe (9), Mendoza y Chaco (4).
“Lamentablemente esta cifra ­–que con mínimas diferencias se repite años tras año–, no sorprende a quienes trabajamos en violencia de género, porque sabemos que esta problemática está muy enraizada en nuestra sociedad. El femicidio es la expresión más violenta de la violencia física, pero es sólo una de los tipos en que se despliega la violencia machista, además de la violencia sexual, psicológica, económica patrimonial, simbólica y política”, señala Claudia Pekar, abogada especializada en género, voluntaria en la Casa del Encuentro y cofundadora de Generando Consultora.
Ante la falta de cifras oficiales, los datos recopilados mensualmente por distintos observatorios evidencian que los femicidios son una realidad innegable, a pesar de la postura del gobierno de Javier Milei. Raquel Vivanco, directora general y fundadora del Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, que también publicó su informe sobre femicidios, menciona que en lo que va del año se registró un femicidio cada 27 horas. Al respecto, afirma: “Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género. Por eso, el término femicidio tiene una dimensión política, utilizada para denunciar y visibilizar la gravedad de la violencia machista'».
Dicha tipificación, impulsada por la Casa del Encuentro, fue incorporada como agravante del homicidio en 2012 gracias a la lucha del movimiento feminista, que logró instalar un cambio de paradigma. “’El inciso 12 del artículo 80 del Código Penal incorpora el femicidio vinculado, que ocurre cuando se mata a alguien cercano a la mujer –hijos, madre, nueva pareja– con el objetivo de hacerla sufrir, o cuando alguien es asesinado al interponerse para defenderla'», explica Pekar.

«Ser mujeres o personas LGBTIQNB+ no implica ningún privilegio; por el contrario, somos asesinades por nuestra identidad. La tipificación del femicidio, la Ley de Identidad de Género y el Cupo Laboral Travesti Trans no son un ‘curro’, sino herramientas fundamentales para proteger a colectivos históricamente vulnerados, cuya implementación es responsabilidad del Estado», afirma Vivanco.
Sobre esto, Pekar apunta que si bien vivimos en una sociedad violenta, la violencia de género es un fenómeno específico y sistemático, cuya tipificación en el Código Penal responde a su frecuencia y a su arraigo en un patrón cultural. «La reforma del artículo 80 amplió el alcance de la pena más grave, la prisión perpetua, para incluir a exparejas y relaciones sin convivencia, antes excluidas. No se trata de negar otras violencias, sino de reconocer que el femicidio es un problema mundial, con cifras alarmantes en países como México, que registra diez casos diarios”.
Y agrega: “Argentina asumió compromisos internacionales al firmar la Convención CEDAW en 1979 y la de Belém do Pará en 1994, que exigen erradicar, sancionar y prevenir la violencia contra las mujeres. La tipificación del feminicidio y la Ley 26.485 responden a esos acuerdos, traducidos en políticas nacionales para combatir esta problemática».
Si bien desde el Observatorio informan que las estadísticas de femicidios se han mantenido a lo largo de los años, lo que vemos es que la violencia hacia mujeres y diversidades se profundiza en contextos adversos como el actual. “La negación de su existencia, sumada al desmantelamiento y desfinanciamiento de los espacios estatales destinados a la protección, asistencia y prevención, pone en peligro constante a mujeres, niñas, niños, adolescentes y diversidades, exponiéndolos a las distintas violencias tipificadas en la ley 26.485”, advierten desde La Casa del Encuentro. En esa línea, Vivanco subraya: “El desempleo creciente y el ajuste económico llevado adelante por Milei impactan especialmente en mujeres y diversidades, que muchas veces no cuentan con los recursos necesarios para salir de situaciones de violencia. La falta de autonomía económica es determinante para pensarnos libres de todo tipo de violencia”.

Una de las políticas que intentaba abordar esta necesidad, aunque de manera limitada, era el plan Acompañar. Este programa otorgaba un subsidio equivalente a un salario mínimo durante seis meses a mujeres y disidencias en situación de violencia, permitiéndoles encontrar un camino hacia la autonomía. “Muchas mujeres no pueden irse de sus casas porque no tienen recursos, ya que una de las formas de violencia es la económica-patrimonial. El Estado, al menos, reconocía esa necesidad. Ahora, las solicitudes aprobadas han caído drásticamente en comparación con gestiones anteriores”, sostiene Pekar.

Además, advierte que la consecuencia inmediata del desfinanciamiento y desmantelamiento de políticas de género es la falta de recursos y espacios de asistencia. “La eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad refleja la poca importancia que este gobierno le da a la violencia de género. Se han reducido dispositivos clave como la línea 144, que funciona las 24 horas brindando contención y asesoramiento, pero con menos operadores tras los despidos”.

Más allá del recorte de políticas, Claudia también alerta sobre el impacto de los discursos negacionistas y de odio que se han fortalecido con este gobierno. “No solo se desfinancian programas, sino que se instalan discursos que minimizan la violencia de género y refuerzan la homofobia y la lesbofobia. Ya hubo varias víctimas de crímenes de odio en lo que va de 2024 y comienzos de 2025, y esto es parte de ese contexto”.

En contraste, la abogada destaca la labor crucial de organizaciones como la Casa del Encuentro, que lleva más de 20 años brindando asistencia integral y gratuita a mujeres en situación de violencia, sin importar su ubicación. “Además de la atención presencial en la Ciudad de Buenos Aires, la Casa del Encuentro ofrece apoyo a través de llamadas y encuentros virtuales, brindando recursos a mujeres que no saben qué hacer, por dónde empezar ni qué derechos tienen».

Vivanco subraya que frente al odio y la crueldad del gobierno de Milei, la respuesta debe ser colectiva, y que la solidaridad es nuestra principal herramienta. «Le oponemos a este proyecto deshumanizante, un proyecto de vida y de felicidad. Este 8M paramos y volvemos a las calles para defender nuestras conquistas y afirmar que nuestras vidas tienen valor.», concluye.

Los feminismos en tiempos de Milei

Los feminismos en tiempos de Milei

Este 8 de marzo encuentra a los feminismos como uno de los blancos predilectos del Gobierno. ¿Qué consecuencias tienen esas políticas? ¿Cómo se enfrenta esta situación?

En este segundo año de mandato del presidente Javier Milei y en un contexto de creciente crisis económica, ¿qué particularidades tendrá esta edición de la marcha del 8M? ¿Cómo afecta la crisis a las mujeres y disidencias? ¿Qué rol ocupan los feminismos en este escenario?

Para responder a estas preguntas, ANCCOM salió a conversar con referentes de distintos ámbitos: Luci Cavallero, representante del movimiento Ni Una Menos; la socióloga y periodista especializada en estudios de género, Danila Saiegh; Luján Tramanzoli, trabajadora social del Juzgado Nacional Civil de Familia, y la filósofa Roxana Kreimer, quienes ofrecen un panorama sobre los desafíos y las luchas que marcarán este 8M y el movimiento feminista contemporáneo.

Contexto

En junio de 2024, el gobierno de Milei disolvió el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, responsable de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Además de los despidos masivos, se desfinanciaron políticas nacionales que brindaban apoyo a mujeres y diversidades en situación de violencia, como el Programa Acompañar. “Muchas víctimas dependen económicamente de sus agresores, y este programa les permitía salir de hogares violentos. Actualmente, hay muy pocas nuevas beneficiarias”, explica Tramanzoli.

“La crisis económica agravó la vulnerabilidad de las mujeres a quienes acompañaba esa política. Ahora enfrentan mayores dificultades para acceder a alimentos, vivienda digna y cuidados para sus hijos”, sostiene. Sin alternativas, muchas deben seguir conviviendo con sus agresores. “Veo mujeres que presentan denuncias de violencia, pero, ante la falta de recursos y la ausencia de políticas de apoyo, terminan regresando a la convivencia porque no encuentran otra forma de subsistir”, agrega la trabajadora social. Cavallero, referente de Ni Una Menos, coincide con lo que Tramanzoli observa en su tarea cotidiana: “La crisis impacta haciendo que las mujeres tengan menos opciones para salir de los hogares donde hay violencia por razones de género”.

Además, “con este programa de ajuste brutal y shock neoliberal, donde el Estado se está retirando de la provisión de salud y educación, y se producen despidos masivos en las políticas públicas, las mujeres están absorbiendo todo este ajuste con el trabajo no remunerado, con tareas domésticas y de cuidado”, afirma Cavallero.

Por otro lado, Kreimer, quien se reconoce como “feminista crítica del feminismo hegemónico y del hembrismo”, suele señalar algunos sesgos que, en su opinión, dificultan la lucha que llevan adelante las mujeres. Por ejemplo, plantea una duda sobre si las mujeres sufren más la crisis que los hombres: “El único estudio cuantitativo que encontré le pregunta a las mujeres, pero no a los hombres, cómo las perjudica la crisis económica”, comenta, refiriéndose a una investigación del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana de Rosario. “El problema es que en la mayoría de los estudios con orientación feminista no se compara con lo que le ocurre a los hombres y se saca la conclusión de que a las mujeres las afecta más que a ellos. Incluso se habla de feminización de la pobreza”. Además, añade que en general a la pregunta de cómo afecta la crisis a las mujeres, se responde con “opiniones y la opinión es el escalón más bajo del conocimiento”, subraya.

El feminismo hoy

¿Cómo se sigue en este momento, con un feminismo ajustado y utilizado como chivo expiatorio? Tramanzoli propone que “se debe seguir luchando por los derechos conquistados. No podemos darlos por sentado, porque este gobierno avanza contra ellos. También es fundamental reconstruir los que ya fueron eliminados en este primer año de gestión mileísta”.

Asimismo, plantea la organización popular como alternativa: “Es importante también organizarse desde los márgenes de la institucionalidad y construir respuestas frente a la desprotección”. Si bien propone que debería ser tarea del Estado, señala: “Para este gobierno, impedir la violencia contra mujeres y diversidades dejó de ser una prioridad. Frente a esta realidad, el feminismo debe encontrar soluciones desde la organización popular”.

Por otro lado, Cavallero afirma: “El feminismo tiene un rol fundamental en la resistencia de la ultraderecha, porque propone un modelo completamente alternativo a la idea del individualismo y la violencia”. Así, explica que el feminismo pone en valor el cuidado, la interdependencia y el trabajo comunitario, que contrasta con las políticas del gobierno actual.

También subraya la importancia del feminismo en la construcción de alianzas: “Esto queda demostrado cada 8 de marzo, donde somos casi el único movimiento que puede mostrar una unidad de todas las fuerzas políticas en la calle. Es necesario hacer alianzas transversales donde aparezcan otros sujetos y sujetas políticas que también están en conflicto con este modelo”, sostiene. Para Cavallero, el feminismo tiene que dinamizar las alianzas políticas para enfrentar a este modelo y plantear una oposición, aunque reconoce que hay que hacer ajustes de estrategias para este nuevo tiempo.

“Tenemos que plantear más que nunca que el feminismo es una política de masas –susbraya-, no es un partido, no es un ghetto, no es un movimiento de efemérides, es un movimiento que está al interior de todas las luchas que dan nuestros pueblos”. En ese sentido, Saiegh plantea: “Creo que, en términos concretos, no hay tal partido del feminismo. Las feministas y los feminismos somos un montón de mujeres y disidencias viviendo nuestra vida, tratando de llegar a fin de mes”.

Para Tramanzoli, es imprescindible proteger la vida: “En nuestro país se produce un femicidio cada 35 horas. Si bien los desafíos son muchos y complejos, me parece que la problemática de la violencia de género y en especial en su modalidad doméstica, necesita por parte del feminismo respuestas urgentes”, plantea.

Para Kreimer, el feminismo debería dialogar con los grupos mileístas, ya que proponen algunas ideas que, según ella, podrían beneficiar a la sociedad. Entre ellas, señala, la necesidad reformar un sistema judicial sesgado contra los hombres, cómplice de falsas denuncias y violatorio de garantías constitucionales y de revisar las variables en la investigación de la brecha salarial.

¿Por qué la ultraderecha tomó de “enemigo” a los feminismos?

Saiegh apunta que “el feminismo no es un partido en el que podamos militar y ganar elecciones”, pero aun así se ha convertido en un enemigo para la ultraderecha debido a su capacidad de cuestionar el poder. Expresa que los feminismos han comenzado a interpelar “algunos lugares de poder, algunas narrativas que sostenían a los varones heterosexuales en los lugares de poder” y que, aunque ese cuestionamiento fue mínimo, bastó para generar una reacción violenta.

Cavallero complementa esta idea al señalar que el feminismo no sólo desafía estructuras simbólicas, sino también económicas y políticas. “El protagonismo feminista propone una forma de resolver la reproducción de la vida que va directamente en contra de este modelo individualista y violento que propone la ultraderecha”, sostiene. Expresa que la derecha responde con hostilidad porque el feminismo “antagoniza de manera muy concreta con este modelo de extractivismo, endeudamiento y concentración de la riqueza”.

Además, Cavallero señala que la ultraderecha recurre a la estigmatización para desviar los conflictos sociales. “Necesita generar una división al interior de la clase obrera para que el conflicto social nunca vaya hacia los de arriba”, afirma explicando por qué los feminismos y otros movimientos, como el de migrantes, son convertidos en enemigos. En este sentido, lo que la activista describe como una reacción neofascista contra el avance feminista también se inscribe en una estrategia más amplia: la derecha necesita fabricar adversarios internos para sostener su modelo de poder y concentración de riqueza.

La postura de Kreimer sigue una dirección diferente. Según ella, la respuesta ante el feminismo se debe a que “en general, apoya la violación de garantías constitucionales, como el principio de inocencia o la igualdad ante la ley, cultiva un victimismo que nos convierte en eternas menores de edad y descalifica los problemas de género que padecen los hombres, como si estuvieran compitiendo para ver a quién le va peor”.

¿Cómo interpelar a las juventudes?

Saiegh señala que “los feminismos no tienen la obligación de salir a conquistar militantes como lo hace un partido político”, el desafío es convencer a los dirigentes de que sus demandas son importantes. Desde su perspectiva, una tarea importante es darle sentido político a las experiencias de los jóvenes. “Por ejemplo, que una chica pueda interpretar su relación con la libertad y el deseo, la posibilidad de estudiar, votar, ser votada, ser presidenta, legisladora, dueña de una empresa o arquitecta”, expresa.

Además, sostiene que esta tarea de interpelación no es exclusiva del feminismo, sino que es parte de un desafío mayor: acercarse a quienes dicen no interesarse en la política y recuperar la exigencia de derechos al Estado. “Hay jóvenes que creen que su existencia se explica por la libertad en el mercado, como si el Estado, en términos políticos e históricos, no tuviera nada que ver con ellos”, advierte. Según su visión, esta desconexión se profundizó tras la pandemia.

Cavallero, en cambio, enfatiza la necesidad de construir un movimiento intergeneracional que convoque a los jóvenes y se organice en distintos espacios. “El feminismo tiene que acercarse y seguir haciendo un movimiento intergeneracional”, sostiene. Considera clave definir “cuáles son los vectores de politización y cuáles son las alternativas que propone el feminismo”. Para ella, el feminismo debe ofrecer respuestas concretas sobre el cuidado, las finanzas y el acceso a la vivienda. “Seguir teniendo un movimiento capaz de organizarse en escuelas, en universidades, en lugares de trabajo, es muy importante”, expresa.

La movilización por el 8M en 2025 se enmarca en un contexto de recortes estatales, crisis económica y un gobierno que desestima las políticas de género. Más allá de las diferencias internas, lo que parece quedar claro es que el feminismo sigue siendo un actor político clave en el escenario actual. En Argentina la violencia de género sigue cobrándose vidas y jornadas de lucha como el #8M son un espacio de debate, encuentro y resistencia, que sigue colocando en el centro las demandas de las mujeres y diversidades por una sociedad más justa.

Este 8M, la marcha comenzará a las 16:00 hs en Plaza de Mayo, bajo el lema «contra el hambre, el saqueo y la crueldad».

Después de 18 años, comenzó el juicio por el asesinato de Otoño Uriarte

Después de 18 años, comenzó el juicio por el asesinato de Otoño Uriarte

La adolescente de 16 años había desaparecido en Río Negro en el trayecto que se paraba su escuela de su casa. Seis meses después se encontró su cuerpo. Ahora hay cuatro imputados.

En el fuero penal de Cipolletti dio comienzo el juicio por el secuestro y asesinato de Otoño Uriarte, ocurrido hace 18 años en la localidad rionegrina de Fernández Oro. La joven de 16 años fue vista por última vez con vida en el Puente de la Viña el 23 de octubre de 2006, cuando iba camino a su hogar, luego de finalizar su día escolar en el Centro Educación Media 14 donde practicaba voley. Otoño estuvo desaparecida hasta que se encontró su cuerpo sin vida el 24 de abril de 2007 en la usina de la zona conocida como El Treinta. Cuatro imputados están en el banquillo por este caso, que no está caratulado como femicidio porque esa figura fue incorporada a posteriori en el Código Penal, pero que fue un caso muy resonante en la provincia.

Con cuatro audiencias hasta la fecha, se prevé un juicio con 90 testigos hasta el 9 de diciembre, con cuatro imputados como autores materiales del crimen: Ángel Germán Antilaf, José Hiram Jafri, Ricardo Néstor Cau y Maximiliano Manuel Lago. Forman parte del tribunal que los juzgará  María Florencia Caruso Martín, Juan Pedro Puntel y Amorina Liliana Sánchez Merlo. La Fiscalía se encuentra representada por Teresa Giuffrida y la querella por la abogada Gabriela Prokopiw, en nombre de la familia Uriarte.

La bicicleta de Otoño había sido robada el día de su desaparición, lo que la obligó a volver a pie a su casa. El trayecto de dos kilómetros a su hogar tenía en su recorrido la vivienda de Néstor Cau, uno de los acusados. Según el círculo íntimo de Otoño, ella les había comentado que Cau, cuya hermana estudiaba en el mismo colegio, le gritaba obscenidades cada vez que pasaba, situación que la agobiaba. 

“Se fue con un noviecito” y “no se llevó ni el documento” eran algunos de los comentarios que el entonces subjefe de la Policía, Víctor Cufré, hacía cuando le preguntaban por el paradero de la joven desaparecida. Por aquel momento, Cufré lideraba la búsqueda junto con policías de la Brigada de Cipolletti y miembros de la Comisaría 26. Sin embargo, con el pasar de los días, la falta de noticias sobre Otoño continuaba. Además, los perros policías no lograban encontrar rastros de la adolescente más allá de la calle Kennedy, lo cual podría indicar que alguien se la llevó en un auto y la secuestró.

La investigación estuvo en un primer momento en manos de la exjueza María del Carmen García García y, debido a la gran cantidad de causas que tramitaba y a que estaba de turno permanente, cometió graves errores durante el proceso. Debido al retraso en las causas, García García fue luego destruida. También se supo que a la par de estos sucesos, Cufré y Víctor Hugo Sodero Nievas, presidente del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Río Negro en ese momento, se reunían con el padre de Otoño, Roberto Uriarte, sin dejarlo asentado en los expedientes. Luego de 18 años, aún se desconocen aspectos centrales tales como en qué auto fue secuestrada Otoño, dónde estuvo retenida o si fue abusada, aunque el hallazgo de vellos púbicos sobre el cadáver indicaría que sí. El proceso de investigación parece haber sido entorpecido por el poder político, con la ayuda del Poder Judicial, que cometió todo tipo de irregularidades en un intento de sofocar las repercusiones públicas. 

“El rol de la justicia fue estar ausente durante 18 años”, dice la abogada Gabriela Prokopiw.

“El rol de la justicia fue estar ausente durante 18 años”, comenta a ANCCOM la abogada Gabriela Prokopiw. “Cuando sean sentenciados los acusados por su responsabilidad material pediremos que se exhorte al Ministerio Publico Fiscal a reabrir una causa nueva para investigar las complicidades que llevaron a 18 años de impunidad y desolación”, agrega Prokopiw al referirse a una eventual causa Otoño II.

Si bien el expediente que ahora llegó a juicio se intentó archivar numerosas veces, finalmente se activó cuando pasó a manos de la fiscal roquense Teresa Giuffrida y la familia de Otoño cambió de representantes, con la incorporación de la abogada Prokopiw. Un día antes de la prescripción del caso, se logró su elevación a juicio, aunque no se acusa a los cuatro imputados de femicidio, ni tampoco, en un principio, de abuso sexual, sino de «privación ilegítima de la libertad agravado por duración prolongada, participación de más de tres personas, la minoría de edad de la víctima y el resultado de muerte».

“No se puede entablar una carátula de femicidio, porque el crimen de Otoño ocurrió antes de que existiera esta figura”, explica Prokopiw. Y continúa: “Aunque no se pueden aplicar leyes que hayan salido con posterioridad al hecho por el que se juzga al acusado, nosotros pedimos perpetua porque participaron más de tres personas y porque la víctima era menor de edad”.

 

Durante la segunda audiencia del juicio, una de las testigos, Inés Calmels, fue hostigada por el acusado Cau, con lo que la fiscalía y la querella reclamaron la prohibición de acercamiento por parte de los acusados hacia los testigos, a lo que el tribunal accedió. La defensa argumentó que Cau tenía un problema de adicción a la bebida, razón por la que agredió a Calmels. Tanto para Cau, Jafri y Lagos, el tribunal además advirtió que en caso de incumplir con la prohibición de acercamiento, podrían imponerles prisión preventiva. También declaró Federico Saavedra, quien era la pareja de Otoño en el momento y fue la última persona en verla con vida. Además, varios testigos resaltaron la desaparición de la bicicleta de Otoño el día de su secuestro, lo que la obligó a ir a pie hasta su casa, trayecto en el que se cree fue interceptada. 

En el tercer encuentro, la audiencia debió pasar a un cuarto intermedio ya que el acusado Lagos tenía un turno médico impostergable. El acusado, además, se había dormido dos veces durante la audiencia del día anterior. El primero en declarar fue Alfredo Ricardo Tejo, un comerciante que dice haber visto un vehículo blanco en un lugar inusual la noche de la desaparición. También afirmó que nunca antes había visto un auto en ese sitio y que inicialmente pensó que podría tratarse de una camioneta o combi. También declararon peritos policiales, y la defensa obligó al tribunal a pasar más de una vez a cuarto intermedio. Finalmente, la ausencia de uno de los testigos policiales, el comisario Ives Vallejos, clave en los primeros pasos de la investigación, se dio por motivos médicos. Si bien su declaración fue reprogramada para la semana siguiente, la querella acusó a la justicia de encubrimiento policial e ineficiencia judicial.

Para la cuarta audiencia, este viernes 29, se citó al médico forense Ismael Handam, quien realizó el primer examen al cuerpo y dijo no haber detectado lesiones visibles. Sin embargo, tras observar cortes en las prendas de la víctima, identificó una herida punzocortante en el hemitórax izquierdo que penetraba 7 cm en la cavidad torácica y probablemente había sido causada en vida. El cuerpo de Otoño había sido encontrado en avanzado estado de deterioro en un canal de riego, atrapado por una rama y rejas, sin masa muscular ni vísceras, lo que complicó el análisis forense. 

La fiscal y la querella sostienen que el cuerpo de Otoño fue enterrado inicialmente en otro lugar antes de ser trasladado al canal de riego donde se halló, por lo que los acusados planificaron y ejecutaron el secuestro, abuso y asesinato de la joven. “Estamos con la esperanza que ha mantenido la memoria de Otoño todos estos años, y buscamos por ella la verdad y la memoria, y para el pueblo la justicia, porque para Otoño no la hay: Justicia sería que Otoño estuviera viva”, agrega Prokopiw.